Maruchi R. de Elmúdesi MFC – IDEFA "PENTECOSTES: FIESTA DEL ESPIRITU SANTO" Hoy celebramos la Fiesta de Pentecostés: Originariamente fiesta de la cosecha. Pentecostés (o fiesta de las semanas, cincuenta días después de la Pascua de Resurrección, de ahí su nombre griego de Pentecostés) pasó a Israel a conmemorar la alianza del Sinaí (Ex 19, 1-6 y Ex 23, 16 así como 34. 22). Marcado por la misma manifestación ígnea (producido por la acción del fuego) de la presencia divina, el primer Pentecostés cristiano será el día de la venida del Espíritu, consagrando la Iglesia como nuevo Pueblo de Dios e inaugurando su expansión misionera. Para los judíos, Pentecostés conmemora el don de la Ley en el Sinaí. Para los cristianos, significa el don del Espíritu. El acontecimiento innovador que fundamenta la Nueva Alianza que alcanza virtualmente a toda la humanidad. Rompe las barreras de lenguas y de cultura. Pentecostés, día que derrama al Señor Su Espíritu, como lo había prometido el día de la Ascensión a los cielos. Y esa promesa fue cumplida: …“yo le digo la verdad: les conviene que yo me vaya: porque si no me voy, no vendrá a ustedes el Paráclito: pero si me voy, se lo enviaré y cuando él venga, el Espíritu de la Verdad les guiará hasta la verdad completa…” (Jn 16, 7-15) Pentecostés, Fiesta del Espíritu Santo. Y ¿Quién es el Espíritu Santo? San Pablo nos dice hoy en su Primera Carta a los Corintios: “A todos se nos dio a beber de ese mismo Espíritu…A cada cual se le otorga la manifestación del Espíritu para provecho común. Porque a uno se le da por el Espíritu, dones, distribuyéndolos a cada uno en particular según Su Voluntad… Porque en un solo Espíritu hemos sido bautizados, para no formar más que un cuerpo, judíos, griegos, esclavos y libres.” (1Cor 12, 12) Es el Espíritu Santo el Consejero, el Defensor, la Tercera Persona de la Santísima Trinidad, quien nos ayuda a ser Testigos del Amor de Dios en el mundo. Pero antes tenemos que dar el sí. El Señor respeta nuestra libertad y no irrumpe en nuestra vida sin que se lo permitamos. El Señor nos invita también hoy a convertirnos, a coger ese Espíritu que “hará surgir un pueblo renovado constituido por hombres libres conscientes de su dignidad y capaces de forjar una historia verdaderamente humana.” (Documento de Santo Domingo, No. 24) Pero, hoy último domingo de mayo, celebramos también en nuestro País, el Día de Las Madres, y es un buen día para reflexionar en ¿Cuál es el modelo de madre que queremos transmitir a las nuevas generaciones? ¿Serán las madres capaces de “forjar una historia verdaderamente humana”? ¿Somos las madres, las educadoras de nuestros hijos, o lo son los medios de comunicación social? La Familia es el lugar “donde nacen los ciudadanos, y éstos encuentran en ella, la primera escuela de virtudes sociales, que son el alma de la vida y del desarrollo de la sociedad misma” (F.C. No. 42) Y si nosotros los padres no damos el ejemplo, ¿qué vamos a transmitir a nuestros hijos? Estamos contemplando un gran vacío en nuestra sociedad en cuanto a valores se refiere. Tantos matrimonios desbaratados por nimiedades, tantos hogares con hijos huérfanos de padres vivos. ¿Tienen nuestras madres fuerza suficiente para arrastrar a los hijos en contra de la corriente del relativismo, hedonismo y consumismo, o es poco lo que pueden hacer frente a tanta propaganda? ¿Se Maruchi R. de Elmúdesi – Artículos de ¿Quién está educando al Pueblo? Cada domingo en la columna del Periódico Listín Diario de República Dominicana Maruchi R. de Elmúdesi MFC – IDEFA habrán quedado ellas solas para educar a los hijos? ¿Son los papás una “ayuda adecuada” o simplemente son proveedores en un sentido estrictamente material? ¿Es la familia cristiana, fecunda y educadora, un valor transmisible en nuestra sociedad de hoy? ¿Qué testimonio de vida estamos dando las familias cristianas al mundo en estos momentos? Necesitamos madres llenas del Espíritu, que sean capaces de construir un mundo de amor, de paz, siendo las verdaderas educadoras de sus hijos junto a aquellos que han elegido para formar hogares santos. ¡Que el Espíritu de la Verdad, transforme nuestros corazones y nos de la fuerza renovadora para que nuestros temores, tristezas y debilidades se conviertan en una decisión valiente de vivir con coherencia y de predicar el Evangelio a nuestras familias, Hoy y Siempre Aleluya! ¡Feliz Día de las Madres! Maruchi R. de Elmúdesi – Artículos de ¿Quién está educando al Pueblo? Cada domingo en la columna del Periódico Listín Diario de República Dominicana