Itinerario de Educación en la Fe Jóvenes 16 a 18 años ¡Sígueme! ¡Cuento Contigo! ORACIÓN VOCACIONAL AMBIENTACIÓN Estamos reunidos en nombre del Señor. Y donde dos o más están en su nombre, tenemos la certeza de que Cristo está en medio. Él cuenta contigo para construir su Reino aquí y ahora. Jesús te llama y te invita a seguirle para poder ser su testigo para los demás. Pero no empezamos de cero ni con las manos vacías. Te invito a que mires cómo va tu vida a grandes rasgos y la pongas en manos de Dios. Porque él cuenta con nosotros y nos acompaña en el camino. Breve silencio. SEÑAL DE LA CRUZ CANTAMOS: Yendo contigo – Migueli Yendo contigo, nada me inquieta, marcho con paz y fuerza. Yendo contigo, todo se espera, cada mañana es nueva. LA PALABRA DE DIOS Jesús llamó a muchas personas para que le ayudaran en su labor de anunciar el Reino de Dios. Él los llamó y ellos respondieron. Vamos a escuchar una de esas historias, donde Jesús se hizo presente en la vida de alguien, y le cambio la vida ya que quería contar con Él para anunciar que Dios es Padre que salva y nos quiere. LECTURA DEL PRIMER LIBRO DE SAMUEL. Vocación de Samuel (1 Sam 3,1-19) El joven Samuel servía al Señor al lado de Elí. En aquellos días era rara la palabra del Señor y no eran frecuentes las visiones. Un día Elí estaba acostado en su habitación. Sus ojos habían comenzado a debilitarse y no podía ver. La lámpara de Dios aún no se había apagado y Samuel estaba acostado en el templo del Señor, donde se encontraba el Arca de Dios. Entonces el Señor llamó a Samuel. Este respondió: «Aquí estoy». Corrió adonde estaba Elí y dijo: «Aquí estoy, porque me has llamado». Respondió: «No te he llamado. Vuelve a acostarte». Fue y se acostó. El Señor volvió a llamar a Samuel. Se levantó Samuel, fue adonde estaba Elí y dijo: «Aquí estoy, porque me has llamado». Respondió: «No te he llamado, hijo mío. Vuelve a acostarte». Samuel no conocía aún al Señor, ni se le había manifestado todavía la palabra del Señor. El Señor llamó a Samuel, por tercera vez. Se levantó, fue adonde estaba Elí y dijo: «Aquí estoy, porque me has llamado». Comprendió entonces Elí que era el Señor el que llamaba al joven. Y dijo a Samuel: «Ve a acostarte. Y si te llama de nuevo, di: “Habla Señor, que tu siervo escucha”». Samuel fue a acostarse en su sitio. El Señor se presentó y llamó como las veces anteriores: «Samuel, Samuel». Respondió Samuel: «Habla, que tu siervo escucha». El Señor le dijo: «Mira, voy a hacer algo en Israel, que a cuantos lo oigan les zumbarán los dos oídos. Ese día cumpliré respecto a Elí cuanto predije de su casa, de comienzo a fin. Le anuncié que iba a castigar para siempre su casa, por el pecado de no haber reñido a sus hijos, sabiendo que despreciaban a Dios. Por ello, he jurado a la casa de Elí que el pecado de su casa no será expiado jamás ni con sacrificio ni con ofrenda». Samuel se acostó hasta la mañana y abrió, luego, las puertas del templo del Señor. Samuel temía dar a conocer la visión a Elí. Entonces, Elí le llamó: «Samuel, hijo mío». Respondió: «Aquí estoy». Elí preguntó: «¿Qué es lo que te ha dicho? Por favor, no me lo ocultes. Que Dios te castigue si me ocultas algo de cuanto te ha dicho». Samuel le dio a conocer entonces todas las palabras sin ocultarle nada. Elí dijo: «Es el Señor, haga lo que le parezca bien». Samuel creció. El Señor estaba con él, y no dejó que se frustrara ninguna de sus palabras. Palabra de Dios. BREVE SILENCIO PARA REFLEXIONAR ¿Cuál es mi vocación, aquello a lo que me siento llamado? ¿Cómo planteo mi vida para vivirla desde mi vocación? ¿Sirvo a… o me sirvo de…? ¿En qué tengo que insistir con mi familia, amigos, compañeros, grupo de fe, destinatarios…? ¿Cómo ando de amor? ¿Cómo llevo mi proyecto personal? ¿Y mi vida sacramental? ¿Y mi compromiso cristiano? ¿Qué metas, objetivos, líneas de acción me propongo este año? GESTO Delante de ti tienes una imagen de Jesús, ¿te atreves a mirarle a los ojos? ¿Quién es Él para ti? ¿Qué te está pidiendo para este curso? ¿Qué pegas tienes para seguirle? Puedes levantarte y coger un papel donde escribir alguna frase de lo que has rezado. O simplemente escribir: “Estoy dispuesto a seguirte Jesús”; o algo parecido. Y lo pongas junto a la imagen de Jesús. AUDICIÓN: Te seguiré – Alejandro Labajos, sj. https://www.youtube.com/watch?v=Y9iDD5ET1b4 PETICIONES ESPONTÁNEAS REZAMOS la oración de los cristianos: Padrenuestro… Finalizamos la oración con la señal de la cruz.