EL ESCUADRÓN DE ZAPADORES PARACAIDISTAS Si hubiera que identificar una unidad de combate que conjugara diversidad en sus misiones, tradición, destreza, camaradería y espíritu militar y aeronáutico, sin duda el Escuadrón de Zapadores Paracaidistas (EZAPAC) estaría entre ellas. Provenientes de los pioneros del paracaidismo militar en España, el EZAPAC es una de las unidades más emblemáticas y prestigiosas del Ejército del Aire. Heredera de una gloriosa tradición militar, aeronáutica y paracaidista sus miembros, siempre ejemplo de profesionalidad y dedicación, han sido y continúan siendo referencia del paracaidismo militar dentro y fuera de nuestras fronteras. Los “boinas verdes” del Aire El EZAPAC es la unidad de operaciones especiales del Ejército del Aire y su primer cometido es apoyar desde tierra las operaciones aéreas, principalmente las de combate, que persiguen alcanzar la superioridad aérea. Para ello, sus componentes, hombres y mujeres de élite, están especialmente seleccionados, organizados, adiestrados y equipados para alcanzar objetivos decisivos o de gran valor, en áreas hostiles o sensibles, mediante la utilización de tácticas, técnicas, procedimientos y modos de empleo diferentes de los utilizados por las fuerzas convencionales. Se trata, en definitiva, de una unidad versátil, capaz de adaptarse, flexible y con gran capacidad de innovar y explotar el desarrollo tecnológico aplicado al armamento, material, equipo y, principalmente, el relacionado con el dominio de la tecnología de la información. Los zapadores paracaidistas del Ejército del Aire son especialistas en llevar a cabo acciones directas o misiones de reconocimiento especial sobre elementos del poder aéreo enemigo. De igual forma, constituyen Equipos de Control de Combate (CCT) y de Control Aéreo Táctico (TACP) y apoyan las operaciones de rescate, evasión y escape de tripulaciones aéreas, instruyéndolas también en materia de supervivencia tanto en mar como de combate. La boina verde como prenda de cabeza fue incorporada el 18 de mayo de 1997, equiparando al EZAPAC con el resto de unidades de operaciones especiales de la OTAN. La tradición puesta en valor Para quienes forman parte del EZAPAC, la tradición, es decir, sentirse herederos de quienes durante tantos años han dado lo mejor de ellos mismos por un noble ideal de servicio a los españoles, es uno de los elementos más importantes de identidad. Desde 1946, con la creación de la Primera Bandera de la Primera Legión de Tropas de Aviación, los paracaidistas del Ejército del Aire han escrito páginas gloriosas en nuestra historia hasta llegar al actual Escuadrón de Zapadores Paracaidistas (EZAPAC). Así, como Primera Bandera de Paracaidistas de Aviación fueron la primera unidad paracaidista en España, llevando a cabo en 1949 el primer lanzamiento masivo paracaidista realizado en nuestro país. Más tarde, como Primer Escuadrón de Paracaidistas, participaron en la campaña de Sidi-Ifni, recibiendo su bautismo de fuego el 8 de diciembre de 1957. En 1965 y ubicándose en Alcantarilla (Murcia) se crea la Escuadrilla de Zapadores Paracaidistas, heredando del Primer Escuadrón la boina negra, el escudo y su lema: “Sólo merece vivir quien por un noble ideal está dispuesto a morir”. En el año 2002 la escuadrilla se constituye en su actual entidad de escuadrón. De entre las actuaciones más significativas de estos años se encuentran los primeros saltos de alta cota dados en nuestro país, los más de 250 náufragos rescatados de las garras del mar y el récord de España de salto en caída libre desde alta cota realizado a 38.500 pies. Por otro lado, el EZAPAC ha participado tradicionalmente en las operaciones de paz donde ha habido presencia del Ejército del Aire. De esta forma, bien en el marco de la OTAN o de Naciones Unidas, el EZAPAC ha contribuido a la paz y seguridad internacionales en países como Namibia, Rwuanda, Yibouty, Bosnia o Afganistán. El legado de abnegación, entrega y amor al servicio de quienes nos han precedido constituye uno de los principales factores de motivación en el quehacer diario. El zapador paracaidista Una radiografía del zapador paracaidista que permitiera identificar sus características más destacadas revelaría un hombre o mujer técnicamente adiestrado para utilizar armamento, material especial y de comunicaciones de última generación. Soldados con una capacidad física y psicológica superior a lo habitual, discretos, con gran tolerancia a las situaciones de estrés y de riesgo y con elevada capacidad de trabajar en equipo y sin supervisión de sus superiores. En definitiva, son los zapadores paracaidistas personal entusiasmado por la vida militar que, en su momento, eligieron la opción difícil guiados por su vocación de servicio a España. Entre la comodidad y el esfuerzo se quedaron con lo último. Optaron por el sacrificio, la abnegación y el compromiso, lo que hace, al final, que se convierta en rutina tener que sacar fuerzas de flaqueza, crecerse cuando vienen mal dadas y desenvolverse con naturalidad en las ocasiones de riesgo y fatiga. Especialmente significativa es la capacidad del zapador paracaidista del Ejército del Aire para encontrar la motivación en los detalles; en el abrazo del compañero, en la palmada en la espalda de su jefe, en la satisfacción de haber superado las dificultades y haber hecho bien lo que había que hacer. La inscripción en una de las entradas de la unidad dice: “La mejor recompensa de una buena acción está en haberla hecho”. Aquí radica parte de la fortaleza de la Unidad. Más que un trabajo, un estilo de vida El EZAPAC ofrece a sus miembros la oportunidad de vivir su vocación militar en una unidad de élite que juega en “primera división”, donde sólo juegan los mejores, pero donde también se dan las condiciones más exigentes, en ocasiones peligrosas, y las que demandan a cada uno que de lo mejor de él mismo. Es por ello que ser Zapador Paracaidista del Ejército del Aire es mucho más que ocupar un puesto de trabajo, es hacer de éste un estilo de vida basado, principalmente, en la ejemplaridad, en el espíritu de servicio a la colectividad y en las virtudes militares y aeronáuticas de las que tradicionalmente han hecho gala los miembros de esta Unidad. Un día en el EZAPAC Los Zapadores Paracaidistas del Ejército del Aire experimentan cada día el reto de aprender y practicar algo nuevo, de vivir situaciones hasta entonces desconocidas y ver como mejora progresivamente su formación física, moral, técnica, intelectual y humanística. En términos generales, el día comienza a las 07:45h cuando todo el Escuadrón forma y se da lectura a la Orden del Día y a las instrucciones específicas de esa jornada. Tras esta formación, la Unidad dedica la primera hora de la mañana a la instrucción física de sus miembros, esencial para el cumplimiento de su misión. Las siguientes horas son dedicadas a la cumplimentación del Plan de Adiestramiento Básico, planificación de próximos ejercicios, entrenamiento para las misiones en el exterior o trabajo específico en los diferentes destinos dentro de la Unidad. Como norma general, se realizan diariamente lanzamientos paracaidistas para que los miembros de la unidad puedan mantener y perfeccionen su aptitud paracaidista. La jornada finaliza a las 15:00h. En esta programación de carácter general, hay que considerar también la participación en ejercicios nacionales e internacionales, las actividades de adiestramiento en ambiente nocturno, básicas en una unidad de operaciones especiales, y las comisiones y cursos que se realizan fuera de la Unidad. Diferentes puestos de trabajo para personas diferentes De los atractivos que ofrece una unidad como el EZAPAC destaca el hecho de que tengan cabida en ella diferentes especialidades de las que contempla el Ejército del Aire. Así, la Unidad cuenta con personal de Seguridad y Defensa, Mantenimiento de Armamento, Mando y Control, Administración, Mantenimiento de Telecomunicaciones, Operaciones Aéreas y Mantenimiento de Vehículos. De esta forma, y teniendo en cuenta que el adiestramiento básico en operaciones especiales es común a todos los componentes del EZAPAC, cada componente incorpora su alto grado de especialización al objetivo común de la Unidad. Conseguir la boina verde Para formar parte del EZAPAC el personal de nueva incorporación debe superar el Plan de Instrucción que le capacita como Zapador Paracaidista y le proporciona las capacidades físicas, técnicas y sicológicas requeridas para desarrollar los cometidos que posteriormente se le asignen. Asimismo, todos los miembros de la Unidad y con independencia de su especialidad deben superar el Curso Básico de Paracaidismo, siendo este un requisito imprescindible para ser miembro de la misma. El Plan de Instrucción nº 1, con una duración de diez semanas, comprende un intenso programa en el que se imparten los conocimientos y prácticas que son elementales para el zapador paracaidista. Este plan de instrucción se articula en las fases básica, específica y de instrucción táctica de combate. Durante la Fase Básica se abordan las áreas de topografía, armamento y tiro, uso y manejo de cuerdas, comunicaciones, tácticas de combate de operaciones especiales, primeros auxilios y defensa personal. En la Fase Específica se profundiza en el conocimiento del armamento, material y equipo especial y de comunicaciones con que está dotado la Unidad; armamento colectivo y de precisión, equipos de radio, equipos de telemetría y visión nocturna. Finalmente, durante la Fase de Instrucción Táctica de Combate se desarrolla un intenso programa en el que se ponen en práctica los conocimientos y capacidades adquiridas. Se trata, en definitiva, de un exigente plan de instrucción para el que se requiere una óptima condición física y en el que se evalúa, además de conocimientos y habilidades, la capacidad de trabajar en equipo o de superar situaciones de cansancio, estrés o riesgo. Finalmente, en un sencillo pero emotivo acto en el que forma toda la Unidad y al que también asisten familiares y amigos, se hace entrega de la boina verde a quien ha superado este Plan de Instrucción nº1. Durante el Plan de Instrucción nº 2, con una duración de 6 semanas, se profundiza en el planeamiento y ejecución de las distintas misiones asignadas a la Unidad así como en la correspondiente instrucción paracaidista. De esta forma, se realizan ejercicios básicos de Acción Directa, Reconocimiento Especial, Movilidad Táctica, Rescate de Tripulaciones y Control Aéreo Táctico y de Combate. Durante este periodo se realiza también un ejercicio de supervivencia y evasión en territorio hostil. Una vez que finalizado el Plan de Instrucción nº2 se está en disposición de incorporarse a las diferentes escuadrillas de la Unidad para iniciar una progresiva familiarización con el trabajo específico de las mismas. Si quieres ser uno de los nuestros En definitiva, si quieres saltar de un avión con nosotros sólo necesitas una buena dosis de entusiasmo, afán de superación y compromiso. Te deben gustar los desafíos, estar deseoso por aprender y preparado para desplegar en cualquier país del mundo para defender los intereses de España y de los españoles.