HISTORIA DE AKATI El Campamento Akati surgió en enero del año 1980 cuando el Coronel Cubas invito al Padre Claudio con unos JMs a conocer una de sus propiedades en el Cerro Akati. El Coronel Cubas, estuvo mucho tiempo en Estados Unidos al volver invirtió su dinero en 3 cerros, uno de ellos el Akati. Un pariente del Coronel Cubas que estaba en la Juventud Masculina hizo el nexo e invito al Padre Claudio, Carlos Fernando Giménez y Valentín Vera a conocer el Cerro. Ya en el cerro, el Coronel les llevo a un lugar hacia el centro del cerro, donde se acerca al Padre Claudio y le dice que se lo va regalar, que El va donar esas 6 hectáreas a la Juventud Masculina de Schoenstatt. En ese mismo año en febrero de 1980 fue el primer Akati, El primer día del campamento se subía al cerro con todos los elementos, la subida al cerro no era como ahora, se llevaba la ermita 17km sobre los hombros, abriendo caminos de bosques cerrados a machetazos y una cantidad de piedras y otros obstáculos en el camino, se tardaba un día subir al cerro. Al llegar se preparaba el campamento al lado de la cabaña del General y los acampantes se acomodaban en un quincho cerca. La organización estaba a cargo del Akateam dividida en equipo de: liturgia, orden mariano, enfermería, de fogones, de juegos y el jefe de rama actual. En cuanto al traspaso de Jefe de Rama se daba durante el campamento. Algo que favoreció mucho al campamento fue el muy buen manejo del Alemán del Padre Claudio, por lo que hizo muchos amigos y se llevo muy bien con toda la comunidad local, de origen menonita, muchas veces solían ayudar al campamento con transportes y otras cosas. Los campamentos eran dos durante el año, uno en vacaciones de invierno y otro en verano, en invierno iban los secundarios y en verano se iba toda la rama masculina, en total eran 60 acampantes aproximadamente. Hubo un tiempo que el campamento se hacía a lado de la iglesia Melgarejo, y de ahí se subía al cerro, hasta que un día el tractor no pudo pasar por el mal estado del camino y del temporal, se quedo justo frente al campamento Ybytyruzu y le pidieron a el Señor Paredes si podían hospedarse en su terreno. Ese año se subió solo una vez al cerro y se misiono a la vuelta. En los siguientes años ya quedo como un puesto de comando ese lugar, ya que quedaba frente a la capilla que estaba al lado de lo de Don Paredes, la capilla estaba muy vacía por lo que se proponían cada año llevar algo, algunos años se llevaron sillas, otro se llevo una Virgen de Caacupé, el siguiente una campana etc. Otra cosa por la que ese lugar quedo como lugar para acampar fue por el arroyo, en ese entonces transparente. También Don Paredes le mostro a los acampantes dos saltos que están cerca del campamento que les encanto a todos y que hasta ahora nos tiramos. Y lo único que era incapaz de suspenderse, de no hacer era la subida al cerro Akati llueva o no, si o si había que subirse.