© Martín Flores Estudio Bíblico del Evangelio de Juan Juan 7:32 – 8:1 ¿Quién es este hombre? 1. Introducción. El relato que tenemos hoy frente a nosotros continúa con el registro que hace el apóstol Juan sobre la enseñanza de Jesús en el templo de Jerusalén durante la Fiesta de los Tabernáculos. De forma paralela Juan nos hace saber cómo va incrementándose la abierta oposición hacia Jesús. En este escenario en Señor dijo una maravillosa declaración con respecto a las aguas. No es la primera vez que Jesús habla del “agua viva” pero el contexto y la forma en que él se expresa en esta ocasión le dan una especial connotación. Ora pidiendo la dirección de Dios para recibir su invitación con fe. 2. Observando. ¿Cuál es el contexto que presenta Juan para este nuevo episodio de la vida de Jesús? Mira con atención el verso 32, recuerda que había pasado antes, especialmente en el verso 31. ¿Qué dijo Jesús en este contexto? ¿Por qué crees que hablo acerca ir a un lugar donde no le encontrarían? ¿Qué pensaron los judíos acerca de lo que Jesús había dicho recién? En los siguientes versos hay un cambio de escenario y de día ¿Dónde se encuentra Jesús y qué momento importante había llegado? ¿Qué dijo Jesús en ese momento especial? ¿A qué se refería cuando habló de “ríos de agua viva”? Juan lo explica en el verso 39. ¿Cuál fue el resultado en aquellas personas que le oyeron ese día? En los versos 45 al 8:1 hay un nuevo cambio de escenario. Juan regresa a los 1 © Martín Flores guardias del templo que habían sido enviados para arrestar a Jesús ¿Cuál fue la explicación que ellos dieron a los sacerdotes y fariseos acerca del por qué no cumplieron con su misión? En su respuesta a los guardias los fariseos expresan lo que realmente pensaban acerca de los guardias, acerca de ellos mismos y acerca del pueblo judío ¿Puedes identificar sus ideas? En ese momento uno de los mismos fariseos habló en defensa de Jesús ¿Quién fue y cuál fue su argumento? La respuesta del grupo de fariseos a Nicodemo refleja su enojo que ahora se vuelca hacia uno de los suyos ¿Qué le criticaron a Nicodemo? 3. Profundizando. Este pasaje comienza con los fariseos y los jefes de los sacerdotes y termina con ellos. Juan quiere que veamos que los enemigos de Jesús están cobrando audacia y comienzan a tomar acciones concretas con el fin de atrapar a Jesús. Los fariseos siempre habían demostrado más oposición contra Jesús. Pero en este pasaje vemos que ellos unen sus fuerzas con los líderes de los sacerdotes (los saduceos) quienes estaban en posiciones de poder. Ambos grupos eran opuestos en sus doctrinas y no simpatizaban entre ellos, sin embargo estuvieron dispuestos a unirse en su desprecio hacia Jesús. El relato anterior nos lleva a concluir que lo que gatilló esta decisión de enviar guardias para apresar a Jesús fue que algunos judíos ya estaban comenzando a creer en el en la capital (v. 31). Así que ambos grupos vieron que sería mucho mas efectivo unir fuerzas para lograr arrestar a Jesús y enviaron un grupo de guardias, la "policía del templo" para buscar el momento mas y para efectuar este arresto. Es más probable que la misión de los guardias no consistía en apresar a Jesús inmediatamente sino buscar un momento apropiado, una excusa, una palabra equivocada o señales de crecimiento entre sus simpatizantes. Entonces podemos imaginar la sorpresa de los guardias al escuchar las palabras de Jesús en los versos 33 y 34. Las palabras de Jesús claramente muestran que él no está asustado por la creciente amenaza ni por el complot para arrestarle. Jesús declara que su vida está en manos del Padre, por lo tanto su muerte también. Él es quien le envió y Él es quien determina la hora y el día de la muerte del Hijo. Jesús dice que efectivamente llegará el día de su muerte, entonces él partiría hacia el Padre, a un lugar donde sus enemigos no le encontrarán. 2 © Martín Flores Sin embargo, los judíos nuevamente demuestran que no pueden comprender de qué les estaba hablando Jesús. Ellos especulan si acaso Jesús piensa viajar al extranjero y tratar de convencer a los 1 judíos que vivían en países lejanos . Al final, son todas especulaciones y los que escucharon sus palabras quedaron con la duda. En este punto Juan cambia de escenario y presenta a Jesús en el último día de la Fiesta de los Tabernáculos (v. 37). El adjetivo "gran" nos hace ver que se trataba del día mas importante de la fiesta. En ese día solemne Jesús, puesto en pie, clamó. Es decir que él gritó. Sus palabras son importantes, se trata de una proclamación enfática, quizá incluso emotiva. De trata de un mensaje de importancia y urgencia de una manera que demande una respuesta por parte de sus oyentes. Y lo que Jesús dice es una invitación a los sedientos a venir donde Él y beber. ¡Qué palabras mas apropiadas! Era el último día de la fiesta y un punto central de la fiesta consistía en derramar agua en el templo. Se extraía agua del estanque de Siloé y era transportada hacia el templo en vasijas de oro. El propósito de este ritual era recordar que el Señor les había dado agua de la roca cuando el pueblo de Israel había peregrinado en el desierto luego de salir de Egipto. Fue en ese contexto que Jesús hizo esa poderosa invitación. El beber es solamente posible para aquel que viene hacia Él con fe. Y esa fe produce resultados o frutos visibles. Cuando el creyente viene a Jesús con fe no solamente es saciada su sed sino que recibe una tan abundante provisión que ríos verdaderos fluyen de él. Las aguas vivas que brotan para vida eterna vienen de Jesús y solamente de Él. Solamente él es quien puede dar de beber esa agua (Juan 4:13-14). El enfoque del verso 38 es que cuando el creyente se ha acercado con fe a Cristo y ha bebido de Él, entonces inmediatamente se convierte en una fuente para otros. Juan aclara en el verso 39 que las aguas de las que hablaba Jesús eran una imagen para hablar del Espíritu Santo que “aún no había venido”. ¿En qué sentido el Espíritu no había venido? ¿Quiere decir que el Espíritu Santo no había estado activo o presente en el Antiguo Testamento? No. Por todo el Antiguo Testamento encontramos pasajes donde vemos al Espíritu Santo activo y presente. Fue el Espíritu Santo quien ungió a los profetas y a los sacerdotes y al rey. Fue el 1 Habían muchos judíos que se encontraban dispersos a lo largo de todo el imperio romano luego del exilio de Babilonia. A estar grupo de judíos viviendo en la lejanía de les conocía como “los judíos de la dispersión” o “diáspora”. Llama mucho la atención que sus palabras en el verso 36 sugieren que Jesús tenía pensado ir a buscar a esos judíos de la dispersión, pero que su objetivo final serían los griegos. Juan no nos dice porque pensaron de esa manera, pero es claro que pensaron que podría recurrir a las sinagogas en el extranjero para convertir a los judíos y con ellos lanzar una misión hacia los gentiles de habla griega ¡Irónicamente esta fue la estrategia misionera de los apóstoles según el libro de los Hechos! 3 © Martín Flores Espíritu Santo quien transformó los corazones de los incrédulos y les hizo parte del pueblo de Dios en el Antiguo Testamento. En el Antiguo y en el Nuevo Testamento no hay regeneración, ni salvación sin la intervención y la obra del Espíritu Santo. El Espíritu estaba presente, pero el poder del Espíritu era limitado para pocos creyentes. Para hombres como Moisés, Josué y Elías. Pero Dios había prometido que un día su Espíritu de derramaría sobre todo su pueblo. El Señor dijo por medio del profeta Joel: “Después de esto, derramaré mi Espíritu sobre todo el género humano. Los hijos y las hijas de ustedes profetizarán, tendrán sueños los ancianos y visiones los jóvenes. En esos días derramaré mi Espíritu aun sobre los siervos y las siervas.” (Joel 2:28-29 NVI) El Nuevo Testamento enseña que esa profecía se cumplió el día de Pentecostés después de la ascensión de Jesús a los cielos (Hechos 2). Si tú eres cristiano, si confías en Jesús con fe, entonces tienes el Espíritu Santo en ti, tienes la unción de Dios para hacer la voluntad de Dios y para trabajar en el avance de su Reino. ¡Qué invitación más maravillosa! Jesús les llamó a que creyeran en el para que puedan recibir no solamente la salvación sino que también el poder de Dios para vivir haciendo su voluntad. La gente tuvo diversas reacciones. Algunos quedaron asombrados y decían: “Verdaderamente éste es el profeta”, otros afirmaban: “¡Es el Cristo!”. Pero otros objetaban: “¿Cómo puede el Cristo venir de Galilea? ¿Acaso no dice la Escritura que el Cristo vendrá de la descendencia de David, y de Belén, el pueblo de donde era David?”. En pocas palabras confusión. Pero hubo algunos que creyeron ¡Este era el momento que los fariseos y los jefes de los sacerdotes estaban esperando! Podían acusar a Jesús de blasfemia y arrestarle. Pero Juan nos muestra que los guardias llegaron con las manos vacías a donde los que les habían enviado. Ellos habían escuchado las palabras de Jesús y reconocieron la autoridad en ellas. Estaban maravillados con las afirmaciones de Jesús, no se atrevieron a arrestarle. Los fariseos no podían creerlo. En los últimos versos de este pasaje ellos demuestran su enojo criticando a los guardias y al pueblo por ser ignorantes y tontos que se dejan engañar. Sin embargo al ver que uno de los suyos les hace ver que su forma de actuar no es de acuerdo a la ley que ellos aseguran conocer a la perfección, vuelvan su enojo hacia él. La sección termina con la oportunidad perdida. Los fariseos y los jefes de los sacerdotes quedaron con la frustración y el enojo y no pudieron arrestar a Jesús. La fiesta terminó y cada quien se fue para su casa. 4. Aplicando. No podemos dejar pasar la oportunidad de comprender la invitación de Jesús en el último día de la Fiesta de los Tabernáculos. Si hoy la has comprendido, entonces responde a esta invitación ¡Ve a Jesús con fe! 4 © Martín Flores Si tú confías en el Señor, si crees que él es el Mesías y te acercas con fe a Él entonces tienes el Espíritu Santo, entonces ¡Vive para su servicio! Da a beber esas aguas a otros ¿Cómo? Mediante tus palabras: habla de Jesús, que no falte en tus labios el mensaje del evangelio, ora por los demás, aconseja, consuela, anima, exhorta, habla palabras de paz y de verdad. Mediante los dones del Espíritu. No te preguntes si tienes un don específico, si ves una necesidad ¡Lo tienes! Mediante tus acciones. Sirve a tu prójimo, busca al débil y anímale, visita al enfermo, reparte a los pobres, alimenta al hambriento, cuida al débil o desprotegido ¡Busca cualquier oportunidad de servir! 5