Mal asunto cuando de los acuerdos internacionales lo que más permanece es la rúbrica; se evapora el espíritu Unicef se queja de que en los ODS el tiempo se va comiendo las intenciones. Lo dice claramente: “Los dirigentes internacionales deben invertir para mejorar los datos sobre la infancia”. Tan preocupada se muestra la organización que ha instalado una “máquina del tiempo” en la sede de la ONU en Nueva York para conocer quiénes son los niños-as que se encuentran en pobreza externa, dónde viven, qué necesitan…, para acabar con ella en 2030 (ODS núm. 1,2,3). La maquinaria internacional va despacio, lastrada por olvidos, incumplimientos, luchas entre bloques, historias pasadas, ineficacias de los estados, nacionalismos excluyentes, fundamentalismos, conflictos bélicos, etc., pero en cuestiones de infancia todas estas trabas deberían desaparecer. Hoy mismo, cuando en la Asamblea General de la ONU todos hablan de los refugiados, muchos niños padecen junto con sus familias penalidades múltiples, no solo en Siria, uno de los ejemplos más sangrantes de las mentiras de los (des)acuerdos internacionales. P.D: La cuenta atrás ha comenzado; el silencio es la peor estrategia para mejorar el mundo de la infancia. ¿Te animas a colaborar en mejorarlo? Si estás tanto tiempo callado-a te va a sepultar la mudez ética. Posiciónate. Clama por los niños y niñas sirios, afganos, sudaneses, etc.