4. La Vocación no se Fabrica Uno de los errores más frecuentes de los padres es "querer hacer" de cada hijo "un gran médico, un gran abogado, un gran ingeniero", etc. profesiones todas a las que se le atribuye un gran prestigio social y, por ende, económico. En primera instancia ese anhelo de los padres es loable y demuestra su preocupación por el futuro de sus descendientes, para quienes desean lo que ellos consideran como lo mejor. El error consiste en "querer fabricar" algo que no puede ser fabricado: la vocación de cada persona. Se dice que la vocación es un llamado ya que nos permite desenvolvernos “a gusto” en nuestra diaria actividad; mas sin embargo, debemos estar pendientes de revisar periódicamente si los que trabajan o conviven con nosotros también se encuentran “a gusto” con nuestra forma de ser (Juanz, Moroyoqui, Medina 2002, p.21). En la vida cotidiana o en las actividades que diariamente realizamos constantemente debemos elegir, ya sea de manera voluntaria o involuntaria. Para realizar la elección o la toma de decisiones relacionadas con nuestro futuro es muy importante que consideremos las motivaciones, cuestionamientos y pretensiones, mediante una revisión de nuestra propia manera de elegir. Para elegir es muy importante tomar en cuenta: ¿Quiénes somos, quienes queremos ser y quien puedes ser? ¿En qué mundo vivimos y en que mundo quisiéramos vivir? ¿Con que herramientas contamos? ¿Cómo mantenemos relaciones satisfactorias? ¿Qué conocimientos tenemos y cuáles necesitamos adquirir? Toda elección implica una decisión, y las consecuencias de lo elegido pueden resultar en éxito o fracaso. Cuando se asume la responsabilidad de elegir, el miedo a la equivocación, al cambio y al fracaso son espacios por los que debemos ir y venir para recoger la experiencia de dialogo con ellos. La influencia de la familia, los amigos y la sociedad en general tiende a estar presente en todo momento, debemos poner en la balanza nuestras necesidades, deseos, habilidades, es decir, nuestras potencialidades, pero también considerar lo que Los demás esperan de nosotros antes de tomar una decisión, para evitar reaccionar ya sea sometiéndose, oponiéndose, simulando, etc. Existen 4 factores genéricos que impactan directamente al tomar una decisión de elección profesional: 1. Actitud: Es la forma en la que se aprende a reaccionar ante ciertas personas, objetos o conceptos con una predisposición relativamente estable. 2. Aptitud: Disposición natural que tenemos para ejecutar una tarea. 3. Vocación: Se refiere a la afición por una actividad profesional o artística, en personas que poseen las aptitudes requeridas. La vocación es el resultado de causas efectivas, a menudo inconscientes, que empujan literalmente a elegir determinada preferencia. 4. Interés: En una actitud perdurable que consiste en el sentimiento de que cierto objeto o actividad tiene importancia, la cual se asocia con una atención selectiva dirigida hacia ese mismo objeto o actividad. La formación de los intereses tiene una gran influencia de los factores sociales y culturales que nos rodean, así que, en la medida que entramos en contacto con diversas formas de expresión y comprendemos mejor el contexto que nos rodea, nuestros intereses evolucionaran. Los intereses no son estables, cambian según la edad y tienen 3 frases o tareas: Adquisición de experiencias: abarca toda la infancia. Organización y valoración: periodo de intereses, estilos y actividades sociales, de los 12 a los 18 años. Producción: periodo de trabajo. Tus intereses no son congénitos, dependen de las experiencias que vives, de tu contexto personal, familiar, escolar, social, laboral y cultural, y son distintos a los otros debido a las diferencias de edad sexo, inteligencia, estatus sociodemográfico, lugar de residencia, complexión física, oportunidades y experiencias, la época de la historia, restricciones y hasta las prohibiciones paternas (Juanz, Et.al) . Elegir carrera sólo porque tu amigo te lo pide, no es verdaderamente amistad. No estudiar otra carrera por temor a no seguir frecuentando a los amigos es falso; la verdadera amistad no termina con el hecho de que uno se inscriba en una escuela distinta. Debemos tener la seguridad de que habrá motivos suficientes para acrecentarla y fortalecerla. Habrá muchos momentos de duda; tus amigos talvez te prometan ayuda, como prestarte sus libros, llevarte en su automóvil, que estudien juntos, etc. Nada debe hacerte cambiar de opinión, elige por ti mismo. Continuando con el autor, la situación no están grave poco a poco la razón y buena voluntad se imponen, y tanto tus amigos como tú serán verdaderamente felices con sus respectivas ocupaciones. Cuando se llegue el momento de elegir la carrera no debe hacerse precipitadamente, si no en una forma responsable, con interés y entusiasmo, para que de esta manera respondamos a nuestras verdaderas inclinaciones. Citando a la misma fuente de autores, el estudiar lo que los padres desean no es recomendable, lo ideal es que padres e hijos mantengan una buena comunicación acerca de sus deseos, inclinaciones, aspiraciones, etc. A fin de que juntos lleguen a una mejor decisión. 4.1. Orientador Vocacional El orientador vocacional estudia una carrera de 4 años después de haber recibido su titilación como maestro de educación, tiene un amplio conocimiento en psicología y su objetivo es proporcionar a los alumnos información sobre las carreras, profesiones y actividades en general. Así como la duración de las carreras, sueldos a los que se puede aspirar al concluir la carrera, requisitos de ingreso en las diferentes escuelas que las imparten, etc. 4.2. Papel que desempeñan las aptitudes y el desarrollo vocacional. En las teorías se le ha dado diferente énfasis a las aptitudes. Para la corriente de los rasgos característicos y para Holland, las aptitudes forman parte de la ecuación implicada en la elección. El sistema social de Roe ve las aptitudes como determinadas genéticamente; así su logro es en parte función de la herencia, pero también el resultado de la cultura y el ambiente. Ni Holland, ni Roe, ni el sistema social dan énfasis a las aptitudes en el desarrollo vocacional. Por otra parte Súper interpreta las aptitudes como un factor que debe considerarse en la elección de la carrera y como una entidad que debe evaluarse de acuerdo con la realidad. Las teorías sobre las necesidades y valores simplemente consideran a las aptitudes como un factor que interactúa con otras variables más críticas, esto es, los valores y necesidades. Para la concepción sobre el estilo de personalidad, las aptitudes son parte del contexto situacional que contribuyen a la situación e interactúan con ella. Finalmente, el grupo de Ginzberg y sus asociados estudian el papel que los talentos brillantes desempeñan en la determinación de la elección de carrera, como es el papel del talento musical en la decisión vocacional del músico precoz (Osipow, 1984, p.258). 4.3. Intereses Vocacionales Los intereses de las personas tienen gran importancia para la decisión de carrera. En psicología el término interés de uso común significa la correspondencia entre ciertos objetos y las tendencias propias del sujeto frente a ellos. En la psicología clásica de (Höffding y William James, 1985), el interés denominaba la asociación de ideas que se regia por una ley de los intereses. Según Dewey los intereses varían de acuerdo a la edad y según Janet su sucesión regulaba la aceleración del desarrollo mental. El interés se distingue de la curiosidad que solo se dirige a un objeto es mas pasajera y esta determinada por una excitación externa, mientras que aquí es relativamente duradera y depende de la actividad interna y motivacionales del individuo. Un interés vocacional hace de una tendencia que se produce espontáneamente y cuyas motivaciones son a menudo muy profundos y dirigen al individuo en cierto sentido que se produce espontáneamente y cuyas motivaciones son a menudo muy profundo y dirigen al individuo en ciertos sentido que se expresa por una concentración de un esfuerzo de tipo duradero hacia el ejercicio de actividades profesionales. Un interés vocacional puede expresarse a pesar de circunstancias desfavorables e incluso enfrentando oposición y resistencia. El interés hacia una actividad puede darse en concordancia con las aptitudes o en desacuerdo con estas. Cuando las aptitudes y los intereses no están correlacionados se produce el mayor conflicto vocacional. Solo un enorme esfuerzo de sobre compensación logra reducir el conflicto vocacional cuando el interés hacia algo es grande y la aptitud para ello es causa lo cual a menudo sirve de ejemplo y ha sido conceptualizado magistralmente por la teoría de Adler. Los intereses suelen estabilizarse alrededor de los 18 años pero a partir de los 15 se comienza a establecer con claridad ciertas áreas de las áreas de las cuales un sujeto se aparta rara vez. Strong, por ejemplo, considera que los intereses no se distinguen esencialmente de las motivaciones y que la Adaptación profesional esta fuertemente vinculada a factores que abarcan en forma simultanea interés, aptitudes y rasgos de personalidad. Los resultados de las investigaciones parecen demostrar hasta ahora que los intereses no evolucionan por reestructuraciones bruscas sino por un proceso de estabilización progresiva (Jiménez, Op.cit). 4.4. Una adecuada selección de carrera - Minimiza el riesgo de deserción escolar y cambio inútil de carreras. - Te permite obtener mayor satisfacción y éxito profesional. - Evita la pérdida de tiempo y dinero - Previene el desgaste emocional y familiar (Vidales, Op.cit). La familia desempeña un papel decisivo en la tarea de elegir una carrera. Si bien la familia es la “célula de la sociedad” para que siga viviendo y lo haga de manera productiva tiene que comenzar consigo misma y en este sentido, la tutoría que ejerzan los padres sobre los hijos es de vital importancia. Aquí las actitudes de los padres hacia la orientación vocacional pueden presentarse de diferentes maneras; apoyando las disposiciones, decidiendo en lugar de los hijos, orientándolos para que elijan lo que más les conviene u olvidándose de su tarea como facilitadores de oportunidades, para dejar todo en manos de sus hijos. En fin existen tal variedad de actitudes hacia la elección de carrera de los hijos, como familias sobre la tierra y si bien cada familia, hogar, padres o adolescentes son distintos, las situaciones resultan de cierta manera clasificables, pues son casos que se dan comúnmente. Las actitudes más frecuentes de los padres ante la orientación vocacional, a fin de mostrar las ventajas y desventajas que cada una de ellas conlleva: a) Padres autoritarios: En cuanto ala elección vocacional de sus hijos, sobreentienden que van a seguir sus mismos pasos o deciden por ellos la carrera que van a estudiar, con base en observaciones superficiales o influidos por los medios de comunicación, o por el poder, etc. b) Padres sobre protectores: Estos padres deciden lo que ellos creen que es mejor para sus hijos, comenzando por la carrera que van a cursar, el lugar donde lo harán, etc., y los convencen de que la elección paterna es la más atinada. c) Padres desentendidos: No se preocupan por ayudar a sus hijos en la elección correcta de la carrera, y con ellos sucede algo más grave: ni siquiera les interesa lo que aquellos elijan. d) Padres cooperativos: Ellos van a vigilar los intereses, observar su persona y le darán con base es esto, las herramientas necesarias para la elección correcta de la carrera que determinara su forma de vida futura (Trrotter, Op.cit).