May 29, 2014 NO QUIERO SABER DE GUERRAS AIN`T GONNA

May 29, 2014
NO QUIERO SABER DE GUERRAS
AIN’T GONNA STUDY WAR NO MORE
Y él juzgará entre muchos pueblos, y corregirá a naciones poderosas hasta muy lejos; y
martillarán sus espadas para azadones, y sus lanzas para hoces; no alzará espada nación
contra nación, ni se ensayarán más para la guerra. Miqueas 4:3
Una pareja se alarmó de tal manera sobre las amenazas nucleares que decidieron trasladarse
al sitio más seguro del planeta. Pero en qué lugar se refugiaron?
Ellos encontraron un sitio (por lo menos así lo pensaron) y se trasladaron hasta allá.
Las tarjetas de Navidad tenían como dirección de retorno las Islas Falkland. La mayoría de
las personas que recibieron las tarjetas exclamaron, “Dónde?” pues no había pasado mucho,
cuando estas pacíficas islas se convirtieron en el terreno del conflicto armado entre Gran
Bretaña y Argentina.
Uno de los libros del Antiguo testamento fue escrito por un hombre de nombre
Miqueas, quien vivió en Judá, el reino del sur, cuando Senaquerib, el rey asirio, sitió a las
tribus del norte de Israel. Su mundo estaba en caos. Los ejércitos se encontraban en marcha
y los hogares y familias eran separadas por el conflicto.
Sin embargo, durante este tiempo, Miqueas dijo: “Y él juzgará entre muchos pueblos, y
corregirá a naciones poderosas hasta muy lejos; y martillarán sus espadas para azadones, y
sus lanzas para hoces; no alzará espada nación contra nación, ni se ensayarán más para la
guerra.” (Miqueas 4:3).
Miqueas nunca vivió para ver esto, y francamente al revisar la historia, ese tiempo
todavía no ha llegado, lo que significa que la promesa de Miqueas ha de cumplirse en el
futuro. El tiempo de Dios es diferente al nuestro y a pesar de que existan siglos entre la
promesa y el cumplimiento de la misma, cuando Dios dice algo, usted puede estar seguro que
lo cumplirá.
Llegará el tiempo cuando Dios diga, “Basta!” y entonces enviará nuevamente a Su hijo
para gobernar y reinar en nuestro mundo y es entonces cuando El juzgará a las naciones y los
hombres convertirán sus espadas en azadones y sus lanzas en hoces.
Hasta ese entonces, deseo que la paz de Dios llene su corazón y que en su caminar
tenga la seguridad de que un día la profecía de Miqueas se convertirá en realidad. Que Dios
apresure ese día.
Lectura basada: Miqueas 4
The preceding material was written and produced by Dr. Harold J. Sala. All rights reserved. Reproduction for sale or
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Box G, Laguna Hills, CA 92654 USA. E-mail at guidelines@guidelines.org.
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