Educar para la paz no sólo es importante, sino urgente • “Lo más grave es que vivimos en una sociedad en la que la violencia se justifica, le damos carta de ciudadanía”: P. Camilo Daniel López. Roberto Alcántara Flores “La violencia en los animales tiene su límite… pero en el ser humano es infinita y, por lo mismo, puede ser cada vez más cruel e incluso cada vez más sofisticada”, así respondió el sacerdote Camilo Daniel Pérez a pregunta expresa sobre si considera que la situación de violencia e inseguridad en México ha tocado fondo. Y es que, para el Vicario General de la Diócesis de Cuauhtémoc-Madera –miembro del Movimiento Ciudadano por la Paz y la Vida Dignidad–, así como el amor puede multiplicarse al infinito, así también la violencia en el ser humano. El problema es que nos hemos acostumbrado a ella”. Tras señalar que ante esta situación urge tomar conciencia de nuestra responsabilidad moral y ética, “pues somos los únicos seres que podemos salvar o destruir el mundo”, el P. Camilo Daniel calificó de inaplazable el que la sociedad caiga en la cuenta de que la violencia no es natural, “sino la claudicación de nuestro potencial ético, de nuestra reserva moral”. El sacerdote –quien es considerado uno de los luchadores sociales más importantes en el estado de Chihuahua–, ha trabajado en los últimos años en los Talleres de Educación para la Paz, que se imparten en las iglesias de dicha entidad. Sobre el tema, señaló que para todos es innegable que la vida social en México se ha deteriorado a pasos agigantados, toda vez que el crecimiento y las distintas manifestaciones de la violencia no son meros casos aislados, sino una situación que se ha vuelto habitual y estructural. “Podemos decir que la violencia la tenemos a flor de piel. Es como una epidemia que se contagia”, Y agregó: “Lo más grave de todo es que vivimos en una sociedad en la que la violencia, cualquiera que ésta sea, se justifica, le damos carta de ciudadanía. Vivimos en una cultura de violencia que nos parece tan natural, que ni plena conciencia tenemos de ella”, señaló. Por todo ello –dijo– es importante pasar en México de una cultura violenta a una cultura no violenta. Y la educación para la paz no sólo es importante, sino urgente. El P. Camilo Daniel Pérez recordó que en materia de Educación para la Paz hay muchas experiencias muy interesantes a nivel mundial, especialmente en España y en países Latinoamericanos como Colombia, Costa Rica, Argentina y Perú. En ellos –explicó– hay avances de una educación formal, teniendo como tema transversal la educación para la paz. También hay esfuerzos en el sentido de que el tema de la paz no sea un tema periférico sino central. Por otra parte, reconoció que “hay muchos y loables esfuerzos en la educación informal y específicamente en el tema de la resolución pacífica y no violenta de los conflictos. En esto han ayudado mucho los organismos de la sociedad civil, las diversas iglesias y religiones”. No obstante, consideró que en México aún no existe una clara conciencia de lo que significa “educar para la paz”, y a veces se cree que esto sólo consiste en hacer exhortaciones, promover algunos valores cívicos o exigir una conducta disciplinaria sin ir a un profundo cambio de actitudes, a un cambio en el estilo de la vida cotidiana y social. Precisó: “Debemos caer en la cuenta de que el sistema político y gubernamental en el que vivimos, el sistema económico, el social, el laboral, el familiar, etc. estructuralmente hablando, están permeados de violencia. En la familia se reproduce, por ejemplo, la relación empresarial de patrones y obreros, mientras que el municipio reproduce las relaciones autoritarias y violentas a las que es sometido por el gobierno estatal y federal”. Ante esta situación –dijo– debemos señalar con claridad que “la paz es un asunto global que nos concierne a todos y todas. Hay que repensarlo todo pues ‘una golondrina no hace verano’, aunque tengamos que dar pasos lentos pero precisos”. Sobre los problemas particulares que tiene nuestro país y que de ninguna manera pueden dejarse de lado al momento de educar para la paz, el P. Camilo Daniel señaló que en primer lugar está la familia: “Hay que ‘desintoxicarnos’ del modelo de familia que se nos ha impuesto y a partir de lo que para cada quien, en concreto, es su familia, dar herramientas para lograr relaciones de paz”. Aseguró que también los jóvenes merecen una gran atención en virtud de su vitalidad y energía, así como por los altos riesgos que actualmente tienen. “En el mismo tenor deberán atenderse las mujeres. En ellas hay un potencial enorme para la construcción de una cultura no violenta”, añadió. - En la coyuntura actual, ¿qué tan necesario es que México tuviera una Universidad para la Paz, como en alguna ocasión lo comentó Usted? - Creo que es muy recomendable y necesaria porque, sobre todo, sería un símbolo en el país, una verdad simbólica que nos deberá recordar siempre cuál es el futuro deseable. Sería como el corazón fuerte de un país enfermo de violencia. Un laboratorio permanente para la juventud y la sociedad entera. Una Universidad para la Paz es urgente ante la primacía que tienen las ciencias tecnológicas que descuidan las disciplinas humanísticas. Una Universidad así sería una mediación segura para la paz en la diversidad de conflictos en los que vivimos. Ficha de referencia para hipertexto Agrupación Movimiento Ciudadano por la Paz y la Vida Digna Acciones A través de este movimiento se promueve y se alientan todos los esfuerzos nobles y legítimos que la ciudadanía haga a favor de la paz y la vida digna de las y los habitantes del Estado de Chihuahua. Además, se trabaja para que el gobierno tenga como objetivo: promover, proteger y salvaguardar la integridad física y moral de todas las personas y las comunidades, así como su patrimonio económico, social y cultural. El Movimiento por la Paz y la Vida Digna en Chihuahua aglutina a todas las corrientes políticas, agrupaciones sociales, sectores económicos en la entidad y pretende sumar fuerzas en una cruzada para recuperar la seguridad, el bienestar y la calidad de vida. Contacto camidape90@hotmail.com