Estado en que quedó el 'Maine tras la explosión en el puerto de la Habana . Las últimas horas del El hundimiento del acorazado norteamericano era la excusa que necesitaba Washington para su intervención en Cuba 36/II DOMINICAL LA PROVI NCIA _- Domingo , 22 (le febrero de 1998 TEMA DE PORTADA La voladura del'Maine en una ilustración de la época . La noche del naufragio del Maíne Agust ín Remesal la puesta (le sol una brisa suave boina) el Maine en torno a su hoya de amarre . Los centinelas dijeron Haber visio,- poco antes de las seis (le la tsude (le aquel 15 (le febrero, corno cl barco se carientcí en dirección noroeste con la proa apuntando hacia la Machina, la enorme pluma utilizada para cambiar los mástiles (le los barcos . En esa posición, sus cañones de diez pulgadas podían batir todos los objetivos civiles y, militares de La Habana sin necesidad de hacer rota¡ las torretas . El acorazado tenía a tiro el Palacio del Almirante y los acuartelamientos aledaños, pero estaba ir cubierto de las baterías españolas que defendían la entrada del puerto desde el castillo de El Morro . El capitán Sigsbee se percató (le que cl Maine se había situado por casualidad en esa posición (le ataque . Apunta en sus memorias más tardías que un cxperlo en explosivos habría colocado la primera mina a su disposición para defender cl puerto exactamente bajo el lugar que ocupaba el Maine . El último parte del día indicaba que a bordo del acorazado estaban esa noche todos los miembros de la dotación, 328 hombres)' 22 oficiales . Cuatro de éstos habían desembarcado por la tarde para asistir a una fiesta en la ciudad . También el teniente Richard 1 El hundimiento del acorazado norteamericano provocó una de las más graves crisis de la Historia Contemporánea de España. El incidente era la excusa que necesitaba Washington para su intervención en Cuba cl barco había escogido esa extrafla posición por vez primera desde que amarrara veinti(lós días antes . El cadete Cluverius fue relevado (le su puesto (le guardia Por cl tenierrie John Rlandiri a las ocho . La noche era oscura y la brisa cesó . Bajo las lenucs bombillas (le la pasarela (le estribor algunos marineros bailaban al son (le la música (le un acordeón, y alguien tocaba una mandolina detrás de la torreta, observó ('luverius . ÉI acabó su servicio v fue al carnamle (le los cadclcs para dedicar la tillinra jornada a escribir co da,, a sus familiares, corno muelles de sus compañeros . La temperatura tórrida p cl calor acunnrlado durante el día bajo la plancha (le las cubiertas les obligaba a despojarse cuanto antes de sus Unífinmcs . El negro Janies Pinckney, camarero, llevo a Sigshcc, que estaba en su cabina, una chaquetilla de alpaca . En un bolsillo (le la prenda el capitán encontró lrna cada escrita a sor esposa varios meses antes y qoc Había olvidado enviar . Poco antes (le que sonara la señal (le retreta dio por concluida una nueva calla para ella y otra más para el asistente clcl Departamento de Marina, 'llicodorc Rooscvclt, ésta referida a lit conveniencia de seguir con el programa (le instalación de tubos torpederos en los barcos de guerra . Charles Sigsbec recuerda que esa noche también prestó rnuclta atención a la llamada a silencio del trompeta Newton, singul:rrmcnte emocionante en aquel clima (le opresión mantenida . A las nueve de la noche la campana del puente sonó dos veces y cl oficial (le servicio en lit cubierta, el teniente Jolm Rlandin, rourtioí a los ccnlinclas (le relevo, pasó revista y comprobó que todos conocían las medidas (le seguridad en caso (le alarma . Después examine) la posición (le los cañones y verilicó (tire todo csiaba listo para repeler con lugencia un eventual ataque . Una (le las lanchas a vapor que hacía la ronda (le guardia el] torno al acorazado había sido amarrada al costado de estribor del Alfonso XLI . Con las cartas que acababa de escribir en su mano, el oficial (le denota Wainwright salió (le su camarote hacia la cabina de Sigsbee en busca (le goma para cerrar los sobres. Vio al capitán al fondo, senlado ante el escritorio, saludó a su asislente,elcadete Jonas1lolden,y entabló con éste una animada charla . A los pocos minutos escuchó una enorme detonación y cómo una lluvia de metal caía sobre la cubierta . La primera detonación ocurrió cuando Sigsbee se disponía a cerrarlos sobres de sus (los cartas, acomodado en su despacho bajo la luz de una gran lámpara . Recuerda lialier escuchado después una serie de explosiones, estallidos y estrépitos de gran intensidad, como (le retoicirniento (le hierros, seguido por una lluvia de materiales metálicos . El barco tembló, se inclinó sobre estribor y descendió como si se hundiera, en el instante mismo en que se apagaron todas las luces . Éstas fueron las sensaciones de movimiento que el capitán aseguró haber percibido desde el interior (le la gran estructura (le la nave, a popa . Se hizo total oscuridad en el interior del Maine . El capitán Sigsbee declaró después haber superado pronto el sentímiento (le pánico en,pulado por el instinto (le supervivencia . Se precipitó a ciegas por el largo pasillo (le salida hacia la cubierta, encontró al marinero William Anthony, quien le acompaña Pasa a la pagina siguiente Domingo, 22 (le febrero de 1998 DOMINICAL LA PROVINCIA El fuego se avivó y las explosiones de los pañoles, donde estaba almacenada la inunición, no cesaron durante más de tres lloras . En el lugar del naufragio se había concentrado una decena (le lanchas en busca de supervivientes . Flotaban en el agua turbia los cadáveres y los miembros desgarrados de las víctimas del tremendo desastre . Nadie se hizo cargo entonces de recoger esos restos humanos . Las barcas del Alfonso XII lograron recuperar con vida a 34 marineros, y las del City of Washington, a 24 . No se tiene total certeza de que en ese momento crítico de la zozobra subieran a bordo del acorazado algunos marineros españoles con la misión! de evitar ujta } enorme tragedia . El almirante Manterola habla ordenado a sus hombres, que salieran hacía el lugar del siniestro y procedieran a anegar los pañoles de( barco donde se encontraba la santabárbara, pues estaba en peligro incluso la ciudad de la llabana De ejecutar esa misión se enlargó el teniente (1e navío Francisco Núñez . Un informe de la Comandancia del puerto indica que en santabárbara del barco se almacenaban la unas 2 .5(X) libras de algodón-pólvora . Una nota de la Jefatura de Policía señala que, en efecto, dos artificieros españoles subieron a la cubierta del Maine para cumplir esa orden, y que perecieron al ser sorprendidos por la explosión de uno de los pañoles de munición . Viene de la pagina anterior ría hasta el momento último de abandonar la nave, y corrió tras él . El ordenanza habría señalado en tono tranquilo : "Señor, lamento comunicarle que el barco ha sido volado y se hunde" . Algunos marineros aseguraron apenas una hora más tarde a los corresponsales de prensa que habían oído responder al capitán : "Los españoles, al fin, nos han hundido" . Alguien abrió la escotilla y comprobó que los pañoles estaban ya completamente anegados . Los gritos de los heridos llegaban desde los camarotes de los marineros y también desde el agua. El reducido grupo de oficiales reunidos en la cubierta de popa discutía sin excitación lo que había de hacerse. Wainwriglit, por orden del capitán, procedió a arriar los botes, con el fin de auxiliar <. las (lecenas de marineros que flotaban en torno al barco y estaban a punto de ahogarse . llabía tan pocos hombres disponibles para esa operación que el oficial de derrota corrió de acá para allá en busca de marineros . "Salvados de milagro" Los botes fueron arriados por los oficiales, asegura Wainwright en su memoria escrita seis meses más tarde. Uno de ellos fue bajado al agua por los tenientes Hood y Blandin, este último levemente herido en la cabeza . Ambos aseguraron después que tenían la sensación de haberse salvado por milagro, ya que temieron perecer si las detonaciones ininterrumpidas se propagaban hasta el pañol grande de los proyectiles de diez pulgadás, sobre el cual tuvieron que pasar en su inspección . Pero al reventar la parte anterior de la nave, el agua anegó todos los pañoles . Las primeras lanchas de salvamento comenzaron a llegar desde los buques más próximos, el mercante norteamericano City of Washington, que había entrado en el puerto aquella misma tarde, y el buque insignia español Alfonso XII . El temor de que pudiera estallar la gran cantidad de munición almacenada en el huque naufragado no parece haber amedrentado á los socorristas . En su rememoración manuscrita, el teniente John Hood asegura haberse deslizado por un cabo ardiendo, para escalar después la parte anterior de la sobrecubierta y ver si era aún posible controlar el fuego y si algunas de las víctimas podían ser salvadas . En esa inspección de urgencia, acompañaron a Hood los cadetes Cluverius y Boyd . Este último había logrado subir desde un pañol de explosivos hasta la cubierta y salvarse trepando con pies y manos sobre el lomo de un torpedo . Todos los aparatos para la extinción (le incendios estaban destruidos y no se contaba con los hombres suficientes para hacer frente a un siniestro (le tal magnitud . Nadie se percataba todavía (le la dimensión de la catástrofe . Según la mayor parte de los supervivientes y de los testigos que prestaron su ayuda, la oscuridad y la confusión ocultaron hasta varias horas más tarde la gran pérdida de vidas y el destrozo total del Maine . Todos,los supervivientes se habían concentrado en la cubierta de popa, mientras las dos barcas de salvamento, una ballenera y la chalupa capitana se afanaban en auxiliar a los marineros que se debatían en el agua, algunos heridos (1e gravedad o quemados . El oficial de derrota Wainwright advirtió que todo estaba perdido y Charles Sigsbee dio orden de abandonar la nave . Eran las diez menos cuarto de la noche, según el cadete Cluverius, y aún tuvieron que esperar unos quince minutos hasta que las barcas terminaron su recorrido (le auxilio. Los vein- 111/37 Miles de cubanos en el funeral por las víctimas del Wainé . 4 ----- 101 W08 1111 9 ,iis~ac~t Seuctuy Rr o;~velt~ ConYlnced Zrt7C FXpto-,lm of (he Wor $hiWas Not gSO,Q(` ~, Fl ~"JAnp to. sbc oLt~,1~, at r«rcrr~ :x cr ese Dc ~r4 .~ . iq?rara R,~t,J Icr CcnrK'>rs r tm Gimeub Vl?~- ;;: y511 ~ +rrs:art 5adxt to?ñ!~ OSir S OfR`KMF L4cin-rm r, ~Issl slx 5~_X W+x t}ctrr:?Á+zi Portada del diario 'New York Journal' muy critica con España . tidós oficiales a salvo y algunos infantes de marina saltaron a esas dos únicas barcas de salvamento disponibles, pues las otras trece de que disponía el Maine habían sido dañadas o destruidas. Sigsbee contempló desde la cubierta las forrnas blancas y borrosas de los heridos que flotaban en torno al naufragio, profiiiendo gritos desgarradores, Nada se podía hacer' concluye Sigsbee en sus memorias . La barca de salvamento estaba ya a la misma altura que la cubierta del barco semihundido . La quilla había tocado en los camarotes de la oficiafondo y lidad, seguramente anegados, los docu- mentos secretos se hallaban fuera del alcance de quien intentara apropiarse de ellos. El oficial de derrota Warltwright y el teniente llolman dieron la mano a Sigsbee para ayudarle a saltar a la chalupa, pero él les ordenó que le precedieran . Su capitán fue el últitno en abandonar el Maine en el instante final de la zozobra . Poco antes de que el acorazado se fuera a pique, el cabo (le mar (le segunda Antonio Vareta López condujo un bote del arsenal Irasla la aleta de estribor del barco . En su testimonio judicial asegura que fueron tres españoles los últimos en pisar cubierta envuelta en llamaradas . A estos héroes anónimos se les dio por desaparecidos, como a los 260 marineros estadounidenses que nunca lograron salir del barco desde que había zarpado cuatro semanas antes de Cayo Hueso . Desde la lancha ballenera, el teniente George Blow contempló el horroroso espectáculo de los heridos flotando en torno al naufragio, pidiendo ayuda a gritos, e imaginó la angustia de los que se despertaron sobresaltados de sus hamacas y seguían atrapados en los camarotes de proa. "Dejadme regresar al barco .- Quiero morir con esos hombres", suplicó a sus compañeros . La ballenera se dirigía ya a toda prisa hacia el mercante City of Washington . Desde el bote de temor en que llegó al lugar acompañado por dos corresponsales de prensa neoyorquinos, el coronel Pagliari ofreció a Sigsbee, en nombre del gobernador general de la isla, los auxilios que precisara . El capitán agradeció la oferta y pidió al periodista Sylvester Scovel que tradujera en español y transmitiera un mensaje a los marineros que se agitaban entre la humareda para rescatar a los heridos de las aguas ennegrecidas por la gran cantidad de materiales en combustión . Debía advertirles del peligro que corrían, porque podría producirse otra gran explosión . Los remeros de Pagliari, aterrorizados, se negaban a acercarse al barco medio hundido . El jefe de la Policía golpeó a uno (le ellos con su bastón y el periodista Bronson Rea azotó al otro con la punta de un cabo para obligarles a seguir remando hacia el Mairic. Al jefe de la Policía de la Elabana aquel comportamiento de los marineros españoles, esforzándose en recoger del mar a las víctimas del desastre a costa de su propia vida, le pareció heroico y ejemplar. Ni un solo oficial estadounidense, ni un solo agente del Consulado apareció por el lugar de la tragedia, certifica Pagliari Soler en su informe . El barco naufragado se estaba yendo a pique con rapidez, rodeado de pequeñas embarcaciones españolas. F..ste texto está sacado de uno de los capítulos del libro 'El enigma del NIaine' escrito por el periodista Agustín Remesa! Y editado pnr Piara & J .-él . 38/Ga~ Internacional Sábado, 14 de febrero de 1998 M añana se cumple el c etitenatio del hundimie nto que propició la `Guerra (le Cuba' Cien años del misterio del `Mame' FRANCISCO OSABA/ EFE,La Habana Al anochecer de¡ 15 de febrero de 1898 el acorazado estadounidense Maine, anclado en el puerto frerde a la bahía de I -a habana, voló en mil pedazos en una confusa explosión que causó 266 muertos, cuyas causas no han sido desveladas en su Iota lidad un siglo después de producirse. Este incidente originó la guerra entre España y Estados Unidos y posteriormente la independencia de Cuba El centenario del hundirniento de¡ acorazado Maine en el puerto de La Habana, que se cumple mañana, está pasando desapercibido en la isla . Salvo algunos artículos en la prensa de La Habana y un debate celebrado el jueves, dirigido por el presidente del Parlamento, Ricardo Alarcón, y el director de la oficina José Martí . Armando Harl, poco recuerda aquí la vota dura de¡ buque que sirvió como pretexto para que los Estados Unidos entrasen en la llamada Guerra de Cuba El Maine había llegado a La Habana el 25 de enero con el pretexto de realizar tina ,visita amislosa ,, que, en realidad . consistía en salvaguardar los intereses de Estados Unidos en el conflicto entre Cuba y España . Cuba era por entonces para España la más preciada joya de la Coronan y el Gobierno español se empecinaba en no querer ceder la isla en la guerra, ya prácticamente perdida, las cubanos mantenían con éxito contra al régimen colonial español y que habla causado cientos de miles de muelles en los tíllimos silos Por su parte, Eslados Unidos se mantenía al inagen del conflicto pero siempre al acecho y deseoso de que el debilitamiento español fuese total e intervenir para posesionarse de Cuba Fn consecuencia . y a juicio de muchos observadores y analistas, el hundimiento de¡ Maine fue la excusa perfecta para la entrada en acción de EFIJU en la guerra . El misterio El hundimiento tuvo entonces dos explicaciones : la destrucción de¡ buque se habla producido por accidente o por un acto preme- Dibujo que muestra cómo quedó el Maine tras la explosión . ditado, un sabotaje . las versiones siguen siendo dispares ya que existen informes de entonces de que se debió a tina mina colocada en el exterior Para que sigas poniendo tu mesa Canaria bonita Continuarnos celebrando titiesiro XV Aniversario, regalándote una vajilla grabarla, al igual que la ctibertería y la cristalería que ya ba regalado CANARIAS 7, con los símbolos oficiales de nuestra región . Reúne los cupones que aparecen diariamente en la portada tlel periódico y pégalos en la cartilla gne te ternos entregado el domingo ].4+ (le Diciembre . LA VAJILLA DI: GG~. 20 MAGNIFICAS hll.'~ZAS : 6 plato liondos . 6 platos llanos. 6 platos (le postre . I barld.ela . 1 ensaladera . 11 plato inerte de la inf(>rmación . de¡ buque, y que la explosión alcanzó el polvorín del mismo. Versiones rnás actuales, corno la de¡ almirante estadounidenese Hyman G . Rickover, en 1976 . cuando aseguró que el hundimiento de¡ buque se debió a un incendio en el depósito de carbón que se propagó a la santabárbara (pañol donde se guarda la pólvora). que causó la enorme explosión del Maine. En su número de febrero de este año la revista National Geography, tras un exhaustivo estudio, asegura que un incendio fortuito o intencionado en el depósito de carbón pudo ser la causa de la explosión en el cercano polvorín de la embarcación. El caso es que tras el hundimiento de¡ Maine, el Gobierno estadounidense acusó a los españoles de¡ hecho, bloqueó todos los puertos cubanos . los atacó y desembarcó en la costa oriental del país, en la bahía de Guantánamo . Fl conflicto duró solo unos meses con la victoria de EEUU y la derrota de España que perdía así delinilivamenle sus colonias de ultramar : Cuba, Puerto Rico y Filipinas . Comienzan las excarcelaciones en Cuba y 70 presos no serán indultados EFE, La Habana Al tiempo que ayer comenzaban a ser liberados presos políticos en diferentes cárceles de Cuba, el Gobierno anunciaba que otros setenta no serán indultados por «razones de seguridad, peligrosidad y gravedacL> de sus delitos. Veinticuatro horas después de que el por medio de¡ portavoz de la Cancillería, Alejandro González, confirmase el indulto de 200 presos, tras la petición de clemencia efectuada por el Vaticano durante la visita de¡ Papa . las autoridades anunciaban la exclusión de la lista de 70 personas . Según informaba ayer ol diario oficial Granrna, esas 70 personas, de las que no facilita los nombres, no serán liberadas porque sobre algunas de ellas pesan delitos de sangre, colocación de bombas en hoteles, y ocasionar graves daños a la economía de¡ país . Entre ellos se encuentra el salvadoreño Raúl Ernesto Cruz León, acusado de ser el autor de la colocación, en julio último . d e vai s borrabas en hoteles de La Habana, que causaron un muerto y varios heridos Mientras esto era publicado, en La Habana comenzaba a conocerse la liberación e identidad de los primeros en ser excarcelados, un total de doce. apenas 24 horas después de! anuncio de¡ indulto . EL PAÍS, domingo 26 de enero de 1997 18 / DOMINGO El año 1898 resultó crucial para España . Perdió la soberanía. de Cuba y Filipinas como consecuencia de la derrota bélica ante Estados Unidos, y todo el país vivió una humillación en la que beberían intelectuales, historiadores y políticos. A aquellos 12 meses han dedicado un libro los periodistas Javier Figuero y Carlos García Santa Cecilia. Su obra, La El hundimiento España del desastre, saldrá a la venta en los próximos días, consta de 373 páginas y ha sido editada por Plaza y Janés. En ella se hace un repaso por la España de entonces y por sus acontecimientos, desde la muerte de Frascuelo hasta el caso Dreyfus en Francia. Reproducimos aquí uno de los pasajes trascendentales : el hundimiento del Maine . del afine' El Afahre se hundió en el mar, y España en la guerra . Pero esto último ocurriría algo más tarde. Losdías que precedieron al naufragio del buque norteamericano reflejaron una cierta inconsciencia oficial ante el conflicto que se avecinaba con Estados Unidos . El Maine estalló en el puerto de La Habana el 15 de febrero de 1898, y eso dio paso al final de una época. Estos son los hechos más relevantes de aquellos días . 25 de enero El acorazado norteamericano Maine fondea en la bahía de la Habana. A menos de cuatro horas operan otras unidades navales de los Estados Unidos compuestas por cuatro acorazados -Massachusetts, Indiana, loma y Texas-, seis cruceros y cinco torpederos . El Maine es, en realidad, un crucero protegido de segunda clase, con faja blindada, que desplaza 6 .682 toneladas ; monta cuatro cañones de 10 pulgadas en dos torres acorazadas ; seis, de seis pulgadas ; ocho, de una, y muchas piezas más de tiro rápido . Construido en 1895 en el Arsenal de Nueva York, mantiene a bordo una tripulación de 26 oficiales y 354 marineros, todos bajo el mando del capitán Cliarles D. Sigsbee . Porta dos hélices. tiene un largo de 96 metros, un calado de seis metros sesenta, dos mástiles y dos chimeneas, y puede alcanzar los 18 nudos. Cuando entre en la bahía de La Habana lo hará con un piloto español de nacimiento y, por orden del capitán de puerto, español también, anclaráen el muelle número 4, a 200 metros por un costado del crucero español Alfonso XII y a 400 por el otro del acorazado alemán Gneisenau, que partirá a los pocos días . Desde que atraque en Cuba, las autoridades españolas se relacionarán amigablemente con los oficiales del barco. Sigsbee y el capitán general Ramón Blanco irán juntos a los toros, espectáculo que al americano le pareció "de mal gusto", aunque de momento se cuidará de comentarlo, sin duda para que la guerra no llegue antes de tiempo . 27 de enero Todos los periódicos nacionales se hacen eco de la llegada a La líabana del Maine. En su edición de mañana El hnq)arcial dirá que la visita "no tiene más significación que la cortesía" . La de hoy incluye este comentario: ". . . El comandante del Malne, en su entrevista con los generales de Marina señores Manterola y Pastor, expresó su gratitud por la acogida qué se le había dispensado . Por la noche encendió ayer el Maine dos Arriba, el buque norteamericano Maine al entrar en el puerto de La Habana. Debajo, el buque tras la explosión . focos eléctricos, cuyos resplandores iluminaron a la población durante media hora . La tranquilidad pública no se ha turbado en lo más mínimo". Los muchachos españoles que se incorporan al nuevo reemplazo destinado a Cuba han de asistir, sin embargo, a una turbación íntima y familiar que nunca antes conocieron . Tomás Álvarez Angulo es uno de ellos : ". . . Y un buen día, el 27 de enero de 1898, apenas cumplidos los 19 años, nos notificaron de la Zona que debíamos presentarnos en ella con todo el equipo para ir a embarcar a Cádiz. . . Nos despedimos de los amigos, nos dieron algún que otro duro Basta completar seis o siete . . ., y con ese capital, nuestro macuto y nuestra hanrica a cuestas, después de besar una y mil veces a nuestra madre que lloraba angustiada, y a nuestros hermanitos, nos fuimos acompañados de nuestro padre a la Zona militar, desde la cual, formados silenciosamente, sin banda ni vítores, llegamos a los andenes de la estación del Mediodía, entrando en ella por la puerta de los muelles de inercancias, en la cual, por no dejarle pasar, nos tu- vimos que despedir de nuestro padre, que vimos deshacerse en lágrimas sin saber desprenderse de nuestros brazos. Era la primera vez que le veíamos llorar". Aunque no se hacen eco otros periódicos y nada de ello dice Alvarez Angulo, la prensa obrera testificará mítines y alborotos promovidos por los soldados antes de embarcarse a Cuba (El Socialista, 28 de enero) . Pese a la tranquilidad transmitida por los corresponsales españoles en las Antillas, El pai,s del siguiente día dará cuenta también de la especial vigilancia decretada en torno a la residencia en Madrid del representante diplomático norteamericano, general Woodford, de donde, para evitar problemas, se ha retirado la handera . 29 de enero Mientras El lleraldo cuenta hoy queel crucero de la Armada española Vin, a estío presto a salir para Nueva York en correspondencia "a la visita de amistad- girada por el dlaine a Cuba, El linparciallevanta tina terrible sospecha con este suelto : "La ida del Afaine a La Habana no tuvo pre- cisamente por objeto una manifestación de cordialidad como se ha pretendido . Ya desde el día 12 los periódicos de Estados Unidos hablan de maniobras de la escuadra americana que respondían a la persuasión de que iban a ocurrir sucesos que dieran pretexto a las fuerzas navales de EE UU para presentarse en el puerto" . De pronto los periódicos españoles parecen caerse del guindo y el mismo heraldo recoge, a título de rumor, el comentario de que Woodford, representante norteamericano en Madrid, pudiera haber mandado a su familia fuera de España, mientras que él se refugiarla en un hotel por temor a represalias si la situación entre los dos países se radicalizase . fferido en el orgullo pinrio, el diario se permite, no obstante, la siguiente afirmación : "Está bajo la snlvaguardia de nuestro honor., . 5 de febrero "Esa prensa horrible, imposible de dominar' . que dice, envenenado, Bermejo, el mnistro de Marina, empieza a dar muestras de mal agüero . Hoy El Iniparcial asegura que Estados Unidos tiene en los Cayos de las Tortugas (a cuatro horas de navegación) 16 buques de guerra : cinco acorazados, seis cruceros y cinco torpederos. Puede que sea ésa la razón de que ayer, a punto de zarpar rumbo a Nueva York a fin de devolver la coi testa del Maine, el comandante del Vizcaya le dijera a la tripulación: "Afortunadamente, hoy la patria no peligra: vais, por lo tanto, simplemente a desempeñar una comisión ; por eso, no temáis,si fuérais a algo más, lo mismo os lo diría" (Tomás Benítez Francés, artillero del mar de primera clase de la dotación del Vizcaya) . 12 de febrero En telegrama al ministro de Marina, el almirante Pascual Cervera y Topete (F,cuarlra de opernciones de las Antillas), ex ministro de Marina yjefe de la primera escuadra peninsular, pregunta hoycuál ha (leser el plan de campaña en la posible guerra con los norteamericanos. Y esto . desde luego, no es una broma. Según el capitán de navío (La escuadra del alndrante Cerrera) . el 3 de diciembre de 1897 el almi- EL PAÍS, domingo 26 de enero de 1997 rante había empezado a remitir su correspondencia oficial a un testaferro, al parecer el auditor general de la Armada Juan Spottorno, para conservar todos sus documentos, convencido de que necesitaría exculparse ante la historia . El 9 de febrero Cervera escribió al ministro sobre las deficiencias del Colón: " . . . Y si no tenemos otros cañones, y los que de éstos se tomen pueden disparar siquiera veinticinco o treinta tiros, tomarlos, aunque sean caros y malos, y sin perder tiempo, para que el barco esté armado cuanto antes y puedan estar oportunamente listas sus municiones". Concas se quejará en su momento de la falta de previsiones con que se actúa en estas fechas decisivas : "Mientras por nuestra parte nada se preparaba, por la de los Estados Unidos no se descuidaba el menor detalle. . . Vino a España un capitán de navío americano, al que abrimos incautos nuestros arsenales para que informara a su sabor de nuestra tranquilidad y del atraso de las nuevas construcciones . Cuantas veces se quisieron enviar torpederos a Cuba amenazaron (los Estados Unidos) con la declaración de guerra . . . Hicieron observaciones a la construcción de los desooyers, asícomo a la compra del Colón, y es creencia general en Marina que hubo intervención en algunas obras que se hacían en Inglaterra, cuyos retrasos y multas impuestas por ello, que llegaron a 75 .000 libras, no tienen explicación" . 15 de febrero DOMINGO 119 de Lomc se une la noticia de la voladura del Mabte, que me acaban de decir, y no ceso un momento de acordarme del Vizcaya, que hoy debe haber llegado a Nueva York . Dios haga que no cometan con él un atentado . . . Me parece que padece usted algún error al sumiu las fuerzas de que disponemos en el desgraciado caso de una guerra con los Estados Unidos . En la división de Cádiz creo que faltará la Numancia. Con el Lepanto rue parce que no se puede contar . El Cm los Vy Pelavo no sé cuándo podrán incorporarse . El Colón aún no está artillado, y si viene la guerra lo sorprenderá sin su artillería ocurrido, el marinero Benítez Francés agrega páginas a su diario de a bordo: "A pesar de estar en el mar, no por eso dejamos de tener nuestras diversiones que nos son permitidas todas las tardes, desde la terminación de la cena hasta el toque de llamada a las brigadas . . . Por mandato del comandante, sube el gaitero a cubierta acompañado del tamborilero, cuyos instrumentos nos fueron comprados por el primero durante nuestra estancia en El Ferrol, y los cuales son tocados por dos marineros gallegos que saben manejarlos . . . Prorrumpen a un tiempo con la famosa mufeira, que es recibida con atronadores aplausos . . . Por otra parte, aparecen los andaluces cantando al son de la guitarra sentidas malagueñas, y bailando el alegre tango en medio de un animoso palmoteo". Un día en que se desata una gran tormenta y se llega a temer el naufragio, sube a cubierta del Vizcaya el capellán y bendice el mar y la tripulación. Termina el aguacero . Puede que Dios siga de nuestra parte. 19 de febrero El jefe del Gobierno español en 1898, Mateo Sagasta. Ala derecha, caricatura del presidente norteamericano, McKinley, publicada en la prensa de España. La de hoy venía siendo una no- cionado por lo mal instruidos che oscura y tranquila en La Ha- que íbamos". bana hasta que a las 9 horas y 40 Ignorante todavía del drama, minutos el acorazado norteame- la población española de la Pericano Manie, fondeado en el nínsula sigue el ritmo cansino y puerto de la ciudad, sufre una disparatado de los tiempos . En sorprendente explosión a la que Valladolid la clase obrera, essigue de inmediato una segunda pantada por la subida del precio de similares características (algu- del pan, se manifiesta hoy con nos autores niegan ésta) . La proa una bandera donde se lee "Pan y del barco queda destruida y trabajo" . Alcalde y gobernador pronto empieza a hundirse por la de la ciudad prometen emplear popa. . Por fortuna, parte de la ellos mismos a 500 obreros, dada tripulación se halla en el mercan- la proporción de paro alcanzada . te City, of Washington, donde Cascajares, el obispo de la ciuparticipa en uno de los muchos dad, uno de los príncipes de la homenajes con que la agasaja Iglesia más famosos del reino, España desde su llegada a Cuba . tampoco puedepermanecer indiMorirán 258 marineros y dos ferente ante la que está cayendo. oficiales. Sigsbee, el capitán, está El prelado afirma en su sermón entre los supervivientes (llegará a que los dos partidos que se turalmirante), pese a que en el mo- nan en el poder están "quebranmento del suceso se encontraba tadísimos", mientras evalúa la en su cabina escribiendo una car- posibilidad de los republicanos y ta a su mujer donde se mostraba del carlismo "que traería consigo optimista porque la misión se de- la guerra civil" . Presentada la sisarrollaba de modo tranquilo. Al tuación de la patria como la más día siguiente todas las banderas critica por la que ha atravesado americanas estarán a media asta en la actual generación y "sólo y los edificios públicos mostra- comparable a la que precedió a rán crespones negros . la invasión francesa de princiUn par de horas antes del si- pios de siglo", asegura el obispo niestro del Maine ha desembar- que la guerra con los Estados cado un nuevo contingente de Unidos "sería buena si obligase a tropas en Santiago de Cuba pro- todos los buenos españoles a cedente de España . A los tres prescindir de lo accesorio y a días los soldados serán desplaza- unirse en apretado haz para saldos en tren hasta Alto Songo, var lo esencial" . Cascajares se ladonde tendrá cuartel el batallón menta por fin de "ese lujo que se Puerto Rico número 1 . Con ellos ostenta, ese dinero qué se derrova Alvarez Angulo : "Alto Songo cha y que está haciendo falta era un pequeño poblado con ca- para el alimento y medicinas de sas de madera de una sola plan- nuestros soldados : está echándota . . . No había cuarteles en la población. Se pernoctaba en unos barracones sin paredes con techumbres de rama . . . Al día siguiente de nuestra llegada nos proveyeron del fusil Mauser, el correaje y unos cuantos cargadores. . . El comandante de armas del batallón nos mandó hacer algunas evoluciones . . . Desistió de sus propósitos, un tanto decep- se de menos en nuestros arsenales para construir máquinas de guerra que hagan respetar nuestra bandera, y los intereses que bajo ella se amparan, a los pueblos extranjeros" . Al ex ministro de llacienda Raimundo Fernández Villaverde le ha tocado íntegro hoy el premio gordo del último sorteo de la Lotería Nacional . Lo dicho, el ritmo disparatado de los tiempos . 16 de febrero "Tocineros", "salchicheros" . . . He aquí algunos de los muchos motes despectivos que se inventan para designar a los americanos. El poeta Manuel del Palacio (50Y, sólo de poeta, según Clarín), príncipe cuando menos de la infamia barata, escribe esta semana en Blanco y Negro . "Es injusto con los cerdos / a los yanquis comparar, / porque el cerdo es provechoso / y el yanqui perjudicial . / Si lo que son fantasías / Dios trocara en realidad, l ¡tierra de la libertad, / qué paliza llevarías!" . Cuando Pi i Margall hablaba de "esa prensa horrible" para referirse a la responsabilidad de los medios de comunicación en el desastre, sabía bien de qué hablaba. Las lineas qué siguen corresponden a la carta que Pascual Cervera envía hoy al ministro de Marina, Segismundo Bermejo: "AI grave asunto de Dupuy En telegrama al ministro de Marina, el almirante Pascual Cervera y Topete pregunta el plan de campaña en la posible guerra contra los norteamericanos . Y no es una broma El crucero español Vizcaya llega hoy a Nueva York ysu aparición causa una enorme sorpresa . Según Barr (La guerra hispanoarnericana), la ciudadanía habló de tomarlo al abordaje y varias embarcaciones bloquearon su entrada en la bahía. Fue anclado en Staten Island . Su comandante, el capitán de navío Antonio Eulate, visitará al almirante Buncepara expresarle sentimientos de pésame por la desgracia del Maine . Ante el deseo de asistir a las exequias de las víctimas, se le dirá que no podrá ser invitado oficialmente dado el carácter privado del acontecimiento . Enlate, que durante la estancia del barco en puerto americano mantendrá la bandera del crucero a gruesa . Los ocho buques princi- media asta en señal de duelo, gipales del Apostadero de La Ha- rará una nueva visita de cortesía bana, a que usted alude, son bu- al general Merrit, quien, con ques sin valor militar ninguno y, Bunce, devolverá el día 22 las anademás, muy cansados ; de suerte teriores . Fueron recibidos por que pocos servicios pueden pres- salvas que el Vizcaya disparará tar. . . Y puesto en la realidad, en su honor y en memoria de bien triste por cierto, se ve que George Washington por el aninuestra fuerza naval, comparada versario de su nacimiento . Según con la de Estados Unidos, está Benítez Francés, el cónsul espapróximamente con 1 :3 . . . Miedo ñol en Nueva York y el comanme da pensar en las resultas de dante del barco prohibieron a la un combate naval, aun cuando tripulación que bajara a tierra, nos fuera ventajoso, porque para evitar conflictos : ". . . Más ¿cómo y dónde remediaríamos tarde", sigue el marino-escritor, nuestras averías? . . ." . "en La Habana nos enteramos Al otro lado del océano, Roo- de que una mano criminal reinisevelt, secretario adjunto de Ma- tió al comandante (Enlate), so rina de los Estados Unidos, es- pretexto de regalo, unas cajas cribe a su amigo Dibdee : "El sospechosas, que el mando arroMaine fue hundido por un acto jó al agua con la mayor reserva. de sucia traición" . Roosevelt es No le faltaron a nuestro digno un halcón quebusca el rápido en- jefe sus correspondientes e insulfrentamiento con España y que tantes anónimos, que él hacíapecrítica el débil carácter de Mac dazos con glacial indifeKinley : "El presidente tiene tan- rencia . . ." . ta firmeza como un éc/air de choEl periódico español Cl País colate". Muchos norteamerica- trae una referencia del Consejo nos darían la razón al joven bu- de Ministros de ayer, a la salida rócrata . En cualquier caso, la del cual Mateo Sagasta dijo tener agitación en Washington es tan "favorables impresiones" en torgrande que la agencia Associated no a las relaciones de España y Press se ve obligada a desmentir Estados Unidos . Y, en verdad, ciertos rumores que recorren el no deben ser demasiado malas, país : "El crucero New York no pues el Gabinete ha aprobado la ha sido enviado a La Habana. El propuesta de suministrar gratuicónsul (en Cuba) general Lee no tamente al Ayuntamiento de ha sido asesinado . . ." . Madrid los bronces necesarios España y Estados Unidos vi- para lá construcción de una estaven de modo diferente la clara si- tua dedicada al héroe de Cascotuación de preguerra . Y, en me- rro, Eloy Gonzalo, un soldado dio de atnbo.s países, en pleno español muerto en 1897 cuando océano, muy cerca en realidad ya desafiaba en Cuba, con una lata de Norteamérica, el Vizcaya de petróleo en la mano, a un gruavanza hacia un destino que ha po de insurgentes refugiados en perdido sentido. Ajeno a todo lo aquella ciudad . Washington EFE Diari A través de Internet, en la dirección http://www .editorialprens a Sigue el enigma sobre las causas del hundimiento del acorazado "Maine" La tragedia encendió la guerra de 1898 entre España y EE .UU. ¿Explosión accidental o mina?. El último estudio sobre las causas del hundimiento del acorazado "Maine'cuya tragedia encendió la guerra de 1898 entre España y EEUU, no ha logrado zanjar totalmente el enigma. El estudio aparece publicado en el número de febrero de la revista "National Geographic'que encargó la investigación a "Advanced Marine Enterprises' Los investigadores emplearon, por primera vez en la historia de los estudios sobre el "Maine", tecnología informática para simular las posibles causas de la explosión . Eltrabajo se realizó con los datos y fotografías obtenidos en 1911, cuando expertos estadounidenses reflotaron el casco, hasta entonces hundido en el puerto de La Habana, y lo sometieron a una serie de estudios, antes de hundirlo definitivamente en mar abierto, cerca de las costas cubanas, por lo que lograr más información es prácticamente imposible . Con los datos disponibles, el artículo de "National Geographic" señala que "el caso sigue abierto", ya que los modelos informáticos realizados sobre el modo en que se doblaron y. rasgaron los paneles del casco no logran distinguir entre cualquiera de las dos posibilidades . "Las pruebas no son concluyentes", señala el estudio citado en el artículo, y que añade que cualquier posible nuevo dato está ahora enterrado en el fango, a 180 metros de profundidad, cerca de la costa cubana . Aun así, esta investigación da validez al argumento de que una mina colocada en el exterior del buque hubiera causado más daños hacia el interior de los que se detectaron al réflotar el buque . En 1976, una investigación hecha por el almirante Hyman G. Rickover, el padre de los buques de propulsión nuclear, estableció que la causa del hundimiento había sido una explosión accidental, causada por un incendio en uno de los depósitos de carbón del buque . El "Maine", igual que otros grandes buques de guerra norteamericanos de la época, tenía un importante defecto de diseño, y era que los pañoles de municiones estaban situados al lado de los depósitos de carbón, de los que sólo les separaba una pared de unos diez cen- tímetros de espesor . Según el informe Rickover, cuya validez fue refrendada en 1995 con nuevos datos, un incendio fortuito en el carbón causó el calor suficiente como para hacer estallar el pañol de munición vecino, que a su vez hizo explotar por simpatía los pañoles adyacentes en una sucesión en cadena . La clave de todo el misterio y de todos los estudios está en una de las planchas que componían el casco del navío, llamada por los técnicos "Sección 1", y que se dobló hacia arriba (es decir, hacia el interior del buque) como consecuencia de la explosión . Según la inicial teoría de la mina colocada para hundir el buque, fue la explosión del artefacto la que produjo ese efecto . El estallido de la mina habría causado después las explosiones de los almacenes de,municiones . En cambio, para Rickover y sus expertos, la "Sección 1" se dobló debido a una serie de "efectos dinámicos" secundarios tras la sucesión de explosiones de las municiones causada por el calor del incendio del depósito de carbón . La teoría de la explosión fortuita tiene otro apoyo en documentos ínternos de la Marina de EEUU. Fuera cual fuera la causa, el "Maine" se hundió parcialmente en el puerto de La Habana en la madrugada del 15 de febrero de 1898, y se llevó con él la vida de 266 de sus 354 tripulantes . Hábilmente manejada por las cadenas de prensa sensacionalista de los magnates . Pulitzer y Hearst al grito de "Recordad al Maine", la tragedia encendió la guerra entre España y EEUU. El conflicto, de muy corta duración debido a la superioridad de EEUU, dio a este país el control de Cuba, Filipinas, Puerto Rico y Guam, certificado en el Tratado de París que se firmó el 10 de diciembre de 1898.