36 Midriáticos intracamerulares durante la facoemulsificación Laureano Álvarez-Rementería INTRODUCCIÓN La cirugía de cataratas es uno de los actos quirúrgicos más frecuentemente practicados por los cirujanos oftalmólogos. La aparición de técnicas quirúrgicas menos invasivas y mejoradas respecto a las anteriores requieren de una menor anestesia, eliminación de la necesidad de hospitalización y menor control postoperatorio. Sin embargo, cabe destacar que algunas rutinas preoperatorias de la cirugía de cataratas han cambiado poco, incluyendo la dilatación pupilar preoperatoria. Cualquier procedimiento de cirugía de catarata requiere una midriasis adecuada, la cual se consigue habitualmente mediante administración tópica de agentes midriáticos anticolinérgicos y simpatomiméticos, comúnmente ciclopentolato, fenilefrina y tropicamida. Este tipo de administración tiene varios inconvenientes. En primer lugar, hay que considerar la baja penetración a través de la córnea que poseen1,2, lo cual retrasa inevitablemente la dilatación pupilar. Cabe destacar, por ejemplo, en el caso del ciclopentolato un tiempo de aproximadamente 30 minutos3 y en el caso de la fenilefrina de unos 75 minutos4. Desde un punto de vista práctico este procedimiento retrasa la finalización de la cirugía e incluso se dilata más en el tiempo que el propio acto quirúrgico en sí. En segundo lugar, cabe considerar los posibles efectos adversos cardiovasculares5,6 de las sustancias de administración tópica utilizadas debido a la significativa absorción sistémica4, así como de las alteraciones corneales tales como epiteliopatías corneales químico-enzimáticas y reacciones queratoconjuntivales alérgicas. Cabe destacar especialmente grupos de alto riesgo tales como pacientes con hipertensión7, enfermedades cardiovasculares8 y niños9. Y por último, si se consigue una buena midriasis pupilar al principio, ésta tiende a disminuir durante la cirugía dificultando la finalización de esta. Se han propuesto diversas soluciones a este problema tales como tratamiento preoperatorio con diclofenaco10, uso de fenilefrina en el suero de irrigación, fenilefrina viscosa (10%)11 o la inyección de midriáticos intracamerulares. Este capítulo pretende abordar la aplicación de midriáticos intracamerulares como alternativa a la administración tópica de agentes midriáticos. Las principales ventajas que posee este procedimiento son: 1) Eliminación del tiempo de espera preoperatorio para conseguir la dilatación pupilar; 2) Una mejor colaboración del paciente frente a la luz del microscopio; 3) Una más rápida recuperación de la función visual; y 4) La reducción de la dosis del agente midriático disminuyen464 do así posibles efectos sistémicos adversos y las desventajas anteriormente comentadas sobre el uso de agentes midriáticos tópicos. PAUTAS DE DILATACIÓN PUPILAR INTRACAMERULAR Frente a las pautas tradicionales de dilatación pupilar se han propuesto diversos métodos (Tablas I y II) que consideran la aplicación de midriáticos intracamerulares. A continuación vamos a detallar diversas pautas propuestas por varios cirujanos con el fin de conseguir la dilatación pupilar sin la aplicación preoperatoria de midriáticos tópicos. Lidocaína intracamerular con epinefrina irrigada Robert Cionni12 describe la introducción intracamerular de lidocaína (Xylocaina®-MPF al 1%). Este autor recomienda la instilación de una o dos gotas de Xylocaina®-MPF al 1% en la superficie corneal varios minutos antes de la cirugía, posteriormente mediante una incisión corneal se inyectan entre 0,3 y 0,5 ml de Xylocaina®-MPF al 1% en la cámara anterior. Alrededor de 90 segundos tras la inyección, el cirujano ya puede empezar con la cirugía al conseguirse una dilatación total de la pupila. La pupila permanece dilatada y el cirujano puede mantenerla en ese estado o aumentar su dilatación si durante la facoemulsificación se añade epinefrina (0,3 cc de 1:1000). En este estudio los autores indican un cambio de diámetro pupilar promedio de 2,4 mm (rango de 1,5 a 3,1 mm) a 6,5 mm (rango de 5,2 a 7,2 mm) tras la inyección de Xylocaina®-MPF al 1% en 12 pacientes. De manera general, al cabo de 6 horas de la inyección las pupilas eran ya reTabla I. Pautas de dilatación pupilar intracamerular 1. Lidocaína intracamerular con epinefrina irrigada 2. Ciclopentolato, fenilefrina y lidocaína intracamerular con epinefrina irrigada 3. Ciclopentolato, fenilefrina y lidocaína intracamerular sin epinefrina irrigada 4. Epinefrina intracamerular 5. Lidocaína y epinefrina intracamerular 6. Bupivacaína y epinefrina intracamerular 7. Otras 36. MIDRIÁTICOS INTRACAMERULARES DURANTE LA FACOEMULSIFICACIÓN Tabla. II. Pautas para la inyección de midriáticos intracamerulares durante la facoemulsificación Autores Pauta Cionni12 Inyección de 0,3-0,5 ml Xylocaína®-MPF al 1% con epinefrina irrigada (03 cc 1:1000). Nikeghbali19 Inyección de 0,2-0,3 ml lidocaína al 1% Lundberg y Behndig20 Inyección de 150 ml de ciclopentolato al 0,1%, fenilefrina al 1,5% y Xylocaína®-MPF al 1% con epinefrina irrigada (0,0006 mg/ml) Behndig y Eriksson21 Inyección de 50-200 ml de ciclopentolato al 0,1%, fenilefrina al 1,5% y Xylocaína®-MPF al 1% con epinefrina irrigada (1:1.000.000) Lundberg y Behndig22 Inyección de 150 ml de ciclopentolato al 0,1%, fenilefrina al 1,5% y Xylocaína®-MPF al 1% Corbett y Richards26 Inyección de epinefrina (1:1.000.000) Liou y Chen27 Inyección de epinefrina (0.1 ml de 1:25.000, 1:50.000, 1:100.000, 1:200.000 y 1:400.000) ´Alvarez-Rementeria28 Inyección de 0,1-0,25 ml de lidocaína al 1% y epinefrina 1:200.000 (5 mg/ml) Inyección de 0,1-0,25 ml de bupivacaina al 0,5 % y epinefrina 1:200.000 activas, con lo que la recuperación visual es mucho más rápida. Los autores indican que el uso de Xylocaina®-MPF al 1% no causa inflamación adicional y pérdida o cambio de tamaño en las células endoteliales en el acto quirúrgico. Su aplicación se ha mostrado segura en pacientes con patología corneal como la guttata13-16. El uso de esta técnica reduce la probabilidad de producirse una queratopatía punteada superficial así como los riesgos cardíacos al no utilizar agentes simpaticomiméticos17,18. Nikeghbali19 muestra la aplicación de lidocaína en la dilatación pupilar durante la facoemulsificación y la compara con la obtenida mediante midriáticos tópicos. En este caso se analizan dos grupos de aproximadamente 30 ojos cada uno. En ambos grupos se instilan tres gotas de tetracaína al 1% en intervalos de 5 minutos antes de la cirugía. En el grupo de tópica se administran tres gotas de ciclopentolato al 1% y fenilefrina al 5% en intervalos de 5 minutos empezando 60 minutos antes de la cirugía. En el grupo intracamerular se inyectan entre 0,2 y 0,3 ml de lidocaína al 1% en la cámara anterior al principio de la cirugía. En ambos casos se utiliza hydroxipropil metilcelulosa al 2% como viscoelástico y solución BSS® para irrigar. En ningún caso se utilizó epinefrina junto con la solución de irrigación. Los autores no encuentran diferencias significativas entre ambos grupos en relación a la edad, sexo, densidad de la catarata, tamaño pupilar previo y duración de la cirugía. No obstante, encuentran que la dilatación pupilar era significativamente mayor en el grupo intracamerular, 7,18 ± 0,48 mm frente a 6,6 ± 0,77 mm, intracamerular y tópica, respectivamente. El aumento promedio del diámetro era por tanto mayor en el grupo intracamerular (4,52 ± 0,08 mm) que en el grupo de tópica (4,06 ± 0,09 mm). Las diferencias entre ambos grupos en relación al rendimiento quirúrgico subjetivo por parte del cirujano que comprendía la realización de la capsulorrexis, la facoemulsificación, la eliminación del córtex y el implante de la lente, no eran estadísticamente significativas. Los autores concluyen que el uso intracamerular de la lidocaína al 1% proporciona una cirugía segura y estable manteniendo la dilatación pupilar durante todo el proceso. Ciclopentolato, fenilefrina y lidocaína intracamerular con epinefrina irrigada Lundberg y Behndig20 indican otro régimen alternativo: inyección intracamerular de midriáticos junto con lidocaína intracamerular. Los autores crean dos grupos de 30 pacientes cada uno para analizar esta pauta. Se instilan tres gotas de tetracaína al 1% en intervalos de 15 minutos antes de la cirugía en los pacientes de ambos grupos. En los pacientes del grupo control (tópica) se instilan tres gotas de ciclopentolato al 1% y fenilefrina al 10% en intervalos de 15 minutos antes de la cirugía. De manera adicional reciben 150 ml de Xilocaína®-MPF al 1% intracamerular al principio de la cirugía. En el otro grupo se instilan gotas placebo con la misma pauta que en el grupo anterior junto con 150 ml de ciclopentolato al 0,1%, fenilefrina al 1,5% y Xilocaína®-MPF al 1% intracamerular al principio de la cirugía. En ambos grupos la facoemulsificación se realizó con parámetros estándar, DuoVisc® como viscoelástico e irrigación con BSS® con 0,0006 mg/ml de epinefrina. Tras la cirugía se prescribió dexametasona al 0,1% tres veces al día durante tres semanas. No se prescribieron agentes reductores de la presión intraocular. Los autores muestran que en el grupo intracamerular las pupilas alcanzaban el 95% de su máximo tamaño de dilatación tras 20 segundos de la inyección intracamerular. El valor promedio de la pupila tras la inyección de viscoelástico era menor en el grupo intracamerular que en el grupo de tópica, pero las pupilas en el grupo intracamerular a menudo continuaban dilatándose durante el procedimiento (incremento del 4,5%) mientras 465 IV. CIRUGÍA DE LA CATARATA: CUIDADOS INTRAOPERATORIOS que la pupilas en el grupo de tópica tendían a contraerse (reducción del 2,1%). Las diferencias en el tamaño pupilar entre ambos grupos antes del implante de la lente intraocular eran mínimas. Al día siguiente de la cirugía las diferencias eran notables entre ambos grupos: 5,7 ± 1,1 mm vs 3,7 ± 0,8 mm, intracamerular y tópica, respectivamente. Estos autores analizaron la pérdida de células endoteliales y su tamaño, mostrando que no existían diferencias significativas entre ambos grupos. Según Lundberg y Behndig20, el uso mixto de midriáticos junto con lidocaína vía intracamerular es seguro y efectivo. Los pacientes administrados con esta pauta indican un mayor confort al deslumbramiento, probablemente debido a la pupila normalizada al inicio de la cirugía permitiendo una adaptación más gradual a la luz de microscopio. También es probable que la acción directa de la lidocaína sobre el esfínter pupilar contribuya a la midriasis tras la inyección midriática intracamerular. Por otra parte, el efecto anestésico de la lidocaína sobre el iris puede parcialmente contrarrestar el efecto midriático de la fenilefrina. Las dosis de ciclopentolato y fenilefrina en el grupo de tópica eran entre 6 y 4 veces mayores que las del grupo intracamerular; una menor dosis puede reducir significativamente el riesgo de alteraciones cardiovaculares5-8. Con todo ello, los autores concluyen que la instilación de midriáticos intracamerulares es una alternativa rápida, efectiva y segura a los midriáticos tópicos, simplificando el preoperatorio quirúrgico y en ciertos grupos de riesgo reduciendo los efectos adversos cardiovasculares. Behndig y Eriksson21, siguiendo la anterior pauta, evaluaron este procedimiento en un número mayor de pacientes: 396 en dos grupos (198 + 198). En ambos grupos se instiló tetracaína al 1%. En el grupo intracamerular entre 50 y 200 ml de ciclopentolato al 0,1%, fenilefrina al 1,5% y Xilocaína®-MPF al 1% al principio de la cirugía. En el grupo control se instilaron tres gotas de ciclopentolato al 0,85%, fenilefrina al 1,5% en intervalos de 15 minutos y Xilocaína®-MPF al 1% intracamerular al inicio de la cirugía. En ambos grupos la facoemulsificación se realizó con parámetros estándar, DuoVisc® como viscoelástico e irrigación con BSS® con epinefrina al 1:1.000.000. Tras la cirugía se prescribió dexametasona al 0,1% tres veces al día durante una semana, dos veces durante una semana y una vez durante otra semana. De manera adicional se prescribió una gota de timolol al 0,5% para reducir la presión intraocular en todos los pacientes a excepción de casos con contraindicaciones, en los que se prescribió pilocarpina al 4%. Los autores ponen de manifiesto que no existen diferencias significativas entre los resultados obtenidos en ambos grupos y concluyen que la cirugía con midriáticos intracamerulares no tiene ningún efecto negativo sobre el rendimiento quirúrgico promedio del cirujano. Esta pauta no incrementa el tiempo de cirugía. La mezcla de anestésico y midriáticos puede ser fácilmente administrada vía intracamerular dando la posibilidad al cirujano de dosificar dependiendo de la respuesta clínica. Estos autores también indican la posibilidad de simplificar la pauta mezclando los midriáticos y el anestésico con el viscoelástico, aunque 466 se reduce el grado de control por parte del cirujano de la respuesta midriática. Esto también puede aumentar innecesariamente la duración de la midriasis tal y como han mostrado en el estudio anterior Lundberg y Behndig20. La modificación de la composición puede variarse con el fin de conseguir la máxima midriasis con la mínima duración de su efecto, sin causar, obviamente, efectos adversos no deseados bien locales bien sistémicos. Ciclopentolato, fenilefrina y lidocaína intracamerular sin epinefrina irrigada Lundberg y Behndig22 analizan si en la pauta anteriormente discutida puede eliminarse el uso de epinefrina. Diseñan un estudio sobre 90 pacientes, divididos en dos grupos. En todos los pacientes se instilaron tres gotas de tetracaína al 1% 5 minutos antes de la cirugía. En el grupo uno se administraron 150 ml de ciclopentolato al 0,1%, fenilefrina al 1,5% y Xilocaína®-MPF al 1% intracamerular al principio de la cirugía. En este grupo se utilizó BSS® con 0,6 mg/ml de epinefrina. En el grupo dos se llevó a cabo la misma pauta a excepción de la inclusión de la epinefrina en la solución de irrigación. De manera adicional se evaluó su posible exclusión en la administración de midriáticos tópicos. A su vez 50 pacientes fueron separados en dos grupos. En ambos grupos se instilaron tres gotas de ciclopentolato al 1% y tres de fenilefrina al 10% en intervalos de 15 minutos y 150 ml de Xilocaína®-MPF al 1% intracamerular al inicio de la cirugía. En el grupo primero se utilizó epinefrina junto a la solución de irrigación y en el grupo dos sin ella. En todos los grupos se prescribió dexametasona al 0,1% tres veces al día durante tres semanas. No se prescribieron agentes reductores de la presión intraocular, a excepción de los pacientes con glaucoma que siguieron con su pauta habitual. La primera parte del estudio, realizada con pacientes con administración intracamerular, mostró que, en el grupo sin epinefrina, la pupila era significativamente más grande al final de la cirugía que al principio. En el grupo con epinefrina el aumento entre el principio y el final de la cirugía fue significativo pero menor que el cambio encontrado en el grupo sin epinefrina. En la segunda parte del estudio con midriáticos tópicos, los tamaños pupilares disminuyeron significativamente en ambos grupos, pero significativamente más en el grupo sin epinefrina. En ninguna de las dos partes del estudio se encontraron diferencias entre los grupos en relación a parámetros tales como la duración de la cirugía, la cantidad de solución de irrigación utilizada, el tiempo efectivo de uso del facoemulsificador, la agudeza visual mejor corregida, flare o daño endotelial. Con todo ello, los autores muestran que, utilizando una pauta de dilatación intracamerular, añadir epinefrina a la solución de irrigación no contribuye a mantener el tamaño pupilar durante la cirugía. Al contrario, se consiguen mayores diámetros pupilares sin el uso de epinefrina que con su uso. El mecanismo exacto de este hallazgo no es conoci- 36. MIDRIÁTICOS INTRACAMERULARES DURANTE LA FACOEMULSIFICACIÓN do pero hay que considerar que el músculo dilatador del iris posee principalmente receptores a-adrenérgicos y menor cantidad de receptores b-adrenérgicos. La fenilefrina es más potente en la estimulación de receptores a-adrenérgicos que la epinefrina, ocurriendo lo contrario con los b receptores23. Cuando la fenilefrina se inyecta en la cámara anterior los receptores adrenérgicos están ocupados, pero cuando la epinefrina entra en el ojo compite gradualmente con la fenilefrina por los receptores. Si consideramos la pauta propuesta, la cantidad de fenilefrina es aproximadamente 26 veces mayor que la cantidad de epinefrina, pero hay que tener en cuenta que gran parte de la fenilefrina desaparece al principio de la cirugía mientras que la epinefrina se administra de manera continua. Cuando estos autores comparan los grupos de tópica muestran que en ambos las pupilas diminuyen con o sin epinefrina, pero en el grupo sin epinefrina la constricción es significativamente menor. Este estudio corrobora anteriores en los que se indica que el uso de la epinefrina con midriáticos tópicos es necesario24,25. Como conclusión los autores indican que el uso de midriáticos intracamerulares es una técnica segura y eficaz frente a los tópicos en la cirugía de facoemulsificación y pueden potencialmente simplificar el acto quirúrgico obviando la necesidad del uso de epinefrina en la solución de irrigación. Epinefrina intracamerular Otra pauta para conseguir la dilatación pupilar es la inyección intracamerular de epinefrina. Corbett y Richards26 mostraron que la irrigación intraocular con epinefrina durante cirugía de catarata extracapsular era eficaz y segura. Éstos analizaron 70 pacientes que recibieron de manera aleatoria una irrigación intraocular con o sin epinefrina (1:1.000.000). Encontraron que la midriasis mantenida era significativamente mayor en el grupo que recibió la epinefrina (6,6 mm frente 6,0 mm), así como el mantenimiento de la dilatación a los 20 y 30 minutos de la cirugía. Mostraron que la constricción pupilar a un diámetro menor de 5 mm ocurría más frecuentemente en el grupo que no recibió epinefrina. Siguiendo esta filosofía, Liou y Chen27 evaluaron la respuesta pupilar a diferentes dosis de epinefrina: 0,1 ml de 1:25.000, 1:50.000, 1:100.000, 1:200.000 y 1:400.000 en 60 pacientes de manera consecutiva. Midieron el tamaño pupilar justo antes de la incisión, un minuto tras la inyección de epinefrina y tras la facoemulsificación. Estos autores no encontraron diferencias entre las respuestas midriáticas de la pupila a las diferentes concentraciones inyectadas. Según ellos, la concentración de 1:400.000 es tan efectiva como la de 1:25.000 aunque encontraron dos casos en los que la concentración de 1:400.000 no fue efectiva para mantener la dilatación pupilar hasta la finalización del acto quirúrgico. Destacan que no encontraron elevaciones significativas de la presión arterial tras la inyección de epinefrina en ninguna de las concentraciones estudiadas. Éstos concluyen que una inyección intracamerular de epinefrina extremadamente diluida puede ser efectiva en el mantenimiento de la midriasis durante la cirugía de cataratas sin presentarse efectos adversos sistémicos. Lidocaína y epinefrina intracamerular Esta es la pauta que nosotros utilizamos en el día a día durante la cirugía de facoemulsificación. Esta pauta pretende ser una alternativa efectiva y segura para abolir los efectos secundarios debidos a la absorción sistémica de los anticolinérgicos aplicados antes de la cirugía. Recientemente se ha llevado a cabo su publicación en la revista de la Sociedad Española de Oftalmología mostrando los beneficios de dicha pauta para el paciente28. En este estudio se determinó la frecuencia de presentación de algunos efectos adversos atribuibles a la absorción sistémica de los anticolinérgicos tópicos. De manera adicional, se estudió la aparición de variaciones en la presión arterial asociadas a la administración de epinefrina intracamerular. En este estudio, prospectivo, randomizado y controlado, se llevó a cabo sobre una muestra consecutiva de 303 pacientes. Se crearon dos grupos, el grupo control (n = 151) no recibió ningún midriático antes de la intervención y el grupo de estudio (n = 152) recibió un protocolo consistente en dos gotas de cilopentolato al 1% y dos de tropicamida al 1% cada 30 minutos durante 90 minutos antes de la cirugía. Todos los pacientes recibieron la instilación de propanofeno una gota cada 8 horas durante 48 horas antes de la intervención. Todos los pacientes recibieron dos gotas de una mezcla de oxibuprocaína al 0,4% y tetracaína al 0,5% antes de la cirugía. Una vez en quirófano, se administró entre 0,1 y 0,25 ml de una solución de lidocaína al 1% y epinefrina 1:200.000 (5 µg/ml), en cámara anterior. Se monitorizó de forma continua el electrocardiograma, la saturación de oxígeno por pulsioximetría y la presión arterial no invasiva en intervalos de 5 minutos. Se definieron las variables ataxia como el trastorno evidente de la coordinación muscular en la marcha, mareo a la sensación de giro o de vahído y la sequedad oral a aquella sensación percibida por el paciente y referida a instancias del investigador. Dichos efectos secundarios, en principio atribuibles a la instilación de anticolinérgicos, fueron estudiados por un mismo observador, antes de entrar al quirófano, tanto en el grupo control y en el grupo de estudio. Se midió en todos los casos el tiempo quirúrgico, medido desde la paracentesis hasta la administración de la solución ocular antiséptica final. Encontramos que los efectos secundarios atribuibles a los anticolinérgicos, en el grupo de estudio la frecuencia de ataxia fue del 9,9% mientras que en el grupo control fue del 2,0%. La frecuencia de mareo en el grupo de estudio fue del 15,1% y en el grupo control fue del 1,3%. La frecuencia de sequedad oral en el grupo de estudio fue del 19,7% mientras que en el grupo control del 6,6%. Con respecto a la necesidad de administrar dosis suplementaria de la solución para mantener la midriasis fue aproximadamente dos veces mayor en el grupo control, mientras que el riesgo estimado para re467 IV. CIRUGÍA DE LA CATARATA: CUIDADOS INTRAOPERATORIOS alizar una dilatación mecánica fue prácticamente el mismo en ambos grupos. No hubo aumentos significativos en los valores de la presión arterial antes o después de la aplicación de epinefrina intracamerular en ambos grupos. Según nuestros resultados indicamos que el uso de lidocaína al 1% y epinefrina 1:200.000 durante la facoemulsificación parece una alternativa eficaz al empleo de anticolinérgicos para conseguir la midriasis antes de la cirugía. La administración intracamerular de epinefrina diluida es una técnica segura, ya que no se produjeron cambios cardiovasculares en ninguno de los grupos del estudio. A pesar de que en el grupo control la necesidad de instilar nuevamente la solución fue dos veces mayor, consideramos que dicha situación fue clínicamente intrascendente dada la rapidez con la que se eliminan los fármacos instilados en cámara anterior. Quizá ésta sea la causa de que la midriasis se mantenga peor en el grupo control. Posiblemente la selección del paciente determinó que la frecuencia con la que se emplearon los métodos de dilatación pupilar mecánica, fuera muy baja y similar en ambos grupos. Es objeto de otro estudio la cuantificación de la midriasis intraoperatoria y la aceptación de la técnica por parte del cirujano, aunque los resultados preliminares indican que la reactividad y el tamaño pupilar se recuperaron antes, lo que favorece una recuperación visual más precoz. Concluimos que los efectos adversos atribuibles a los anticolinérgicos tópicos, pueden eliminarse si se emplea, como alternativa a éstos, la solución de lidocaína al 1% y epinefrina al 1:200.000, por vía intracamerular. Dichos trastornos son de carácter leve, y suceden más frecuentemente en los pacientes con peor estado físico. Una adecuada evaluación oftalmológica ayudará a descartar aquellos pacientes en los que no se pueda obtener una adecuada midriasis farmacológica con lidocaína al 1% y epinefrina al 1:200.000 que además puede emplearse con la seguridad y garantías suficientes como para realizar la facoemulsificación, sin que ello signifique mayor consumo de tiempo o dificultad técnica para un cirujano experimentado. Bupivacaína y epinefrina intracamerular que vamos a conectar se pueda soltar, ya que el viscoelástico al salir por la jeringa lo hace a mucha presión (Fig. 1). 2. En la misma jeringa, cargamos 0,2 ml de bupivacaína con adrenalina al 1/200.000 directamente del vial, que se usa para inyección intravenosa (Fig. 2). 3. Conectamos una aguja de 25 G (Fig. 3). 4. Entramos en cámara anterior con el bisel hacia abajo para evitar colapsos de cámara e inyectamos la bupivacaína hacia el área pupilar (Fig. 4). Fig. 1. Material necesario. Jeringa de 1 ml con conexión luer.lock, ampolla con bupivacaína y adrenalina y jeringa de Viscoat®. Fig. 2. Preparación de la solución. Se cargan 0,2 ml de la solución de bupivacaína. Desde hace un año, al no poder conseguir la lidocaína con epinefrina ya fabricada, estamos utilizando de forma rutinaria en todas nuestras cirugías una inyección intracamerular de bupivacaína con adrenalina comercializada. Nuestra experiencia y resultados son los mismos que con la lidocaína con adrenalina, y hemos hecho un estudio, pendiente de publicar, con resultados muy similares al anterior. TÉCNICA PERSONAL 1. Cargamos, en una jeringa de 1 ml, 0,3 ml de viscoelástico dispersivo (Viscoat®). La jeringa debe tener conexión de luer.lock para evitar que la aguja de 25 G 468 Fig. 3. Conexión de la aguja. Preparada la jeringa, se conecta la aguja de 25 G. 36. MIDRIÁTICOS INTRACAMERULARES DURANTE LA FACOEMULSIFICACIÓN 5. Una vez que empieza a salir el viscoelástico, volteamos el bisel hacia el endotelio e inyectamos el Viscoat® hacia éste (Fig. 5). 6. Con el ojo a tensión por el viscoelástico y sujeto por la aguja de 25 G, procedemos a hacer nuestra incisión principal con cuchillete de diamante de 2,2 mm (Fig. 6). 7. Seguimos inyectando el viscoelástico hasta rellenar toda la cámara anterior y sin retirar la aguja de 25 G iniciamos con ella la capsulorrexis (Fig. 7). Fig. 4. Entrada en cámara anterior. Se recomienda entrar con la aguja de 25 G con el bisel hacia abajo. Fig. 5. Entrada del viscoelástico. Según entra el viscoelástico se voltea la cánula. Fig. 6. Incisión para facoemulsificación. Sin extraer la aguja se procede a practicar la incisión principal de la facoemulsificación. CONSIDERACIONES Hay que tener en consideración que el uso de lidocaína intracamerular se ha utilizado de manera rutinaria para la anestesia del iris29,30 y la midriasis tal y como hemos comentado anteriormente. Esta pauta no muestra efectos adversos serios31 y es segura para el endotelio corneal32-35. Recientemente Johansson36 ha realizado un estudio analizando los posibles efectos adversos sobre la mácula de la pauta anteriormente descrita sobre aplicación intracamerular de lidocaína junto a la fenilefrina. Mediante tomografía de coherencia óptica ha analizado el espesor macular antes del procedimiento y lo ha comparado frente a la pauta general de midriáticos tópicos. Concluye que no existen diferencias en la posible inducción de edema macular entre ambos tratamientos, con lo que la seguridad de su uso a nivel macular está probada. Tal y como hemos comentado, la pauta de midriasis intracamerular reduce considerablemente el riesgo de efectos adversos sistémicos, reduce también el riesgo de toxicidad local en la superficie ocular y permite la obtención de una midriasis adecuada para la cirugía de catarata sin incrementar el daño endotelial o la inflamación postoperatoria. Sin embargo, queda por conocer y establecer la pauta más adecuada para su aplicación. Hay que considerar que el uso de lidocaína y epinefrina presenta la ventaja de una recuperación visual más rápida en el postoperatorio inmediato debido al retorno más rápido de la pupila a su tamaño normal. No obstante, esto puede causar dificultades al final de la cirugía en determinados pacientes. Por otro lado, la pauta intracamerular de ciclopentolato, fenilefrina y lidocaína proporciona una midriasis más mantenida con el tiempo, lo cual puede facilitar la cirugía, pero de manera contraria retrasa la recuperación visual del paciente. CONCLUSIONES Fig. 7. Inicio de la capsulorrexis. Sin retirar la aguja, se penetra la cápsula anterior para iniciar la capsulorrexis. El uso de midriáticos intracamerulares en la cirugía de catarata con facoemulsificación es un procedimiento estable, seguro, y una alternativa eficaz a la midriasis tópica convencional. La minimización de posibles efectos adversos locales y sistémicos es notoria. El uso de esta pauta reduce significativamente el tiempo de la estancia de los pacientes en el preoperatorio quirúrgico. Reduce además la rutina preoperatoria para el paciente y equipo de enfermería. Durante el acto 469 IV. CIRUGÍA DE LA CATARATA: CUIDADOS INTRAOPERATORIOS quirúrgico se facilita la fijación del paciente a la luz del microscopio siendo menor el deslumbramiento causado por éste. La satisfacción del paciente, aunque aparentemente trivial, es obvia y significativa al eliminar la instilación tópica y el aumento del confort que ello conlleva. Además de una recuperación mas precoz de la motilidad pupilar. 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