Jóvenes, matemáticos y olímpicos: seis estudiantes argentinos

Ministerio de Ciencia, Tecnología e Innovación Productiva
Jóvenes, matemáticos y olímpicos: seis estudiantes
argentinos reconocidos en China
El ministro de Ciencia, Lino Barañao, recibió a los seis adolescentes argentinos que compitieron
en la Olimpíada Internacional de Matemática, realizada en Hong Kong. Se refirió a la
curiosidad como un valor fundamental para hacer ciencia.
Buenos Aires, 19 de julio de 2016 – Muestran con orgullo sus medallas y diplomas y no es para
menos. Se trata de seis estudiantes secundarios de distintos puntos del país que viajaron a
China a principios de este mes con un gran desafío: la 57ª Olimpíada Internacional de
Matemática, realizada en Hong Kong.
El ministro de Ciencia, Tecnología e Innovación Productiva, Dr. Lino Barañao, recibió a la
delegación que representó a la Argentina entre una centena de países que participaron del
certamen, que apunta a fomentar el ingenio, la creatividad y la invención en la resolución de
problemas. Entre los participantes nacionales, dos de ellos volvieron con una medalla de
bronce en la mano y tres con una de honor como reconocimiento a sus aptitudes y dedicación.
Durante el encuentro, Barañao les preguntó por el surgimiento de su interés por la disciplina,
por sus vocaciones y los invitó a conservar la curiosidad: “Es importante transmitir el placer de
aprender, de satisfacer la curiosidad”. En este sentido, remarcó lo gratificante que es hacer
ciencia: “Hay quienes dicen que es una actividad deportiva porque el placer se encuentra
haciéndola, no obteniendo una meta”.
“Necesitamos muchos más chicos como ustedes que estudien matemática, computación, física,
porque los trabajos del futuro están ahí y van a requerir algo que ustedes ya ponen en práctica:
la creatividad”, les dijo el ministro cuando hablaban sobre sus aspiraciones profesionales.
Además, los instó a ser arrogantes y a perseguir sus ideas, imitando de alguna manera el
modelo de Watson y Crick, los descubridores de la estructura de la doble hélice del ADN, que
reunió a un investigador con experiencia con un joven y audaz estudiante.
Los chicos, por su parte, concordaron en la importancia de este tipo de acciones que potencian
sus habilidades y en donde se relacionan con personas con las que comparten un mismo
interés. Además, todos remarcaron la importancia de la influencia de los docentes durante los
primeros años de escolarización: “Esta pasión la descubrí cuando era chico, me ayudaron y
acompañaron mucho mis papás y el colegio: los profesores te van alentando y sumergiendo en
este mundo”, afirmó Agustín, ganador de una medalla de bronce. “El rol de los profesores es lo
más importante, son ellos quienes pueden hacer que te interese la matemática como cualquier
otra materia”, coincidió Lucas de 17 años, también galardonado con una medalla de bronce.
Martín Mereb es doctor en Matemática y subjefe de la delegación que viajó a China. Él se
ocupa de acompañar a los chicos y de fiscalizar la corrección. En 1998, a sus 17 años, no se
imaginaba que hoy iba a estar donde está cuando alcanzó la medalla de oro: “No me esperaba
ganar esa medalla, eso significó un antes y un después en mi vida”, comentó Martín en
relación a la importancia que tienen las Olimpíadas para fomentar vocaciones.
Los estudiantes que viajaron a Hong Kong fueron Agustín Marchionna del Colegio San Juan de
San Isidro y Lucas Gabriel de Amorin del Centro Educativo Loreto de Avellaneda, ambas
escuelas de Buenos Aires, ganadores de una medalla de bronce; Nicolás Cassia del Instituto
Santísima Trinidad de Mar del Plata, Buenos Aires; Ian Manuel Fleschler de la Escuela Técnica
ORT, CABA; y Carlos Miguel Soto del Colegio Privado Mecenas de Corrientes; quienes
recibieron una mención de honor; y Carla Crucianelli de la Escuela Superior de Comercio Carlos
Pellegrini, CABA.
El Ministerio de Ciencia, Tecnología e Innovación Productiva fue creado en diciembre de 2007 y es uno
de los únicos en Latinoamérica que contempla la innovación productiva asociada a la ciencia y la
tecnología. Su misión es orientar estos tres elementos hacia un nuevo modelo productivo que genere
mayor inclusión social y una mejor calidad de vida para los argentinos.
Sus acciones se materializan en:
Inversión: Para el 2016 el presupuesto destinado al sector científico tecnológico asciende a más de 9,9
mil millones de pesos.
Estímulo: Ya regresaron 1.295 científicos argentinos que se suman a los que hoy hacen ciencia en
nuestro país.
Capacitación: La formación de recursos humanos responde a las demandas de conocimiento que
requiere una nueva matriz tecnoproductiva.
Gestión: Organismos e instituciones de ciencia y tecnología forman un conjunto articulado, logrando un
sistema más eficaz.
Producción: Se impulsa la innovación de base tecnológica y la incorporación de la ciencia en la cultura
productiva de las empresas argentinas.
Integración: La transferencia de conocimiento ayuda a establecer un desarrollo equilibrado en todo el
territorio nacional.
Divulgación: Se promueve el quehacer científico tecnológico para acercar a la población el valor del
conocimiento.
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