Swing de golf Análisis del swing de uno y de dos planos para descubrir el mejor para ti Jim Hardy John Andrisani EDITORIAL PAIDOTRIBO Índice Prólogo de Peter Jacobsen.................................................... Introducción ........................................................................ 7 13 1 Tú eliges ..................................... 21 Por qué deberías comprometerte a cambiar tu técnica y los factores críticos para determinar si tienes un swing de un plano o un swing de dos planos. 2 La preparación .......................... 35 Los fundamentos que rigen la posición inicial en el golf para tu tipo de swing específico. 3 El arranque ................................ 59 Los fundamentos probados del swing de un plano difieren en gran medida de los de un swing de dos planos 5 6 4 La bajada ................................... 99 Dos hojas de ruta diferentes para aprender a bajar el palo hacia la bola y conseguir un contacto sólido entre la cara del palo y la bola. 5 Ejercicios de entrenamiento .......155 Ejercicios que se pueden hacer en casa o en el campo de prácticas, diseñados para ayudarte a asimilar los movimientos correctos de un swing en plano y corregir fallos comunes Comentarios de profesionales sobre este libro..................... 193 Agradecimientos .................................................................. 197 Prólogo M e hace mucha ilusión que hayas elegido leer La verdad sobre el swing de golf. Conseguir que este libro llegue a tus manos ha sido mi objetivo personal desde hace unos cinco años. No sé todavía si mi deseo de procurar que Jim Hardy escribiera este libro fue un acto egoísta o un gesto noble. ¿Es porque quería mi propia «Biblia» de instrucción, o deseaba que todos los jugadores pudieran compartir sus conocimientos? En el fondo, creo que hay algo de las dos cosas. En la actualidad Jim Hardy es el estudioso del swing de golf con más conocimientos y menos nombre. Te lo digo con toda confianza porque he trabajado con todos los que posiblemente hayas oído hablar. Jim Hardy es una persona tremendamente seria que afronta todos los aspectos de su vida con pasión. Sin embargo, es una de las personas más entrañables y sociables que he llegado a conocer. No le interesa la autopromoción. Le considero «un solomillo», un poco duro por fuera pero muy tierno por dentro. Después de la muerte de mi padre en 1992 perdí el deseo de seguir compitiendo en el circuito. Pasé una breve temporada haciendo de comentarista junto a Brent Musberger en la ABC-TV en 1993, experiencia que me animó a volver a competir. Fue la compasión de Jim, los consejos y su apoyo lo que me ayudó a su7 8 Swing de golf perar el mal momento que atravesaba y culminó en mi vuelta al PGA Tour. La fe que sigue demostrando Jim en mis habilidades continúa inspirándome en la actualidad. Hoy no sería el jugador que soy sin la ayuda de Jim Hardy. En 1993 decidí cambiar mi swing, convirtiendo un swing de dos planos en uno de un solo plano. Era consciente de que requería mucho trabajo y paciencia para conseguirlo pero sabía que con los conocimientos de Jim podría llevarlo a cabo con éxito. La verdad sobre el swing de golf detallará exactamente cuáles son las diferencias entre un swing de uno y de dos planos, dónde se diferencian y por qué no puedes mezclar los fundamentos que respaldan cada swing. Este libro es tu hoja de ruta hacia la comprensión de tu swing y hacia la mejora de tus resultados en el campo. Cuando conocí a Jim en 1983, tenía un swing atlético y más bien casero, que mi padre, Erling, había enseñado a toda la familia Jacobsen. Mi padre fue un gran jugador durante toda su vida e incluso cuando murió con 75 años tenía un hándicap menor de 10. Hizo lo mejor para todos nosotros, pero con el tiempo desarrollé un swing que arrancaba con un levantamiento brusco del brazo izquierdo que provocaba que se cerrara la cabeza del palo y que apuntara bastante a la derecha del objetivo en lo alto de la subida. La bajada era aún más salvaje si cabe, con un gran movimiento lateral de las caderas hacia la izquierda, que provocaba que el palo fuera muy a la derecha y que golpeara la bola con un «push» marcado con una trayectoria baja y con poco efecto retroactivo. Además, empecé a sufrir dolor de espalda a los 29 años. Sabía que necesitaba ayuda. Jim y yo empezamos a trabajar mi swing y como en aquella época tenía un swing de dos planos, me ayudó a comprender los fundamentos de ese swing. Me impresionó con sus teorías nuevas de los swings de uno y de dos planos. Recuerdo muy bien el Campeonato de la PGA de 1985 en el campo de Riviera cuando Prólogo Jim y yo nos esforzamos en conseguir que el palo fuera mejor posicionado en la subida. Me había sugerido que probara una posición nueva en lo alto de la subida. Conseguí exactamente lo que me pidió Jim y logré enviar la bola al centro de la calle del hoyo diez unos 70 kilómetros a la derecha con un gran «push/slice». No está de más decir que Jim estaba ilusionado porque había conseguido a la perfección la nueva posición que me pedía. Sin embargo, Jim también sugirió que quizá la víspera de un campeonato de Grand Slam no era el momento más oportuno para probar ese movimiento nuevo. A continuación, envié ocho o diez bolas al mismo sitio en la calle del hoyo diez. Mientras los espectadores empezaban a susurrar entre ellos y a señalar, me consideré preparado para la lucha por construir mi nuevo swing. La única cosa que quería hacer Jim era esconderse debajo de la chuleta más grande que pudiese encontrar. No obstante, yo confiaba en todo lo que me había explicado Jim acerca de los dos tipos distintos de swing y estaba decidido a probarlo en el campo. Aunque las sensaciones eran un poco extrañas, creía que sería capaz de llevarlo a cabo. Entonces opté por emplearlo durante toda la semana, lógicamente fallé unos cuantos golpes pero, a pesar de todo, me encontré en la salida del hoyo setenta y dos empatado con quien sería el campeón Hal Sutton y el subcampeón Jack Nicklaus. El hecho de que me acobardara en la salida del hoyo dieciocho e hiciera bogey no tenía que ver con Jim, fue íntegramente culpa mía. Después de ser desde 1983 a 1992 un jugador con un swing de dos planos, Jim siempre mostraba interés en explicarme sus teorías de un swing de un plano versus un swing de dos. Estaba utilizando un swing de dos planos pero curioseaba cada vez más con un swing de un plano. Después de haber escuchado y aprendido, estaba convencido de que quería convertirme en un jugador de un plano. Los dos pensamos que poseía la suficiente fuerza y flexibilidad como para realizar los cambios necesarios. 9 10 Swing de golf Así pues, en 1993 emprendimos nuestro experimento de convertir a un jugador de dos planos en uno de uno sólo. Y aunque no he disfrutado de rachas como las de Jack Nicklaus, sí que gané dos veces en 1995. Volví a ganar en 2003 con 49 años y el verano pasado, con 50 años, me llevé el Open Sénior de Estados Unidos. Aunque sigo pensando que todavía tengo mucho trabajo por delante con mi swing, Jim ha declarado el experimento un claro éxito. He pasado de ser Dr. Jekyll a Mr. Hyde, podríamos decir. Verás que hemos incluido secuencias de los dos tipos de swing. Creo que estoy muy bien cualificado puesto que pasé la primera etapa de mi carrera en el PGA Tour empleando un swing de dos planos para luego cambiar al otro de uno. Lo más importante quizá es que aprenderás mucho sobre la técnica del swing de golf observando las maravillosas fotografías que contiene el libro. Aprenderás mucho también de los swings de uno y de dos planos leyendo acerca de «las sensaciones» que algunos de los alumnos de Jim del PGA Tour han expresado a lo largo de sus muchas sesiones con él. Animé a Jim a que las incluyera porque serán muy útiles a la hora de realizar correcciones y cambios en tu propio swing. Cuando empleaba un swing de dos planos, mi objetivo primordial era mantener un ritmo suave de dos tiempos con una pausa considerable en lo alto de la subida. Nunca me precipitaba y jamás intentaba pegar la bola con fuerza. Como jugador de un swing de un plano, mis pensamientos se centran en rotar los brazos lo máximo posible alrededor del cuerpo, literalmente tirando los brazos atrás y a la derecha en la subida y luego girando el cuerpo para que mis brazos se vean lanzados a través de la bola hacia atrás y a la izquierda. Me siento como se debe sentir Mark McGwire cuando envía la bola de béisbol fuera del estadio. Simplemente roto lo máximo posible y libero el palo como lo haría un jugador de béisbol. En definitiva, siento que realizo un swing Prólogo sin inquietudes, con fuerza pero a la vez sin perder nunca el control del palo. Animé a Jim a que volviera a la enseñanza del golf porque sus teorías son profundas. Habla del swing de una manera que no he oído nunca antes. Antes de conocer a Jim creía, igual que la mayoría de los jugadores, que existía únicamente un conjunto de fundamentos para el swing y se aplicaba a todo el mundo. Ahora sé que eso no es correcto. Le persuadí para que regresara a la enseñanza porque quería que compartiera sus conocimientos con algunos de mis amigos del PGA Tour. La verdad sobre el swing de golf es la consecuencia de que llevara más lejos mi deseo de compartir sus conocimientos con todos los jugadores. En la actualidad existe mucha confusión en la enseñanza del golf en todos los niveles. He visto a algunos de los jugadores más emocionantes y exitosos del circuito dejar, de repente, de encontrar la calle y el green. Me preocupa muchísimo ver jugadores de la talla de Seve Ballesteros, Ian Baker-Finch, Bobby Clampett y Chip Beck luchar con su swing hasta no poder aguantar más. Se confundieron, como lo hacemos todos de vez en cuando, pero no disponían de una hoja de ruta para emprender la vuelta atrás hacia sus mejores días. Esperemos que la encuentren. Surgió de mi preocupación por algunos de mis amigos más íntimos del circuito y el estado de su juego enviarles a Jim. Scott McCarron, Tom Pernice, Jr., Paul Azinger, Casey Martin, Jay Desling, Brad Faxon, Olin Browne y Brian Henninger son algunos de los jugadores que han trabajado con Jim y se han beneficiado considerablemente de sus consejos. Sabía que Jim les podría ayudar y lo consiguió. Igualmente sé que te puede ayudar a ti. Jim no se promociona como profesor y apenas le ves en el «Golf Channel». La verdad sobre el swing de golf representa tu mejor oportunidad de hacer una clase con él. Espero sinceramente que disfrutes de este trabajo tremendamente informativo. Creo personalmente que este libro extra- 11 12 Swing de golf ordinario será el libro de golf más revolucionario desde la publicación de Five Lessons: The Modern Fundamentals of Golf de Ben Hogan. Estudia mucho, aprende, pásatelo bien y buena suerte. Peter Jacobsen Introducción E mpecé a jugar al golf con 15 años. Quería ser el mejor jugador del mundo. Eso no llegó a suceder. Sin embargo, lo que sí sucedió es que he tenido la vida más maravillosa en el mundo del golf que jamás podría haberme imaginado. Fui a la universidad con una beca de golf, formé parte del equipo americano universitario y acabé jugando en el PGA Tour desde 1968 a 1973. He sido profesional de campo, profesor, ponente, comentarista de televisión, escritor y propietario de campo. Fundé una empresa de gestión de golf y una empresa de promoción de campos. Soy socio de una empresa de diseño de campos desde hace más de doce años con una de las personas más formidables del mundo, Peter Jacobsen. He viajado por todo el mundo y he jugado en prácticamente todos los mejores campos. Crecí en uno de ellos, Prairie Dunes Country Club en Hutchinson, Kansas. He llegado a conocer a miles de personas maravillosas, pero si no fuera por mi primer profesor de golf, Harold Hoffman, el profesional del campo de Carey Park en Hutchinson, nada de esto habría sucedido. Fue una persona inspiradora. Los niños acudían a él para hacer clase encantados y él los quería a todos. Nos inculcó un sentido de aventura hacia al golf que ha perdurado toda la vida. He tenido la gran fortuna de haber perseguido considerables posibilidades dentro del mundo del golf pero no me 13 14 Swing de golf veo identificado con una sola. De hecho, he pasado la mayor parte del tiempo aprendiendo. Soy un investigador nato y mi máxima felicidad se produce cuando busco y encuentro la solución a un problema. Todo lo relacionado con el golf siempre ha sido un reto para mí, un gran misterio maravilloso por solucionar. Esta búsqueda me ha sustentado. Al abandonar el Tour, tuve la suerte de conseguir un trabajo en un gran campo de la vieja escuela en las afueras de Chicago, el Exmoor Country Club. Durante mi estancia en Exmoor me di cuenta de que no sabía enseñar y la enseñanza era prácticamente la única cosa que realmente me gustaba de ser profesional de campo. De jugador había tomado clases con unos cuantos profesores y me pareció que cada uno de ellos me había explicado algo diferente. Me costaba creer que mi swing tenía tantos fallos. Si fuera así, ¿cómo había llegado a jugar tan bien? Intuí que uno de esos profesores tenía razón, pero ¿cuál de ellos? Decidí descubrirlo. Hice cursos de lectura rápida para poder leer más libros de instrucción. Hablé por teléfono con los mejores profesores del país y les pedí poder visitarles para verles enseñar. Acabé desorientado. Sin embargo, de pronto mejoré mucho tras conocer a John Jacobs, profesor inglés de renombre. El trabajo que John realizaba en aquella época estaba tan avanzado en comparación con el de todos los demás que me costaba creerlo. Comprendía el golf completamente y de forma muy lógica. Fue el primero en entender realmente el vuelo de la bola, su relación con las condiciones de impacto y el papel que desempeñaba el palo para causar el impacto. Comprendía además los motivos de los movimientos indebidos en el swing y, lo que resulta más importante, cómo corregirlos. Muchos misterios se resolvieron. Creamos una asociación con este profesor extraordinario que resultó en la cofundación de Las Escuelas de Golf de John Jacobs con mi querido amigo Shelby Futch. Dejé la escuela después de varios años y desde Introducción entonces Shelby se ha encargado de su gestión. Pero volvamos a John Jacobs. John tiene un dicho fabuloso que comparto totalmente y que dice lo siguiente: «El único objetivo del swing de golf es producir un impacto correcto y repetitivo y el método empleado para conseguirlo no tiene ninguna importancia siempre que sea repetitivo». Este dicho resume de forma muy concisa nuestra meta al realizar el swing. El método que empleaba y enseñaba John era lo que él mismo describía con frecuencia como un movimiento interno de arriba hacia abajo de los brazos mientras gira el cuerpo: dos giros y un latigazo. El movimiento de los brazos y el giro del cuerpo se efectuaban en dos planos diferentes. El cuerpo giraba de forma algo horizontal, alrededor de una columna vertebral relativamente erguida, mientras los brazos seguían un plano más vertical. John y yo compartimos muchas tardes animadas tratando todo tipo de temas relacionados con el golf. En una de estas ocasiones le pregunté acerca del swing de Ben Hogan. Su respuesta fue escueta pero acertada: «Él hacía el swing en un solo plano». Este comentario hecho en 1977 fue el comienzo de una búsqueda muy larga que culminaría con la publicación de este libro. Durante mis primeros años jugando al golf admiré tanto a Ben Hogan como a Sam Snead, pero sobre todo a Hogan. Le agradecí muchísimo a John todo lo que me había enseñado, pero sabía que esos dos héroes de mi juventud, más otros que había observado mientras jugaba en el PGA Tour, en particular, George Knudsen, no empleaban un swing de dos planos. Todo se movía en un solo plano. Gracias a la generosidad de John conseguí dominar todo lo relacionado con un swing de dos planos, pero mis conocimientos del swing de un plano eran nulos. Existía sólo un libro que ofrecía la posibilidad de descubrir algo más sobre ese swing, Five Lessons: The Modern Fundamentals of Golf de 15 16 Swing de golf Ben Hogan. Sin embargo, no fue hasta años más tarde –después de una cantidad extraordinaria de fracasos– cuando descubrí que el libro contenía errores. Algunos de ellos importantes y el reto para mí fue rectificarlos. A lo largo del camino, mientras buscaba el swing perfecto, me di cuenta de que todas las técnicas del swing de golf, independientemente de sus diferencias, se podían clasificar en dos categorías. O bien realizas el swing de brazos en el mismo plano prácticamente que el cuerpo o no lo haces. Todo se simplificó. Si los brazos suben desde la posición inicial alrededor del cuerpo en el mismo plano que el giro de los hombros, lo llamo la técnica de un plano. Llamo técnica de dos planos si los brazos tienden a subir más verticalmente, en un plano diferente al plano de los hombros. Así de sencillo. Otra cosa notable que descubrí a lo largo de los años fue que los movimientos que se realizan en un tipo de swing se pueden considerar casi opuestos a los del otro swing. De repente la noción de que sólo existía un conjunto de fundamentos que se aplicaba a todos los swings fue descartada. El objetivo de este libro es clarificar estos fundamentos. Existen dos conjuntos propiamente diferentes de fundamentos que regulan dos tipos de swings diferentes. Además, si empleas un tipo de swing y de repente introduces un elemento del otro tipo, el swing empieza a fallar. El swing que antes te funcionaba (al menos, la mayor parte del tiempo) deja de funcionar. Como colectivo, los jugadores de golf no mejoran, incluso con el uso de ordenadores, vídeo y muchos profesores listos y comprometidos. Creo que hay cada vez más gente perjudicada por la información que recibe. En parte se debe a la velocidad vertiginosa en que hoy en día se transmite. El «Golf Channel», programas de televisión, clases, revistas y libros, difunden información a una velocidad fulminante. Parte de esta información es errónea, o como mínimo contradictoria. Si escuchas atentamen- Introducción te, comprenderás lo discordante que es esta información. El problema se halla en que hasta hoy nadie se ha planteado la idea de que existen dos conjuntos de fundamentos de golf, no sólo uno. La gran mayoría de las contradicciones se pueden explicar si se separa la información en los dos conjuntos de fundamentos. Este libro tiene varios objetivos, pero el más importante es acabar con la gran confusión que existe sobre el swing de golf. Quiero que los golfistas utilicen este libro para obtener una comprensión clara de cómo pueden mejorar. Para conseguir ese objetivo hay varios elementos importantes que espero que aprendas gracias a la lectura del libro. Quiero que entiendas que muchas de las cosas que has oído e incluso quizá mantengas como fundamentos universales están equivocadas tanto para el swing de un plano como el swing de dos. Te enseñaré cómo van en contra de la esencia de lo que se intenta realizar durante el swing de golf y lo contraproducentes que son. Toda la información que queda, indiferentemente de lo contradictoria que parezca, se puede aplicar a uno de los dos conjuntos de fundamentos. Déjame explicártelo. Cuando hayas identificado el tipo de swing que utilizas o quieres utilizar, descubrirás los fundamentos que pertenecen a tu método de swing. Cuando aprendas a descartar aquellos elementos que no encajen con tu estilo y adaptes aquellos que sí encajan, podrás empezar a entrenar con más efectividad. El golf ya es lo suficientemente difícil como para entrenar cosas que te perjudicarán. Si únicamente practicas aquellas cosas que beneficien tu swing resulta imposible no mejorar. He probado personalmente todo lo que se recomienda en este libro y se lo he enseñado con éxito a otros jugadores, tanto a profesionales como a aficionados. Como ya he resaltado, el enfoque principal de Swing de golf y mis teorías del swing se centran en los dos tipos diferentes de swing que pueden darse en el golf –el swing de uno y de dos pla- 17 18 Swing de golf nos– y los conjuntos de fundamentos que los regulan. Investigaré a fondo los dos swings proporcionando un conjunto específico de fundamentos para cada uno. Describiré las dos técnicas en el capítulo 1, para que puedas empezar a pensar en elegir el swing que es mejor para ti. Sin embargo, después de esta introducción profundizaré mucho más en cada uno de ellos para que cuando acabes de leer el libro sepas con toda seguridad cuál de los dos entrenar. Como aprenderás en el capítulo 2, los dos swings se ven facilitados por una posición inicial concreta. Por ejemplo, el jugador que emplea un swing de un plano se ve obligado a inclinarse más hacia delante en la posición inicial, mientras que el jugador de dos planos facilita los movimientos correctos con una colocación inicial más erguida. Verás también que existen diferencias adicionales respecto al grip, la colocación, la posición de la bola y la distribución del peso. Los capítulos 3 y 4 se ocupan del swing en sí mismo. Conocerás con detalle los fundamentos que regulan las dos técnicas durante la subida, a través de la zona de impacto hasta llegar al «finish». Te quedarás sorprendido por las diferencias que se perciben entre los dos swings. Te darás cuenta de los errores cometidos y comprenderás por qué tus esfuerzos anteriores te condujeron al fracaso. A partir de ahora podrás entrenar de forma correcta y facilitarás el camino hacia una mejora constante. Al comenzar a leer Swing de golf, primero decídete por uno de los dos swings. A continuación, a través de una lectura detenida del texto y un estudio de las fotografías que lo acompañan, en que aparecemos mi alumno estrella, Peter Jacobsen, y yo, conocerás los fundamentos y la mecánica que se aplican a tu colocación inicial, la subida y la bajada, con el fin de obtener una idea clara de cada movimiento que corresponde a tu swing. Peter muestra tanto el swing de uno como el de dos planos en las fotografías de color en las páginas centrales. Introducción Por último, entrena los ejercicios que he incluido en el capítulo 5 para primero asimilar cada movimiento por separado antes de incorporarlo en un swing fluido sin interrupciones, tanto de uno como de dos planos, que podrás repetir con confianza y regularidad. Recomiendo también leer y estudiar el apartado dedicado a los ejercicios para cada tipo de swing. En este apartado se incluye información que no se encuentra en ningúna otra parte del libro y resultará vital para tu comprensión y mejora. En tu camino hacia el aprendizaje del juego desde cero o del cambio de tu swing actual por uno nuevo, te sorprenderás de la rapidez de los resultados conseguidos. De hecho debe ser casi inmediato. Esta afirmación no es fruto de la arrogancia. Te cuento este hecho basándose en la experiencia exitosa con mis alumnos, tanto jugadores aficionados como profesionales experimentados del PGA Tour que acudieron a mí para hacer clase, desorientados y preocupados, pensando que necesitarían muchas horas para remodelar su swing y recuperar el juego. No tendrás que entrenar muy duro para mejorar, siempre que selecciones el swing adecuado y entrenes los movimientos correctos asociados a él. Acierta en la elección, entrena los movimientos debidos y en poco tiempo tu swing comenzará a funcionar. El vuelo de la bola será tu guía. Si consigues realizar el movimiento mejor, perfeccionarás el vuelo de la bola. Si el vuelo de la bola no mejora, puede significar que no has comprendido claramente las instrucciones, o bien que no estás realizando lo que se te pide, o lo que se te pide está equivocado. Desafortunadamente, este último caso suele darse con frecuencia. Sin embargo, después de haber leído este libro ya podrás dejar de preocuparte por este factor. Deberías terminar el libro con una comprensión muy clara de lo que necesitas mejorar. Por último, ¿cómo sabes si lo haces bien o no? Bueno, como se ha dicho anteriormente, la bola de golf no miente. Si comien- 19 20 Swing de golf zas a pegar bolas precisas con potencia, sabrás que vas por buen camino. Si, en cambio, el vuelo de la bola resulta flojo y los golpes fallan su objetivo, te recomiendo que vuelvas a leer las instrucciones o que encuentres una videocámara y te grabes. Acabaré con una anécdota que lo ejemplifica. Hace unos cuantos años, un buen amigo mío, Sam Ainslie, recibió una invitación para jugar al golf en Tejas. Fue además a visitar la fábrica de producción de la empresa de material de golf de Ben Hogan en Fort Worth, conoció y cenó con Ben Hogan. Sam pudo sentarse al lado de Ben Hogan en la cena y durante la conversación Hogan le preguntó: «¿Utilizas una videocámara?». Sam le contestó que solía usarla sólo con algunos de sus alumnos. Al oír la respuesta, Hogan dijo: «No, quiero decir si la usas tú para tu propio juego». Sam le dijo que no porque era un jugador más de sensaciones. Hogan dijo simplemente: «Sabes qué, de haber tenido vídeo en mi época, los habría arrasado a todos.» Vamos al campo de prácticas y empecemos la clase de hoy.