El Beat Màrtir Josep Samsó i Elias (23 de gener del 2010) Missatge + Angelo Amato, SDB Prefecte de la Congregació per les Causes dels Sants 1.- Eminència (es), excel·lències, sacerdots, religioses i religiosos, estimats fidels. La nostra acció de gràcies s’eleva en primer lloc a la Santíssima Trinitat, que és l’origen i el fonament de tota santedat. Un record de filial agraïment va, també, al Sant Pare, pel preciós do de la Beatificació del sacerdot màrtir JOSEP SAMSÓ I ELIAS. És un signe de l’estima i de l’amor que Benet setze demostra per la vostra pàtria, terra prolífica de sants i de santes. Nuestro nuevo Beato Mártir es una gloria de la Iglesia, un modelo de sacerdote católico y un orgullo de esta noble tierra catalana. No lo mataron porque se hubiera manchado de delitos, sino sencillamente porque era sacerdote, porque creía en Dios Padre, Hijo y Espíritu Santo, porque rezaba, porque proclamaba el Evangelio de Jesús, porque enseñaba la bondad y la verdad al pueblo de Dios, sobre todo a los jóvenes. Los fieles de la Basílica parroquial de Santa María cuentan que el “Doctor Samsó” – como solían llamarle – era un hombre culto, un modelo de catequista y un sacerdote caritativo con los pobres. A los monaguillos, que en invierno llevaban alpargatas, les daba dinero para comprarse zapatos. Ayudaba a las familias necesitadas para que pudieran comprar pan, vestidos y lo necesario para vivir. Era considerado por todos un santo. Cuando estalló la persecución, presintió que la furia del odio le alcanzaría también a él. Fue denunciado y encarcelado. Cuando llegó la noticia de la muerte del Hermano Emiliano María Guilà Ximenes, monje de Montserrat e hijo de Mataró, el Doctor Samsó dijo que Mataró tenía, en este monje, a su primer mártir y que, por consiguiente, se acercaba también su hora. La cárcel se convirtió en su parroquia: rezaba, confesaba y consolaba. Recibía y administraba también la Eucaristía, gracias a aquellas personas que conseguían introducirla en la cárcel con la comida. Los testigos refieren que subió las escaleras del cementerio, lugar del martirio, como si subiera al altar para ofrecer el Santo Sacrificio; parecía Jesús en el Calvario. A los que iban a matarlo les dirigió palabras de perdón: “Perdono a todos de todo corazón”; esta fue su homilía. Rechazando que le vendasen los ojos, dijo en catalán: “Jo no sóc un criminal; vull morir de cara a Mataró i a les santes, que tan he estimat”. (No soy un criminal; quiero morir mirando Mataró y a las santas, que tanto he amado”). 2.- Què ens diu avui el Beat Màrtir Josep Samsó i Elias? A tots el fidels els hi recorda que el màrtir cristià, com Jesús, no odia i no mata, sinó que estima i perdona. El màrtir cristià és un testimoni de la vida i no de la mort. La celebració d’avui ens convida a tots a ser sants i immaculats en l’amor (Ef 1,4). La nostra societat, que a vegades oblida o rebutja la paraula de Déu, necessita la força de la nostra fe i l’ardor de la nostra caritat. Als sacerdots i als rectors, compromesos generosament en l’apostolat, el Beat Màrtir Josep Samsó i Elias els hi fa palès que al despreci s’ha de respondre amb la caritat, a l’ingratitud amb la misericòrdia, a les ofenses amb el perdó, a la desesperació amb l’esperança, a la descristianització de la societat amb la pròpia santificació. Avui, més que mai, els sacerdots són cridats a la santedat, a esdevenir testimonis fidels de l’Evangeli de la veritat i de la caritat, a ser verament sal de la terra i llum del món (cf. Mt 5,1314). Que el Beat Màrtir Josep Samsó i Elias, fill gloriós d’aquesta terra, continuï inspirant pensaments i accions de bondat, de compartir i de pau. El Beato Martir Josep Samsó i Elias (23 de enero de 2010) Mensaje + Angelo Amato, SDB Prefecto de la Congregación para las Causas de los Santos 1. Eminencia (as), excelencias, sacerdotes, religiosas y religiosos, estimados fieles. Nuestra acción de gracias se eleva en primer lugar a la Santísima Trinidad, que es el origen y fundamento de toda santidad. Un recuerdo de filial gratitud va también al Santo Padre, por el precioso don de la Beatificación del sacerdote mártir JOSEP SAMSÓ I ELIAS. Es un signo de la estima y del amor que Benedicto XVI demuestra hacia vuestra patria, tierra prolífica de santos y de santas. Nuestro Beato Mártir es una gloria de la Iglesia, un modelo de sacerdote católico y un orgullo de esta noble tierra catalana. No lo mataron porque se hubiera manchado de delitos, sino sencillamente porque era sacerdote, porque creía en Dios Padre, Hijo y Espíritu Santo, porque rezaba, porque proclamaba el Evangelio de Jesús, porque enseñaba la bondad y la verdad al pueblo de Dios, sobre todo a los jóvenes. Los fieles de la basílica parroquial de Santamaría cuentan que el “Doctor Samsó” –como solían llamarle- era un hombre culto, un modelo de catequista y un sacerdote caritativo con los pobres. A los monaguillos, que en invierno llevaban alpargatas, les deba dinero para comprarse zapatos. Ayudaba a las familias necesitadas para que pudieran comprar pan, vestidos y lo necesario para vivir. Era considerado por todos un santo. Cuando estalló la persecución, presintió que la furia del odio le alcanzaría también a él. Fue denunciado y encarcelado. Cuando llegó la noticia de la muerte del Hermano Emiliano María Guilà Ximenes, monje de Montserrat e hijo de Mataró, el Doctor Samsó dijo que Mataró tenía, en este monje, a su primer mártir y que, por consiguiente, se acercaba también su hora. La cárcel se convirtió en su parroquia: rezaba, confesaba y consolaba. Recibía y administraba también la Eucaristía, gracias a aquellas personas que conseguían introducirla en la cárcel con la comida. Los testigos refieren que subió las escaleras del cementerio, lugar del martirio, como si subiera al altar para ofrecer el Santo Sacrificio; parecía Jesús en el Calvario. A los que iban a matarlo les dirigió palabras de perdón: “Perdono a todos de todo corazón”; esta fue su homilía. Rechazando que le vendasen los ojos, dijo en catalán: “Yo no soy un criminal; quiero morir de cara a Mataró y a las santas que tanto he amado”. 2- Qué nos dice hoy el Beato Mártir Josep Samsó i Elias? A todos los fieles les recuerda que el mártir cristiano, como Jesús, no odia y no mata, sino que ama y perdona. El mártir cristiano es un testigo de la vida y no de la muerte. La celebración de hoy nos invita a todos a ser santos e inmaculados en el amor (Ef 1,4). Nuestra sociedad, que veces olvida o rechaza la palabra de Dios, necesita la fuerza de nuestra fe y el ardor de nuestra caridad. A los sacerdotes y a los párrocos, comprometidos generosamente en el apostolado, el Beato Mártir Josep Samsó i Elias les muestra que al desprecio hay que responder con la caridad, a la ingratitud con la misericordia, a las ofensas con el perdón, a la desesperación con la esperanza, a la descristianización de la sociedad con la propia santificación. Hoy, más que nunca, los sacerdotes están llamados a la santidad, a ser verdaderamente sal de la tierra y luz del mundo (cf. Mt 5, 13-14). Que el Beato Mártir Josep Samsó i Elias, hijo glorioso de esta tierra, continúe inspirando pensamientos y acciones de bondad, de compartir y de paz.