AP Causa nº 25.790 PROVINCIA DE BUENOS AIRES PODER JUDICIAL ///rón, agosto, 23 de 2012. AUTOS Y VISTOS: El recurso de apelación, que a fs. 22/25 interpuso el Defensor Oficial de W. D. L., contra la resolución de fs. 18/20vta. que no hizo lugar a su oposición respecto a la remisión de copias y unificación de penas; que fue USO OFICIAL – JURISDICCIÓN ADMINISTRACIÓN DE JUSTICIA concedido a fs. 26. Y CONSIDERANDO: El señor Juez Doctor Bellido, dijo: I.- Para el apelante, la señora Juez “a quo” fundó su decisorio en normativas derogadas, por lo que resulta evidente que el resolutorio en crisis carece de la debida fundamentación. Que más allá de esta seria falencia, existe un grave error de concepto sobre la aplicación subsidiaria de las leyes, ya que al momento de utilizarlas, se recurre al sistema para mayores de edad, pasando por alto leyes propias del fuero, que son más beneficiosas para los jóvenes; mientras que la unificación de penas y remisión de copias que pide el Ministerio Público Fiscal viola derechos del fuero de menores, al atentarse contra los principios de publicidad en términos jurídicos y de revisión (arts. 65 a 85 de la Ley nº 13.634) y vedarse la posibilidad de que el órgano que impuso la medida, ejerza el control en la etapa de ejecución (art. 30 de la referida Ley), olvidándose de que los “derechos del niño” no se pierden en tal estadio, aunque hayan cumplido la mayoría de edad. II.- En primer término, corresponde dar tratamiento a la queja introducida por la defensa con relación a la falta de debida fundamentación de la A-1 resolución que en fotocopias obra a fs. 18/20vta. En ese sentido, la soslayada enunciación por la señora Juez “a quo” de normativa no vigente (arts. 44, 53, 54, 55 y 62 de la Ley nº 13.298, derogados por la Ley nº 13.634 en su art. 101), no resultó ser más que eso, y de ninguna manera decisiva para lo resuelto, pues dichas normas no formaron parte del basamento jurídico de su decisorio; con lo que la pretendida arbitrariedad carece de eficacia para revertir lo resuelto. W. D. L. al tiempo de cometer el delito por el cual fue condenado por el Tribunal en lo Criminal nº 2, no se encontraba cumpliendo pena en la causa del fuero de menores, ya que gozaba del beneficio excarcelatorio (ver fs. 11), dándose el supuesto de la existencia de procesos paralelos que terminaron cada uno en una pena separada, la primera de ejecución condicional, debiendo ambas acumularse conforme lo dispuesto sobre el instituto que lo regla (art. 27 párrafo primero del Código Penal). Ahora bien. Lo anteriormente dicho, no me impide pronunciarme sobre los restantes argumentos atacantes; y en esa inteligencia, la eventual comunicación al Registro Nacional de Reincidencia, en el entendimiento de que se encuentra vedada toda consideración respecto de la reincidencia de jóvenes en conflicto con la ley penal, de acuerdo a lo normado en el art. 5 de la Ley n° 22.278, que claramente prescribe: “las disposiciones relativas a la reincidencia no son aplicables al menor que sea juzgado exclusivamente por hechos que la ley califica como delitos, cometidos antes de cumplir los 18 años de edad”; no genera daños al encausado por la publicidad que supone y el perjuicio a la reintegración que implica, pues la misma resulta del mandato establecido por el art. 2 de la Ley n° 22.117 y sus modificatorias, sin que corresponda suponer la AP Causa nº 25.790 PROVINCIA DE BUENOS AIRES PODER JUDICIAL equiparación de tal Registro con el organismo administrativo con funciones de policía mencionado por el art. 39 de la Ley 13.634. Pues, por lo demás, dicha información no supone vulneración alguna de los principios generales del fuero en torno a la intimidad del encartado, carácter reservado de las actuaciones, ni a la confidencialidad de los registros, reafirmada por el art. 8 de la Ley 22.117 USO OFICIAL – JURISDICCIÓN ADMINISTRACIÓN DE JUSTICIA en concordancia con las previsiones de los arts. 4, 5, 36 y cc. de la Ley n° 13.634 y 8 y 21 de las Reglas Mínimas de las Naciones Unidas para la administración de justicia de menores. De este modo, la obligación impuesta por la Ley n° 22.117, debe ser analizada a la luz de todo el plexo normativo de la niñez, en concordancia con el principio rector del interés superior del niño (art. 3 de la CIDN). En esa línea, se ha pronunciado la C.S.J.N. en el caso “Maldonado”, al expresar que: “En suma, los niños poseen los derechos que corresponden a todos los seres humanos, menores y adultos, y tienen además derechos especiales derivados, de su condición, a las que corresponden deberes específicos de la familia, la sociedad y el estado”; en consonancia con la norma de jerarquía constitucional, que establece que “los estados partes tomarán todas las medidas apropiadas para promover el establecimiento de leyes, procedimiento, autoridades e instituciones específicos para los niños de quienes se alegue que han infringido las leyes penales o a quienes se acuse o declare culpable de haber infringido esas leyes” (art. 40 inciso 3° CIDN). Que la preservación de la persona del menor de edad, en relación con la publicidad que implica toda sustanciación de un proceso, está fundada en A-1 la necesidad de atemperar las posibilidades de estigmatización y de evitar una rotulación que puede acompañarlo de por vida, limitando sobremanera su desarrollo personal en relación con sus semejantes, ya sea con sus pares o con adultos. En este sentido, las reglas de Beijing señalan al respecto: “8.1. Para evitar que la publicidad indebida o el proceso de difamación perjudiquen a los menores, se respetará en todas las etapas el derecho de los menores a la intimidad. 8.2 En principio, no se publicará ninguna información que pueda dar lugar a la individualización de un menor delincuente”. Siguiendo igual temperamento, la Ley 13.634 de esta Provincia consagra una norma genérica, destacando el carácter reservado de las actuaciones de menores. Así, su art. 4º, señala: “Todo proceso que tramite ante estos fueros tendrá carácter reservado, salvo para el niño, representantes legales o guardadores de hecho y las partes”, volviendo sobre este principio en el art. 5º al señalar la prohibición de “la difusión de la identidad de los niños sujetos a actuaciones administrativas o judiciales, cualquiera sea su carácter y con motivo de dichas actuaciones, en informaciones periodísticas y de toda índole. Se consideran como informaciones referidas a la identidad: el nombre, apodo, filiación, parentesco, residencia y cualquiera otra forma que permita la individualización”. Sin embargo, la normativa vigente – conforme lo reseñado - admite la tolerancia de una publicidad de carácter interno: entre partes y auxiliares del Poder Judicial y miembros del órgano técnico administrativo y aquellas personas que (mediando razones justificadas) la magistratura considera conveniente que tengan acceso a las actuaciones; circunstancia que despeja AP Causa nº 25.790 PROVINCIA DE BUENOS AIRES PODER JUDICIAL cualquier duda sobre vulneración de derechos que pueda suscitarse con motivo de la comunicación al Registro Nacional de Reincidencia que se cuestiona; máxime si se tiene en cuenta lo ya mencionado sobre la confiabilidad de la información registrada (conf. art. 8 de la Ley N° 22.117). De todas formas, lo referido hasta aquí es casi un sin sentido, ya que USO OFICIAL – JURISDICCIÓN ADMINISTRACIÓN DE JUSTICIA el infractor es mayor de edad y fue juzgado por delito cometido como menor, ya siendo adulto; y por ello corresponde considerarlo como tal para la determinación del procedimiento a seguir. Quizás, en otros casos, se podría llegar a discutir el alcance del proceso minoril, si se lo hubiese condenado recién ingresando en la adultez y obviamente sin cometer nuevo delito como mayor. Pero W. D. L. ya tiene más de tres años como mayor de edad. Téngase en cuenta que el presupuesto fáctico del sistema de justicia penal juvenil ya no existe, dado que el condenado ya no es más un niño, sino un adulto; y porque en tales casos, habiendo pasado de la infancia a la adultez cometiendo más de un delito, parece carecer de otro sentido, más que el retórico, la necesidad de ofrecerle los derechos propios de los menores. La preservación de la intimidad del menor deja de existir, pues ya dejó de serlo. Desde otro punto de vista, la posición del señor Defensor podría perjudicar a W. D .L., pues la simple suma de las sanciones a unificar no resulta ser el único método aplicable, ya que el mencionado art. 27, en relación con lo dispuesto sobre acumulación de penas (art. 58) según lo establece en su párrafo primero, no determina tal estimación (art. 55 párrafo primero siempre del A-1 Código Penal), admitiendo la aplicación de la composición de las penas impuestas con la consecuente posible determinación de una sanción menor. En otro andarivel, la revisión de la pena de menores a la que se alude en los términos de los arts. 68 a 85 de la Ley nº 13.634, tiene que ver con las medidas de integración social previstas por la Ley nº 13.298, cuya finalidad radica en la resocialización y recuperación del joven, circunstancia que evidentemente no ha ocurrido, pues cometió otro delito. No puede dejar de mencionarse que la nueva incursión que registra W. D. L. en la senda delictiva (ya como mayor) se erige también como factor gravitante que persuade acerca de la conveniencia de abandonar -para el caso en particular- su calidad de niño frente al régimen penal juvenil; y a sustituirlo por el del régimen de mayores, por entender que de este modo, se logra satisfacer más adecuadamente el principio de proporcionalidad que informa a la función de la pena y que, al mismo tiempo, acrecienta las posibilidades de lograr la resocialización del encartado, a través de un tratamiento penitenciario eficaz. En su mérito, corresponde rechazar el recurso de apelación interpuesto a fs. 22/25 en todo lo que fue materia de recurso, y confirmar los puntos I y II del interlocutorio atacado. El señor Juez Doctor Moldes, dijo: Por compartir lo que antecede, me expido en el mismo sentido negativo. Por lo que antecede, y citas legales que contiene, este Tribunal RESUELVE: 1) Rechazar el recurso de apelación, que a fs. 22/25 interpuso AP Causa nº 25.790 PROVINCIA DE BUENOS AIRES PODER JUDICIAL el Defensor Oficial de W. D. L., contra la resolución de fs. 18/20vta. - como lo anterior en fotocopias - que no hizo lugar a su oposición con relación a la remisión de copias y posible unificación de penas; y consecuentemente, confirmar la misma por encontrarse ajustada a derecho. 2) Téngase presente la reserva del caso federal (arts. 4, 5, 30, 36 30, 39, 65 a 85 de la USO OFICIAL – JURISDICCIÓN ADMINISTRACIÓN DE JUSTICIA Ley n° 13.634; 27, 55, 56 y 58 del Código Penal ; 5 de la Ley n° 22.278; 3 y 40 inc. 3° de la CIDN; y 14 de la Ley 48). Regístrese copia. Notifíquesela a los señores Fiscal General Departamental y Agente Fiscal del Fuero de la Responsabilidad Penal Juvenil interviniente, a W .D. L. y a su respectiva Defensa. Cumplido, devuélvase la presente incidencia al Juzgado de Garantías del Joven nº2, sirviendo esta resolución de atenta nota de envío. FIRMADO: FERNANDO GABRIEL BELLIDO – MARIO RAUL MOLDES (JUECES). ANTE MI: SANDRA ANABELLA PEPE (SECRETARIA). A-1