TEJIDO MUSCULAR DEL CUERPO HUMANO. El ser humano dentro de su morfología posee más de 600 músculos. Las células musculares están especializadas para contraerse. Todas las funciones de los músculos, desde correr, saltar, sonreír y respirar hasta propulsar la sangre por el cuerpo y expulsar el feto del útero se cumplen mediante la contracción coordinada de células musculares, es decir, este tejido le ayuda a realizar casi todo lo que el hombre ejecuta. López y Fernández (2001). Existen dos tipos generales de tejido muscular, el músculo estriado o esquelético, que tiene un aspecto franjeado, y el músculo liso (sin franjas). El músculo liso rodea a las paredes de los órganos internos como los digestivos y el útero, entre otros; en ocasiones se le llama músculo involuntario por que no se halla bajo control consciente. Los músculos que mueven el esqueleto son estriados y a veces se les llama músculo voluntario porque se halla bajo control consciente. Existe un tipo especial de músculo estriado, el músculo cardíaco, que constituye la pared del corazón y es involuntario. Kendall (1974). El término músculo, hace referencia a un conjunto de células musculares organizadas y unidas por tejido conectivo. Cada célula muscular se denomina fibra muscular. Los músculos constituyen el 43 % del peso corporal y están formados en un 80 % por tejido conjuntivo, y el otro 20 % es la propia fibra muscular que le da la función contráctil. Todos los músculos están hechos del mismo material, un tipo de tejido conjuntivo, que está formado por fibras colágenas (de varios tipos) y fibras elásticas. La diferencia entre esas dos, le otorga más o menos elasticidad al tejido. Ezcurra (2003). El aparato locomotor mantiene su función en base a la contracción de los músculos sobre los huesos y articulaciones. La principal función del aparato locomotor es por lo tanto el desplazamiento y la realización de un trabajo físico. Sin embargo, el músculo estriado no sólo asiste a la función principal del aparto locomotor, sino que en ocasiones toma un papel relevante en la producción de calor por el cuerpo humano. TIPOS DE MÚSCULOS Como se indicó anteriormente, en el hombre se conocen los siguientes tipos de músculo: Norris (2001). Liso o involuntario. (Fig. 106) Cardíaco. (Fig. 106) Estriado, esquelético o voluntario. (Fig. 106) Cada tipo de músculo tiene células de estructura distinta, adaptadas a su función específica, pero en todos ellos la maquinaria intracelular contráctil está formada por filamentos que se orientan paralelos a la dirección del movimiento. Todas las variedades de células musculares aprovechan la energía química almacenada en el ATP y la transforman en energía mecánica. Fig. 106- Vista microscópica de los tres tipos de músculos. De izquierda a derecha: Músculo esquelético, liso y cardíaco, respectivamente. EL MÚSCULO LISO O INVOLUNTARIO: Estos músculos forman las paredes de los órganos internos. En el estómago y el intestino se encargan de impulsar el alimento y en los vasos sanguíneos movilizan la sangre a través de las arterias. Las células del músculo liso son siempre fusiformes y alargadas. Su tamaño varía mucho según su origen. Las células más pequeñas se encuentran en las arteriolas y las de mayor tamaño en el útero grávido. Océano Multimedia (2001). Sus fibras no presentan estriaciones por eso se lo denomina liso. Suele ser de color pálido, tiene contracción lenta y sostenida, y no está sujeto a la voluntad del hombre, de ahí su nombre de involuntario. (Fig. 107) Este músculo reviste o forma parte de las paredes de órganos huecos tales como la tráquea, el estómago, el tracto intestinal, la vejiga, el útero y los vasos sanguíneos. Como un ejemplo de su función se puede decir que los músculos lisos comprimen el contenido de estas cavidades, interviniendo de esta manera en procesos tales como la regulación de la presión arterial, la digestión, otros. Además de estos conjuntos organizados, también se encuentran células de músculo liso en el músculo erector del pelo, músculos intrínsecos del ojo por citar algunos. La regulación de su actividad la realiza el sistema nervioso autónomo y hormonas circulantes. Las fibras del músculo liso son más pequeñas y delicadas que las del músculo esquelético. No se insertan en el hueso, sino que se hallan como paredes de órganos huecos. Alrededor de los tubos, por lo general se disponen en 2 capas, una interna circular y una externa longitudinal. La musculatura circular constriñe el tubo; la longitudinal acorta el tubo y tiende a ampliar la luz. En el tubo digestivo, el esfuerzo conjunto de la musculatura circular y la longitudinal impulsa el contenido del tubo produciendo unas ondas de constricción llamadas movimientos peristálticos. Córdova y Navas (2000). Se describen 2 tipos de músculo liso: Multiunitario: cada fibra se comporta como una unidad independiente, comportamiento semejante al músculo esquelético. Ej.: músculo erector del pelo, músculos intrínsecos del ojo, etc. No se contraen espontáneamente. La estimulación nerviosa autónoma es la que desencadena su contracción. Unitarios simples: las células se comportan al igual que en el músculo cardíaco, como si fuesen una estructura única. El impulso se transmite de célula a célula. Se puede decir que el músculo en su totalidad funciona como una unidad. Ej.: músculo intestinal, del útero, uréter, etc. Fig. 107- Vista microscópica de una fibra de músculo liso. EL MÚSCULO CARDÍACO (MIOCARDIO): Forma las paredes del corazón, no está bajo el control de la voluntad, tiene aspecto estriado. Sus fibras se disponen juntas para formar una red continua y ramificada. Por lo tanto el miocardio puede contraerse en masa y así lo hace. El corazón responde a un estímulo de una forma "todo o nada", de allí que se lo clasifique como unitario simple. El músculo cardíaco se contrae rítmicamente 60 a 80 veces por minuto. (Fig. 108). Ezcurra (2003). Fig. 108- Vista microscópica del músculo cardíaco (Miocardio). El MÚSCULO ESTRIADO, ESQUELÉTICO O VOLUNTARIO Son los músculos que mueven el esqueleto, por eso al conjunto de ambos se le llama sistema músculo-esquelético. Los músculos esqueléticos nos permiten caminar, reírnos, saltar, correr y hacer diferentes acciones. Son llamados músculos voluntarios porque podemos moverlos voluntariamente. También se les llama estriados porque sus células se ven estriadas o rayadas al microscopio, al igual que el músculo cardíaco. Las células del músculo esquelético son cilíndricas, filiformes. Una fibra muscular ordinaria mide aproximadamente 2,5 cm. de longitud y su ancho es menor de 1 décimo de milímetro. Las fibras musculares se agrupan en haces. Cada músculo se compone de muchos haces de fibras musculares. Es rojizo, de contracción brusca y sus movimientos dependen de la voluntad de los individuos. Constituye el tejido más abundante del organismo y representa del 40 al 45% del peso corporal total, tal como se indicó anteriormente. López y Fernández (2001). El tejido que reviste los huesos es tejido muscular. Estos se encuentran unidos a los huesos del cuerpo y su contracción es la que origina los movimientos de las distintas partes del esqueleto, aunque también participa en otras actividades como la eliminación de la orina y de las heces. La actividad del músculo esquelético está bajo el control del sistema nervioso central y los movimientos que produce se relacionan principalmente con interacciones entre el organismo y el medio externo. Se llama estriado porque sus células se ven estriadas o rayadas al microscopio, al igual que el músculo cardíaco. (Fig. 109). Hegedus (1989). Cada fibra muscular se comporta como una unidad. Un músculo esquelético tiene tantas unidades como fibras, por ello se define como multiunitario. El movimiento se logra por contracción de la fibra muscular. (Fig. 110). 1 2 Fig. 109- Vista microscópica del músculo estriado: 1-Fibra muscular. Fibrilla muscular. 1 2- 2 3 4 6 5 Fig. 110- Vista microscópica de la fibra muscular estriada: 1-Núcleo celular 2-Fibra muscular. 3-Tejido conjuntivo. 4-Fibrilla muscular. 5-Placa motora. 6-Neurona motora. No todas las fibras del músculo esquelético son exactamente iguales. Las hay, esencialmente, de contracción rápida y de contracción lenta. Fibras de Contracción Rápida: Son más importantes en la actividades que requieren contracciones musculares breves y poderosas. Ej.: saltos, levantamiento de pesas, carreras de velocidad, movimientos rápidos en fútbol u otros deportes, entre otros. Estas fibras requieren niveles altos de ATP, que es la sustancia responsable de liberar energía durante el deslizamiento de los filamentos de actina sobre la miosina. Tienen mayor facilidad para contraerse en condiciones anaeróbicas. Fibras de Contracción Lenta: Estas se encuentran más adaptadas para las pruebas de resistencia, que requieren contracciones repetidas en un período prolongado de tiempo. Ej.: carreras de fondo, remo, ciclismo, otros. Estas fibras deben trabajar en condiciones aeróbicas (poseen una red de capilares que facilitan la provisión de oxígeno, glucosa y ácidos grasos a las fibras), tienen mayor depósito de grasa, la cual pueden utilizar durante el ejercicio. La fuerza muscular depende de factores que tienen que ver con el músculo en si y con la regulación nerviosa de la contracción muscular. La fuerza de la contracción la proporciona el ATP (adenosin-trifosfato). Pero a su vez el músculo fabrica ATP a partir de 2 sustancias: la creatina y la glucosa. La creatina está almacenada en el músculo en forma de fosfato de creatina y no requiere oxígeno para su utilización, la cual combinada con ADP (adenosindifosfato) forma ATP. La glucosa sanguínea es aprovechada por el músculo en presencia de oxígeno. Este sistema lo utilizan las fibras de contracción lenta. En condiciones anaeróbicas la glucosa, para ser utilizada, se transforma en ácido láctico. Este mecanismo lo usan las fibras de contracción rápida. Wilmore y Costill (2000). FUNCIONAMIENTO DEL MÚSCULO ESQUELÉTICO O ESTRIADO. Cada músculo posee un nervio motor (grupo de fibras nerviosas) que entra en él. Cada fibra nerviosa se divide en ramas terminales llegando cada rama a una fibra muscular. En consecuencia, la unidad motora esta formada por una sola neurona y el grupo de células musculares que inerva. El músculo posee muchas unidades motoras. Éste responde en forma graduada según el número de unidades motoras que se activen. (Fig. 111) López y Fernández (2001) La maquinaria contráctil de la fibra muscular esta formada por cadenas proteínicas que se deslizan para acortar la fibra muscular. Entre ellas la miosina y la actina, que constituyen los filamentos gruesos y delgados respectivamente. Cuando un impulso llega a través de una fibra nerviosa, el músculo se contrae. Cuando una fibra muscular se contrae, se acorta y ensancha. Su longitud disminuye a 2/3 o a la mitad. Se deduce que la amplitud del movimiento depende de la longitud de las fibras musculares. El periodo de recuperación del músculo esquelético es tan corto que el músculo puede responder a un segundo estímulo cuando todavía perdura la contracción correspondiente al primero. La superposición provoca un efecto de agotamiento superior al normal. López y Fernández (2001). 1 2 3 Fig. 111- Vista microscópica de la placa neuromuscular: 1-Fibra muscular. Terminación nerviosa. 3-Placa neuromuscular. 2- Después de la contracción el músculo se recupera, consume oxígeno y elimina dióxido de carbono y calor en proporción superior a la registrada durante el reposo, determinando el período de recuperación. El hecho de que se consuma oxígeno y libere dióxido de carbono, sugiere que la contracción es un proceso de oxidación pero aparentemente no es esencial, ya que el músculo puede contraerse en ausencia de oxígeno, como en periodos de acción violenta; pero se fatiga más rápido y pueden aparecer los calambres. El cuerpo puede moverse porque los huesos y los músculos trabajan en conjunto. Los músculos esqueléticos están fuertemente unidos a los huesos mediante los tendones. Los músculos son muy elásticos: pueden contraerse y relajarse sin romperse. Los dos extremos de casi todos los músculos están unidos a dos huesos distintos. Para realizar un movimiento, los músculos suelen trabajar a pares: cuando un músculo se contrae, el opuesto se relaja. Por ejemplo: cuando el bíceps se contrae el tríceps se relaja y viceversa, cuando el bíceps se relaja el tríceps se contrae. El músculo en conjunto esta formado por grupos de haces o fascículos musculares y revestido de un tejido conjuntivo llamado epimisio o aponeurosis; un haz o fascículo muscular esta integrado por un conjunto de fibras musculares las cuales están recubiertas por el tejido conjuntivo llamado perimisio; y la fibra muscular la constituyen un conjunto de fibrillas musculares y están cubiertas por el tejido conjuntivo llamado endomisio. (Fig. 112). Contreras (1982). 1 2 3 4 7 6 3 5 Fig. 112- Vista microscópica del corte transversal de un músculo y disposición de las fibras. 1-Hueso. 2-Perimisio. 3-Endomisio. 4-Fibra muscular. 5-fascículo muscular. 6Epimisio. 7-Tendón. En los extremos de los músculos se encuentra el tejido más resistente de éste, los tendones, los cuales son una especie de cuerdas inextensibles que permiten insertar el músculo a los huesos. Cuando el músculo se contrae, tira del hueso a través del tendón. Los tendones son de color blanco y están compuestos por fibras de un material muy resistente, el colágeno. (Fig. 113) Zeta Multimedia (1997) 1 2 3 4 Fig. 113- Representación del tendón en la estructura ósea. 1-Músculo. 2-Hueso. Tendón. 4-Periostio. 3- Como se ha dicho, la contractibilidad es la función y característica fundamental del tejido muscular, sin embargo existen otras tres (3) propiedades para que este importante órgano del aparato locomotor cumpla su papel fisiológico, estas son: Excitabilidad: es la capacidad que tiene el músculo de recibir y responder a un estímulo. Se deriva de la presencia de estructuras neuromusculares especiales en la membrana de la fibra muscular, es decir, la placa motora. Extensibilidad: es la capacidad que tiene el músculo de estirarse. Elasticidad: es la capacidad que tiene el músculo de volver a su estado original luego de contraerse o estirarse. Estas dos últimas propiedades, se encuentran en el tejido conjuntivo, el cual es el responsable de: a) Proteger, individualizar y recubrir las estructuras contráctiles; y b) Proporciona las propiedades elásticas y mecánicas del tejido muscular. Córdova y Navas (2000) También se puede hablar de las siguientes peculiaridades del trabajo muscular: Músculos Agonistas: se refiere al conjunto de músculos que intervienen de forma activa y directa a favor del movimiento. Se involucran aquí, los músculos principales y auxiliares. Músculos Antagonistas: se hace referencia al conjunto de músculos capaces de realizar el movimiento contrario, es decir, es el grupo muscular que se opone o puede oponer al movimiento original. También se puede decir que permite graduar y controlar el movimiento. Músculos Sinergistas: se refiere al grupo de músculos diferentes que actúan activa y de manera conjunta en una misma acción de movimiento. Gorrotxategi y Aranzabal (1996).