personales para que dejaran de incluirse en los resultados de búsqueda y dejaran de estar ligados a los enlaces de La Vanguardia, con vista al alegato de que el embargo se encontraba totalmente solucionado y resuelto desde varios años atrás, por lo que carecía de relevancia. Así, el 30 de julio de 2010, la aepd desestimó la reclamación alegada en contra del periódico La Vanguardia al considerar que la publicación estaba legalmente justificada, dado que había sido ordenada por el Ministerio de Trabajo y Asuntos Sociales, al tener por objeto dar la máxima publicidad de la subasta para conseguir la concurrencia de licitadores. En cambio, la reclamación dirigida contra Google Spain y Google Inc., determinó que era fundada en razón de que aquellos que gestionan motores de búsqueda estaban sometidos a la normativa en materia de protección de datos, toda vez que actuaban como intermediarios de la sociedad de la información, por lo que la aepd consideró tener la facultad para ordenar su retirada e imposibilitar el acceso a determinados datos por parte de los gestores de motores de búsqueda cuando la localización y difusión de información lesionara el derecho fundamental a su protección y a la dignidad de la persona entendida en un sentido amplio; lo que incluía la mera voluntad del particular afectado cuando quiere que sus datos no sean La AEPD consideró tener la facultad para ordenar su retirada e imposibilitar el acceso a determinados datos por parte de los gestores de motores de búsqueda cuando la localización y difusión de información lesionara el derecho fundamental a su protección y a la dignidad de la persona. conocidos por terceros. Además, la aepd determinó que ese requerimiento podría dirigirse directamente a los explotadores de motores de búsqueda, sin suprimir los datos ni la información de la página donde inicialmente estuviera alojada, e incluso, cuando el mantenimiento de esta información en dicha página se encontrara justificado por una norma legal. Conforme lo anterior, se ordenó a Google Incorporation adoptar las medidas necesarias para retirar los datos personales del demandante de su índice e imposibilitar el acceso futuro a los mismos. Determinación que fue recurrida por Google Spain y Google Incorporation ante el Tribunal Europeo de Derechos Humanos, que a través de la sentencia emitida el 13 de mayo de 2014 en el expediente C-131/12, estableció que el tratamiento de datos personales efectuado por el gestor de un motor de búsqueda puede afectar significativamente los derechos fundamentales de respeto a la vida privada y de protección de datos personales cuando el motor de búsqueda se lleva a cabo a partir del nombre de una persona física, toda vez que tal tratamiento permite a cualquier internauta obtener mediante la lista de resultados una visión estructurada de la información relativa a esa persona que puede hallarse en Internet, lo cual afecta potencialmente una multitud de aspectos de su vida privada, que sin dicho motor no se habrían interconectado, y permite establecer un perfil más o menos detallado de la persona buscada. Además, apuntó que el efecto de la injerencia en esos derechos se mul-