¿Qué está pasando con el tiempo? - Biblioteca Virtual

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revista ConCIENCIA
t el tema
Tiempo loco
¿Qué está pasando
con el tiempo?
PRISCILA FERNÁNDEZ
—
Salir con remera y volver con abrigo, o despertar con
sol y almorzar con lluvia: ya nada parece normal.
Esta primavera sorprendió a muchos debido a la aparición de fenómenos atípicos, el cambio inusual de
temperaturas, fuertes tormentas y ráfagas de viento;
y el incremento en las precipitaciones. Algunos mencionan al Niño como responsable de los caprichosos
cambios. ¿Qué hay de cierto? ¿Por qué el tiempo
está tan loco?
Huracanes, tormentas convectivas, lluvias intensas, granizadas y ráfagas de
viento fuera de lo común; todo se une en
la pantalla del televisor, en los comentarios de redes sociales y en una sensación que, en la calle, parece apuntar a
una sola consigna: el tiempo está loco.
La última primavera sorprendió a los
santafesinos con fuertes tormentas, a la
par de temperaturas imprevisibles, que
alternaban el frío y el calor de una manera inusual. Tales escenarios no sólo se
vivieron en esta ciudad, sino también en
distintas zonas del país, que se vieron
sorprendidas por fenómenos similares.
¿Casualidad o causalidad?
“El sistema climático es uno sólo y hasta cierto punto, todo tiene que ver con
todo”, comenzó su explicación Norberto
García, climatólogo de la Facultad de Ingeniería y Ciencias Hídricas (FICH) de la
Universidad Nacional del Litoral (UNL).
Y no sólo el sistema climático es uno,
sino que nunca se encuentra en verdadero estado de equilibrio: está sufriendo
variaciones constantemente. “Esas modificaciones pueden tener su origen en los
océanos, en el balance de radiación en el
tope de la atmósfera y/o en modificaciones en la circulación general de la atmósfera que provocan la ocurrencia de fenómenos fuera de temporada. Lo extraño no
es que haya un tornado, sino que ocurra
fuera de temporada”, subrayó García.
Inesperados o no, los fenómenos extremos ocurren y la pregunta obligada es por
qué. Si bien en estas condiciones suelen
circular un sinfín de discursos con hipótesis de las más diversas, el factor común
de muchas de ellas es el fenómeno de
“El Niño”, nombre con el cual se denomina la fase de calentamiento de las aguas
superficiales del Pacífico Ecuatorial. Esta
corriente estuvo vinculada con numerosos fenómenos climatológicos tristemente conocidos, por lo que culpar al Niño pareciera ser una fórmula redimitoria. Pero
puede que no sea así esta vez.
“Todo el mundo le hecha la culpa al Niño,
aunque no es suficiente: si los océanos se
calientan en otras regiones, también pueden producir problemas”, afirmó García.
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Tiempo loco
VARIACIÓN DE LA TEMPERATURA DEL PACÍFICO ECUATORIAL
Anomalías en la temperatura del agua superficial en el Pacífico ecuatorial
en relación con los valores promedios del período 1981 - 2010
Desde los océanos
De acuerdo a los datos actuales, la oscilación de temperatura que se registra
corresponde a un “Niño leve”, es decir,
a un calentamiento del orden de 1ºC por
sobre los valores promedio. Para lograr
dimensionarlo, García recordó que las
grandes inundaciones sufridas por Santa Fe en los años 1982/1983, 1992 y
1998 ocurrieron en fase Niño, con una
diferencia de 5ºC, 6ºC y 7ºC con relación
a la temperatura promedio.
“Todos preguntan actualmente qué pasa
con El Niño y la verdad es que no pasa
nada. Cuando el Niño es muy intenso nos
afecta casi directamente y no hay duda,
pero este no es el caso”, desestimó.
De acuerdo con García, algunas explicaciones sobre lo que está ocurriendo con
el clima se pueden encontrar en otras zonas del Pacífico Sur. “En estos momentos se está calentando el Pacífico Sur,
por eso las tormentas que traen agua
no vienen de la Amazonia –como ocurre
cuando hay Niño– sino que provienen del
suroeste. Por eso hay tantas lluvias en
Bueno Aires, La Pampa y el sur de Córdoba”, recalcó García.
En este caso, el problema no es una variación importante de temperatura sino la
cantidad de agua que se encuentra afectada. Un enorme volumen de agua más
caliente, desde Australia hasta Sudamérica, forma un corredor donde soplan los
vientos del Oeste.
Si bien existe un consenso en la comunidad científica sobre las repercusiones
que tienen los cambios de temperatura
en el agua del Pacífico en el sistema climático, no es posible afirmar qué efecto
específico tendrá cada variación en una
zona particular de un océano tan vasto
como el Pacífico. “No estamos en condiciones de decirlo, en cambio el Niño es
más simple porque ocurre en una zona
de gran tránsito de buques y permite su
estudio”, comparó.
Fuente: Climate Prediction Center - National Weather Service
Un Niño travieso
Pero más allá de su bastedad, el océano
Pacífico no es el único que influencia el
clima que gobierna esta región del mundo. El Atlántico, a pesar de ocupar la mitad de superficie que el Pacífico, también
afecta lo que ocurre en el continente.
“Los cambios son muy rápidos y a lo mejor una temperatura fuera de lo normal
-supongamos un aumento de 1ºC ó 2ºC
en el Atlántico, en dos meses desaparece, y en el Pacífico no”, dijo García.
Lo que se viene
Para poder hacer predicciones, los investigadores del clima recurren a modelos climáticos. Se trata de sistemas
sumamente complejos que se operan
en súpercomputadoras y manejan datos
a escala global. Si bien cada uno prevé
escenarios distintos, al promediar sus
proyecciones es posible obtener una tendencia, y en este caso se pronostica que
el Niño vaya cediendo. Según se espera,
entre mayo y julio del 2013 la temperatura del Pacífico ecuatorial llegaría a valores promedio. “Eso no quiere decir que
cesen las lluvias o los fenómenos. No serán culpa del Niño porque tenemos muy
caliente el Pacífico Sur y bastante caliente el Atlántico. Tampoco significa que en
el verano 2013/2014 no se genere un
Niño, hay que ver cómo reacciona el sistema climático”, anticipó García.
Aunque se tiene conocimiento de la sucesión de hechos
que provoca este fenómeno conocido como la Corriente
del Niño, su factor desencadenante es aún desconocido
para la ciencia.
El Niño tiene lugar en la zona de Ecuador; ocurre cada 3 a
6 años y tiene una duración de entre 12 y 18 meses. Los
pescadores peruanos lo bautizaron de esta manera debido a que suele surgir en las últimas semanas de diciembre, coincidiendo con la llegada del Niño Jesús, como se
conoce en algunas zonas de Sudamérica a Papá Noel.
En cambio, se llama La Niña al fenómeno meteorológico que suele seguir a El Niño (aunque no siempre van
unidos). Se le dio ese nombre porque sus efectos son,
justamente, los contrarios. Se presenta en intervalos de
2 a 7 años, durante un período que va entre los 12 y los
18 meses.
A pesar de que ambos se desarrollan en el Océano Pacífico, también repercuten negativamente en otras partes
del planeta.
El Niño hoy
Las temperaturas de la superficie del Pacífico Ecuatorial
se mantienen elevadas en el orden de 1ºC. Por esto, se
considera que la cuenca del Pacífico se encuentra en el
borde entre condiciones de estado neutral de El NiñoSouthern Oscillation (ENSO) o Niño débil. Si bien la tendencia es a la baja en las temperaturas, aún persisten
regiones extensas con temperaturas por encima de los
valores promedios.
A futuro, la mayoría de los modelos indican que el borde
entre condiciones del ENSO-neutral/El Niño débil continuarán, y alrededor de la mitad sugieren que El Niño se
desarrollará, pero permanecerá en un estado débil.
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Las tormentas que fueron noticia
GRANIZO
—
1. 29/10/2012
MARCOS PAZ
BUENOS AIRES
Piedras de 4 - 5 cm.
2. 28/10/2012
RICARDONE
SANTA FE
Granizo de 5 cm.
3. 28/10/2012
ROJAS
BUENOS AIRES
Piedras de 1 cm.
4. 22/10/2012
GRANADERO
BAIGORRIA
SANTA FE
5. 19/10/2012
CÓRDOBA
CÓRDOBA
6. 16/10/2012
RESISTENCIA
CHACO
7. 09/10/2012
CONCORDIA
ENTRE RÍOS
Granizo entre
los 2 y 3 cm.
8. 09/10/2012
SANTA FE
SANTA FE
El calentamiento de los océanos genera
vapor de agua, que llega al continente
y llueve. “En nuestra zona llueve más,
y mucho”, acotó García y destacó que
hay 40% más de días de lluvia por año
en comparación con lo que llovía antes
del año 1980. Eso se ve tomando como
referencia a la ciudad de Rafaela, por
ejemplo, cercana unos 95 kilómetros de
la capital de Santa Fe.
“En este momento lo que está determinando la situación actual es, fundamentalmente, la temperatura de los océanos,
el balance de radiación en el tope de la
atmósfera y la pequeña perturbación que
puede haber en la circulación general de
la atmósfera”, afirmó García. Según explicó, las modificaciones en la temperatura
provocan cambios en la circulación, de la
cual dependen las precipitaciones.
Algunos especialistas vinculan las modificaciones en el clima con cambios en la
radiación solar. “La realidad es que eso
hoy no lo podemos medir con los instrumentos que contamos. Por eso no se
puede afirmar que no afecte, pero tampoco se puede aceptar como un hecho
cierto”, analizó.
¿Cambio o variabilidad?
Los océanos, la atmósfera, los hielos
continentales y marinos –la criósfera-,
la vegetación y la litósfera; todos juntos
conforman el sistema climático que “es
uno solo y muy complejo”, recalcó García. Y es en ese sistema que hay una
cantidad de agua, “lo que sobra por un
lado, le falta por el otro”, comentó.
De este modo, mientras que en el nordeste de Argentina, el sur de Paraguay y
Algunos eventos meteorológicos tuvieron su momento de
fama en redes sociales y medios de comunicación, debido a la dimensión del fenómeno, medida en agua caída,
velocidad del viento y también tamaño del granizo.
Al observar el Litoral y el río de la Plata no se piensa en
tornados, pero la realidad es que dadas ciertas condiciones estos fenómenos pueden ocurrir. “Históricamente
para que ocurran se requería que la litósfera (o el suelo)
estuviera caliente”, destacó Norberto García.
Así, el 10 de enero de 1973 San Justo fue golpeada por un
tornado categoría F5 que dejó un saldo de 63 muertes. “Se
produjo en la época de calor, que es precisamente cuando
uno espera que aparezcan esos fenómenos. Pero que haya
granizadas en los meses de junio, julio y agosto, así como
el que haya tornados fuera de temporada, eso es lo que estamos viendo y no es esperable”, subrayó el climatólogo.
de Brasil hay lluvias en exceso, en el nordeste de Brasil y en Colombia sufren de
sequía. “Esto último es gravísimo porque
el río Magdalena, por ejemplo, genera el
85% de la energía de Colombia y si no
tienen agua”, analizó.
A pesar de esta dinámica permanente,
no todo lo que cambia es señal de un
“cambio climático”. Los climatólogos se
refieren a la variabilidad climática para
referirse a las variaciones propias de un
estado atmosférico en su estado de equilibrio provisorio. Toman como referencia,
para ello, períodos interanuales o interdecadales.
Mientras tanto, al referirse a un cambio climático se pone el énfasis en que
precisamente lo que se modificó es la
línea media de ese equilibrio y para ello
se toman períodos de tiempo mayores.
“Cuando hay un cambio se modifica el
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RÁFAGAS DE VIENTO
—
13. 30/10/2012
CÓRDOBA
CÓRDOBA
TORNADO
—
20. 03/11/2012
CÓRDOBA
CÓRDOBA
14. 23/10/2012
GENERAL LAGOS
SANTA FE
80 km/h.
21. 29/10//2012
RÍO TALA
BUENOS AIRES
110 km/h.
15. 22/10/2012
GENERAL LAGOS
SANTA FE
70 km/h.
22. 04/04/2012
4 TORNADOS
BUENOS AIRES
Dos F2 zigzaguearon
desde el sur de Luján,
pasando por General
Rodríguez, Moreno,
Merlo, Ituzaingó,
Castelar, Morón,
Haedo, Ramos Mejía,
zona sudoeste y sur
de Capital Federal y
finalmente Dock Sud.
Otro F2 desde Ciudad
Evita hasta Punta Lara
F1 en Almirante Brown.
16. 16/10/2012
GENERAL LAGOS
SANTA FE
Ráfagas de 68 km/h
17. 19/09/2012
URUGUAY
Vientos de 170km/h.
en Punta del Este
y 120 km/h.
en Montevideo
18. 18/09/2012
SALTA
SALTA
Velocidades entre 80
y 120 km/h.
19. 18/09/2012
GENERAL LAGOS
SANTA FE
95 Km/h.
Fuente:
Servicio
Meteorológico
Nacional
9. 02/10/2012
SANTA FE
SANTA FE
10. 02/10/2012
PARANÁ
ENTRE RÍOS
11. 18/09/2012
EL COLORADO
FORMOSA
Granizo menor a 1 cm.
12. 05/09/2012
SAN AGUSTÍN
CÓRDOBA
promedio, la dispersión alrededor de ese
promedio y se van modificando otras
componentes del sistema climático que
van cambiando el comportamiento”, destacó el especialista.
En Santa Fe, por ejemplo, los investigadores de la UNL identificaron tres períodos
con diferencias climáticas significativas
a lo largo del siglo XX y hasta la actualidad. Así, mientras que en los comienzos
del 1900 y hasta la década de 1930 fue
un período húmedo, le siguió otro, entre
los años ´40 y los ´60, seco. Finalmente, en la década de 1970 comenzó un
período que parece extenderse hasta la
actualidad denominado como “hiperhúmedo”, ya que presenta un incremento
en las lluvias del 20%, mientras que los
caudales de los ríos de la región se incrementaron en un 35%. “Es un salto enorme que marcó un período con grandes
inundaciones del Paraná y de los bajos
submeridionales”, destacó.
Estos escenarios de cambio no sólo son
de interés para meteorólogos y climatólogos ya que las modificaciones en el clima
de una región repercute en una variedad
de dimensiones que incluyen su actividad
productiva, organización territorial y obras
de ingeniería. Según explicó García, las
obras de infraestructura requieren una
previsión en función de la cual se calculan los márgenes de seguridad. Los que
se tomaban de referencia hace décadas
pueden ya no ser válidos.
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