DE H I S T O R I A N A T U R A L . 67 admiran la rara perfección con que había llegado, con elementos notoriamente deficientes, á obtener fotografías de las diatomeas, incluso las formas más pequeñas, que no desmerecen de lo mejor realizado en este género en el extranjero. »Desgraciadamente estaba ocupándose el finado en ampliar y reformar su trabajo cuando la muerte descargó sobre él súbito golpe, y así los apuntes y materiales han quedado en un estado en que es difícil á otra persona que el mismo autor coordinarlos debidamente; trabajo que intento con temor, aunque alentado por la ayuda insustituible del reputado m i crógrafo el Sr. Fungairiño, grande amigo del malogrado Cala. »Ni el mencionado trabajo, con dar gallarda muestra de las sobresalientes aptitudes de nuestro desgraciado amigo para este género de investigaciones y de su loable tendencia á seguir derroteros originales, ni su hoja de estudios que acredita un excesivo esfuerzo, que influyó más que otra causa alguna en el quebrantamiento de su salud, constituyen sus mayores títulos á esta modesta pero espontánea manifestación de simpático recuerdo. Lo que tenía Cala de más hermoso eran sus condiciones personales, en que maestros y compañeros fundaban tantas esperanzas, hoy bruscamente desvanecidas. Inteligente, dotado de una perseverancia incomparable, atractivo por su modestia y noble sinceridad, todos cuantos le han tratado le querían entrañablemente. No olvidarán, seguramente, sus compañeros de estudios de Sevilla la gran participación que tuvo en los constantes trabajos del arreglo de las colecciones de aquella Universidad y en la formación de las que allí se crearon. Nadie como él siempre dispuesto á encargarse de las tareas más penosas y á consagrar á ellas con e n tusiasmo y jovial alegría todas las horas que le dejaban libres sus estudios oficiales. «Cifraba el malogrado naturalista su mayor anhelo en la posesión de una cátedra, como medio de consagrarse al cultivo de sus aficiones, para lo que iba reuniendo elementos á medida que se lo permitían sus recursos, habiéndose adquirido un magnífico microscopio petrográfico, el gran modelo R e i chert, completo. Manifestaba decidida vocación hacia los estudios geológicos, y en las excursiones que con él realicé tuve ocasión de descubrir su notable perspicuidad y elevación de miras para semejante linaje de investigaciones.