Efecto de las catástrofes naturales en los derechos de las personas jóvenes EDITORIAL: Eugenio Ravinet //// TRIBUNA IBEROAMERICANA: Michelle Bachelet //// ENTREVISTA: Javiera Mena //// PANORAMA: Jóvenes y emergencias en América latina y el Caribe: retos y oportunidades ante los desastres naturales - UNFPA-LACRO // Centroamérica envuelta en huracanes: CEPREDENAC en acción - CEPREDENAC // Lecciones de una tragedia - Abraham Santibáñez // El papel que juegan los jóvenes ante catástrofes naturales en El Salvador - Raúl Murillo //// REPORTAJE: ¿Cómo cambió nuestras vidas el terremoto del 27F en Chile? Efecto de las catástrofes naturales en los derechos de las personas jóvenes. Secretario General Eugenio Ravinet Secretaria General Adjunta Leire Iglesias Comité Editorial Eugenio Ravinet Leire Iglesias Paul Giovanni Rodríguez Olga Tofiño Carolina Espinoza Diseño y Maquetación Li Genzken Distribución y Suscripción Secretaría General de la Organización Iberoamericana de Juventud Paseo de Recoletos, 8, 1 planta 28001 – Madrid Teléfonos: +34 913690350-913690284 E mail: oij@oij.org Nota de la redacción Las opiniones expresadas por los autores y las personalidades entrevistadas en esta revista no responden necesariamente a la posición oficial de la Organización Iberoamericana de Juventud. La responsabilidad de las mismas compete exclusivamente a sus autores. Queda autorizada la reproducción total o parcial de los contenidos de esta revista, siempre y cuando quede citada la fuente. Fotografías Dichato, Chile: Álvaro Hamamé Fotografías Concepción, Chile: Pablo Martínez Dep. Legal: M-42540-2009 Sumario Septiembre 2010 DITORIAL Muchas culturas juveniles, muchos actores Eugenio Ravinet, Secretario General de la OIJ RIBUNA BEROAMERICANA Michelle Bachelet NTREVISTA Javiera Mena ANORAMA ANORAMA Jóvenes y emergencias en América Latina y el Caribe: retos y oportunidades ante los desastres naturales - UNFPA- LACRO Centroamérica envuelta en huracanes: CEPREDENAC en acción ANORAMA Lecciones de una tragedia Abraham Santibáñez EPORTAJE ANORAMA El Papel que juegan los jóvenes ante catástrofes naturales en El Salvador Raúl Murillo ¿Cómo cambió nuestras vidas el terremoto del 27-F en Chile? Las catástrofes naturales aplastan los sueños de nuestros jóvenes Eugenio Ravinet Secretario General OIJ C uando habla la naturaleza, hay poco que decir, poco que preparar, poco que prevenir. Cuando habla la naturaleza a través de terremotos, tsunamis, huracanes, tornados o inundaciones, hay poco tiempo para reaccionar y en fracciones de segundo no sólo se pierden vidas o bienes materiales, sino también ilusiones y proyectos de vida que quedan truncados, en muchos casos, para siempre. 2010 está siendo un año especialmente dramático en lo que a catástrofes naturales se refiere y al nefasto terremoto en Haití de enero, le siguieron el terremoto en Chile, las inundaciones en Brasil y el fatídico paso del huracán Agatha sobre Centroamérica. Por esta razón, quisimos que el número 10 de nuestra Revista Iberoamericana de Juventud estuviera dedicado al efecto de las catástrofes naturales en los derechos de las personas jóvenes, asumiendo que son los más afectados por situaciones de catástrofe. De esta manera, la ex presidenta de Chile, Michelle Bachelet, nos explica cómo su país lucha porque las secuelas del terremoto no afecten los estándares de desarrollo humano y sostenibilidad que ha alcanzado Chile en el último tiempo y que a la vez, se han traducido en una mejora de la calidad de vida de niños y adolescentes. Entrevistamos a la cantante chilena Javiera Mena, parte de los veinte artistas latinoamericanos que participaron en la primera edición del festival “Viva la Canción”, con fin benéfico para los terremotos de Haití y Chile. La oficina regional del UNFPA hace una reflexión sobre la relación entre los jóvenes y las emergencias en América Latina y el Caribe y la posibilidad de transformar los desastres naturales en retos y oportunidades, haciendo especial hincapié en la situación de Haití. Centroamérica ocupa un lugar importante en nuestro análisis y es por eso que lo abarcamos conociendo de cerca el trabajo del Centro de Coordinación para la prevención de los desastres naturales en América Central, CEPREDENAC y del Sistema de Protección Civil de El Salvador. Cerramos con un reportaje que recopila testimonios en primera persona, de jóvenes afectados por el terremoto en Chile y con una invitación a conocer más nuestra Iberoamérica y los derechos de los jóvenes a través del juego/ red social “14.000 km sin fronteras”. Esperamos que disfruten de estas páginas e inviten a más lectores y lectoras a conocerla en la versión digital, en nuestra web: www.oij.org ditorial 5 ribuna beroamericana 6 Reconstrucción y oportunidades Michelle Bachelet 7 Michelle Bachelet, ex Presidenta de Chile y Presidenta de la Fundación Dialoga, en la presentación de estudio Índice de Oportunidad Humana (IOH) (Casa América de Madrid, mayo de 2010). 8 ribuna beroamericana T odavía Chile está viviendo un momento muy difícil. Este invierno ha sido muy duro para muchas familias que realmente fueron afectadas por el terremoto, y muy duro también porque después de todos estos meses, nos damos cuenta realmente de lo que pasó. Hay dolor, tristeza y sufrimiento, pero por otro lado, otra cosa que caracteriza siempre a los chilenos es la capacidad para pararse frente a la adversidad. Capacidad de unirse, de apoyarse unos a otros y de salir adelante. Creo que esta mezcla de sensaciones sucede a menudo en la humanidad, en los seres humanos frente a una catástrofe. Es una mezcla de dolor, de sufrimiento, de la “pérdida grande”, pero por otro lado nos sentimos con la fuerza que da el saber que no estamos solos, que nos unimos como país y que hay una comunidad internacional dispuesta a ayudar. Y en eso estamos. Pero no todas son malas noticias para nuestro país. En el estudio Índice de Oportunidad Humana (IOH) 2010, que mide justamente cuánto se ha progresado en la universalización del acceso a servicios básicos que garanticen la nivelación de oportunidades para sus habitantes y, por ende, sus posibilidades de tener una vida productiva, Chile destaca en la región latinoamericana, al medir las oportunidades que nuestros niños tienen al nacer. Que Chile esté en el primer lugar, en varios aspectos del IOH, muestra que en nuestro país hubo una prioridad clara con respecto a la primera infancia y que eso es clave para entregar oportunidades y para entregar mayor equidad en la esperanza de ese niño latinoamericano. Y el hecho de que un niño tenga ciertos grados de esperanza, es para mí algo muy satisfactorio, puesto que fue una de mis grandes prioridades de gobierno. Por otro lado, creo que uno nunca debe ser soberbio en ese sentido, puesto que si estamos bien dentro de los países estudiados, todavía nos falta un mayor desarrollo y mejorar la calidad de muchos de los procesos, que permitan que los niños chilenos de verdad tengan muchas más oportunidades. Entonces, con los resultados del IOH siento una mezcla de orgullo, de satisfacción por lo logrado, pero por otro lado, conciencia del desafío, de que no se puede “bajar la guardia” y que no se puede quitar prioridad porque, como decía nuestra Premio Nobel, Gabriela Mistral, el futuro de los niños es siempre hoy y no se puede esperar para mañana. En el fondo es una invitación no sólo a los chilenos sino también a todos los gobiernos latinoamericanos, a que revisemos a nuestros niños, ya que es la mejor inversión que el país puede hacer. 9 10 ntrevista “El terremoto fue como estar en una película de acción” Javiera Mena Cantante chilena Del 20 al 23 de mayo se celebró en Madrid el festival “Viva la Canción”, una iniciativa de Casa América y la revista “Zona de obras” que contó con la colaboración de la Organización Iberoamericana de Juventud, OIJ. El evento, reunió a la nueva generación de cantautores iberoamericanos que reivindicaron el valor de la canción en el siglo XXI, tales como Álex Ferreira, Lucrecia Dalt, Nixon, Gepe, Chinoy, Tulsa, María Gadú, entre otros. Conversamos con una de las exponentes de esta nueva hornada, la chilena Javiera Mena, quien actualmente se encuentra en pleno trabajo de grabación de su segundo disco junto al reputado productor, Cristián Heyne. Solista adelantada, auditora desprejuiciada y compositora inspirada, así se define ella misma, una autora independiente que también puede ser una cantante de fans. 11 P: Javiera, ¿en qué etapa de tu carrera estás? r: Estoy a punto de sacar mi segundo disco. Con el primero, “Esquemas Juveniles”, comenzó mi internacionalización ya que viajé con este disco por España, Argentina, México, Brasil, Perú y me fue bastante bien. Ahora estoy cerrando mi nuevo disco que se llama “Mena”, mi apellido, pero también significa varias cosas más. De este disco, estoy presentando mi single titulado “Hasta la verdad”, antes de presentar mi nuevo trabajo en Chile. P: ¿Cómo viviste el terremoto en Chile? ¿Qué estabas haciendo? r: Estaba en una fiesta, del sello Pelo Music, con colegas argen- tinos, que no están acostumbrados a los terremotos y quedaron súper asustados. Yo estaba en una reunión, terminando el disco, de hecho mi partner, mi socio, y mi co productor, estaba dentro del estudio, que es en un subterráneo y vivió todo esto más intenso. Yo sentí el terremoto y de repente salí corriendo y me abracé a un árbol y claro, “se acabó la fiesta”. Yo dije, ya, esto fue un terremoto y me largué a reír de nervios, pero después vi la cara de la gente, toda descompuesta y pensé que era algo más grave. Desde chica siempre le he tenido bastante respeto a los terremotos y a los tsunamis, me enseñaron que si hay un terremoto y estoy al lado del mar, lo que tengo que hacer es subir al cerro. Nos metimos todos dentro del auto y nos fuimos a Santiago. Ya me imaginaba yo, con el auto flotando, y todos adentro. Fue muy fuerte todo. Como que mi vida se transformó en una película de acción. Me cambió la vida el terremoto, es decir, fue muy decisivo y me marcó mucho. P: ¿Cómo crees que afectó a los jóvenes chilenos? r: Depende de la etapa que estás viviendo. A mí en lo personal, me hizo madurar mucho y darme cuenta de que hay cosas que no importan tanto, mi instinto de supervivencia que nunca lo había tenido, afloró en esos momentos extremos. Creo que a todos nos hizo darnos cuenta de que hay que vivir bien la vida, aprovechar lo que tienes y conformarte y alegrarte con ello. Por otro lado, creo que todos sentimos una vibración especial en la gente, en la calle, con todas las personas y también sirvió para darnos cuenta de que vivimos en un lugar súper sísmico y que había que ser conscientes de eso. También vi una cohesión de la juventud en torno al terremoto: organizamos fiestas para juntar plata, nació una onda solidaria que no sabíamos que la teníamos, -salvo en las Teletones- y que afloró de manera especial con el terremoto. 12 P: ¿Y cómo afectó el terremoto en tu trabajo? r: Bueno, de partida, dos semanas de inactividad porque lo único que hacía era pensar en el terremoto, era el tema de todo el mundo. Luego hubo réplicas y a mí me tomó como un mes volver a tomar el ritmo que tenía antes, era una cosa de dentro, como que costaba sacarnos de la cabeza todo lo que estaba pasando. Ver por ejemplo, todo lo que estaba pasando con la gente en el sur, donde fue el epicentro del terremoto, te afectaba. Fue una experiencia fuerte, que seguramente la voy a reflejar en mi proceso de creación, en mis canciones. P: ¿Participaste en alguna jornada solidaria? r:Sí, participé en algunas, pero una vez transcurrido un tiempo, porque el “marketing del terremoto” era una cosa que me chocaba, que no me gustaba. Participé en varias iniciativas, la última de ellas en una subasta con más artistas y ahora que ha pasado harto tiempo desde el terremoto, veo que se siguen haciendo cosas. P: ¿Y en qué momento de tu carrera llega el festival “Viva la canción”? r: Conocía a algunos de los artistas chilenos que participaban, pero no a todos, a muchos los escuché por My space o por el youtube. Pero como todavía está presente en nosotros el contexto del terremoto y del tsunami, es eso lo que nos une cuando nos encontramos en un evento así lejos de Chile. Ya te digo que esto fue una cosa fuerte, un movimiento del continente que te deja “plop” por mucho tiempo. El “Viva la canción”, me encantó desde el principio, me encantó la propuesta, la idea de colaborar, el componente solidario con Chile, Haití y Brasil. P: ¿Y te sientes representada con esta etiqueta de nuevos cantautores? r: Sí, sí, porque yo objetivamente soy cantante y autora. No al estilo de los cantautores clásicos como Víctor Jara o Joni Mitchell, pero sí en el sentido del concepto de cantautor. O sea, yo canto, toco el teclado, compongo, pero mi música es más electrónica, más pop y así me siento más independiente. 13 anorama 14 Jóvenes y emergencias en América Latina y el Caribe: retos y oportunidades ante los desastres naturales UNFPA- LACRO Oficina regional UNFPA para América Latina y el Caribe En América Latina y el Caribe hay 105,457 millones (1) de jóvenes (2), el mayor número en nuestra historia. Viven en una región que, por sus características geográficas, presenta un alto riesgo de sufrir desastres naturales, vulnerable ante erupciones volcánicas, sismos, fuertes lluvias que derivan en inundaciones y deslizamientos de tierra, tormentas tropicales, huracanes, incendios forestales, y sequías. Este riesgo aumenta ante la presencia de asentamientos urbanos construidos en zonas sísmicas, en laderas de montañas con alto riesgo de deslizamientos de tierra, o en las márgenes inundables de los ríos. D urante las emergencias humanitarias, los y las jóvenes se ven superados por situaciones traumáticas y extremas en las que a menudo han de asumir roles de personas adultas, generando un enorme estrés al que les resulta muy difícil poder hacer frente. Algunos de estos factores provocan un aumento en las conductas de riesgo e incrementan el número de embarazos tempranos y no deseados, los cuales, en condiciones precarias y con limitado acceso a servicios de salud y de información, ponen en grave peligro la vida de las niñas adolescentes y de las mujeres jóvenes. Las personas jóvenes a menudo desplazadas a causa de un desastre natural, ya sea en albergues o residiendo con amigos o familiares, ven quebrados sus mecanismos de obtención de ingresos; debilitadas las redes sociales; con frecuencia pierden a sus padres o se ven en la obligación de separarse de ellos en busca de un lugar seguro donde protegerse de los efectos del desastre. Todo ello incrementa notablemente su vulnerabilidad, particularmente la de las niñas, siendo a menudo las víctimas de redes de tráfico y explotación, con una mayor exposición al sexo inseguro, lo cual pone sus vidas en grave riesgo, expuestas a embarazos no deseados e infecciones de transmisión sexual, incluyendo el VIH y el sida. con la falta de derechos reproductivos de las jóvenes, la exclusión social y la reproducción intergeneracional de la pobreza. A esto se añade el hecho de que las niñas adolescentes embarazadas enfrentan mayores riesgos de morbilidad y mortalidad materna debido a las complicaciones durante el embarazo y el parto, acrecentadas en los momentos de crisis humanitarias. Se estima que en el mundo cinco millones de niñas adolescentes entre 15 y 18 años interrumpen su embarazo de manera insegura cada año, causando aproximadamente 70.000 muertes al año (4). El papel de la población joven en un contexto de crisis Salud sexual y reproductiva en contexto de crisis Las personas jóvenes también demuestran una enorme fuerza y gran potencial para hacer frente a tan adversas circunstancias. Son personas creativas, energéticas e importantísimos agentes de construcción positiva del cambio. Sin embargo, a menudo sus potenciales contribuciones son obviadas y quedan excluidos de los mecanismos de participación y toma de decisiones en la prevención de riesgos, la respuesta humanitaria y los procesos de reconstrucción. La maternidad adolescente, sobre todo la no deseada, preocupa, desconcierta y nos llama a la acción urgente. En nuestra región, las tasas de embarazo adolescente son más altas que el promedio mundial, sólo superado por el África Sub-sahariana. Casi una cuarta parte de las jóvenes latinoamericanas entre 15 y 24 años, ha sido madre antes de los 20 (3). Así pues, el embarazo adolescente constituye en América Latina un asunto de salud pública que tiene estrecha relación Asimismo, resulta fundamental reconocer el trabajo y los aportes de las personas jóvenes hacia la construcción de soluciones positivas y duraderas para su comunidad; involucrar a las personas jóvenes en las acciones humanitarias, dándoles una voz que les permita expresar sus inquietudes, ideas y propuestas. Una respuesta humanitaria garante de los derechos humanos ha de involucrar activamente a las personas jóvenes en los procesos de toma de decisiones a todos los niveles. 15 A nivel mundial, el número total de desastres naturales se ha duplicado en las últimas dos décadas, la mayor parte de ellos vinculados al clima. Durante el mismo periodo, el número estimado de personas afectadas pasó de 174 a 250 millones. Las mujeres, niños y niñas representan más del 75% de las personas refugiadas y desplazadas a nivel mundial (5). A nivel mundial, 5 de los 20 países con mayores niveles de población desplazada debido a desastres naturales se encuentran en América Latina y el Caribe (Brasil, Chile, Cuba, Haití y Honduras) (7). 16 De este 75%, se estima que el 25% son mujeres en edad reproductiva, de las cuales, una de cada cinco podría estar embarazada (6). En situaciones de emergencia, las personas jóvenes enfrentan problemas específicos que afectan a su salud reproductiva: Embarazo temprano y no deseado Complicaciones en el embarazo y el parto Mortalidad materna Exposición a la infecciones de transmisión sexual, incluyendo el VIH y el sida Abortos inseguros Violencia sexual, acoso, explotación, trata y tráfico En situaciones de emergencia, las personas jóvenes presentan necesidades especiales para salvaguardad su salud reproductiva y el respeto por sus derechos reproductivos: Acceso a información sobre sexualidad y salud reproductiva, incluyendo VIH y sida Acceso a servicios de planificación familiar Acceso a servicios de atención en salud prenatal, parto y postparto Confidencialidad, privacidad y respeto en la provisión de servicios Prevención del aborto inseguro Acceso a servicios de calidad para la prevención de las infecciones de transmisión sexual 17 Protección frente a la violencia de género, incluyendo violencia sexual y acceso a los servicios apropiados El caso de Haití Con 9.5 millones de habitantes, el 60 por ciento de la población haitiana tendría menos de 24 años de edad 84) y un 22.7% entre 15 y 24 años (9). Se estima que del total de personas desplazadas en Haití (10), 272.400 serían jóvenes. Sólo en Champs de Mars - la plaza principal de la ciudad situada frente a las ruinas del Palacio Presidencial – habría unas 15.000 personas, cerca de 3.500 menores de 15 años (11). 18 La magnitud del terremoto del 12 de enero y sus consecuencias han provocado graves disrupciones en las comunidades y en la normalización de la vida de los y las jóvenes. El UNFPA, junto con el Ministerio de la Juventud de Haití, ha iniciado un ambicioso programa para garantizar la participación activa de las personas jóvenes en la rehabilitación del país. Mediante la contratación y formación de los y las jóvenes afectados por el desastre, UNFPA está proporcionando una estructura social y comunitaria, al tiempo que les da la oportunidad de aprovechar su energía y su entusiasmo mediante programas del fomento del empleo. Así, el UNFPA prevé crear 76.000 puestos de trabajo para jóvenes quienes, además recibirán apoyo psicosocial, espacios de diversión y deporte, así como acceso a centros y servicios especializados. Es esencial impulsar programas desde una perspectiva basada en los derechos humanos y sensibles al género, identificando los múltiples factores que acentúan su vulnerabilidad ante la marginación y la inequidad. Son por tanto necesarios enfoques multisectoriales que vinculen la provisión de servicios de salud, de protección y de apoyo psicosocial, así como programas de empleo y educación especialmente orientados a las personas jóvenes. anorama Notas (1) Population Division of the Department of Economic and Social Affairs of the United Nations Secretariat, World Population Prospects: The 2008 Revision, http://esa.un.org/unpp (2) 15-24 años, definición de jóvenes según programa de acción para la juventud de las Naciones Unidas (3) Juventud y cohesión social en Iberoamérica, CEPAL, 2008 (4) Adolescent Sexual and Reproductive Health Toolkit for Humanitarian Settings, UNFPA y Save the Children, 2009 (5) UNHCR (6) UNHCR (7) OCHA (8) UNFPA: Final Country Programme Document for Haiti, 1 October, 2008, DP/FPA/CPD/HTI/4, p.2. (9) http://lac.unfpa.org/public/lang/es/news/pid/4913 (10) 1.2 millones (11) http://lac.unfpa.org/public/news/pid/5055 19 anorama 20 Centroamérica envuelta en huracanes: CEPREDENAC en acción CEPREDENAC Centro de Coordinación para la Prevención de los Desastres Naturales en América Central Guatemala, El Salvador y Honduras son los países de Centroamérica más afectados por la tormenta tropical Agatha que ya ha dejado cientos de muertos y miles de damnificados. El CEPREDENAC, el Centro de Coordinación para la Prevención de los Desastres Naturales en América Central, trabaja en la prevención y mitigación de los desastres por fenómenos naturales en la región. E l huracán “Agatha” que afectó durante mayo y junio a Centroamérica es la cuarta catástrofe natural en 2010 después del terremoto de Haití, las inundaciones de Madeira y Cusco y el terremoto de Chile. Pero ¿qué sabemos de los huracanes en la zona? ¿Se pueden predecir? El Centro de Coordinación para la Prevención de los Desastres Naturales en América Central, CEPREDENAC participa de manera activa en la prevención de este tipo de catástrofes. Se creó a través de leyes nacionales en los países de Centroamérica con el mandato de promover actividades, proyectos y programas que conduzcan a la reducción de riesgos a desastres que provoquen pérdidas humanas y económicas causadas por los factores socionaturales. Es un organismo regional de carácter intergubernamental, perteneciente al Sistema de Integración Centro Americano -SICAcomo Secretaría Especializada. El Centro promueve y coordina la cooperación internacional y el intercambio de información, experiencias y asesoría técnica y científica en materia de prevención, mitigación, atención y respuesta de desastres. Asimismo, sistematiza y registra la información relacionada con la prevención, mitigación, respuesta, impacto y recuperación de desastres, en forma dinámica, interactiva y accesible, a nivel regional. Los principios que orientan las políticas, planes, estrategias y proyectos de CEPREDENAC son la promoción del Enfoque Integral de Reducción de Vulnerabilidad como elemento indispensable de los procesos de desarrollo, lo que implica el enfoque sistémico en la institucionalidad nacional, la promoción sectorial, regional y nacional, y la adecuación de normativas; la ampliación de la participación hacia otros sectores institucionales y de la sociedad civil; el fortalecimiento de capacidades locales para la reducción del riesgo y el fortalecimiento a las capacidades de respuesta en los niveles local, nacional y regional. CEPREDENAC nació en 1987 como una instancia para la promoción de la cooperación regional en la prevención de los desastres. Sus países miembros, El Salvador, Costa Rica, Belice, Guatemala, Nicaragua, Panamá, Honduras, están representados por dos integrantes que participan en dos vertientes: la de organismos de respuesta y la de instituciones técnico-científicas. En su primera etapa, 1987 - 1990, sólo los organismos de la vertiente técnico-científica cooperaron a escala regional, cada uno en su especialidad, con un neto predominio de las ciencias de la tierra. Se integraron en una red, pero no se fomentó la articulación de sistemas nacionales entre las dos vertientes ni la inclusión de otras. En la etapa 1990 - 1993, la institución regional se abrió al interés general, impulsada en ese entonces por los estudios y por los miembros de la red. Como consecuencia de esta influencia se preparó la modernización de los aparatos de respuesta en sistemas integrales de prevención. La Reunión de Presidentes Centroamericanos en Guatemala en 1993, dio como resultado la ejecución de un Plan Regional de Reducción para Desastres y en el que se establece el Centro de Coordinación para la Prevención de los Desastres Naturales en América Central -CEPREDENAC- como un organismo regional. En el periodo siguiente 1993-1998, CEPREDENAC se transformó en una institución intergubernamental, parte del SICA. La reunión de Presidentes Centroamericanos de 1993, acordó la elaboración de un Plan Regional de Reducción de Desastres (PRRD) y encargó esta tarea al CEPREDENAC. El Plan Regional establece la base sobre el cual se desarrollarán los planes nacionales y los sectoriales. La situación permaneció así, hasta el huracán Mitch (1998) que vino a realzar la importancia del desarrollo de las capacidades de prevención. 21 En la XX Cumbre de los Presidentes de las Repúblicas de Costa Rica, El Salvador, Guatemala, Honduras, Nicaragua, y el Primer Vicepresidente de Panamá, acompañados del Vicepresidente de la República Dominicana y el Primer Ministro de Belice, en Ciudad de Guatemala, 1999, se aprobó el “Quinquenio Centroamericano para la Reducción de las Vulnerabilidades y el Impacto de los Desastres” para el período 2000-2004. El Plan Regional para la Reducción de Desastres –PRRD– ha avanzado en el planteamiento de acciones para la prevención y mitigación de los desastres por fenómenos naturales, a pesar del aumento frecuente de eventos que causan los desastres en la región. La evaluación del Quinquenio sirvió para actualizar las líneas estratégicas y el período de actuación del PRRD 2006-2015. Actualmente, el nuevo Convenio Constitutivo para CEPREDENAC del 13 de junio de 2003 en Belice ha sido ratificado por los Congresos de 5 países de la Región. 22 anorama ¿Por qué los huracanes se “ensañan” con Centroamérica? La región centroamericana es una de las regiones con mayor probabilidad de ocurrencia de desastres, debido a su posición geográfica y a los procesos de acumulación de riesgos que presenta, tanto por sus niveles de vulnerabilidad, como por el incremento de las amenazas naturales y socio-naturales. La pregunta más frecuente es si el aumento del número de eventos catastróficos en la región se debe a un incremento inusual en la ocurrencia de fenómenos físicos extraordinarios tales como terremotos, huracanes, lluvias intensas, erupciones volcánicas, deslaves, entre otros. La respuesta para el CEPREDENAC es “no”. “Más bien podemos afirmar, que este aumento mantiene vínculos con la dinámica de construcción en nuestras sociedades, que propician los siguientes factores: - La concentración en zonas de riesgo de grupos sociales muy vulnerables con una baja capacidad económica para absorber el impacto de los desastres y recuperarse de sus efectos; - El inapropiado uso de la tierra y los asentamientos humanos en áreas propensas a amenazas como laderas de ríos y humedales, combinado con condiciones de vida, frágiles e inseguras, con escasa infraestructura social y de servicios; - El empobrecimiento de las zonas rurales y el incremento progresivo de los niveles de amenaza a través de los procesos de degradación ambiental; y - Una débil capacidad de reducción y gestión del riesgo dentro de los procesos de desarrollo, por parte de instituciones públicas y privadas, y de los gobiernos nacionales y locales”. Además, según el CEPREDENAC, se debe contar con un factor adicional que condiciona la ocurrencia de desastres que es el empobrecimiento rural que caracteriza a importante franjas de la población centroamericana, cuyas condiciones de vida se han visto deterioradas y dependen de complejas estrategias de subsistencia como la emigración estacional. 23 24 anorama Lecciones de una tragedia En la madrugada del 27 de febrero, Chile fue sacudido por uno de los cinco terremotos más violentos que se han registrado científicamente. Para el periodismo fue un gran desafío, pero el balance es positivo. Se hace mención, sin embargo, de las críticas, para que sirvan como lección para el futuro, especialmente para las generaciones jóvenes de periodistas y comunicadores. Abraham Santibáñez Presidente del Colegio de Periodistas de Chile 25 anorama C on típica vanidad, los chilenos creemos tener “una cultura sísmica”. En rigor algo hay, ya que en el último medio siglo nuestro país soportó media docena de estremecimientos telúricos de gran magnitud, incluyendo el doble sismo de mayo de 1960, 9,5 grados en la escala Richter, hasta ahora el de mayor intensidad desde que hay registros científicos. Como fuere, con o sin cultura sísmica, la población resistió en buena forma el devastador terremoto del 27 de febrero, que afectó a la región más poblada de Chile, entre Santiago y Temuco, seguido de un doble maremoto. La cifra de víctimas fatales, según el último recuento, es de 521 personas, un número relativamente bajo si se considera la hora (3:34 de la madrugada). El balance, dado a conocer en mayo, redujo de 125 a 56 las personas cuyo destino se desconoce, probablemente arrastradas por el mar. Hasta ahora, el peor problema ha sido la masiva destrucción de viviendas en ciudades como Concepción, Talca y Chillán y otros poblados costeros. Pese a los acelerados esfuerzos por reponer las casas destruidas (la mayoría de adobe), las lluvias empezaron a mediados de mayo, dejando en crítica situación a miles de familias instaladas en “mediaguas” (elementales construcciones de madera) o incluso en carpas. El gobierno –que asumió un par de semanas después del terremoto- ha asegurado que todas las personas tendrían un techo sólido antes del comienzo del invierno, el 21 de junio. Antes se comprometió, y logró cumplir, a que todos los estudiantes estarían en clases en abril, a fin de que no perdieran el año escolar. Está pendiente todavía el balance de cómo respondió el periodismo en la emergencia. Ha habido algunas críticas por un supuesto exceso de sensacionalismo, pero personalmente –y como presidente del Colegio de Periodistas de Chile- creo que hay que matizar los juicios. 26 La primera reacción de los periodistas fue plenamente profesional. Pese a la falta de energía eléctrica y la falta generalizada de las comunicaciones, se esforzaron por entregar el máximo posible de información. No hay que olvidar que la interrup- ción de las líneas telefónicas complicó seriamente a las autoridades. Conviene, además, tener presentes las circunstancias: el sismo ocurrió en la madrugada del último sábado de las vacaciones de verano, cuando muchos chilenos todavía estaban en sus lugares de descanso o preparando el retorno, y –en el gobierno saliente- la mayoría de los funcionarios de confianza ya estaban desocupando sus oficinas y escritorios. En medio de este caótico panorama, el periodismo –la radio, en primer lugarcumplió su cometido. Las quejas surgieron más tarde, como lo subrayaron sendas declaraciones de los organismos de control ético de periodistas y empresarios, que acogieron las protestas por: informaciones desbalanceadas; exceso de sensacionalismo, reiteración inútil de conceptos y, sobre todo, de imágenes, y falta de cuidado ante la sensibilidad de las víctimas y sus familias. Críticas y recomendaciones El juicio más crítico, en especial de la TV lo emitió el Observatorio de Medios, de Fucatel, un organismo privado de análisis. Señaló en parte: “Apenas pudieron normalizar las transmisiones, los canales de televisión iniciaron el despliegue de sus equipos en el territorio afectado, dando paso a una intensa cobertura que contribuyó a iluminar la dimensión de la tragedia, pero también a exacerbar el caos y a magnificar los desbordes delincuenciales. Se alternaron, en general durante las primeras transmisiones, el dato duro y necesario con una sobredosis de testimonios lacrimógenos y una majadería informativa que tuvo, al menos una semana, a medio Chile con los nervios de punta entre réplicas y contra réplicas, anuncios de falsos maremotos, periodistas sobreexcitados que pronuncian cada diez segundos la palabra “dantesco” y los registros de reporteros aficionados que suben, compulsivamente, a la red sus aventuras sísmicas personales grabadas desde un celular”. Por su parte, el Tribunal Nacional de Ética y Disciplina del Colegio de Periodistas fue igualmente crítico, pero matizó un poco más: “Lamentablemente, y en la medida que se ha ido conociendo la crudeza de las consecuencias del terremoto, se ha advertido en algunos medios de comunicación un uso indebido de imágenes y testimonios captados en medio del dolor, para la construcción de mensajes informativos que buscan captar receptores por medio del sensacionalismo.” “En tal situación, es necesario recordar que el Código de Ética señala expresamente que el periodista ‘en especial respetará la intimidad de las personas en situación de aflicción o dolor, evitando las especulaciones y la intromisión gratuita en sus sentimientos y circunstancias.” “Frente a situaciones dramáticas como las que ha enfrentado el país, se requiere con mayor razón la entrega de información rigurosa, responsable y veraz, que no llame a confusiones, y menos aún a aumentar el dolor y el temor en la ciudadanía”. 27 En parecidos términos expresó su preocupación el Consejo de Ética de la Federación de Medios de Comunicación. En ambos casos, sin embargo, se destacó positivamente el papel del periodismo y de los medios, ya que no se escatimaron esfuerzos y con bastante rapidez, en medio de la inevitable confusión generada por las circunstancias y el cambio de autoridades de gobierno, los chilenos tuvimos una amplia visión de la tragedia. Con la mirada puesta en el futuro, el Consejo de la Federación de Medios planteó en su declaración: “Este Consejo de Ética debe subrayar el papel fundamental que en situaciones de catástrofe desempeñan los medios de comunicación, lo que les genera como consecuencia una grave responsabilidad social. Por tal motivo sugiere a las escuelas de Periodismo y, en general, a las entidades formadoras de comunicadores sociales, que, con la experiencia acumulada con el terremoto y maremoto del 27 de febrero de 2010 y con las discusiones habidas en ellas sobre la calidad de la cobertura hecha por los medios, se enseñe a los estudiantes qué es lo que corresponde registrar en casos de crisis; el sentido que debe tener la edición de las informaciones; la importancia de romper rutinas establecidas y adoptar decisiones editoriales congruentes con la situación que se está viviendo; la manera de transmitir adecuadamente la dimensión del drama en sus aspectos material y humano y la necesidad de mantener siempre una actitud crítica frente a las autoridades, a las víctimas y a todos los involucrados”. En esta línea de apreciación, el Colegio de Periodistas de Chile, aparte de respaldar las recomendaciones que se han hecho y que se reproducen en esta nota, invita a nuestros colegas más jóvenes, y también aquellos jóvenes que no son periodistas, pero que vieron en lo ocurrido una oportunidad para informar, a analizar el papel de la comunicación y el servicio a la comunidad. Esta ha sido una gran tragedia, pero al hacer el balance, creemos que el periodismo hizo un valioso aporte a la comunidad. Esta es, sin duda, la mejor lección de una situación bien resuelta, pero que se pudo encarar de mejor forma. 28 Abraham Santibáñez. Periodista titulado en la Universidad de Chile. Fue director de la revista Hoy y del diario La Nación. Profesor de Periodismo Interpretativo y de Ética profesional en la Universidad Diego Portales y otras universidades chilenas. Autor de textos de periodismo y libros de reportajes. Miembro de número de la Academia Chilena de la Lengua. Actualmente es presidente del Colegio de Periodistas de Chile. 29 anorama En El Salvador las amenazas de tipo hidrometeorológicas son generadas por fenómenos naturales como los huracanes, tormentas tropicales y bajas presiones que se forman en el Atlántico y el mar Caribe en cierta época del año, principalmente, del mes de mayo a octubre y, en algunas ocasiones, logran extenderse hasta el mes de noviembre. La evolución de estos fenómenos propicia destrucciones, en especial, en lugares altamente vulnerables con poblaciones muy pobres que son afectadas de una forma impactante dañándoles en la parte social, ambiental, económica e institucional. Esto sucede en la parte baja de las cuencas de los ríos, donde los mayores problemas son las pérdidas de vidas humanas y los daños materiales, así como la no recuperación de sus bienes y la correspondiente pérdida económica de forma directa. E n este sentido, es importante el encontrar mecanismos de respuesta y mejora de las condiciones de vida que ayuden a establecer un proceso de desarrollo sostenible para lograr reducir en su totalidad el factor de destrucción, al menos, en los bienes materiales. Cabe mencionar que existen mecanismos de atención en caso de catástrofes, a través de brigadas de rescate y de ayuda humanitaria formadas por jóvenes que se preparan especialmente para ello en centros escolares. Vulnerabilidad de la población cercana a zonas inundables Existe sobre las zonas inundables una gran cantidad de población que se ubica en la parte de mayor peligrosidad, que obviamente la vuelve vulnerable ante fenómenos naturales. Esa condición requiere realizar acciones que ayuden a dar mejor atención a estas zonas para que puedan sobrevivir ante hechos relevantes como pueden ser los huracanes, tormentas tropicales, bajas presiones y vaguadas entre otros. 30 La vulnerabilidad conduce a la fragilidad que presenta una sociedad al ser impactada por un fenómeno natural, destruida en sus bienes y dañada en su economía y entorno medio ambiental. En ese sentido, se busca ver de la mejor forma como una población está preparada o cómo se debe apoyar a sus habitantes, para tener capacidades que permitan mejorar su respuesta y saber qué hacer ante hechos relevantes que en algunos momentos pueden ser imprevistos. Las poblaciones pobres como los campesinos, muchos de ellos, jóvenes, no son usuarios regulares de servicios ambientales en la parte baja y media de las cuencas. La mayoría de sus habitantes están desinformados respecto de cómo enfrentar una catástrofe y no tienen acceso a servicios de salud, atención médica preventiva y educación. A este sector se le considera “población en riesgo” por las inundaciones o con déficit de agua, aumentando de esa manera la vulnerabilidad existente. Así mismo, la población ubicada en zonas urbanas (marginales, ingresos bajos, básicos, agua potable, asentamientos espontáneos) están en riesgo de ser afectadas dentro de las cuencas hidrográficas señaladas. Los riesgos Los riesgos se convierten en desastres una vez que se intensifican estos fenómenos naturales generando problemas serios en los lugares de mayor vulnerabilidad. En ese sentido, el equipo encargado de esta área, analiza las diferentes amenazas y relaciona el riesgo con la vulnerabilidad así como con la capacidad que pueda presentar una determinada población para responder ante El papel que juegan los jóvenes ante catástrofes naturales en El Salvador Raúl Murillo Subdirector del Sistema de Protección Civil en El Salvador 31 Cortesía de La Prensa Gráfica de El Salvador ANTES DEL DESASTRE En esta etapa los jóvenes reciben la formación y capacitación no solo de desastres sino de otras disciplinas que reciben como voluntariado, en especial los universitarios que también dan parte de su profesión. En los centros escolares cada nivel del edificio debe de tener y preparar un grupo de jóvenes por aula que permita la facilidad de evacuar en cualquier momento en caso de seismo y conformar las brigadas para estar mejor preparado ante un desastre. DURANTE EL DESASTRE En esta etapa el joven entra en contacto con otros jóvenes del centro escolar para ayudarlo a la vez que los universitarios se preparan para ayudar donde se les designe, ya sea en un centro de acopio de ayuda humanitaria o en lugares impactados. El mecanismo es instalar un CENTRO DE OPERACIONES DE EMERGENCIA desde el que las autoridades del voluntariado y las de Protección Civil definen donde se necesita actuar para prestar asistencia. DESPUÉS DEL DESASTRE 32 El mecanismo es atender las necesidades de ayuda humanitaria. anorama 33 hechos relevantes. De esa manera los riesgos se vuelven manejables una vez se contemplen las condiciones de respuesta en las diferentes fases de un desastre como son las fases de un antes, durante y después. Esta parte que corresponde a medir la amenaza y la vulnerabilidad da una idea de cómo se puede evaluar una situación que permita considerar muchos aspectos como organización, preparación, capacidad, respuesta, recuperación, alertas tempranas, entre otras cosas. Es importante manifestar que este punto algunas veces se vuelve un indicador de capacidad y de un proceso de desarrollo que condiciona los compromisos futuros y a largo plazo. Conscientes de la situación anterior existen instituciones de Gestión de Riesgo que impulsan estrategias encaminadas, a la prevención, mitigación y al manejo adecuado de los recursos con el fin de preservar la vida y los bienes de la población salvadoreña, especialmente, aquellos que viven en situaciones de alto riesgo. Brigadas especiales de rescate, evacuación, ayuda humanitaria y albergues temporales Existen equipos de jóvenes que buscan entre su voluntariado ayudar en catástrofes que se producen por fenómenos naturales. Estas brigadas son comisiones operativas que se forman en los centros escolares para evacuar, dar primeros auxilios y administrar albergues temporales. Además de estas existen otras brigadas formadas por grupos universitarios conocidas como “ángeles del voluntariado” (grupo formado por varias universidades que logran ser parte de la respuesta ante un desastre). Esta última busca que la respuesta sea con ayuda humanitaria en la parte que corresponde a selección de víveres y ropa para repartir en los lugares más necesitados. Como se puede ver, el papel de los jóvenes en estos casos consiste en ser operativos donde más se necesita. En su desempeño logran ser parte del quehacer social y de esa manera logran crecer en su desarrollo personal. Estas brigadas se forman a través de capacitaciones por parte de Protección Civil y ONG (preparadas para formar brigadas) y actúan en centros escolares identificados por DIPECHO, organismo de la Comunidad Europea en ayuda humanitaria y preparación para desastres que mantiene un programa enfocado a comunidades y centros escolares; así mismo Japón y UNICEF ayudan a preparar brigadas en las comunidades más afectadas. 34 Los jóvenes que desean permanecer en las brigadas deben de formarse para la capacitación y ser autorizados por autoridades escolares y universitarias. 35 eportaje 36 ¿Cómo cambió nuestras vidas el terremoto del 27-F en Chile? El terremoto que afectó a la zona centro sur de Chile, el pasado 27 de febrero no solo inclinó el eje del planeta (acortando 1,26 microsegundos la longitud de cada día en la Tierra, según la NASA). El terremoto fundamentalmente cambió la vida a todos los chilenos, recordando lo frágil que es el ser humano. Conversamos con algunos jóvenes chilenos que vieron interrumpidas sus vidas por la catástrofe. Juan, 17 años, alumno de 3ª medio “Las mediaguas no son una solución” El terremoto afectó a mi vida y a mi salud porque lo perdimos todo yo y mi familia. Me dejó choqueado el haber perdido mi casa y llegué a pensar que tendría que dejar de estudiar. Todavía sigo con miedo por todo. Tenía planes de salir a distraerme con mi familia pero después de la tragedia tuvimos que modificar todo. Lo único que me consuela es que mi familia está bien y el consuelo de que Dios arma y desarma las cosas, pero después te da el doble si te quita algo. Pienso que ni la ciudad ni el país estaban preparados para esta tragedia. El gobierno no tenía idea de lo que pasaba en las zonas costeras y la ayuda fue poca y tardó en llegar. Las mediaguas no son la solución porque esa no es la solución para la vida. Jocelin, 17 años, alumna de 4º medio “La gente espera soluciones entre la humedad y la mugre” Carolina, 16 años, alumna de 2º medio “Creo que nadie estaba preparado para lo que pasó” El terremoto afectó mi vida y la de mi familia ya que perdí todo, la casa y las cosas. Menos mal que mi familia está bien. Con respecto a los estudios creo que lo estoy manejando bien, saldré adelante. Todo se modificó, no tenía nada para ir al liceo, felizmente me han ayudado y ahora estoy más convencida de estudiar y tener una profesión. Creo que nadie estaba preparado para lo que pasó, estuvimos mucho tiempo solos, sin ayuda. Ahora creo que están tratando de que todo vuelva a la normalidad, pero los que sufrimos lo vemos lejano. Me afectó demasiado, pues perdimos absolutamente todo, quedamos en la calle, afortunadamente solo la muerte no tiene solución y mi familia está bien. En mi vida estudiantil solo perdí mis útiles y quizás mis ganas de estudiar pero poco a poco las voy recuperando. Mis planes siguen siendo los mismos, terminar 4to medio y seguir estudiando. Sé que tengo el apoyo de mis padres y es lo único que necesito para ser alguien en la vida. Definitivamente este país no está preparado para enfrentar este tipo de catástrofes, ha pasado un tiempo ya y todavía queda mucho por hacer, estoy segura que si ocurriera nuevamente un Tsunami se echarían nuevamente la culpa unos a otros, mientras la gente espera soluciones sigue en la humedad y en la mugre. 37 eportaje Andrea, 18 años, alumna de 4º medio “Me da miedo separarme de mi familia y que les pase algo” Me afectó pues me es muy difícil separarme de mis seres queridos. Ahora me da miedo que pase algo y no estar con ellos. En los estudios estoy tratando de salir adelante con mucho esfuerzo y dedicación porque quiero ayudar a mis padres lo más pronto posible. Mis planes después de salir de 4ºmedio eran seguir estudiando pero ahora creo que deberé trabajar para ayudar a mi familia, no me echaré a morir, seguiré luchando. Creo que ahora todo el mundo está de una u otra forma preparado, pues el golpe ha sido tan fuerte que nadie lo podrá olvidar, solo me duele la lentitud del gobierno frente a la emergencia, la cual, siempre afecta más a los que menos tienen. Víctor, 17 años, 3º medio “Mis planes quedaron en nada, lo perdí todo” En el plano estudiantil tuve que comprar todo de nuevo, tuve que olvidarme del preuniversitario y quizás no pueda entrar a la universidad y tenga que trabajar en vez de hacer lo que se suponía haría. Mis planes quedaron en nada, perdí todo, la plata que hay hace falta para arreglar la casa, es por eso que el preuniversitario, la universidad y todos mis sueños ya no pueden ser, incluso, ni el más mínimo gasto se puede. No estamos preparados, nunca se hizo ninguna operación anti Tsunami o anti terremoto, el país es pobre porque no tenemos la capacidad de reaccionar ante estas tragedias, solo creo que si esto hubiera ocurrido en Santiago, todo habría sido más rápido y más efectivo. 38 Cristian Chandía, periodista “Mis primeros 5 minutos del 27/F” Me encontraba en la terraza de un sexto piso de un edificio en la ciudad de Concepción, cuando a las 03:34 am, un movimiento de forma de látigo remeció todo dejando un silencio en mi mente y entendiendo que algo grande venía. Luego, se cortó la luz y comenzó el sonido de los vidrios que se quebraban, mezclados con los gritos de mis amigos que estaban conmigo. Salí rápidamente de la terraza y me fui al living, donde apoyé mi espalda a la muralla para estabilizarme. Con mi celular llamé a mi hermano para que evacuara a mis papás que viven a una cuadra de la playa en Penco… él me respondió que estaba en Talcahuano con su novia, pero lo que me dejó tranquilo fue que no andaba en el auto de la casa y con ese movimiento tenía claro que mis papás arrancarían al cerro por el peligro de tsunami. Posteriormente, me pude comunicar con mi mujer, Valentina, quien se encontraba con mi hija Magdalena y mi suegra, quien me dijo que se encontraba bien y que no fuera para allá mientras no pasara el peligro… luego, la señal de los celulares colapsó y no supe de nadie más… El movimiento comenzó a aumentar y era como un abanico. Por momentos pensaba que el edificio caería y que ojalá los rescatistas nos encontraran entre los escombros… al reaccionar les dije a todos que teníamos que evacuar, por lo que salí con dos de mis mejores amigos por las escaleras de emergencia, claro que ellos tomaron una salida y yo, sin respuesta todavía, salí por otra. Bajé corriendo y veía como los detalles de las murallas de cemento caían (se había activado la luz de emergencia), hasta llegar a un descanso en donde Dios de seguro me encaminó a abrir una puerta que era en dirección a la conserjería, en donde con la persona encargada abrimos la puerta principal y la reja, para que los habitantes escaparan. Al salir a la calle el movimiento seguía y el polvo superaba los 3 metros… desde el piso -2 del estacionamiento salen mis dos amigos con la camioneta y nos teníamos que dirigir a un sector cerca del aeropuerto para rescatar a la familia de uno de ellos. Tomamos a gran velocidad la ruta de la costanera del río Bío Bío y nos encontramos con el camino hundido, puentes destruidos, un edificio en el suelo, por lo menos 4 llamas de la refinería que superaban los 5 metros de altura y generaban un color rojizo en el cielo, con una luna llena que para otro lado mostraba una ciudad suspendida en polvo, con el edificio de la Intendencia en el plano principal… varias veces intenté despertar de la pesadilla, pero no pude. 39 40 eportaje Juan Carlos Aguayo Contreras, Profesor de Historia y Geografía “Aprendimos que la naturaleza no respeta nuestras reglas” Desperté en medio de un tremendo ruido y mi cama se remecía violentamente, de inmediato me levante para dirigirme a la habitación de mi hijo de diez años que está a solo unos metros de donde me encontraba, pero era imposible avanzar, no podía mantenerme de pie y caía al suelo, la casa literalmente se batía en todas direcciones. Gritaba para saber de mi esposa y de mi hijo pero en medio de ese ruido estremecedor como si una locomotora atravesara mi casa se anulaban mis gritos, la desesperación, el miedo y principalmente la angustia se apoderó de mí. Sobre mi cabeza sentía volar cajones de mi closet, escuchaba los vidrios que se quebraban, todo parecía derrumbarse y yo no lograba avanzar, finalmente gateando llegue al cuarto de Benjamín pero al tocar su cama solo encontraba todo tipo de cosas que habían caído sobre ella, el impacto de creer que mi hijo estaba aplastado, me causó el momento más angustiante de mi vida. Pero afortunadamente cuando el movimiento comenzó a calmar logré escuchar los gritos de un sobrino en el primer piso y por fin pude llegar al pasillo que da con la escalera y supe que mi mujer y mi hijo habían bajado. Corrí rápidamente a encontrarme con ellos y abrazarlos, pero mi esposa había caído escalera abajo y no podía moverse porque se había fracturado. La adrenalina en esos momentos da fuerzas increíbles y sin mayor dificultad la tome en brazos y la saque al jardín por una ventana, lo mismo a mi hijo y mi suegra, luego salte también, corte el gas y la corriente eléctrica y al encontrarme fuera de la casa pude dimensionar el desastre que había ocurrido. La antigua chimenea de piedra que se elevaba al frente de mi casa había caído pero antes de caer removió toda la casa, derrumbo todo el frente y descuadro la estructura. Si bien el dato oficial dice que el terremoto fue grado 8,8 en mi casa debe haber sido grado diez. A partir de ese momento todo el grupo familiar buscamos refugio en el lugar que nos pareció más seguro en medio del jardín. Una brillante luna llena iluminaba la noche más terrible que estábamos viviendo, fuertes replicas nos recordaban cada cinco minutos que éramos protagonistas de uno de los terremotos más fuertes en la historia de Chile. El silencio acompañado del miedo, el frio de estar con lo puesto y la angustia hizo la noche eterna. Prácticamente no hablábamos solo esperábamos como entregados a nuestro destino. En la radio del auto logré sintonizar una emisora local y las informaciones que entregaban eran ambiguas y dramáticas. Por un lado se informaba de un maremoto en las ciudades costeras de la región y por otro las autoridades políticas negaban su existencia. Al día siguiente supimos la tremenda tragedia que dejó el negado maremoto. A partir de esa madrugada del 27 de febrero todo cambió, nuestra casa inhabitable, la perdida de tantos años de esfuerzo en tres minutos, incomunicados, sin los servicios básicos, replicas constantes, miedo, incertidumbre e inseguridad, se convirtieron en parte de nuestra realidad. Sólo la unidad familiar, los amigos cercanos y la solidaridad con los vecinos, hicieron esta situación más llevadera y sobre todo más aceptable, no era sólo yo, todos estábamos viviendo lo mismo. Sin duda, recorrer las calles de Concepción aunque ya ha pasado muchos días del terremoto, es un recordatorio constante de la pesadilla que hemos vivido. Ahora no queda más que salir adelante, volver a empezar, buscar los recursos o la solidaridad y reconstruir lo que se perdió y aceptar que vivimos en el país más sísmico de la Tierra y que esa realidad nos acompañará de por vida. El terremoto marca un antes y un después, aprendimos que la naturaleza no respeta nuestras reglas y que lo importante no está en aquellas cosas que nos quitan el sueño sino en aquellas cosas simples que tenemos a nuestro lado, pero que por ser tan simples no vemos que están allí. 41 Catalina Acuña, 25 años, estudiante de Psicología “Me siento orgullosa de ser parte del gran grupo de jóvenes que están haciendo algo por su país y que se han tomado muy en serio la reconstrucción” El terremoto para mí llego en un momento en que estaba realizando los últimos procedimientos para titularme, mi examen de grado. Mi universidad se fundó en Concepción, donde fue el epicentro del terremoto, y por lo tanto, muchos de mis profesores trabajan o tienen familia allí, incluso algunos viven allí y viajan todas las semanas a Santiago, ya que trabajan en las dos sedes a la par. Es por esto que mi examen de grado se aplazó, lo cual me puso mucho más nerviosa porque tendría que seguir estudiando y nadie sabía que iba a pasar con el examen, ni hasta cuando iba a tener que postergarse. A la espera de dar mi examen de grado me fui a construir mediaguas al sur de mi país, con la organización “Un techo para Chile” y luego tuve que volver a Santiago a estudiar, cosa que para nadie es grata en un momento en que todo el país estaba conmocionado y uno quería estar en todo momento viendo las noticias o pendiente de sus amigos o familiares que habían sufrido con esta tragedia. La verdad es que no tuve mayores problemas, pero algunos amigos que vivían en los lugares más dañados perdieron todo, incluso familiares y a raíz de eso uno se siente tocado y cuesta creer que a ellos se les derrumbó todo y uno sigue en pie, mirándolo desde la televisión pero sintiéndose un poco ajeno también. Como se postergó el examen de grado, se postergó también mi práctica profesional que viene luego de este examen y como las practicas deben empezar a comienzos de semestre, pude empezar mi práctica sin el requisito de aprobar o no el examen, lo que de alguna manera me favoreció, lo mismo le pasó a muchos compañeros cuyas universidades tuvieron que flexibilizarse en algunos aspectos para poder acomodarse a lo que estaba pasando en el país. A raíz del terremoto me inscribí para formar parte del equipo de “Un techo para Chile”, agrupación de jóvenes y profesionales voluntarios que construyen mediaguas para quienes no tienen vivienda y que en este momento están trabajando más que nunca para todas aquellas personas que se quedaron sin nada luego del terremoto/tsunami, para poder darles una ayuda y comenzar de nuevo y poner en pie sus vidas. He ido a dos ciudades del sur de Chile y ha sido muy conmovedor ver cómo está el país, uno siente que hay que levantar el país y por lo mismo seguiré yendo mientras pueda. Uno se siente orgulloso de ser parte del gran grupo de jóvenes que hoy están haciendo algo por su país y que se han tomado muy enserio la labor de reconstrucción. 42 ORGANIZACION IBEROAMERICANA DE JUVENTUD La Organización Iberoamericana de Juventud , OIJ, es un organismo internacional de carácter multigubernamental dedicado a la promoción y fomento de la cooperación en materia de políticas públicas de juventud entre los gobiernos iberoamericanos. Por tal motivo, ha coordinado importantes tareas en el ámbito regional, entre las que destacan la Convención Iberoamericana de Derechos de los Jóvenes y el Plan Iberoamericano de Cooperación e Integración de la Juventud. www.oij.org