Más de la mitad de los contratos eventuales dura menos de un mes

Más de la mitad de los contratos eventuales dura menos de un mes
Más de la mitad de los contratos eventuales dura menos de un mes
Más de la mitad de los contratos eventuales que se registraron el año pasado en España duraron menos de un
mes. Es más, casi una cuarta parte tuvo un plazo máximo de una semana. La última memoria del CES denuncia
el alto nivel de rotación del mercado laboral español y afirma que cada tres meses cambia un 20% de la plantilla.
Casi el 94% de los contratos de trabajo que se celebraron el año pasado en España fueron temporales, de una u otra
modalidad. De ellos, más de la mitad de los que tenían fijada su duración se firmaron por menos de un mes. Y en el caso
de los contratos eventuales ?los más frecuentes?, una cuarta parte tuvo una vigencia máxima de una semana. Lo dice la
memoria sobre la situación socioeconómica y laboral de España en el 2002 del Consejo Económico y Social (CES), que
subraya ?el fuerte peso que tiene la contratación de muy corta duración en el empleo eventual?.
La realidad de los contratos eventuales se repite en el caso de los contratos por obra y en los de interinidad, con la
salvedad de que en estas dos últimas modalidades tiene mayor peso la contratación por un periodo indeterminado (véase
gráfico). En el caso de los contratos temporales a tiempo parcial ?menos numerosos que los firmados por jornada
completa?, el peso de los contratos cortos es inferior: el 39% tuvo una duración de menos de un mes.
En su análisis del mercado de trabajo español, el CES también destaca los altos índices de rotación de plantillas. ?De
acuerdo con los datos de la encuesta de coyuntura laboral (ECL), en los tres primeros trimestres del 2002 se produjeron
más de 6.100.000 altas de trabajadores y cerca de 5.700.000 bajas, lo que supone observar en cada trimestre más de dos
millones de altas y 1,9 millones de bajas, o lo que es lo mismo, que cada tres meses cerca de un 20% de la plantilla que
había al inicio del trimestre está compuesta por personas distintas?, señala el informe. Otro dato que enfatiza el CES es
que la mayoría de trabajadores que el año pasado se quedó sin empleo (en concreto el 63,3%) fue porque acabó un
contrato temporal, frente a sólo un 8,6% que quedó en paro por despido.
Los representantes sindicales subrayan que estos datos confirman el elevado grado de precariedad y rotación del
mercado laboral español ?uno de cada tres asalariados tiene contrato temporal? y prueban, en su opinión, que muchos empresarios hacen un
uso fraudulento de la legislación porque encadenan contratos temporales para cubrir puestos de trabajo que en realidad
son fijos.
?El problema no es que los contratos temporales duren poco, pues eso podría ser hasta razonable si pensamos que están
destinados a cubrir proyectos específicos o puntas de producción en una empresa. El problema es que se encadenan
contratos temporales para no hacer un contrato indefinido, y prueba de ello es que, según las estadísticas oficiales, de los
cuatro millones de trabajadores con contrato temporal que hay en España, un millón tiene una antigüedad en la empresa
superior a la que figura en su último contrato?, explica Carlos Martín, economista del gabinete técnico confederal de
Comisiones Obreras.
Añade que ?estos datos demuestran que al menos un millón de empleos supuestamente temporales son en realidad
puestos de trabajo estructurales que, de regularizarse, situarían la tasa de temporalidad española en los estándares
europeos?.
En una línea similar se expresa Jesús Pérez, secretario ejecutivo confederal de UGT, quien asegura que las estadísticas
de rotación en el empleo ?indican que un mismo trabajador llega a encadenar hasta 15 contratos temporales en una
misma empresa y que, por un mismo puesto de trabajo, en algunas empresas pasan hasta 15 empleados en un solo año?.
A su juicio, ?el problema está en que resulta más barato para la empresa hacer contratos temporales que uno indefinido?,
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Más de la mitad de los contratos eventuales dura menos de un mes
por lo que propone elevar las cotizaciones sociales de los contratos eventuales.
Martín, por su parte, cree que el problema del encadenamiento de contratos ?es fácil de atajar desde la inspección de
trabajo a partir de los datos del INEM con sólo cruzar los nombres de las empresas y de los trabajadores para ver el
tiempo que llevan rotando por la misma; si no se hace es porque la inspección está desbordada y prioriza sus
actuaciones en detectar fraudes en las cotizaciones, porque eso genera ingresos a las arcas públicas, y regularizar la
contratación temporal, no?. Respecto a la duración de los contratos eventuales, el dirigente de CC.OO. considera que,
aunque sigue siendo corta, ?desde que se prohibió realizar más de una prórroga se ha alargado algo la vigencia de
algunos contratos iniciales, porque el empresario está ahora obligado a planificar mejor el tiempo que necesitará a ese
trabajador?.
La Vanguardia
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