DÉFICIT DE ATENCIÓN CON HIPERACTIVIDAD ORIGINAL Cartografía cerebral y trastorno por déficit de atención con hiperactividad J.R. Valdizán a, M.A. Navascués b, M.V. Sebastián b CEREBRAL MAPPING AND ATTENTION-DEFICIT HYPERACTIVITY SYNDROME Summary. Introduction. The clinical features of the attention-deficit hyperactivity disorder are characterized by attention deficit, an impulsive style of behavior and cognition and excessive motor activity. The incidence is estimated to be between 3 and 5% of the school population, and it is considered that there are one or two children with attention deficit in all children’s classes during the early years of schooling. Objective. Electroencephalogram measurements using spectral analysis gives fresh information about the cerebral electrogenesis of children with attention-deficit hyperactivity disorder. Patients and methods. In this study we diagnosed 21 children as having attention-deficit hyperactivity disorder and compared them with a control group of 13 healthy children of the same average age, at rest and whilst carrying out various tasks. Results and conclusions. Greater values of delta relative amplitude were found in the attention-deficit hyperactivity disorder group in their basal EEG at the F7, F8, FP1, FP2, F3, F4 and C3 sites. During visual testing differences were observed in the alpha band, also in the frontal region (F7, FP1, FP2 and F4) with the children of the control group showing the higher values. The level of significance used was 0.05. The cortical distribution of the dominant frequencies was different also. In addition, we present a method for cerebral mapping by means of spline functions developed by Duchon, which allow cerebral bioelectrical activity to be mapped in three dimensions. [REV NEUROL 2001; 32: 127-32] [http://www.revneurol.com/3202/k020127.pdf] Key words. Attention deficit. Cerebral mapping. Hyperactivity. Infantile electroencephalogram. Spline functions. INTRODUCCIÓN 2001, REVISTA DE NEUROLOGÍA durante el desarrollo de un trastorno general y no se explica por la presencia de otra alteración mental (es decir, emocional, ansiedad o de personalidad). El sujeto experimenta dificultad en mantener la atención durante el trabajo o actividades de ocio y, consiguientemente, le resulta difícil completar una tarea. En adolescentes y adultos, los síntomas de hiperactividad toman la forma de inquietud y dificultad en desarrollar actividades sedentarias relajadas. En el último período de la infancia, los signos de excesiva actividad motora son menos frecuentes (correr y saltar excesivamente, moverse mientras están sentados, etc.) y los síntomas del TDAH se limitan a inquietud motora y una sensación interior de desasosiego. En muchos sujetos, los síntomas cesan durante la adolescencia y la madurez, aunque una minoría de individuos sufren los síntomas completos del TDAH cuando son adultos. En un intento de encontrar un sustrato anatómico, el enfoque del estudio de este trastorno se ha centrado en buscar un defecto clínico, y se han encontrado algunas similitudes entre las manifestaciones clínicas de niños con TDAH y pacientes que han sufrido una lesión en el lóbulo frontal. Los dos tipos de trastorno se ponen de manifiesto mediante problemas de atención y control de los impulsos. Se detecta en ambos una reducción de la capacidad de autocontrol, lo que conduce a comportamientos inadecuados. Este hecho ha llevado a la consideración de que la disfunción frontal podría representar un modelo neuropsicológico de este trastorno [4]. La cuantificación del electroencefalograma (EEG) a través de su análisis espectral permite obtener nueva información acerca de la electrogénesis del cerebro en niños con TDAH. En el presente trabajo se exploran las características espectrales del EEG de este tipo de pacientes en situación de reposo y durante la realización de tareas de atención. Adicionalmente, se presenta un método de interpolación por funciones spline para la obtención de mapas de actividad bioeléctrica cerebral. Este método proporciona una superficie de interpolación global y explícita, que permite aproximar el valor del parámetro de cuantificación en cualquier punto REV NEUROL 2001; 32 (2): 127-132 127 El término trastorno por déficit de atención con hiperactividad (TDAH), como entidad de diagnóstico, se ha introducido recientemente. Hasta 1980, con la publicación de la tercera edición del manual de enfermedades mentales de la American Association of Psychiatry (DSM-III) [1], se habían utilizado otros términos, como disfunción cerebral mínima, niño hiperactivo, hipercinesia, trastornos del aprendizaje y otros, para expresar el conjunto de comportamientos anómalos presentes en niños y con considerable repercusión en la esfera sociofamiliar. En general, las manifestaciones clínicas del TDAH se caracterizan por un déficit de atención, una conducta y unos estilos cognitivos impulsivos y un exceso de actividad motora (DSM-IV) [2]. Como consecuencia, la sintomatología es principalmente comportamental y tiene manifestaciones en el despliegue de la personalidad, en los rendimientos académicos, en la dinámica familiar y en la adquisición de habilidades sociales. Su incidencia se calcula entre un 3 y un 5% de la población escolar y se considera que hay uno o dos niños con déficit de atención en cada clase durante los primeros años de escolarización [3]. Hay dos dimensiones diferentes en el TDAH: una con síntomas de atención deficiente y otra con síntomas de excesiva actividad motora e impulsividad. Algunos de los síntomas problemáticos de la hiperactividad o de la atención deficiente pueden aparecer antes de los 7 años. Este problema no se manifiesta Recibido: 29.12.99. Recibido en versión revisada: 22.07.00. Aceptado: 01.09.00. a Servicio de Neurofisiología Clínica. b Departamento de Matemática Aplicada. Centro Politécnico Superior de Ingenieros. Universidad de Zaragoza. Zaragoza, España. Correspondencia: Dr. José Ramón Valdizán. Servicio de Neurofisiología Clínica. Hospital Miguel Servet, P.º Isabel la Católica, 1 y 3. E-50009 Zaragoza. Fax: +34 97635 1893. E-mail: valdizan@lander.es Financiado por el Fondo de Investigaciones Sanitarias (proyecto 94/1521) y la Universidad de Zaragoza (proyectos 226-34 y 226-55). J.R. VALDIZÁN, ET AL del cráneo, para encontrar las áreas cerebrales donde se dan los máximos y los mínimos, así como dibujar mapas de actividad cerebral del EEG en dos y tres dimensiones. Por medio de estas superficies, se muestra la distribución cortical de la actividad bioeléctrica cerebral en las bandas habituales: delta, theta, alfa y beta. También se han realizado mapas de significación [5] para visualizar las diferencias obtenidas al comparar el grupo de niños con TDAH con el grupo control de niños sanos. Los antecedentes del presente trabajo se encuentran en diferentes estudios electroencefalográficos sobre niños hiperactivos, en los que se indica la existencia de excesiva actividad lenta que desaparece con el crecimiento y que podría sostener la hipótesis de un trastorno de maduración del cerebro. Christopher y Mann [6], por ejemplo, detectan un incremento de la actividad theta, más notable en las zonas frontal y central, y un decrecimiento en las regiones temporal y posterior. Satterfield et al [7] señalan que el EEG de niños hipercinéticos muestra más potencia en el espectro 0-8 Hz. Otros grupos de investigación recalcan el hecho de que sólo un subgrupo de niños diagnosticados con TDAH manifiestan EEG anormales, y siempre corroborando un exceso de actividad lenta en reposo [8-10]. PACIENTES Y MÉTODOS Sujetos Se han seleccionado 21 niños diagnosticados de TDAH, con un promedio de edad de 9,3 ± 1,5 e igualados en género. Esta población se ha comparado con un grupo control de 13 niños, con una media de edad similar 9,2 ± 1,3. El diagnóstico de TDAH se ha basado en el criterio DSM-IV [2], escalas TRS (del inglés, Teachers Rate Scale) y PSQ (del inglés, Parents Symptoms Questionnaire) de Conners [11], el Children’s Depression Inventory, escalas de evaluación de estado y rasgo de ansiedad, y la Wechsler Intelligence Scale for Children (WISC) [12]. – Criterios de inclusión. Además de los anteriormente citados, se consideró la posesión de un cociente intelectual de más de 80 en el test WISC y que los niños estuvieran integrados en un proceso de escolarización normal. – Criterios de exclusión. Evidencias clínicas de psicosis, déficit sensoriales notables, graves trastornos afectivos, déficit de atención transitorio y otras alteraciones causadas por la reacción de factores ambientales específicos, situación ambiental marginal, un cociente intelectual <80, coexistencia con otros trastornos relacionados con la atención deficiente (alteraciones del comportamiento y el aprendizaje, estados de ansiedad), tratamiento psicológico o farmacológico antes o durante la adquisición de los datos. Los niños pertenecientes al grupo control fueron seleccionados aleatoriamente por los profesores y pertenecen a los mismos grupos escolares que los niños con TDAH. Para cada sujeto, se han recogido las siguientes señales: 1. Un EEG en reposo con ojos cerrados (basal); 2. Un EEG mientras el niño repite series de números que oye previamente (test auditivo), y 3. Un EEG durante la ejecución de una tarea que consiste en reconocer y tachar una cara diferente de las otras, en series de tres (test visual). El método de cuantificación elegido es el análisis del espectro de amplitud del EEG. El contraste de Shapiro y Wilks [13] sobre los datos ha confirmado la hipótesis de normalidad de los mismos como aceptable. Para el estudio estadístico de las muestras, se ha aplicado un análisis de varianza con el electrodo y la tarea (tipo de EEG) como factores. La prueba estadística utilizada para comparar los datos intergrupo e intragrupo, electrodo a electrodo, ha sido el test de la t de Student. La implementación de las medidas espectrales se basa en la transformada rápida de Fourier, en diferentes épocas del EEG, seleccionadas de modo que estén libres de artefactos. Esta selección se ha llevado a cabo mediante inspección visual. Se han analizado 16 localizaciones de la superficie cortical, de acuerdo con el sistema Internacional 10/20 de Jasper: F7, F8, T3, T4, T5, T6, FP1, FP2, F3, F4, C3, C4, P3, P4, O1, O2. La recogida de la señal se ha realizado con un electroencefalógrafo Grass, acoplado al programa RHYTHM, versión 5. Este equipo incluye filtros de 0,18 Hz para bajas frecuencias y 35 Hz para altas frecuen- 128 cias. La sensibilidad es de siete microvoltios por milímetro. La frecuencia de muestreo es de 128 Hz. Cada segmento elegido para el análisis tiene una longitud de cuatro segundos. El espectro de frecuencias del EEG se clasifica en bandas delta, theta, alfa y beta, y se obtiene la amplitud relativa de cada una de ellas. Funciones spline de Duchon Dado un conjunto de n puntos distintos y no alineados de R2a1,...,an (llamados nodos de interpolación) y z1,...,zn, los correspondientes valores del parámetro de cuantificación, puede probarse que entre todas las funciones vque verifican v(a1)= z1,...,v(an)= zn existe una única función s que minimiza el funcional de energía de flexión: Λ (v) = ∫ R2 ( D12 v 2 + 2 D1 D2 v 2 + D22 v 2 ) siendo Di el operador derivada parcial (i= 1,2). Esta función de interpolación thin plate se describe en un trabajo de Duchon [14] como: n σ (t) = ∑ λi t- ai 2 Log t- ai + α1 t1 + α2 t2 + β i=1 n n i= 1 i= 1 con ∑ λi = 0 ∈ R y ∑ λi ai = 0 ∈ R 2 , siendo t = (t1,t2), t = (t12 + t22) 1/2. Así, los coeficientes λ1 , λ2 ,..., λn , α1 , α2 , β ∈ R se obtienen resolviendo el sistema lineal: n ∑ K(ai, aj ) λj + ai1 α1 + ai2 α2 + β = zi (i = 1,...,n) j= 1 n ∑ aj1 λj = 0 j=1 n ∑ aj2 λj = 0 j= 1 n ∑ λj = 0 j=1 donde a i = (ai1,ai2), K (ai ,aj )= ai-aj 2 Log ai-aj , si i≠j y K (ai ,ai )= 0. En el caso en estudio, el número de puntos es n= 24, que corresponden a los 16 electrodos y ocho puntos de referencia en una elipse que los circunscribe. En estos puntos se ha dado el valor mínimo de la amplitud en la banda sobre la superficie cortical para obtener una mejor visualización. RESULTADOS Por medio del análisis de varianza (ANOVA) con factores electrodo [15] y tipo de registro (tarea) [3], se obtienen los siguientes resultados para cada banda de frecuencia y cada grupo: – Amplitud delta: en ambos grupos el electrodo y la tarea son significativos al nivel 0,01; no hay interacción en ninguno de los grupos. – Amplitud theta: en ambos grupos el electrodo y la tarea son significativos al nivel 0,01; no hay interacción en ninguno de los grupos. – Amplitud alfa: en ambos grupos el electrodo y la tarea son significativos al nivel 0,01; en el grupo control hay interacción al nivel de significación 0,05. – Amplitud beta: en ambos grupos el electrodo y la tarea son significativos; hay interacción al nivel de significación 0,01. En las comparaciones efectuadas entre los dos grupos (control y pacientes) con el mismo tipo de EEG, se obtienen diferencias al nivel 0,05 en el EEG en reposo con ojos cerrados y también durante el test visual. En el registro basal, las diferencias se encuentran en la banda delta. Se obtiene mayor amplitud relativa delta en el grupo con TDAH en los electrodos F7, F8, FP1, FP2, F3, F4 y C3. En el EEG del test visual, las diferencias se encuentran en la banda alfa, también en las zonas frontales: F7, FP1, FP2, y F4; los niños REV NEUROL 2001; 32 (2): 127-132 DÉFICIT DE ATENCIÓN CON HIPERACTIVIDAD a b Figura 1. Mapas de significación de las diferencias encontradas entre el grupo de niños con trastornos por déficit de atención e hiperactividad (TDAH) y el grupo control (parámetro t interpolado sobre la superficie cortical). Las zonas más claras corresponden a las áreas donde las diferencias son significativas al nivel 0,05. a) EEG en reposo con ojos cerrados, amplitud relativa delta. b) EEG durante la ejecución del test de percepción de diferencias (test visual), amplitud relativa alfa. Ojos cerrados a Control TDAH Test visual b Control TDAH Figura 2. Frecuencias dominantes (promedio máximo de la amplitud relativa) de cada electrodo en ambos grupos. a) EEG en reposo con ojos cerrados. b) EEG durante el test visual. REV NEUROL 2001; 32 (2): 127-132 del grupo control son los que obtienen mayores valores (ver mapas de significación en las figuras 1a y 1b). Las frecuencias dominantes (porcentaje promedio máximo) de cada electrodo para EEG y grupo fijos pueden verse en las figuras 2a y 2b. En el grupo control en descanso con ojos cerrados, la frecuencia beta es la predominante en las zonas frontal y temporal (F7, F8, FP1, FP2, F3, T3, T4, T5 y C4), mientras que en el grupo de pacientes la frecuencia dominante es delta, en la mayor parte de las posiciones frontales (F8, FP1, FP2, F3, F4) y la alfa es la predominante en las localizaciones central y posterior (Fig. 2a). Durante el test visual se encuentra un predominio de frecuencia beta en la superficie cortical del grupo control. El grupo con TDAH muestra frecuencia dominante delta en los electrodos parietales derechos. Se observa claramente en ambos grupos el bloqueo del ritmo alfa en la zona occipital (Fig. 2b). La figura 3 muestra las superficies spline de interpolación de la amplitud relativa beta promedio en el grupo control. Durante el test de atención aparece un incremento de la frecuencia sobre toda la superficie cortical. Este hecho es más evidente en los electrodos temporales para el test auditivo (Fig. 3b) y en las áreas occipital y temporal durante el test de reconocimiento de caras (Fig. 3c). En la distribución espacial de cada banda, las mayores diferencias entre ambos grupos se encuentran en el EEG de reposo con ojos cerrados. En el caso del grupo control, el máximo de la banda beta se da en los electrodos F7 y F8, mientras en el grupo con TDAH el máximo se produce en la zona temporal (T4 y T3 en orden descendente) (Figs. 4a y 4b). DISCUSIÓN Trastorno por déficit de atención con hiperactividad El estudio electroencefalográfico del TDAH muestra la existencia de excesiva actividad lenta, localizada principalmente en la zona frontal. Los niños hiperactivos muestran una amplitud relativa promedio en la banda delta en reposo mayor de lo normal. En el test de percepción de diferencias, la señal EEG muestra menor amplitud relativa en la banda alfa. En el test auditivo no se han 129 J.R. VALDIZÁN, ET AL encontrado diferencias significativas. Estos resultados corroboran básicamente los hallados por otros grupos de investigadores. Por ejemplo, Satterfield et al [7] indican que el EEG de los niños hipercinéticos muestra mayor potencia en el espectro 0-8 Hz. Montagu [16] estudia los registros electroencefalográficos de 10 niños hiperactivos mediante el cálculo del espectro de potencias y el estudio de la coherencia, y los compara con una muestra de 10 niños normales. En la citada referencia se destaca que los niños afectados por el trastorno poseen menos potencia en el intervalo de frecuencias de 8 a 10 Hz. Shetty [15] encuentra también una disminución de la potencia en la banda alfa. Otros grupos de investigación recalcan el hecho de que sólo un subgrupo de niños diagnosticados con TDAH manifiestan EEG anormales, y siempre corroborando un exceso de actividad lenta en reposo [8-10]. La novedad del presente trabajo radica, por una parte, en la utilización de parámetros cuantificadores y técnicas cartográficas distintos a los de los estudios citados en el párrafo anterior. Se han buscado diferencias significativas para el grupo paciente mediante el análisis multibanda de la amplitud relativa. Las amplitudes espectrales reflejan numéricamente la amplitud de la señal EEG que es visible en los registros gráficos. Se han elegido medidas relativas por el hecho de que son independientes de las unidades utilizadas y, por lo tanto, facilitan las comparaciones con los resultados obtenidos en otros equipos. Las frecuencias dominantes de cada electrodo tampoco son recogidas en otros estudios y, sin embargo, proporcionan una información muy útil y perfectamente cuantificable acerca de los ritmos de los registros bioeléctricos cerebrales infantiles (Fig. 2). Otro aspecto novedoso es que, en general, en los análisis realizados por otros equipos, se recogen las características de los registros electroencefalográficos en situación de reposo, mientras que aquí se obtienen resultados para los cambios espectrales que se producen en los grupos de niños durante la ejecución de determinados tests de atención (Fig. 3). El hecho de manejar 16 localizaciones corticales permite conocer con bastante precisión, utilizando las técnicas adecuadas, la distribución cortical de los parámetros espectrales. Los tamaños muestrales son superiores a los descritos en algunas referencias [16] y muy inferiores a los de otras [10]. Se ha pretendido compensar el hecho de manejar grupos no demasiado numerosos con el incremento en la variedad y la precisión de los parámetros de cuantificación utilizados. Aparte de los indicadores de tipo espectral y cartográfico aquí descritos, también se están realizando comparaciones mediante medidas provenientes de la dinámica no lineal y la teoría del caos, y otros descriptores en el dominio temporal de la señal (parámetros de Hjorth), que no se recogen en este artículo por estar en fase de preparación. Todas estas medidas conducen a la observación de una lentificación del EEG de los niños afectados por el trastorno, que es más evidente en las regiones cerebrales anteriores. Montagu [16] destaca también que este grupo muestra mayor coherencia interhemisférica en las frecuencias 0-8 Hz, es decir, una mayor sincronía en el córtex causada por un nivel bajo de actividad funcional. Este hecho coincide con los resultados establecidos por Etchepareborda et al [17], quienes emplean el análisis espectral del EEG para examinar la coherencia entre varias áreas cerebrales inter e intrahemisféricas. Estos autores observan que en pacientes de 813 años con TDAH, el desarrollo de la coherencia puede ser diferente del de sujetos normales y mostrar valores mayores de la coherencia en las regiones frontocentrales anteriores. El papel predominante del lóbulo frontal en el estudio de la aten- 130 a Ojos cerrados Beta Hemisferio derecho Área occipital Test auditivo b Beta Hemisferio derecho Área occipital Test visual c Beta Área occipital Hemisferio derecho Figura 3. Mapas cerebrales tridimensionales: superficie spline de interpolación correspondiente al promedio de la amplitud beta en el grupo control. El eje z representa el porcentaje correspondiente a la banda. a) EEG en reposo con ojos cerrados. b) EEG durante la repetición de series numéricas (test auditivo). c) EEG durante el test visual. REV NEUROL 2001; 32 (2): 127-132 DÉFICIT DE ATENCIÓN CON HIPERACTIVIDAD a b Figura 4. Mapas de contorno de la distribución cortical de la amplitud beta en reposo con ojos cerrados. a) Grupo control. b) Grupo de niños con trastornos por déficit de atención e hiperactividad (TDAH). ción está bien documentado. Es conocido el hecho de que la lesión en el área ventrotegmentaria en las ratas (punto de origen para proyecciones mesocorticales y mesolímbicas dopaminérgicas) induce un síndrome permanente de hiperactividad locomotora, hiperreactividad, perseveración en respuestas previamente aprendidas, baja tolerancia a la frustración, trastornos en la elaboración de conductas y alteracionesgenéricasdelcomportamiento.Además,hayevidencia experimental del papel que las áreas septohipocámpicas, sobre todo el sistema límbico, desempeñan en el aprendizaje de nueva información y de la cercana conexión de estas áreas con el lóbulo frontal. En el plano neuroquímico, se han propuesto dos hipótesis, una que sugiere un déficit dopaminérgico y otra que indica un déficit de noradrenalina. Para Jensen y Garfinkel [18], la dopamina es el neurotransmisor más importante involucrado en el TDAH. Oades [19] indica una anomalía tanto en el metabolismo de la dopamina como en el de la noradrenalina, y enlaza la alteración de cada neurotransmisor con la presencia de un síntoma concreto; así, relaciona la alteración noradrenérgica con el problema de atención, y el déficit dopaminérgico con el exceso de actividad motriz. Cartografía cerebral Los mapas de distribución de la amplitud relativa reflejan las zonas corticales activadas por los diferentes procesos cognitivos [20], que, en este caso, se extienden a las áreas frontal, temporal y occipital para el test visual, y la zona temporal para el test auditivo (Fig. 3). Estos resultados muestran coincidencias con el trabajo de Cochin et al, quienes describen [21] los cambios que se producen en el EEG humano mientras se observa una película de vídeo. Los autores señalan que, en esta situación, la potencia espectral de los electrodos occipitales es siempre mayor que la de los electrodos centroparietales. REV NEUROL 2001; 32 (2): 127-132 La contribución al diseño topográfico electroencefalográfico del test visual se refleja también en un incremento de la amplitud relativa beta en prácticamente todas las localizaciones corticales con respecto al EEG en reposo [22]. Este incremento va acompañado de un decrecimiento en las otras bandas, principalmente en la banda alfa. El ritmo alfa puede considerarse como el ritmo de reposo en vigilia, que se produce cuando las redes neuronales no reciben impulsos de tipo sensorial y/o cognitivo [23,24]. Algunos autores [25] observan que el decrecimiento de la amplitud del EEG refleja el nivel de excitación neuronal necesario para realizar la tarea apropiada. El decrecimiento en la amplitud del EEG se relaciona generalmente con un cambio en el espectro hacia frecuencias más altas. Esta transformación puede describirse también en términos de parámetros no lineales [26], de manera que es innecesario el uso de otros indicadores de tipo invasivo. El método desarrollado por nuestro grupo para realizar la cartografía cerebral presenta muchas ventajas frente a las técnicas convencionales. Habitualmente, la interpolación de los datos en el dominio espacial se efectúa punto a punto, como promedio de los valores obtenidos en los electrodos más próximos. De este modo, no pueden realizarse representaciones gráficas tridimensionales como las presentadas en la figura 3. Por otra parte, la precisión cuantitativa es muy superior en el caso de interpolación mediante funciones spline. Ver, por ejemplo, Perrin et al [27]. Las técnicas desarrolladas por Duchon [14] proporcionan una función interpoladora explícita para estimar el valor del parámetro de cuantificación en cualquier punto de la superficie cortical. Esta expresión analítica aporta un conocimiento más profundo de la distribución topográfica de los indicadores neurofisiológicos, ya que puede estudiarse la geometría de la superficie que la representa, pueden localizarse los máximos y mínimos corticales de un 131 J.R. VALDIZÁN, ET AL determinado descriptor, dibujar mapas de contorno y densidad del mismo, efectuar representaciones tridimensionales, etc. Se ha utilizado también esta metodología para la ejecución de mapas de significación que presentan las áreas donde se dan las diferencias entre los grupos de estudio (Fig. 1). Como inconveniente podría citarse la necesidad de utilizar herramientas informáticas sofisticadas como, por ejemplo, procesadores simbólicos, cuyo empleo no está todavía excesivamente extendido. BIBLIOGRAFÍA 1. American Psychiatric Association. Diagnostic and statistical manual of mental disorders. 3 ed. Washington DC: American Psychiatric Association; 1987. 2. American Psychiatric Association. 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Se han obtenido valores mayores de la amplitud relativa delta para el grupo con TDAH en las localizaciones F7, F8, FP1, FP2, F3, F4 y C3 en electroencefalogramas basales. Durante la realización de un test visual, las diferencias se han encontrado en la banda alfa, también en el área frontal (F7, FP1, FP2 y F4), siendo los niños del grupo control los que han obtenido mayores valores. El nivel de significación utilizado ha sido de 0,05. La distribución cortical de las frecuencias dominantes también es diferente. Adicionalmente, se presenta un método de cartografía cerebral mediante funciones spline desarrollado por Duchon, que permite realizar mapas de actividad bioeléctrica cerebral en tres dimensiones. [REV NEUROL 2001; 32: 127-32] [http://www.revneurol.com/3202/k020127.pdf] Palabras clave. Atención deficiente. Cartografía cerebral. EEG infantil. Funciones spline. Hiperactividad. CARTOGRAFIA CEREBRAL E SÍNDROMA DE ATENÇÃO DEFICIENTE COM HIPERACTIVIDADE Resumo. Introdução. As manifestações clínicas da perturbação por défice de atenção com hiperactividade (PDAH) são caracterizadas por um défice de atenção, conduta e estilos cognitivos impulsivos e um excesso de actividade motora. A sua incidência calculase entre 3 e 5% da população escolar, e considera-se que nos primeiros anos de escolaridade haja, em cada turma, uma ou duas crianças com défice de atenção. Objectivo. A quantificação do EEG por meio da sua análise espectral traz nova informação sobre a electrogénese cerebral das crianças com PDAH. Doentes e métodos. No presente trabalho diagnosticaram-se 21 crianças com PDAH e compararam-se as mesmas com um grupo de controlo de 13 crianças sãs com a mesma média de idade, em repouso e durante a execução de várias tarefas. Resultados e conclusões. Obtiveramse valores maiores de amplitude delta relativa para o grupo com PDAH nas localizações F7, F8, FP1, FP2, F3, F4 e C3 em electroencefalogramas basais. Durante a realização de um teste visual, as diferenças foram evidenciadas na banda alfa, na área frontal (F7, FP1, FP2 e F4), sendo as crianças do grupo de controlo as que obtiveram valores mais elevados. O nível de significância utilizado foi de 0,05. A distribuição cortical das frequências dominantes também foi diferente. Adicionalmente, apresenta-se um método de cartografia cerebral mediante funções spline desenvolvido por Duchon, que permite realizar mapas de actividade bioeléctrica cerebral em três dimensões. [REV NEUROL 2001; 32: 127-32] [http://www.revneurol.com/3202/k020127.pdf] Palavras chave. Cartografia cerebral. Défice de atenção. EEG infantil. Funções spline. Hiperactividade. 132 REV NEUROL 2001; 32 (2): 127-132