SUBORDINADAS SUSTANTIVAS INTERROGATIVAS Y EXCLAMATIVAS INDIRECTAS 1. ¿Qué son? En las subordinadas sustantivas con que o de infinitivo, que ya hemos visto, lo que ocurre es que una oración declarativa o imperativa se incorpora como sujeto o complemento de otro verbo. En consecuencia, oraciones como (1) Baltasar averiguó que ocultaban el dinero (2) Felipe me dijo que bebían (3) No sabían que era tarde (4) Felipe me dijo que bebiera (5) José veía salir a María, se podrían desglosar así: (6) Baltasar averiguó que ocultaban el dinero ->Ocultaban el dinero. Baltasar lo averiguó (7) Felipe me dijo que bebían -> Bebían. Felipe me lo dijo (8) No sabían que era tarde -> Era tarde. No lo sabían (9) ¡Bebe!. Felipe me lo dijo -> Felipe me dijo que bebiera (10) José veía salir a María -> María salía. José la veía. Pues bien, también una estructura interrogativa puede incorporarse de la misma forma: (11) ¿Qué ocultaban? Baltasar lo averiguó -> Baltasar averiguó qué ocultaban (12) ¿Qué bebían? Felipe me lo dijo -> Felipe me dijo qué bebían (13) ¿Era tarde? No lo sabían -> No sabían si era tarde. Las oraciones subrayadas se llaman interrogativas indirectas. Son, repito, estructuras interrogativas incorporadas como componentes de otra oración. El que sean “estructuras interrogativas” no significa que sean “preguntas”. Las preguntas son actos de habla que se usan para obtener información y con la mayoría de las interrogativas indirectas no se pregunta nada: (14) Dime qué hora es (estructura interrogativa indirecta y también pregunta). (15) Averigüé qué hora era (estructura interrogativa indirecta, pero no pregunta. No estoy preguntando nada). (16) Se asomó para ver si llovía (estructura interrogativa indirecta, pero no pregunta). (17) Necesito tu dirección (pregunta pero no interrogativa indirecta). También es posible incorporar una estructura exclamativa como parte de otra oración: (18) ¡Cómo llovía! Era asombroso -> Era asombroso cómo llovía (19) ¡Qué fuerza tenía! Pude comprobarlo -> Pude comprobar qué fuerza tenía (20) ¡Con quién se casó! Me sorprende mucho -> Me sorprende mucho con quién se casó. En estos casos se habla de oraciones exclamativas indirectas. 2. ¿Cómo se introducen? Cuando se trata de las estructuras interrogativas llamadas totales, es decir, aquellas a las que se responde con sí / no, la oración se subordina mediante la conjunción si: (21) ¿Ha venido Marisina? Heliodoro no lo sabe -> Heliodoro no sabe si ha venido Marisina (22) ¿Tenía dinero o no? No se lo dijo a nadie -> No le dijo a nadie si tenía dinero o no. En el resto de los casos, tanto las interrogativas como las exclamativas indirectas van introducidas por la misma partícula interrogativa o exclamativa que tenían en la oración que sirve de punto de partida. Únicamente se elimina la entonación: (23) ¿Quién ha traído esto? No lo sé -> No sé quién ha traído esto (24) ¿Dónde vive? No lo ha dicho -> No ha dicho dónde vive (25) ¡Qué fácil es! Tú mismo podrás verlo -> Tú mismo podrás ver qué fácil es. 2.1. Partículas interrogativas Hemos dicho que las interrogativas indirectas van introducidas por la conjunción si o por partículas interrogativas. Llamamos así a los pronombres, adjetivos y adverbios que introducen estructuras interrogativas en español, sean directas o indirectas; son los subrayados en las oraciones de abajo. Obsérvese que todos son tónicos y llevan tilde: (26) No sé quién [SUJETO] ha venido (27) No sé qué [C.DIRECTO] come (28) No sé a quién [C.INDIRECTO] se lo dio (29) No sé con qué [C. DE RÉGIMEN] se encontró (30) No sé qué [COMPLEMENTO DEL NOMBRE] camisa se puso (31) No sé cuál [C. DEL NOMBRE] camisa eligió [más propia de América] (32) No sé cuál [C. DIRECTO1] eligió (33) No sé cuánta [C. DEL NOMBRE2] cerveza quieres (34) No sé cuánta [C. DIRECTO3] quieres (35) No sé cuánto [C. CIRCUNSTANCIAL] me quieres (36) No sé cuánto4 / cuán / qué tan / cómo de [COMPLEMENTOS DEL ADJETIVO] grande es (37) No sé cuánto5 / cuán / qué tan / cómo de [COMPLEMENTOS DEL ADVERBIO] bien trabaja 1 También puede interpretarse como complemento de un núcleo elíptico, aunque la existencia de ese núcleo sería más bien propia de América. 2 También puede considerarse un especificador cuantificador. 3 También puede interpretarse como complemento o cuantificador de un núcleo elíptico. 4 No todo el mundo admite cuanto aquí. Parece tratarse de un uso regional. 5 No todo el mundo admite cuanto aquí. Parece tratarse de un uso regional. (38) No sé dónde / cómo / cuándo [COMPLEMENTOS CIRCUNSTANCIALES] lo encontraste En todos los ejemplos de arriba la oración interrogativa indirecta es C.directo, pero el interrogativo desempeña, dentro de la subordinada, diferentes funciones, en concreto las que se señalan entre corchetes. En esto los interrogativos se diferencian de las conjunciones subordinantes, que no hacen sino introducir la oración y marcarla como subordinada. 2.2. que + si o que + interrogativo En algunos casos la conjunción si o el interrogativo que introduce la interrogativa van precedidos de la conjunción que: (39) Te pregunta que si tienes novio (40) Dice el camarero que cómo queremos la ensalada. La conjunción que no puede quitarse y ponerse a voluntad, como indica la agramaticalidad de los siguientes ejemplos: (41) *Más vale que averigüen que quién ha arruinado el banco (42) *En realidad todos sabían que dónde estaba el culpable (43) *Asómate a la ventana a ver que si llueve. Con el verbo decir y afines se produce un cambio de significado: (44) Me ha dicho qué edad tiene Juana =/= Me ha dicho que qué edad tiene Juana. La regla que rige la aparición de la conjunción que es la siguiente: La conjunción que en una interrogativa indirecta indica que se le está transmitiendo al interlocutor la pregunta de otro. Si esta interpretación no es posible, que no puede aparecer. Así, un diálogo como el siguiente: A: ¿Qué edad tienes? B: Veintidós años, se podría contar de la siguiente manera: (45) A le ha dicho a B que qué edad tiene y B le ha dicho a A qué edad tiene. Observa también este otro diálogo: (46) ABUELO: ¿Dónde están las pastillas? MARGARITA: Mamá, dice el abuelo que dónde están las pastillas. El verbo preguntar siempre sirve para transmitir las preguntas de otro (salvo cuando se pregunta uno a sí mismo) y por eso con él la aparición de que es opcional; el verbo decir puede transmitir preguntas o no, y por eso con él puede ponerse que, pero cambia el significado, como hemos visto en (44); con otros verbos, como ver, averiguar, saber... nunca se transmiten preguntas de otra persona, por lo que nunca admiten que, como se ve en (41)-(43). 2.3. Partículas exclamativas Las exclamativas indirectas son introducidas por las mismas partículas que las interrogativas y con las mismas funciones. Únicamente deben tenerse en cuenta las excepciones siguientes: 1. Las exclamativas nunca llevan la conjunción si. 2. En las exclamativas qué puede tener valor adverbial, es decir, puede ir con un adjetivo o un adverbio. En las interrogativas no: (47) Me sorprende qué fácil es / qué bien vive (exclamativa) (48) *Pregúntale qué fácil es / qué bien vive (interrogativa. No es posible). 3. Las partículas interrogativas pueden llevar detrás, en la lengua coloquial, partículas de refuerzo, muchas veces malsonantes. Las exclamativas, no: (49) Me pregunto cómo narices / gaitas / leches / cojones... lo ha conseguido (interrogativa indirecta) (50) *Es maravilloso cómo narices / gaitas / leches / cojones... lo ha conseguido (exclamativa indirecta. No es posible). 3. Funciones de la interrogativa y de la exclamativa indirecta Hay que distinguir entre las funciones de las partículas interrogativas y exclamativas, vistas arriba, y las funciones de las oraciones subordinadas interrogativas y exclamativas. En general estas desempeñan las mismas funciones que las otras subordinadas sustantivas, es decir, SUJETO, C.DIRECTO y TÉRMINO DE UN SP. La única diferencia es que en el caso de las interrogativas y exclamativas indirectas el SP no puede ser complemento circunstancial. Veamos ejemplos: (51) No está claro con quién se casó [INTERROGATIVA SUJETO] (52) Es sorprendente con quién se casó [EXCL. SUJETO] (53) Dime con quién andas y te diré quién eres [INT. CD] (54) Lamentó mucho con quién se había casado [EXCL. CD] (55) No le dio importancia a si tenía dinero o no [INT., término de un SP que es CI] (56) Terminó por no darle importancia a cuánto lo había hecho sufrir [EXCL., término de un SP que es CI] (57) Hoy os hablaré de cuándo aparece el subjuntivo [INT., término de un SP que es C. DE RÉGIMEN] (58) Hoy os hablaré de cuánto me hizo sufrir aquello [EXCL., término de un SP que es C. DE RÉGIMEN] (59) Se quedó con la duda de quién lo había hecho [INT., término de un SP que es C. de Nombre] (60) La vergüenza de cómo se había comportado lo acompañaría siempre [EXCL., término de un SP que es C. de Nombre] (61) Seguro de cómo tenía que proceder, llamó a la puerta [INT., término de un SP que es C. del Adjetivo] (62) Maravillado de cómo se había comportado, volvió con él a casa [EXCL., término de un SP que es C. del Adjetivo] (63) Además de quién lo hizo, ¿qué otra cosa vas a decirme? [[INT., término de un SP que es C. del Adverbio] (64) Además de quién lo hizo, ¿qué otra cosa te asombra? [EXCL., término de un SP que es C. del Adverbio]. 4. Determinación del régimen de las preposiciones Cuando el interrogativo va unido a una preposición hay que tener cuidado porque la preposición puede tener como término la oración entera o bien solo el sintagma del interrogativo. Veamos algún ejemplo: (65) No me dijeron de quién hablaban La subordinada de CD es de quién hablaban y la preposición no va con toda la oración subordinada (los complementos directos no pueden llevar de) sino solo con el interrogativo quién. Es decir, el análisis no es así: (66) No me dijeron de [quién hablaban] sino así: (67) No me dijeron [de quién hablaban], donde de quién es complemento de régimen de hablaban. En cambio en (68) No se enteró de quién la seguía el análisis es así: (69) No se enteró de [quién la seguía], es decir, de más la subordinada es el complemento de régimen de se enteró y quién el sujeto de seguía. La regla práctica es esta: Si la preposición va regida por el verbo principal, el término de la preposición es toda la oración. Así ocurre en (68): la correspondencia es “enterarse de” y no “seguir de”. En cambio si la preposición es regida por el verbo subordinado el término de la preposición es el sintagma del interrogativo: en (65) la correspondencia no es “dijeron de” sino “hablaban de”. Practiquemos un poco esto: ¿cuál es el término de la preposición en las oraciones de abajo? (la solución está en nota a pie de página): (70) Sé muy bien de qué es esa mesa (71) Soy consciente de quién me va a juzgar (72) Pienso en cuál es la solución mejor (73) Me pregunto en qué estaba yo pensando (74) No me enteré muy bien de quién tenía que recibirme (75) Hoy veremos con qué problemas nos vamos a encontrar6. A veces se juntan dos preposiciones, una dependiente del verbo principal y otra del subordinado, como en (76) Hoy vamos a tratar de [con qué medios combatimos esta enfermedad] Si se juntan dos preposiciones iguales, pueden fundirse, como en (77) No me acuerdo de qué me habló, analizable como (78) No me acuerdo de [de qué me habló], o bien la construcción puede ser imposible, como en (79) ??No me refería a [a quién tengo que ver]. 5. El modo en las interrogativas y exclamativas indirectas Las oraciones subordinadas nunca pueden aparecer en imperativo, de modo que la cuestión se reduce a elegir entre indicativo o subjuntivo; este, en ocasiones, puede adoptar la forma de un infinitivo. Las reglas para elegir son las siguientes: 1. Las exclamativas indirectas siempre van en indicativo. 2. Las interrogativas indirectas normalmente van en indicativo, aunque en algunos casos se construyen con infinitivo o con subjuntivo. Veamos cuáles son esos casos: Las interrogativas indirectas que dependen de saber pueden ir en infinitivo cuando su sujeto y el del verbo saber se refieren a la misma persona (es decir, son correferentes), como en 6 Los términos son los que se subrayan: Sé muy bien de qué es esa mesa [SER DE]; Soy consciente de quién me va a juzgar [SER CONSCIENTE DE]; Pienso en cuál es la solución mejor [PENSAR EN]; Me pregunto en qué estaba yo pensando [PENSAR EN]; No me enteré muy bien de quién tenía que recibirme [ENTERARSE DE]; Hoy veremos con qué problemas nos vamos a encontrar [ENCONTRARSE CON]. (80) Ya no sabía [yo] qué DECIR [yo] (81) Ya sabemos [nosotros] cómo ACCEDER [nosotros] al auditorio (82) El cajón en el que guardas todas aquellas cosas que no sabes [tú] dónde METER [tú] siempre está desordenado. En estas interrogativas construidas con infinitivo el hablante manifiesta estar o haber estado deliberando sobre su conducta, es decir, sopesando los pros y los contras de su actuación. Así, quien dice No sé qué hacer está barajando diferentes opciones y aún no se ha decidido por una en concreto. Siempre que se usa el infinitivo está presente esta idea y, por ello, no resultan equivalentes No sé si iré a la fiesta (puede no depender de mí, por ejemplo, si no me dejan) y No sé si ir (depende únicamente de lo que yo decida). Igualmente, en No sé dónde he puesto las llaves, como la acción de poner las llaves es anterior a la de saber, se anula cualquier posibilidad de deliberación: ya se han dejado las llaves, de modo que ya no hay nada que sopesar. En cambio, No sé dónde poner las llaves indica que aún no se ha decidido el lugar en el que se van a dejar las llaves y que se están valorando distintas opciones. La misma regla explica que no se pueda decir *No sé si ser alto o no, porque ‘ser alto’ no es algo que pueda decidirse. Se comportan igual que saber verbos como pensar, considerar, decidir, plantearse, etc., que pueden usarse también para expresar deliberación. Algo más alejado de la idea de deliberación, aunque también relacionado con ella, está el uso del infinitivo para explicar cómo se hace algo, a veces sin la presencia expresa del verbo principal, sobre todo en los títulos de libros: (83) Voy a explicarte cómo pasar desapercibido (84) Cómo ser profesor y no morir en el intento (85) Qué hacer si el motor se para. Por otro lado, en los contextos en que se expresa dependencia respecto a algo, o bien independencia o indiferencia respecto de ese algo, el verbo de la interrogativa suele ir en subjuntivo, como se ve en los siguientes ejemplos, tomados de textos reales [se subrayan la palabra o palabras en que principalmente se concretan las ideas de dependencia, etc. que se han señalado]: Todo depende de cómo EVOLUCIONE en las próximas dos semanas; Resultan bastante contradictorios según quién los INTERPRETE; El tamaño puede ser muy variable, en función de cuál SEA la especie; Lo que cuenta es que las misiones se lleven a cabo, independientemente de qué país o países las CUMPLAN; Conecte con las personas, sin importar dónde ESTÉN; No descansaremos hasta que estén libres, no importa quién se OPONGA. En estos contextos, el indicativo es también posible, aunque menos frecuente, como se ve en estos ejemplos, también reales: Esa transferencia es posible sin importar dónde se UBICAN físicamente las dos máquinas; Las hipótesis se pueden ordenar según cuál ES la más factible; Todo depende de quién ES quien define los términos. El cambio de modo en estos casos comporta a veces pequeños matices diferenciales, como se ve si se compara Te sigo esperando sin importar cuánto TARDAS (‘sé que estás tardando mucho pero no importa: te sigo esperando’) con Te sigo esperando sin importar cuánto TARDES (‘no sé el tiempo que vas a tardar, pero no importa: te espero’). 6. Sintagmas nominales de valor proposicional Los sintagmas subrayados en las oraciones de a. no tienen el mismo significado que su correspondiente pareja de b.: (86) a. Visitamos la capital de Oviedo b. Dime la capital de Oviedo (87) a. Su partido político está actuando muy mal b. Ignoro su partido político. Los sintagmas de b., en efecto, pero no los de a., equivalen a oraciones interrogativas indirectas, respectivamente a Dime cuál es la capital de Oviedo e Ignoro cuál es su partido político. También las exclamativas indirectas pueden tener equivalencias de este tipo: (88) Me sorprendió el ganador: esperaba que le dieran el premio a otra persona [ = Me sorprendió quién fue el ganador...] Se dice que estos sintagmas, que realmente lo son por su forma, tienen “valor proposicional”, es decir, su contenido semántico es equivalente al de una oración. Con frecuencia adoptan la estructura de Artículo definido + núcleo nominal + oración de relativo, como en: (89) Sé la mesa que ocupas [= Sé qué mesa ocupas] (90) Admiro la tranquilidad que tiene [= Admiro qué tranquilidad tiene]. Ese valor proposicional, tiene, con frecuencia, repercusiones sintácticas, visibles, por ejemplo, en las oraciones siguientes: (91) Vamos a decir el ganador (92) Es curioso las novias que tiene (93) Sé al blanco que tiras [ejemplo clásico de Bello] (94) *Sé / *Me dijo el ordenador (95) Sé / Me dijo el ordenador que me conviene. Si el sintagma de (91) no tuviera valor proposicional, el CD debería llevar a, puesto que es de persona y específico; en (92), dicho valor proposicional explica la concordancia del verbo y del atributo en singular (si la concordancia fuera en plural, es decir, Son curiosas las novias que tiene el SN ya no tiene valor proposicional y el significado es distinto); el cambio de orden en la preposición que se advierte en (93) (deberíamos decir Sé el blanco al que tiras) es especialmente frecuente cuando el sintagma tiene valor proposicional; por último, (94) es agramatical porque “el ordenador”, entendido como un objeto, es decir, sin valor proposicional, no es una cosa que se sepa o que se diga, pero al añadirle la oración de relativo que me conviene adquiere dicho valor y pasa a significar ‘Sé / Me dijo qué ordenador me conviene’.