Dolor neuropático

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C
CONFERENCIAS MAGISTRALES
Vol. 39. Supl. 1 Abril-Junio 2016
pp S5-S7
Dolor neuropático
Dr. Uriah Guevara-López*
* Medicina del Dolor y Paliativa. Doctor en Ciencias (Bioética)
Con cierta frecuencia los anestesiólogos dedicados a la terapia del dolor o que laboran en unidades hospitalarias que no
cuentan con clínica del dolor, son consultados para atender
pacientes portadores de complejos síndromes dolorosos de
los cuales un número considerable son de tipo neuropático,
por lo que el conocimiento de su fisiopatología y terapéutica
resulta conveniente.
Dado el alto grado de complejidad fisiopatológica y clínica,
el dolor neuropático es considerado un desafío diagnóstico y
terapéutico originado por lesión o disfunción del SNC. Este
tipo de dolor crónico puede presentarse inclusive en ausencia
de daño tisular evidente; los pacientes lo refieren en forma
variada, de gran intensidad o leve o moderado en la polineuropatía diabética dolorosa y extremadamente severo e incapacitante en las neuralgias postherpética, trigeminal o en el
síndrome doloroso regional complejo tipo I y II (SDRC-I y II).
Se presenta por aumento de la actividad aferente relacionada con deterioro del mecanismo de inhibición segmentaria, la
cual ocasiona una sobrerreacción de neuronas de amplio rango
dinámico (NARD) en la médula espinal, un incremento de la
actividad aferente y el deterioro de la inhibición segmentaria
que explica la naturaleza compleja de este tipo de dolor. El
grado de alteración dependerá del tipo y tamaño del daño o
disfunción de las estructuras afectadas.
La lesión estructural de un nervio o plexo periférico puede
causar alteración en la secuencia del impulso nervioso a lo
largo de la vía hasta su llegada al SNC, lo cual se observa
claramente en el neuroma causado por lesión completa o
incompleta de un nervio periférico, en estos casos el paciente
describe descargas aberrantes espontáneas en respuesta a estímulos térmicos, químicos o mecánicos que habitualmente no
se percibían como nocivos (alodinia). Este síndrome doloroso
cursa con: hiperactividad espontánea, transmisión efáptica,
generación de impulsos ectópicos, presencia de estímulos
aberrantes, pérdida de la inhibición, activación simpática,
disfunción de los nervi-nervorum, espasmo muscular reflejo
y descarga cortical focal.
Entre las patologías frecuentemente asociadas con el
dolor neuropático están: diversas neuralgias, polineuropatía
diabética dolorosa, neuralgia postherpética, lesiones mecánicas de nervio periférico, radiculopatía, neuralgia trigeminal,
síndrome del túnel del carpo, polineuropatía por VIH, dolor
de miembro fantasma, plexopatías cervicobraquial o lumbosacras, SDRC tipos I y II, síndrome postcordotomía, anestesia
dolorosa, dolor talámico etc.
Características del dolor neuropático
• Dolor en ausencia de lesión concurrente o daño tisular
agudo.
• Inicio tardío después de la lesión.
• Disestésico quemante o urente.
• Paroxístico (fulgurante o punzante).
• Se puede acompañar con déficit sensorial.
• Respuesta anormal a estímulos (alodinia, hiperalgesia,
hiperpatía).
Clínicamente se puede presentar en dos modalidades: a)
urente (sensación de quemadura), dinestésico continuo, de
intensidad variable, como la polineuropatía diabética dolorosa
cuya distribución es localizada (en guante o calcetín) bilateral
o con distribución generalizada en miembros superiores e
inferiores, tórax, abdomen y rostro en casos avanzados, b)
paroxístico (sensación de descarga eléctrica) o calambres, de
tipo esporádicos ocasionales o en trenes o grupos o de descargas a lo largo del trayecto nervioso afectado. Esta variante es
común en las neuralgias trigeminal y postherpética, y c) una
combinación de ambas en dolores de origen central.
El DN frecuentemente se acompaña de trastornos sensoriales negativos como: hipoalgesia, hipoestesias o positivos como
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Volumen 39, Suplemento 1, abril-junio 2016
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Guevara-López U. Dolor neuropático
hiperalgesia, hiperestesia y/o la alodinia. El dolor cutáneo se
asocia con sensaciones anormales que se incrementan con la
presión, el movimiento, el calor o el frio (alodinia mecánica,
térmica o sensitiva), manifestaciones que afectan severamente
la calidad de vida de la persona que pueden iniciar meses o
años después de haber curado el cuadro inicial y perdurar
por mucho tiempo.
El DN de origen central, incluye padecimientos originados
a cualquier nivel del SNC del tipo de: secuelas de accidentes
cerebrales vasculares, hiperpatía talámica, miembro fantasma,
patologías caracterizadas por dolores espontáneos, cambiantes, desencadenados sin causa determinada, urentes, punzantes
o continuos, reportados como insoportables con ubicación en
piel, músculo o huesos o en todos estos sitios a la vez.
TERAPIA ANALGÉSICA
Los síntomas sensoriales encontrados en la exploración de
las neuropatías sensitivas periféricas son descritos por los
pacientes en forma variada, lo cual puede propiciar un diagnóstico erróneo y orientar mal el tratamiento, por lo que se
recomienda una cuidadosa exploración neurológica somato
sensorial y la aplicación de pruebas específicas para confirmar
el tipo de dolor, un tratamiento transdisciplinario y multimodal
es determinante para obtener el mejor resultado.
Dado que los pacientes presentan síntomas y signos sensoriales cambiantes durante el curso de la enfermedad, no
existe un tratamiento único, los mejores esquemas logran una
mejoría de 50 a 60% por lo que la estrategia terapéutica debe
revalorarse y actualizarse periódicamente. Actualmente se
dispone de alternativas terapéuticas que incluyen: medicación
sistémica, rehabilitación física, técnicas psicológicas conductuales (relajación, imaginería, bio-retro-información) y otras
modalidades, procedimientos intervencionistas (infiltración
de puntos gatillo, depósitos epidurales, bloqueos simpáticos),
estimuladores medulares y cerebrales, bombas de infusión
intratecal y cirugía neuroablativa y neuroaumentativa.
Por lo general estos métodos se dejan como última alternativa o se emplean cuando las pautas convencionales fracasan,
debido a la posibilidad de producir o agravar los mecanismos
subyacentes de desaferentación, por lo que su prudente indicación se acompañará de seguimiento estrecho por personal
capacitado. Independientemente de la modalidad elegida se
recomienda apoyarse en algún parámetro de práctica, los
cuales recomiendan de acuerdo con su nivel de evidencia a:
Antidepresivos: los antidepresivos tricíclicos ATC (amitriptilina, nortriptilina, desipramina) tienen su mejor efecto
en el dolor neuropático disestésico por sus propiedades antialodínicas, en estudios controlados se han indicado en dolor
central post EVC, la neuralgia postherpética, la polineuropatía diabética y en el síndrome de dolor postmastectomía.
Sin embargo, los reportes muestran pobre efecto en el dolor
por daño en el cordón espinal, dolor de miembro fantasma o
neuropatía por VIH. En polineuropatía diabética dolorosa y
neuralgia postherpética tiene mejor efecto que los inhibidores
de la recaptura de serotonina y noradrenalina.
El inhibidor de la recaptura de norepinefrina y serotonina
venlafaxina tiene un número necesario para tratar NNT de
aprox. 4 en polineuropatías dolorosas, en el caso de los ancianos con EVC son poco tolerados por lo que la gabapentina o
pregabalina se usan como primera opción. Ciertas revisiones
sistemáticas concluyen que además de eficaces son económicos y se administran una vez al día. Los efectos colaterales
más comunes incluyen sedación, efectos anticolinérgicos e
hipotensión ortostática, se recomienda evitarlos en enfermos
con comorbilidad cardíaca, glaucoma e hipertrofia prostática.
La duloxetina es un IRNSS que ha demostrado significativamente mayor alivio del dolor comparado con placebo en 3
RCT en pacientes con neuropatía dolorosa y menores efectos
colaterales, la náusea es el más común la cual se reduce si
se inicia con 30 mg/día e incrementa en forma progresiva.
Anticonvulsivantes: estos fármacos se sugieren en dolor
neuropático tipo paroxístico. La CBZ tiene NNT de 1.7 en
neuralgia trigeminal, para neuropatía diabética tiene NNT de
2.3 en dosis de 200 a 600 mg por día. Se ha reportado que
la fenitoína tiene un efecto favorable en neuropatía diabética
dolorosa NNT 2.1, la pregabalina y gabapentina en neuralgia
postherpética y neuropatía diabética dolorosa tiene NNT
cercano a 4.2 en dosis de 150 a 600 mg. La lamotrigina en
dosis superiores a 400 mg al día tiene un efecto en neuralgia
trigeminal como un tratamiento adyuvante con NNT 2.1
y neuropatía diabética dolorosa NNT 4 y el topiramato en
dosis mayores a 400 mg no se encontró un efecto favorable
en pacientes con neuropatía diabética dolorosa.
Opioides: a pesar de su potencia analgésica estos fármacos no son considerados de primera línea para el control de
este dolor. La morfina fue superior a placebo en pacientes
con neuralgia postherpética, dolor de miembro fantasma y
neuropatía diabética dolorosa con NNT de 2.5 y la oxicodona
NNT de 2.6 en neuralgia postherpética y neuropatía diabética
dolorosa un fármaco frecuentemente empleado es el tramadol
por su NNT de 3.9, recientemente se ha introducido en forma
alentadora el tapentadol por su doble mecanismo de acción
en la recaptura de norepinefrina y serotonina.
Otros: diversos fármacos son empleados como adyuvante
o analgésicos de base como: lidocaína tópica en neuralgia
postherpética y alodinia o con dolor neuropático localizado el
parche de lidocaína al 5% tuvo NNT de 4. Existe escasa evidencia de canabinoides, los más sólidos en dolor por esclerosis
múltiple con NNT de 3.4 (tetrahidrocannabinol dronabinol)
5 a 10 mg al día: otro fármaco reportado es la capsaicina
tópica en neuralgia postherpética, dolor por lesión nerviosa,
dolor neuropático mixto y en neuropatía diabética con buen
alivio, NNT 6.7. Se ha considerado que los nucleótidos son
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Revista Mexicana de Anestesiología
Guevara-López U. Dolor neuropático
efectivos en síndromes neurológicos periféricos, por acelerar
la regeneración del nervio y músculo, sin existir suficiente
evidencia para su empleo generalizado.
Finalmente se consideran de primera línea, los antidepresivos tricíclicos e inhibidores de recaptura de serotonina y norepinefrina, los ligando de subunidad α 2 δ de canales de calcio
(gabapentina y pregabalina) y lidocaína tópica. La segunda
línea incluye: analgésicos opioides y tramadol, considerados
de primera línea en circunstancias particulares. La tercera
línea
incluye mexiletina,
antagonistas
NMDA y capsaicina
Este documento
es elaborado
por Medigraphic
tópica. Se ha establecido que si un medicamento es bien
tolerado y provee parcial alivio del dolor, debe continuarse
y en caso de requerirse podrá agregarse un segundo fármaco
con mecanismo distinto buscando sinergia y mejor analgesia.
LECTURAS RECOMENDADAS
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