Patrimonio del periodismo andaluz

Anuncio
Manuel Fernández entrega el premio a José Gallego.
Patrimonio del periodismo andaluz
La Asociación de la Prensa de Córdoba premia la lucha de los trabajadores
de El Correo de Andalucía en defensa de la cabecera y de su dignidad
30 / OCTUBRE / 2014 / EL CORREO DE ANDALUCÍA
La Asociación de la Prensa de Córdoba entregó anoche el Premio Córdoba de Periodismo 2014 a los trabajadores de El Correo de Andalucía, «en reconocimiento al ejemplo de lucha que llevaron a cabo para mantener
un periódico señero y una cabecera histórica defendiendo el mantenimiento de la dignidad profesional frente
a la precariedad».
El galardón fue entregado por el presidente de la Asociación, Manuel Fernández, quien se refirió a El Correo
como patrimonio del periodismo andaluz y una universidad del periodismo por la que han pasado numerosos
profesionales cordobeses, como él mismo, que recordó su etapa como becario en la antigua sede de la Carretera Amarilla.
La presidenta de la Federación de Asociaciones de la Prensa de España, Elsa González, quiso también estar
presente en el acto y alabó «el esfuerzo por mantener el papel de una cabecera con 115 años de historia y además crecer con una televisión y un diario deportivo». «Son momentos muy complejos y tenemos que defender
nuestra independencia cuando el desprestigio de todas las instituciones también nos ha alcanzado», añadió. En
esta línea se manifestó también el representante de los trabajadores de El Correo, José Gallego Espina, quien
remarcó que «los trabajadores de las empresas periodísticas deben estar bien pagados y bien tratados y trabajar
con libertad y tiempo, al margen de cuestiones comerciales y de otra índole, ya que lo contrario sería prostituir
una tarea vital para una sociedad democrática».
El portavoz de la plantilla reconoció también el papel fundamental desempeñado por el Grupo Morera &
Vallejo en la salvación del periódico hace un año, resaltando la valentía y solvencia de su presidente, Antonio
Morera Vallejo. Este, en su intervención, explicó que asumió este reto ante el que está «muy ilusionado», como
una «responsabilidad social que afronta con el propósito de realizar una humilde pero grande revolución en el
mundo de la comunicación» y mostró su deseo de «seguir irradiando nuestro quehacer por toda la geografía
andaluza».
Al acto asistieron el alcalde de Córdoba, José Antonio Nieto, la vicepresidenta de la Diputación, María Jesús
Botella, la delegada territorial de Educación, Cultura y Deporte de la Junta, Manuela Gómez, y una nutrida
representación de la sociedad y de los medios cordobeses.
Los trabajadores de El Correo han donado la cuantía del premio al fondo de emergencia social de los periodistas en paro de la Asociación de la Prensa de Sevilla.
Manuel Fernández: “Los trabajadores de El Correo de Andalucía el año pasado consiguieron, con su lucha,
mantener esta cabecera, patrimonio del periodismo andaluz”
“Hay tardes que te vuelven joven y optimista. La de hoy, por ejemplo.
Llevamos tanto tiempo ya contando las desastrosas consecuencias de aquella vida que, según nos reprocharon desde el poder, vivimos por encima de nuestras posibilidades que nuestro vocabulario se ha visto reducido
casi a la indigencia, mimetizado a la fuerza con el oscuro panorama que, por un lado cuenta y por otro vive
la profesión periodística, que anda en desahucio. Precariedad laboral, eres, ertes, ajustes de plantilla, bajada
intermitente de sueldo, cierre de medios o despidos son la fuente de inspiración en la que han de beber diariamente los profesionales del periodismo en su casa antes de salir a la calle a dar cuenta, entre otras noticias más
halagüeñas, afortunadamente, de la corrupción general que nos invade y que ha tenido una parte de culpa de
esta crisis económica --en la que todos podemos llegar a ser carne de Cáritas-- que se está convirtiendo en crisis
de ética.
Pero hay tardes, como he dicho antes, que te vuelven joven, optimista y creyente en valores humanos como
la unidad, la confianza en las propias fuerzas, el saber plantarle cara a la adversidad y la dignidad profesional.
La Asociación de la Prensa de Córdoba –como todas las asociaciones y agrupaciones de periodistas– acusó
hace tiempo la nueva época en sus proyectos y agendas, que se vio obligada a reducir, salvando, evidentemente, lo esencial. Ya en crisis publicamos la “Historia de la Prensa en Córdoba , 1790-2010”, una epopeya
que había que dejar por escrito, y nos atrevimos a inaugurar nuestra sede, que rebosa dignidad y elegancia
nzález,
ández, Elsa Go
z, Manuel Fern
pe
Ló
ía
ar
M
o.
,
Aparici
José Gallego
rlos Rodríguez
ancisco Veiga,
donado, Juan Ca
al
M
Mario Daza, Fr
y
ar
Ch
a,
Antonio Morer
arquitectónica. Tuvimos que prescindir, por falta de recursos, de la afamada fiesta de la “Noche de los periodistas”, donde entregábamos los clásicos premios Azahar y Alpechín. Hemos seguido manteniendo el Anuario
Informativo –que editamos ininterrumpidamente desde 1984--; la Guía de la Comunicación, un instrumento tan
eficaz como necesario; la agenda de convocatorias diarias para la prensa y la concesión del Premio Córdoba de
Periodismo, la entrega de cuya XXIX edición nos convoca esta tarde noche aquí, en este Parador de la Arruzafa, que evoca aquella Córdoba de esplendores califales tanto en el pensamiento como en las artes. Un premio
periodístico éste que si bien ha sufrido últimamente un recorte en su dotación –del sonoro medio millón de
pesetas de aquel ya lejano 1985 pasamos a su equivalente en euros: 3.000, a los que ahora se le ha caído un
millar–, ha ganado en prestigio, lo cual compensa algo.
El jurado del XXIX Premio Córdoba de Periodismo ha decidido conceder el galardón a los trabajadores de redacción y talleres del periódico El Correo de Andalucía que el año pasado consiguieron, con su lucha, mantener
esta cabecera, patrimonio del periodismo andaluz, una especie de universidad de la profesión. Aún recuerdo
aquella tarde de julio de 1977 en que llegué al Polígono Industrial de la Carretera Amarilla, en Sevilla, a hacer
prácticas en el Correo de Andalucía. Mi compañero de fatigas y yo no nos atrevimos a decir una palabra más
alta que otra en aquella Redacción que dirigía José María Requena, que a su hora se fue a cenar y que volvió
de madrugada para ver la primera página. Nosotros seguíamos allí sin cenar y sin pensión para dormir. Hicimos
noche en lo que conocíamos: la estación de Córdoba, donde me robaron mi macuto de soldado, que entonces
se llevaba. El domingo 17 de julio me publicaron mi primer reportaje --sobre el archivo de Indias--, que firmaba
junto al otro autor y compañero de fatigas: Paco Luis Córdoba, actual director de Diario Córdoba y expresidentes de esta Asociación de la Prensa. Al año siguiente volvimos a hacer prácticas y yo permanecí ligado al
periódico decano de la prensa andaluza hasta el último día de 1979, después de haber estado nueve meses en
su delegación de Huelva y seis en la de Córdoba.
Por eso he dicho al principio que hay tardes que te vuelven joven. Pero también optimista. El año pasado por
estas fechas, en pleno fragor de la batalla, cuando las asambleas de la plantilla de trabajadores de El Correo
llenaban sus tardes, yo llamaba desde el Diario Córdoba a Antonio Morente, subdirector en aquel momento,
o a Ana Trujillo, redactora jefe, o a Isabel Morillo, jefa de sección, para preguntarles por sus editoriales, por si
nos venían bien (teníamos con ellos firmado un convenio). Nunca les escuché ni un mal modo, ni una excusa, y
una vez acabadas las asambleas y escritos los editoriales, nos los enviaban por si nos pudieran servir. A veces me
preguntaba que cuándo dormían estos periodistas que estaban viviendo en la cuerda floja y de dónde sacaban
recursos para que la objetividad periodística –que quedaría archivada en las hemerotecas-- no se viera mermada por su acuciante situación.
El 7 de noviembre de 2013, esta plantilla, tras encierros y huelgas, sin más dueños que ellos mismos, consiguió
editar el histórico número 47.577 del año 115 de El Correo de Andalucía en el que contó con el calor de toda la
profesión y de la sociedad sevillana. Ese ejemplar fue la plasmación de cómo se puede ser héroe en la precariedad y de cómo todavía es posible creer en el ser humano, que se une para un empeño colectivo, a pesar de la
corrupción, que lo ha despilfarrado todo.
Hay tardes-noches que te vuelven joven y optimista. Como esta, a cuyo desarrollo contribuyen el Ayuntamiento, la Diputación, la Universidad y la Real Academia de Córdoba así como este Parador de Córdoba,
parador de la Arruzafa, de los que nos sentimos deudores. Un buen momento también para acordarnos de
nuestros benefactores de cabecera: Cajasur y el Corte Inglés, a los que agradecemos sus siempre bienvenidas
colaboraciones.
Que los trabajadores de El Correo de Andalucía que premiamos hoy y que los empresarios que tuvieron el
valor de hacerse cargo de esta herencia del periodismo andaluz mantengan con su actitud un nuevo rumbo de
regeneración en la sociedad española, que ve como se están tambaleando las estructuras de lo que hasta ahora
era sólido”.
Mario Daza: “El Correo de Andalucía escribe hoy una nueva página, la del reconocimiento de una tierra”
El periodista Mario Daza fue el encargado de presentar, desde el interior, a los trabajadores de El Correo.
Como miembro de la redacción desgranó destalles de la vida del periódico.
Celebrar algo siempre es una alegría, compartirlo con compañeros como los que esta noche nos acompañan
es un doble motivo de felicidad. Hoy la historia de El Correo de Andalucía escribe una nueva página, la del
reconocimiento de una tierra tan querida como ésta al esfuerzo de una plantilla de trabajadores, para muchos
unos héroes, para otros unos valientes, que por encima de todo se sienten y quieren seguir siendo periodistas.
Periodistas de una cabecera que lleva a gala ser el periódico decano de la ciudad de Sevilla y uno de los más
antiguos que aún sobreviven en nuestro país. Nacido en Sevilla, forjado en esa tierra, pero con vocación andaluza, desde sus orígenes y hasta en su propio nombre. El Correo de todos, El Correo de Andalucía.
Pero, como les decía, sus raíces no son exclusivamente sevillanas sino que ha bebido de otras influencias,
como la de esta tierra cordobesa. Sin ir más lejos les ofrezco algunos datos: Manuel Gómez Cerdeña, el director
más longevo de El Correo, era cordobés.
Por nuestra redacción han pasado a lo largo de la historia numerosos profesionales de Córdoba, como Antonio Ramos Espejo, Antonio López Hidalgo, Irina Marzo, Mónica Rodríguez, Rafael Pontes, Paco Luis Córdoba,
Bernardo Ruiz o, sin ir más lejos, nuestro actual editor gráfico, Juan Carlos Rodríguez Aparicio, entre muchos
otros.
Además, en los últimos tiempos, El Correo ha estado colaborando estrechamente con cabeceras de esta tierra, a través de las páginas comunes, como hace poco ocurría con Diario de Córdoba.
alucía
El Correo de And
20 SEVILLA |
gráficas en
Vea las galerías foto
togalerias
www.elcorreoweb.es/fo
retratados
ndez, Elsa González,
Mario Daza, María
Jesús Botella, David
Manuel Fernández
OBA
isco Veiga, José
López Royo, Franc
entrega el premio
EL CORREO / CÓRD
, Manuel Ferná
Gallego, María López
David López Royo,
Antonio Morera, Chary
Maldonado, J.A. Nieto
S
cio. / CRISTIAN ORZAE
y Rodríguez Apari
. / C.O.
o y José Antonio Nieto
Antonio Morera Vallej
reto ante el que esque asumió este
o», como una
tá «muy ilusionad l que afronta
socia
«responsabilidad
de realizar una huósito
prop
el
con
revolución en el
milde pero grande
unicación» y mosmundo de la com
uir irradiando
tró su deseo de «seg toda la geopor
nuestro quehacer
grafía andaluza».
el alcalde de
Al acto asistieron
nio Nieto, la viCórdoba, José Anto
la Diputación, Macepresidenta de
ola delegada territ
ría Jesús Botella,
Deporación, Cultura y
para rial de Educ
Manuela Gómez,
tituir una tarea vital
te de la Junta,
n de
esta lí- sería pros
En
tació
ica».
ió.
esen
ocrát
añad
repr
»,
dem
ida
dad
ha alcanzado
y una nutr
- una socie
oplantilla recotambién el repre
los medios cord
El portavoz de la
nea se manifestó
la sociedad y de
El
papel fundamentrabajadores de
sentante de los
noció también el
beses.
el Grupo Mode El Correo
go Espina, quien
desempeñado por
Los trabajadores
Correo, José Galle
tal
al
de
peio
del
ores
prem
trabajad
la salvación
cuantía del
remarcó que «los
rera & Vallejo en
la donarán la
dísticas deben
cia social de los
año, resaltando
las empresas perio
riódico hace un
fondo de emergen
iación
y bien tratados y
ncia de su presidenen paro de la Asoc
solve
s
y
tía
dista
estar bien pagados
valen
perio
la.
tad y tiempo, al
ra Vallejo.
la Prensa de Sevil
trabajar con liber
te, Antonio More
ión, explicó de
s comerciales
Este, en su intervenc
margen de cuestione lo contrario
ya que
y de otra índole,
PATRIMONIO DEL Z
DALU
PERIODISMO AN
a José Gallego. / C.O.
la Prensa de
a Asociación de
anoche Premio
Córdoba entregó
dismo a los traba
Córdoba de Perio
,
eo de Andalucía
jadores de El Corr
to al ejemplo de
«en reconocimien
para
ron a cabo
lucha que lleva
ro
dico señe y
mantener un perió
rica defendienuna cabecera histó
de la dignidad
iento
tenim
man
el
do
e a la precariedad».
profesional frent
gado por el
El galardón fue entre
n, Manuel
iació
Asoc
la
presidente de
n se refirió a El CoFernández, quie
periodisdel
io
rreo como patrimon
ad del
ersid
univ
mo andaluz y una
la que han pasado
periodismo por
sionales cordobenumerosos profe
o, que recordó su
ses, como él mism
rio en la antigua
etapa como beca
Amarilla.
sede de la Carretera
de la Federación
ta
iden
La pres
la Prensa de Esde
de Asociaciones
L
BRE DE 2014
VIERNES 31 DE OCTU
los
premia la lucha de
Prensa de Córdoba
dignidad
La Asociación de la
la cabecera y de su
de
a
ens
def
en
Correo
trabajadores de El
quiso también
paña, Elsa González,
el acto y alabó «el
estar presente en
tener el papel de
esfuerzo por man
115 años de hisuna cabecera con
r con una teletoria y además crece rtivo». «Son
o depo
visión y un diari
complejos y tene
momentos muy
nuestra indepenmos que defender
restigio de
desp
el
do
cuan
dencia
es también nos
todas las institucion
Un periódico que ha tenido la fortuna de contar a través de sus profesionales la vida de una ciudad, de una
región, de un país y del mundo durante tres siglos. Sus páginas son la crónica del XIX, del XX y del XXI, tres centurias en las que ha sido capaz de sobrevivir a las consecuencias de guerras mundiales, una guerra civil, cuarenta
años de una dictadura, la consolidación de la democracia y, su golpe más duro, el abandono empresarial que
sufrió hace poco más de un año que logró superar gracias a la valentía de sus trabajadores y de la nueva grupo
empresarial que aceptó el reto de relanzar a esta cabecera.
Una nueva etapa de crecimiento, implicación ciudadana y modernización que no da la espalda a los orígenes
que plasmó como pilares el Beato Marcelo Spínola: “Ni una sola palabra, ni una línea, ni una letra deje de encaminarse a la defensa de la verdad y de la justicia”.
Pero ahí hecho el freno para que luego mis compañeros les cuenten cómo es este nuevo Correo de Andalucía
que, no es tan nuevo como parece si no más fiel que nunca a sus principios.
Ellos, los trabajadores de este periódico, que son los grandes protagonistas de esta noche. En poco o nada se
parecería este Correo de Andalucía a otro periódico que no hubiese contado con el amplio listado de profesionales que han pasado por esta casa. No son como una familia, son una familia.
Y les hablo por propia experiencia. Hace hoy, 30 de octubre, justo cinco años que crucé por primera vez la
puerta de su redacción. Allí me encontré a más de un centenar de profesionales que dejaron a un lado teclados, libretas y ordenadores para ofrecerme todo lo que habían aprendido en sus años de experiencia. Conocimientos y sentimientos, consejos profesionales y valores humanos, a escribir y a sentir, a leer y a escuchar… a
ser periodista. Por eso este Correo de Andalucía es cantera de grandes profesionales que luego se convirtieron
en maestros de esos nuevos chavales que recién aterrizados de la Facultad se abrían a un mundo tan hermoso
como desconocido: el del periodismo.
Yo puedo decir a gala que soy uno de esos periodistas que aprendí a serlo en el corazón del decano. Algo que
siempre llevaré con orgullo, por eso hoy pongo voz a sus premiados, por eso me emociono cuando repaso esta
mi nueva vida de cinco años, breve pero intensa, y cuando recuerdo cómo hace justo un año la unión anónima
de cada una de las letras humanas que escribían a diario las páginas del Correo se hicieron cada días más fuertes
para zarandear a una sociedad que no podía dejar morir a un símbolo de su libertad.
Aquello no fue algo aislado, fue el resultado de la valía humana y profesional de un equipo, merecidísimamente premiado esta noche, que sigue defendiendo cada día el periodismo y la libertad”.
José Gallego: “Los trabajadores de las empresas periodísticas deben estar bien pagados y bien tratados”
Tras recoger, como presidente del Comité de Empresa, el galardón, José Gallego se dirigió a los invitados al
acto celebrado en el Parador de la Arruzafa de Córdoba.
“Les hablo en nombre de los trabajadores de El Correo de Andalucía. Muchas gracias. Gracias por este reconocimiento moral a una lucha que hoy nos permite estar aquí celebrando que seguimos en el oficio. Gracias
por este galardón, cuya dotación económica también le agradecemos. Y les comunico que ayer la plantilla del
decano de la prensa sevillana acordó en asamblea donar esa cantidad al fondo de emergencia social para periodistas en paro.
Pero queremos darles las gracias especialmente por obligarnos a hacer un ejercicio de memoria. Como bien
saben, nuestra profesión se basa en exprimir cada día la actualidad, lo que al final nos hace perder la noción
del tiempo. Los hechos que justifican este premio ocurrieron hace 12 meses. Un año ha pasado ya desde que
vivimos aquellos días tan duros como emocionantes, en los que, muy a nuestro pesar, nos convertimos nosotros
en la noticia.
Creo que es necesario recordar lo que aconteció entonces. En 2010, El Correo de Andalucía quedó sumido en
un oscuro periodo de recortes, despidos, expedientes de regulación de empleo, ertes, bajadas de sueldo y toda
suerte de golpes y retrocesos en los derechos laborales conquistados durante los últimos cien años. Derechos
laborales que son, no lo olvidemos, los que permiten a los trabajadores realizar su tarea con dignidad y tener
vida más allá de las redacciones.
La situación se fue degradando al tiempo que la plantilla, por suerte siempre combativa y coherente, fue
plantando batalla cada vez que fue necesario para defender la calidad de nuestra cabecera.
Pero como suele ocurrir en estos casos, las cosas siempre pueden ir a peor. En verano de 2013 la empresa empezó a dejar de pagar los salarios y a desentenderse de sus obligaciones. Pese a todo, los trabajadores seguimos
sacando a la calle, de forme ejemplar, un periódico digno y comprometido.
En otoño de aquel 2013, hace ya un año, llegó el golpe definitivo. El anterior propietario, el Grupo Gallardo,
vendió la cabecera a un empresario sin solvencia ninguna y sin capacidad de hacer frente a los pagos y obligaciones pendientes. Esta oscura operación dejaba al periódico en un limbo legal que lo abocaba inevitablemente
al cierre.
Entonces los trabajadores, todavía incapaces de asumir que nos enfrentábamos al final de un proyecto periodístico de 115 años, un periódico que se había convertido en nuestra casa, tuvimos que enfrentarnos a un
durísimo dilema. Asumir la muerte del decano y acudir a los tribunales para pelear por una parte de las nóminas
que aún nos debían, o armarnos nuevamente de valor y salir a luchar en un combate definitivo por mantener
El Correo de Andalucía abierto.
Como todos saben ya, optamos por este último escenario. Convocamos cinco días de huelga, una decisión
muy difícil, porque el periódico, por primera vez en este siglo, dejaba de salir al quiosco. Esto era necesario
para llamar la atención de nuestros lectores. Salimos a las calles y a las plazas, concitando el apoyo de la clase
política, de la sociedad civil y de las instituciones, que incluso reprendieron públicamente al grupo empresarial
que nos había dejado en la estacada.
Y precisamente porque nuestro empresario se había desentendido por completo del periódico, abandonando a sus trabajadores, decidimos hacerlo nuestro definitivamente. Nos encerramos en la redacción durante
aquella semana, durmiendo allí y recibiendo a todas las personas que quisieron acercarse a mostrarnos su apoyo. Aquí debo agradecer una vez más el respaldo de la presidenta de la Junta, del alcalde, de la Diputación, de
tantas y tantas asociaciones que nos arroparon y de nuestro sindicato, CCOO.
Pese a estar en huelga, decidimos editar por nuestra cuenta un número especial, el 47.577, que se publicó el
7 de noviembre, y que reivindicaba a El Correo, a su plantilla y a la profesión periodística.
Pusimos la marca de El Correo de Andalucía en lo más alto, subrayando su papel como escuela y cantera de
grandes periodistas, muchos de ellos de esta tierra, e identificando su cabecera con la historia de los últimos
tres siglos de Andalucía y Sevilla.
De aquellos días, de aquella lucha, los trabajadores de El Correo sacamos muchas conclusiones, que creemos
extensibles a toda la profesión.
Primero, que los trabajadores, que no debemos bajar la guardia, y que si vamos a una, podemos conseguir
mucho más de lo que pensamos.
Y además, que la profesión periodística no puede depender del voluntarismo de una plantilla. Los trabajadores de las empresas periodísticas deben estar bien pagados y bien tratados. Porque nuestro oficio es vital
para una sociedad democrática, como se está demostrando en estos convulsos días. Un periodista debe trabajar
con libertad y tiempo, al margen de cuestiones comerciales, publicitarias y de otra índole. Lo contrario prostituiría nuestra tarea. Y eso no puede ser. No debe ser así por una cuestión ética, pero también económica. No
debemos olvidar que la ciudadanía es nuestro público, nuestra clientela, si lo prefieren. Y no son tontos. Si no
ofrecemos un producto de calidad, acabarán dándonos la espalda.
Pero dejando de lado este complicado debate, me gustaría volver al relato de los hechos acaecidos hace un
año, porque hay que recordar que hubo un final feliz.
Un grupo empresarial andaluz, solvente y valiente, se interesó por la situación de El Correo y de las 53 personas que allí trabajábamos. Aun sabiendo de los difíciles momentos que atraviesa el sector de la comunicación,
decidió apostar por nosotros y se implicó en este ilusionante proyecto. Y lo hizo comprometiéndose a mantener
todos los puestos de trabajo y dejando claro en todo momento que no buscaba la rentabilidad económica, sino
la rentabilidad social.
En este año que llevamos juntos, el Grupo Morera y Vallejo ha realizado una importante inversión para
relanzar el periódico, reforzándolo con una plataforma televisiva y nuevos productos editoriales. Este grupo
se ha esforzado por conocer el sector de la comunicación, por innovar y por levantar un periódico que, por su
historia, está llamado a volver a ser el referente informativo de Andalucía.
Y en ese empeño está ahora nuestro grupo editor, y en esa estrategia contará con todo el apoyo de la
plantilla. Porque cuando un empresario camina junto a sus trabajadores, escuchándolos, contando con ellos y
persiguiendo el mismo objetivo, todo se puede conseguir. Y por eso aprovecho para recordarle a nuestra empresa que aquí nos tiene, para ayudar, porque no olvidamos lo ocurrido hace un año, cuando gracias al esfuerzo
común de las dos partes logramos salvar a El Correo de Andalucía. Y esperamos que esa línea de cooperación
se pueda mantener por mucho tiempo.
Por eso le pido al presidente del grupo, Antonio Morera y Vallejo, que comparta este galardón con nosotros
y nos dirija unas palabras. Y en nombre de los trabajadores, muchas gracias una vez más”.
Antonio Morera mostró su satisfacción por el galardón recibido por los trabajadores, indicando que la empresa cuando accedió a la compra tuvo como preferencia que no se perdiera ningún puesto de trabajo, primando lo social sobre lo económico. También resaltó que los intereses de trabajadores y empresa han sido siempre
los mismo en este casi un año transcurrido, lo que ha servido para ampliar la presencia del grupo en el sector
con una televisión y un periódico deportivo, con el consiguiente aumento de plantilla”. Igualmente mostró su
agradecimiento porque este premio llegara desde una Córdoba, una ciudad, una provincia, muy vinculada a los
largo de los 115 años de existencia de El Correo.
Descargar