Manuel Fernández entrega el premio a José Gallego. Patrimonio del periodismo andaluz La Asociación de la Prensa de Córdoba premia la lucha de los trabajadores de El Correo de Andalucía en defensa de la cabecera y de su dignidad 30 / OCTUBRE / 2014 / EL CORREO DE ANDALUCÍA La Asociación de la Prensa de Córdoba entregó anoche el Premio Córdoba de Periodismo 2014 a los trabajadores de El Correo de Andalucía, «en reconocimiento al ejemplo de lucha que llevaron a cabo para mantener un periódico señero y una cabecera histórica defendiendo el mantenimiento de la dignidad profesional frente a la precariedad». El galardón fue entregado por el presidente de la Asociación, Manuel Fernández, quien se refirió a El Correo como patrimonio del periodismo andaluz y una universidad del periodismo por la que han pasado numerosos profesionales cordobeses, como él mismo, que recordó su etapa como becario en la antigua sede de la Carretera Amarilla. La presidenta de la Federación de Asociaciones de la Prensa de España, Elsa González, quiso también estar presente en el acto y alabó «el esfuerzo por mantener el papel de una cabecera con 115 años de historia y además crecer con una televisión y un diario deportivo». «Son momentos muy complejos y tenemos que defender nuestra independencia cuando el desprestigio de todas las instituciones también nos ha alcanzado», añadió. En esta línea se manifestó también el representante de los trabajadores de El Correo, José Gallego Espina, quien remarcó que «los trabajadores de las empresas periodísticas deben estar bien pagados y bien tratados y trabajar con libertad y tiempo, al margen de cuestiones comerciales y de otra índole, ya que lo contrario sería prostituir una tarea vital para una sociedad democrática». El portavoz de la plantilla reconoció también el papel fundamental desempeñado por el Grupo Morera & Vallejo en la salvación del periódico hace un año, resaltando la valentía y solvencia de su presidente, Antonio Morera Vallejo. Este, en su intervención, explicó que asumió este reto ante el que está «muy ilusionado», como una «responsabilidad social que afronta con el propósito de realizar una humilde pero grande revolución en el mundo de la comunicación» y mostró su deseo de «seguir irradiando nuestro quehacer por toda la geografía andaluza». Al acto asistieron el alcalde de Córdoba, José Antonio Nieto, la vicepresidenta de la Diputación, María Jesús Botella, la delegada territorial de Educación, Cultura y Deporte de la Junta, Manuela Gómez, y una nutrida representación de la sociedad y de los medios cordobeses. Los trabajadores de El Correo han donado la cuantía del premio al fondo de emergencia social de los periodistas en paro de la Asociación de la Prensa de Sevilla. Manuel Fernández: “Los trabajadores de El Correo de Andalucía el año pasado consiguieron, con su lucha, mantener esta cabecera, patrimonio del periodismo andaluz” “Hay tardes que te vuelven joven y optimista. La de hoy, por ejemplo. Llevamos tanto tiempo ya contando las desastrosas consecuencias de aquella vida que, según nos reprocharon desde el poder, vivimos por encima de nuestras posibilidades que nuestro vocabulario se ha visto reducido casi a la indigencia, mimetizado a la fuerza con el oscuro panorama que, por un lado cuenta y por otro vive la profesión periodística, que anda en desahucio. Precariedad laboral, eres, ertes, ajustes de plantilla, bajada intermitente de sueldo, cierre de medios o despidos son la fuente de inspiración en la que han de beber diariamente los profesionales del periodismo en su casa antes de salir a la calle a dar cuenta, entre otras noticias más halagüeñas, afortunadamente, de la corrupción general que nos invade y que ha tenido una parte de culpa de esta crisis económica --en la que todos podemos llegar a ser carne de Cáritas-- que se está convirtiendo en crisis de ética. Pero hay tardes, como he dicho antes, que te vuelven joven, optimista y creyente en valores humanos como la unidad, la confianza en las propias fuerzas, el saber plantarle cara a la adversidad y la dignidad profesional. La Asociación de la Prensa de Córdoba –como todas las asociaciones y agrupaciones de periodistas– acusó hace tiempo la nueva época en sus proyectos y agendas, que se vio obligada a reducir, salvando, evidentemente, lo esencial. Ya en crisis publicamos la “Historia de la Prensa en Córdoba , 1790-2010”, una epopeya que había que dejar por escrito, y nos atrevimos a inaugurar nuestra sede, que rebosa dignidad y elegancia nzález, ández, Elsa Go z, Manuel Fern pe Ló ía ar M o. , Aparici José Gallego rlos Rodríguez ancisco Veiga, donado, Juan Ca al M Mario Daza, Fr y ar Ch a, Antonio Morer arquitectónica. Tuvimos que prescindir, por falta de recursos, de la afamada fiesta de la “Noche de los periodistas”, donde entregábamos los clásicos premios Azahar y Alpechín. Hemos seguido manteniendo el Anuario Informativo –que editamos ininterrumpidamente desde 1984--; la Guía de la Comunicación, un instrumento tan eficaz como necesario; la agenda de convocatorias diarias para la prensa y la concesión del Premio Córdoba de Periodismo, la entrega de cuya XXIX edición nos convoca esta tarde noche aquí, en este Parador de la Arruzafa, que evoca aquella Córdoba de esplendores califales tanto en el pensamiento como en las artes. Un premio periodístico éste que si bien ha sufrido últimamente un recorte en su dotación –del sonoro medio millón de pesetas de aquel ya lejano 1985 pasamos a su equivalente en euros: 3.000, a los que ahora se le ha caído un millar–, ha ganado en prestigio, lo cual compensa algo. El jurado del XXIX Premio Córdoba de Periodismo ha decidido conceder el galardón a los trabajadores de redacción y talleres del periódico El Correo de Andalucía que el año pasado consiguieron, con su lucha, mantener esta cabecera, patrimonio del periodismo andaluz, una especie de universidad de la profesión. Aún recuerdo aquella tarde de julio de 1977 en que llegué al Polígono Industrial de la Carretera Amarilla, en Sevilla, a hacer prácticas en el Correo de Andalucía. Mi compañero de fatigas y yo no nos atrevimos a decir una palabra más alta que otra en aquella Redacción que dirigía José María Requena, que a su hora se fue a cenar y que volvió de madrugada para ver la primera página. Nosotros seguíamos allí sin cenar y sin pensión para dormir. Hicimos noche en lo que conocíamos: la estación de Córdoba, donde me robaron mi macuto de soldado, que entonces se llevaba. El domingo 17 de julio me publicaron mi primer reportaje --sobre el archivo de Indias--, que firmaba junto al otro autor y compañero de fatigas: Paco Luis Córdoba, actual director de Diario Córdoba y expresidentes de esta Asociación de la Prensa. Al año siguiente volvimos a hacer prácticas y yo permanecí ligado al periódico decano de la prensa andaluza hasta el último día de 1979, después de haber estado nueve meses en su delegación de Huelva y seis en la de Córdoba. Por eso he dicho al principio que hay tardes que te vuelven joven. Pero también optimista. El año pasado por estas fechas, en pleno fragor de la batalla, cuando las asambleas de la plantilla de trabajadores de El Correo llenaban sus tardes, yo llamaba desde el Diario Córdoba a Antonio Morente, subdirector en aquel momento, o a Ana Trujillo, redactora jefe, o a Isabel Morillo, jefa de sección, para preguntarles por sus editoriales, por si nos venían bien (teníamos con ellos firmado un convenio). Nunca les escuché ni un mal modo, ni una excusa, y una vez acabadas las asambleas y escritos los editoriales, nos los enviaban por si nos pudieran servir. A veces me preguntaba que cuándo dormían estos periodistas que estaban viviendo en la cuerda floja y de dónde sacaban recursos para que la objetividad periodística –que quedaría archivada en las hemerotecas-- no se viera mermada por su acuciante situación. El 7 de noviembre de 2013, esta plantilla, tras encierros y huelgas, sin más dueños que ellos mismos, consiguió editar el histórico número 47.577 del año 115 de El Correo de Andalucía en el que contó con el calor de toda la profesión y de la sociedad sevillana. Ese ejemplar fue la plasmación de cómo se puede ser héroe en la precariedad y de cómo todavía es posible creer en el ser humano, que se une para un empeño colectivo, a pesar de la corrupción, que lo ha despilfarrado todo. Hay tardes-noches que te vuelven joven y optimista. Como esta, a cuyo desarrollo contribuyen el Ayuntamiento, la Diputación, la Universidad y la Real Academia de Córdoba así como este Parador de Córdoba, parador de la Arruzafa, de los que nos sentimos deudores. Un buen momento también para acordarnos de nuestros benefactores de cabecera: Cajasur y el Corte Inglés, a los que agradecemos sus siempre bienvenidas colaboraciones. Que los trabajadores de El Correo de Andalucía que premiamos hoy y que los empresarios que tuvieron el valor de hacerse cargo de esta herencia del periodismo andaluz mantengan con su actitud un nuevo rumbo de regeneración en la sociedad española, que ve como se están tambaleando las estructuras de lo que hasta ahora era sólido”. Mario Daza: “El Correo de Andalucía escribe hoy una nueva página, la del reconocimiento de una tierra” El periodista Mario Daza fue el encargado de presentar, desde el interior, a los trabajadores de El Correo. Como miembro de la redacción desgranó destalles de la vida del periódico. Celebrar algo siempre es una alegría, compartirlo con compañeros como los que esta noche nos acompañan es un doble motivo de felicidad. Hoy la historia de El Correo de Andalucía escribe una nueva página, la del reconocimiento de una tierra tan querida como ésta al esfuerzo de una plantilla de trabajadores, para muchos unos héroes, para otros unos valientes, que por encima de todo se sienten y quieren seguir siendo periodistas. Periodistas de una cabecera que lleva a gala ser el periódico decano de la ciudad de Sevilla y uno de los más antiguos que aún sobreviven en nuestro país. Nacido en Sevilla, forjado en esa tierra, pero con vocación andaluza, desde sus orígenes y hasta en su propio nombre. El Correo de todos, El Correo de Andalucía. Pero, como les decía, sus raíces no son exclusivamente sevillanas sino que ha bebido de otras influencias, como la de esta tierra cordobesa. Sin ir más lejos les ofrezco algunos datos: Manuel Gómez Cerdeña, el director más longevo de El Correo, era cordobés. Por nuestra redacción han pasado a lo largo de la historia numerosos profesionales de Córdoba, como Antonio Ramos Espejo, Antonio López Hidalgo, Irina Marzo, Mónica Rodríguez, Rafael Pontes, Paco Luis Córdoba, Bernardo Ruiz o, sin ir más lejos, nuestro actual editor gráfico, Juan Carlos Rodríguez Aparicio, entre muchos otros. Además, en los últimos tiempos, El Correo ha estado colaborando estrechamente con cabeceras de esta tierra, a través de las páginas comunes, como hace poco ocurría con Diario de Córdoba. alucía El Correo de And 20 SEVILLA | gráficas en Vea las galerías foto togalerias www.elcorreoweb.es/fo retratados ndez, Elsa González, Mario Daza, María Jesús Botella, David Manuel Fernández OBA isco Veiga, José López Royo, Franc entrega el premio EL CORREO / CÓRD , Manuel Ferná Gallego, María López David López Royo, Antonio Morera, Chary Maldonado, J.A. Nieto S cio. / CRISTIAN ORZAE y Rodríguez Apari . / C.O. o y José Antonio Nieto Antonio Morera Vallej reto ante el que esque asumió este o», como una tá «muy ilusionad l que afronta socia «responsabilidad de realizar una huósito prop el con revolución en el milde pero grande unicación» y mosmundo de la com uir irradiando tró su deseo de «seg toda la geopor nuestro quehacer grafía andaluza». el alcalde de Al acto asistieron nio Nieto, la viCórdoba, José Anto la Diputación, Macepresidenta de ola delegada territ ría Jesús Botella, Deporación, Cultura y para rial de Educ Manuela Gómez, tituir una tarea vital te de la Junta, n de esta lí- sería pros En tació ica». ió. esen ocrát añad repr », dem ida dad ha alcanzado y una nutr - una socie oplantilla recotambién el repre los medios cord El portavoz de la nea se manifestó la sociedad y de El papel fundamentrabajadores de sentante de los noció también el beses. el Grupo Mode El Correo go Espina, quien desempeñado por Los trabajadores Correo, José Galle tal al de peio del ores prem trabajad la salvación cuantía del remarcó que «los rera & Vallejo en la donarán la dísticas deben cia social de los año, resaltando las empresas perio riódico hace un fondo de emergen iación y bien tratados y ncia de su presidenen paro de la Asoc solve s y tía dista estar bien pagados valen perio la. tad y tiempo, al ra Vallejo. la Prensa de Sevil trabajar con liber te, Antonio More ión, explicó de s comerciales Este, en su intervenc margen de cuestione lo contrario ya que y de otra índole, PATRIMONIO DEL Z DALU PERIODISMO AN a José Gallego. / C.O. la Prensa de a Asociación de anoche Premio Córdoba entregó dismo a los traba Córdoba de Perio , eo de Andalucía jadores de El Corr to al ejemplo de «en reconocimien para ron a cabo lucha que lleva ro dico señe y mantener un perió rica defendienuna cabecera histó de la dignidad iento tenim man el do e a la precariedad». profesional frent gado por el El galardón fue entre n, Manuel iació Asoc la presidente de n se refirió a El CoFernández, quie periodisdel io rreo como patrimon ad del ersid univ mo andaluz y una la que han pasado periodismo por sionales cordobenumerosos profe o, que recordó su ses, como él mism rio en la antigua etapa como beca Amarilla. sede de la Carretera de la Federación ta iden La pres la Prensa de Esde de Asociaciones L BRE DE 2014 VIERNES 31 DE OCTU los premia la lucha de Prensa de Córdoba dignidad La Asociación de la la cabecera y de su de a ens def en Correo trabajadores de El quiso también paña, Elsa González, el acto y alabó «el estar presente en tener el papel de esfuerzo por man 115 años de hisuna cabecera con r con una teletoria y además crece rtivo». «Son o depo visión y un diari complejos y tene momentos muy nuestra indepenmos que defender restigio de desp el do cuan dencia es también nos todas las institucion Un periódico que ha tenido la fortuna de contar a través de sus profesionales la vida de una ciudad, de una región, de un país y del mundo durante tres siglos. Sus páginas son la crónica del XIX, del XX y del XXI, tres centurias en las que ha sido capaz de sobrevivir a las consecuencias de guerras mundiales, una guerra civil, cuarenta años de una dictadura, la consolidación de la democracia y, su golpe más duro, el abandono empresarial que sufrió hace poco más de un año que logró superar gracias a la valentía de sus trabajadores y de la nueva grupo empresarial que aceptó el reto de relanzar a esta cabecera. Una nueva etapa de crecimiento, implicación ciudadana y modernización que no da la espalda a los orígenes que plasmó como pilares el Beato Marcelo Spínola: “Ni una sola palabra, ni una línea, ni una letra deje de encaminarse a la defensa de la verdad y de la justicia”. Pero ahí hecho el freno para que luego mis compañeros les cuenten cómo es este nuevo Correo de Andalucía que, no es tan nuevo como parece si no más fiel que nunca a sus principios. Ellos, los trabajadores de este periódico, que son los grandes protagonistas de esta noche. En poco o nada se parecería este Correo de Andalucía a otro periódico que no hubiese contado con el amplio listado de profesionales que han pasado por esta casa. No son como una familia, son una familia. Y les hablo por propia experiencia. Hace hoy, 30 de octubre, justo cinco años que crucé por primera vez la puerta de su redacción. Allí me encontré a más de un centenar de profesionales que dejaron a un lado teclados, libretas y ordenadores para ofrecerme todo lo que habían aprendido en sus años de experiencia. Conocimientos y sentimientos, consejos profesionales y valores humanos, a escribir y a sentir, a leer y a escuchar… a ser periodista. Por eso este Correo de Andalucía es cantera de grandes profesionales que luego se convirtieron en maestros de esos nuevos chavales que recién aterrizados de la Facultad se abrían a un mundo tan hermoso como desconocido: el del periodismo. Yo puedo decir a gala que soy uno de esos periodistas que aprendí a serlo en el corazón del decano. Algo que siempre llevaré con orgullo, por eso hoy pongo voz a sus premiados, por eso me emociono cuando repaso esta mi nueva vida de cinco años, breve pero intensa, y cuando recuerdo cómo hace justo un año la unión anónima de cada una de las letras humanas que escribían a diario las páginas del Correo se hicieron cada días más fuertes para zarandear a una sociedad que no podía dejar morir a un símbolo de su libertad. Aquello no fue algo aislado, fue el resultado de la valía humana y profesional de un equipo, merecidísimamente premiado esta noche, que sigue defendiendo cada día el periodismo y la libertad”. José Gallego: “Los trabajadores de las empresas periodísticas deben estar bien pagados y bien tratados” Tras recoger, como presidente del Comité de Empresa, el galardón, José Gallego se dirigió a los invitados al acto celebrado en el Parador de la Arruzafa de Córdoba. “Les hablo en nombre de los trabajadores de El Correo de Andalucía. Muchas gracias. Gracias por este reconocimiento moral a una lucha que hoy nos permite estar aquí celebrando que seguimos en el oficio. Gracias por este galardón, cuya dotación económica también le agradecemos. Y les comunico que ayer la plantilla del decano de la prensa sevillana acordó en asamblea donar esa cantidad al fondo de emergencia social para periodistas en paro. Pero queremos darles las gracias especialmente por obligarnos a hacer un ejercicio de memoria. Como bien saben, nuestra profesión se basa en exprimir cada día la actualidad, lo que al final nos hace perder la noción del tiempo. Los hechos que justifican este premio ocurrieron hace 12 meses. Un año ha pasado ya desde que vivimos aquellos días tan duros como emocionantes, en los que, muy a nuestro pesar, nos convertimos nosotros en la noticia. Creo que es necesario recordar lo que aconteció entonces. En 2010, El Correo de Andalucía quedó sumido en un oscuro periodo de recortes, despidos, expedientes de regulación de empleo, ertes, bajadas de sueldo y toda suerte de golpes y retrocesos en los derechos laborales conquistados durante los últimos cien años. Derechos laborales que son, no lo olvidemos, los que permiten a los trabajadores realizar su tarea con dignidad y tener vida más allá de las redacciones. La situación se fue degradando al tiempo que la plantilla, por suerte siempre combativa y coherente, fue plantando batalla cada vez que fue necesario para defender la calidad de nuestra cabecera. Pero como suele ocurrir en estos casos, las cosas siempre pueden ir a peor. En verano de 2013 la empresa empezó a dejar de pagar los salarios y a desentenderse de sus obligaciones. Pese a todo, los trabajadores seguimos sacando a la calle, de forme ejemplar, un periódico digno y comprometido. En otoño de aquel 2013, hace ya un año, llegó el golpe definitivo. El anterior propietario, el Grupo Gallardo, vendió la cabecera a un empresario sin solvencia ninguna y sin capacidad de hacer frente a los pagos y obligaciones pendientes. Esta oscura operación dejaba al periódico en un limbo legal que lo abocaba inevitablemente al cierre. Entonces los trabajadores, todavía incapaces de asumir que nos enfrentábamos al final de un proyecto periodístico de 115 años, un periódico que se había convertido en nuestra casa, tuvimos que enfrentarnos a un durísimo dilema. Asumir la muerte del decano y acudir a los tribunales para pelear por una parte de las nóminas que aún nos debían, o armarnos nuevamente de valor y salir a luchar en un combate definitivo por mantener El Correo de Andalucía abierto. Como todos saben ya, optamos por este último escenario. Convocamos cinco días de huelga, una decisión muy difícil, porque el periódico, por primera vez en este siglo, dejaba de salir al quiosco. Esto era necesario para llamar la atención de nuestros lectores. Salimos a las calles y a las plazas, concitando el apoyo de la clase política, de la sociedad civil y de las instituciones, que incluso reprendieron públicamente al grupo empresarial que nos había dejado en la estacada. Y precisamente porque nuestro empresario se había desentendido por completo del periódico, abandonando a sus trabajadores, decidimos hacerlo nuestro definitivamente. Nos encerramos en la redacción durante aquella semana, durmiendo allí y recibiendo a todas las personas que quisieron acercarse a mostrarnos su apoyo. Aquí debo agradecer una vez más el respaldo de la presidenta de la Junta, del alcalde, de la Diputación, de tantas y tantas asociaciones que nos arroparon y de nuestro sindicato, CCOO. Pese a estar en huelga, decidimos editar por nuestra cuenta un número especial, el 47.577, que se publicó el 7 de noviembre, y que reivindicaba a El Correo, a su plantilla y a la profesión periodística. Pusimos la marca de El Correo de Andalucía en lo más alto, subrayando su papel como escuela y cantera de grandes periodistas, muchos de ellos de esta tierra, e identificando su cabecera con la historia de los últimos tres siglos de Andalucía y Sevilla. De aquellos días, de aquella lucha, los trabajadores de El Correo sacamos muchas conclusiones, que creemos extensibles a toda la profesión. Primero, que los trabajadores, que no debemos bajar la guardia, y que si vamos a una, podemos conseguir mucho más de lo que pensamos. Y además, que la profesión periodística no puede depender del voluntarismo de una plantilla. Los trabajadores de las empresas periodísticas deben estar bien pagados y bien tratados. Porque nuestro oficio es vital para una sociedad democrática, como se está demostrando en estos convulsos días. Un periodista debe trabajar con libertad y tiempo, al margen de cuestiones comerciales, publicitarias y de otra índole. Lo contrario prostituiría nuestra tarea. Y eso no puede ser. No debe ser así por una cuestión ética, pero también económica. No debemos olvidar que la ciudadanía es nuestro público, nuestra clientela, si lo prefieren. Y no son tontos. Si no ofrecemos un producto de calidad, acabarán dándonos la espalda. Pero dejando de lado este complicado debate, me gustaría volver al relato de los hechos acaecidos hace un año, porque hay que recordar que hubo un final feliz. Un grupo empresarial andaluz, solvente y valiente, se interesó por la situación de El Correo y de las 53 personas que allí trabajábamos. Aun sabiendo de los difíciles momentos que atraviesa el sector de la comunicación, decidió apostar por nosotros y se implicó en este ilusionante proyecto. Y lo hizo comprometiéndose a mantener todos los puestos de trabajo y dejando claro en todo momento que no buscaba la rentabilidad económica, sino la rentabilidad social. En este año que llevamos juntos, el Grupo Morera y Vallejo ha realizado una importante inversión para relanzar el periódico, reforzándolo con una plataforma televisiva y nuevos productos editoriales. Este grupo se ha esforzado por conocer el sector de la comunicación, por innovar y por levantar un periódico que, por su historia, está llamado a volver a ser el referente informativo de Andalucía. Y en ese empeño está ahora nuestro grupo editor, y en esa estrategia contará con todo el apoyo de la plantilla. Porque cuando un empresario camina junto a sus trabajadores, escuchándolos, contando con ellos y persiguiendo el mismo objetivo, todo se puede conseguir. Y por eso aprovecho para recordarle a nuestra empresa que aquí nos tiene, para ayudar, porque no olvidamos lo ocurrido hace un año, cuando gracias al esfuerzo común de las dos partes logramos salvar a El Correo de Andalucía. Y esperamos que esa línea de cooperación se pueda mantener por mucho tiempo. Por eso le pido al presidente del grupo, Antonio Morera y Vallejo, que comparta este galardón con nosotros y nos dirija unas palabras. Y en nombre de los trabajadores, muchas gracias una vez más”. Antonio Morera mostró su satisfacción por el galardón recibido por los trabajadores, indicando que la empresa cuando accedió a la compra tuvo como preferencia que no se perdiera ningún puesto de trabajo, primando lo social sobre lo económico. También resaltó que los intereses de trabajadores y empresa han sido siempre los mismo en este casi un año transcurrido, lo que ha servido para ampliar la presencia del grupo en el sector con una televisión y un periódico deportivo, con el consiguiente aumento de plantilla”. Igualmente mostró su agradecimiento porque este premio llegara desde una Córdoba, una ciudad, una provincia, muy vinculada a los largo de los 115 años de existencia de El Correo.