subsiguientes tabicamientos (el primero siempre transversal), y el tejido de la fronde se eleva alrededor del anteridio, encerrándole en una caverna siempre monandria, que se abre superiormente por un estrecho conáSHóTalgTIñas veces prolongado en tubo por encima del nivel de la fronde. El anteridio sigue creciendo por proliferación celular hasta alcanzar un determinado tamaño en todas sus partes. Las divisiones celulares son activísimas en el interior, dando origen a numerosísimas células muy pequeñas, cúbicas, en las cuales se forman más tarde los anterozoides. La dehiscencia en esta clase d e anteridios es apical, saliendo al exterior el contenido anteridial por el cráter de la caverna. Condición precisa para la dehiscencia es la presencia de a g u a : cuando se dejan caer unas gotas de agua sobre una fronde que contenga anteridios maduros, la ruptura de éstos se verifica a los pocos momentos. Goebel ha demostrado (1) que la pared anteridial obra activamente en la apertura del anteridio, porque las células de la pared, especialmente las apicales, se gelifican, hinchándose mucho con el agua, y terminan rompiendo la cutícula y separándose en la parte superior del anteridio. La hinchazón de las células parietales es tan pronunciada antes de la dehiscencia, que en la Targionia hypophylla se han descrito por algunos hepaticólogos como espacios existentes entre la pared de la caverna y el anteridio. Las células parietales, al llegar a este estado de repleción trasudan líquido que empuja hacia dentro la masa de células del contenido anteridial, separándolo de la pared, especialmente en la parte inferior. La pared de la caverna obra conteniendo por los lados la distensión del anteridio; pero además también contribuye activamente, cuando menos en los casos en que tiene papilas mucilaginosas en el fondo, llenando de líquido mucilaginoso el espacio inferior de la caverna y empujando hacia arriba al anteridio, cuya mitad superior se encaja en la correspondiente de la caverna. De este modo el contenido anteridial se encuentra sometido a una gran presión por todos lados, excepto en el ápice, que comunica directamente con el exterior por el conducto superior de la caverna; por esta parte se rompe el anteridio, saliendo de golpe una gran parte de su contenido, a veces con tal (i) (Ann. K . GOEBEL, deber du Jard. Botan, der Oeffmingsmechanismus de Buitenzorg. Supplément, der 1878.) Moosantheridien.