50 MULTIVERSOS CULTURALES: YORUBAS Y RASTAFARIS

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MULTIVERSOS CULTURALES: YORUBAS Y RASTAFARIS EXPRESIONES DE
DESCOLONIZACIÓN
CULTURAL MULTIVERSES: YORUBAS AND RASTAFARIS
DECOLONIZATION EXPRESSIONS
Carmen Mambel
RESUMEN
ABSTRACT
Estas breves líneas son un esfuerzo por
trascender la lógica colonizadora en la
concepción de lo cultural y lo diverso, desde
la llamada “santería” derivación de los
yoruba y desde los rastafaris descendientes
de la cultura etíope, como expresiones de
descolonización
mediante
sus
significaciones expresadas en sus lenguajes,
en sus prácticas de vida, en sus
cosmovisione, una forma de trascendencia a
la triangulada colonialidad del poder-saberser, develadas y expuestas por Quijano,
Lander, Fanon y Mignolo. Es un proceso de
emancipación, en un volver al encuentro con
la sabiduría presente en la naturaleza, más
La
allá
de
la
instrumentalidad.
descolonización se inicia en el rendir culto a
la reivindicación del hombre como
naturaleza, a sus culturas sobrevivientes ante
el protervo sometimiento a la esclavitud en
estas tierras
Palabras clave: Descolonización. Práctica
de vida. Multiversos culturales.
These brief lines intent to make an effort to
extend the Colonising logic in the
conception of cultural and the diverse thing,
from the call “santería” derivation of yoruba
and from rastafaris descending of the
Ethiopian culture, like expressions of
decolonization by means of their meanings
expressed in their languages, where they
structure from his actions and their wisdoms
inherited of his African ancestors, a form of
importance to the triangulated colonialidad
of power-know-being, revealed and set out
by Quijano, Lander, Fanon and Mignolo. It
is an emancipation process, in returning to
the encounter with the present wisdom in
the nature, beyond instrumentality. The
decolonization begins in cultured rendering
to the vindication of the man like nature, to
its surviving cultures before protervo
submission to the slavery in these earth.
Keywords:
Decolonization,
cultural
practice of life, cultural multiverses.
Carmen Mambel. Lic. en Educación mención Ciencias Sociales. Magister en Enseñanza
de las Ciencias Sociales. Profesora del Departamento de Ciencias Sociales de la FaCE, UC,
adscrita al Centro de Investigaciones Sociales en la línea de investigación “Antropología de
la
vida
cotidiana”.
Doctorando
en
Ciencias
Sociales,
UC.
Correo:
caromam06@hotmail.com
Artículo recibido en marzo de 2012 y aceptado en septiembre de 2012.
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La idea de descolonización
Lo que se intenta ahondar aquí no es la correspondencia de un concepto como el de
cultura o el de diversidad cultural con la realidad, ni un conjunto de teorías que versen sobre
estas temáticas, lo que se busca es una aproximación que permita la comprensión de las
“realidades culturales” en las que han tomado parte tales conceptos, definiciones, ideas y
prejuicios, no es ver desde ellos esas realidades; pues en las redes culturales se transmiten
contenidos y códigos de generación en generaciones por tradición, pero también se
transmiten a través de los sistemas de educación, estos últimos vienen a establecerse como
lógicas que se imponen anticipadamente.
Estas lógicas que se imponen son expresiones de lo que Lander, Quijano, Fanon y Mignolo
denominan la colonilidad, la cual abarca los tres puntales fundamentales: el poder, el saber
y el ser, mediante la colonización se implantó no sólo un modelo de sociedad de corte
europeo, sino que en ella se produce y reproduce la colonialidad que mantiene a los países
de la llamada periferia bajo su dominio ,dado que la cultura implantada desde Europa bajo
la forma de colonialismo se convirtió en la referencia para medir a las demás que se
encuentran en estos mismos espacios y por tanto, éstas deben adecuarse a sus
singularidades.
No obstante, en estos espacios se configuraron lógicas de perseverancia, desde aquel
entonces hasta nuestros días, a las cuales la concepción universalizante de la razón
científica ha caracterizado en los últimos tiempos en el plano intelectual como una noción
de resistencia desde la cual se visualiza la situación en un marco de colonialidad del saber
mediante el conocimiento científico, es por ello que bien sostiene (Escobar,2007:282) que
“…los estudios sobre la resistencia tocan apenas tangencialmente las culturas en las cuales
se originan las resistencias .Por lo general las formas de resistencia y el concepto mismo se
teorizan en relación con las culturas occidentales” Ahora bien, una de esas resistencias
fueron encarnadas por los africanos traídos a estas tierras como esclavos, pues ellos trajeron
consigo sus propias lógicas de vivirse y al ser sometidos a las más protervas condiciones de
existencia, estas lógicas culturales buscan la forma de sobrevivir.
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Desde la colonización del poder, del saber y del ser, se tejen las dominaciones culturales,
se doblegan las resistencias para que la búsqueda se oriente bajo la colonialidad hacia una
“identidad” con un universo cultural
construido y definido científicamente, es decir,
cualquier estudio sobre culturas desde los conceptos estructurados por la tradición científica
heredada y transferida por los llamados países “centros” está pensado desde la colonialidad
del saber que define como universo cultural a todas las culturas y diversidad cultural a las
diferencias entre ellas, de modo que universo cultural y diversidad son dos caras de una
misma moneda, sobre la cual la ciencia ha pensado; pero existen realidades que van
mucho más allá de ser parte de un universo cultural y mucho más allá de la simple
diferencia dentro de ese universo.
Ahora, pensar desde estas realidades constituye un modo de trascendencia de la
colonización a la descolonización, porque como plantea (Mignolo,2007:40) “En la historia
de las ideas, de la filosofía, de la ciencia en Europa y de Europa (…) se asumió que lo
importante es aquello que y sobre lo que se piensa y no desde y a partir de dónde se
piensa.”. En tal sentido, pensar desde los diferentes universos culturales, entendiendo que
son más que una simple parte diferente dentro del universo cultural, es dar paso a la
concepción de multiversos culturales, ya que dentro de cada universo cultural existe una
gran diversidad que lo constituye, por tanto, al pensar desde ellos y a partir de ellos se
produce un proceso de descolonización.
Multiversos Culturales.
La concepción tradicional sociológica, histórica y antropológica de universo cultural y en él
de diversidad cultural tiene su máxima expresión en el proceso de globalización, en éste la
cultura es industria y evento, es un régimen complejo que modula las relaciones de la
sociedad, definiendo tanto al mundo real material como a lo inmaterial, enclaustrando una
visión de mundo, que se intensifica, se fortalece y mundializa como única visión que
contiene en sí todo el universo cultural. Esta visión colonialista legitimada por las
disciplinas científicas que definen el universo cultural y la diversidad presente en él, es la
forma de dominación. Para trascender esta lógica hay que pensar desde la diversidad
presente en cada universo, es decir desde los multiversos culturales, desde las riquezas
culturales que les constituyen, ya que en cada universo se presentan múltiples matices en
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la relación del sujeto con la totalidad que se torna heterogénea en la medida en que se
tejen y construyen significados y significaciones.
Culturas Yoruba y Rastafaris como expresiones de descolonización
La introducción de los africanos en estas tierras como parte del aparato productivo de las
colonias, bajo el modo esclavista, vino a constituir
una forma de ampliación y de
despliegue cultural, negada por la cultura europea y a su vez generadora de resistencias, al
intentar éstos la pervivencia de sus características culturales. Los africanos arrancados de
sus tierras, separados de sus familias y trasladados a las colonias, necesitaban una forma de
reencontrarse, de reinventarse y de relegitimar sus raíces en unos espacios donde sólo eran
objetos, donde habían sido despojados de su condición de seres humanos.
En este continente, los afrodescendientes buscaron formas de reencontrarse con sus
ancestros, las cuales encontraron en prácticas que les permitieron rendir culto a la
reivindicación del hombre que fue despojado de todo, incluyendo su humanidad; es una
reconstitución en las diferencias, se relegitiman en su condición de hombres y de diferentes
a la vez que encuentran espacios que les permiten emerger desde donde fueron sumergidos,
uno de estos espacios son las prácticas religiosas, en las cuales profesan parte de lo que les
fue impuesto, pero a su vez integran y reivindican sus creencias y las de sus antepasados, es
un volver a sus raíces, a su reencuentro como parte de la naturaleza, integrados y no
separados de ella.
Los
afrodescendientes
intentan
desde
sus
multiversos
culturales
formas
de
descolonización, al pensarse desde sus raíces, desde la naturaleza, porque la sociedad
moderna separó al hombre de la naturaleza convirtiéndolo en soberano y a la naturaleza
solamente en medio ambiente, al respecto cabe destacar lo que señala (Escobar,2007:327)
“Para quienes defienden una visión del mundo como recurso, el
medio ambiente se convierte en una estructura indispensable. Como
se usa hoy el término, el medio ambiente incluye una visión de la
naturaleza acorde con el sistema urbano industrial. Todo lo
importante para el funcionamiento de este sistema se convierte en
parte del medio ambiente.”
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En este sentido, los descendientes de las culturas yoruba y etíopes presentes en el territorio
hoy llamado América, se reencuentran mediante sus prácticas religiosas como parte de sus
multiversos culturales con sus raíces ancestrales, con la naturaleza, son espacios para
relegitimarse intentando en su accionar la deslegitimación de la colonialidad que les relegó
desde las definiciones históricas, sociológicas y antropológicas como sinónimos de inferior,
razón por la cual existió y existe en muchos afrodescendientes “vergüenza de su diferencia”
no utilizo “endorracismo” porque aludiría a la categoría de “raza” que contiene el término
y que fue establecida por la colonialidad del poder, del saber y del ser, permeando en las
conciencias estableciendo como algo natural que los hombres estamos clasificados en razas
y es por ello que desde este ser colonizado se irrespeta a las culturas afrodescendientes,
La colonización del saber mantiene a la sociedad fuera del entendimiento y la comprensión
de las culturas afrodescendientes como la de los Yoruba y los Rastafaris, ya que en el
imaginario criollo lo africano es sinónimo de sinsentido y contrario a las creencias de la
cultura criolla, aun así ellas mantienen parte de sus identidades con su naturaleza de
origen, en el caso de los descendientes Yoruba hay un respeto y una conexión con todos
los elementos de la naturaleza, un reencuentro con los antepasados, con los ancestros, con
los que se quedaron en África, con los que fueron traídos a estas tierras, con la madre: en el
caso de los Rastafaris hay un anhelo por la vuelta a Etiopia, para ellos la nación no está en
lado que no sea África, resultará algo extraño, pero la triangulada colonialidad del podersaber-ser, puede compararse con el vocablo “babilonia” que utilizan los Rastafaris para
referirse a la estructura de poder que ha mantenido a los pueblos africanos sometidos por
siglos, en el pasado por las colonias y la esclavitud y en el presente por la pobreza, el
irrespeto a las culturas africanas y la explotación en sus tierras.
Licuefacción de las expresiones de descolonización
Ante las expresiones de descolonización de los afrodescendientes en América Latina y el
Caribe, la colonización expresada en la globalización dispone sus mecanismos para disolver
tales expresiones y convertirlas, en un campo visual que las enmarca como parte del
espectáculo globalizador y colonizador del “universo cultural” que “incluye” a las
expresiones africanas, pronunciadas en las religiones derivadas de los Yoruba y la derivada
de los etíopes como parte de la cultura cosmopolita, con lo cual se incorpora una nueva
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clientela a la moda, puede verse como el poder “visibiliza” rasgos de estos multiversos
culturales al tiempo que los distorsiona, los disuelve e invisibiliza la verdadera esencia y el
verdadero debate entre el poder establecido y las diversas expresiones culturales.
Al desvirtuar la verdadera práctica se tiende a disolver los símbolos y los significados, el
ser colonizado percibe a los rastafaris como simples consumidores de hierba, pero como
están presentados al mundo como una “moda” la inclinación es a consumir hierba como
ellos y utilizar los atuendos características de esta cultura, y escuchar la música reggae que
es comercializada; pero tanto la marihuana como el reggae tienen un significado específico
dentro de la práctica rastafari, ya que la hierba no se consume para recrearse, dado que su
humo es ofrendado en señal de alabanza y reggae es su forma de protesta. Igual ocurre con
la cultura Yoruba, se presentan como una moda, como una forma de obtener bienes
materiales, por ello proliferan los establecimientos que comercian objetos relacionados con
la “santería” y se maneja la información en toda la red comercial que los “santeros”
mediante sus implementos
prosperan materialmente, imprimiendo siempre un aire de
misterio y cierta nigromancia, desvirtuando el verdadero origen y la connotación de esos
elementos simbólicos de los Yoruba con sus ancestros y su historia.
Las prácticas religiosas de los afrodescendientes al ser transformadas en parte del universo
cultural colonizador, recuerda un poco las palabras de (Lipovetsky, 2007:125) “…la
reafirmación actual de lo religioso se caracteriza por tener los mismos rasgos que definen al
turboconsumidor experiencial.” Claro que él hace alusión a la práctica de la religión
tradicional, pero ocurre lo mismo en el caso estas prácticas afrodescendientes a las cuales el
poder colonizador les ha asignado un espacio en el universo cultural del Homo
consumericus definido por Lipovetsky.
Dentro de las cosmovisiones de los Yoruba y de los Rastafaris el mundo se concibe como
un todo donde el hombre es parte de la naturaleza y está conectado permanentemente
mediante los elementos representados en cada una de las deidades en el caso de los Yoruba,
o en la conexión con Jah en el caso de los Rastafaris. Pero estas cosmovisiones para el
universo cultural colonizado no tienen más sentido que el de unas representaciones a
través de la moda sustraída de cualquier significado cultural, sus símbolos se desvanecen en
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la trivialidad, perdiendo sus sentidos originarios. Al respecto (Lipovetsky, 1994:153) critica
inexorablemente cuando afirma que “…lo que era ritual y tradicional pierde peso y cae en
la mascarada. Es una nueva cara del etnocidio: la exterminación de las culturas y
poblaciones exóticas ha sido substituida por un neocolonialismo humorístico.” En este
caso el autor hace la crítica el auge como parte de la moda de carácter exótico de las trenzas
utilizadas por los afrodescendiente, y es precisamente esto lo que ocurre en el caso de los
Yoruba y los Rastafaris, sus multiversos culturales están en riesgo de disolverse al ser
incorporados sus elementos simbólicos como parte del universo cultural sin ningún valor.
De allí la importancia de la lucha por mantener y profundizar la descolonización, para
trascender el universo cultural pensando y construyendo discursivamente desde
los
multiversos culturales.
REFERENCIAS
Escobar, A. (2007) La invención del tercer mundo. Construcción y deconstrucción del
desarrollo.Fundación editorial El Perro y la Rana. Caracas.
Mignolo, W. (2007) El pensamiento decolonial: desprendimiento y apertura. Un manifiesto.
En Castro Gomez, S. y Grosfoguel, R (Editores) El giro decolonial. Reflexiones para
una diversidad epistémica más allá del capital global .Siglo del hombre editores.
Bogotá.
Lipovetsky, G. (2007) La felicidad Paradójica. Editorial Anagrama. Barcelona. España
Lipovetsky, G.(1994) La era del Vacío. Editorial Anagrama. Barcelona . España.
Quijano, A. (2007) Colonialidad del poder y clasificación social. En Castro Gómez, S. y
Grosfoguel, R. (Editores) El giro decolonial. Reflexiones para una diversidad
epistémica más allá del capitalismo global.Siglo del hombre editores. Bogotá.
Camps, V. (2004) El derecho a la diferencia. En León, O. (compilador) Ética y diversidad
cultural. Fondo de Cultura Económica. México.
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