www.ipea.org.mx Mi pacto con México Al cumplir doscientos años, México me necesita más que nunca. La historia me presenta una oportunidad única para que se cumpla la promesa de libertad que inspiró la fundación de mi país. Por ello, consciente de que soy importante para México, de mi valor como ser humano y mi capacidad para elegir libremente, me comprometo a ser un ciudadano mexicano ejemplar. Me comprometo a vivir como ciudadano íntegro, es decir: 1. Seré responsable en todos los ámbitos de la vida: con respecto a mi familia, a mi trabajo y a la sociedad. Estaré dispuesto a dar siempre más, no sólo lo que se espera de mí. 2. Respetaré mis derechos y cumpliré mis obligaciones. Conoceré a fondo los principios éticos y viviré acorde a un código moral propio y firme. Buscaré mi felicidad y bienestar siempre y cuando eso no perjudique a los demás. 3. Velaré por la libertad y la defenderé asumiendo la responsabilidad de cada uno de mis actos. 4. Seré siempre honesto, consciente de que la corrupción, propia o ajena, atenta contra mi libertad y mis derechos. 5. Influiré en la medida de mis posibilidades para que todos los mexicanos tengamos una educación de calidad, que forme y potencie la inteligencia de cada uno de nuestros niños y jóvenes, que les permita ser independientes y exitosos en la medida que ellos lo deseen sin tener que irse a otro país para lograrlo. Recordaré siempre que el subdesarrollo esta en la mente y que la pobreza es un mal innecesario y curable. Su remedio es la educación. 6. Exigiré que se cumpla el primer deber de todo gobierno que es preservar la paz social y garantizar la seguridad de los ciudadanos. Haré mi parte para promover la paz en mi familia y en mi propio entorno. 7. Tendré siempre claro que el éxito de México como el de cualquier otro país, depende de que haya tanta sociedad como sea posible y el mínimo de gobierno como sea necesario. Dedicaré parte de mi tiempo a participar en la vida pública para contribuir al desarrollo sano y sustentable de México. Una nación próspera es fruto del esfuerzo inteligente de sus integrantes y no obra de un sólo hombre o de un gobierno, por ello exigiré que el poder público sea un instrumento útil y no un obstáculo para la iniciativa personal. 8. Lucharé para que los sistemas legislativo y judicial funcionen y favorezcan la justicia y la paz. Para que mis garantías individuales prevalezcan y para que todos seamos iguales ante la ley. Para ello, me comprometo a conocer a mi representante en el Congreso, a seguir su desempeño y a pedirle cuentas. 9. Defenderé la democracia y el equilibrio de poderes, consciente de que los seres humanos somos falibles, y de que el poder y el dinero nos ciegan fácilmente. Ya que “el poder corrompe y el poder absoluto corrompe absolutamente,” necesita un buen marco legal y un sistema judicial eficiente. Viviré consciente del valor de mi voto y sólo lo daré al candidato que lo merezca, a aquél que tenga el perfil y los antecedentes adecuados para gobernar. Por ser los gobernantes servidores públicos en una democracia, valoraré primero cómo se gobierna y solo después decidiré quien gobierna. 10. Viviré consciente de que quienes hacen el mal no son mayoría y no deben coartar mi libertad ni apoderarse de México. Lucharé hasta el final de mis días haciendo el bien a quienes me rodean y demostrando que nada está predeterminado, que podemos dejar de ser un país pobre, inseguro y corrupto para convertirnos en una sociedad de personas libres, solidarias y responsables. Estoy consciente de que todo esto será posible sólo en la medida en que cumpla este compromiso. No esperaré a que los demás lo hagan para actuar. No caeré en la tentación de creer que el gobierno puede resolver todos los problemas, yo haré mi parte y haré un esfuerzo por influir en un pequeño cambio dentro de mi propio entorno. Estoy dispuesto a poner el ejemplo a los demás La suma de esos pequeños cambios de consciencia y actitud harán una gran diferencia en México. Convencido de que puedo rescatar al México secuestrado por el miedo, la violencia, la pobreza y la injusticia, decidido a convertirme en un ciudadano ejemplar y a ser agente de cambio, hoy decido que puedo vivir en un país seguro, libre y democrático. De mí depende que esto suceda. Por eso hoy me pongo de pie y firmo este pacto con México. ¡Viva México! ¡Viva la libertad! ¡Viva México!