Enseñando principios que transforman vidas TRIGO Y MIEL A. C. Arena Norte #403, Col. San Miguel León. Gto. México Tel: 01 (477) 7 07 13 05 DIOS QUIERE TERMINAR SU OBRA Estoy convencido de esto: el que comenzó tan buena obra en ustedes la irá perfeccionando hasta el día de Cristo Jesús. Filipenses 1:6 Son muy alentadoras las palabras del apóstol Pablo. ¿Aun recuerdas el día en que conociste a Jesucristo personalmente y tuviste un encuentro con Él en tu vida?, el día en que de alguna manera la luz entró ha tu interior, a la oscuridad, a las tinieblas, a la confusión, a la falta de propósito; donde posiblemente se encontraba albergada amargura, orgullo. Una vida sumida en el alcohol, la droga, el adulterio, en el hurto. Aquel día entró la luz en nuestro corazón, se hizo una luz interna en nuestra vida y nuestra vida no ha vuelto a ser la misma. Es como un nuevo comienzo. La Biblia dice que cuando una persona cree en su corazón y confiesa con su boca y se entrega verdaderamente al Señor Jesús, nace de nuevo, hay un nuevo corazón, por eso la palabra dice que el que está en Cristo es un nueva creación, las cosas viejas pasaron y Dios comienza a hacer en nuestras vidas todas las cosas nuevas. 1. Así comienza la obra La obra de Dios tiene un comienzo, esto sucede cuando entregamos nuestra vida a Cristo. Nadie nace siendo cristiano, ser cristiano es una decisión. La gente piensa que todos los que nacen son hijos de Dios, pero no es así, la Biblia dice en Juan 1:12, que solamente es a los que le recibieron, a los que creen en su nombre, es a quienes se les ha sido dado el poder de ser hijos de Dios. Aunque nazcas en una familia cuyos papás conocen al Señor y aplican los principios de la Biblia, es la decisión de cada ser humano, un día rendir sus vidas a Cristo. El día que rendimos nuestras vidas a Él, hemos sido beneficiados con todas las bendiciones que Dios tenía para nosotros, hay bendiciones que no alcanzan a los que nos son hijos de Dios. Hay una bendición general sobre todo ser humano, Dios hacer llover sobre justos e injustos, hay maravillas, el amor y la misericordia de Dios rodeando toda la tierra en donde esta su presencia, pero hay bendiciones que solo son designadas para sus hijos, y aunque nosotros disfrutábamos sin saberlo o sin entenderlo de las bendiciones que Dios tenia para toda la humanidad antes de conocer a Cristo, cuando venimos a ser hijos de Dios, entramos a poseer las bendiciones que tiene especialmente para sus hijos. Antes de usted conocer a Jesús puede recordar como era, y después usted pudo ver cómo es que el Espíritu Santo lo llevó a convencerse de sus pecados, porque una de las cosas que entendíamos antes de conocer a Cristo, era que no éramos tan pecadores y disculpábamos nuestros Enseñando principios que transforman vidas TRIGO Y MIEL A. C. Arena Norte #403, Col. San Miguel León. Gto. México Tel: 01 (477) 7 07 13 05 pecados. Una de las primeras cosas que Dios hace en nuestras vidas antes de que nazcamos de nuevo, es que nos convence de nuestros pecados. Jesús sólo puede salvar a los pecadores, no a los justos. Y no es que haya justos, porque dice la Biblia que ni aun uno sólo, no hay quien haga lo bueno todo el tiempo, ni quien busque a Dios todo el tiempo, ni quien busque a Dios siempre, pero hay algunos que se consideran justos en si mismos, no que los haya, pero hay quien se considera justo por su propia fuerza u obras. Todo lo que Dios hizo para comenzar su obra es que hizo que el Espíritu Santo viniera sobre usted, el Espíritu que se movía sobre las aguas cuando la tierra estaba desordenada y vacía, el Espíritu que resucitó a Jesús de entre los muertos, es el Espíritu que Dios envió a obrar en su corazón para darle la convicción. Aunque usted se disculpara, y dijera que no era tan malo, usted y yo somos pecadores y merecíamos una eterna separación de Dios, así que Él envió a su Espíritu y la obra de Dios comenzó. 2. La convicción Nos llevó a la convicción de nuestros pecados y también nos capacitó para entender el evangelio, la proclamación de quien es Dios y que nos ama cuando utiliza a la persona que nos compartió. Dios mismo nos capacitó para entender, el Espíritu Santo nos ayuda a entender que Dios nos ama, que murió especialmente por ti, empezaste a entender lo que habías escuchado cada en ocasión y de pronto, el Espíritu de Dios te reveló que Jesús había muerto en la cruz en tu lugar. Dios empezó su obra, nos dio fe. Porque por gracia ustedes han sido salvados mediante la fe; esto no procede de ustedes, sino que es el regalo de Dios, Efesios 2:8 Dios te dio fe para creer que el sacrificio de Jesús en la cruz del calvario era valido, era efectivo para ti. El Espíritu de Dios te dio fe, no sucedió que ibas caminando y de pronto naciste de nuevo, hubo una obra de Dios. Tal vez duro semanas, meses, preparándote Dios, dándote hambre, sed, despertando inquietud, con diferentes circunstancias, tal vez peligrosas, difíciles o extrañas que te hacían reflexionar, que te hacían preguntarte sobre el sentido de la vida, sobre cual era tu propósito, sobre alguna dificultad que estabas viviendo. Dios preparó tu vida para que el Espíritu Santo te diera la convicción, y te mostrara quien es Jesús a través de la persona que te anunció a Cristo y te infundió fe para que abrazaras aquel mensaje, el cual Dios envió a través de las personas que te hablaron, para que tu respondieras, “Yo quiero a Cristo” y desde este momento hasta ahora tu vida no ha sido la misma. La Biblia dice que el nuevo nacimiento es necesario para entrar en el cielo, no el asistir a un determinado lugar, no el tener siete Biblias, o 70 y Enseñando principios que transforman vidas TRIGO Y MIEL A. C. Arena Norte #403, Col. San Miguel León. Gto. México Tel: 01 (477) 7 07 13 05 leerlas en tu casa. Lo único que es necesario para entrar al reino de los cielos es el nuevo nacimiento, esto nos lleva a entender que hay personas que asisten a los grupos cristianos, y no han nacido de nuevo. Aunque lean la Biblia, y saben que no es invención, ratifican, leen en privado, en su casa, y aún así, nunca han nacido de nuevo. Porque para nacer de nuevo tienes que reconocer que eras el peor de los pecadores, por tanto si tu nunca has tenido la convicción de que eras el peor de los pecadores, tal vez no has nacido de nuevo, Jesús no puede hacer su obra en una vida que no reconoce que esta perdida sin ÉL. Por ejemplo, ¿sabes nadar?, si fueras en un crucero en barco, o en un lago y tomas una lancha, y a la mitad del lago te caes, si no sabes nadar ¿te ahogarías? Si, si suponemos que te estas ahogando, en lo profundo del lago, en la travesía por el mar; te estas ahogando, vas a pedir CON DESESPERACIÓN, gritaras ¡auxilio!, vas a manotear, vas a pedir ayuda. Esa es la condición interna en la que debemos estar al entender, cuando el Espíritu Santo viene a nuestra vida, que somos pecadores, que nos estamos hundiendo en nuestros pecados, que nos vamos ahogar en nuestras maldades, que nadie nos obligó hacer lo malo, sino que cada uno de nosotros por su propia decisión practicó y se hizo un experto en pecar pero que el pecado nos esta matando, nos esta hundiendo. Y cuando viene esa convicción decimos “JESÚS YO NO ME QUIERO MORIR en mis pecados, sálvame, ayúdame”, tiene que haber esa convicción en tu vida, de que estás perdido sin Cristo hundiéndote en tus pecados, para que Él, entonces sea tu salvador. Te estas hundiendo, estas tragando agua, sientes que te vas a morir y entonces los de la lancha te avientan un salvavidas, tu te aferras a eso ¿de que manera? DESESPERADO, porque si no te ahogas. Es lo que sucede con la gente que llega a Cristo: se aferra, de una manera tal que no se suelta. Aunque la familia diga: “¿Qué te dan ahí que no sales?”, “¿ya estás leyendo la Biblia?”, “Que no sabes que te puedes volver loco.” Nos aferramos a Jesús nuestro salvador con desesperación, y no nos podemos soltar, porque si nos soltamos quién sabe y nos hundamos. Hay gente que asiste a congregarse por “buena onda”, y no se trata de eso, o porque sienten buena vibra. Hay más que eso, es JESÚS EL HIJO DE DIOS, que quiere cambiar y transformar tu vida. Pídele a Dios que se te revele, que se te manifieste, que te traiga la convicción de tus pecados, para que puedas agarrarte de JESÚS como tu salvador. En muchos ha existido esa obra. Donde se han sentido perdidos en sus pecados y entonces clamaron a Jesús. El les dijo YO SOY TU SALVADOR, yo tomé tu lugar en la cruz para que tú no perezcas en tus delitos y pecados. Enseñando principios que transforman vidas TRIGO Y MIEL A. C. Arena Norte #403, Col. San Miguel León. Gto. México Tel: 01 (477) 7 07 13 05 3. El comenzó en nosotros la buena obra. Dice el mismo versículo 6 de Filipense 1: “el que comenzó en ti la buena obra”. Porque la obra de Dios no es cualquier obra, es una buena obra. No hay mejor obra que la vida en Cristo. Rechaza las mentiras de que te iba mejor antes, no es cierto. Es como cuando leemos la Biblia, y vemos que el pueblo de Israel fue liberado por Dios a través de Moisés con las plagas en Egipto. Se abrió el mar Rojo, Dios les mando la columna de fuego de noche, la columna de nube de día; leemos que decían “mejor vivíamos en Egipto”. ¿A cuántos se les ha olvidado que la vida en Egipto era una vida de esclavos? No puede ser que tu vida antes de conocer a CRISTO sea mejor que la de ahora. Porque antes de conocer a Cristo, tu y yo éramos esclavos de satanás, pero ahora somos siervos de Jesucristo. Pero la mentira viene a tu mente, el dardo viene a tu mente. Ese pensamiento de que te iba mejor antes de conocer a Cristo te taladra. Son mentiras, la Biblia dice que tomemos el escudo de la fe, con el que podamos apagar todo dardo de fuego del maligno. No es físicamente el dardo de fuego. De lo que trata la Biblia acerca del escudo de la fe, la fe en Dios, la fe en las promesas y en las verdades que Dios nos revela en su palabra, nos ayudan a apagar los pensamientos de fuego de mentira, que el enemigo lanza a nuestra mente, tenemos que tomar el escudo de la fe y apagar los pensamiento mentirosos que nos lanzan, de que antes estábamos mejor no es verdad. Bendito el día que conocimos a Jesucristo, necesitas apagar con el escudo de la fe esos dardos. Nuestra perspectiva respecto a la obra de Dios, a veces es sólo física, material y algunos pesamos la bendición de Dios basándonos en la cantidad de dinero que hay en el banco. Hoy el dinero es tan superficial, el valor y el éxito de tu vida no consiste en la abundancia de las cosas materiales que tu llegas a tener. Puedes tener todas las riquezas o la mayor cantidad de riqueza y ser un pobre o miserable en tu interior, en tu matrimonio, en tu familia, en tu propia persona, un pervertido(a), mentiroso, ladrón. La bendición de Dios, la buena obra de Dios no sólo se mide en riqueza, o bienes materiales. LA BUENA OBRA DE DIOS ES MUCHO MAS QUE COSAS, es amor, es paz, es gozo. El Reino de Dios no es comida, ni bebida, sino JUSTICIA, PAZ Y GOZO EN EL ESPÍRITU SANTO. ¿Cuándo tenías un gozo verdadero, cuando había paz?, si pensabas en morirte seguro tenías miedo; pero cuando ya has conocido al Señor Jesucristo, ya hay paz en tu corazón. Te sientes amado por Dios, hay gozo, no alegría de acuerdo a las circunstancias que te rodean sino gozo interno de sentirse amado con Dios a tu lado, en medio de las dificultades de los problemas. Gozo es más que alegría, es la felicidad de entender que Dios está contigo en todo tiempo, y no depende de las circunstancias. Enseñando principios que transforman vidas TRIGO Y MIEL A. C. Arena Norte #403, Col. San Miguel León. Gto. México Tel: 01 (477) 7 07 13 05 4. ¿Temor? Algunas personas tienen temor de la obra de Dios en ellos, Dios siempre te hará bien. Tienen temor de que Dios obre en sus vidas, temor de que Dios los pueda avergonzar, tienen temor de que Dios les pueda quitar algo, temor de convertirse en fanáticos religiosos, pero Dios siempre obra para nuestro bien 11 Porque yo sé muy bien los planes que tengo para ustedes —afirma el SEÑOR—, planes de bienestar y no de calamidad, a fin de darles un futuro y una esperanza.12 Entonces ustedes me invocarán, y vendrán a suplicarme, y yo los escucharé.13 Me buscarán y me encontrarán, cuando me busquen de todo *corazón.14 Me dejaré encontrar —afirma el SEÑOR—, Jeremías 29:11-14 5. Hay tres cosas que Dios usa para obrar en nuestra vida a) LA BIBLIA: Dios va a usar su palabra para obrar en ti, por eso necesitas exponerte a su palabra, oír con fe, porque Dios obra en nuestro interior por medio de su palabra. Lee la Biblia, si no hay un lugar en el que tengas quietud, paz, prueba leer en otro espacio. Escucha material (casettes, cd´s) que hable de la palabra en vez de estar escuchando otras cosas. Escucha un casett de la Biblia si estás mucho tiempo en tu auto, también si tienes un trabajo muy mecánico, en un lugar fijo. La palabra de Dios es un instrumento para que Dios obre en nuestro interior. Ciertamente, la palabra de Dios es viva y poderosa, y más cortante que cualquier espada de dos filos. Penetra hasta lo más profundo del alma y del espíritu, hasta la médula de los huesos, y juzga los pensamientos y las intenciones del corazón. Hebreos 4:12 Cuando la palabra penetra a veces hay dolor, el estar expuestos a la palabra a veces incomoda, porque Dios nos muestra cosas que deben cambiar. Si usted golpea a su esposa y lee la palabra de Dios que dice “ámala como Cristo amo a los suyos” ¿Cómo amó Cristo a los suyos? Con un amor incondicional, sacrificial y no egoísta. Es nuestra meta y no es fácil. Cuando tu lees la Biblia es para ti, porque luego pensamos: “esta palabra podría ser para...”. b) También Dios obra a través del Espíritu. Hay lugares donde aman la palabra, sin embargo no al Espíritu. Hay un balance para un crecimiento sano y debe ser la palabra y la obra del Espíritu. En Juan 15 dice Jesús: “me voy pero no os dejare huérfanos”. Alguien que no está expuesto a la obra del Espíritu Santo y que no le da libertad para obrar en su vida, es como si estuviera huérfano. Jesús dijo que nos dejaría el otro consolador a quien el Padre celestial enviaría en el nombre de Jesús para que Él nos recordara todo lo que Jesús nos ha dicho. Tenemos que estar tiempo con Dios a través del Espíritu Santo. Enseñando principios que transforman vidas TRIGO Y MIEL A. C. Arena Norte #403, Col. San Miguel León. Gto. México Tel: 01 (477) 7 07 13 05 c) Dios obra a través de las circunstancias. Ahora bien, sabemos que Dios dispone todas las cosas para el bien de quienes lo aman, los que han sido llamados de acuerdo con su propósito. Romanos 8:28 Quizás te preguntes ¿esto es para mi? ¿Si hay algún problema en mi casa también es para mí? No importa la circunstancia. La Biblia dice que Dios dispone todas las cosas para el bien de quienes lo aman, los que han sido llamados conforme a su propósito. Si tu eres un hijo de Dios que está buscando caminar con Dios, ¿crees que Dios sabrá las circunstancias de lo que sucede antes de que te sucedan? Claro que si. Te sorprenden a ti pero no a Dios y cuando vienen las circunstancias, dice la Biblia si tu amas a Dios, si estás buscando agradarle, aun en medio de la circunstancia, Dios la usará para tu provecho, ¡eso es poderoso no importa lo que te suceda! No significa que Dios va hacer lo que yo quiero, eso es diferente, Dios no es tu mandadero. Porque a veces tenemos una expectativa, Dios siempre va hacer las cosas mejor de lo que tu piensas, sólo que el no las hace como tu piensas y cuando tu piensas. Cuando llegó Jesús con Lázaro la hermana le dijo: “hace cuatro días se murió”, le faltó poco para decir “para que vienes”. No se lo dijo así pero fue un mensaje subliminal, Jesús no llegó tarde. 6. Él perfeccionará El que comenzó en nosotros la buena obra, la perfeccionará. Si Dios comenzó la obra en ti, y esa obra ha sido buena, ÉL la va a continuar. Dios no ha terminado, estás en construcción. Podrían poner un anuncio ¡CUIDADO, DIOS ESTA TRABAJANDO!, porque a veces se caen cosas de tu vida que lastiman a otros, porque no estás terminado, estas siendo construido por Dios y su Espíritu Santo, a la imagen de Jesucristo. La obra de Dios es permanente, esto no es una filosofía, o religión, esta es la obra poderosa del Dios eterno, creador del Cielo y de la tierra que te quiere hacer semejante a Jesús su hijo, y si Él está obrando en tu vida, lo que Él hace es permanente y bien hecho. ¿No hizo así la creación? ahí están las montañas, las estrellas, lo que Dios hace permanece y esta bien hecho. Si Dios hace la obra en ti, esa obra permanecerá, no deja trabajos inconclusos. Tenemos como ejemplo la creación que fue terminada, el pueblo de Israel fue liberado, Jonás fue rebelde pero hizo la obra de Dios, Jacob tramposo pero se convirtió en un príncipe con Dios, y recibió de Dios cuando dice: Yo estoy contigo. Te protegeré por dondequiera que vayas, y te traeré de vuelta a esta tierra. No te abandonaré hasta cumplir con todo lo que te he prometido. Génesis 28:15 Si en tu caminar con Dios has batallado, esta es una palabra para ti, Dios no te va a dejar hasta que termine su obra, Dios te está persiguiendo, tu Enseñando principios que transforman vidas TRIGO Y MIEL A. C. Arena Norte #403, Col. San Miguel León. Gto. México Tel: 01 (477) 7 07 13 05 a veces te quieres alejar de Él y Dios te sacude por amor, no quiere que te pierdas Hará conmigo lo que ha determinado; todo lo que tiene pensado lo realizará. Job 23:14 Dios no fracasa, aunque el barro se le eche a perder en la mano, aunque la vasija que está formando se le pueda echar a perder en la mano, él no la tira y dice no sirve, Él es paciente. Todavía estamos bajo la gracia, donde él vuelve y nos hace otra vasija. Es Dios de la primera, segunda y décima oportunidad, no nos dejará hasta que haya hecho lo que ha dicho en nuestras vidas, cumplirá su propósito en ti. ¿Qué necesitamos hacer para facilitar su obra en nuestras vidas? CONFIAR que estas en sus manos, no importa la dificultad que tengas. RÍNDETE, deja de pelear, discutir y deja de darle órdenes a Dios. HACER todo lo que Él te diga. La obediencia selectiva, es rebelión disfrazada, obedecer a ciertas cosas y ciertas personas, y a otras cosas y personas no obedezco.