INTERVENCIÓN DE LA MINISTRA DE CULTURA EN LA ENTREGA DE LOS PREMIOS NACIONALES DE LITERATURA 2003 Málaga, 14 de junio 2004 Andalucía constituye un lugar idóneo para hacer entrega de los Premios Nacionales de Literatura que cada año concede el Ministerio de Cultura, ya que cuenta con una tradición cultural de primer orden. En esta tierra han dejado sus huellas fenicios y griegos, y aportó a Roma emperadores, poetas y pensadores. Todavía hoy admiramos la riqueza de la etapa andalusí que supo sintetizar el pensamiento, la ciencia y el arte de Oriente y Occidente. Su espíritu creador ha sido una constante a lo largo de la Historia. El espíritu de tolerancia y la convivencia multicultural han impregnado la sensibilidad de todo un pueblo, que destaca por su amor a la belleza y a la vida. Su tradición poética es incuestionable: desde Góngora a Bécquer, con Antonio y Manuel Machado y Juan Ramón Jiménez. La música, la pintura, en fin, el arte, se recrea en esta tierra que ha sabido aprovechar el viaje de ida y vuelta a América, que ha fecundado de forma especial el siglo XX, testigo de la espléndida Generación del 27. En esta Edad de Plata, ha ocupado un lugar muy especial Málaga. Aquí vivieron su infancia José Moreno Villa, Vicente Aleixandre, Emilio Prados, José María Hinojosa y Manuel Altolaguirre, cuyo centenario se celebrará el próximo año. Esta tierra enamoró a García Lorca, y fue cuna de María Zambrano y del genial Picasso. Este sustrato de artistas y escritores ha producido importantes instituciones culturales y prestigiosas publicaciones, como la revista "Litoral", fundada por Emilio Prados y Manuel Altolaguirre, portavoz de la poesía del 27. Hoy se sigue editando en Málaga y ha conservado su exquisitez de fondo y forma. Aquellos hombres del 27 lucharon por una España distinta, más justa, e hicieron de la cultura el emblema del cambio, una cultura seria, rigurosa con los ciudadanos y destinada a ellos. La ciencia, el pensamiento, el arte, las letras, se impregnaron de ese espíritu, compartido por toda una generación que quiso dar lo mejor de sí misma a su país, y cuyos frutos no han podido vivificar esta tierra como hubiera sido su deseo y el nuestro. Hombres como Francisco Ayala, que sirvió con entrega y honestidad a la República, pero que debió continuar su labor creadora en el exilio americano, son nuestro orgullo y nuestra guía. Esta cita anual tiene por objeto reconocer la labor de nuestros creadores, algunos de los cuales tienen una obra ya consolidada, fruto del esfuerzo de toda una vida de trabajo y de investigación; otros, más jóvenes, tienen en este premio que hoy se les entrega un estímulo para continuar. Distintas generaciones, distintas formas y tendencias de creación, distintas lenguas que conforman el mosaico cultural de la España de hoy, que tiende puentes a esta brillante etapa de nuestro pasado. El Premio Nacional de las Letras Españolas reconoce en esta ocasión los casi sesenta años de escritura de Leopoldo de Luis, poeta, ensayista y crítico literario y antólogo reconocido. Cordobés de nacimiento, en 1979 recibió el Premio Nacional de Literatura por su obra "Igual que guantes grises". Las treinta obras que median entre los poemas de "Alba del hijo", su primer libro editado en 1946, hasta "Cuaderno de San Bernardo" en 2003, o su reciente obra completa, se han cimentado en dos pilares: la poesía social, la preocupación del poeta por la condición humana, y la reflexión ante el paso de tiempo y la muerte. Se confiesa admirador sobre todos, de Antonio Machado, Vicente Aleixandre y Miguel Hernández, del que fue buen amigo y en cuya obra es especialista reconocido. Compañero de viaje de poetas de posguerra como José Hierro, Blas de Otero, Gabriel Celaya y Pablo García Baena, publicó en las revistas literarias de la época, "Garcilaso", "Espadaña", "Cántico", que alimentaron la poesía en aquellos tristes años difíciles. Próximo al pensamiento existencialista, en su poesía siempre queda un resquicio a la esperanza. Su lenguaje medido y sereno, su gusto por el ritmo y el dominio de los metros clásicos han caracterizado su obra, permanente indagación sobre la esencia del hombre y su destino, el tiempo y la memoria del pasado. El Premio Nacional de Literatura en la modalidad de Narrativa ha sido para la obra en gallego "Trece badaladas" (Trece campanadas)", de Suso de Toro, uno de los valores más firmes de la literatura gallega actual, que ha experimentado un importante proceso de renovación, acogido con mucho interés no sólo en Galicia, sino en el resto de España y más allá. Es Suso de Toro un escritor comprometido con su entorno, su tiempo y su lengua, que utiliza habitualmente en su creación, porque en ella expresa su sentir. Ha escrito narrativa, ensayo, teatro y colabora habitualmente en los medios de comunicación. "Trece badaladas", es una novela de misterio, que mantiene en suspenso la atención de lector hasta su desenlace, mezclando con destreza la novela gótica y la de las ideas. Temas como la muerte, lo sobrenatural, el arte, la magia y el amor son tratados en el marco de Santiago de Compostela, ciudad natal de Suso de Toro, cuya belleza fantasmal resulta un magnífico telón de fondo para la historia de Celia y Xacobe. Como curiosidad, puesto que nos hallamos en Málaga y en el Centenario de María Zambrano, hay que decir que la novela se abre con un preliminar de ficción del editor del manuscrito, cuya autora no quiere darse a conocer, y una cita de María Zambrano que acaba diciendo "el tiempo alza y eleva al ser humano sobre la muerte, que siempre está, ella antes que la nada, ella y no la nada, ahí". Estas palabras resumen el espíritu de la obra. Julia Uceda ha obtenido el Premio Nacional de Literatura en la modalidad de Poesía con su obra "En el viento, hacia el mar", que recoge parte de su obra poética entre 1959 y 2002, así como 25 poemas inéditos. Nacida en Sevilla, catedrática de literatura en las Universidades de Sevilla y Cádiz. Su vida, que ha transcurrido en parte en Estados Unidos e Irlanda y actualmente en Galicia, ha estado entregada por entero a la literatura como poeta, narradora, crítica literaria y como docente. Es miembro de la Real Academia Sevillana de Buenas Letras. De gran formación intelectual y apasionada lectora, la poesía es para Julia Uceda una forma de conocimiento de la realidad del alma, de la propia intimidad y de los otros. La experiencia de lo vivido, la memoria y el tiempo son los ejes de su creación. Entiende la literatura vinculada siempre a una tensión ética, como muchos de los poetas con los que se la relaciona generacionalmente. El Premio Nacional de Literatura Dramática ha recaído en Fernando Arrabal, con su obra “Carta de amor (Como un suplicio chino)”. Su representación a cargo de la gran actriz María Jesús Valdés ha obtenido un enorme éxito, dada la calidad de este monólogo. Escrito en un hermoso lenguaje poético, transido de emoción, Arrabal ha plasmado la relación ambivalente con su madre y el trágico destino del padre republicano, condenado a muerte en la guerra civil, quien, tras serle conmutada la pena y pasar por varias cárceles, desapareció para siempre, marcando la vida del hijo. Este texto es un ajuste de cuentas con la vida del propio autor, pero lo es también con la historia de España. Los demonios familiares son el trasunto de los demonios colectivos, del desgarro y la amputación que sufrió la España derrotada. Arrabal, genial y polifacético, creador con Topor y Jodorowsky del teatro pánico, es autor de una obra personalísima, muy vinculada a la vanguardia internacional, que goza de fama y prestigio en todo el mundo. Afincado en París, se ha interesado por el cine, la pintura, la fotografía, ha escrito una importante obra literaria en español y francés, novelas, ensayos, textos dramáticos, poesía, muchos de ellos ilustrados por grandes pintores como Picasso, Dalí, Magritte. Ha cosechado premios internacionales de primer orden en varios géneros, como el Gran Premio de Teatro de la Academia Francesa, el World's Theater, el Alessandro Manzoni de poesía o el Premio Nacional de Teatro en 2001 por "El cementerio de automóviles", entre otros muchos. "La transformación de la política", obra del Profesor de Historia de la Filosofía de la Universidad de Zaragoza, Daniel Innerarity, ha obtenido el Premio Nacional de Literatura en la modalidad de Ensayo, también galardonada con el Premio Miguel de Unamuno. El autor reflexiona, con gran oportunidad, sobre la dificultad de ejercer la actividad política según las viejas pautas, y la necesidad de nuevas alternativas para hacer frente a una realidad social marcada por la complejidad y la contingencia. Conceptos como cooperación, sostenibilidad y compatibilidad, deben orientar la acción del político, cuya labor será conciliar los intereses divergentes de una sociedad plural. Las instituciones, los cargos públicos hemos de aprender a gestionar la vulnerabilidad de la sociedad actual, articulando adecuadamente lo mixto, lo complejo y lo heterogéneo. La escritora Mariasun Landa, actualmente Profesora de Literatura Didáctica en la Escuela Universitaria de Magisterio de San Sebastián, ha obtenido el Premio Nacional de Literatura Infantil y Juvenil con la obra "Krokodiloa ohe azpian" (Un cocodrilo bajo la cama). Con él se reconoce también una larga trayectoria dedicada a la literatura infantil en euskera, con más de 200 títulos, que la han hecho merecedora de distintos premios. Ha sido traducida a otras lenguas españolas y extranjeras, por lo que goza de fama y prestigio dentro y fuera de nuestras fronteras. Ella, con gran generosidad, ha interpretado este premio como una puerta abierta a otros escritores vascos que están haciendo literatura muy interesante en euskera, y que deben ser conocidos por el mayor número posible de lectores, superando barreras lingüísticas. El libro premiado habla, en clave de tierno humor, de la soledad y la tristeza de un joven en cuya vida gris vuelve a reinar la ilusión, a través del amor y la simpatía de una joven compañera. Como el resto de la literatura de Asun Landa, se interesa por la expresión de los valores, las emociones y los sentimientos en un lenguaje sencillo, un reto literario del que sabe salir con eficacia. Luis Ribot García, Catedrático de Historia Moderna de la Universidad de Valladolid, actual director del Centro de Estudios Hispánicos e Iberoamericanos de la Fundación Carolina, Comisario de importantes exposiciones históricas y miembro de la Real Academia de la Historia, ha recibido el Premio Nacional de Historia de España por su obra "La Monarquía de España y la Guerra de Mesina (1674-1678)". Obra de madurez, su carrera de investigador ha estado consagrada al estudio de la monarquía española del siglo XVII, especialmente la época de Carlos II y la presencia española en Italia. Como señala en su prólogo el fallecido historiador Antonio Domínguez Ortiz, el libro de Ribot es una magnífica aportación para el conocimiento de una época sobre la que falta historiografía en España. Su estilo claro y fluido y el buen manejo de documentación de primera mano, nos ayudan a profundizar en el conflicto interno más importante de la monarquía española de la segunda mitad del siglo XVII, del que salió vencedora, pese a su evidente decadencia. Eustaquio Barjau, prestigioso germanista, ha obtenido el Premio Nacional a la obra de un Traductor, como reconocimiento a más de cuarenta años dedicados a traducir literatura alemana. A través de su esfuerzo y su saber conocemos la obra de Peter Handke, su autor más frecuentado, Rainer María Rilke, E.T.A. Hoffmann, Novalis, Max Frisch, Hölderlin, entre otros. Catedrático de Filología Alemana de la Universidad Complutense de Madrid, ha sido también reconocido por el Gobierno Alemán por su labor de traducción y difusión de la cultura alemana en España con la Cruz Oficial de la Orden del Mérito de Alemania. Como ensayista, es autor de sendas obras sobre Antonio Machado y Rilke. Ha señalado Barjau el estímulo que representa el premio para el traductor, sufrido trabajador en la sombra, que tantas veces se ve atacado por la frustración de no poder acabar de decir todo lo que el original expresa, y la satisfacción que representa hacerlo del modo más aproximado. Vicente Fernández González, profesor de Griego en el Departamento de Traducción e Interpretación de la Universidad de Málaga, obtiene por segunda vez el Premio Nacional a la Mejor Traducción, en esta ocasión por su versión del libro "Verbos para la rosa (Esbozo de poética)", del poeta griego Zanasis Jatsópulos. En 1992 recibió el mismo galardón por la traducción de "Seis noches en la Acrópolis", de Yorgos Seferis. El libro premiado ha sido editado por la editorial malagueña: Miquel Gómez Ediciones. Vicente Fernández ha vivido en Grecia 12 años y es un gran conocedor de la poesía griega contemporánea. Con sus versiones hemos podido acercarnos a una literatura de gran riqueza, poco difundida y no bien conocida en España. La obra, dividida en tres partes, resulta de difícil traducción. En un lenguaje de suma belleza, recreado por la pericia de su traductor, esta poesía filosófica habla del hombre y su entorno en la ciudad, de la experiencia, del tiempo y del silencio. Han obtenido el Premio Nacional al Fomento de la Lectura el espacio "Un libro, una vida" de los Servicios Informativos de Televisión Española y la Feria del Libro de Madrid. El espacio "Un libro, una vida" ha sido una muestra de cómo deben incardinarse la promoción de la lectura y la difusión de la literatura en el desarrollo habitual de la programación televisiva, en horarios de máxima audiencia, mostrando personas y personajes que disfrutan leyendo y haciendo de la lectura un hábito en su ocio. El papel de los medios de comunicación, especialmente de la televisión, resulta fundamental para una eficaz promoción de los hábitos de la lectura, recuperando para estos medios el papel formativo, en especial para niños y jóvenes. Es una prioridad de este Gobierno volver a recuperar esta importante función y fomentar el amor a la lectura y los libros a través de ellos. La Feria del Libro de Madrid, inaugurada en 1933 por Fernando de los Ríos, Ministro de Instrucción Pública, nació a iniciativa de la Escuela de Librería de Madrid. Recientemente acaba de clausurar su edición número 63. Constituye por tanto una institución cultural con una larga trayectoria rara vez interrumpida. En estos últimos años ha realizado una gestión muy eficaz. Ha sabido sacar el libro a la calle, propiciando el encuentro de libros, lectores y escritores en un ambiente festivo y popular. Su número de visitantes habla con elocuencia de esta fiesta arraigada en la vida cultural de la ciudad; más de 3 millones de visitantes han paseado entre sus cerca de 400 expositores. La Feria del Libro de Madrid es un modelo de democracia cultural, que se renueva año a año en complicidad con Madrid y sus ciudadanos. Ediciones Siruela y Editorial Renacimiento han sido distinguidas en esta ocasión con el Premio a la Mejor Labor Editorial Cultural. Siruela, creada en 1982 por Jacobo Fitz-James Stuart, ha sabido ofrecer a los lectores españoles cuidadas ediciones, en traducciones de calidad, de obras literarias clásicas y actuales ha creado un importante espacio para la publicación ensayística y ha mimado con rigor y criterio de calidad la literatura juvenil. En sus ediciones hemos disfrutado de las lecturas medievales del ciclo artúrico o de la literatura fantástica de la Biblioteca de Babel, dirigida y prologada por Borges. Renacimiento, radicada en Sevilla, dirigida por Abelardo Linares desde su creación en 1977, ha apostado por los jóvenes escritores españoles, sobre todo poetas. También ha destacado por la recuperación de la memoria intelectual y cultural de la Edad de Plata y del exilio. Comenzó su trayectoria con un monográfico de la revista "Calle del Aire" sobre Juan Gil-Albert, de quien este año se conmemora el centenario de su nacimiento. Actualmente en su catálogo figuran más de 400 títulos. El espíritu de este acto, que es el agradecimiento de la sociedad a los creadores por ofrecernos con generosidad el fruto de su trabajo, queda magníficamente expresado en estas palabras de García Lorca: "Nadie se da cuenta al tener un libro en las manos, del esfuerzo, el dolor, la vigilia, la sangre que ha costado. El libro es sin disputa la obra mayor de la humanidad... Muchas veces un pueblo duerme como el agua de un estanque un día sin viento, y un libro o unos libros pueden estremecerlo e inquietarlo y enseñarle nuevos horizontes de superación y concordia".