Hacia la etapa final de la factura electrónica

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Hacia la etapa final de
la factura electrónica
en una economía globalizada, las
herramientas electrónicas tienen
un papel decisivo en la dinámica
inercial de los negocios.
Por Martha P. Bolaños Téllez / Ilustración Oldemar
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DESDE QUE EL SISTEMA de Administración Tributaria
(SAT) puso en funcionamiento su plataforma tecnológica en 2006, su revolución ha sido impresionante y las empresas no pueden ignorarla ni quedarse atrás. Por una parte, la instrumentación de
la factura electrónica en México es una realidad
y los contribuyentes no pueden dejarla de lado,
sobre todo cuando representa ahorro de recursos
y mayor eficiencia en los procesos de facturación.
Desde el 1 de enero de 2011, algunos contribuyentes comenzaron, poco a poco a facturar electrónicamente –otros ya lo venían haciendo– y se
espera que para 2013 toda la base use este sistema,
pues las facturas impresas serán obsoletas.
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El cambio es contundente. “En 2011 se emitieron más de 1,782 millones de facturas digitales. En tanto, de enero de 2005 –año en el que
comenzaron a emitirse de manera optativa los
comprobantes fiscales digitales (CFD)– a diciembre de 2011 se han emitido más de 2,915 millones de facturas electrónicas. Se estima que este
año la cifra se incremente más de 30%”, comenta
Pablo Limón Mestre, vocero de la Comisión de
Investigación Fiscal del Colegio de Contadores
Públicos de México y socio fiscal del despacho
Limón Mestre, con base en cifras del SAT.
El 2012 marca la transición entre la factura
impresa y la digital. Este cambio implica, para todas las empresas, la aceptación de un nuevo proceso de facturación: el de la era digital. Empresas
tanto micro como los corporativos no solo enfrentan los nuevos requerimientos, sino la realización de inversiones en sistemas y equipos que
no tenían, así como en capacitación de personal.
Simplificación, ahorro y eficiencia
Lo que en un principio se consideró una obligación de tipo regulatorio, resultó en una herramienta de comprobación fiscal que, bien gestionada, según lo apunta el SAT, implica ahorros
superiores al 50% en los costos de facturación.
Además, debido a que los procesos se generan
de manera automática, reduce tiempos y mejora
procedimientos, pues los datos pueden ser enviados, archivados y transmitidos por medios electrónicos de manera rápida y segura, mejorando
la eficiencia y la productividad de las empresas.
También facilita las auditorias, pues el sistema de
almacenamiento agiliza la búsqueda y la revisión
de información contable en un mismo lugar.
Tendencia irreversible
David Ricárdez, socio de la Práctica de Impuestos
Corporativos de KPMG en México, comenta que
inicialmente las empresas percibían la facturación electrónica como un desembolso de recursos y una nueva obligación que cumplir.
“Había cierta resistencia, pero ahora la consideran una inversión, al disponer de información
contable y financiera más eficientes en tiempo
real, útil para quien toma las decisiones. Estamos
en una fase avanzada de la implementación, muy
cerca de la etapa final”, explica Ricárdez.
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según estudios, el
ahorro por el uso de
facturas electrónicas
fluctúa, en promedio,
entre 40 y 80%.
Desde la perspectiva de la autoridad, el CFD ha
servido para encarar al comercio informal y aumentar la recaudación, ya que dispone de mecanismos
que le permiten un control más eficaz; no obstante,
el reto está en la simplificación.
Además, la autoridad fiscal no ha determinado si
este proceso incidirá en el incremento de la base de
contribuyentes, dice Limón Mestre. Un dato importante es que en 2011 la base tributaria se incrementó
en 3.5 millones de habitantes, más de 10% de los
registrados hasta diciembre del año anterior.
Lo que es un hecho es que la factura electrónica
disminuye la falsificación, pues de acuerdo con el
SAT una persona que pretenda descifrar el código
de una llave privada asociada a un certificado de
sello digital (elementos para generar el sello digital
de cada factura) tardaría unos 10 años en lograrlo,
una gran diferencia con lo que le toma a un falsificador copiar una firma en papel.
“En México, la factura digital es una obligación
de tipo regulatorio, mientras que en España y otros
países europeos, aunque no es obligatoria, está regulada y las organizaciones la instauran por las ventajas que tiene para sí mismas. Para el SAT, el beneficio
es que la información de las operaciones de las empresas es oportuna –al certificar y validar las facturas–”, explica Jesús Ricart, gerente senior de la Práctica de Impuestos Indirectos de KPMG en México.
Para Limón Mestre, esta obligación ha colocado
a México como líder mundial en facturación electrónica y a la vanguardia en materia de combate a
la evasión fiscal por prácticas de facturación.
Temas pendientes
Aun cuando la facturación electrónica está en una
etapa avanzada, existen temas que inquietan a los
contribuyentes. “Tenemos identificados tres factores: el primero es en cuanto al Proveedor Autorizado
de Comprobantes Fiscales Digitales (PACFD), pues
las empresas buscan un proveedor que cumpla con
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para instrumentar
el cfd se reQuiere un
estÁndar tecnológico
autoriZado por el sat.
las obligaciones y la normativa fiscal en cuanto a la
certificación. Otro es la decisión de que el CFD sea
por medios ajenos o propios. La última y más reciente es en cuanto a los cambios en el Código Fiscal de la
Federación 2012, que establece los nuevos requisitos
que debe tener la factura o comprobante fiscal o comprobante fiscal digital por internet o comprobante fiscal digital normal; incluso hay un periodo de gracia
que comprende la primera mitad del presente año.
Cabe señalar que a partir del 1 de julio de 2012, todos
los comprobantes que se expidan deberán tener los
nuevos requisitos de contenido”, subraya Ricart.
Por lo que hace a los 46 proveedores autorizados –los cuales el SAT enlista en su página de internet–, Limón Mestre considera que es un número
limitado y que eso origina que los contribuyentes
que expiden comprobantes no tengan muchas más
opciones, pues de haber más el costo sería menor y
el servicio de este esquema mejoraría.
Al respecto, Ricárdez considera que uno de los
temas que abruman a las empresas es que a pesar
de que la compañía recibe un comprobante de forma electrónica –emitido bajo los estándares de seguridad–, debe verificar en la página del SAT cada
comprobante que recibe. Incluso algunas organizaciones designan un puesto para esta función. “Se
espera que la misma autoridad, en el futuro, proporcione una herramienta que facilite esta tarea.
Siempre habrá cuestionamientos, lo que significa
que en 2013 habrá imponderables del día a día en la
operación”, enfatiza Ricárdez.
Acción de la autoridad
Un foco amarillo en el que la autoridad fiscal está
trabajando es la firma electrónica, pues para que
esta sea segura no debe salir de más de dos computadoras –la de la compañía y del SAT–, en términos de servidor, y en medio solo debe existir un
certificador. “Hemos visto que hay funcionarios que
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guardan la firma electrónica en su CPU. Ante ello
debe existir una certificadora que asegure la veracidad de la firma, que no está duplicada o se
le está dando un uso inadecuado. Situación que
podría tener solución durante el mes de junio”,
explica Ángel Espinosa, socio de Impuestos Corporativos de PricewaterhouseCoopers (PwC).
La factura digital es una realidad
En el Código de Comercio existen regulaciones
que dan validez oficial a este tipo de comprobantes. Asimismo, las Normas de Información
Financiera (NIF) permiten llevar la contabilidad
en medios electrónicos.
Sin importar en qué etapa del proceso de implementación de factura digital esté la empresa,
es imprescindible que cuente con asesoría especializada que le brinde seguridad en los temas
fiscales y legales relacionados con el este tema.
Por su parte, las firmas de consultoría también
invierten en tecnología y generación de facilitadores que den asesoría especializada a sus clientes. Incluso las nuevas tecnologías hacen posible
acceder a través de aplicaciones para tablets.
No hay pretexto, ni para la autoridad ni para
las empresas, pues existen las herramientas necesarias –tecnológicas y de consultoría– para que
esté informado y utilice los medios electrónicos
en mejora de la productividad de su empresa.
MARTHA P. BOLAÑOS TELLEZ
ESPECIALISTA EN TEMAS FINANCIEROS,
DE NEGOCIOS Y FINANZAS PERSONALES.
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