10 DE ENERO DEL 2016 - PRIMER DOMINGO DESPUÉS DE EPIFANÍA (C) BIENVENIDA A LOS REFUGIADOS: LA IMPORTANCIA DE PERTENECER ¿Qué se siente cuando usted no pertenece a su propio país? ¿A su propia vida? Viviendo en Yugoslavia, Sergio se encontró en el 1991 en el epicentro de una guerra que estaba seguro que le costaría la vida, así como la de su madre. Ellos huyeron, dejando todo atrás, y recibiendo la condición de refugiados del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR) y pasaron de un campo de refugiados a otro en busca de seguridad. Al reflexionar sobre este momento de su vida, Sergio dice: “Yo sentí que yo no pertenezco a ninguna parte, pero también, literalmente, que no pertenecía... a cualquier lugar”. Después de 4 años, y un sinnúmero de investigaciones de antecedentes, entrevistas y controles de salud, Sergio y su madre fueron notificados de que se dirigían a Estados Unidos a través del Programa de Admisión de Refugiados (usRAP). Aterrizaron en Chattanooga, Tennessee, fueron recibidos por el personal y los voluntarios de los Servicios del Puente de Refugiados, un socio de reasentamiento local de los Ministerios Episcopales de Migración, que no solo les dio la bienvenida a la ciudad, sino que ayudó a Sergio a reiniciar su carrera como camarógrafo. “Usted abra la puerta y yo hará el resto”, dijo Sergio a su trabajador del caso de los Servicios de Puente de Refugiados. Resultó que la filial local de PBS necesitaba un camarógrafo. Un avance rápido hasta unos años más tarde y Sergio se encuentra en la etapa de aceptar un premio Emmy por su trabajo en un documental. “Después de todo eso, al encontrarme en esa situación, me sentí como si hubiera ganado un millón de dólares y cinco Oscars”. En el 2008, exactamente 5 años después de llegar a Estados Unidos, Sergio y su madre se convirtieron en ciudadanos estadounidenses. Con su carrera en marcha, Sergio se casó y tuvo un hijo. Al recibir el certificado de nacimiento de su hijo por correo, fue el momento en que Sergio se dio cuenta de que, a lo largo de su caminar, encontró un lugar donde le corresponde y donde su hijo nunca se verá obligado a preguntarse sobre su hogar. “Es algo que me da gusto, sé que él pertenece desde el principio”. Los Ministerios Episcopales de Migración es el servicio de reasentamiento de la Sociedad Misionera Doméstica y Extranjera. Cada año, los Ministerios Episcopales de Migración, en colaboración con 30 organizaciones locales, personal y voluntarios, re-asientan a 5.000 refugiados procedentes de países de todo el mundo. Usted puede involucrarse en este ministerio que salva vidas. Para más información visite episcopalchurch.org/ emm. Copyright © 2015 Sociedad Misionera Doméstica y Extranjera | episcopaldigitalnetwork.com/stw-es