La Misa Parte 1: Las Cuatro Cosas Más Importantes Sobre la Misa Iglesia Santo Rosario, Antioch, California 11 septiembre 2011 Contexto: Tema Parroquial para 2011-12 Nuestro tema parroquial para este año en el Santo Rosario es “Nos Reunimos – Somos Enviados” el cual veremos en los banderines en el templo en poco tiempo. El equipo parroquial escogió este tema para acordarnos que en nuestra vida espiritual siempre hay dos movimientos que tenemos que tener: el primer movimiento de reunirnos para formarnos como discípulos de Jesús: es decir aprender más de Dios, de nuestra fe, de la Biblia, etc.; y el segundo movimiento de ser enviados como apóstoles de Jesús para cambiar al mundo. Los dos movimientos son esenciales. En estas semanas venideras vamos a enfatizar la primera parte – “Nos Reunimos” – por enfocarnos en la Misa que es la forma principal en que nos reunimos como católicos cada semana (La Eucaristía es “fuente y cima de toda la vida cristiana” – CCC #1324). Entonces, en estas semanas venideras, vamos a estar examinando más a fondo la Misa: su historia, el significado de los símbolos y gestos que utilizamos en ella, etc. Explicaremos cada parte de la Misa: porqué hacemos lo que hacemos en la Misa. Espero que estas enseñanzas no simplemente contesten nuestras preguntas sino que, sobre todo, nos ayuden apreciar más este gran don que Jesús nos ha dado y sacar más provecho de él. INTRODUCCIÓN A LA MISA I. Las Cuatro Cosas Más Importantes sobre la Misa A. Los cristianos siempre han celebrado la Misa – desde un principio. Hablaremos más de esto cuando cubrimos la historia de la Misa. Pero es bueno saber que no solamente hemos celebrado la Misa desde un principio sino que también ha sido una parte central de la fe y de la vida cristiana. Los primeros cristianos iban al templo/sinagoga para rezar – porque eran judíos – y luego iban a sus casas para celebrar la Misa. ¡Es probablemente el único mandamiento del Señor que la Iglesia no haya desobedecido! B. La Eucaristía es el cuerpo y sangre de Jesús. Desde el principio de la Iglesia ha sido una creencia constante y consistente que Jesús está verdaderamente presente en la Eucaristía. No es simplemente un símbolo; es el verdadero cuerpo, sangre, alma y divinidad de Cristo en la Eucaristía. Lo llamamos “la Presencia Real.” La evidencia para esta consistente creencia católica es abrumadora. Lo que sigue es solamente una parte de esa evidencia: (transparencia de citas bíblicas de la Última Cena, de Juan 6, de los Padres de la Iglesia, etc.) a. En las cuentas de la Última Cena de los evangelios de San Mateo, San Marco, San Lucas y la Primera Carta de S. Pablo a los Corintios: Jesús dice básicamente, “…esto es mi cuerpo…esta es mi sangre…” No dice esto es un símbolo de mi cuerpo (sangre), esto puede ser mi cuerpo (sangre), piensen en mi cuerpo (sangre) cuando ven esto,” etc. Dice claramente, “esto es mi cuerpo; esta es mi sangre.” b. En el evangelio de S. Juan, capítulo 6: Jesús dice: "En verdad les digo, que si no comen la carne del Hijo del Hombre y beben Su sangre, no tienen vida en ustedes.” Su lenguaje es muy físico; no queda duda, no se puede negar que estaba hablando del acto físico de comer su carne y beber su sangre – es obvio que no era un significado simbólico. c. San Ignacio de Antioquía (murió en 108 d.C. San Ignacio denuncia a los herejes "que no confiesan que la Eucaristía es la carne de Jesucristo nuestro Salvador, carne que sufrió por nuestros pecados y que en su amorosa bondad el Padre resucitó" (Carta a los Esmírneos 6, 2). “El pan de Dios quiero, que es la carne de Jesucristo…su sangre quiero por bebida, que es amor incorruptible” (Carta a los Romanos 7, 3). d. San Justino Mártir c. 150 d.C. “A nadie es lícito participar de la Eucaristía si no cree que son verdad las cosas que enseñamos… porque no tomamos estos alimentos como si fueran un pan común o una bebida ordinaria sino que el alimento sobre el que fue recitada plegaria eucarística que contiene las palabras de Jesús, es precisamente la carne y la sangre de aquel mismo Jesús…” (Primera Apología 66, 20). e. San Ireneo de Lyon c. 195 d.C. “… aseguró el Señor [Jesús] que el cáliz… es su sangre derramada…y el pan…es su cuerpo” (Contra las Herejías 5, 2, 2). f. Martín Lutero (1483-1546) "¿Qué es el Sacramento del Altar? Es el verdadero cuerpo y sangre de nuestro Señor Jesucristo en el pan y el vino, entregado a nosotros cristianos para comer y beber, instituido por Cristo mismo" (Catecismo Menor, 1529). La enseñanza de muchas sectas protestantes – que la Eucaristía no es el cuerpo y la sangre de Jesús sino solamente un símbolo – es muy reciente. Aun muchos de los primeros protestantes mantenían la creencia católica en la Presencia Real de Jesús en la Eucaristía. C. Cada Misa es el conjunto de Jueves Santo, Viernes Santo y Domingo de Resurrección. No es que estemos sacrificando a Jesús una y otra vez; es que Dios está haciendo presentes esas realidades ahora. Esos eventos están fuera del tiempo; no están limitados por el tiempo. Vivimos esas realidades cada vez que celebramos la Misa porque la Misa los hace presentes. No le hace qué grande o pequeña es la Misa – con miles de personas o con sólo una persona…no le hace si la música es conmovedora o no…si la predicación es inspiradora o no…si estamos felices estar presente o no…si estamos concentrando o distraídos o aburridos…la Misa siempre es Jueves Santo, Viernes Santo y Domingo de Resurrección. (transparencia de PowerPoint). Para mostrar esto, el Cuatro de Julio en EEUU es una celebración de eventos pasados. Cada año se recuerda el sacrificio y la valentía de las personas que lograron la independencia hace 235 años. Eso es bueno que celebremos y apreciemos el pasado. Pero esa celebración sólo hace presente esos eventos en nuestras memorias; se quedan en el pasado. La Misa es diferente; no simplemente nos recuerda de Jueves Santo, Viernes Santo y Domingo de Resurrección; no es simplemente una ceremonia que nos ayuda acordarnos los que hizo Jesús para nosotros. La Misa es esos mismos eventos hechos presentes para nosotros por el poder de Dios (CCC #1085). ¿Comprende la diferencia? Por eso la Misa es tan importante para nosotros los católicos. No hay otra ceremonia católica – ni la adoración del Santísimo, ni el rosario – no hay estudio bíblico o servicio protestante – por maravilloso y poderoso que sea – que pueda hacer lo mismo. Sólo la Misa hace presente aquí y ahora a Jueves Santo, Viernes Santo y Domingo de Resurrección. Por eso, cuando unas personas dicen – “Yo no tengo que ir a Misa; yo puedo rezar aquí solito en mi casa or ir a caminar un rato – no tienen la menor idea lo están perdiendo cuando faltan a Misa. ¡No tiene ningún sentido. La oración en privado es algo fabuloso e importante, pero nunca puede hacer para nosotros lo que hace la Misa. D. Cada Misa se une a la liturgia de los santos y ángeles y los seres queridos fallecidos dando culto a Dios en el cielo. En otras palabras, en cada Misa que celebramos, somos parte de todos que están en el cielo dando culto a Dios: todos los santos que admiramos, todos nuestros seres queridos fallecidos que están con Dios – están con nosotros, y estamos unidos con ellos. Así dice el Catecismo de la Iglesia Católica: Otro recordatorio de este aspecto de la Misa es cuando el sacerdote dice el “Prefacio” – la oración inmediatamente antes del “Santo, Santo.” El Prefacio siempre se termina con una frase semejante al siguiente: “Por eso, con los ángeles y los arcángeles y con todos los coros celestiales, cantamos sin cesar el himno de tu gloria…” Resumen: Las Cuatro Cosas Más Importantes sobre la Misa: 1. Los cristianos siempre han celebrado la Misa – desde un principio. 2. La Eucaristía es el Cuerpo y la Sangre de Jesús. 3. La Misa es Jueves Santo + Viernes Santo + Domingo de Resurrección. 4. La Misa Se Une a la Liturgia del Cielo.