La cultura ciudadana de reciclaje. Europeos vs sudamericanos Luz Dayanna Rojas Castilloa, Antonio Gallardo Izquierdob, María Angels Ull Solísc, Alberto Piñero Guilamanyd a Corporación Escuela Tecnológica del Oriente, Calle 32 No 26-44 Bucaramanga, Colombia ambiental@tecnologicadeloriente.edu.co b Universitat Jaume I, Campus de Riu Sec, s/n 12071 Castellón, España c, d Universidad de Valencia, Avda Blasco Ibáñez 30, 46010 Valencia, España Resumen. Puede resultar común pensar en el hecho de que una conducta ambiental tan conocida como lo es la separación de residuos sólidos urbanos en el origen, sea una conducta rápida de aprender y de adoptar. Sin embargo, está demostrado que el establecimiento de un programa de recogida selectiva debe ir acompañado de su debida campaña de sensibilización e información para que éste tenga éxito. En dos escenarios distintos se podría estudiar este fenómeno; por una parte cuando se establece un programa de recogida selectiva por primera vez en un lugar donde no existía, y por otra parte, mudarse a un lugar en donde ya está establecido el programa. En el presente artículo se ha estudiado la conducta de reciclaje de diversas poblaciones étnicas residentes en la ciudad de Valencia con el objetivo de conocer su grado de participación en el programa de recogida selectiva. Se ha tenido en cuenta una muestra total de 797 personas, de las que 396 son personas españolas y 401 corresponde a personas inmigrantes. De la población inmigrante, 236 son personas provenientes de Sudamérica y 31 son europeas. Los resultados de la investigación señalan que los hábitos de conducta están estrechamente relacionados con el fomento de la cultura de reciclaje a la que se ha estado acostumbrado, es decir, que los hábitos de conducta ya adquiridos desde el país de origen, orientan el comportamiento hacia el reciclaje de residuos una vez se está residiendo en Valencia. En este sentido el 64,6% de la población española y el 51,6% de la población europea dice separar todos y cada uno de los componentes de los residuos que genera, en comparación con tan sólo el 22,5% de los sudamericanos que participaron en este estudio. A su vez se ha identificado la relación de diversas variables teóricas con la conducta de reciclaje. Palabras Clave: Cultura, participación, conducta de reciclaje, recogida selectiva, residuos sólidos urbanos. 1. Introducción En la actualidad, se pueden identificar claramente aquellos países que incluyen dentro de sus políticas ambientales el adecuado manejo de los Residuos Sólidos Urbanos RSU que generan. En este sentido la cultura ciudadana de reciclaje está bastante extendida en los llamados países desarrollados, quienes gracias a sus recursos económicos y tecnológicos han logrado establecer programas de recogida selectiva, haciendo participe a la ciudadanía sobre el papel que juega en la estructura de la gestión de los RSU. En los países miembros de la Unión Europea, la Directiva 2008/98/CE del Parlamento Europeo sobre los residuos, transpuesta por la Ley Española 22 de 2011, se enfoca en la prevención de los residuos y en dar lugar a nuevos objetivos que pretenden convertir a la Unión Europea en una “sociedad recicladora”, incluyendo entre estos objetivos, llegar al reciclaje del 50% de los residuos urbanos en todos los países miembros, recomendando la siguiente jerarquía de gestión: Prevención: también considerada sinónimo de “reducción de la generación de residuos” y se refiere a todas aquellas medidas adoptadas antes de que una sustancia, material o producto se haya convertido en residuo. Hacia un sistema de gestión integral de los residuos sólidos Preparación para la reutilización: que permite reutilizar un producto o algún componente de un producto que de otra forma se hubiera convertido en un residuo, sin aplicar ningún tratamiento previo adicional. Reciclado: entendido según la Ley Española 22 de 2011 como: “toda operación de valorización mediante la cual los materiales de residuos son transformados de nuevo en productos, materiales o sustancias, tanto si es con la finalidad original como con cualquier otra finalidad. Incluye la transformación del material orgánico, pero no la valorización energética ni la transformación en materiales que se vayan a usar como combustibles o para operaciones de relleno. Valorización: definida como cualquier operación cuyo resultado principal sea que el residuo sirva a una finalidad útil. De la jerarquía descrita anteriormente, el reciclado o reciclaje de los RSU, ha generado la necesidad de promover la recogida selectiva de los RSU, definida por la Ley Española 22 de 2011 como: “la recogida en la que un flujo de residuos se mantiene por separado, según su tipo y naturaleza, para facilitar un tratamiento específico”. Su principal objetivo es el de separar la mayor cantidad de materiales con el mayor grado de calidad posible. Forma parte integral del sistema de gestión de los residuos y son los propios ciudadanos los que tienen un papel activo en la prerrecogida como procesadores de los materiales en origen [1]. La consolidación de los programas de recogida selectiva en la Unión Europea ha logrado una trascendencia de aproximadamente dos décadas. Tiempo en el que se han implantado los diversos programas de recogida selectiva y, que a su vez, se han fortalecido gracias a los programas de sensibilización y concienciación sobre los beneficios del reciclaje, así como programas de información sobre cómo realizar la separación de los residuos en el origen; estas herramientas han contribuido a generar una cultura ciudadana de reciclaje, dando resultados bastante positivos en materia de cumplimiento de los objetivos de reciclaje. En lo que respecta a los países en desarrollo, la recuperación de los residuos se realiza por medio del sector social informal; personas de muy bajos recursos que se encargan de recoger los residuos reciclables por las calles o en los vertederos [2]. En estos países, al igual que en los países desarrollados, la conciencia pública en cuanto a la necesidad de mejorar la calidad del medio ambiente ha ido en aumento y la importancia de la gestión adecuada de los residuos se reconoce cada vez más extensamente. Sin embargo, existen muchos inconvenientes que impiden la adecuada gestión de los residuos, entre los que vale la pena mencionar, la falta de esfuerzos para la reducción de residuos, la falta de coordinación entre los sectores, organizaciones y municipios, la falta de planificación a corto, mediano y largo plazo, el uso de tecnologías inadecuadas, la insuficiencia en la educación pública y participación comunitaria, entre otras [3]. Además los ingresos económicos de los países en desarrollo también son un factor que influye en la presencia de sistemas inadecuados de gestión de los residuos, no existen programas organizados de reducción en la fuente, aunque es común la reutilización [4]. Con frecuencia el servicio de recogida es inadecuado, desde los vehículos recolectores, hasta los sistemas de tratamiento [5]. El término “cultura de reciclaje” se puede asociar a todo un conjunto de creencias, actitudes y comportamientos de una sociedad, dirigidos hacia el adecuado manejo de los RSU que genera en sus actividades diarias. Ésta cultura va estrechamente relacionada con la existencia de políticas adecuadas de gestión de los RSU que favorecen la consolidación de hábitos ambientales como lo es la separación de los RSU en origen. En esta línea [6] argumentan que el reciclaje al ser una conducta altamente repetitiva, que se realiza a menudo y bajo las mismas circunstancias situacionales, puede ser un comportamiento con un alto potencial de convertirse en habitual. Así mismo [7] sugieren que la medida de la conducta pasada puede ser vista como la medida de la conducta habitual, si la conducta ha sido realizada con frecuencia (diariamente, Hacia un sistema de gestión integral de los residuos sólidos semanalmente, etc) y si la conducta ha sido realizada en condiciones estables (en el mismo ambiente y circunstancias). El reciclaje envuelve una secuencia de acciones que requiere algunos conocimientos y esfuerzos físicos [8]. Una persona genera una gran cantidad de residuos diariamente, que deben separarse del conjunto de la basura normal, almacenarse y transportarse hasta el punto de recogida; estas actividades después de un tiempo comienzan a ser rutinarias. Si la conducta empieza a ser habitual, la influencia de procesos deliberados, como las intenciones o las normas personales disminuyen y las pautas de la conducta empiezan a activarse automáticamente tan pronto como se encuentra un acoplamiento situacional [9]. Es decir, si una persona lleva un tiempo reciclando, esta acción comienza a ser automática tan pronto la persona encuentra un sitio en su vida diaria para esta acción y dependerá muy poco de un razonamiento consciente. Según [8] el hábito de reciclar se mide según el tiempo que lleve una persona realizando la misma conducta; a este respecto los autores realizaron un estudio en Glasgow, Reino Unido, con base en la Teoría de la Conducta Planificada. En su investigación incluyeron la medida de la conducta en el pasado (en los últimos tres meses) para predecir la intención de la conducta de reciclaje. Sus resultados mostraron que la falta del hábito de reciclar era la segunda razón por la que las personas decían que no reciclaban sus residuos, pero esta falta de habito no mediaba la relación entre la conducta en los últimos tres meses y la intención de reciclar; ambas variables (hábito y conducta en el pasado) eran independientes entre sí, pero si contribuían en la intención de reciclar. Los autores concluyen que la conducta en los últimos tres meses no explicaba totalmente el constructo del hábito de reciclar. Por otra parte, los autores encontraron que la falta del hábito de reciclar es un indicativo de un hábito alternativo (depositar los residuos mezclados) y que las actitudes de las personas que depositaban sus residuos mezclados, no se relacionaban con la intención de reciclar. Según lo anterior, el objetivo del presente trabajo se basa en identificar los hábitos en materia de reciclaje de la población de la ciudad de Valencia (incluida la población inmigrante), según el tiempo que lleve separando sus residuos, con el fin de analizar si estos hábitos influyen en su grado de participación en el programa de recogida selectiva de la ciudad de Valencia. 2. Descripción de la zona de estudio La ciudad de Valencia está situada en el oriente de la península Ibérica, en la cuenca del mediterráneo español; es la tercera ciudad más grande de España y cuenta con una población de 799.188 habitantes de los que 108.449 (13.6%) son extranjeros (Padrón Municipal a 1 de enero de 2012). El sistema de recogida selectiva de Valencia se lleva a cabo mediante la pre-recogida selectiva de los residuos reciclables; la ciudad está dotada de contenedores de 3,2 m3 situados en áreas de aportación (drop off sites, en inglés) separadas unas de otras entre 100 y 200m y los residuos mezclados se depositan a nivel de acera (situados de 40-60 metros entre ellos). El sistema lleva por nombre “recogida selectiva de residuos urbanos” y su funcionamiento se basa en la colaboración de los ciudadanos, quienes separan los residuos generados en sus hogares principalmente en cuatro fracciones: envases de vidrio (contenedor verde), envases de papelcartón (contenedor azul), envases de plástico, metal y brick (contenedor amarillo). 3. Desarrollo del estudio El presente estudio hace parte de una investigación extensa sobre la conducta de reciclaje de los ciudadanos en la ciudad de Valencia. La muestra se constituye por un total de 797 personas, de las que 396 son personas autóctonas y 401 son personas de origen extranjero provenientes de diferentes continentes; Europa (31), Europa del Este (56), Sudamérica (236), Asia (37) y África (41). Para la recogida de información se ha utilizado un cuestionario estructurado. En el presente artículo se presentan los resultados correspondientes al análisis de los hábitos de las Hacia un sistema de gestión integral de los residuos sólidos personas, haciendo referencia a si existe un hábito en la separación de los residuos en el hogar, destacando la existencia del hábito cuando la persona lleva separando sus residuos desde hace más de tres años. Se ha tomado este rango de tiempo, teniendo en cuenta que según [8] la conducta en los últimos tres meses no informa totalmente el constructo del hábito de reciclar y se ha pensado que tratándose de personas provenientes de otros países que necesitan adaptarse desde muchos puntos de vista a la cultura dominante, era preferible elevar el tiempo para tener una respuesta más fiable. Las encuestas se realizaron entre el mes de junio y el mes de diciembre de 2009. 3.1. Existencia de un programa de recogida selectiva Para indagar sobre los hábitos de reciclaje de las personas, en primer lugar, se hace necesario conocer si en los diferentes grupos de países de origen de la población inmigrante existe un programa de recogida selectiva. Para ello se ha realizado una tabla de contingencia entre la variable “existencia de recogida selectiva” y la variable “nacionalidad” clasificada según el continente de procedencia, los resultados se pueden apreciar en la figura 1. La población autóctona no respondió a esta pregunta de la encuesta porque se asume que en Valencia existe programa un de recogida selectiva. Figura 1. Existencia de un programa de recogida selectiva según el continente de origen de la población inmigrante de la ciudad de Valencia, España La población proveniente de países europeos ha sido la que ha afirmado en mayor medida la existencia de algún programa de recogida selectiva de residuos urbanos (96,8%), ésta tasa disminuye significativamente en las personas provenientes de países de Europa del Este (39,3%), Sudamérica (39%) y Asia (43,2%), apreciándose la tasa más baja en las personas provenientes de países africanos (17,1%). En lo que respecta a la no existencia de un programa de recogida selectiva sobresalen las personas provenientes de países africanos (75,6%) seguida de las personas provenientes de Sudamérica (53,8%). Se aprecian tasas bastante altas en cuanto al desconocimiento de la existencia o no existencia de un programa de recogida selectiva en las personas provenientes de países de Europa del Este y Asia. 3.2. El hábito en el reciclaje de los residuos sólidos urbanos Una vez conocida la existencia de programas de recogida selectiva de residuos en los diferentes continentes de procedencia de la población inmigrante de la ciudad de Valencia, se ha procedido a revisar los hábitos de las personas en relación al reciclaje. En la figura 2 se aprecian los resultados. Hacia un sistema de gestión integral de los residuos sólidos Figura 2. Hábito de reciclaje según continente de procedencia. Incluye la población española Según los diversos continentes de procedencia y en comparación con los españoles, se aprecia en la figura 2, que son los españoles los que en mayor medida afirman separar sus residuos desde hace más de 3 años (70,7%), seguido por las personas provenientes de países europeos (48,4%). El hábito de no separar es mayor en las personas provenientes de los países africanos y asiáticos (43,9% y 35,1% respectivamente). En este caso sólo el 30,1% de la población sudamericana resiente en Valencia tiene el hábito de separar sus residuos desde hace más de tres años y el 27,5% no ha realizado ninguna actividad de separación. En este sentido, si se aprecian los resultados de la existencia de programas de recogida selectiva por continente (figura 1) se puede observar una relación bastante estrecha con los resultados de los hábitos de las personas. 3.3. La conducta de reciclaje de la población inmigrante en la ciudad de Valencia A continuación se presenta en la figura 3 la conducta habitual que dicen tener las personas que residen en Valencia, tanto autóctonas como inmigrantes según continente de procedencia y clasificada en tres perfiles conductuales: Figura 3. Conducta de reciclaje según el continente de procedencia de la población inmigrante de la ciudad de Valencia Los resultados de la conducta del reciclaje clasificando las nacionalidades según la región geográfica, muestran diferencias significativas entre el continente europeo y el resto de regiones del mundo. Tal es el caso de la separación de todos y cada uno de los componentes de los residuos, donde después de la población española (64,6%), son los europeos los que poseen la tasa más alta para esta conducta (51,6%). En cuanto al resto de continentes han sido los sudamericanos los que sobresalen con una tasa del 22,5%, seguida de los africanos con una frecuencia más baja del 17,1%. Las poblaciones provenientes de las regiones de Europa del Este y Asia son las que menos realizan esta conducta. La separación de tan sólo algunos de los componentes de los residuos, predomina en las poblaciones provenientes de Asia (59,5%), Europa del Este (55,4%) y Sudamérica (44,1%). La población europea a su vez posee una elevada tasa en este tipo de conducta con el 45,2%. Las Hacia un sistema de gestión integral de los residuos sólidos frecuencias más bajas han resultado para los africanos y los españoles con 39% y 27,3% respectivamente. Las tasas en cuanto al depósito mezclado, han resultado muy elevadas en todos los continentes a excepción del continente europeo. La tasa más elevada ha resultado ser la de la población proveniente de África con un 43,9%. 3.4. La conducta actual de reciclaje según el hábito de reciclar. Con el fin de evaluar si los hábitos de las personas son un factor que influye en la conducta de reciclaje, se ha analizado esta cuestión por medio del cruce (tablas de contingencia) entre las variables “conducta de reciclaje” y la variable “hábito en el reciclaje”. El análisis se ha realizado por medio de la aplicación de la prueba del Chi-cuadrado y el test de asociación nominal. En la figura 4 se presenta el resultado. 1. Se depos ita todo m ezclado 2. Se s eparan algunos com ponentes 3. Se s eparan todos y cada uno de los com ponentes Lineal (3. Se s eparan todos y cada uno de los com ponentes ) 100,0 91,0 R2 = 0,9894 80,0 69,5 62,7 60,0 51,3 48,8 46,3 37,2 40,0 34,0 19,5 20,0 9,8 6,8 10,3 2,4 1,5 3,0 0,0 1. No se separan 2. Hace menos de 1 año 3. Hace entre 1 y 2 años 4. Hace entre en 5. Hace más de 2 y 3 años 3 años Figura 4. Conducta del reciclaje según el hábito del reciclaje Efectivamente las personas que han contestado que no poseen el hábito de reciclar, es decir que no han separado ni separan los residuos con el tiempo, coincide en un 91% con las personas que depositan en una bolsa todo mezclado. La tasa de las personas que llevan a cabo la separación de tan sólo algunos de los componentes de los residuos, se concentra en mayor medida en las personas que separan los residuos desde hace menos de 1 año, disminuyendo esta tasa progresivamente en la medida que se aumenta en años el hábito de reciclar. En cuanto a la separación de todos y cada uno de los componentes de los residuos, se aprecia una tendencia lineal en aumentar las frecuencias en la medida que aumentan los años del hábito de separar los residuos, con un coeficiente de determinación R2= 0,9894. Con lo cual, se infiere en que al pasar de los años se va haciendo más fuerte la separación de todos los componentes de los residuos y se debilita la separación de tan sólo algunos de los componentes de los residuos. El resultado de la prueba del Chi-cuadrado ha resultado significativa (sig < 0,05), asumiendo que existe una asociación entre la variable “conducta del reciclaje” y la variable “hábito en el reciclaje”. El coeficiente de contingencia ha resultado de 0,655, existiendo por tanto una asociación de tipo fuerte entre las variables. 4. Conclusión El hábito de reciclar ha correlacionado con la conducta de reciclaje y está estrechamente relacionado con la capacidad económica de los países en el fomento de la cultura de reciclaje a través de la consolidación de programas de recogida selectiva. Lo que significa que las costumbres o rutinas de conducta ya adquiridas, orientan el comportamiento de las personas hacia el reciclaje de los residuos una vez se está residiendo en Valencia. En esta línea, las personas que no han tenido la costumbre de reciclar desde sus países de origen, condicionadas por la no existencia de un programa de recogida selectiva (en su mayoría personas provenientes Sudamérica y África), siguen repitiendo esta acción aun cuando el programa de recogida selectiva en Valencia exista. Las personas que traen consigo el hábito de reciclaje desde sus Hacia un sistema de gestión integral de los residuos sólidos países de origen (en su mayoría personas de origen europeo incluidas las personas españolas), son aquellas personas que siguen repitiendo este patrón de conducta en Valencia. Sin embargo, hay un alto porcentaje de personas que independientemente de que en sus países exista o no exista un programa de reciclaje y, hayan o no hayan tenido la oportunidad de reciclar desde sus países de origen (en su mayoría proveniente de Europa del Este y Asia, aunque también de Sudamérica), optan por reciclar algunos componentes de los residuos cuando residen en Valencia. Referencias Bibliográficas [1] Gallardo, A., Bovea, M.D., Colomer, F.J., Carlos, M. y Prades, M. (2009). Estudio de los modelos de recogida selectiva de residuos urbanos implantados en ciudades españolas. Análisis de su eficiencia. Infoenviro, 45, 67-74. [2] Troschinetz, A.M. y Mihelcic, J.R. (2009). 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