4| Diario del AltoAragón / Jueves, 8 de noviembre de 2012 “Es posible tener relaciones sexuales a cualquier edad” Álvaro Mosquera Lajas, responsable del Servicio Psicosocial de la Fundación Aspaldiko y centros Sociales de Portugalete La edad no disminuye el deseo. VÍCTOR IBÁÑEZ MYRIAM MARTÍNEZ HUESCA.- La Sociedad Española de Médicos de Residencias (Semer) comenzó a plantearse en 2008 cómo abordar el tema de la sexualidad en las personas mayores y, más concretamente, en el ámbito institucional, es decir, de las residencias y centros geriátricos. Para reflexionar sobre esta cuestión, la Semer se puso en contacto con Álvaro Mosquera Lajas, res- ponsable del Servicio Psicosocial de Fundación Aspaldiko y centros Sociales de Portugalete (Vizcaya), que comenzó a trabajar en estos aspectos con un equipo de médicos y otros profesionales. Precisamente, Mosquera pronunciará esta tarde la primera de las charlas científicas del XII Congreso Nacional de la Semer, que se desarrollará en Huesca hasta el próximo sábado. “Las personas van envejeciendo y aparecen determinados prejuicios. Por lo general se entiende que el deseo sexual es sólo cosa de los jóvenes, cuando en realidad no disminuye con la edad, sino que se mantiene a lo largo de toda la vida -señala-. Lo que puede disminuir el deseo en los mayores es la enfermedad, no la edad”. El especialista explica, según se apreció en este estudio, que los enfoques equivocados todavía se acentuaban más en las residencias, “que no están pensadas para que las personas mayores puedan mantener relaciones sexuales”. Así, por lo general, una pareja que acude a un centro de este tipo se encuentra con camas individuales y con las barras de protección para su seguridad, que sin embargo no facilitan estas relaciones. Álvaro Mosquera describe esta realidad y plantea reflexionar sobre cuestiones como “si un usuario puede tener llave de su habitación o puede entrar en ella cualquiera; si hay que pedir autorización para ir a la habitación con tal persona y para ello se tiene que enterar la cuidadora, la gerocultora, la auxiliar y la enfermera; o qué pasa con las personas que tienen demencias”. “Principalmente, creemos que hay que hacer una definición de qué es la sexualidad, tanto desde el punto de vista físico, psicológico y emocional -prosigue el psicólogo-. Entendemos que el coito no es la única manera de relacionarse sexualmente, sino que hay otras variables como el contacto, la caricia, el sentimiento o la emoción, que indican que es posible tener relaciones sexuales a cualquier edad”. Álvaro Mosquera observa que también hay que reflexionar sobre algunos mitos y prejuicios que pueblan en la sociedad como que cuando se es mayor no se puede llegar al coito. “Queremos romper con ellos y terminar abordando actitudes que consideramos necesarias en los profesionales, para que se puedan dar en los ámbitos institucionales -subraya-. Queremos que cuando los profesionales se encuentren con esas conductas no sean punitivas. A veces no sólo no se les facilita la relación, sino que además se les tacha de viejos verdes o se entra en juicios de valor”. El especialista abogó por promover programas de educación para la salud, dirigidos tanto a las personas mayores, como a sus familiares y a los profesionales de la propia institución y otros ámbitos sociales, “para obrar de manera consecuente y acertada”.