Ciencia y Relaciones Internacionales Rubén Cuéllar Laureano • RESUMEN Entre los estudiosos de las Relaciones Internacionales (ri) no existe consenso respecto del objeto de estudio, marco conceptual, cuerpo teórico y método disciplinario. En consecuencia las investigaciones toman rutas diversas de las que no podemos esperar congruencia y coherencia en sus resultados, menos una acumulación ordenada y homogénea del conocimiento generado. No obstante, la disciplina ri permanece viva al menos en sus académicos, investigadores y estudiosos, sin necesidad aparente de las guías que toda disciplina requiere para su adecuada operatividad y funcionalidad. Entonces ¿por qué buscar ese consenso? La respuesta no es sencilla. Habrá quienes consideren innecesaria una estructura disciplinaria para investigar o estudiar Relaciones Internacionales, pues desde sus orígenes como área de estudio ha carecido de tales elementos disciplinarios o, por el contrario, ha operado con diversidad de ellos, y no por eso ha desaparecido o ha sido tajantemente desacreditada su importancia. Por otro lado, habrá quienes sostengan que es indispensable una estructura disciplinaria bien definida, completa y diferenciada de otras, científicas y no científicas. Este trabajo se orienta en esta perspectiva. El objetivo de esta investigación es explorar el modelo de la ciencia como referente epistemológico de la disciplina Relaciones Internacionales. PALABRAS CLAVE Relaciones internaciones. Ciencia. Estructura disciplinaria. Internacionalistas. ABSTRACT Among Foreign Affairs specialists there is no consensus about the object of study, the conceptual framework, the theoretical bases, or the disciplinary methodology. As a consequence, research has taken several paths which have not produced consistent or coherent results, let alone generated an orderly and homogeneous accumulation of knowledge. La disciplina RI tiene sus orígenes desde fines de la primera guerra mundial (Hollis y Smith, Explaining and Undestanding International Relations, 1990, p. 6). 53 Nevertheless, the discipline of FA (Foreign Affairs) is still thriving without the apparent need of the guidelines that all other disciplines require to operate and function adequately. Then, why should we look for a consensus? The answer is not easy. There might be those who consider a disciplinary structure to research or study Foreign Affairs unnecessary. On the other hand, others might hold that a well defined disciplinary structure is indispensable, complete and different from other disciplines, whether scientific or not. This paper is focuses on the latter perspective with the objective of exploring the model of science as an epistemological framework for the discipline of Foreign Affairs. KEY WORDS Foreign Affairs. Science. Disciplinary Structure. Foreign Affairs Specialists. La ciencia son científicas. La f ísica, la química y la biología, por ejemplo, son disciplinas científicas, en tanto que aquellas “...que no pueden utilizar el método científico —por ejemplo, por limitarse a la consecución de datos— no son ciencia, aunque pueden suministrar a la ciencia material en bruto: tal es el caso de la geograf ía. Ni tampoco son ciencias las doctrinas y prácticas que, como el psicoanálisis, se niegan a utilizar el método científico...” Ciencia designa a un corpus teórico y empírico que integra de manera racional y objetiva, consistente y sistemática, al conocimiento generado por la labor de investigación científica. En la ciencia convergen las estructuras de las distintas disciplinas científicas, apoyadas sobre la lógica y la matemática como instrumentos para la reconstrucción de conceptos y de las relaciones que existen entre hechos y sus aspectos intrínsecos, lo que permite establecer postulados sobre los que se va construyendo el conocimiento. Concepto El término ciencia denota un carácter especial, exclusivo, específico, incluso de solidez y superioridad ante el resto de los otros campos de conocimiento. También contiene un rasgo distintivo respecto de las demás actividades humanas. La ciencia es una noción sencilla en lo conceptual, aunque profunda en lo que respecta a su estructura epistemológica. No existe, por ejemplo, una ciencia de la mecanograf ía ni una ciencia de la conducción de automóviles. Cuando hablamos de una ciencia nos referimos a un todo teórico integrado, sistematizado y metódicamente estructurado que integra el conocimiento sobre las bases, principios y referentes estrictamente científicos. Una disciplina de la ciencia es aquella que utiliza el método científico en su investigación con el fin de aprehender y explicar la realidad. La ciencia la construyen disciplinas, las cuales guían sus actividades de investigación con el método científico. Por disciplina entendemos al área del conocimiento humano con una estructura cognoscitiva específica, y que, junto con las demás disciplinas que componen a la ciencia, cultiva el método científico. Las disciplinas que no guíen sus investigaciones por el método científico no La biología, por su objeto de estudio, la evolución humana y de las especies, y su taxonomía, quedaría al margen del cuerpo disciplinario de la ciencia, pero gracias a sus trascendentales aportaciones al desarrollo de la ciencia, guiadas por el método científico, hoy es considerada un pilar científico. El descubrimiento del ácido desoxorribonucleico (adn) y su manipulación artificial son en la actualidad dos aportaciones de la biología a la matriz disciplinaria de la ciencia, y que sin duda está incidiendo también en las disciplinas sociales. Mario Bunge, La investigación…, op. cit., p. 14. Mario Bunge, La investigación científica, México, Siglo xxi, 2000, p. 5. 54 8) Demarcar los límites de dominio en los cuales sean “válidas” las conjeturas y las técnicas, y formular los nuevos problemas originados por la investigación. Para que tales operaciones conlleven a un adecuado fin desde el punto de vista científico hay reglas o consideraciones a observar en el proceso de investigación científica, de las que se mencionan algunas: El método El rasgo más significativo de la ciencia es su método, el método científico. El método es un recurso para indagar y encontrar respuestas a las interrogantes de la naturaleza cognoscitiva del ser humano. También ordena y da coherencia a las ideas, conceptos y razonamientos acerca de lo que se pretende conocer. El método se forma por una serie de reglas que orientan el proceso de investigación. En este sentido el método es el enlace entre la inquietud por conocer y el conocimiento de la realidad. El método científico ayuda a eliminar gran parte de la subjetividad en la interpretación de la realidad en estudio. El método científico, o método de la investigación científica es la guía de la investigación científica y advierte diversas operaciones fundamentales: r1.El problema debe formularse con precisión y, al principio, con la mayor especificidad posible. r2.Las conjeturas deben ser precisas y fundadas de algún modo, y no deben ser suposiciones que no comprometan en concreto ni tampoco ocurrencias sin fundamento visible. r3.La contrastación de la hipótesis debe ser dura, no laxa. r4.Considerar cada hipótesis como parcialmente verdadera y evitar que la que hayamos confirmado satisfactoriamente sea una verdad absoluta. r5.Preguntarse por qué la respuesta obtenida es así, y no de otra forma. 1) Elaborar preguntas bien formuladas y verosímilmente fundadas. 2) Proponer conjeturas fundadas y contrastables con la experiencia, que den respuesta a las preguntas. 3) Derivar consecuencias lógicas de las conjeturas. 4) Estimar técnicas que permitan someter las conjeturas a contrastación. 5) Someter también dichas técnicas a contrastación, para comprobar su relevancia y la fe que merecen. 6) Efectuar la contrastación e interpretar sus resultados. 7) Estimar la “veracidad” de las conjeturas y la “confiabilidad” de las técnicas. Sin embargo, guiarse por estas operaciones y observar cabalmente las reglas de investigación no significa que se obtendrán resultados infalibles, pero sí formarán parte de un cuerpo de conocimientos coherente y consistente con los precedentes obtenidos con ayuda de criterios similares en la actividad científica. Por tanto, en esta labor no está asegurado el éxito ni se tiene la certeza absoluta de alcanzar las metas programadas, pero la guía que ofrecen los modelos teóricos-conceptuales, elaborados con rigor metódico y con el mayor apego a la realidad, han demostrado su Tales reglas están justificadas teóricamente, en tanto que están a la vez fundamentadas y sistemáticamente conformadas. También están justificadas en la práctica porque no se conocen otras normas que sean adecuadas para alcanzar las metas de toda disciplina, la construcción de modelos conceptuales con la mayor “veracidad” posible (ibid., p. 10). Mario Bunge, La ciencia, p. 33. M. Tamayo y Tamayo, El proceso de la investigación científica, p. 29. Mario Bunge, La investigación…, p. 14. 55 CIENCIAS SOCIOECONÓMICAS En la ciencia el conocimiento requiere ser verificado mediante la confrontación con la realidad. Esto se logra mediante la construcción de hipótesis y su sometimiento a prueba empírica, constituyéndose en un mecanismo seguro de progreso científico. operatividad confiable y, sobre todo, han puesto en evidencia el desarrollo de la ciencia con un innegable impacto en la vida del hombre y sus sociedades. Segundo, porque es evidente y mensurable el progreso de la ciencia y sus disciplinas. De hecho no sólo ha transformado al individuo ni a sus relaciones sociales, sino que ha impactado directa o indirectamente la forma en que interactúan los grupos, los pueblos y las naciones del mundo. Tercero, el desarrollo científico es constante y, en algunas áreas, vertiginoso, y no depende de los acontecimientos mundiales ni de las políticas gubernamentales o estatales ni tampoco de los intereses particulares. Más bien éstos se apoyan en los avances científicos para fortalecer su posición y su competitividad a nivel internacional. De hecho los principios éticos y morales no son restricciones reales a su desarrollo, y sólo el espíritu cognoscitivo puede autoimponerse límites en su labor científica.10 El progreso científico La capacidad de la ciencia y sus disciplinas para generar conocimiento y avanzar consistentemente hacia metas cognoscitivas es un aporte innegable, a menos que exista otra forma de construir el conocimiento cuyos logros sean más consistentemente probados y cuyo impacto en la vida del hombre sea al menos de igual trascendencia. Pero aceptemos el reto: ¿por qué apelar a la ciencia para conocer el progreso o desarrollo de las Relaciones Internacionales? ¿Por qué contrastar el progreso de las Relaciones Internacionales con el progreso científico? Porque no hay otra forma de conocimiento más exitoso que el de la ciencia, pero sobre todo: El progreso de la ciencia es unidireccional, es decir, su avance es permanente hacia metas que demarcan los resultados precedentes del proceso científico, sin oportunidad para los retrocesos en planteamientos teóricos. Por ejemplo, Newton tuvo que reformular el concepto de masa sobre los principios del sistema nuevo; o el caso del concepto átomo, propuesto por Demócrito de Abdera hacia 400 a. C., que desde principios del siglo xx fue redefinido conforme los nuevos descubrimientos, conceptos y modelos teóricos de la f ísica nuclear. El avance científico prosigue su trayectoria sobre las fronteras cognoscitivas sin importar si éstos son benéficos o no para la vida del hombre o para sus sociedades. Este avance adquiere es- Primero, porque la ciencia es una unidad en sí misma, cuyo desarrollo y progreso no depende exclusivamente de los avances de alguna de sus disciplinas científicas, pero los logros de cada una de ellas implica el avance de la ciencia en su conjunto, y en consecuencia también de las demás disciplinas. De esta forma todas las disciplinas científicas contribuyen, con sus estructuras disciplinarias en constante renovación y actualización, con sus modelos teóricos y conceptuales, así como con sus resultados, al progreso del conocimiento científico en general. No se desconoce, sin embargo, que existen áreas estratégicas en el desarrollo científico y tecnológico que son impulsadas con grandes financiamientos, como la f ísica de partículas, la ingeniería aeroespacial, las ciencias genómicas, los nuevos materiales, las neurociencias, la robótica, la biotecnología, entre otras. Pero este apoyo en general se otorga sobre avances que logra la comunidad científica de universidades, institutos y centros de investigación, sean éstos civiles, militares o gubernamentales, que dan forma finalmente a tecnologías estratégicas de punta. 10 Podemos considerar que la ciencia y sus disciplinas, en principio, buscan conocer la naturaleza. Sus grandes metas están condicionadas por las interrogantes que a simple vista parecen inverosímiles para el espíritu poco inquieto en la búsqueda del nuevo conocimiento, pero que en realidad han guiado las búsquedas más profundas de la existencia humana, por ejemplo: ¿de donde proviene el hombre? ¿Cuál es su relación con el universo? ¿Hacia dónde se dirige? 56 La “cientificidad” de la disciplina ri En buena parte de los estudios disciplinarios en ri es una práctica común determinar como premisa que las Relaciones Internacionales son una ciencia, y que pertenece al grupo de las “ciencias sociales”, sin esclarecer las implicaciones teóricas y conceptuales de estas afirmaciones. Las Relaciones Internacionales, en un sentido rígido, son una disciplina no-científica no sólo porque en las investigaciones se desestima el uso del método científico, sino porque además en sus estudios disciplinarios se usan tantos métodos como investigaciones se desarrollan, es decir, se practican métodos heterogéneos11 en la actividad de investigación, lo que le impide identificar una trayectoria de progreso de la disciplina. Esta heterogeneidad metodológica complica su progreso disciplinario. Múltiples métodos y diversos objetos de estudios representan riqueza en recursos para el estudio disciplinario, pero no fortaleza científica. Aún es necesario un estudio serio acerca de las potenciales bondades de una heterogeneidad disciplinaria, pues sin duda habrá en ello ciertas ventajas ante otras áreas que, en este aspecto, sólo siguen un camino. Quizá la riqueza de un cuerpo heterogéneo estribe en esas diversas formas de proceder, aunque ello conduzca, sin embargo, a resultados diferentes para un mismo objeto de estudio. Una disciplina científica tiene un objeto de estudio claramente identificado, representativo de una sección de la realidad, y que integrada al cuerpo de la ciencia, donde confluyen las demás disciplinas, interactúa para entender, aprehender y explicar la realidad en sus partes y en su totalidad. La ciencia estudia la realidad, de por sí variada y en constante cambio, mediante modelos pecificidad cuando se transforma en una aplicación tecnológica o cimenta las bases de un gran descubrimiento. La inmoralidad y perversidad de que se acusa a algunos avances científicos, como la fisión nuclear o la mutación artificial de virus y bacterias como armas de destrucción, radican exclusivamente en quiénes deciden tal uso y no en el desarrollo ni en la dinámica de la ciencia. Podemos decir, sin afán de realizar por lo pronto un planteamiento teórico generalizado, que los avances científicos y los progresos tecnológicos parecen determinar los acontecimientos internacionales que transforman el devenir mundial. Existe una relación estrecha entre el desarrollo científico y tecnológico y la dinámica internacional, lo que tentativamente podría anticipar sucesos que transformará el equilibrio de fuerzas a nivel mundial. El progreso disciplinario de las ri puede realizarse mediante el análisis de los momentos de impulso más importantes o de las crisis agudas que modifican el ordenamiento mundial, sobre la base del avance científico y su impacto sobre esas transformaciones internacionales. El caso del objeto de estudio lo abordamos desde el punto de vista de la ciencia como una referencia para el caso de las Relaciones Internacionales. En este ensayo no se pretende agotar la discusión sobre el objeto de estudio disciplinario, pero sería indispensable abrir más líneas de estudio sobre éste y otros elementos disciplinarios en las Relaciones Internacionales actuales. 11 57 CIENCIAS SOCIOECONÓMICAS Las Relaciones Internacionales parciales adecuadamente interconectados y conjugados, y no a través de uno solo de ellos; modelos que son productos del trabajo disciplinario en un frecuente ajuste con la realidad (a su vez en constante transformación), pero también de la amplitud y la profundidad del instrumental teórico y conceptual con que cuenta la ciencia y sus disciplinas.12 Sobre esta dinámica, las disciplinas no-científicas podrían construir en conjunto una riqueza conceptual y teórica, al explicar con ese potencial una parte sustancial de la gran realidad en la que está inmerso el ser humano. El reto aquí es contar con un referente básico que permita estimar adecuadamente el desarrollo, los avances y los aportes de la disciplina ri al corpus cognoscitivo en general. En particular aquellas disciplinas relacionadas con “lo social” podrían conformar una heterogeneidad metodológica, y las Relaciones Internacionales serían el lugar común, el punto que integra, el centro de interacciones y demás vínculos disciplinarios. Sin embargo, aún prevalece la idea de que las Relaciones Internacionales como rama de estudio está compuesta sólo con las partes “internacionales” de las disciplinas “sociales” como historia, geograf ía, política, derecho, economía, sociología, entre otras13 (Figura 1). Lo inconveniente aquí es, además de la enorme diversidad metodológica —incluso la inexistencia de ésta—, los distintos propósitos y objetos de estudio14 que todas ellas le imprimen. Ello complica la conjugación o la interacción coherente de las estructuras disciplinarias, lo que Figura 1. Composición disciplinaria de las Relaciones Internacionales. Prevalece la idea de que la disciplina ri se forma sólo de las fracciones de carácter internacional de algunas disciplinas de “lo social”. Otras áreas de estudio que alimentan el conocimiento de la disciplina ri son: diplomacia, estrategia castrense, psicología, filosof ía, antropología, matemáticas. de paso constituye un reto a superar por la disciplina Relaciones Internacionales. La ciencia representa, por su parte, la unidad de las disciplinas y el lugar natural de sus planteamientos y nuevos descubrimientos, y no el aglutinante externo a ellas; la ciencia no es solamente un refugio ni quien establece directrices ni dicta reglas de investigación; no exige arbitrariamente el establecimiento de una teoría o de un lenguaje común a todas ellas. De alguna forma la ciencia es el rector disciplinario que no establece políticas ni lineamientos estrictos a seguir por las disciplinas que la integran, pero simboliza la guía de la investigación científica. Tanto el método como los demás componentes de la estructura científica son, en estricto sentido, modelos ideales, los cuales constituyen la columna vertebral de los estudios e investigaciones científicas. Véase Francisco Dávila, Teoría, ciencia y metodología en la era de la modernidad, México, Fontamara, 1996, pp. 136-137. 13 Celestino del Arenal, Introducción al estudio de las relaciones internacionales, pp. 464-465. González Souza (1979) destaca que la opinión generalizada de que la disciplina ri tiene como objeto de estudio sólo la parte internacional de las relaciones que se desarrollan en el mundo (González Souza, “Una concepción totalizadora de las...”, pp. 12 y 15). 14 En general las llamadas disciplinas sociales tienen por objeto de estudio la sociedad y las relaciones entre los hombres. Pero no olvidemos que la ciencia es una actividad humana y que sus disciplinas las realizan los hombres y grupos de ellos que se estudian desde las disciplinas sociales. 12 El problema del objeto de estudio El objeto de estudio es la parte que da especificidad a una disciplina científica, la identifica y la distingue de las demás. La falta de un objeto de 58 no se ha referido a ideas como objeto de estudio, y menos aún a abstracciones puras, espirituales o utópicas. Los resultados del idealismo normativo y originario son hoy la parte nomotética de un campo más amplio que cubre la disciplina RI. Podemos afirmar que la disciplina Relaciones Internacionales no es idealista, y sí por el contrario es fáctica como, por ejemplo, lo son la mayoría de las disciplinas científicas, las cuales recurren a la realidad misma, personificada por la experiencia para convalidar sus planteamientos.17 Es importante destacar que las disciplinas científicas no eluden el uso de modelos altamente abstractos como instrumentos de análisis y estudio para su labor cognoscitiva, pues ellos son un recurso sustancial de su actividad, pero son resultado de un proceso de investigación rigurosa y sostenida en conocimientos científicos precedentes. Es adecuado, entonces, ubicar las Relaciones Internacionales en la parte fáctica del corpus cognoscitivo en general. Luego entonces las Relaciones Internacionales se refieren a los hechos, a la realidad, esa que podemos percibir a través de nuestros sentidos y nuestro intelecto. Y nos preguntamos de nuevo, ¿cuál realidad? ¿Sólo la internacional o su totalidad? La falta de un acuerdo entre especialistas sobre la realidad específica de la cual se encarga la disciplina ri18 es per se un problema estructural cuya consecuencia inmediata es precisamente un rasgo de no-cientificidad.19 en Revista Mexicana de Ciencia Política, año xvi, núm. 63, México, unam, enero-marzo, 1971, pp. 5-23. También se puede consultar en Ileana Cid (comp.), Lecturas básicas para introducción al estudio de relaciones internacionales, México, fcpys, unam, 2001. Véase también V. Batta y R. Casasola, “La evolución de las relaciones internacionales como disciplina científica desde la segunda guerra mundial”, en I Coloquio Internacional de Primavera El Estudio Científico de las Relaciones Internacionales, México, Facultad de Ciencias Políticas y Sociales, Dirección General de Publicaciones, unam, 1978, pp. 15-30. 17 Véase Mario Bunge, La ciencia…, p. 19. 18 Esta divergencia en la realidad de estudio de la disciplina proviene desde la misma denominación de la disciplina (véase Celestino del Arenal, Introducción al estudio…, op. cit., pp. 19-23). 19 Celestino del Arenal sostiene que a partir del replanteo de los postulados del realismo político por parte de algu- Véase Mario Bunge, La ciencia…, pp. 11-15. E. Cárdenas Elorduy, “El camino hacia la teoría de las relaciones internacionales (biograf ía de una disciplina)”, 15 16 59 CIENCIAS SOCIOECONÓMICAS estudio específico desorienta el camino disciplinario; implica desconocer hacia dónde enfocar los esfuerzos de estudio, o tener muchos de ellos significa dispersión en la actividad de investigación. En general las disciplinas sociales tienen como objeto de estudio a la sociedad y las relaciones humanas. En este sentido, siendo la ciencia el resultado de una actividad de hombres en sociedad, aquélla tendría que formar parte del estudio de todas las disciplinas sociales. Sin embargo, la ciencia como actividad humana se ha desprendido de los atavíos sociales y ha tomado su propio lugar como una forma específica de conocimiento. Una primera percepción acerca de las Relaciones Internacionales es que su objeto de estudio tiene que ver básicamente con la realidad. Pero ¿cuál realidad? A lo largo de su vida como disciplina las Relaciones Internacionales han adoptado y acumulado diversos objetos de estudio: las relaciones entre los Estados, los nacionalismos, la búsqueda de una paz permanente, la conflictiva internacional y su solución, el comercio local, regional y mundial, la política del poder, las integraciones y desintegraciones regionales, el medio ambiente, las religiones, las culturas, entre otros. Todos ellos son aspectos que si bien no podemos palpar o encerrar en un laboratorio, sí son manifestaciones de nuestro entendimiento de la realidad internacional. De aquí que las Relaciones Internacionales podrían ubicarse dentro de la parte fáctica de la ciencia, con su misión de conocer con mayor precisión los sucesos de la realidad.15 Las Relaciones Internacionales, como resultado de la concepción moralista de la búsqueda de una paz mundial duradera, han sido estudiadas sobre bases puramente idealistas. Aunque el resultado de tal idealismo fue la creación de organismos, mecanismos e instrumentos jurídicos de alcance mundial que sentaron las bases institucionales para el fomento y mantenimiento de la paz y la seguridad internacionales (etapa jurídica),16 lo cierto es que desde entonces la disciplina El estudio de la realidad en su totalidad como objeto de estudio ya ha sido propuesto por Luis González Souza (1978), quien sostiene que la especificidad característica de la disciplina, la realidad mundial, puede estudiarse como objeto de estudio de la disciplina entendiéndolo como una unidad, como un todo real y concreto, a través del prisma del materialismo dialéctico e histórico. De acuerdo con esta perspectiva, la disciplina ri es la mejor posicionada “…para estudiar la realidad en su totalidad y como una totalidad”,20 que le permite concatenar e integrar esa realidad. La concepción totalizadora de la disciplina ri podría ser un prisma que facilita, según el autor, el análisis de la realidad como un mismo fenómeno en constante movimiento, en donde interactúan todos sus componentes económico, político, jurídico, etc. Las Relaciones Internacionales tienen ese potencial unificador de las parcelas en que se ha dividido la realidad mundial. La perspectiva totalizadora es un aporte destacado para la disciplina, pero la falta de continuidad en estudios vistos desde este prisma teórico no nos permite dilucidar sus atributos o sus desperfectos, además de que el materialismo dialéctico e histórico del que deriva esta perspectiva teórica tiene su propio método, diferente al de la ciencia moderna. Posiblemente esto tenga que ver, como sostiene el autor, con el predomi- nio de la ideología de las sociedades desarrolladas, no obstante integrar en un solo enfoque la realidad mundial en su totalidad. Pero ni la ciencia ni las humanidades cubren juntas toda la realidad. Es precisamente este vacío que las disciplinas sociales intentan llenar. Al menos podemos sostener que la realidad social es a las disciplinas sociales en su conjunto como la realidad internacional es a la disciplina RI en particular. No se le podría exigir a la sociología explicar la composición molecular de los suelos del fondo del mar porque para ello existen disciplinas científicas como la química, la geología, la geof ísica, las cuales, con base en modelos teóricos construidos a partir de la realidad, y a partir de corroboraciones previas y controladas,21 dan respuestas a las interrogantes científicas. Tampoco podemos exigir a la biología que estudie la conflictiva del Medio Oriente, pues son aspectos que no son parte de su objeto de estudio. Pero eso no quiere decir que la química, geología y biología no tienen nada que decir acerca del derrumbe del bloque soviético, por ejemplo. De hecho la solidez de sus modelos teóricos les permite acercarse a ese problema, no obstante estar fuera de su campo y de su especialidad. Por el contrario, la sociología dif ícilmente podría hacer alguna aportación acerca, por ejemplo, del mapeo y de la manipulación genética, avances científicos que por su parte ya están produciendo transformaciones importantes en los campos antes considerados de exclusividad social; o el derecho, por ejemplo, dif ícilmente podría al menos opinar con fundamentos disciplinarios sobre las consecuencias del Big Bang que conlleva implicaciones éticas y morales en los dogmas religiosos e ideológicos en todo el mundo; o la economía por lo pronto está imposibilitada para explicar el nos especialistas de seguridad nacional en Estados Unidos nace una nueva ola teórica llamada conductista en el estudio de las relaciones internaciones, que adoptan como base de la investigación los elementos estructurales de la ciencia y sus disciplinas como son sus técnicas, modelos lógicos y método. 20 Luis González Souza, “Una concepción totalizadora de las Relaciones Internacionales: clave para comprender la especificidad e importancia de la disciplina”, en Relaciones Internacionales, vol. 6, núm. 23, México, Facultad de Ciencias Políticas y Sociales, unam, octubre-diciembre, 1978, p. 9. Este objeto de estudio de la disciplina, es decir, la realidad mundial, se compone de todas las relaciones que se generan al nivel internacional: económicas, políticas, jurídicas, ideológicas, culturales, etc., pero con la peculiaridad necesaria de ser éstas relevantes en el desarrollo de los eventos mundiales. También los fenómenos (manifestaciones aparentes de la realidad), procesos (movimiento constante de la realidad) y tendencias (curso que esa realidad puede tomar en un determinado contexto histórico) son parte de esa realidad (ibid., pp. 12-13). No siempre el proceso de corroboración y contrastación a través de técnicas, instrumentos y mediciones directas de la realidad en estudio convalidan los modelos teóricos, pues muchos de los descubrimientos más destacados se derivaron de fenómenos que se presentaron durante ese proceso de manera extraordinaria e inesperada, y que hasta hoy son parte del conocimiento científico aceptado que marcan las fronteras cognoscitivas. 21 60 impacto en las sociedades del descubrimiento de agua en estado sólido encontrada en las superficies lunar y marciana. Desde hace medio siglo las disciplinas científicas y su estructura interna se han ganado el reconocimiento de su consistencia de gran parte de las disciplinas sociales. En los años cincuenta los conductistas y cientifistas interpretaron el mundo y los acontecimientos a través del instrumental teórico y metodológico de la ciencia, y sostuvieron que las Relaciones Internacionales son lo suficientemente amplias y complejas como para ceñirlas a un solo campo de las disciplinas sociales.22 Entonces, ¿qué parte de esa realidad le corresponde estudiar a las Relaciones Internacionales? Sin duda no lo es toda, porque existen las disciplinas de la ciencia y de las humanidades que se encargan de la porción correspondiente de la reaCelestino del Arenal, Introducción al estudio…, op. cit., p. 115. 22 23 61 Véase Graciela Arroyo, Metodología de las relaciones in- CIENCIAS SOCIOECONÓMICAS lidad mejor que cualquier otra. Pero afirmar que le corresponde sólo la parte “internacional” tampoco es del todo claro, ni tampoco es conveniente para la disciplina, aunque esta idea predomine en el panorama, porque implica autolimitaciones disciplinarias profundas. ¿Dicha realidad “internacional” sólo se circunscribe al mapa político actual? ¿Incluye descubrimientos científicos asombrosos fuera de la atmósfera terrestre o extraordinarios hallazgos en sus fantásticas profundidades marinas? ¿Esa realidad internacional incluye el estudio de un cráter submarino en aguas internacionales con implicaciones en la producción potencial y control de precios del petróleo? ¿O incluye el estudio de una masa metálica con significaciones espirituales y religiosas para millones de personas? ¿Cómo asimilar el impacto del calentamiento global en la economía internacional con la extinción de especies marinas que vulneraría la seguridad alimentaria? ¿La realidad internacional incluye el deshielo de los polos y sus consecuentes elevaciones del nivel de los océanos y su desalinización? Lo evidente, al menos como primera aproximación, es que la disciplina ri se ha enfocado más a realidades inmediatas —que pronto son rebasadas— que a fenómenos potencial y poderosamente revolucionarios de la vida internacional. Las perspectivas de los diversos tópicos que en la actualidad abarca la disciplina son producto de lógicas de trabajo que varían según el estilo y preferencia de sus investigadores. Hasta hoy los planteamientos disciplinarios de las ri carecen además del carácter predictivo, rasgo fundamental para toda disciplina científica, que les permite demarcar las fronteras del conocimiento, y que en adelante se convierten en planteamientos hipotéticos que guían el avance de la ciencia en su conjunto. Las fronteras cognoscitivas ofrecen la oportunidad de construir y reconstruir mediante la crítica rigurosa las teorías, métodos y conceptos de la disciplina, y generan nuevas explicaciones y nuevas interpretaciones de la realidad, dando lugar a revoluciones del conocimiento disciplinario.23 El potencial interdisciplinario Una disciplina científica se caracteriza no sólo por tener una estructura disciplinaria definida y completa, sino porque forma parte de un cuerpo más general llamada ciencia, punto nodal donde confluyen los conocimientos generados y donde se cataliza la interacción entre estructuras disciplinarias. Pero ¿cómo interactúan y operan las estructuras disciplinarias en ese punto de confluencia las ri? Existen nociones que se han propuesto para fomentar y explicar la integración disciplinaria: multidisciplinariedad, interdisciplinariedad y transdisciplinariedad. La noción de multidisciplinaridad (Quincy Wright, 1955) sostiene la confluencia de los conocimientos de otras disciplinas al estudio de los fenómenos sociales, y que desde su aparición rompió con la disputa que prevalecía hasta entonces entre las disciplinas sociales que defendían su exclusividad sobre el tratamiento de los asuntos del mundo.24 Para Georges Gusdorf (1977) la multidisciplinariedad, también conocida como pluridisciplinariedad, acumula y aglomera los conocimientos y perspectivas de distintas disciplinas que no se interconectan. La interdisciplinariedad implica un nivel de interacción entre sus componentes que facilita un diálogo entre ellas, se articulan y adquieren coherencia de las perspectivas. Sin embargo, esta interconexión puede alcanzar una mayor convergencia y comunión entre esos campos del saber en lo que se denomina transdisciplinariedad, la cual designa a “...una perspectiva de objetivos que reunirá en el horizonte del saber, según una dimensión horizontal o vertical, las interacciones y preocupaciones de las diversas epistemologías...” 25 La perspectiva transdisciplinaria ha sido considerada como un paso posterior a la interdisciplinariedad (Cobo, 1986), es decir, que supera los límites que impone la interdisciplinariedad, de forma que todas las disciplinas y sus conocimientos se integran en un sistema unificado. Esta perspectiva transdisciplinaria también está relacionada con la capacidad de integración y síntesis de datos aportados por otras disciplinas al estudio de la realidad internacional (Del Arenal, 1990).26 La interdisciplinariedad es la noción integradora de las disciplinas y los conocimientos que más se ha desarrollado: sostiene que dos o más disciplinas interactúan entre sí en estructuras, teorías, conceptos, información, incluso en ideas. La perspectiva interdisciplinaria pretende, además de conformar un cuerpo general del conocimiento con el aporte de las demás disciplinas, procesar dicha integración para retroalimentar a sus componentes. Con base en esta noción las diversas formas epistemológicas se conjugan para conformar una estructura disciplinaria integral. La ciencia observa un comportamiento interdisciplinario, en el que la interacción entre teorías, conceptos, métodos, objetos de estudio, instrumentos técnico-analíticos, resultados e información va creando nuevas áreas de estudio necesarias, en ese proceso interactivo, para la aprehensión de la realidad. Entre las disciplinas científicas el método es el punto común que facilita su integración. El método científico guía en general la investigación científica y permite a sus disciplinas converger en ese punto común que es la ciencia. Así todas ellas integran un cuerpo general congruente y consistente con sus grandes metas y objetivos, incluso trascienden esos límites interdisciplinarios hacia un mayor grado de conjugación. Entre las disciplinas sociales la interacción es más una aglomeración de datos e información que una interconexión estructural, pues al no haber un procedimiento más o menos común de ternacionales, México, Oxford University Press, 1999, p. 8. 24 I. Cid (comp.), Lecturas básicas para introducción al estudio de relaciones internacionales, México, fcpys, unam, 2001, p. 15. El carácter “internacional” de las ri requiere indudablemente de un análisis profundo y un consenso entre los especialistas, pues el término contiene implicaciones profundas en la gnoseología de la propia disciplina, más allá de su historia. Véanse Quincy Wright, The Study of Internacional Relations, 1955, cap. 1, pp. 3-8, y Celestino del Arenal, Introducción al estudio…, op. cit., pp. 416-426. 25 G. Gusdorf, “Pasado, presente y futuro de la investiga- ción interdisciplinaria”, en Apostel et al., Interdisciplinariedad y ciencias humanas, 1983, p. 41. 26 Del Arenal, op. cit., p. 465. Cita, para ello, a Shonfield (1972), Preiswerk (1977) y Gusdorf (1977). 62 dad gnoseológica. La multidisciplinariedad que caracteriza en la actualidad a la disciplina ri le permite estar más cerca de la integración interdisciplinaria que cualquier otra disciplina de “lo social”. Por ello entre éstas la disciplina ri es el lugar más adecuado para la conformación de una estructura disciplinaria común y complementaria entre sí, lo que al mismo tiempo es su fin y su medio. Esto quiere decir que las disciplinas sociales requieren trazar ese objetivo conjugándose30 entre sí, de manera tal que reditúe en la construcción de la unidad epistémica. El estado actual de la disciplina ri no sólo anima a formularse como ese lugar común de las disciplinas sociales, sino que la obliga a construirse a sí misma como ese centro de interdisciplinariedad, lo cual sólo podrá acceder a través del fortalecimiento de su estructura disciplinaria. González Souza (1979) señala que la posibilidad de que la disciplina sea el punto nodal de una integración interdisciplinaria puede lograrse “…únicamente determinando la especificidad de las Relaciones Internacionales… ya que de lo contrario, ésta quedaría reducida a la de un simple recipiente multidisciplinario o a la de un apéndice de alguna otra disciplina”.31 Por lo pronto encontrar los mecanismos de conjugación para alcanzar la interdisciplinariedad dentro de la disciplina debería estar presente en todas las investigaciones ante la inconveniente práctica de muy diversos métodos (incluso de su ausencia) y amplia gama de objetos de estudio. Lo cierto es que para todas las ramas del saber su grado de integración en ese corpus interdisciplinario, es decir más allá de una complementación o mera yuxtaposición de conocimientos,32 marca la diferencia entre disciplinas científicas y no científicas. Véase Roberto Peña, “Interdisciplinariedad y cientificidad en relaciones internacionales”, en I. Cid (comp.), Lecturas básicas…, op. cit., p. 187. 28 Un rasgo distintivo de las disciplinas científicas es su carácter predictivo, que va más allá del cálculo preciso de un eclipse solar o de la cantidad de calor que producirá una reacción nuclear. La predictibilidad en la ciencia no es determinista, más bien se basa en aproximaciones (probabilísticas) que derivan de planteamientos metodológicamente sustentados y con alto nivel de continuidad en el conocimiento generado. 29 Véase D. Mattei y R. Pahre, Las nuevas ciencias sociales. La marginalidad creadora, 1995, en cuyo capítulo 7, “Hibridación: la recombinación de fragmentos de ciencias”, pp. 79-93, sostienen que en las periferias de cada disciplina es donde con frecuencia se generan innovaciones cognoscitivas y donde se obtienen los resultados más importantes e innovadores. 27 Las disciplinas sociales requerirán confluir al mismo punto que es la unidad interdisciplinaria, para lo cual deberán superar obstáculos estructurales y crear mecanismos y proyectos conjuntos tendientes a ese objetivo común. 31 Luis González Souza, “Una concepción totalizadora de las…”, op. cit., p. 22. 32 Graciela Arroyo P., “Interdisciplinariedad: ¿viejo o nuevo reto?”, en Revista Mexicana de Ciencias Políticas y Sociales, año xxxviii, núm. 154, México, División de Estudios de Posgrado, fcpys, unam, octubre-diciembre, 1993, pp. 9-17. 30 63 CIENCIAS SOCIOECONÓMICAS cómo alcanzar las metas cada una de ellas recurre en la práctica a su lógica y a sus procedimientos particulares, por lo que la interacción se torna superficial y laxa, haciendo dif ícil el consenso entre tantas y tan variadas formas, propósitos y lógicas de investigación. La disciplina ri no escapa a esta práctica,27 pero al integrarse por partes de otras disciplinas sociales que dan forma a su estructura básica con que opera la convierte en un vehículo de integración disciplinaria. El reto está en impulsar y acelerar la integración estructural, procesamiento disciplinario y síntesis entre todas las disciplinas sociales. La predictibilidad28 sería una consecuencia directa de la práctica científica adoptada en la estructura de las RI, y cuyas fronteras demarcadas se convierten en hipótesis potenciales de investigación. De hecho las ri no sólo reúnen e integran a su corpus cognoscitivo el conocimiento relacionado con lo “internacional” de cada disciplina, sino que opera con ellos en sus fronteras.29 El procedimiento interdisciplinario articularía a varios niveles a las demás disciplinas que la conforman y auxilian; la naturaleza de la disciplina ri la hace el factor potencial de integración. La perspectiva interdisciplinaria en RI permitiría integrar, sintetizar y reconstruir el conocimiento generado a través de la complementación de datos, interacción de estructuras disciplinarias, conformación de un lenguaje interdisciplinario homogéneo y la construcción de una nueva uni- El acercamiento de la disciplina ri a la ciencia El acercamiento de la disciplina Relaciones Internacionales a la estructura disciplinaria de la ciencia no obliga a aquella a lograr progresos en la abstracción y aprehensión de la naturaleza, al desarrollo de nuevas teorías científicas o a la explicación de algunos de los grandes enigmas del hombre. Pero tampoco la disciplina ri puede quedar al margen, por ejemplo, del impacto de la clonación humana como un nuevo factor de reordenamiento mundial, de los avances potenciales de la biología molecular o la química para la recombinación genética de virus letales como armas bioquímicas, o el impacto social de los viajes tripulados y automatizados más allá del satélite terrestre. Por ello, en principio, habría que definir con precisión y claridad lo que significa realidad internacional, así como sus alcances en tiempos y contexto, y cuyo contenido conceptual requerirá de un consenso disciplinario, tomando en cuenta las nuevas tendencias y los nuevos fenómenos mundiales que la transforman en todo momento y espacio. Abrir indiscriminadamente el espectro de la realidad en estudio conduciría a la disciplina a mayor dispersión, lo que no quiere decir amplitud de conocimiento. En este caso sería mejor preguntarse ¿cómo integrar los posibles temas de estudio de la disciplina? ¿Cuáles son los más congruentes con la naturaleza de la disciplina? Si los cambios frecuentes en la realidad internacional dificultan el encuentro de una razón de ser específica y consistente de la disciplina, entonces esa dinámica de la realidad internacional podría constituirse en su objeto de estudio. Pero ¿cómo operan esos cambios? ¿Cómo se transforma esa realidad? ¿Hay parámetros constantes en los grandes cambios? ¿Cómo abstraer y aprehender ese dinamismo? Estas son interrogantes que también son trascendentales para la estructura de las disciplinas sociales en general,33 que requieren adaptarse, con oportunidad y eficacia, como lo deben hacer las Relaciones Internacionales, a los cambios frecuentes de la realidad internacional. No obstante que la realidad se transforme a cada instante —lo que también sucede con la naturaleza y sus fenómenos, que se transforman constantemente pero a otro ritmo—, la disciplina RI requiere de un punto de referencia en torno al cual operar dentro de esos cambios y evitar así la dispersión en el conocimiento generado. ¿Cuál es el punto de referencia? Por lo pronto no sería el objeto de estudio porque no sólo no hay acuerdo al respecto entre especialistas sino que podrían aparecer más según las circunstancias novedosas o el resurgimiento de viejos actores con nuevas aspiraciones y circunstancias. Mientras no haya acuerdo sobre este particular no podría ser un punto de referencia convincente ni adecuado para abstraer esa dinámica. El marco teórico vasto y con potencial de crecimiento es plausible para cualquier rama de conocimiento, entre las que se encuentra la disciplina ri, pues ello la fortalece y la orienta hacia las fronteras cognoscitivas. Por lo pronto, la disciplina ri está en una etapa de proliferación teórica34 R. Cuéllar, “El paradigma científico: un modelo para el análisis disciplinario de las Relaciones Internacionales”, 34 33 G. Arroyo, “Puntos de vista en torno a…”, pp. 53-54. 64 distinguido de los demás. Obtenido de la historia, la diplomacia, la estrategia militar, el derecho internacional y la geograf ía al inicio, y conforme ha ido desarrollándose ha incluido términos de sociología, economía y política, el marco conceptual de la disciplina deberá figurar en sus investigaciones y en sus resultados. Por supuesto que en esta circunstancia no escapa la posibilidad de que las ri adquieran su cientificidad ni su especificidad ni que se debilite su estructura disciplinaria. La diversidad de métodos, y la escasez de alguno básico o disciplinario, dificulta la acumulación sistemática del conocimiento. De aquí que el punto de referencia propuesto para estudiar la realidad internacional y operar con oportunidad dentro de sus cambios es la adopción de un método, entendido como un procedimiento que guía la investigación disciplinaria y que conduce hacia las metas proyectadas. No tener un método disciplinario definido sin una meta clara es como lanzarse a la aventura para abrir nuevos caminos cognoscitivos, y llegar a alguna parte del espectro de la realidad, lo que no es desvirtuante desde el punto de vista filosófico y gnoseológico, pues es una forma básica de la investigación científica, y en algún momento habrá de develarse esa realidad, pero esta práctica podría orillar al emprendedor a tomar una ruta dispersante con respecto a los fundamentos de la disciplina que practica. Diversos objetos de estudio y distintas estrategias de investigación dispersan la construcción del conocimiento disciplinario. La variedad en métodos parece ser una poderosa herramienta disciplinaria en cuanto a que ello representa una riqueza estructural necesaria, por ejemplo, al momento de encontrar soluciones específicas y adecuadas a las crisis económicas en distintos países y regiones del mundo, al mismo tiempo que los impactos sociológicos de epidemias en zonas vulnerables resueltas desde las perspectivas de los derechos humanos, o para explicar disciplinariamente el resurgimiento de los nacionalismos y la explosividad de los fundamentalismos religiosos en diversos y muy distintos lugares en todo el mundo, desde la perspectiva del realismo político o desde el prisma del choque de civilizaciones. Pero a fin de cuentas en Relaciones Internacionales, 90, septiembre-diciembre, 2002, pp. 38-40. 35 El Diccionario de política internacional, de Edmundo Hernández-Vela es quizás el más importante esfuerzo reciente por establecer el cuerpo conceptual de la disciplina RI desde la perspectiva mexicana. Este trabajo, por lo pronto, allanaría el camino a la congruencia conceptual de los estudios disciplinarios, pero ello supone invariablemente que la comunidad de estudiosos lo adopte como base de consulta y referente obligado en las investigaciones. Un diccionario es sólo eso, un referente conceptual. 65 CIENCIAS SOCIOECONÓMICAS —aunque buena parte de ésta se haya gestado en otros campos de estudio—, lo cual es signo de progreso. Sin embargo, no contar con resultados plausibles y evidentes la debilita en comparación con los logros de las demás disciplinas sociales, sobre todo ante las científicas. Las inherentes diferencias en supuestos básicos, objetos de estudio y métodos entre los distintos debates que han caracterizado al estudio de las Relaciones Internacionales han dificultado la ubicación de un punto de referencia claro y plausible de comparación entre uno y otro enfoque. Los sucesos que dan forma a la realidad internacional, hasta ahora delante de los estudios disciplinarios, son los puntos referenciales más importantes de los progresos en estudio de las Relaciones Internacionales, pero se requiere al menos que éstas se desarrollen muy próximas a ellos en el tiempo. Un signo de fortaleza sería promover la proliferación de teorías y modelos sobre la realidad internacional en tanto conduzca a resultados prácticos y plausibles. En el caso de las ciencias la búsqueda del nuevo conocimiento transita por la creatividad auténtica de sus investigadores, orientada por los grandes enigmas de la vida del hombre, sobre los que cada disciplina científica se encarga de recorrer una parte del camino hacia las respuestas. La teoría del Big Bang, por ejemplo, explica teóricamente el origen del universo y con ello posiblemente el origen del hombre, y de allí las demás disciplinas pueden alimentar su actividad investigadora. Tampoco el marco conceptual de la disciplina ri podría ser punto de partida. A pesar de sus avances es este aspecto,35 aún requiere consolidar un cuerpo conceptual generalizado y claramente alguna de ellas obtendrá resultados razonablemente plausibles. Por ello es necesario, desde el punto de vista disciplinario, preguntarse ¿cuál es la más adecuada para la disciplina ri? ¿Depende del problema a resolver o del objeto de estudio? Para las Relaciones Internacionales es preferible evitar la diversidad de métodos y la subjetividad que implica seleccionar alguno de la gama de posibilidades. Requiere orientar su investigación mediante un método homogéneo, apropiado y plausible, que le imprima la rigurosidad que exige una estructura disciplinaria seria y sólida. En el caso de las disciplinas no-científicas, en especial las relacionadas con “lo social”, métodos diferentes para un mismo objeto de estudio, independientemente de los resultados, se consideran “aceptables” bajo los criterios personales que dominan la forma de hacer investigación. En este sentido ningún método puede desacreditar a los demás. Un método sólo podría argumentar superioridad sobre los otros con respecto al número de estudios que lo toman como guía de investigación, y por el nivel de aceptación de sus resultados en la comunidad especializada. Podría decir que un método ha tenido más resultados, en número, que el otro, pero nunca que sus operaciones y sus reglas son más importantes.36 Para la ciencia relajar las formas de abordar cada objeto de estudio sería una ruptura de la unidad metódica, y sobre todo significaría el deterioro de la ciencia en sí misma y del modelo cognoscitivo que representa, pues lo que la caracteriza, junto con sus disciplinas integrantes, es el método científico como hilo conductor de las investigaciones. El método científico imprime la coherencia, consistencia y universalidad suficientes en los resultados científicos. Las disciplinas sociales requieren de realizar esfuerzos hacia una conjugación metódica si desean considerarse como parte del grupo de la ciencia. Si no es este su objetivo, al menos requieren del consenso de la definición de lo que significa ciencia aplicable a ellas, a fin de diferenciar su significado y su estructura de la que corresponde estrictamente al cuerpo de las disciplinas científicas. En particular es indispensable consensuar entre especialistas de “lo social” un corpus metódico común y general que guíe las investigaciones de las disciplinas sociales, y con ello encontrar la congruencia necesaria en la metodología disciplinaria para la investigación. De hecho la consolidación de un corpus metódico homogéneo de las disciplinas sociales puede ser no-científica, pero requiere de consistencia con respecto a una esfera claramente identificable de objetos de estudio en su conjunto37 y para cada una de ellas. No obstante, el paso adicional hacia la consolidación de una estructura científica es la operación y uso del método científico en la investigación de las disciplinas sociales, que técnicamente es sencillo adoptar y porque es el instrumento de la ciencia que ha permitido a su cuerpo de disciplinas interactuar con consistencia entre sí ampliando los alcances de todas ellas. Por su naturaleza y su estructura disciplinaria38 la disciplina Relaciones Internacionales podría ser el factor que reúna y conjugue esta metodología común, incluso podría contrastarla y probarla en el terreno científico. La etapa de transformación estructural por la que atraviesa la disciplina ri39 ofrece la oportunidad para La diversidad de objetos de estudio entre disciplinas sociales es una riqueza por su variedad, pero una debilidad en la identificación del fundamento estructural de una disciplina, además de que produce dispersión en sus resultados y dificulta la acumulación sistemática del conocimiento generado. 38 La disciplina ri tiene una estructura disciplinaria incompleta comparada con otras ramas del campo social, y su potencial disciplinario se reduce en tanto no alcance la coherencia y la continuidad en sus resultados y en la acumulación del conocimiento. Adicionalmente la dificultad que le imprimen los grandes cambios de todo orden alrededor del mundo y la diversidad de objetos de estudio que ellos implican, obligan a la disciplina ri a orientar o complementar de manera reiterada su estructura disciplinaria. 39 Véase G. Arroyo, Metodología en relaciones internacionales, p. 132. Graciela Arroyo sostiene que como ciencia 37 En el cuerpo general de la ciencia es relativamente sencillo estimar el progreso y aportaciones de cada disciplina científica dada la accesibilidad a la información acerca del número de científicos, sus líneas de investigación y sus publicaciones, y dada la efectividad con que la labor científica queda registrada, de manera rigurosa y sistemática, en los anales de cada disciplina. 36 66 Diversas y muy variados caminos para estudiar los distintos objetos de estudio de las Relaciones Internacionales Ruta de investigación y objetos de estudio en las Relaciones Internacionales. No existe rigurosidad metodológica en la elección del punto de partida en cada investigación, ni en la ruta hacia cada objeto de estudio. construir su cuerpo disciplinario con base en la coherencia y homogeneidad metodológica, comparable con la que cuentan las disciplinas científicas. a la disciplina. La rigurosidad científica está en la adopción y aplicación del método científico como guía de la investigación en ri.40 El método científico es una guía en la investigación o indagación de objetos, sucesos y fenómenos. Es científico porque es el que se usa en el proceso de investigación científica. En la disciplina ri el método científico debe entenderse más como un procedimiento que orienta la investigación que como un mecanismo de teorización;41 es un instrumento disciplinario para aproximar nuestro interés natural por cono- El método científico en la disciplina ri La diferencia entre una disciplina abierta, heterogénea y dispersa, y una disciplina congruente, sólidamente estructurada y con un perfil claro y homogéneo, es el método. Si el método científico es el modelo de metodología a seguir por la disciplina ri, ¿cómo operarlo en la situación actual de las Relaciones Internacionales? La respuesta es tomarlo como eje vertebral de nuestra investigación, sin descartar sus adecuaciones y ajustes Véase G. Arroyo, “Nuevos problemas teóricos en el estudio de las relaciones internacionales”, en Relaciones Internacionales, vol. xv, núm. 60, México, fcpys, unam, octubre-diciembre, 1993, p. 118. 41 Véase Celestino del Arenal, Introducción a las…, op. cit., pp. 471-473. 40 histórica la disciplina ri atraviesa por una etapa de redefinición de contenidos y formas. 67 CIENCIAS SOCIOECONÓMICAS Figura 2 Relaciones internacionales cer la realidad internacional. Sólo los resultados de la investigación rigurosa hace posible la demarcación de fronteras cognoscitivas plausibles y sólidamente fundamentadas sobre planteamientos disciplinarios más consistentes y cercanos a esa realidad. En la Figura 3 observamos que el método científico tiene un solo origen, pero ello no quiere decir que metodológicamente exista un único punto de partida común a todas las investigaciones científicas. Más bien cada origen es la continuación de las fronteras cognoscitivas propuestas en investigación precedentes, y que su meta (objetos de estudio) está claramente definido e identificado para cada disciplina. El método científico es una ruta probada y la más exitosa con la que se cuenta en la actualidad para la construcción del conocimiento. Si las disciplinas científicas tienen objeto de estudio definido para cada una de ellas, ¿por qué dibujar distintos caminos? Las disciplinas científicas guían sus investigaciones con el método científico, el cual, según cada disciplina, y cuando es adecuado, lo adecua y ajustan. ¿Por qué es unidireccional y rectilíneo el método científico? Lo que se pretende representar con ese trazo recto es que el método científico es el instrumento probado y más exitoso de aproximación a la realidad en estudio. Ahora bien, en la investigación básica, esa que nace de las ideas novedosas y arriesgadas, y de las inquietudes no ordinarias, el origen de cada investigación puede ser variado, y por consecuencia el método de investigación no está restringido a uno sólo. De hecho el génesis y fin último de la investigación básica es innovar en métodos, técnicas e ideas. El problema aquí es que una disciplina esté cultivada en su mayoría por investigaciones aventuradas, y que domine la práctica de la investigación básica, pues ello si bien podría en contadas ocasiones gestar un importante avance y progreso en la ciencia —con sus consecuentes beneficios a la naturaleza cognoscitiva del ser humano—, lo más probable es que esta actividad se desprenda del compromiso que indispensablemente una disciplina científica requiere de su comunidad de investigadores, lo que desfavorece la seriedad y rigurosidad del conocimiento disciplinario que aspira a ser científico. Ciencia Objeto de estudio Origen Un camino congruente para cada objeto de estudio de las disciplinas científicas Figura 3. Rutas de investigación y objetos de estudio de la ciencia y sus disciplinas. El método científico es la guía básica de la investigación que se ajusta ligeramente para adecuarlo a los objetivos de estudio de aquellas disciplinas científicas que lo requieren. 68 congruencia a la construcción del conocimiento disciplinario, lo que permitiría el acceso a la identificación de los puntos de partida de las investigaciones. Aunque en la Figura 4 se observa que el método científico aplicado para cada objeto de estudio nace en un punto común de partida, lo que se propone es utilizar dicho método en cada una de las investigaciones operable incluso partiendo de distintos puntos. En general los pasos que sigue el método científico constituyen el modelo de método para todas las disciplinas científicas, quizá con alguna adecuación mínima acorde con el objeto de estudio y con los propósitos de cada investigación. No debe perderse de vista que el método científico es un recurso epistémico que permite el acercamiento, como otros métodos, al conocimiento de la realidad en estudio, a través de los proyectos de investigación. El método científico por sí solo no garantiza la generación de conocimiento, pero si guía, mediante un procedimiento sólidamente estructurado y casi invariante en su operación, la búsqueda del nuevo conocimiento. Figura 4. El método científico en las rutas de investigación en ri. 69 CIENCIAS SOCIOECONÓMICAS La adopción del método científico imprimiría cierta uniformidad en la forma de realizar las investigaciones, sin importar la diversidad de objetos de estudio que caracterizan a la disciplina ri. Esto no quiere decir que la amplia gama de objetos de estudio se pueda restringir con la aplicación del método científico, pues no obstante que ello produciría beneficios estructurales, aquella continuará siendo un rasgo característico de la disciplina, en tanto no exista un consenso al respecto. El aporte del método científico sería en principio evitar contradicciones que resulten de los estudios de un mismo objeto de estudio, bajo la guía de un camino específico. Una interpretación de estos beneficios metodológicos se muestra en la Figura 4. Obsérvese también en la Figura 4 que no obstante las distintas rutas que operan en las investigaciones en ri, así como los diversos objetos de estudio que forman parte de su estructura disciplinaria, la aplicación del método científico guiaría consistentemente los estudios y facilitaría la continuidad en su proceso cognoscitivo. Es decir, utilizar un método plausible en los estudios daría Un procedimiento que se incluye en esa guía específica de investigación es la práctica más o menos generalizada que se llama estado del arte o revisión de la literatura, cuyo lugar en el proceso de la investigación es crucial,42 y consiste en involucrar ampliamente al investigador en los avances más recientes en el mundo sobre el tema de estudio, algo que por los años ochenta comenzó a ser una práctica altamente funcional gracias al desarrollo de las telecomunicaciones y las redes de información electrónica de cobertura global. Conocer el estado del arte tiene el fin de involucrarse en las líneas de investigación desarrolladas, sus avances y sus resultados en cualquier parte de mundo, lo que permite a las disciplinas científicas dar continuidad a los trabajos precedentes e ir adelante sobre bases firmes hacia los temas de frontera. A los investigadores este procedimiento devela la veracidad43 de sus planteamientos y la originalidad de sus ideas, y orienta el camino hacia los nuevos campos del conocimiento. Aquí juegan un papel sustancial las publicaciones especializadas y las demás fuentes documentales de la disciplina, junto con las técnicas de búsqueda de información y el seguimiento de los acontecimientos internacionales. Ello no restringe la crítica ni la discusión teórica. Lo menos conveniente para la disciplina ri en su camino a su cientificidad sería negar y desacreditar por completo al paradigma científico, a menos que se tenga para ello un planteamiento más sólido en la explicación de los fenómenos en estudio y la predicción de otros nuevos. Los demás puntos del procedimiento de investigación científica aplicables al estudio de las ri son las siguientes: Formular preguntas creíbles y bien fundadas. En toda investigación, científica o no, las preguntas son el inicio de la búsqueda cognoscitiva. Preguntas ligeras o mal planteadas dificultan el acercamiento al tema de estudio y muy probablemente desvían los esfuerzos a aspectos distantes de las metas originales. Una pregunta bien formulada conduce a identificar el tema central del estudio, lo que favorece la investigación, además de que rigurosamente construida, la pregunta misma podría contener los primeros visos de solución. Plantear hipótesis sustentadas en la experiencia y contrastables con ella, que den respuesta a las preguntas. Este aspecto es muy importante para las Relaciones Internacionales, pues a falta de mecanismos de verificación experimental la construcción y el planteamiento de las hipótesis es clave en la investigación disciplinaria. El apego de las hipótesis a la experiencia, sin embargo, sólo las hará más próximas a ser adecuadas para entender esa sección de la realidad. Graciela Arroyo44 ha señalado que la disciplina ri debe aspirar a fundamentar sólidamente cada hipótesis planteada y, eventualmente, a su confirmación empírica. Este paso del procedimiento debe realizarse con profundo compromiso con la disciplina. Derivar consecuencias lógicas de las hipótesis. Este punto se refiere a la estimación de las Es importante señalar que el estado del arte es más un procedimiento del proceso de investigación que del método científico, pero que, como sucede en los estudios de las disciplinas científicas, es una etapa indispensable al inicio de toda investigación, y recurrente en toda la actividad indagadora. 43 El criterio de verdad no es un rasgo indispensable en la labor de aprehender la realidad, pues cada disciplina podría sostener, en su especialidad, que lo que se dice es “la verdad”. Sin embargo en el cuerpo de la ciencia la verdad es aquel conocimiento científico, probado y confirmado por los medios “válidos” para la ciencia, que sustenta la base de nuevas búsquedas disciplinarias. Dif ícilmente las disciplinas sociales podrían poner en tela de juicio a los conocimientos generados y cultivados por la ciencia por su solidez, coherencia, consistencia con la estructura disciplinaria y con las funciones y metas de cada una de las disciplinas que la componen. Por el contrario, las disciplinas científicas han servido y han incursionado en la solución de los problemas de “lo social”, con planteamientos que han sido al menos escuchados y tomados en cuenta. Las Relaciones Internacionales no escapan a la crítica científica, incluso de las demás disciplinas sociales, y no por ello es “inválida” o “equivocada”. 42 44 G. Arroyo, La metodología en las…, op. cit., pp. 79, 80 y 143. 70 avance disciplinario y de la ciencia en su conjunto. Estimar la “veracidad” de las hipótesis y la “confiabilidad” de las técnicas. Es un paso que puede ser opcional en la investigación de las Relaciones Internacionales, pues en los dos anteriores el método verificó las hipótesis y la confiabilidad de las técnicas científicas. En el caso de las Relaciones Internacionales la “veracidad” de las hipótesis no depende de un instrumento o una técnica de laboratorio, sino que está en la consistencia, coherencia y solidez disciplinaria con que se hayan formulado las bases de la investigación. Desde luego la única forma de convalidar las hipótesis en Relaciones Internacionales es mediante la consumación de los sucesos internacionales, los que a fin de cuentas las fortalecen o invalidan. La meta es, en este sentido, alcanzar la congruencia disciplinaria en los planteamientos hipotéticos que facilitan la construcción sólida de planteamientos teóricos de la disciplina ri. Demarcar los límites de dominio en los cuales sean “válidas” las hipótesis y las técnicas. Este se refiere al alcance “válido” de las hipótesis, lo que delimita el espacio y el tiempo en que se pueden aplicar, pues sólo responden a una parte de la realidad o a determinados aspectos del suceso o fenómeno, dependiendo del alcance de la propia investigación. En el caso de la disciplina ri este paso dependerá del objeto de estudio que se haya elegido y del alcance del cuerpo de hipótesis. Por esta razón cultivar diversos objetos de estudio no es conveniente para la disciplina en su tarea de producir y sistematizar coherente y consistentemente el conocimiento disciplinario. Formular los nuevos problemas originados por la investigación. Este procedimiento nos conduce a establecer, en las disciplinas científicas, las fronteras del conocimiento. Recordemos que no todos los estudios e investigaciones científicas con71 CIENCIAS SOCIOECONÓMICAS probables consecuencias que derivarían del mismo planteamiento hipotético, así como de la “veracidad” y consistencia con la realidad de las hipótesis. Podemos entender que esta parte del procedimiento es la parte predictiva del método científico. Elegir y argumentar las técnicas que permitan someter las hipótesis a contrastación. En el caso de las disciplina científicas la contrastación de hipótesis con la experimentación y la observación de fenómenos es un recurso accesible. A lo largo de los siglos de la ciencia los científicos se las han arreglado para diseñar y construir equipos e instrumentos para la reproducción en laboratorio del fenómeno en estudio y la comprobación o refutación de sus hipótesis. El uso de la estadística como técnica de estimación y comparación es fundamental en toda labor científica, y ésta al menos deberá ser parte sustancial en el estudio de las Relaciones Internacionales. Someter dichas técnicas a contrastación, para comprobar su relevancia y la fe que merecen. En la ciencia este punto queda implícito al momento de elegir las técnicas, los equipos y los instrumentos de contrastación, de los cuales ya se ha probado su confiabilidad en investigaciones precedentes. Sólo la efectividad de los nuevos diseños se somete a una intensa prueba experimental, hasta convertirse en parte del equipo científico. Efectuar la contrastación e interpretar sus resultados. Este paso es el más importante de la investigación científica, pues en él se confirman o se refutan las hipótesis a través de la contrastación teórica y experimental, pero además permite evaluar el avance o retroceso no sólo de la investigación sino de la disciplina en sí misma. Resultados no verosímiles o inconsistentes con la realidad en estudio conducen a reinterpretarlos sobre la base teórica dominante en ese campo. Resultados convincentes y plausibles son muestra del ducen a nuevos descubrimientos, pues parte de ellos no logran las perspectivas esperadas. Muchos de los nuevos descubrimientos han sido encontrados como resultado inesperado de un proceso riguroso de investigación científica. Los nuevos descubrimientos se producen cuando aparecen inconsistencias en los modelos científicos, lo que genera investigaciones que salen de los esquemas dominantes, abriendo el campo a nuevas ideas y nuevos planteamientos fuera de la práctica científica ordinaria. En el caso de las Relaciones Internacionales la formulación de nuevos problemas, surgidos a partir de los resultados de la investigación disciplinaria sólida y consistentemente realizada sobre conocimientos precedentes también rigurosos, es parte de un proceso que le permitiría acumular de manera sistemática el nuevo conocimiento, y orientarse hacia esas fronteras disciplinarias de forma estrictamente científica. y las nuevas fronteras del conocimiento disciplinario. Estas fronteras cognoscitivas serán el potencial cuerpo hipotético de las siguientes investigaciones. El método científico aplicado a las Relaciones Internacionales consistiría en general en lo siguiente: Toda investigación científica no termina hasta ser escrita y publicada. La etapa final de toda investigación es la presentación y publicación de los resultados,45 a través de los canales especializados de cada disciplina, práctica generalmente aceptada en todos los círculos académicos y de investigación. Publicar los resultados de la investigación abre las posibilidades de precisar, ampliar y consolidar ese conocimiento a través de la discusión abierta. Aquí reside la importancia de las publicaciones con autoridad y rigor arbitral para toda disciplina científica, que divulguen los resultados. Estos resultados deben ser presentados bajo criterios estrictamente científicos, y en los que deberán figurar todos los componentes metodológicos descritos, especificando las fuentes de información, procedimientos de análisis de interpretación de datos, técnicas de organización, figuras, esquemas y gráficas que sinteticen el análisis y demarquen la nueva problemática • Conocer con precisión el estado del arte del tema a estudiar. • Formular preguntas de investigación. • Plantear hipótesis que den respuesta a las preguntas. • Elegir las técnicas de contrastación de las hipótesis. • Aplicar las técnicas de contrastación (convalidación). • Estimar la “veracidad” y el alcance (dominio) de las hipótesis. • Identificar la nueva problemática generada por la investigación. • Presentar los resultados de la investigación. Como puede apreciarse, este procedimiento no es novedoso para quienes se han dedicado a la investigación en ri. La propuesta es asumir el método científico con rigor en las investigaciones de la disciplina, con los pequeños ajustes que los Heinz Dieterich, Nueva guía para la investigación científica, México, Ariel, 1996, p. 209. 45 72 Bibliografía L. Apostel et al., Interdisciplinariedad y ciencias humanas, Madrid, unesco/Tecnos, 1983, 339 pp. Celestino del Arenal, Introducción a las relaciones internacionales, 3ª ed., Madrid, 1990, 495 pp. Graciela Arroyo Pichardo, Metodología de las relaciones internacionales, México, Oxford University Press, 1999, 165 pp. Barry Barnes, Sobre ciencia, Madrid, Labor, 1985, 150 pp. Mario Bunge, La ciencia. Su método y su filosof ía, México, Siglo xxi, 1980, 110 pp. , La investigación científica. 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Ello conlleva a precisar el campo de conocimiento que abarca esa realidad internacional e identificar con precisión su objeto de estudio. La fortaleza metodológica estará también en la conformación de un corpus básico que guíe la investigación e imprima coherencia en los resultados disciplinarios. Para ello se propone incorporar a la estructura disciplinaria de las Relaciones Internacionales el método científico como hilo conductor de la investigación. El rigor científico de la disciplina se encuentra en el uso del método científico como guía de investigación, pues es el recurso estructural que media entre el estado actual de la disciplina ri y su calidad científica. La disciplina ri requiere de proyectar sus estudios más allá de las realidades inmediatas a través de modelos teóricos convalidados con esa realidad, sin eludir los planteamientos predictivos, aun cuando se carezca de oportunidades o medios factuales de contrastación. La estimación de las tendencias de los acontecimientos internacionales está en relación directa con los resultados consistentes con la realidad y con la acumulación sistemática del conocimiento disciplinario. Es indispensable poner atención a los resultados disciplinarios y al procedimiento de investigación. El recurso adicional para el fortalecimiento de la disciplina es su potencial integrador y convergente de las disciplinas sociales hacia su cientificidad, mediante la asimilación, procesamiento y síntesis de los distintos campos gnoseológicos en un cuerpo interdisciplinario común. 73 CIENCIAS SOCIOECONÓMICAS estudios disciplinarios pudieran requerir, lo que dará la consistencia y uniformidad necesaria para acercar al estudio de las Relaciones Internacionales al desarrollo científico moderno. , El estudio científico de las relaciones internacionales, Segundo Coloquio Internacional de Primavera, México, fcpys, unam, 1978. 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Rubén Cuéllar Laureano es profesor de la licenciatura en Relaciones Internacionales adscrito al Programa Político de la fes Acatlán, y al Centro de Relaciones Internacionales de la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales. Es maestro en estudios en Relaciones Internacionales por la unam. Realiza el doctorado en ciencias políticas y sociales en la fcpys. 74