Ciencia y Relaciones Internacionales - FES Acatlán

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Ciencia y Relaciones
Internacionales
Rubén Cuéllar Laureano
•
RESUMEN
Entre los estudiosos de las Relaciones Internacionales (ri) no existe consenso respecto del
objeto de estudio, marco conceptual, cuerpo teórico y método disciplinario. En consecuencia
las investigaciones toman rutas diversas de las que no podemos esperar congruencia y coherencia en sus resultados, menos una acumulación ordenada y homogénea del conocimiento
generado.
No obstante, la disciplina ri permanece viva al menos en sus académicos, investigadores
y estudiosos, sin necesidad aparente de las guías que toda disciplina requiere para su adecuada operatividad y funcionalidad. Entonces ¿por qué buscar ese consenso? La respuesta no es
sencilla. Habrá quienes consideren innecesaria una estructura disciplinaria para investigar
o estudiar Relaciones Internacionales, pues desde sus orígenes como área de estudio ha
carecido de tales elementos disciplinarios o, por el contrario, ha operado con diversidad de
ellos, y no por eso ha desaparecido o ha sido tajantemente desacreditada su importancia. Por
otro lado, habrá quienes sostengan que es indispensable una estructura disciplinaria bien
definida, completa y diferenciada de otras, científicas y no científicas. Este trabajo se orienta
en esta perspectiva. El objetivo de esta investigación es explorar el modelo de la ciencia como
referente epistemológico de la disciplina Relaciones Internacionales.
PALABRAS CLAVE
Relaciones internaciones. Ciencia. Estructura disciplinaria. Internacionalistas.
ABSTRACT
Among Foreign Affairs specialists there is no consensus about the object of study, the conceptual framework, the theoretical bases, or the disciplinary methodology. As a consequence,
research has taken several paths which have not produced consistent or coherent results, let
alone generated an orderly and homogeneous accumulation of knowledge.
La disciplina RI tiene sus orígenes desde fines de la primera guerra mundial (Hollis y Smith, Explaining
and Undestanding International Relations, 1990, p. 6).
53
Nevertheless, the discipline of FA (Foreign Affairs) is still thriving without the apparent
need of the guidelines that all other disciplines require to operate and function adequately.
Then, why should we look for a consensus? The answer is not easy. There might be those
who consider a disciplinary structure to research or study Foreign Affairs unnecessary. On
the other hand, others might hold that a well defined disciplinary structure is indispensable,
complete and different from other disciplines, whether scientific or not. This paper is focuses
on the latter perspective with the objective of exploring the model of science as an epistemological framework for the discipline of Foreign Affairs.
KEY WORDS
Foreign Affairs. Science. Disciplinary Structure. Foreign Affairs Specialists.
La ciencia
son científicas. La f ísica, la química y la biología, por ejemplo, son disciplinas científicas, en
tanto que aquellas “...que no pueden utilizar el
método científico —por ejemplo, por limitarse a
la consecución de datos— no son ciencia, aunque pueden suministrar a la ciencia material en
bruto: tal es el caso de la geograf ía. Ni tampoco
son ciencias las doctrinas y prácticas que, como
el psicoanálisis, se niegan a utilizar el método
científico...”
Ciencia designa a un corpus teórico y empírico que integra de manera racional y objetiva,
consistente y sistemática, al conocimiento generado por la labor de investigación científica. En la
ciencia convergen las estructuras de las distintas
disciplinas científicas, apoyadas sobre la lógica
y la matemática como instrumentos para la reconstrucción de conceptos y de las relaciones que
existen entre hechos y sus aspectos intrínsecos,
lo que permite establecer postulados sobre los
que se va construyendo el conocimiento.
Concepto
El término ciencia denota un carácter especial,
exclusivo, específico, incluso de solidez y superioridad ante el resto de los otros campos de conocimiento. También contiene un rasgo distintivo
respecto de las demás actividades humanas. La
ciencia es una noción sencilla en lo conceptual,
aunque profunda en lo que respecta a su estructura epistemológica. No existe, por ejemplo, una
ciencia de la mecanograf ía ni una ciencia de la
conducción de automóviles. Cuando hablamos
de una ciencia nos referimos a un todo teórico
integrado, sistematizado y metódicamente estructurado que integra el conocimiento sobre
las bases, principios y referentes estrictamente
científicos.
Una disciplina de la ciencia es aquella que
utiliza el método científico en su investigación
con el fin de aprehender y explicar la realidad. La
ciencia la construyen disciplinas, las cuales guían
sus actividades de investigación con el método
científico. Por disciplina entendemos al área del
conocimiento humano con una estructura cognoscitiva específica, y que, junto con las demás
disciplinas que componen a la ciencia, cultiva el
método científico. Las disciplinas que no guíen
sus investigaciones por el método científico no
La biología, por su objeto de estudio, la evolución humana
y de las especies, y su taxonomía, quedaría al margen del
cuerpo disciplinario de la ciencia, pero gracias a sus trascendentales aportaciones al desarrollo de la ciencia, guiadas por el método científico, hoy es considerada un pilar
científico. El descubrimiento del ácido desoxorribonucleico (adn) y su manipulación artificial son en la actualidad
dos aportaciones de la biología a la matriz disciplinaria de
la ciencia, y que sin duda está incidiendo también en las
disciplinas sociales.
Mario Bunge, La investigación…, op. cit., p. 14.
Mario Bunge, La investigación científica, México, Siglo
xxi, 2000, p. 5.
54
8) Demarcar los límites de dominio en los
cuales sean “válidas” las conjeturas y las
técnicas, y formular los nuevos problemas
originados por la investigación.
Para que tales operaciones conlleven a un adecuado fin desde el punto de vista científico hay
reglas o consideraciones a observar en el proceso
de investigación científica, de las que se mencionan algunas:
El método
El rasgo más significativo de la ciencia es su método, el método científico. El método es un recurso para indagar y encontrar respuestas a las
interrogantes de la naturaleza cognoscitiva del
ser humano. También ordena y da coherencia a
las ideas, conceptos y razonamientos acerca de
lo que se pretende conocer. El método se forma
por una serie de reglas que orientan el proceso
de investigación. En este sentido el método es el
enlace entre la inquietud por conocer y el conocimiento de la realidad.
El método científico ayuda a eliminar gran
parte de la subjetividad en la interpretación de la
realidad en estudio. El método científico, o método de la investigación científica es la guía de la
investigación científica y advierte diversas operaciones fundamentales:
r1.El problema debe formularse con precisión y, al principio, con la mayor especificidad posible.
r2.Las conjeturas deben ser precisas y fundadas de algún modo, y no deben ser suposiciones que no comprometan en concreto
ni tampoco ocurrencias sin fundamento
visible.
r3.La contrastación de la hipótesis debe ser
dura, no laxa.
r4.Considerar cada hipótesis como parcialmente verdadera y evitar que la que hayamos confirmado satisfactoriamente sea
una verdad absoluta.
r5.Preguntarse por qué la respuesta obtenida
es así, y no de otra forma.
1) Elaborar preguntas bien formuladas y verosímilmente fundadas.
2) Proponer conjeturas fundadas y contrastables con la experiencia, que den respuesta a las preguntas.
3) Derivar consecuencias lógicas de las conjeturas.
4) Estimar técnicas que permitan someter
las conjeturas a contrastación.
5) Someter también dichas técnicas a contrastación, para comprobar su relevancia
y la fe que merecen.
6) Efectuar la contrastación e interpretar sus
resultados.
7) Estimar la “veracidad” de las conjeturas y
la “confiabilidad” de las técnicas.
Sin embargo, guiarse por estas operaciones y observar cabalmente las reglas de investigación no
significa que se obtendrán resultados infalibles,
pero sí formarán parte de un cuerpo de conocimientos coherente y consistente con los precedentes obtenidos con ayuda de criterios similares
en la actividad científica. Por tanto, en esta labor
no está asegurado el éxito ni se tiene la certeza
absoluta de alcanzar las metas programadas, pero la guía que ofrecen los modelos teóricos-conceptuales, elaborados con rigor metódico y con
el mayor apego a la realidad, han demostrado su
Tales reglas están justificadas teóricamente, en tanto que
están a la vez fundamentadas y sistemáticamente conformadas. También están justificadas en la práctica porque
no se conocen otras normas que sean adecuadas para
alcanzar las metas de toda disciplina, la construcción de
modelos conceptuales con la mayor “veracidad” posible
(ibid., p. 10).
Mario Bunge, La ciencia, p. 33.
M. Tamayo y Tamayo, El proceso de la investigación científica, p. 29.
Mario Bunge, La investigación…, p. 14.
55
CIENCIAS SOCIOECONÓMICAS
En la ciencia el conocimiento requiere ser
verificado mediante la confrontación con la realidad. Esto se logra mediante la construcción de
hipótesis y su sometimiento a prueba empírica,
constituyéndose en un mecanismo seguro de
progreso científico.
operatividad confiable y, sobre todo, han puesto
en evidencia el desarrollo de la ciencia con un
innegable impacto en la vida del hombre y sus
sociedades.
Segundo, porque es evidente y mensurable el
progreso de la ciencia y sus disciplinas. De
hecho no sólo ha transformado al individuo ni a sus relaciones sociales, sino que
ha impactado directa o indirectamente la
forma en que interactúan los grupos, los
pueblos y las naciones del mundo.
Tercero, el desarrollo científico es constante y,
en algunas áreas, vertiginoso, y no depende de los acontecimientos mundiales ni de
las políticas gubernamentales o estatales
ni tampoco de los intereses particulares.
Más bien éstos se apoyan en los avances
científicos para fortalecer su posición y
su competitividad a nivel internacional.
De hecho los principios éticos y morales
no son restricciones reales a su desarrollo, y sólo el espíritu cognoscitivo puede
autoimponerse límites en su labor científica.10
El progreso científico
La capacidad de la ciencia y sus disciplinas para
generar conocimiento y avanzar consistentemente hacia metas cognoscitivas es un aporte innegable, a menos que exista otra forma de construir
el conocimiento cuyos logros sean más consistentemente probados y cuyo impacto en la vida
del hombre sea al menos de igual trascendencia.
Pero aceptemos el reto: ¿por qué apelar a la ciencia para conocer el progreso o desarrollo de las
Relaciones Internacionales? ¿Por qué contrastar
el progreso de las Relaciones Internacionales
con el progreso científico? Porque no hay otra
forma de conocimiento más exitoso que el de la
ciencia, pero sobre todo:
El progreso de la ciencia es unidireccional, es
decir, su avance es permanente hacia metas que
demarcan los resultados precedentes del proceso
científico, sin oportunidad para los retrocesos en
planteamientos teóricos. Por ejemplo, Newton
tuvo que reformular el concepto de masa sobre
los principios del sistema nuevo; o el caso del
concepto átomo, propuesto por Demócrito de
Abdera hacia 400 a. C., que desde principios del
siglo xx fue redefinido conforme los nuevos descubrimientos, conceptos y modelos teóricos de la
f ísica nuclear.
El avance científico prosigue su trayectoria
sobre las fronteras cognoscitivas sin importar si
éstos son benéficos o no para la vida del hombre
o para sus sociedades. Este avance adquiere es-
Primero, porque la ciencia es una unidad en
sí misma, cuyo desarrollo y progreso no
depende exclusivamente de los avances de
alguna de sus disciplinas científicas, pero
los logros de cada una de ellas implica el
avance de la ciencia en su conjunto, y en
consecuencia también de las demás disciplinas. De esta forma todas las disciplinas
científicas contribuyen, con sus estructuras disciplinarias en constante renovación
y actualización, con sus modelos teóricos
y conceptuales, así como con sus resultados, al progreso del conocimiento científico en general.
No se desconoce, sin embargo, que existen áreas estratégicas en el desarrollo científico y tecnológico que son impulsadas con grandes financiamientos, como la f ísica de
partículas, la ingeniería aeroespacial, las ciencias genómicas, los nuevos materiales, las neurociencias, la robótica,
la biotecnología, entre otras. Pero este apoyo en general se
otorga sobre avances que logra la comunidad científica de
universidades, institutos y centros de investigación, sean
éstos civiles, militares o gubernamentales, que dan forma
finalmente a tecnologías estratégicas de punta.
10
Podemos considerar que la ciencia y sus disciplinas, en
principio, buscan conocer la naturaleza. Sus grandes metas están condicionadas por las interrogantes que a simple
vista parecen inverosímiles para el espíritu poco inquieto en la búsqueda del nuevo conocimiento, pero que en
realidad han guiado las búsquedas más profundas de la
existencia humana, por ejemplo: ¿de donde proviene el
hombre? ¿Cuál es su relación con el universo? ¿Hacia dónde se dirige?
56
La “cientificidad” de la disciplina ri
En buena parte de los estudios disciplinarios en
ri es una práctica común determinar como premisa que las Relaciones Internacionales son una
ciencia, y que pertenece al grupo de las “ciencias
sociales”, sin esclarecer las implicaciones teóricas
y conceptuales de estas afirmaciones. Las Relaciones Internacionales, en un sentido rígido, son
una disciplina no-científica no sólo porque en las
investigaciones se desestima el uso del método
científico, sino porque además en sus estudios
disciplinarios se usan tantos métodos como investigaciones se desarrollan, es decir, se practican métodos heterogéneos11 en la actividad de
investigación, lo que le impide identificar una
trayectoria de progreso de la disciplina. Esta heterogeneidad metodológica complica su progreso
disciplinario. Múltiples métodos y diversos objetos de estudios representan riqueza en recursos
para el estudio disciplinario, pero no fortaleza
científica.
Aún es necesario un estudio serio acerca de
las potenciales bondades de una heterogeneidad
disciplinaria, pues sin duda habrá en ello ciertas
ventajas ante otras áreas que, en este aspecto, sólo siguen un camino. Quizá la riqueza de un cuerpo heterogéneo estribe en esas diversas formas
de proceder, aunque ello conduzca, sin embargo,
a resultados diferentes para un mismo objeto de
estudio.
Una disciplina científica tiene un objeto de estudio claramente identificado, representativo de
una sección de la realidad, y que integrada al cuerpo de la ciencia, donde confluyen las demás disciplinas, interactúa para entender, aprehender y
explicar la realidad en sus partes y en su totalidad.
La ciencia estudia la realidad, de por sí variada y en constante cambio, mediante modelos
pecificidad cuando se transforma en una aplicación tecnológica o cimenta las bases de un gran
descubrimiento. La inmoralidad y perversidad
de que se acusa a algunos avances científicos,
como la fisión nuclear o la mutación artificial
de virus y bacterias como armas de destrucción,
radican exclusivamente en quiénes deciden tal
uso y no en el desarrollo ni en la dinámica de la
ciencia.
Podemos decir, sin afán de realizar por lo
pronto un planteamiento teórico generalizado,
que los avances científicos y los progresos tecnológicos parecen determinar los acontecimientos internacionales que transforman el devenir
mundial. Existe una relación estrecha entre el
desarrollo científico y tecnológico y la dinámica
internacional, lo que tentativamente podría anticipar sucesos que transformará el equilibrio de
fuerzas a nivel mundial.
El progreso disciplinario de las ri puede realizarse mediante el análisis de los momentos de
impulso más importantes o de las crisis agudas
que modifican el ordenamiento mundial, sobre la
base del avance científico y su impacto sobre esas
transformaciones internacionales.
El caso del objeto de estudio lo abordamos desde el
punto de vista de la ciencia como una referencia para el
caso de las Relaciones Internacionales. En este ensayo no
se pretende agotar la discusión sobre el objeto de estudio
disciplinario, pero sería indispensable abrir más líneas de
estudio sobre éste y otros elementos disciplinarios en las
Relaciones Internacionales actuales.
11
57
CIENCIAS SOCIOECONÓMICAS
Las Relaciones Internacionales
parciales adecuadamente interconectados y conjugados, y no a través de uno solo de ellos; modelos que son productos del trabajo disciplinario
en un frecuente ajuste con la realidad (a su vez
en constante transformación), pero también de la
amplitud y la profundidad del instrumental teórico y conceptual con que cuenta la ciencia y sus
disciplinas.12 Sobre esta dinámica, las disciplinas
no-científicas podrían construir en conjunto una
riqueza conceptual y teórica, al explicar con ese
potencial una parte sustancial de la gran realidad
en la que está inmerso el ser humano. El reto aquí
es contar con un referente básico que permita estimar adecuadamente el desarrollo, los avances y
los aportes de la disciplina ri al corpus cognoscitivo en general.
En particular aquellas disciplinas relacionadas con “lo social” podrían conformar una
heterogeneidad metodológica, y las Relaciones
Internacionales serían el lugar común, el punto
que integra, el centro de interacciones y demás
vínculos disciplinarios. Sin embargo, aún prevalece la idea de que las Relaciones Internacionales como rama de estudio está compuesta sólo
con las partes “internacionales” de las disciplinas “sociales” como historia, geograf ía, política, derecho, economía, sociología, entre otras13
(Figura 1). Lo inconveniente aquí es, además de
la enorme diversidad metodológica —incluso la
inexistencia de ésta—, los distintos propósitos y
objetos de estudio14 que todas ellas le imprimen.
Ello complica la conjugación o la interacción coherente de las estructuras disciplinarias, lo que
Figura 1. Composición disciplinaria de las Relaciones
Internacionales. Prevalece la idea de que la disciplina ri
se forma sólo de las fracciones de carácter internacional
de algunas disciplinas de “lo social”. Otras áreas de
estudio que alimentan el conocimiento de la disciplina ri
son: diplomacia, estrategia castrense, psicología, filosof ía,
antropología, matemáticas.
de paso constituye un reto a superar por la disciplina Relaciones Internacionales.
La ciencia representa, por su parte, la unidad
de las disciplinas y el lugar natural de sus planteamientos y nuevos descubrimientos, y no el aglutinante externo a ellas; la ciencia no es solamente
un refugio ni quien establece directrices ni dicta
reglas de investigación; no exige arbitrariamente
el establecimiento de una teoría o de un lenguaje
común a todas ellas. De alguna forma la ciencia
es el rector disciplinario que no establece políticas ni lineamientos estrictos a seguir por las disciplinas que la integran, pero simboliza la guía de
la investigación científica. Tanto el método como
los demás componentes de la estructura científica son, en estricto sentido, modelos ideales, los
cuales constituyen la columna vertebral de los
estudios e investigaciones científicas.
Véase Francisco Dávila, Teoría, ciencia y metodología
en la era de la modernidad, México, Fontamara, 1996, pp.
136-137.
13
Celestino del Arenal, Introducción al estudio de las relaciones internacionales, pp. 464-465. González Souza
(1979) destaca que la opinión generalizada de que la disciplina ri tiene como objeto de estudio sólo la parte internacional de las relaciones que se desarrollan en el mundo
(González Souza, “Una concepción totalizadora de las...”,
pp. 12 y 15).
14
En general las llamadas disciplinas sociales tienen por
objeto de estudio la sociedad y las relaciones entre los
hombres. Pero no olvidemos que la ciencia es una actividad humana y que sus disciplinas las realizan los hombres
y grupos de ellos que se estudian desde las disciplinas sociales.
12
El problema del objeto de estudio
El objeto de estudio es la parte que da especificidad a una disciplina científica, la identifica y la
distingue de las demás. La falta de un objeto de
58
no se ha referido a ideas como objeto de estudio,
y menos aún a abstracciones puras, espirituales o
utópicas. Los resultados del idealismo normativo
y originario son hoy la parte nomotética de un
campo más amplio que cubre la disciplina RI.
Podemos afirmar que la disciplina Relaciones
Internacionales no es idealista, y sí por el contrario es fáctica como, por ejemplo, lo son la mayoría
de las disciplinas científicas, las cuales recurren a
la realidad misma, personificada por la experiencia para convalidar sus planteamientos.17 Es importante destacar que las disciplinas científicas
no eluden el uso de modelos altamente abstractos como instrumentos de análisis y estudio para
su labor cognoscitiva, pues ellos son un recurso
sustancial de su actividad, pero son resultado de
un proceso de investigación rigurosa y sostenida
en conocimientos científicos precedentes.
Es adecuado, entonces, ubicar las Relaciones Internacionales en la parte fáctica del corpus
cognoscitivo en general. Luego entonces las Relaciones Internacionales se refieren a los hechos, a
la realidad, esa que podemos percibir a través de
nuestros sentidos y nuestro intelecto.
Y nos preguntamos de nuevo, ¿cuál realidad?
¿Sólo la internacional o su totalidad? La falta de
un acuerdo entre especialistas sobre la realidad
específica de la cual se encarga la disciplina ri18
es per se un problema estructural cuya consecuencia inmediata es precisamente un rasgo de
no-cientificidad.19
en Revista Mexicana de Ciencia Política, año xvi, núm.
63, México, unam, enero-marzo, 1971, pp. 5-23. También
se puede consultar en Ileana Cid (comp.), Lecturas básicas
para introducción al estudio de relaciones internacionales,
México, fcpys, unam, 2001. Véase también V. Batta y R.
Casasola, “La evolución de las relaciones internacionales
como disciplina científica desde la segunda guerra mundial”, en I Coloquio Internacional de Primavera El Estudio
Científico de las Relaciones Internacionales, México, Facultad de Ciencias Políticas y Sociales, Dirección General
de Publicaciones, unam, 1978, pp. 15-30.
17
Véase Mario Bunge, La ciencia…, p. 19.
18
Esta divergencia en la realidad de estudio de la disciplina proviene desde la misma denominación de la disciplina
(véase Celestino del Arenal, Introducción al estudio…, op.
cit., pp. 19-23).
19
Celestino del Arenal sostiene que a partir del replanteo
de los postulados del realismo político por parte de algu-
Véase Mario Bunge, La ciencia…, pp. 11-15.
E. Cárdenas Elorduy, “El camino hacia la teoría de las
relaciones internacionales (biograf ía de una disciplina)”,
15
16
59
CIENCIAS SOCIOECONÓMICAS
estudio específico desorienta el camino disciplinario; implica desconocer hacia dónde enfocar los
esfuerzos de estudio, o tener muchos de ellos significa dispersión en la actividad de investigación.
En general las disciplinas sociales tienen como objeto de estudio a la sociedad y las relaciones
humanas. En este sentido, siendo la ciencia el resultado de una actividad de hombres en sociedad,
aquélla tendría que formar parte del estudio de todas las disciplinas sociales. Sin embargo, la ciencia
como actividad humana se ha desprendido de los
atavíos sociales y ha tomado su propio lugar como
una forma específica de conocimiento.
Una primera percepción acerca de las Relaciones Internacionales es que su objeto de estudio tiene que ver básicamente con la realidad.
Pero ¿cuál realidad? A lo largo de su vida como
disciplina las Relaciones Internacionales han
adoptado y acumulado diversos objetos de estudio: las relaciones entre los Estados, los nacionalismos, la búsqueda de una paz permanente, la
conflictiva internacional y su solución, el comercio local, regional y mundial, la política del poder,
las integraciones y desintegraciones regionales, el
medio ambiente, las religiones, las culturas, entre otros. Todos ellos son aspectos que si bien no
podemos palpar o encerrar en un laboratorio, sí
son manifestaciones de nuestro entendimiento
de la realidad internacional. De aquí que las Relaciones Internacionales podrían ubicarse dentro
de la parte fáctica de la ciencia, con su misión de
conocer con mayor precisión los sucesos de la
realidad.15
Las Relaciones Internacionales, como resultado de la concepción moralista de la búsqueda
de una paz mundial duradera, han sido estudiadas sobre bases puramente idealistas. Aunque el
resultado de tal idealismo fue la creación de organismos, mecanismos e instrumentos jurídicos
de alcance mundial que sentaron las bases institucionales para el fomento y mantenimiento de la
paz y la seguridad internacionales (etapa jurídica),16 lo cierto es que desde entonces la disciplina
El estudio de la realidad en su totalidad como
objeto de estudio ya ha sido propuesto por Luis
González Souza (1978), quien sostiene que la especificidad característica de la disciplina, la realidad mundial, puede estudiarse como objeto de
estudio de la disciplina entendiéndolo como una
unidad, como un todo real y concreto, a través
del prisma del materialismo dialéctico e histórico. De acuerdo con esta perspectiva, la disciplina
ri es la mejor posicionada “…para estudiar la realidad en su totalidad y como una totalidad”,20 que
le permite concatenar e integrar esa realidad. La
concepción totalizadora de la disciplina ri podría ser un prisma que facilita, según el autor, el
análisis de la realidad como un mismo fenómeno
en constante movimiento, en donde interactúan
todos sus componentes económico, político, jurídico, etc. Las Relaciones Internacionales tienen
ese potencial unificador de las parcelas en que se
ha dividido la realidad mundial.
La perspectiva totalizadora es un aporte destacado para la disciplina, pero la falta de continuidad en estudios vistos desde este prisma
teórico no nos permite dilucidar sus atributos o
sus desperfectos, además de que el materialismo
dialéctico e histórico del que deriva esta perspectiva teórica tiene su propio método, diferente al
de la ciencia moderna. Posiblemente esto tenga
que ver, como sostiene el autor, con el predomi-
nio de la ideología de las sociedades desarrolladas, no obstante integrar en un solo enfoque la
realidad mundial en su totalidad.
Pero ni la ciencia ni las humanidades cubren
juntas toda la realidad. Es precisamente este vacío que las disciplinas sociales intentan llenar. Al
menos podemos sostener que la realidad social
es a las disciplinas sociales en su conjunto como
la realidad internacional es a la disciplina RI en
particular.
No se le podría exigir a la sociología explicar
la composición molecular de los suelos del fondo del mar porque para ello existen disciplinas
científicas como la química, la geología, la geof ísica, las cuales, con base en modelos teóricos
construidos a partir de la realidad, y a partir de
corroboraciones previas y controladas,21 dan respuestas a las interrogantes científicas. Tampoco
podemos exigir a la biología que estudie la conflictiva del Medio Oriente, pues son aspectos que
no son parte de su objeto de estudio. Pero eso no
quiere decir que la química, geología y biología
no tienen nada que decir acerca del derrumbe del
bloque soviético, por ejemplo. De hecho la solidez de sus modelos teóricos les permite acercarse a ese problema, no obstante estar fuera de su
campo y de su especialidad.
Por el contrario, la sociología dif ícilmente podría hacer alguna aportación acerca, por ejemplo,
del mapeo y de la manipulación genética, avances
científicos que por su parte ya están produciendo
transformaciones importantes en los campos antes considerados de exclusividad social; o el derecho, por ejemplo, dif ícilmente podría al menos
opinar con fundamentos disciplinarios sobre las
consecuencias del Big Bang que conlleva implicaciones éticas y morales en los dogmas religiosos
e ideológicos en todo el mundo; o la economía
por lo pronto está imposibilitada para explicar el
nos especialistas de seguridad nacional en Estados Unidos
nace una nueva ola teórica llamada conductista en el estudio de las relaciones internaciones, que adoptan como
base de la investigación los elementos estructurales de la
ciencia y sus disciplinas como son sus técnicas, modelos
lógicos y método.
20
Luis González Souza, “Una concepción totalizadora de
las Relaciones Internacionales: clave para comprender la
especificidad e importancia de la disciplina”, en Relaciones
Internacionales, vol. 6, núm. 23, México, Facultad de Ciencias Políticas y Sociales, unam, octubre-diciembre, 1978,
p. 9. Este objeto de estudio de la disciplina, es decir, la realidad mundial, se compone de todas las relaciones que se
generan al nivel internacional: económicas, políticas, jurídicas, ideológicas, culturales, etc., pero con la peculiaridad necesaria de ser éstas relevantes en el desarrollo de
los eventos mundiales. También los fenómenos (manifestaciones aparentes de la realidad), procesos (movimiento
constante de la realidad) y tendencias (curso que esa realidad puede tomar en un determinado contexto histórico)
son parte de esa realidad (ibid., pp. 12-13).
No siempre el proceso de corroboración y contrastación
a través de técnicas, instrumentos y mediciones directas
de la realidad en estudio convalidan los modelos teóricos,
pues muchos de los descubrimientos más destacados se
derivaron de fenómenos que se presentaron durante ese
proceso de manera extraordinaria e inesperada, y que hasta hoy son parte del conocimiento científico aceptado que
marcan las fronteras cognoscitivas.
21
60
impacto en las sociedades del descubrimiento de
agua en estado sólido encontrada en las superficies lunar y marciana.
Desde hace medio siglo las disciplinas científicas y su estructura interna se han ganado el
reconocimiento de su consistencia de gran parte
de las disciplinas sociales. En los años cincuenta los conductistas y cientifistas interpretaron
el mundo y los acontecimientos a través del instrumental teórico y metodológico de la ciencia,
y sostuvieron que las Relaciones Internacionales
son lo suficientemente amplias y complejas como
para ceñirlas a un solo campo de las disciplinas
sociales.22
Entonces, ¿qué parte de esa realidad le corresponde estudiar a las Relaciones Internacionales?
Sin duda no lo es toda, porque existen las disciplinas de la ciencia y de las humanidades que se
encargan de la porción correspondiente de la reaCelestino del Arenal, Introducción al estudio…, op. cit.,
p. 115.
22
23
61
Véase Graciela Arroyo, Metodología de las relaciones in-
CIENCIAS SOCIOECONÓMICAS
lidad mejor que cualquier otra. Pero afirmar que
le corresponde sólo la parte “internacional” tampoco es del todo claro, ni tampoco es conveniente para la disciplina, aunque esta idea predomine
en el panorama, porque implica autolimitaciones
disciplinarias profundas.
¿Dicha realidad “internacional” sólo se circunscribe al mapa político actual? ¿Incluye descubrimientos científicos asombrosos fuera de la
atmósfera terrestre o extraordinarios hallazgos
en sus fantásticas profundidades marinas? ¿Esa
realidad internacional incluye el estudio de un
cráter submarino en aguas internacionales con
implicaciones en la producción potencial y control de precios del petróleo? ¿O incluye el estudio
de una masa metálica con significaciones espirituales y religiosas para millones de personas?
¿Cómo asimilar el impacto del calentamiento global en la economía internacional con la extinción
de especies marinas que vulneraría la seguridad
alimentaria? ¿La realidad internacional incluye el
deshielo de los polos y sus consecuentes elevaciones del nivel de los océanos y su desalinización?
Lo evidente, al menos como primera aproximación, es que la disciplina ri se ha enfocado
más a realidades inmediatas —que pronto son
rebasadas— que a fenómenos potencial y poderosamente revolucionarios de la vida internacional. Las perspectivas de los diversos tópicos que
en la actualidad abarca la disciplina son producto
de lógicas de trabajo que varían según el estilo y
preferencia de sus investigadores. Hasta hoy los
planteamientos disciplinarios de las ri carecen
además del carácter predictivo, rasgo fundamental para toda disciplina científica, que les permite
demarcar las fronteras del conocimiento, y que
en adelante se convierten en planteamientos hipotéticos que guían el avance de la ciencia en su
conjunto. Las fronteras cognoscitivas ofrecen la
oportunidad de construir y reconstruir mediante
la crítica rigurosa las teorías, métodos y conceptos de la disciplina, y generan nuevas explicaciones y nuevas interpretaciones de la realidad,
dando lugar a revoluciones del conocimiento disciplinario.23
El potencial interdisciplinario
Una disciplina científica se caracteriza no sólo
por tener una estructura disciplinaria definida y
completa, sino porque forma parte de un cuerpo
más general llamada ciencia, punto nodal donde
confluyen los conocimientos generados y donde
se cataliza la interacción entre estructuras disciplinarias. Pero ¿cómo interactúan y operan las
estructuras disciplinarias en ese punto de confluencia las ri?
Existen nociones que se han propuesto para
fomentar y explicar la integración disciplinaria:
multidisciplinariedad, interdisciplinariedad y
transdisciplinariedad. La noción de multidisciplinaridad (Quincy Wright, 1955) sostiene la
confluencia de los conocimientos de otras disciplinas al estudio de los fenómenos sociales, y
que desde su aparición rompió con la disputa que
prevalecía hasta entonces entre las disciplinas
sociales que defendían su exclusividad sobre el
tratamiento de los asuntos del mundo.24
Para Georges Gusdorf (1977) la multidisciplinariedad, también conocida como pluridisciplinariedad, acumula y aglomera los conocimientos
y perspectivas de distintas disciplinas que no se
interconectan. La interdisciplinariedad implica
un nivel de interacción entre sus componentes
que facilita un diálogo entre ellas, se articulan
y adquieren coherencia de las perspectivas. Sin
embargo, esta interconexión puede alcanzar una
mayor convergencia y comunión entre esos campos del saber en lo que se denomina transdisciplinariedad, la cual designa a “...una perspectiva
de objetivos que reunirá en el horizonte del saber, según una dimensión horizontal o vertical,
las interacciones y preocupaciones de las diversas
epistemologías...” 25
La perspectiva transdisciplinaria ha sido considerada como un paso posterior a la interdisciplinariedad (Cobo, 1986), es decir, que supera
los límites que impone la interdisciplinariedad,
de forma que todas las disciplinas y sus conocimientos se integran en un sistema unificado. Esta
perspectiva transdisciplinaria también está relacionada con la capacidad de integración y síntesis
de datos aportados por otras disciplinas al estudio
de la realidad internacional (Del Arenal, 1990).26
La interdisciplinariedad es la noción integradora de las disciplinas y los conocimientos que
más se ha desarrollado: sostiene que dos o más
disciplinas interactúan entre sí en estructuras,
teorías, conceptos, información, incluso en ideas.
La perspectiva interdisciplinaria pretende, además de conformar un cuerpo general del conocimiento con el aporte de las demás disciplinas,
procesar dicha integración para retroalimentar a
sus componentes. Con base en esta noción las diversas formas epistemológicas se conjugan para
conformar una estructura disciplinaria integral.
La ciencia observa un comportamiento interdisciplinario, en el que la interacción entre
teorías, conceptos, métodos, objetos de estudio,
instrumentos técnico-analíticos, resultados e información va creando nuevas áreas de estudio
necesarias, en ese proceso interactivo, para la
aprehensión de la realidad.
Entre las disciplinas científicas el método es
el punto común que facilita su integración. El
método científico guía en general la investigación
científica y permite a sus disciplinas converger en
ese punto común que es la ciencia. Así todas ellas
integran un cuerpo general congruente y consistente con sus grandes metas y objetivos, incluso
trascienden esos límites interdisciplinarios hacia
un mayor grado de conjugación.
Entre las disciplinas sociales la interacción es
más una aglomeración de datos e información
que una interconexión estructural, pues al no
haber un procedimiento más o menos común de
ternacionales, México, Oxford University Press, 1999, p. 8.
24
I. Cid (comp.), Lecturas básicas para introducción al estudio de relaciones internacionales, México, fcpys, unam,
2001, p. 15. El carácter “internacional” de las ri requiere
indudablemente de un análisis profundo y un consenso
entre los especialistas, pues el término contiene implicaciones profundas en la gnoseología de la propia disciplina,
más allá de su historia. Véanse Quincy Wright, The Study
of Internacional Relations, 1955, cap. 1, pp. 3-8, y Celestino
del Arenal, Introducción al estudio…, op. cit., pp. 416-426.
25
G. Gusdorf, “Pasado, presente y futuro de la investiga-
ción interdisciplinaria”, en Apostel et al., Interdisciplinariedad y ciencias humanas, 1983, p. 41.
26
Del Arenal, op. cit., p. 465. Cita, para ello, a Shonfield
(1972), Preiswerk (1977) y Gusdorf (1977).
62
dad gnoseológica. La multidisciplinariedad que
caracteriza en la actualidad a la disciplina ri le
permite estar más cerca de la integración interdisciplinaria que cualquier otra disciplina de “lo
social”. Por ello entre éstas la disciplina ri es el
lugar más adecuado para la conformación de una
estructura disciplinaria común y complementaria entre sí, lo que al mismo tiempo es su fin y su
medio. Esto quiere decir que las disciplinas sociales requieren trazar ese objetivo conjugándose30
entre sí, de manera tal que reditúe en la construcción de la unidad epistémica.
El estado actual de la disciplina ri no sólo
anima a formularse como ese lugar común de
las disciplinas sociales, sino que la obliga a construirse a sí misma como ese centro de interdisciplinariedad, lo cual sólo podrá acceder a través
del fortalecimiento de su estructura disciplinaria. González Souza (1979) señala que la posibilidad de que la disciplina sea el punto nodal de
una integración interdisciplinaria puede lograrse
“…únicamente determinando la especificidad
de las Relaciones Internacionales… ya que de lo
contrario, ésta quedaría reducida a la de un simple recipiente multidisciplinario o a la de un
apéndice de alguna otra disciplina”.31
Por lo pronto encontrar los mecanismos de
conjugación para alcanzar la interdisciplinariedad
dentro de la disciplina debería estar presente en
todas las investigaciones ante la inconveniente
práctica de muy diversos métodos (incluso de su
ausencia) y amplia gama de objetos de estudio. Lo
cierto es que para todas las ramas del saber su grado de integración en ese corpus interdisciplinario,
es decir más allá de una complementación o mera
yuxtaposición de conocimientos,32 marca la diferencia entre disciplinas científicas y no científicas.
Véase Roberto Peña, “Interdisciplinariedad y cientificidad en relaciones internacionales”, en I. Cid (comp.), Lecturas básicas…, op. cit., p. 187.
28
Un rasgo distintivo de las disciplinas científicas es su carácter predictivo, que va más allá del cálculo preciso de
un eclipse solar o de la cantidad de calor que producirá
una reacción nuclear. La predictibilidad en la ciencia no
es determinista, más bien se basa en aproximaciones (probabilísticas) que derivan de planteamientos metodológicamente sustentados y con alto nivel de continuidad en el
conocimiento generado.
29
Véase D. Mattei y R. Pahre, Las nuevas ciencias sociales.
La marginalidad creadora, 1995, en cuyo capítulo 7, “Hibridación: la recombinación de fragmentos de ciencias”,
pp. 79-93, sostienen que en las periferias de cada disciplina
es donde con frecuencia se generan innovaciones cognoscitivas y donde se obtienen los resultados más importantes
e innovadores.
27
Las disciplinas sociales requerirán confluir al mismo
punto que es la unidad interdisciplinaria, para lo cual deberán superar obstáculos estructurales y crear mecanismos y
proyectos conjuntos tendientes a ese objetivo común.
31
Luis González Souza, “Una concepción totalizadora de
las…”, op. cit., p. 22.
32
Graciela Arroyo P., “Interdisciplinariedad: ¿viejo o nuevo
reto?”, en Revista Mexicana de Ciencias Políticas y Sociales, año xxxviii, núm. 154, México, División de Estudios
de Posgrado, fcpys, unam, octubre-diciembre, 1993, pp.
9-17.
30
63
CIENCIAS SOCIOECONÓMICAS
cómo alcanzar las metas cada una de ellas recurre
en la práctica a su lógica y a sus procedimientos
particulares, por lo que la interacción se torna superficial y laxa, haciendo dif ícil el consenso entre
tantas y tan variadas formas, propósitos y lógicas de investigación. La disciplina ri no escapa
a esta práctica,27 pero al integrarse por partes de
otras disciplinas sociales que dan forma a su estructura básica con que opera la convierte en un
vehículo de integración disciplinaria. El reto está
en impulsar y acelerar la integración estructural,
procesamiento disciplinario y síntesis entre todas
las disciplinas sociales.
La predictibilidad28 sería una consecuencia
directa de la práctica científica adoptada en la estructura de las RI, y cuyas fronteras demarcadas
se convierten en hipótesis potenciales de investigación. De hecho las ri no sólo reúnen e integran
a su corpus cognoscitivo el conocimiento relacionado con lo “internacional” de cada disciplina,
sino que opera con ellos en sus fronteras.29
El procedimiento interdisciplinario articularía a varios niveles a las demás disciplinas que la
conforman y auxilian; la naturaleza de la disciplina ri la hace el factor potencial de integración.
La perspectiva interdisciplinaria en RI permitiría
integrar, sintetizar y reconstruir el conocimiento generado a través de la complementación de
datos, interacción de estructuras disciplinarias,
conformación de un lenguaje interdisciplinario
homogéneo y la construcción de una nueva uni-
El acercamiento de la disciplina ri a la ciencia
El acercamiento de la disciplina Relaciones Internacionales a la estructura disciplinaria de la
ciencia no obliga a aquella a lograr progresos en
la abstracción y aprehensión de la naturaleza, al
desarrollo de nuevas teorías científicas o a la explicación de algunos de los grandes enigmas del hombre. Pero tampoco la disciplina ri puede quedar al
margen, por ejemplo, del impacto de la clonación
humana como un nuevo factor de reordenamiento
mundial, de los avances potenciales de la biología
molecular o la química para la recombinación genética de virus letales como armas bioquímicas, o
el impacto social de los viajes tripulados y automatizados más allá del satélite terrestre. Por ello,
en principio, habría que definir con precisión y
claridad lo que significa realidad internacional, así
como sus alcances en tiempos y contexto, y cuyo
contenido conceptual requerirá de un consenso
disciplinario, tomando en cuenta las nuevas tendencias y los nuevos fenómenos mundiales que la
transforman en todo momento y espacio.
Abrir indiscriminadamente el espectro de
la realidad en estudio conduciría a la disciplina
a mayor dispersión, lo que no quiere decir amplitud de conocimiento. En este caso sería mejor
preguntarse ¿cómo integrar los posibles temas
de estudio de la disciplina? ¿Cuáles son los más
congruentes con la naturaleza de la disciplina? Si
los cambios frecuentes en la realidad internacional dificultan el encuentro de una razón de ser
específica y consistente de la disciplina, entonces
esa dinámica de la realidad internacional podría
constituirse en su objeto de estudio. Pero ¿cómo operan esos cambios? ¿Cómo se transforma
esa realidad? ¿Hay parámetros constantes en los
grandes cambios? ¿Cómo abstraer y aprehender
ese dinamismo? Estas son interrogantes que también son trascendentales para la estructura de las
disciplinas sociales en general,33 que requieren
adaptarse, con oportunidad y eficacia, como lo
deben hacer las Relaciones Internacionales, a los
cambios frecuentes de la realidad internacional.
No obstante que la realidad se transforme
a cada instante —lo que también sucede con la
naturaleza y sus fenómenos, que se transforman
constantemente pero a otro ritmo—, la disciplina
RI requiere de un punto de referencia en torno al
cual operar dentro de esos cambios y evitar así la
dispersión en el conocimiento generado. ¿Cuál es
el punto de referencia? Por lo pronto no sería el
objeto de estudio porque no sólo no hay acuerdo
al respecto entre especialistas sino que podrían
aparecer más según las circunstancias novedosas
o el resurgimiento de viejos actores con nuevas
aspiraciones y circunstancias. Mientras no haya
acuerdo sobre este particular no podría ser un
punto de referencia convincente ni adecuado para abstraer esa dinámica.
El marco teórico vasto y con potencial de
crecimiento es plausible para cualquier rama de
conocimiento, entre las que se encuentra la disciplina ri, pues ello la fortalece y la orienta hacia las
fronteras cognoscitivas. Por lo pronto, la disciplina ri está en una etapa de proliferación teórica34
R. Cuéllar, “El paradigma científico: un modelo para el
análisis disciplinario de las Relaciones Internacionales”,
34
33
G. Arroyo, “Puntos de vista en torno a…”, pp. 53-54.
64
distinguido de los demás. Obtenido de la historia, la diplomacia, la estrategia militar, el derecho
internacional y la geograf ía al inicio, y conforme
ha ido desarrollándose ha incluido términos de
sociología, economía y política, el marco conceptual de la disciplina deberá figurar en sus investigaciones y en sus resultados. Por supuesto que en
esta circunstancia no escapa la posibilidad de que
las ri adquieran su cientificidad ni su especificidad ni que se debilite su estructura disciplinaria.
La diversidad de métodos, y la escasez de alguno básico o disciplinario, dificulta la acumulación sistemática del conocimiento. De aquí que
el punto de referencia propuesto para estudiar
la realidad internacional y operar con oportunidad dentro de sus cambios es la adopción de un
método, entendido como un procedimiento que
guía la investigación disciplinaria y que conduce
hacia las metas proyectadas. No tener un método
disciplinario definido sin una meta clara es como
lanzarse a la aventura para abrir nuevos caminos
cognoscitivos, y llegar a alguna parte del espectro
de la realidad, lo que no es desvirtuante desde el
punto de vista filosófico y gnoseológico, pues es
una forma básica de la investigación científica, y
en algún momento habrá de develarse esa realidad, pero esta práctica podría orillar al emprendedor a tomar una ruta dispersante con respecto
a los fundamentos de la disciplina que practica.
Diversos objetos de estudio y distintas estrategias
de investigación dispersan la construcción del
conocimiento disciplinario.
La variedad en métodos parece ser una poderosa herramienta disciplinaria en cuanto a que
ello representa una riqueza estructural necesaria,
por ejemplo, al momento de encontrar soluciones específicas y adecuadas a las crisis económicas en distintos países y regiones del mundo,
al mismo tiempo que los impactos sociológicos
de epidemias en zonas vulnerables resueltas desde las perspectivas de los derechos humanos, o
para explicar disciplinariamente el resurgimiento de los nacionalismos y la explosividad de los
fundamentalismos religiosos en diversos y muy
distintos lugares en todo el mundo, desde la perspectiva del realismo político o desde el prisma del
choque de civilizaciones. Pero a fin de cuentas
en Relaciones Internacionales, 90, septiembre-diciembre,
2002, pp. 38-40.
35
El Diccionario de política internacional, de Edmundo
Hernández-Vela es quizás el más importante esfuerzo
reciente por establecer el cuerpo conceptual de la disciplina RI desde la perspectiva mexicana. Este trabajo, por
lo pronto, allanaría el camino a la congruencia conceptual
de los estudios disciplinarios, pero ello supone invariablemente que la comunidad de estudiosos lo adopte como base de consulta y referente obligado en las investigaciones.
Un diccionario es sólo eso, un referente conceptual.
65
CIENCIAS SOCIOECONÓMICAS
—aunque buena parte de ésta se haya gestado en
otros campos de estudio—, lo cual es signo de
progreso. Sin embargo, no contar con resultados
plausibles y evidentes la debilita en comparación
con los logros de las demás disciplinas sociales,
sobre todo ante las científicas.
Las inherentes diferencias en supuestos básicos, objetos de estudio y métodos entre los distintos debates que han caracterizado al estudio
de las Relaciones Internacionales han dificultado
la ubicación de un punto de referencia claro y
plausible de comparación entre uno y otro enfoque. Los sucesos que dan forma a la realidad
internacional, hasta ahora delante de los estudios
disciplinarios, son los puntos referenciales más
importantes de los progresos en estudio de las
Relaciones Internacionales, pero se requiere al
menos que éstas se desarrollen muy próximas a
ellos en el tiempo.
Un signo de fortaleza sería promover la proliferación de teorías y modelos sobre la realidad
internacional en tanto conduzca a resultados
prácticos y plausibles. En el caso de las ciencias
la búsqueda del nuevo conocimiento transita por
la creatividad auténtica de sus investigadores,
orientada por los grandes enigmas de la vida del
hombre, sobre los que cada disciplina científica
se encarga de recorrer una parte del camino hacia
las respuestas. La teoría del Big Bang, por ejemplo, explica teóricamente el origen del universo
y con ello posiblemente el origen del hombre, y
de allí las demás disciplinas pueden alimentar su
actividad investigadora.
Tampoco el marco conceptual de la disciplina ri podría ser punto de partida. A pesar de sus
avances es este aspecto,35 aún requiere consolidar
un cuerpo conceptual generalizado y claramente
alguna de ellas obtendrá resultados razonablemente plausibles. Por ello es necesario, desde el
punto de vista disciplinario, preguntarse ¿cuál es
la más adecuada para la disciplina ri? ¿Depende
del problema a resolver o del objeto de estudio?
Para las Relaciones Internacionales es preferible
evitar la diversidad de métodos y la subjetividad
que implica seleccionar alguno de la gama de posibilidades. Requiere orientar su investigación
mediante un método homogéneo, apropiado y
plausible, que le imprima la rigurosidad que exige
una estructura disciplinaria seria y sólida.
En el caso de las disciplinas no-científicas, en
especial las relacionadas con “lo social”, métodos
diferentes para un mismo objeto de estudio, independientemente de los resultados, se consideran “aceptables” bajo los criterios personales
que dominan la forma de hacer investigación. En
este sentido ningún método puede desacreditar
a los demás. Un método sólo podría argumentar superioridad sobre los otros con respecto al
número de estudios que lo toman como guía de
investigación, y por el nivel de aceptación de sus
resultados en la comunidad especializada. Podría
decir que un método ha tenido más resultados,
en número, que el otro, pero nunca que sus operaciones y sus reglas son más importantes.36
Para la ciencia relajar las formas de abordar cada objeto de estudio sería una ruptura de
la unidad metódica, y sobre todo significaría el
deterioro de la ciencia en sí misma y del modelo
cognoscitivo que representa, pues lo que la caracteriza, junto con sus disciplinas integrantes, es
el método científico como hilo conductor de las
investigaciones. El método científico imprime la
coherencia, consistencia y universalidad suficientes en los resultados científicos.
Las disciplinas sociales requieren de realizar esfuerzos hacia una conjugación metódica si
desean considerarse como parte del grupo de la
ciencia. Si no es este su objetivo, al menos requieren del consenso de la definición de lo que significa ciencia aplicable a ellas, a fin de diferenciar
su significado y su estructura de la que corresponde estrictamente al cuerpo de las disciplinas
científicas.
En particular es indispensable consensuar entre especialistas de “lo social” un corpus metódico común y general que guíe las investigaciones
de las disciplinas sociales, y con ello encontrar la
congruencia necesaria en la metodología disciplinaria para la investigación. De hecho la consolidación de un corpus metódico homogéneo de las
disciplinas sociales puede ser no-científica, pero
requiere de consistencia con respecto a una esfera claramente identificable de objetos de estudio
en su conjunto37 y para cada una de ellas.
No obstante, el paso adicional hacia la consolidación de una estructura científica es la operación y uso del método científico en la investigación
de las disciplinas sociales, que técnicamente es
sencillo adoptar y porque es el instrumento de
la ciencia que ha permitido a su cuerpo de disciplinas interactuar con consistencia entre sí ampliando los alcances de todas ellas.
Por su naturaleza y su estructura disciplinaria38 la disciplina Relaciones Internacionales
podría ser el factor que reúna y conjugue esta
metodología común, incluso podría contrastarla y probarla en el terreno científico. La etapa de
transformación estructural por la que atraviesa la disciplina ri39 ofrece la oportunidad para
La diversidad de objetos de estudio entre disciplinas sociales es una riqueza por su variedad, pero una debilidad
en la identificación del fundamento estructural de una
disciplina, además de que produce dispersión en sus resultados y dificulta la acumulación sistemática del conocimiento generado.
38
La disciplina ri tiene una estructura disciplinaria incompleta comparada con otras ramas del campo social, y su
potencial disciplinario se reduce en tanto no alcance la coherencia y la continuidad en sus resultados y en la acumulación del conocimiento. Adicionalmente la dificultad que
le imprimen los grandes cambios de todo orden alrededor
del mundo y la diversidad de objetos de estudio que ellos
implican, obligan a la disciplina ri a orientar o complementar de manera reiterada su estructura disciplinaria.
39
Véase G. Arroyo, Metodología en relaciones internacionales, p. 132. Graciela Arroyo sostiene que como ciencia
37
En el cuerpo general de la ciencia es relativamente sencillo estimar el progreso y aportaciones de cada disciplina
científica dada la accesibilidad a la información acerca del
número de científicos, sus líneas de investigación y sus publicaciones, y dada la efectividad con que la labor científica
queda registrada, de manera rigurosa y sistemática, en los
anales de cada disciplina.
36
66
Diversas y muy variados caminos para estudiar los distintos objetos de estudio
de las Relaciones Internacionales
Ruta de investigación y objetos de estudio en las Relaciones Internacionales. No existe rigurosidad metodológica
en la elección del punto de partida en cada investigación, ni en la ruta hacia cada objeto de estudio.
construir su cuerpo disciplinario con base en la
coherencia y homogeneidad metodológica, comparable con la que cuentan las disciplinas científicas.
a la disciplina. La rigurosidad científica está en la
adopción y aplicación del método científico como guía de la investigación en ri.40
El método científico es una guía en la investigación o indagación de objetos, sucesos y fenómenos. Es científico porque es el que se usa en el
proceso de investigación científica.
En la disciplina ri el método científico debe entenderse más como un procedimiento que
orienta la investigación que como un mecanismo
de teorización;41 es un instrumento disciplinario
para aproximar nuestro interés natural por cono-
El método científico en la disciplina ri
La diferencia entre una disciplina abierta, heterogénea y dispersa, y una disciplina congruente,
sólidamente estructurada y con un perfil claro y
homogéneo, es el método. Si el método científico
es el modelo de metodología a seguir por la disciplina ri, ¿cómo operarlo en la situación actual
de las Relaciones Internacionales? La respuesta
es tomarlo como eje vertebral de nuestra investigación, sin descartar sus adecuaciones y ajustes
Véase G. Arroyo, “Nuevos problemas teóricos en el estudio de las relaciones internacionales”, en Relaciones
Internacionales, vol. xv, núm. 60, México, fcpys, unam,
octubre-diciembre, 1993, p. 118.
41
Véase Celestino del Arenal, Introducción a las…, op. cit.,
pp. 471-473.
40
histórica la disciplina ri atraviesa por una etapa de redefinición de contenidos y formas.
67
CIENCIAS SOCIOECONÓMICAS
Figura 2
Relaciones internacionales
cer la realidad internacional. Sólo los resultados
de la investigación rigurosa hace posible la demarcación de fronteras cognoscitivas plausibles y
sólidamente fundamentadas sobre planteamientos disciplinarios más consistentes y cercanos a
esa realidad.
En la Figura 3 observamos que el método científico tiene un solo origen, pero ello no quiere decir que metodológicamente exista un único punto
de partida común a todas las investigaciones científicas. Más bien cada origen es la continuación de
las fronteras cognoscitivas propuestas en investigación precedentes, y que su meta (objetos de estudio) está claramente definido e identificado para
cada disciplina. El método científico es una ruta
probada y la más exitosa con la que se cuenta en la
actualidad para la construcción del conocimiento.
Si las disciplinas científicas tienen objeto de
estudio definido para cada una de ellas, ¿por qué
dibujar distintos caminos? Las disciplinas científicas guían sus investigaciones con el método
científico, el cual, según cada disciplina, y cuando
es adecuado, lo adecua y ajustan. ¿Por qué es unidireccional y rectilíneo el método científico? Lo
que se pretende representar con ese trazo recto
es que el método científico es el instrumento probado y más exitoso de aproximación a la realidad
en estudio.
Ahora bien, en la investigación básica, esa que
nace de las ideas novedosas y arriesgadas, y de las
inquietudes no ordinarias, el origen de cada investigación puede ser variado, y por consecuencia el método de investigación no está restringido
a uno sólo. De hecho el génesis y fin último de
la investigación básica es innovar en métodos,
técnicas e ideas. El problema aquí es que una disciplina esté cultivada en su mayoría por investigaciones aventuradas, y que domine la práctica de
la investigación básica, pues ello si bien podría en
contadas ocasiones gestar un importante avance
y progreso en la ciencia —con sus consecuentes
beneficios a la naturaleza cognoscitiva del ser
humano—, lo más probable es que esta actividad
se desprenda del compromiso que indispensablemente una disciplina científica requiere de su
comunidad de investigadores, lo que desfavorece
la seriedad y rigurosidad del conocimiento disciplinario que aspira a ser científico.
Ciencia
Objeto de estudio
Origen
Un camino congruente para cada objeto de estudio de las disciplinas científicas
Figura 3. Rutas de investigación y objetos de estudio de la ciencia y sus disciplinas. El método científico es la guía
básica de la investigación que se ajusta ligeramente para adecuarlo a los objetivos de estudio de aquellas disciplinas
científicas que lo requieren.
68
congruencia a la construcción del conocimiento
disciplinario, lo que permitiría el acceso a la identificación de los puntos de partida de las investigaciones. Aunque en la Figura 4 se observa que
el método científico aplicado para cada objeto de
estudio nace en un punto común de partida, lo
que se propone es utilizar dicho método en cada
una de las investigaciones operable incluso partiendo de distintos puntos.
En general los pasos que sigue el método
científico constituyen el modelo de método para
todas las disciplinas científicas, quizá con alguna
adecuación mínima acorde con el objeto de estudio y con los propósitos de cada investigación.
No debe perderse de vista que el método
científico es un recurso epistémico que permite
el acercamiento, como otros métodos, al conocimiento de la realidad en estudio, a través de los
proyectos de investigación. El método científico
por sí solo no garantiza la generación de conocimiento, pero si guía, mediante un procedimiento
sólidamente estructurado y casi invariante en su
operación, la búsqueda del nuevo conocimiento.
Figura 4. El método científico en las rutas de investigación en ri.
69
CIENCIAS SOCIOECONÓMICAS
La adopción del método científico imprimiría
cierta uniformidad en la forma de realizar las investigaciones, sin importar la diversidad de objetos de estudio que caracterizan a la disciplina ri.
Esto no quiere decir que la amplia gama de objetos
de estudio se pueda restringir con la aplicación
del método científico, pues no obstante que ello
produciría beneficios estructurales, aquella continuará siendo un rasgo característico de la disciplina, en tanto no exista un consenso al respecto.
El aporte del método científico sería en principio
evitar contradicciones que resulten de los estudios
de un mismo objeto de estudio, bajo la guía de un
camino específico. Una interpretación de estos beneficios metodológicos se muestra en la Figura 4.
Obsérvese también en la Figura 4 que no obstante las distintas rutas que operan en las investigaciones en ri, así como los diversos objetos de
estudio que forman parte de su estructura disciplinaria, la aplicación del método científico guiaría consistentemente los estudios y facilitaría la
continuidad en su proceso cognoscitivo. Es decir,
utilizar un método plausible en los estudios daría
Un procedimiento que se incluye en esa guía
específica de investigación es la práctica más o
menos generalizada que se llama estado del arte o
revisión de la literatura, cuyo lugar en el proceso
de la investigación es crucial,42 y consiste en involucrar ampliamente al investigador en los avances más recientes en el mundo sobre el tema de
estudio, algo que por los años ochenta comenzó
a ser una práctica altamente funcional gracias al
desarrollo de las telecomunicaciones y las redes
de información electrónica de cobertura global.
Conocer el estado del arte tiene el fin de involucrarse en las líneas de investigación desarrolladas, sus avances y sus resultados en cualquier
parte de mundo, lo que permite a las disciplinas
científicas dar continuidad a los trabajos precedentes e ir adelante sobre bases firmes hacia los
temas de frontera. A los investigadores este procedimiento devela la veracidad43 de sus planteamientos y la originalidad de sus ideas, y orienta
el camino hacia los nuevos campos del conocimiento. Aquí juegan un papel sustancial las
publicaciones especializadas y las demás fuentes documentales de la disciplina, junto con las
técnicas de búsqueda de información y el seguimiento de los acontecimientos internacionales.
Ello no restringe la crítica ni la discusión teórica. Lo menos conveniente para la disciplina ri
en su camino a su cientificidad sería negar y desacreditar por completo al paradigma científico, a
menos que se tenga para ello un planteamiento
más sólido en la explicación de los fenómenos en
estudio y la predicción de otros nuevos.
Los demás puntos del procedimiento de investigación científica aplicables al estudio de las
ri son las siguientes:
Formular preguntas creíbles y bien fundadas.
En toda investigación, científica o no,
las preguntas son el inicio de la búsqueda cognoscitiva. Preguntas ligeras o mal
planteadas dificultan el acercamiento al
tema de estudio y muy probablemente
desvían los esfuerzos a aspectos distantes
de las metas originales. Una pregunta bien
formulada conduce a identificar el tema
central del estudio, lo que favorece la investigación, además de que rigurosamente construida, la pregunta misma podría
contener los primeros visos de solución.
Plantear hipótesis sustentadas en la experiencia y contrastables con ella, que den
respuesta a las preguntas. Este aspecto es
muy importante para las Relaciones Internacionales, pues a falta de mecanismos de
verificación experimental la construcción
y el planteamiento de las hipótesis es clave
en la investigación disciplinaria. El apego
de las hipótesis a la experiencia, sin embargo, sólo las hará más próximas a ser
adecuadas para entender esa sección de
la realidad. Graciela Arroyo44 ha señalado
que la disciplina ri debe aspirar a fundamentar sólidamente cada hipótesis planteada y, eventualmente, a su confirmación
empírica. Este paso del procedimiento
debe realizarse con profundo compromiso con la disciplina.
Derivar consecuencias lógicas de las hipótesis.
Este punto se refiere a la estimación de las
Es importante señalar que el estado del arte es más un
procedimiento del proceso de investigación que del método científico, pero que, como sucede en los estudios de las
disciplinas científicas, es una etapa indispensable al inicio
de toda investigación, y recurrente en toda la actividad indagadora.
43
El criterio de verdad no es un rasgo indispensable en la
labor de aprehender la realidad, pues cada disciplina podría sostener, en su especialidad, que lo que se dice es “la
verdad”. Sin embargo en el cuerpo de la ciencia la verdad
es aquel conocimiento científico, probado y confirmado
por los medios “válidos” para la ciencia, que sustenta la
base de nuevas búsquedas disciplinarias. Dif ícilmente las
disciplinas sociales podrían poner en tela de juicio a los conocimientos generados y cultivados por la ciencia por su
solidez, coherencia, consistencia con la estructura disciplinaria y con las funciones y metas de cada una de las disciplinas que la componen. Por el contrario, las disciplinas
científicas han servido y han incursionado en la solución
de los problemas de “lo social”, con planteamientos que
han sido al menos escuchados y tomados en cuenta. Las
Relaciones Internacionales no escapan a la crítica científica, incluso de las demás disciplinas sociales, y no por ello
es “inválida” o “equivocada”.
42
44
G. Arroyo, La metodología en las…, op. cit., pp. 79, 80
y 143.
70
avance disciplinario y de la ciencia en su
conjunto.
Estimar la “veracidad” de las hipótesis y la
“confiabilidad” de las técnicas. Es un paso
que puede ser opcional en la investigación
de las Relaciones Internacionales, pues en
los dos anteriores el método verificó las
hipótesis y la confiabilidad de las técnicas
científicas. En el caso de las Relaciones
Internacionales la “veracidad” de las hipótesis no depende de un instrumento o una
técnica de laboratorio, sino que está en la
consistencia, coherencia y solidez disciplinaria con que se hayan formulado las
bases de la investigación. Desde luego la
única forma de convalidar las hipótesis en
Relaciones Internacionales es mediante la
consumación de los sucesos internacionales, los que a fin de cuentas las fortalecen
o invalidan. La meta es, en este sentido, alcanzar la congruencia disciplinaria en los
planteamientos hipotéticos que facilitan
la construcción sólida de planteamientos
teóricos de la disciplina ri.
Demarcar los límites de dominio en los cuales sean “válidas” las hipótesis y las técnicas. Este se refiere al alcance “válido” de
las hipótesis, lo que delimita el espacio y
el tiempo en que se pueden aplicar, pues
sólo responden a una parte de la realidad
o a determinados aspectos del suceso o
fenómeno, dependiendo del alcance de
la propia investigación. En el caso de la
disciplina ri este paso dependerá del objeto de estudio que se haya elegido y del
alcance del cuerpo de hipótesis. Por esta
razón cultivar diversos objetos de estudio
no es conveniente para la disciplina en su
tarea de producir y sistematizar coherente
y consistentemente el conocimiento disciplinario.
Formular los nuevos problemas originados
por la investigación. Este procedimiento
nos conduce a establecer, en las disciplinas científicas, las fronteras del conocimiento. Recordemos que no todos los
estudios e investigaciones científicas con71
CIENCIAS SOCIOECONÓMICAS
probables consecuencias que derivarían
del mismo planteamiento hipotético, así
como de la “veracidad” y consistencia con
la realidad de las hipótesis. Podemos entender que esta parte del procedimiento
es la parte predictiva del método científico.
Elegir y argumentar las técnicas que permitan
someter las hipótesis a contrastación. En
el caso de las disciplina científicas la contrastación de hipótesis con la experimentación y la observación de fenómenos es
un recurso accesible. A lo largo de los siglos de la ciencia los científicos se las han
arreglado para diseñar y construir equipos e instrumentos para la reproducción
en laboratorio del fenómeno en estudio y
la comprobación o refutación de sus hipótesis. El uso de la estadística como técnica
de estimación y comparación es fundamental en toda labor científica, y ésta al
menos deberá ser parte sustancial en el
estudio de las Relaciones Internacionales.
Someter dichas técnicas a contrastación, para
comprobar su relevancia y la fe que merecen. En la ciencia este punto queda implícito al momento de elegir las técnicas,
los equipos y los instrumentos de contrastación, de los cuales ya se ha probado su
confiabilidad en investigaciones precedentes. Sólo la efectividad de los nuevos
diseños se somete a una intensa prueba
experimental, hasta convertirse en parte
del equipo científico.
Efectuar la contrastación e interpretar sus resultados. Este paso es el más importante
de la investigación científica, pues en él
se confirman o se refutan las hipótesis a
través de la contrastación teórica y experimental, pero además permite evaluar el
avance o retroceso no sólo de la investigación sino de la disciplina en sí misma.
Resultados no verosímiles o inconsistentes con la realidad en estudio conducen
a reinterpretarlos sobre la base teórica
dominante en ese campo. Resultados
convincentes y plausibles son muestra del
ducen a nuevos descubrimientos, pues
parte de ellos no logran las perspectivas
esperadas. Muchos de los nuevos descubrimientos han sido encontrados como
resultado inesperado de un proceso riguroso de investigación científica. Los nuevos descubrimientos se producen cuando
aparecen inconsistencias en los modelos
científicos, lo que genera investigaciones
que salen de los esquemas dominantes,
abriendo el campo a nuevas ideas y nuevos planteamientos fuera de la práctica
científica ordinaria. En el caso de las Relaciones Internacionales la formulación de
nuevos problemas, surgidos a partir de los
resultados de la investigación disciplinaria
sólida y consistentemente realizada sobre
conocimientos precedentes también rigurosos, es parte de un proceso que le permitiría acumular de manera sistemática el
nuevo conocimiento, y orientarse hacia
esas fronteras disciplinarias de forma estrictamente científica.
y las nuevas fronteras del conocimiento disciplinario. Estas fronteras cognoscitivas serán el
potencial cuerpo hipotético de las siguientes investigaciones.
El método científico aplicado a las Relaciones Internacionales consistiría en general en lo
siguiente:
Toda investigación científica no termina hasta
ser escrita y publicada. La etapa final de toda investigación es la presentación y publicación de
los resultados,45 a través de los canales especializados de cada disciplina, práctica generalmente
aceptada en todos los círculos académicos y de
investigación. Publicar los resultados de la investigación abre las posibilidades de precisar, ampliar y consolidar ese conocimiento a través de
la discusión abierta. Aquí reside la importancia
de las publicaciones con autoridad y rigor arbitral
para toda disciplina científica, que divulguen los
resultados. Estos resultados deben ser presentados bajo criterios estrictamente científicos, y en
los que deberán figurar todos los componentes
metodológicos descritos, especificando las fuentes de información, procedimientos de análisis
de interpretación de datos, técnicas de organización, figuras, esquemas y gráficas que sinteticen
el análisis y demarquen la nueva problemática
• Conocer con precisión el estado del arte
del tema a estudiar.
• Formular preguntas de investigación.
• Plantear hipótesis que den respuesta a las
preguntas.
• Elegir las técnicas de contrastación de las
hipótesis.
• Aplicar las técnicas de contrastación (convalidación).
• Estimar la “veracidad” y el alcance (dominio) de las hipótesis.
• Identificar la nueva problemática generada por la investigación.
• Presentar los resultados de la investigación.
Como puede apreciarse, este procedimiento no
es novedoso para quienes se han dedicado a la investigación en ri. La propuesta es asumir el método científico con rigor en las investigaciones
de la disciplina, con los pequeños ajustes que los
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45
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Conclusiones
La disciplina Relaciones Internacionales requiere
evitar la heterogeneidad en el cuerpo metodológico, y cultivar la construcción y proliferación
teórica dentro de su núcleo en la búsqueda de
respuestas a los problemas que presenta la realidad internacional. Ello conlleva a precisar el
campo de conocimiento que abarca esa realidad
internacional e identificar con precisión su objeto de estudio.
La fortaleza metodológica estará también
en la conformación de un corpus básico que
guíe la investigación e imprima coherencia en
los resultados disciplinarios. Para ello se propone incorporar a la estructura disciplinaria de las
Relaciones Internacionales el método científico
como hilo conductor de la investigación. El rigor
científico de la disciplina se encuentra en el uso
del método científico como guía de investigación,
pues es el recurso estructural que media entre el
estado actual de la disciplina ri y su calidad científica.
La disciplina ri requiere de proyectar sus
estudios más allá de las realidades inmediatas a
través de modelos teóricos convalidados con esa
realidad, sin eludir los planteamientos predictivos, aun cuando se carezca de oportunidades o
medios factuales de contrastación. La estimación de las tendencias de los acontecimientos
internacionales está en relación directa con los
resultados consistentes con la realidad y con la
acumulación sistemática del conocimiento disciplinario. Es indispensable poner atención a los
resultados disciplinarios y al procedimiento de
investigación.
El recurso adicional para el fortalecimiento
de la disciplina es su potencial integrador y convergente de las disciplinas sociales hacia su cientificidad, mediante la asimilación, procesamiento
y síntesis de los distintos campos gnoseológicos
en un cuerpo interdisciplinario común.
73
CIENCIAS SOCIOECONÓMICAS
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Rubén Cuéllar Laureano es profesor de la licenciatura en Relaciones Internacionales adscrito al Programa Político de la fes Acatlán, y al Centro de Relaciones
Internacionales de la Facultad de Ciencias Políticas y
Sociales. Es maestro en estudios en Relaciones Internacionales por la unam. Realiza el doctorado en ciencias
políticas y sociales en la fcpys.
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