Úlceras por Presión UPP DEFINICIÓN Una úlcera por presión es una lesión tisular grave, en este caso de la piel del cuerpo humano, que puede llegar comprometer y necrosar su tejido subcutáneo, músculo o tejido óseo. Estas úlceras por decúbito comúnmente llamadas escaras, aparecen preferentemente en personas encamadas o en silla de ruedas por tiempos prolongados, en las cuales se va generando un proceso isquémico que impide que la sangre con el oxígeno y nutrientes alcance los órganos y tejidos del cuerpo como resultado de la presión o fricción constante y prolongada en zonas de escaso tejido subcutáneo o donde existen prominencias óseas o cartilaginosas en contacto con una superficie dura o no adecuadas para estos niveles de postración. Entonces, se producen por: Por la compresión de la piel sobre los planos óseos prominentes. Esto impide la fluidez de la corriente sanguínea y se produce una congestión de oxígeno y nutrientes. El proceso de formación de las úlceras por decúbito se puede observar claramente en el cuadro siguiente: Presión prolongada en una zona corporal Dificultad circulatoria Isquemia Enrojecimiento de la piel y dolor Ruptura de la piel Úlcera por decúbito Destrucción de los tejidos Infección Curación Signos y Síntomas Adormecimiento Enrojecimiento de la piel Aspecto manchado Calor local Picor Pérdida de la sensibilidad Tejido necrótico Localización de las Úlceras por Presión Hay que decir que las úlceras por Presión pueden aparecer en cualquier parte de cuerpo humano que esté sometido a presión que coincide con prominencias o máximo relieve óseo. Pero haya partes en las que aparecen úlceras con más frecuencia. Los sitios que resultan más comprometidos con una UPP son: El codo Zona de los talones Zona occipital Zona de las caderas (trocánteres) Zona de los maléolos Zona genital Orejas Pierna Pie Glúteos Codos Los tobillos Los hombros Zona de la espalda (sacro, nalgas) La parte posterior de la cabeza Los Factores o Condiciones que predisponen a la aparición a las Úlceras por Decúbito, o Úlceras por Presión (UPP) son las siguientes: Presión prolongada sobre una zona corporal Sábanas húmedas, manchadas, con pliegues o arrugas Piel en mal estado seca o agrietada, en las cuales pueden proliferar bacterias si no se realiza correctamente el aseo del enfermo Paciente Postrado Adelgazamiento de la dermis Ancianidad Incontinencia o fuga de orina o heces Caquexia Poli traumatizado Obesidad Estrés Parálisis o espasticidad Alteración del estado de conciencia Infecciones Edemas Humedad Mal nutrición Ingesta deficiente Deshidratación Pérdida sensorial Sondajes o cateterismos Higiene deficiente Presencia de cuerpos extraños en contacto con la piel Posturas inadecuadas Aparatos ortopédicos CLASIFICACIÓN Las úlceras por presión se clasifican en estadios según las estructuras afectas de los tejidos. Según qué bibliografía, encontramos diferentes clasificaciones, que pueden ir de 2 a 6 estadios. En esta revisión emplearemos la de 4 estadios Estadio grado I Alteración observable en la piel integra, relacionada con la presión, que se manifiesta por una zona eritematosa que no es capaz de recuperar su coloración habitual en treinta minutos. La epidermis y dermis están afectadas pero no destruidas. En pieles oscuras, puede presentar tonos rojos, azules o morados (En comparación con un área adyacente u opuesta del cuerpo no sometida a presión, puede incluir cambios en uno o más de los siguientes aspectos: temperatura de la piel; caliente o fría consistencia del tejido; edema, induración o insensibilidad , y/o sensaciones; dolor, escozor Estadio grado II Pérdida parcial del grosor de la piel que puede afectar a epidermis y/o dermis. La ulcera es una lesión superficial que puede tener aspecto de abrasión, flictena, o pequeño cráter superficial, con pérdida de continuidad de la piel Estadio grado III Úlcera ligeramente profunda, pérdida total del grosor de la piel, con necrosis y/o exudación del tejido subcutáneo, pudiéndose extender más hacia dentro pero sin afectar la fascia subyacente. La lesión presenta el aspecto de un cráter con bordes más evidentes que puede socavar o no al tejido subyacente. Estadio grado IV Úlcera profunda en forma de cráter, que puede presentar cavernas, fístulas o trayectos sinuosos con destrucción muscular, hasta la estructura ósea o tendón, cápsula articular, etc. Exudado abundante y necrosis tisular. En todos los casos que procedan, deberá retirarse el tejido necrótico antes de determinar el estadio de la úlcera, sirviendo la zona de afectación estructural más profunda de la totalidad de la lesión para definir el estadio en que se encuentra CUIDADOS DE ENFERMERIA (UPP) Diagnósticos de Enfermería: Daño potencial de la integridad de la piel relacionado con la presión. Alteración de la integridad de la piel relacionada con úlceras por presión en evolución. Dolor relacionado con la destrucción tisular y la exposición de nervios. Objetivos Aliviar o eliminar la presión para evitar la formación de úlceras por presión. Mejorar el estado nutricional y conservar un equilibrio positivo de nitrógeno: las úlceras por presión se desarrollan con más rapidez y son más resistentes al tratamiento en los que sufren trastornos de la nutrición. Acelerar el proceso de cicatrización de la úlcera por presión. Disminuir el dolor al paciente, para darle tranquilidad y comodidad. Manejo de Enfermería de las úlceras por presión. Establecer un programa secuenciado de cambios de posición considerando; las laterales, pronación, y dorsal a menos que alguna esté contraindicada. En pacientes encamados en su domicilio, debe incluirse en el Programa de Atención Domiciliaria de su centro de salud de Atención Primaria. El programa deberá cumplir el objetivo de realizar actividades de asistencia, prevención, promoción y rehabilitación de la salud para conseguir el mayor grado de independencia del paciente, la potenciación del autocuidado, la educación del cuidador y una mejora de la calidad de vida en el contexto domiciliario Los cambios de posición deben realizarse cada 1 o 2 horas. En pacientes autónomos enseñar hacer cambios cada 15 minutos, manteniendo la alineación corporal, la distribución del peso y el equilibrio. Inspección periódica de las regiones y zonas susceptibles por lo menos dos veces al día, orientadas a que el paciente conserve intacta su piel, sin enrojecimientos, daños o excoriaciones, pudiendo usar un espejo manual para la ubicación de zonas de difícil de ver Emplear una buena técnica para los cambios de posición del paciente, y con ello reducir la fricción y la consiguiente pérdida de epidermis. Rodar y elevar al paciente, no deslizar ni tirar del cuerpo a través de la superficie de apoyo. Al palpar las zonas susceptibles se busca valorar aumento de temperatura de la piel. Emplear sábanas para el traslado. Mantener la sábana de abajo seca y bien estirada para aliviar las arrugas. Colocar al paciente con almohadas, cojines, etc. para aliviar la presión. Alivio de la presión sobre las prominencias óseas mediante posiciones correctas con almohadas y técnicas “de puentes”. Emplear protectores para talones y codos. Higiene y lubricación de la piel Uso de dispositivos anti compresión. Colchón “anti escaras” disminuye en un 50% aparición de úlceras. Almohadones entre rodillas y tobillos No usar flotadores o dispositivos tipo anillo ya que comprometen la circulación. Mejorar estado nutricional y físico del paciente Dieta abundante en proteínas: las reservas adecuadas de proteínas son importantes para conservar la vitalidad de los tejidos. Complementos vitamínicos y de proteínas. Complementos con zinc, porque mejoran el apetito y aumentan la velocidad de curación de las heridas. Practicar estudios frecuentes de hemoglobina, hematocrito y glicemia. Realizar curación diaria de las úlceras utilizando un buen lavado con suero fisiológico, colocar apósitos de hidrocoloides, o utilizar panela para granulación del tejido. Tomar cultivos de secreción de la herida para verificar la presencia de microorganismos infecciosos. Realizar desbridamiento de la herida retirando el tejido necrosado para favorecer la granulación y evitar la infección. Administrar adecuadamente. y en los horarios establecidos. los analgésicos ordenados por el médico. La dieta del paciente con UPP deberá garantizar el aporte como mínimo: Aporte hídrico de 30 cc Agua/día x Kg de peso Calorías 30-35 Kcal x Kg de peso/día. Rol del TENS Cuidado en la prevención de U.P.P. Tratamiento Cuidados Curaciones Cambio de posiciones Educación Cuidados Preventivos de enfermería I. II. III. Identificar permanentemente el estado de la piel: sequedad, excoriaciones, eritema, maceración, fragilidad, temperatura e induración, sensación de picor o dolor y prominencias óseas (sacro, talones, tobillos, codos y occipucio) para identificar precozmente signos de lesión. Estimular la actividad y el movimiento del paciente. Controlar la ingesta de alimentos adecuando la dieta a los deseos individuales del paciente o su condición de salud y estimular la ingesta de líquidos IV. En caso de que la dieta habitual de un paciente no cubra estas necesidades se debe recurrir a suplementos hiperproteicos de nutrición enteral oral para evitar situaciones carenciales V. Valorar desnutrición: una pérdida de peso de más del 5% en 30 días o más del 10% en los 180 días previos Uso de colchones anti escaras. Mantener la ropa del paciente limpia, seca y sin arrugas Evitar la fricción y la sequedad de la piel, usando cremas hidratantes, prohibido colonias, alcohol, o talco Utilizar agua tibia y jabones neutros en la higiene diaria y secado meticuloso sin fricción Vigile al paciente con aparatos ortopédicos o yeso, protegiendo la piel de la presión o escoriaciones producidas por los aparatos. Una cama firme y lisa, sábanas estiradas, sin migas, impiden irritaciones de la piel que predisponen a las escaras. Evitar levantar el cabezal de la cama más de 30º manteniendo la espalda recta con almohadones Controlar si hay sustancias sobre la piel, que pueda irritarla, como transpiración, orina, materia fecal o flujo vaginal. Si el paciente tiene incontinencia, se ha de evitar la humedad ya que provoca maceración y edema de la piel Si hay relajación de esfínteres, extreme las medidas de aseo, especialmente en la región glúteo. Aplique aceite, para evitar la maceración de la piel, por acción de la orina y materias fecales. VI. VII. VIII. IX. X. XI. XII. XIII. XIV. XV. CURACIONES Objetivo: Favorecer el proceso de cicatrización de las ulceras Evitar complicaciones en la profundidad y la infección Materiales Generales: Equipo de curaciones guantes estériles apósitos específicos, protector de ropa de cama Medidas locales Antibióticos tópicos y antisépticos Eliminar el tejido necrótico: Uso de apósitos especializados ESTADIO I Tratamiento: Apócitos transparentes, Apócitos hidrocoloides, Apócitos de poliuretano. Observación: Prevención y protección de la zona enrojecida. ESTADIO II Tratamiento: Apócitos hidrocoloides, Pasta o grânulos hidrocoloides, Hidrogeles Observación: Permiten rellenar la cavidad absorbiendo mejor el exudado. ESTADIO III Tratamiento: Desbridamiento quirúrgico Observación: Eliminar los exudados y las bacteria por acción capilar. ESTADIO IV Tratamiento: Cirugía Observación: Curas cada 24 horas “Que este material, sea el inicio de un interés más profundo, que te permita un manejo más Humano y Profesional en la ayuda a la recuperación de este flagelo, que afecta a pacientes en situación de postración o encamados”