A 70 AÑOS DEL INICIO DE LA SEGUNDA GUERRA MUNDIAL Por: Nelson Vásquez Juárez El 1 de septiembre se conmemoran 70 años del inicio de la II Segunda Guerra Mundial, uno de los mayores conflictos en la historia de la humanidad. Ese día tropas alemanas invadieron Polonia y en pocas semanas dicho país fue derrotado. La denominada Guerra Relámpago sorprendió al mundo por la rapidez con que se lograban los objetivos militares. Hitler atacó Polonia pensando que ni Inglaterra y Francia le declararían la guerra. El consideraba, luego del Pacto de Munich, donde Francia e Inglaterra consintieron la entrega a la Alemania nazi de parte del territorio de Checoslovaquia, que las democracias occidentales eran débiles. Hitler quería la guerra en ese momento pero Inglaterra y Francia cedieron a sus pretensiones evitando de esa manera un conflicto la Europa en 1938. El historiador Joachim Fest en su libro “Conversaciones con Albert Speer” narra lo que le contó el arquitecto de Hitler sobre la reacción del líder nazi al Pacto de Munich: “Speer cuenta que, tras la conferencia de Munich de 1938, durante muchos días Hitler estuvo de mal humor y, contra su costumbre, se enfadaba por menudencias. (…) Poco a poco fue trascendiendo que Hitler creía que la transigencia de las otras potencias le había impedido obtener lo que realmente quería. Y, más o menos catorce días después, expresó en círculos reducidos que no sólo se sentía estafado por la cobardía de los ingleses y los franceses, sino que también estaba desencantando por la tibieza de los alemanes y por la opinión pública contraria al gran conflicto que él anhelaba.”1 Su siguiente objetivo: Polonia, Hitler aspiraba conquistarla por la fuerza militar y creía que Inglaterra y Francia no lucharían por los polacos. El historiador Allan Bullock ha señalado que incluso después del ataque Polonia “Hitler aún estaba convencido que Francia y Gran Bretaña no intervendrían, y el retraso de la declaración de guerra le confirmaba más su teoría. A pesar de que Varsovia y otras ciudades polacas habían sido bombardeadas horriblemente desde el amanecer del 1° de septiembre, los gobiernos francés y británico no se dieron prisa por hacer efectiva su alianza con los polacos.” 2 Es de la misma opinión el profesor Rolf-Dieter Muller del Instituto de Historia Militar de las Fuerzas Armadas de Alemania, quien asevera que “Hitler quería guerra, pero tenía dudas (...) Tomó la decisión de comenzarla, cuando 1 Fest, Joachim: “Conversaciones con Albert Speer. Preguntas sin respuestas”, Barcelona, Ediciones Destino, primera edición febrero 2008, p. 77. 2 Bullock, Alan: “Hitler. Estudio de una tiranía”, Barcelona, Ediciones Grijalbo, S.A., tercera edición, enero 1964, p. 583. 1 comprendió que las potencias occidentales no apoyarían a Polonia, a la que pensaba agredir primero.” 3 Sin embargo, Francia e Inglaterra reaccionaron y le dieron un ultimátum a Hitler: o se retiraba de Polonia o le declararían la guerra. Esto sorprendió a Hitler y su entorno. Sobre esto existe la versión de Paul Schmidt intérprete del Ministerio de Asuntos Exteriores de Alemania, quien recibió el ultimátum de Inglaterra el 3 de septiembre de 1939. Schmidt fue testigo en los famosos juicios de Nuremberg. El 28 de marzo de 1946 declaró lo siguiente: “Fue así como, a las nueve de la mañana, recibí al embajador británico en el despacho de Von Ribbentrop. Cuando le rogué que tomara asiento, Henderson se negó y, de pie, me leyó el famoso ultimátum del gobierno británico al gobierno alemán por el cual, a menos que Alemania cumpliera determinadas condiciones, el gobierno británico se consideraría en guerra con Alemania a partir de las once de esa misma mañana.”4 Posteriormente, Schmidt fue la Cancillería del Reich y tradujo el documento a Hitler, quien estaba con Von Ribbentrop, y refiere que “cuando hube terminado la traducción, ambos se quedaron completamente en silencio durante un minuto. Era evidente que aquella noticia no les convenía. Durante unos instantes, Hitler se quedó senado en su butaca, meditabundo y preocupado, con la mirada perdida. Posteriormente rompió el silencio con una pregunta más bien abrupta dirigida al Ministro de Exteriores: “¿Qué hemos de hacer?” Y se lanzaron a discutir los siguientes pasos diplomáticos que debían dar…” 5 El intérprete agregó que luego salió y paso a la antesala donde habían otros dirigentes nazis y les informó “que no habría un segundo Munich” y fue testigo de “la ansiedad que se leía en sus rostros que habían sabido interpretar mi observación. Cuando les dije que acababa de entregarle a Hitler el ultimátum británico, se hizo en la sala el silencio más absoluto. Los gestos se fueron tornando más y más serios. Todavía recuerdo que Goering, por ejemplo, que estaba frente a mí, se volvió y dijo: “Que Dios nos ayude si perdemos esta guerra.” Goebbels se encontraba en una esquina, solo, y tenía una expresión muy seria, casi abatida. Aquel ambiente deprimente se apoderó de todos los presentes, y todavía está grabado en mi memoria como algo extraordinario a la vista del estado de ánimo que se respiraba en la antesala de la Cancillería del Reich el primer día de la guerra.” 6 Hitler había evaluado mal a los gobiernos británico y francés al pensar que le iban a dejar conquistar Europa sin oponerse. Aunque posteriormente derrotó a Francia en Mayo de 1940 y casi a Inglaterra, la oposición de esta última fue factor fundamental para su posterior derrota. El líder nazi siempre había demostrado admiración por el imperio británico y deseaba llegar a un acuerdo con el. Sin embargo, Churchill al timón de Gran Bretaña jamás aceptó 3 Declaraciones de Rolf-Dieter Muller EN: NOVOSTI, Russian News & Information Agency, 19 de agosto del 2009, sp.rian.ru/onlinenews/20090819/122766279. 4 Owen, James: “NUREMBERG” El mayor juicio de la historia”, Madrid, Memoria Crítica, primera reimpresión octubre 2007, p. 195-196. 5 Owen, James: Idem. p. 196. 6 Owen, James: Idem. p. 196. 2 negociación alguna con Hitler, ni siquiera en los momentos de mayor peligro para su país. Otro tema a analizar respecto al 1 de septiembre de 1939 es el Pacto Molotov-Ribbentrop que fue firmado el 23 de agosto de 1939 y que para muchos historiadores fue determinante para que Hitler se decidiera finalmente a invadir Polonia. Sobre el particular, Alexandr Chubarian, director del Instituto de Historia de la Academia de Ciencias de Rusia, opina que discrepa de los que argumentan que el citado pacto fue el detonante de la II Guerra Mundial. Señala que “Hitler decidió invadir Polonia mucho antes de firmar el pacto de no agresión con la URSS, y en la primavera de 1939, ya había puesto en marcha los preparativos de la agresión, incluso fijo el 26 de agosto de 1939 como la fecha tentativa para el asalto, pero el ejército alemán no pudo cumplir ese plazo y emprendió la invasión el 1 de septiembre.” 7 Agrega que “independientemente del resultado de sus negociaciones con la URSS, Hitler no tuvo ninguna duda en cuanto a sus planes de invadir Polonia”. 8 Discrepamos de la posición del historiador ruso porque sin el pacto la Unión Soviética hubiera considerado la guerra contra Polonia como una amenaza inminente a su seguridad. Esa es la razón además por la cual existieron unos protocolos secretos mediante los cuales Alemania y Rusia se repartieron Polonia. La diplomacia alemana sabía que no bastaba con avisar a la Unión Soviética del ataque a Polonia, sino que era necesario permitir que ocuparan parte de Polonia para que dicho país no se sintiera amenazado por Alemania. Hoy en día una de las grandes discusiones de Rusia con Occidente es la intención de Estados Unidos de poner radares y armas antimisiles en Polonia y Checoslovaquia. El liderazgo político ruso ha declarado en reiteradas oportunidades que eso es una amenaza a su seguridad. Consecuentemente, es poco probable que Hitler hubiese ordenado invadir Polonia si no se hubiese firmado el pacto Molotov-Ribbentrop, se corría el riesgo de una guerra con la Unión Soviética. Como apreciamos la II Segunda Guerra Mundial sigue siendo un tema de actualidad y debate. Así, en Moscú se ha publicado el pasado 31 de agosto una antología titulada “Secretos de la política exterior polaca 1935-1945” cuyo autor es Lev Sotskov, general del Servicio de Inteligencia Exterior de Rusia. Esta publicación tiene como objetivo exponer a la opinión pública internacional la posición polaca antes de la guerra y según el portavoz del Servicio Ruso de Inteligencia (SVR), Serguei Ivanov, “historiadores, políticos y amplio público en general podrán aclarar gracias a esta publicación por qué fracasaron los planes de seguridad colectiva antes de la invasión alemana en Polonia, el 1 de septiembre de 1939, y qué factores impidieron la formación de una coalición antinazi en aquellas fechas.” 9 Durante la presentación de su libro el general Lev Sotskov expuso que “los dirigentes polacos que estaban en el poder en vísperas de la Segunda 7 Entrevista a Alexandr Chubarian EN: NOVOSTI, Russian News & Information Agency, 24 de agosto del 2009, sp.rian.ru/analysis/20090824/122812906. 8 Entrevista a Alexandr Chubarian: Idem. 9 Declaraciones de Serguei Ivanov, EN: NOVOSTI, Russian News & Information Agency, 25 de agosto del 2009, sp.rian.ru/onlinenews/20090825/122829854. 3 Guerra Mundial planeaban desmembrar la Unión Soviética avivando ánimos separatistas en el Cáucaso, en Ucrania y en Asia Central.”10 Precisó el general Sotskov que los servicios secretos polacos crearon una organización llamada Prometeo en París cuyo objetivo era desestabilizar la situación en Ucrania, en el Cáucaso y en la región del Volga para desmembrar la Unión Soviética. Agregó que “la política de los dirigentes polacos que optaron por cooperar con la Alemania nazi resultó fatal para el pueblo polaco, pues la postura asumida por las autoridades de Varsovia de cara a la guerra descartó la posibilidad de formar una coalición antinazi en aquellas fechas.”11 Agregando que la “la liquidación de Polonia como un país soberano y la incorporación de su territorio en el Tercer Reich ‘es el precio que pagaron los políticos polacos por su política miope.” 12 Todas estas declaraciones y opiniones demuestran la actualidad de un hecho histórico como la Segunda Guerra Mundial y que la conmemoración de fechas tan importantes como el inició de dicho conflicto es la ocasión para que los países que tomaron parte en dicha guerra expongan nuevas interpretaciones de acuerdo a los intereses de cada Estado. Lima, 1 septiembre del 2009 10 Declaraciones de Lev Sotskov, EN: NOVOSTI, Russian News & Information Agency, 1 de septiembre del 2009, sp.rian.ru/onlinenews/20090901/122918520. 11 Idem. 12 Idem. 4