ADAM SMITH Y EL CAPITALISMO Por Horacio G. CORBIÈRE Octubre 2003 El padre de la Economía política Adam Smith nació en 1723 en Escocia. Su padre, juez y oficial de aduanas, murió al nacer él. Su madre lo educó en Kilcardy. A los catorce años entró en la Universidad de Glasgow, donde tomó contacto con Francis Hutcheson, que también había sido profesor de David Hume. Hutcheson tuvo mucha influencia sobre Smith y le debe en gran parte sus ideas sobre la libertad política. Luego de su paso por Oxford en el Balliol College volvió a Kilcardy y pocos años después fue nombrado catedrático de Lógica de la Universidad de Glasgow, pasando a la Cátedra de Filosofía Moral cuando quedó vacante en 1752. Sus clases en Glasgow dieron lugar a una de sus principales obras, The Theory of Moral Sentiments, que se publicó en 1759, libro que tuvo mucho éxito En Toulouse desarrolló parte de sus conferencias de Glasgow; este fue el inicio de su obra principal, An Inquiry into the Nature and Causes of the Wealth of Nations que se publicó finalmente en 1776. El libro fue esencialmente, un estudio de la creación de la riqueza. Este tema ya había preocupado a los mercantilistas y a los fisiócratas, pero, mientras que los primeros creyeron que la riqueza derivaba de una balanza comercial favorable y los segundos de la tierra, Smith sostuvo que la riqueza procedía del trabajo Empezó con la celebrada descripción del trabajo que incrementa la riqueza debido a que aumenta la destreza de la fuerza de trabajo, ahorra tiempo, y permite el empleo de ingenios mecánicos. Los límites de la división del trabajo vienen determinados por el tamaño del mercado y del "stock de capital". El problema del crecimiento económico lo desarrolló en su famoso Libro IV, en el cual Smith adelantó la tesis de que la libertad dentro de una sociedad llevaría a la máxima riqueza posible. En muchos sentidos, el argumento se basa en The Theory of Moral Sentiments, debido a que la armonía social que exponía dependía, en muchos sentidos, del delicado equilibrio de los motivos en conflicto del hombre. “La búsqueda para satisfacer el propio interés beneficiaría a toda la sociedad y estará limitado por el propio interés en el prójimo.” Los productores intentan obtener el máximo beneficio pero, para lograrlo, deben producir los bienes que desea la comunidad. Además, deben producirlos en las cantidades adecuadas, de lo contrario, un exceso daría lugar a un beneficio y precio bajo, mientras que una oferta demasiado pequeña originaría un aumento del precio y finalmente un aumento de la oferta. El delicado mecanismo de la "mano invisible" entraba en juego también en el mercado de los factores de producción, asegurando la armonía siempre que los factores buscaran las rentas máximas posibles. Se producirían los bienes adecuados a los precios adecuados y el conjunto de la comunidad obtendría la máxima riqueza posible mientras rigiera la libre competencia; sin embargo, si se restringiese la libre competencia, la "mano invisible" dejaría de funcionar y la sociedad cargaría con las consecuencias. ADAM SMITH Y EL CAPITALISMO Por el Ing. Horacio G. Corbière 1 El éxito inmediato del libro se debió a su brillante sistematización del pensamiento económico alrededor del concepto central de los mercados, y en la justificación intelectual que proporcionaba a los nuevos industriales que estaban interesados en librar a Gran Bretaña de los controles mercantilistas. En un corto tiempo, La Riqueza de Las Naciones entró en las estanterías de los políticos y economistas proporcionando el código del comportamiento económico que sirvió a Gran Bretaña durante la mayor parte del siglo siguiente, y cuyas brillantes perspectivas únicamente quedaron paliadas por las predicciones lúgubres del reverendo Thomas Malthus y David Ricardo. Adam Smith "persuadió a su propia generación y gobernó a la siguiente". Smith atribuía el nivel del ingreso real per cápita como su tasa de crecimiento dependen de la actitud, la destreza y la sensatez con que generalmente se ejercita el trabajo, es decir lo que hoy en día llamaríamos la productividad laboral. “ El trabajo anual de cada nación es el fondo que en principio la provee de todas las cosas necesarias y convenientes para la vida y que anualmente consume el país.” Es decir se asimila la riqueza a la producción de bienes, no al dinero en sí. Smith atribuía las diferencias en la productividad laboral al grado de “ división del trabajo” de cada industria, es decir al grado de sistematización y especialización de cada trabajador en una parte del proceso productivo y a la introducción de maquinaria especializada. Además, relacionaba el grado de “ división del trabajo” con el grado de acumulación de capital, porque solamente este capital podría dotar al proceso productivo de una adecuada alimentación de herramientas y bienes de capital que aumentaran la productividad. También, enseñaba en su obra que, aún siendo la división del trabajo técnicamente factible, económicamente está relacionada con el “tamaño del mercado”, porque solamente un mercado de grandes proporciones, animaría a realizar una inversión de capital que produjera un mayor aumento de la productividad. En pequeños mercados, esta inversión podría producir la fabricación de más productos que los que el mercado pudiera demandar. Abriendo un mercado más amplio que exceda las necesidades del doméstico, se produce una estimulación de las fuerzas productivas de tal manera que alcance un desarrollo considerable el producto anual y, por consiguiente la renta y la riqueza efectiva de la sociedad. Un entorno legal y político favorable puede alentar el flujo de inversiones productivas hacia el mercado. “Todo hombre, con tal que no viole las leyes de la justicia, debe quedar en libertad de ejercer su propio interés como le plazca, dirigiendo su actividad e invirtiendo sus capitales en concurrencia con cualquier otro individuo o categoría de persona” La asignación espontánea del mercado generalmente producirá una asignación óptima de los recursos, maximizando por tanto el bienestar de la sociedad entera, aún cuando esta no sea la intención de los individuos involucrados. “Pero es sólo por su propio provecho que un hombre emplea su capital en apoyo de la industria; por tanto, siempre se esforzará en usarlo en la industria cuyo producto tienda a ser de mayor valor o en intercambiarlo por la mayor cantidad posible de dinero u otros bienes... En esto está, como en otros muchos casos, guiado por una mano invisible para alcanzar un fin que no formaba parte de su intención. Y tampoco es lo peor para la sociedad que esto haya sido así. Al buscar su propio interés, ADAM SMITH Y EL CAPITALISMO Por el Ing. Horacio G. Corbière 2 el hombre a menudo favorece el de la sociedad mejor que cuando realmente desea hacerlo”. Adam Smith, Libro IV, Cap.2. Según Adam Smith,”lo que es prudencia en el gobierno de una familia particular, raras veces deja de serlo en la conducta de un gran reino” “Cuando un país extranjero nos puede vender una mercadería en condiciones más baratas de las que nosotros podemos hacerla, será mejor comprarla que producirla, dando por ella parte del producto de nuestra propia actividad económica y dejando a esta emplearse en aquellos rubros en que saque ventaja al extranjero.” Aplicando las ideas de Adam Smith a los países sub-desarrollados podríamos concluir que puesto que los mercados domésticos de los países sub-desarrollados son muy pequeños, la participación en el mercado internacional les permite trascender las limitaciones de sus mercados internos para aprovechar economías de escala y utilizar plenamente su capacidad instalada. Al generar mayores ingresos, la participación en el comercio internacional también tiende a incrementar el ahorro doméstico, proporcionando los recursos necesarios para futuras inversiones. ADAM SMITH Y EL CAPITALISMO Por el Ing. Horacio G. Corbière 3