ANA FRANK Frankfurt, 1929 - Campo de concentración de Bergen-Belsen (Alemania), 1945. Joven de origen judío que dejó testimonio en un famoso diario de los dos años que vivió oculta con su familia para escapar del exterminio nazi. "Años parecen haber pasado entre el domingo y el día de hoy. Han sucedido tantas cosas, que parece como si el mundo se hubiera vuelto al revés. Pero aún estoy viva, Kitty, y eso es lo principal; dice papá. Sí, aún estoy viva, pero no preguntes dónde ni cómo. No entenderías una palabra, así que empezaré por contarte lo que pasó en la tarde del domingo. Eran ya las tres cuando alguien llamó a la puerta.” Diario de Ana Frank Mi nombre es Annelies Marie Frank, pero se me conoce mundialmente como Ana Frank. Nací en Frankfurt y fui la segunda hija de Otto Heinrich Frank y su mujer, Edith Hollander, una familia de judíos alemanes. Mi padre había participado como Teniente del Ejército Alemán en la Primera Guerra Mundial. Tenía una hermana mayor, Margot. Junto con mi familia, tuve que mudarme a la ciudad de Ámsterdam, huyendo de los nazis. Allí mis padres me regalaron un diario al cumplir los trece años. Muy poco después, mi familia tuvo que ocultarse en un escondrijo situado en un viejo edificio cuya puerta estaba escondida tras una estantería. Allí vivimos durante la ocupación alemana, desde el 9 de julio de 1942 hasta el 4 de agosto de 1944. En el escondite había ocho personas: mis padres, mi hermana mayor, un dentista judío, el matrimonio Van Pels con su hijo y yo. Durante aquellos años, escribí mi Diario, en el que describía el miedo a vivir escondida durante años, mis nacientes sentimientos por Peter (el hijo de los Van Pels), los conflictos con mis padres, y mi vocación de escritora. Pocos meses antes de ser descubiertos, empecé a reescribir mi Diario con la idea de publicarlo tras la guerra. Después de más de dos años, un informador holandés guio a la Gestapo a nuestro escondite. Fuimos arrestados y un mes después toda la familia fue trasladada en tren de Westerbork (campo de concentración en el noreste de Holanda) hacia el Campo de concentración de Auschwitz, viaje que nos llevó tres días. Mientras tanto, las personas que nos protegieron mientras estuvimos escondidos, encontraron y guardaron mi Diario y otros papeles míos. Margot, mamá, la familia Van Pels y Fritz Pfeffer (el dentista judío) y yo no sobrevivimos a los campos de concentración nazis. Margot y yo pasamos un mes en Auschwitz y luego fuimos enviadas a Bergen-Belsen, donde morimos de tifus poco antes de la liberación. Solo mi padre logró salir del Holocausto con vida. Le dieron el diario, que editaría con el fin de publicarlo con el título Diario de Ana Frank, que ha sido ya impreso en 70 idiomas. La voz de la otra mitad: mujeres en la literatura ANA FRANK La voz de la otra mitad: mujeres en la literatura