Tuberculosis. Es una enfermedad inhabilitante, de larga duración, con grandes complicaciones para la persona que la padece y su entorno, que se transmite de una persona enferma a una sana por vía respiratoria y cuyo tratamiento, para la mayoría de los casos, es largo y sacrificado. La tuberculosis es una enfermedad curable y prevenible. Cada año, alrededor de 12.000 habitantes de nuestro país desarrollan la tuberculosis y cerca de 800 personas mueren por esta causa. El 48% de los casos notificados se concentran en la provincia de Buenos Aires. Según el Ministerio de Salud, le siguen Salta, Jujuy, Formosa y Santiago del Estero. Se puede diagnosticar con facilidad y su tratamiento es muy eficaz, es decir, que en las personas que se completa el tratamiento y se curan, rara vez existen secuelas o reactivaciones del problema en el futuro. Sin embargo persiste en el imaginario colectivo la idea de que es una enfermedad que inevitablemente conduce a la muerte y de manera injusta, se discrimina y estigmatiza a las personas que tienen esta enfermedad. - Historia Es una enfermedad infecciosa tan antigua como la humanidad, ha constituido y constituye hoy un gran problema debido a su crecida difusión, a la mortalidad que causa y a su carácter socioeconómico propio de una infección de curso crónico. Entre los años 1907 y 1912 Smith, Rouffer, Fouquet y otros investigadores comprobaron que los huesos de algunas momias egipcias presentaban alteraciones debidas a tuberculosis. Primitivamente se la designó consunción, escrófula o tisis, afección que atacaba tanto al hombre como a los animales. En estos últimos, como enfermedad “perlácea” cuando se observaban lesiones miliares en serosas. Keppler en 1648 menciona la tuberculosis bovina. En 1689, Morton vincula los tubérculos hallados en pulmones humanos con la tisis. Entre los años 1785 y 1793, médicos franceses e ingleses dieron gran importancia a las granulaciones y a los tubérculos que se transformaban en una masa purulenta hasta constituirse en grandes abscesos pulmonares. El 24 de marzo de 1882, Robert Koch comunicó a la Sociedad de Fisiología de Berlín que, mediante coloración con derivados de anilina, había descubierto al bacilo que producía la tuberculosis, de material obtenido de lesiones humanas, y también de bovinos y suinos. De las múltiples vacunas ensayadas y propuestas, la BCG (Bacilo Calmette-Guerin) fue la más eficaz, protegiendo durante mayor tiempo. Estudiada desde 1902, se aplicó por primera vez en 1921. Se preparó con bacilos tuberculosos vivos de origen bovino, con pérdida probada de su virulencia. La inmunidad que produce no es absoluta pero protege al niño de las más graves consecuencias de la tuberculosis primaria, tales como la meningitis y la tuberculosis miliar. Las normas nacionales de vacunación indican la vacunación en la primera semana de vida, a fin de proteger al recién nacido de las consecuencias de una primoinfección virulenta. La revacunación puede hacerse a los 6-7 años de edad ya que la protección, aunque parcial, se prolonga entre 5 y 10 años. Debe vacunarse a todas aquellas personas tuberculino negativas. En el año 1924, el veterinario Andrés Arena fue comisionado por el Gobierno de la Pcia. de Buenos Aires para estudiar la vacuna B.C.G. en Europa, primero en España y después en Francia. Volvió al país en 1925 y elaboró una vacuna B.C.G. por primera vez en América Latina, que se aplicó en 30 niños en la Maternidad de la Escuela de Parteras de La Plata y, posteriormente, se emplean en adultos. Este trabajo se publicó en 1928 y fue leído en la Academia de Medicina de París. El avance más categórico sobre la enfermedad y su control, se produjo con el advenimiento de los antibióticos y de los quimioterápicos que crean un tratamiento específico eficaz, disminuyendo o anulando la población bacteriana. La Estreptomicina (S), kanamicina, cicloserina, etionamida, rifampicina (R), viomicina, isoniazida (H), pirazinamida (Z) y etambutol (E) administrados en dosis adecuadas y por el tiempo necesario, logran evitar recaídas y aseguran la curación. Es de suma importancia evitar el uso desenfrenado y fuera de pautas programáticas de las drogas de primera y más aún de segunda línea. El tratamiento de la TBC indiscutiblemente debe ser supervisado. En la década del 60, se estimaba una prevalencia de tuberculosis humana de 1.200.000 casos activos para América Latina, con una incidencia anual de 600.000. - Definición y Fisiopatología La Tuberculosis (TBC) es una enfermedad infecciosa crónica pulmonar y extra pulmonar, adquirida mediante inhalación en la estructura alveolar del pulmón de núcleos de gotitas secas que contienen el bacilo de la TBC (micobacterium tuberculosis); se caracteriza por períodos de infección temprana (a menudo asintomática), latencia y potencial de recurrencia de la enfermedad posprimaria. El nombre tuberculosis proviene de la palabra tubérculo. Estos son pequeños tumores duros que se forman cuando el sistema inmune constituye una pared alrededor de la bacteria de la TBC. El micobacterium es una micobacteria de forma bacilar. Son aerobias y se tiñen con dificultad, pero una vez teñidas resisten la decoloración por los ácidos o por el alcohol y son por lo tanto, llamadas bacilos “acidorresistentes”. Los bacilos tuberculosos son resistentes a la desecación. - De qué se trata la enfermedad La tuberculosis es una enfermedad grave causada por bacterias "activas". Si las defensas del cuerpo están débiles, es posible enfermarse de tuberculosis inmediatamente después de que las bacterias entren en el cuerpo. También es posible que si las defensas del cuerpo están débiles, las bacterias inactivas se reactiven aun después de muchos años y se produzca la enfermedad. Esto puede ocurrir debido a la edad, a una enfermedad grave, al abuso de drogas o alcohol, o a la infección del VIH. Cuando las defensas del cuerpo están débiles y las bacterias inactivas de la tuberculosis se reactivan, las bacterias entonces pueden salirse de las paredes, comenzar a multiplicarse y dañar los pulmones u otros órganos. Los síntomas de la enfermedad varían según el tejido afectado. La tuberculosis extra pulmonar puede afectar meninges, vasos sanguíneos, riñones huesos articulaciones, laringe, piel, intestinos, nódulos linfáticos, peritoneo u ojos es mucho menos común que la tuberculosis pulmonar. La enfermedad se presenta con mayor frecuencia en los ancianos y en los individuos con enfermedades crónicas o debilitantes. Aunque la reactivación puede ocurrir en cualquiera de las lesiones focales, es más frecuente en la de los lóbulos superiores o del vértice de los lóbulos inferiores de los pulmones, donde se forman abscesos y cavidades tuberculosas. La enfermedad reactivada no tratada tiene un curso variable, con muchas exacerbaciones y remisiones. Son comunes las complicaciones producidas por la excesiva cavitación. - Tipos De acuerdo al lugar donde se origina puede ser: * Tuberculosis Pulmonar: Es la forma más frecuente de tuberculosis, se contagia a través del aire. * Tuberculosis extra pulmonar: Depende del sistema afectado. El inicio de los síntomas suele ser insidioso, como ocurre en el comienzo de la TBC Pulmonar. Ambas por lo general tienen el siguiente ciclo de desarrollo. Primoinfección tuberculosa: En el individuo no antes infectado, la puerta del bacilo puede ser pulmonar, digestiva o cutánea. La pulmonar es la que tiene mayor importancia. Las lesiones se localizan, en una primera fase, en los lóbulos inferiores por su mayor ventilación y más fácil acceso de las gotas inhaladas. Como no hay reacción del huésped, la infección puede progresar sin impedimentos, alcanza los ganglios regionales hiliares y aun la corriente sanguínea. Después de varias semanas aparece la inmunidad y con ella, la reacción del parénquima con un granuloma de células epitelioides (tubérculo) y necrosis (caseo), con adenitis regional. Habitualmente en este punto, la lesión cura por una combinación de resolución, fibrosis y calcificación. * Diseminación silenciosa: Así llamada porque cursa clínicamente con escasa fiebre y síntomas irrelevantes. Los bacilos llegan a la circulación sanguínea e invaden el organismo anidando en aquellos órganos con alta PO2(vértices pulmonares con alto índice de ventilación/, el riñón y las epífisis de crecimiento de los huesos) * Infección latente: si no existen factores extrínsecos energizantes o modificación del curso de la alergia, las lecciones establecidas precedentemente curan. El individuo recobra su salud pero es portador de lesiones que pueden hacerse clínicamente extensibles. Si existen factores desencadenantes de la enfermedad, ésta se desarrolla como enfermedad tuberculosa activa. - Causas *Modos de transmisión: Cualquier persona puede verse afectada por esta infección, la enfermedad se propaga a través del aire mediante pequeñas gotitas de secreciones de la tos o estornudos de personas infectadas de micobacterium tuberculosis. Para contagiarse de la tuberculosis debe de haber un contacto frecuente, familiar o una convivencia con personas infectadas. Es muy raro contagiarse de forma casual por un contacto esporádico en la calle. Las bacterias de la tuberculosis se transmiten a través del aire. Es por esto que la TBC en los pulmones o en la garganta puede ser contagiosa. Estando la bacteria en los pulmones pueden desde allí, usar la sangre para desplazarse a otras partes del cuerpo como los riñones, la columna dorsal y el cerebro. Este tipo de tuberculosis extra pulmonar, no es contagiosa. Una vez que la bacteria se introduce en el pulmón se forma un granuloma que es la infección primaria de la tuberculosis, este proceso no produce síntomas y en el 95% de los casos se recupera solo sin más problema. La bacteria de la tuberculosis pasa así a una fase de inactividad encerradas en un granuloma. Si por cualquier causa (otras infecciones, SIDA, cáncer, estrés, entre otras.) las defensas del cuerpo se debilitan las bacterias se reactivan y se produce la enfermedad. No es común contagiarse porque alguien tosa o en un restaurante, ni se transmite por el uso de platos, vasos, sábanas o colchones utilizados por personas infectadas. - Efectos secundarios del tratamiento La medicina para la TBC es relativamente segura. De vez en cuando, los medicamentos pueden crear efectos secundarios. Algunos de estos efectos son problemas menores. Otros son más serios. Si experimenta un efecto secundario grave, llame a su médico o enfermera de inmediato. Es posible que le pidan que deje de tomar la medicina o que vuelva a la clínica para realizarse exámenes. Los efectos secundarios graves aparecen a continuación. Si experimenta algunos de estos síntomas, llame a su médico o enfermera de inmediato: falta de apetito, náusea, vómito, Ojos o piel amarillos, fiebre por 3 días o más, dolor abdominal, cosquilleo en los dedos de los pies y las manos Comezón en la piel Sangrado fácil, Dolor en las articulaciones, Mareos, Cosquilleo o adormecimiento alrededor de la boca, Magulladuras o moretones por lesiones pequeñas, visión borrosa o diferente zumbido en los oídos, dificultad al oír.