Leyendo día a día en 1 Corintios

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Leyendo día a día en 1 Corintios
La iglesia imperfecta
Comentario conciso sobre 1 Corintios
Comentario conciso sobre 2 Corintios
Leyendo día a día en 2 Corintios
Leyendo día a día en 1 Corintios
S. Emery
Day by day through the New Testament
Precious Seed Publications
Introducción
La Epístola a los Corintios forma parte del primer ciclo de cartas de Pablo denominadas sus
Epístolas Misioneras, las cuales son 1 y 2 Tesalonicenses, 1 y 2 Corintios, Romanos y
Gálatas. En ellas Pablo trata mayormente temas de doctrina básica. En 1 Corintios está
escribiendo a una iglesia que había plantado unos tres años antes durante una estadía de
quizás dieciocho meses, Hechos 18.11.
Corinto tenía dos características sobresalientes. Se conocía corrientemente por su afán por la
sabiduría. Hubo una época en que “hablar como hablan en Corinto” daba a entender
expresarse con certeza y belleza artística. Era el centro del intelectualismo. Por otro lado, era
conocida por su corrupción. La lascivia predominaba al extremo que era la Sodoma del
Nuevo Testamento. Por esto, se usaba comúnmente el término “corintizar” al referirse a una
vida inmoral. Así, dos extremos marchaban mano en mano, y en ese ambiente existía una
iglesia local.
Dos factores dieron lugar a la epístola. Primeramente, llegaron a Pablo del hogar de Cloé
informes acerca de condiciones que prevalecían en la asamblea, 1.11. Él las trata en los
capítulos 1 al 6. Adicionalmente, se le había enviado una carta que presentó ciertas
preguntas, y procede a contestarlas a partir del capítulo 7, como sabemos por el v. 1.
Al interesarse por esta carta, uno debe llevar en mente que, si bien es cierto que su sustancia
versa sobre asuntos frecuentes en Corinto, el propósito es que tenga una aplicación mayor.
Pablo, con un tal “nuestro hermano Sóstenes”, escribe a la iglesia de Dios en Corinto, pero a
la vez se dirige a “todos los que en cualquier lugar invocan el nombre de nuestro Señor
Jesucristo, Señor de ellos y nuestro”. Al ser así, el mensaje de esta epístola aplica no tan solo
a todo lugar, sino a toda fase eclesiástica y por ende a nuestros propios días.
No nos atrevemos a decir que cualquier parte es de sólo una relevancia netamente local en
sus principios hoy en día. Jesucristo es Señor, no solo de los creyentes en Corinto, sino de
todo su pueblo a lo largo de los tiempos, 1.2, y por esto su voluntad es común a todos. A los
tales Pablo manda saludos de gracia y paz.
capítulo 1
Las riquezas y responsabilidades de los redimidos
1. La situación del creyente, vv 4 al 9 Aquí hay munificencia para dar acciones de gracias
por un conjunto de cosas buenas — fuisteis enriquecidos, nada os falta en ningún don, os
confirmará hasta el fin, irreprensibles, llamados a la comunión con su Hijo. Nos fijamos en
que estas bendiciones serán otorgadas por la gracia de Dios, v. 4, y garantizadas por su
fidelidad, v. 9.
2. La concordia del creyente, vv 10 al 16 Es motivo de preocupación. Su llamamiento a una
comunión como ésta exige unidad entre las partes y la misma debe ser expresada por hechos
y actitud, v. 10, sin parcialidad, v. 12. Donde abunda la parcialidad es evidencia de un Cristo
dividido y un líder sobre evaluado, vv 13 al 16.
3. La comunión del creyente, vv 17 al 25 Este mensaje amerita énfasis y será eficaz
solamente donde impera la concordia. La meta de Pablo era siempre la de predicar el
evangelio. ¿Es la nuestra? Su tema es siempre las buenas nuevas de Cristo crucificado, la
palabra de la cruz. Su estilo no era el uso intelectual del saber humano, cosa que lo anula, y
que Dios desaprueba, vv 17 al 20. Su sustancia es el poder de Dios para salvar y seguir
salvando, v. 18.
4. El llamamiento del creyente, vv 26 al 31 Aquí hay una misericordia para ser acogida. Es
de un todo antimundano. Nótese el llamado en sí; era por la locura de la predicación, o de la
cosa predicada; los llamados; las cosas necias del mundo, y todo el producto de “lo necio de
Dios”. ¡Cuán contrario al proceder de Dios es todo esto! Nuestro llamamiento nunca fue con
base en nuestra grandeza, sino solo sobre la base de la gracia divina, en la salvación, como
en lo demás.
Dios será siempre “todo en todos”. Donde la misericordia de nuestro llamamiento se
posesiona de nuestro corazón y nuestra situación espiritual por medio de Cristo encanta el
alma, entonces la concordia se realizará y el evangelio será predicado.
Lección: Que nos maravillemos ante nuestra riqueza, que obremos para la unidad, que
testifiquemos por fidelidad y que adoremos ante la grandeza divina.
capítulo 2
Un golpe contra el intelectualismo
En gracia Dios ha preparado múltiples bendiciones para aquellos que le aman. El ojo humano
nunca ha visto cosa parecida, el oído humano nunca ha escuchado semejante noticia y el
corazón humano jamás ha concebido bondades como estas, 2.10, pero Dios las ha revelado.
¿Cómo se dan a conocer y cómo se puede conocerlas si están tan más allá de la imaginación
y el concepto del hombre?
Para esta comunicación, la sabiduría corintia era de un todo inadecuada. Pablo, el gran
portador de estas cosas a Corinto, no las declaró con habilidad de oratorio o sabiduría.
Rehusó el uso de palabras persuasivas porque sabía que son inadecuadas como medio de
comunicación. Sabía que Dios había rechazado de un todo este proceder, 1.19,20. Si esto era
cierto donde el intelectualismo reinaba y donde estaba presente un apóstol hábil y preparado,
¿cómo atreveríamos a revertir a ello hoy día? Todavía el mundo no conoce a Dios, ni las
cosas de Dios, mediante la sabiduría.
Entonces, ¿cómo se dan a conocer? Primero, están envueltas en la predicación y el conocimiento de Cristo y de Cristo crucificado. Cristo y su obra en cruz constituyen el único
fundamento de todas las bendiciones de Dios para el hombre. Descartar esto es alejarse de
los dones que Dios ofrece. Debido a esto el apóstol manifiesta un afán evidente a definir su
ministerio, 2.3. El temor y temblor, una expresión paulina, no se debía a un peligro personal
sino a un sano afán por cumplir correctamente un deber santo. Segundo, la revelación de
estas cosas sí requiere sabiduría (pero no la de este mundo que es perecedera sin Dios)
escondida del intelecto humano y eternamente duradera. Tercero, esta comunicación es
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posible sólo por medio del Espíritu Santo. Solamente a través de él la revelación es todo
envolvente, 2.10,11, y por consiguiente adecuada. Este Espíritu Omnisciente es el don de
Dios a todos los que le aman.
Pablo concluye que los hombres espirituales no pueden discernir cosas espirituales por
medios carnales, ni puede el hombre natural comprender las cosas del Espíritu por el uso de
sus propias habilidades. Contando con el Espíritu, contamos con la mente de Cristo.
Lección: Pidamos sabiduría, Santiago 1.5, y seamos responsivos al Espíritu.
capitulo 3
Capacidad y construcción espiritual
Al cabo de tres años ellos eran todavía niños que requerían leche. Su capacidad era
deficiente y por su disensión y división se manifestaban ser carnales, de manera que estaban
fallando en su construcción.
Cual campo arado de Dios, han debido producir fruto, pero no había evidencia de tal cosa. El
espíritu partidista les dejaba atrofiados. Los hombres preferidos eran sólo instrumentos para
siembra y riego, y tan sólo Dios podía producir cosecha; ¡Él hace que semilla lleve fruto! El
tipo de alimento espiritual que se asimila determina el ritmo de desarrollo, y el espíritu
partidista lo descubre. Lamentamos la ausencia de apetito espiritual para las cosas profundas
de Dios, tan evidente en estos días, y la manifiesta carencia de desarrollo que la acompaña.
Oremos por apetitos robustos por una vianda que nos hará avanzar de la niñez y que nos hará
hombres y mujeres de Dios.
No somos solamente niños en una familia cuyo desarrollo está bajo observación, sino
también constructores de una asamblea empleada para la industria. “Vosotros sois … edificio
de Dios”, y la expectativa es que construyan. Labranza es pasiva y edificio es activo, pero el
fundamento (echado ya en parte) es uno mismo, Cristo Jesús, como afirma Él mismo en
Mateo 16.16 al 18. En cuanto a Corinto, Pablo lo echó, y ahora instruye a los edificadores.
Si Dios vigila cuidadosamente mi desarrollo espiritual cual constructor, yo debo vigilar el
desarrollo de mi servicio. Cualquiera nuestra capacidad o lugar en la asamblea, somos
responsables por el progreso de la construcción, escogiendo los materiales con cuidado.
¿Nuestros materiales son costosos y duraderos, requiriendo sacrificio y atención (oro, plata y
piedras preciosas), o baratos y de mala calidad, incorporados sin esfuerzo y de utilidad
pasajera (madera, heno y hojarasca)?
¿Estoy construyendo al estilo de los antiguos, un templo digno de Dios, o un edificio
moderno y provisional? Un día el gran Inspector de Obras lo va a revisar y probarlo contra
incendio; ¡ojalá que no se reduzca a cenizas, aun cuando sé que yo, el constructor salvado,
no seré consumido en las llamas!
Lección: Vivir a la luz del tribunal de Cristo.
capítulo 4
La autoridad apostólica cuestionada
Muchos estaban cuestionando todavía el derecho de Pablo de dirigir, y él defiende de cuatro
maneras su autoridad delegada.
• Hace ver a la iglesia qué eran él y Apolos. En el 3.5 pregunta: “¿Qué, pues, es Pablo, y qué
es Apolos?” Eran siervos (la palabra es “remeros subordinados”) de Cristo y por ende
deberían obedecer. También eran administradores, y por esto deberían ser fieles, 4.1, Estas
realidades, dice, deben determinar la actitud de los hombres hacia ellos.
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• Les hace saber ante qué tribunal debe responder, y dice que no es a uno de los hombres, por
muy eclesiástico que sea, ni siquiera el tribunal de su propia conciencia. Aun teniendo buena
la conciencia, no sería el factor determinante. Él debe responder a su Señor. Por esto el juicio
de parte de otros debe esperar el tribunal de Cristo, porque sólo el que se sentará allí puede
divulgar correctamente los motivos y pesar la evidencia, vv 3 al 5.
• Les refiere a lo que reconoce que los apóstoles son: no usurpadores de autoridad deseosos
de encabezar la procesión, sino de estar a la retaguardia (como si fueran los despojos de
guerra), condenados a muerte y un espectáculo ante todos como escoria y rechazos, v. 9.
• Luego les recuerda lo que era para ellos: no sólo un guardián entre muchos, sino un padre
que les había engendrado por medio del evangelio. ¿Esto no es motivo de respeto y una
disposición a seguir sus palabras en vez de rechazarlas? vv 14 al 16. ¿Todo esto requiere
confirmación? Timoteo la suplirá, v. 17.
¡Pero Pablo tenía autoridad! Escuche su voz y fíjese en la ironía que puede emplear, vv 8 al
10. Escuche de nuevo y fíjese en la indignación santa, vv 18 al 21, pero con todo su
preocupación paternal, v. 14.
Este espíritu partidario estaba perturbando la asamblea, como sabemos por 1.10 al 13, 3.3,4,
4.6,7, y lo cierto es que hace estragos hoy día. ¿Cómo percibimos a los siervos del Señor que
nos traen la buena palabra de Dios (aunque reconocemos que no son apóstoles)? ¿Con
desprecio, o selectivamente, o en un espíritu partidario, o como los que nos traen la buena
palabra de Dios? ¿Cómo valoramos el ministerio del apóstol Pablo? ¿Leemos con prejuicios,
con desprecio, o quizás asignando mucho de su material a tiempos ya pasados? ¿O le
escuchamos como a “mandamientos del Señor”, 14.37?
Lección: Señor, ayúdanos a no ser tasadores, sino oyentes.
capítulo 5
Conducta reprochable en la iglesia
Esta lectura es triste, pero prestemos atención cuidadosa, llevando en mente que nuestro Dios
no sólo es amor sino luz también, y en él no hay tinieblas. Cuán fiel es el Libro Santo,
escondiendo nada y tratando los pecados abiertamente.
Pablo se presta a tratar con una situación que está ensuciando la historia de la asamblea y
manchando su testimonio. Se informa que hay incesto, y en un lugar como Corinto esto
podría tomar por sorpresa a los creyentes nuevos. ¡Y por su gravedad supera aun a la
inmoralidad común en la ciudad! v. 1. Por esto, la necesidad del 16.13: “Velad”. La carne
puede alcanzar grados de vergüenza aun más que los inconversos.
• Una actitud deplorable, v. 2. Los creyentes no estaban preocupados, v. 6, sino contentos al
tener el culpable entre ellos. Así también en estos días se presentan situaciones en asambleas
que no suscitan alarma cuando deben hacerlo.
• Una acción decisiva, vv 3 al 5. Pablo está en alerta. Aunque ausente, juzga el asunto, y
entrega al ofensor a Satanás para la destrucción de la carne y la salvación del espíritu.
• Un acompañante que debe ser derrotado, v. 6. Si no se aparta al culpable, la levadura obrará
en todos; el cáncer debe ser extirpado para que no se pierda el miembro del cuerpo.
• Una acción acordada, vv 7, 8. Ellos debían purgar la levadura vieja llevando en mente que
Cristo nuestra Pascua fue sacrificado por ellos, y, cual gente sin levadura, guardar la fiesta de
panes sin levadura; a saber, guardar la vida resultante en sinceridad y verdad. A Israel le era
exigido quitar la levadura el primer día.
• Una asesoría proferida, vv 9 al 13. Se debe rehusar acompañar o aun comer con aquellos
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que andan o se comportan de manera vergonzosa. Esto no autoriza aislar a aquellos que, aun
cuando sin tacha en sus vidas, no se expresan a nuestra simple satisfacción propia. Pero la
palabra nos instruye a alejarnos de aquellos dentro de nuestra propia comunión que están
trayendo infamia sobre el testimonio. El impío debe ser apartado de un todo, desde luego con
miras a su restauración. Debe ser quitado cual perverso, v. 13, un acto de disciplina de parte
de la congregación entera; nótese vv 4, 5.
Lección: Al ver a uno excomunicado, pensamos: “Salvo por la gracia de Dios, allí voy yo”.
6.1 al 11
El cristiano y los tribunales
Los conflictos entre hermanos pueden surgir, y surgen. ¿Cómo resolverlos? Llevemos en
mente que esta sección trata exclusivamente de situaciones que se presentan entre creyentes.
Es evidente que los corintios se acudían a los tribunales, el uno contra el otro, vv 6, 7, y
Pablo expresa sorpresa ante su falta de sabiduría, v. 2. A la luz de mayores responsabilidades
por delante, dice, ellos deben contar con la capacidad y el derecho de juzgar sus propios
asuntos internos.
Él describe esos tribunales como “los injustos” y “los incrédulos”, y afirma que recurrir a los
tales para resolver nuestros problemas es injusto, v. 1, vergonzoso, v. 5, y un defecto
evidente, v. 7.
Él sugiere el procedimiento correcto. Tiene que haber en la asamblea al menos un hombre
sabio y capaz de arbitrar, v. 5.
Pero hay un procedimiento mejor, y es el de sufrir el agravio, o permitir que le defrauden a
uno. En vez de vindicarse, ¿no sería ésta una manera mejor para desplegar la ley de Cristo?
“Oísteis que fue dicho: Ojo por ojo, y diente por diente. Pero yo os digo: No resistáis al que
es malo; antes, a cualquiera que te hiera en la mejilla derecha, vuélvele también la otra. Orad
por los que os ultrajan”, Mateo 38, 39, 44. Bienaventurados los misericordiosos, a saber, los
que no insten en sus derechos. Los testimonios han sido perjudicados por las demandas
judiciales.
Ahora deja al descubierto la verdad del asunto. Ustedes, alega, se dañan a sí mismos y
defraudan aun a sus hermanos. Los vv 9, 10 nos asustan, pero Pablo les hace recordar que
esos términos tan feos se aplicaban una vez a algunos de ellos, pero ahora han sido
cambiados por la gracia transformadora de Dios, v. 11. Habían sido lavados de la contaminación del pecado (y el tiempo del verbo aquí es el activo), y de esta manera se habían
puesto aparte de otros para Dios. Por esto estaban separados para siempre (i) de lo que eran,
y (ii) a lo que han llegado a ser; y han sido justificados plenamente ante Dios en el nombre
del Señor Jesucristo y en el Espíritu de nuestro Dios.
Lección: No somos lo que éramos, de manera que nuestra conducta no debe ser lo que era.
6.12 al 20
El cuerpo del creyente
Si el alma es el tema de interés para Pedro, el cuerpo lo es para Pablo. ¿Había oído de los del
hogar de Cloé que la verdad tocante al cuerpo del creyente era muy distorsionada todavía en
las mentes de algunos en la iglesia, y que prácticas en Corinto contaminaban la asamblea de
Dios?
Para empezar él explica la ley de la libertad cristiana. No es licencia. Todo me es lícito
[¿repetía aquí un refrán popular entre ellos?], pero no necesariamente conveniente. Como
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choferes que pagamos impuestos y portamos licencia, tenemos el derecho de usar la
carretera, pero no por esto podemos escoger el carril que queramos. Hacerlo sería nada
aconsejable. Es más: aun cuando tal vez gocemos del derecho de hacer algo, nuestra libertad
cristiana debe llevarnos más allá de semejante pequeñez de servidumbre, v. 12b.
Pablo ilustra esto en el versículo siguiente, y este versículo enfoca la esfera del cuerpo. El
apóstol quiere enseñarnos que:
• El cuerpo no es para la gratificación propia, vv 13b, 14. Libertad sin licencia (fornicación).
Sus funciones deben orientarse a Dios y no a uno mismo. El propósito del cuerpo es para el
Señor, y a la vez el Señor es para el cuerpo; Él es su Propietario y Contralor.
• El cuerpo tiene privilegios sagrados, vv 15 al 18. ¡Es un miembro de Cristo en asociación
santa! Este cuerpo mío, este marco carnal y tangible, es uno de sus miembros. ¿Me atrevo a
profanarlo? Soy un espíritu con él, ¡y huyo de la sodomía!
• El cuerpo tiene santidad, vv 19, 20. Tiene un Residente santo. Por gracia se ha convertido
en residencia del Espíritu Santo — su santo naos, ¡su lugar santísimo! Si manos no
consagradas no se atrevían a tocar el monte santo del Sinaí sobre el cual reposaba
momentáneamente la santidad divina, ¿alguna cosa contaminante debe tocar este cuerpo
donde mora eternamente el Espíritu de santidad?
Esta presencia santa confirma que no somos nuestros para agradarnos a nosotros mismos, y
el cuerpo del creyente despliega un cartel: Vendido. Es ahora propiedad de Otro, comprado a
gran costo, v. 20, para ser una residencia.
Lección: Que hoy y todos los días nuestro lema sea: “A él sea gloria para siempre jamás”.
capítulo 7
El cristiano y el matrimonio
En vista de las condiciones morales en Corinto no es sorprendente que este tema tenga lugar
en la epístola. El v. 1 hace entrever que era un asunto que ocupaba la asamblea. En su
respuesta, se le permite a Pablo intercalar mandamientos divinos con su juicio apostólico;
compárense vv 6, 25, 40.
Al intentar resumir el contenido de este capítulo extenso, vamos a notar cuatro lealtades que
presenta:
• Lealtad al yugo conyugal, vv 1 al 9. Pablo afirma que el matrimonio no es para todos, vv
1b, 7, 8, pero es aconsejable moralmente, v. 2: Sin embargo, este estado no debe ser bígamo.
Debe ser reconocido mutuamente, tanto en lo moral como en lo físico, vv 3 al 5. Una vez
casados los dos llegan a ser “una sola carne” y esta unión debe ser honrada constantemente.
• Lealtad al cónyuge, vv 10 al 24. No es sólo que el yugo debe ser honrado, sino que no debe
ser roto, vv 10, 11. Sin embargo, si uno de los dos se va, es aconsejable la reconciliación y es
prohibido el rematrimonio. Se contempla otra situación que debe haber sido el caso a
menudo en Corinto, donde uno de los dos es creyente y la otra parte no. Esto no es base para
separarse, vv 12, 13.
Aun estando la casa dividida espiritualmente, donde hay contentamiento debe haber también
lealtad al cónyuge inconverso, por razones domésticas y familiares, v. 14. En el caso que se
vaya el cónyuge inconverso, que se vaya, pero el hecho de quedarse los dos juntos puede
resultar en la conversión de quien no era salvo, vv 15, 16, De manera que la regla en toda
circunstancia es la del v. 24: “Cada uno en el estado en que fue llamado, así permanezca para
Dios”.
• Lealtad al Señor, vv 25 al 38. Él considera ahora el asunto del soltero o la soltera.
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Prevalecían condiciones que no se nos han divulgado, vv 26 al 32, que motivan a Pablo a
aconsejar que esas personas no se casen, y él alude a una lealtad mayor en vv 32b al 35. Con
cuánto cuidado se debe decidir este asunto del matrimonio. ¿Promoverá mi devoción al
Señor? Sin embargo, cada cual debe estar convencido en su propia mente, vv 36, 37.
• Lealtad a la ley conyugal, vv 39, 40. Este pasaje descarta el divorcio; permite el
rematrimonio sólo después de la muerte de una de las partes, y requiere que sea “en el
Señor”.
Lección: La demanda en nuestros tiempos es la lealtad a estos principios.
capítulo 8
Preocupación por el que haya sido idólatra
Los creyentes corintios habían sido idólatras, pero el evangelio les había librado. Con todo,
después de generaciones de esa servidumbre y la presencia constante de prácticas idolátricas,
se puede entender que quedarían muchas dificultades por enfrentarse. Aun hoy en día hay
muchos que luchan contra tendencias malas después de haber sido rescatados de vidas de
libertinaje e inmoralidad, o del poder de una religión herética. Pablo aconseja que los
creyentes en estas circunstancias requieren la simpatía y el cuidado de otros creyentes.
Aquí es un asunto de comer lo que ha sido ofrecido a los ídolos. Esto sería una dificultad en
Corinto, donde lo que se vendía en el mercado había pasado por esa ceremonia. En su tiempo
Daniel rehusó contaminarse con semejante cosa. Ahora, dice Pablo, sabemos que todos
tenemos conocimiento, pero esto meramente hincha a uno mientras que el amor edifica. El
solo hecho de pensar que sabemos, es dejar entrever nuestra falta de conocimiento.
Pablo dice que sabemos que el ídolo no es nada — apenas un pedazo de madera o piedra —
y que hay un solo Dios y Padre y un Señor, Jesucristo, pero no todos tienen ese
conocimiento. Algunos, acostumbrados por años a los ídolos, consideran que comer esa
carne equivale tener contacto vivo con el ídolo, y por esto sus conciencias débiles se
contaminan, pero nosotros sabemos que esa carne no tiene nada que ver con nuestra
aceptación, v. 8.
¿Cuál debe ser, entonces, la actitud de aquellos que tienen conocimiento? ¿Actuar conforme
a él? Mire, dice Pablo, que la libertad suya no venga a ser tropiezo para los débiles. “No
hagas que por la comida tuya se pierda aquel por quien Cristo murió”, Romanos 14.15. Mi
práctica debe tomar en cuenta la conciencia débil de mi hermano. La importancia del uso de
la libertad mía es evidente cuando su abuso sea un tropiezo para otro; el v. 12 dice que es
pecar contra Cristo.
La cuestión de comer carne ofrecida a ídolos puede carecer de pertinencia en muchas tierras
ahora, pero el principio sigue vigente. ¿Hay modos de conducta y práctica que son lícitos
para mí debido al conocimiento alumbrado que tengo, pero probablemente serán piedras de
tropiezo para algunos de mis hermanos? Entonces debo pedir gracia para desistir de ellos.
Lección: La decisión de Pablo — “no comeré carne jamás” — tipifica mi comportamiento.
¿Actúo por conocimiento o por amor?
capítulo 9
El apostolado cuestionado
¿Algunos en la ciudad estaban cuestionando la autoridad apostólica de Pablo y de esta
manera intentando socavar su obra? Esto debe ser considerado y resuelto aquí y ahora, ¿o de
qué provecho será esta carta? Pablo trata el asunto de tres maneras.
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• Establece los derechos de su vida y servicio, vv 1 al 15. Les hace recordar que no debería
tener necesidad de certificar su apostolado, por cuanto ellos mismos eran el sello de su
llamamiento, siendo fruto de su ministerio. Además, ¿era esencial haber visto al Señor para
ser un apóstol? Le he visto, dice. ¡Él nunca se olvidó del camino a Damasco!
Así que, procede a defender su libertad apostólica. ¿Ellos dudan de sus derechos físicos,
matrimoniales y laborales? vv 4 al 6. ¿Acaso los soldados no sirven por salario, los viñadores
no comen del fruto y los pastores no viven de la grey? Y ahora procede a precedentes
escriturarios, citando la ley del buey en la siega, el labrador y el sacerdote, vv 9 al 13.
Entonces, ¿el que labora en la esfera espiritual no merece recompensa en lo material? ¿El
Señor no lo ha autorizado? “Ordenó el Señor que los que anuncian el evangelio, que vivan
del evangelio”, v. 14.
Pablo ha basado sus derechos sobre tres consideraciones: las normas de la vida, el testimonio
de las Escrituras y la palabra del Señor mismo. Derechos tenía, pero los renunciaba por el
bien del evangelio.
• Prosigue hablando de sus responsabilidades, vv 16 al 23. El evangelio era la carga de su
vida, y tenía la responsabilidad de velar por su necesidad. Le había sido encomendada una
mayordomía, y hacía todo por el bien del evangelio. Cumplía de balde. Aun cuando podría
sostenerse por la evangelización, lo hace manufacturando tiendas. Su dedicación es a todos,
buscando sólo su salvación.
• Luego afirma su decisión, vv 24 al 27. Esta determinación sacrifica sus derechos y sostiene
su responsabilidad. En una carrera el atleta se concentra en la meta; en los juegos deportivos
el participante piensa en la corona; cual boxeador en el ring, Pablo se conformará con el
encomio del Señor. También así va a “correr”, sin hacer caso del desdén y de los adversarios
imaginarios, disciplinándose y negándose a sí mismo acaso sea rechazado.
Él ocupa un cargo, respeta una confianza y cumple una comisión.
Lección: ¿Qué me cuestan mi obra y mi testimonio?
capítulo 10
Cuidado, acaso caigamos
• Se ofrece una ilustración, vv 1 al 5. Obsérvese el contraste y la repetición: “todos” y “los
más”. De esta manera aprendemos de la historia de Israel que el privilegio mutuo no dio
inmunidad del fracaso y el juicio. El disfrute de los privilegios y las bendiciones cristianos
no son de por sí un escape de la disciplina.
• Se insiste en una aplicación, vv 6 al 12. Israel está presentado como el gran ejemplo para la
Iglesia cristiana. ¡No haga caso omiso de su Antiguo Testamento! ¿Codiciamos, guardamos
ídolos en el corazón, fornicamos, tentamos al Señor o murmuramos? ¡Cuidado! La historia se
ha repetido y puede repetirse, y Dios no ha cambiado.
• Se provee una inspiración. v. 13. “Fiel es Dios, que no os dejará ser tentados más de lo que
podéis resistir, sino que dará también juntamente con la tentación la salida …” Es el estímulo
de la fidelidad de Dios revelada y operativa.
Ahora, v. 14, Pablo comienza un párrafo nuevo y se dirige a un punto problemático en
Corinto, el de la idolatría. Ellos la habían dejado para volver a Dios, pero deben huir de ella
persistentemente. En el capítulo 8 él ha tratado el comer la carne ofrecida a ídolos, y ahora
trata el asociarse con los idolátricos.
¿Esta sección tiene una voz para nosotros? Sí, dice Juan: “Hijitos, guardaos de los ídolos”,
1 Juan 5.21. Al creyente se le ha dado el privilegio de sentarse a la mesa del Señor y comer
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continuamente cual hijo de rey, como Mefi-boset. Es una mesa de provisión espiritual para
cada día y todo el día. Debemos guardar y practicar este privilegio, que nos lleva a comunión
santa con la sangre y el cuerpo de Cristo, y por esto nos impide acceso a las mesas que son
idolátricas porque son inmundas, vv 20, 21.
¿Nos atrevemos a provocar al Señor al buscar satisfacción en aquellas mesas en vez de la
suya? De nuevo el escritor cita el refrán de ellos: ¿todo es lícito? sí, pero no por esto
conveniente o edificante. En estos casos debemos considerar el bien de nuestro prójimo.
Debemos respetar la conciencia de otro, y por esto, para el bien ajeno, rehusamos los
alimentos una vez que sepamos su naturaleza, vv 28, 29. Participar de lo que sabemos es
extraño a la mesa del Señor es provocarle a él a celos y a la vez hacer tropezar a otros, sean
salvos o no, v. 32.
Lección: ¿A cuál mesa estoy comiendo? Nótese el 11.1
11.1 al 16
El reconocimiento del señorío
Debemos comenzar nuestra meditación sobre estos versículos con el último: “Si alguno
quiere ser contencioso, nosotros no tenemos tal costumbre, ni las iglesias de Dios”, y de esta
manera aprender que lo que Pablo ha venido diciendo a partir del v. 2 no era aplicable tan
sólo a Corinto. Parece que era su enseñanza dondequiera que iba, y en este orden de ideas es
significativo el pronombre “nosotros”. Una buena traducción es: “Si alguno busca argumento
sobre esto, sólo puedo decir que nosotros y las iglesias de Dios en general nos ceñimos a esta
regla sobre esta materia”.
En nuestro pasaje encontramos el señorío expuesto en los vv 2 y 3, y el señorío aplicado en
los vv 4 al 15.
Muchos detalles en Corinto merecían la complacencia del apóstol, pero hacía falta
corrección en este asunto del señorío. Todo varón tiene una cabeza: Cristo. La mujer, toda
mujer en los vv 3 y 15, tiene una cabeza: el varón. Cristo tiene una Cabeza: Dios. Es orden
divino, y no un concepto apostólico, ni es algo que se puede descartar en nuestros tiempos de
mentalidad unisex.
Esto será manifiesto donde cada sexo reconoce fielmente a su respectiva cabeza, no sólo en
un símbolo sencillo sino también en la práctica general. En los ejercicios espirituales, el
varón quitará cualquier cubierta de su cabeza (y ni siquiera dejará que su cabello crezca hasta
largo, v. 14); lo hace en reconocimiento y honra de su Cabeza, v. 4. Al contrario, la mujer
pondrá una cubierta sobre su cabeza (sin haber rasurado la cabeza, porque su cabello es una
segunda cubierta, v. 15); lo hace en reconocimiento del varón, a saber, el sexo masculino, vv
5, 13.
La oración y profecía del v. 5 no puede autorizar una actividad pública, porque Pablo trata
esto en el capítulo 14. Dice aquí que la desobediencia de la mujer en este asunto equivale
quitar el cabello de un todo, vv 5, 6.
Da la impresión que la emancipación de mujeres que efectuó el evangelio había dado lugar a
licencia en la asamblea, y Pablo discernía la necesidad de control apostólico. En los vv 8 al
12 él expone la necesidad de las posiciones relativas de los sexos. Los ángeles, quienes
siempre oyen la voz del Señor, están observando nuestra conducta y por esto es precisa una
señal de autoridad, v. 10.
Lección: Así como Cristo siempre reconocía y agradaba a la Cabeza suya, que nosotros
también reconozcamos la nuestra, para que de esta manera Dios sea glorificado
9
11.17 al 34
Orden en las reuniones
Nuestro versículo de apertura enseña que la sustancia de la sección anterior había sido parte
de la causa de desórdenes en la asamblea. Pero había otra causa. Las divisiones y los cismas
estaban a la vista, aun en su reunión para hacer memoria del Señor.
En aquellos días la reunión comenzaba con un ágape, o convivio, pero éste se estaba
degenerando en una orgía de bebida y comida, cuando los ricos traían una abundancia y los
pobres se quedaban hambrientos y apenados, vv 21, 22. Esta situación convertía la fiesta
sagrada de conmemoración en un acto nada santo. Pablo escribe, entonces, para corregir
semejante desorden y promover el buen orden. Les instruye a los santos que la fiesta
conmemorativa debe ser:
• SUJETADA. Debe reconocer el señorío de Cristo. Nótese que siete veces se hace mención
del Señor. Siendo Señor, debe dominar nuestras reuniones, cosa que frenará la tendencia
cismática.
• GUIADA. La conmemoración de los sufrimientos y la muerte debe orientar la reunión.
Haciendo memoria de él, nos olvidaremos de nosotros mismos y de nuestras prioridades, vv
24 al 26.
• SENCILLA. La sencillez tan hermosa de la fiesta es evidente en los vv 23 al 25, y puede ser
mancillada por las añadiduras inventadas y por la legalidad no autorizada.
• EXPECTATIVA. Se celebra sólo “hasta que Él venga”.
Estas cuatro características tienen como fin quitar el yo de las reuniones de la iglesia.
Con esto en mente, mucha debe nuestra preparación de corazón como también el cuidado en
nuestra conducta cuando vamos a la conmemoración colectiva de nuestro Señor, vv 27 al 29.
Asistir de otra manera puede acarrear la disciplina suya. ¿Será que a veces puede tomar la
forma de una enfermedad o la muerte? v. 30
Al reunimos para partir el pan, no debemos sólo hacer memoria del Señor reverentemente,
sino a la vez respetar a nuestros concreyentes del gran cuerpo de Cristo, vv 29,33, porque
somos “un solo pan”, 10.17. Cuán necesario y prudente es, entonces, juzgarnos a nosotros
mismos para que no seamos juzgados del Señor.
Lección: Señor, enséñame cómo conducirme en la casa de Dios. 1 Timoteo 3.15
12.1 al 11
Acerca de los espirituales
Pablo desea recordar a sus lectores de su tiempo pasado. Siendo miembros de naciones tan
diferentes de Israel, su religión les había arrastrado a la adoración de ídolos que él describe
como mudos. No podía oir ni hablar y por lo tanto no podían revelarse.
Ahora, en cambio, esa gente se convirtió “de los ídolos a Dios, para servir al Dios vivo y
verdadero”. Este Dios oye, habla y se hace conocer a los hombres, y ha enviado a su Espíritu
a nuestros corazones. Bajo la influencia suya, ninguno maldeciría a Jesús sino le coronaría
más bien. El Espíritu Santo es, entonces, el gran Preventivo en mi vida y el gran Promotor.
Maldecir a Jesús es evidencia de que el Espíritu me es desconocido, pero coronar a Jesús
cual Señor mío es exclusivamente el resultado del Espíritu operando en mi ser, vv 1 al 3.
Este Espíritu Santo, quien me insta a reconocer el señorío suyo y el de Cristo, me enlaza con
su servicio. Al reconocer su señorío, gustosamente me hago su vasallo, su súbdito, para que
los ministerios de Dios puedan hablar por medio de mí. Por esto leemos en nuestro pasaje del
10
Espíritu y sus dones; del Señor Jesús y sus ministerios; de Dios el Padre y sus obras.
El potencial para servicio está a la disposición del Espíritu, vv 7 al 11; el lugar y la práctica
del servicio dependen de la elección del Señor del siervo; el poder (la energía o la
realización) del ministerio es de Dios. Notamos que los dones, la ministración y la
realización son diversificados pero emanan todos de una misma fuente que no cambia.
En cuanto a los que pueden llamar a Jesús Señor, a cada uno (no a algunos) le es dada la
manifestación del Espíritu para provecho, v. 7. Es para ser “negociada” en los intereses del
Maestro: “Negociad entre tanto que vengo”, Lucas 19.13, 15.
Obsérvese la diversidad de los dones del vv 8 al 10, aun cuando todos son asignados por el
mismo Espíritu. Ninguno de ellos se logra personalmente, sino que son nuestros por
intermedio de de, o conforme con, el Espíritu Santo, y Él los hace operativos, v. 9. Ninguno
se logra ni se ejerce por mero intelecto; “las hace uno y el mismo Espíritu, repartiendo a cada
uno en particular como él quiere”, v. 11.
Lección: ¿Cuál es mi don, mi esfera, y de dónde mi fuerza?
12.12 al 31
El Cuerpo de Cristo
Pablo escribe a los creyentes corintios: “Vosotros, pues, sois el cuerpo de Cristo, y miembros
cada uno en particular”, v. 27. Y a los efesios: “Hay un cuerpo”, 4.4. Concluimos, entonces,
que esta frase “cuerpo de Cristo” tiene una expresión local y una universal, siendo
compuesto en cada caso de todo creyente renacido.
La ilustración de esto está en el v. 12: el cuerpo humano que es un conjunto pero se compone
de muchos miembros. El inicio está en el v. 13: “fuimos todos bautizados en un cuerpo”. Los
muchos miembros devinieron un cuerpo por bautismo en el Espíritu Santo. Nadie en la
iglesia en Corinto estaba sin ese bautismo, y Pablo se incluye a sí mismo y todo otro
creyente: “todos fuimos bautizados”.
No es procedente preguntar a un creyente si ha sido bautizado en el Espíritu; si no, no es
creyente. Este bautismo se hizo una realidad histórica en pentecostés, Hechos 1.5, 2.4, y es
una realidad espiritual en el momento de la conversión.
La naturaleza envolvente del Cuerpo está en los vv 14 al 19. Hay diversidad, pero todos los
miembros son esenciales por igual. No debemos quejarnos si nos sentimos ser un miembro
inferior, porque somos lo que somos, y estamos donde estamos, por decisión divina: “como
él quiso”, v.18. Y, los vv 21 al 24 enseñan que los diversos miembros son indispensables. Si
el Diseñador los considera indispensables para sí, lo son cada uno para el otro. El factor
estimulante es que Dios ha dado honor abundante a los miembros aparentemente de menos
importancia, v. 24. Un dedo gordo del pie puede estar fuera de la vista mucho del tiempo,
pero sin él el cuerpo pierde equilibrio.
Estas verdades militan contra una falta de consideración entre los miembros. Nótense en los
vv 25 al 27 expresiones tales como “[sin] desavenencia … se preocupen los unos por los
otros … los miembros se duelen con él … los miembros con él se gozan”. Podemos
promover la unidad por medio del interés el uno por el otro, la simpatía, la estima.
Para concluir, Pablo interpreta el sentido de los miembros en vv 28 al 30. Aun cuando
puestos por mandato divino, v. 18, hay lugar para el ejercicio personal: “Procurad, pues, los
dones mejores”; y también un “camino más excelente”.
Lección: ¿Estoy perjudicando el Cuerpo, o perfeccionándolo?
11
capítulo 13
El amor en el laboratorio
Pablo lleva al laboratorio de la investigación apostólica esta principal virtud moral y la
somete a un examen triple.
• Lo pesa por su DENSIDAD, vv 1 al 3. Es de mayor peso que la excelencia lingüística, de la
eminencia profética y de la benevolencia filantrópica. En esta operación Pablo prueba hasta
lo superlativo; nótense sus medidas: lenguas de hombres y de ángeles, todo misterio, todo
conocimiento, toda fe, todos mis bienes — ¡pero aparte del amor estos son sólo un ruido, una
cifra, la bancarrota! El amor debe impulsar el amor el ministerio, la habilidad y la caridad.
No importan la boca, la cabeza ni la mano, sino el corazón.
• Lo examina por su CALIDAD, vv 4 al 7. Cada examen es progresivamente más intenso.
Nótense su apariencia externa y sus acciones manifiestas. Son hermosas en su simetría — no
irregularidad, v. 4; no inferioridad, v. 4, porque el amor desconoce los celos; no anormalidad,
v. 4, porque el amor no hace gala de sus dones; no vulgaridad, v. 5, nunca insolente,
indecente ni de mal gusto. Su superficie es lisa; el amor no pone reparos.
Ahora nótense su construcción interna y sus mociones escondidas. Son hermosas en su
abnegación propia. El amor se sacrifica, v. 5; el amor se mantiene en segundo plano, v. 5; se
olvida de sí, v. 5; no se acuerda de heridas, porque su interés no es en sí mismo, v. 6; nunca
se contenta cuando otros yerran. Es fuerte, es tolerante, tiene confianza, es crédulo, nunca
sospechoso, abriga esperanza y aguanta. Acepta no recibir lo que le es debido, y perdura
cuando recibe lo que no es debido.
• Lo mide por su DURABILIDAD, vv 8 al 13. Expresa primeramente su conclusión. ¡El amor
nunca deja de ser! Nunca es insuficiente, y perdura más que el ministerio espiritual, vv 8 al
10. Estos se muestran inferiores ante el amanecer de lo perfecto. Su alcance supera la
madurez física, vv 11, 12. Los placeres humanos y las tendencias cambian, pero el amor es
constante. Aun cuando la fe y la esperanza están acordes con el amor, ellas conducen a un
punto final, pero el amor es en sí lo definitivo.
Lección: ¡Siga el amor! 14.1 Hágalo suyo.
14.1 al 25
Ministerio que edifica
Quedarán resueltos los problemas de esta sección si “seguimos el amor”. Cuán importante es
el capítulo 13, ubicado entre los dones del capítulo 12 y su aplicación en el capítulo 14.
Pablo prepara cuidadosamente, dando permiso para una ambición personal en esferas
espirituales, pero especificando el mayor.
Encabeza la lista con el don de la profecía. ¿Qué es esto? Es hablar por Dios a los hombres,
no tanto hablar de lo que va a suceder sino exponer verdades. Lo contrasta con hablar en
lenguas (idiomas) como el primer don en la lista y el último en 12.8 al 10, 28 al 30. De
lenguas dice que es una capacidad inútil para los hombres porque nadie entiende lo dicho,
mientras que el profeta habla para edificación, consuelo y consolación. Dice también que
hablar en una lengua es personal pero profetizar es para el provecho de todos. Aunque Pablo
está permitiendo las lenguas por el tiempo entonces presente, él da precedencia al profeta y
su ministerio, v. 5, y afirma que hablar públicamente en lenguas es confundir sin que la
iglesia obtenga provecho, vv 6 al 11.
El celo por los dones espirituales debe ser regulado por su valor constructivo y práctico, vv
12 al 14. El ministerio en la iglesia no sólo debería darse en el Espíritu, sino con la
12
comprensión del ministro y del oyente, quien puede añadir inteligentemente su asentimiento,
vv 15 al 17. Él valora cinco palabras inteligentes por encima de diez mil en un idioma
desconocido. Aunque afirma que puede hablar en lenguas, v. 18, nunca en las Escrituras le
encontramos haciéndolo.
Él aplica sus conclusiones. El v. 20 da a entender que debe haber progreso salvo en la
cuestión de la malicia. Las lenguas no son más que una señal a los no creyentes, mientras que
la profecía es lo opuesto. Los extraños van a ver el hablar en idiomas desconocidos como
locura, pero van a quedarse convictos al oir a hombres hablando inteligentemente por Dios;
habrá una respuesta en reconocer a Dios y confesar su presencia, vv 21 al 25.
Esto debe ser nuestra meta. Hoy estamos rodeados de un clamor por dones espectaculares,
novedosos y emocionales. Unos preguntan: ¿Estoy perdiendo algo al no contar con esos
dones? Señor, danos mentes quietas, una conducta controlada por el Espíritu y una lengua
capaz de hablar la verdad tuya con convicción y comprensión.
Lección: ¿Qué pido a Dios? ¿Me conformo con lo de segunda o quiero lo mejor que Él me
puede dar? ¡Reflexione!
14.26 al 40
Cuando la iglesia se reúne
Nuestra reuniones deben ser caracterizadas por: • edificación: Hágase todo para edificación,
v. 26. • dignidad: Hágase todo decentemente y con orden, v. 40. Estas reuniones deberían (i)
promover del desarrollo mutuo, y (ii) preservar el arreglo espiritual. En ellas, obviamente, la
lengua es el factor operacional, y en visto de esto Pablo dice que la lengua debe estar bajo
control, vv 26 al 33, y bajo restricción, vv 34 al 36.
• La lengua bajo CONTROL. No todos los dones están asignados a uno solo en las operaciones
de la iglesia, v. 26; todos pueden aportar según su capacidad específica. En vista de aquellos
eran días en que se ejercía el don de lenguas, Pablo dice que su aplicación debe ser limitada.
La reunión no debe tornarse confusa, ya que cada cual debe ministrar “por turno”, o “en su
curso”. Uno debe callarse si algún otro no va a interpretar su intervención.
La profecía también debe estar bajo control, vv 29 al 31, y los oyentes deben prestar atención
al mensaje y discernirlo. Es importante notar que “los espíritus de los profetas están sujetos a
los profetas”, y que Dios es Dios de paz, vv 32, 33. ¿Qué aporto cuando estoy presente?
¿Estoy siempre ejercitado ante Dios? El v. 26 no autoriza que hable de buenas a primeras,
sino que debo ejercer la preparación del alma.
• La lengua bajo RESTRICCIÓN. Esto corresponde a las mujeres en la reunión. ¿Qué quiere
decir que ellas “callen”? v. 34 Dejemos que el pasaje anterior interprete. Cuando uno que
hablaba en lenguas debía guardar silencio, quiere decir obviamente que desistiera de dar su
ministerio, vv 28, 30. Por esto, que la mujer calle (la misma palabra griega) no quiere decir
que desista de platicar con otra, sino que no intervenga en ministerio público. Su lugar es una
de sujeción, como dice también la ley.
No se trata de una innovación paulina. Que las hermanas intervengan en las reuniones de la
iglesia es insubordinación e indecoroso, vv 34, 35. ¿Pablo percibe oposición en estos
asuntos? ¿La palabra divina se originó con los corintios, o eran su dueño exclusivo? v. 36
Una espiritualidad genuina reconoce las palabras del apóstol como las del Señor.
Lección: ¿Cómo reacciono yo personalmente a este capítulo?
15.1 al 11
13
La base y gloria del evangelio
Nos detenemos para reconsiderar el mensaje que trae la salvación.
• Primeramente, su COMUNICACIÓN. Es un mensaje a ser predicado. Pablo lo predicó y ellos
lo recibieron. Demanda respuesta y debe ser abrazado permanentemente cual ancla del alma,
“en el cual también perseveráis”. Somos salvos por medio de su mensaje por sincera convicción, “si retenéis la palabra”, y si nuestra fe es genuina, y no meramente un consentimiento hueco, “si no creísteis en vano”.
Se queda inalterable en su transmisión de época a época, ya que Pablo afirma escribir lo que
antes, “primeramente”, les enseñó. Está reafirmando, no enmendando. Es meticuloso en su
manera de tratar esto; lo comunicó “asimismo” como lo recibió y lo predicó, vv 3, 2. Es que
él era un mayordomo, un administrador, del evangelio: lo recibió, lo entregó. El evangelio no
es paulino; es divino.
• Segundo, su CONTENIDO. Aprendemos de los vv 3 al 5 que el evangelio es una fe histórica,
no una filosofía, un ideal, una teoría o un concepto mental. ¡Sucedió de veras! Se basa en
hechos históricos que tuvieron lugar sobre la tierra a la luz y al oído de hombres.
El evangelio se reviste de cuatro elementos históricos: Cristo murió, fue sepultado, fue
resucitado, fue visto. No leemos aquí que haya comenzado con su nacimiento, su vida, su
ministerio, ¡sino con su muerte! Se destaca su consumación: Cristo resucitó. De estos cuatro
elementos, dos son fundamentales: Cristo murió y Cristo resucitó, ambos hechos “conforme
a las Escrituras”.
Su sepultura confirma que había muerto y su aparición confirma que había resucitado. Pablo
convoca a testigos, entre ellos el despliegue impresionante de quinientos hermanos que le
vieron en una misma ocasión. ¿Algunos no lo creen? En Jerusalén uno haya podido contactar
a muchos que gustosamente hubieran ofrecido evidencia. Hay un factor potente: ¡Cristo
murió por nuestros pecados! De nuevo, “conforme a las Escrituras”, y en vista de nuestra
necesidad desesperada, fue por el amor y la misericordia de Dios. Esta gracia obró en
nosotros; dejemos que obre a través de nosotros, vv 9 al 11.
Lección: ¡Ay de mí si no predico el evangelio, este evangelio!
15.12 al 58
Cristo resucitado, de regreso, levantando y reinando
El sepulcro abierto enfoca sobre grandes perspectivas, y la resurrección de Cristo es el aval
de grandes temas. El pasaje que nos ocupa pende de dos afirmaciones importantes: (i) “mas
ahora Cristo ha resucitado de los muertos”, y (ii) “en su venida”. Por cuanto Cristo ha sido
resucitado, la resurrección nuestra está asegurada; y por cuanto Él viene de nuevo, será
efectuada.
La resurrección de Cristo y la nuestra están vinculadas inextricablemente; la una exige la
otra; la una reposa sobre la otra. La importancia de Cristo se ve en el hecho de que, al no ser
una realidad, la predicación apostólica es hueca, la fe es vana, el pecado impera, nuestros
seres queridos han perecido y nosotros merecemos gran lástima. La realidad de su
resurrección asegura una gran cosecha venidera, porque así como en Adán “todos” murieron,
también en Cristo “todos” serán vivificados, cada cual en su orden en el regreso de Cristo al
aire.
Habiendo tratado con la base de nuestra resurrección, él habla ahora de su autenticidad. ¿El
bautismo es una farsa? Podríamos ser bautizados tan solo como muertos si es que los
muertos no resucitan. Vivir en peligro no tiene sentido, y nuestra disposición a enfrentar la
14
muerte por causa de él es inútil, si es que los muertos no resucitan.
Se ocupa luego de su modalidad, vv 35 al 49, empleando como ilustración el reino vegetal.
Nuestro cuerpo corruptible se siembra cual semilla en la tierra pero será resucitado
incorruptible y para el cielo, conforme le plazca a Dios, vv 38 al 42. Sembrado en
corrupción, será levantado exento de deterioro; sembrado en deshonra, será levantado
radiante; “los justos resplandecerán como el sol en el reino de su Padre”, Mateo 13.43.
Sembrado en debilidad, será levantado con un potencial nuevo; sembrado cuerpo natural,
será levantado cuerpo espiritual, sin limitaciones de tiempo, espacio o materia.
¡La grandeza de todo esto! Será triunfo por medio de nuestro Señor Resucitado que vendrá.
Y en el v. 24 hay la consumación: el Cristo reinante no tendrá rival alguno; todo gobierno y
poder adverso será subyugado: La muerte abolida, Él entregará el reino a Dios el Padre.
Entonces la muerte de Cristo será respondida por el gobierno de Cristo, conduciendo al
estado eterno cuando Dios será todo en todos.
Lección: Contando con esta perspectiva cierta, que nos encontremos “firmes y constantes,
creciendo en la obra del Señor siempre”, v. 58.
capítulo 16
Conclusiones varias
Se han tratado temas de mayor relevancia y atendido a dificultades; ahora Pablo llega al final
de su carta y ofrece —
• un recordatorio, vv 1 al 4. Asuntos importantes de doctrina nunca deben restar atención a
las necesidades terrenales de otros, y la debida atención a la fe delante de Dios debe ir mano
en mano con el debido interés en otros. Obsérvese la prioridad asignada a este ejercicio. Era
en el día de hacer memoria del Señor en su muerte que ellos debían aportar de manera
práctica para sus hermanos en necesidad.
• un deseo, vv 5 al 9. Él quería estar con ellos. Manifiesta interés y amor al dejar ver que, no
obstante sus muchas reprimendas, quisiera pasar una buena temporada entre esos creyentes.
• una recomendación, vv 10 al 12. Si Timoteo les visita, él velará por el bienestar de aquel
hijo genuino en la fe. Le protegerá de cualquier incidente desagradable de parte de los
corintios, y también explicará los movimientos de Apolos. Nos llama la atención su cuidado
por sus consiervos; este hombre no se olvida de las cortesías humanas.
• una directriz, vv 13, 14. Él insta a sus lectores a la vigilancia, fidelidad, buena disposición
fuerza, y al amor. Sin duda esta estocada les alcanzaría el corazón.
• un consejo, vv 15 al 18. Les hace recordar a algunos que conocen y señala sus ministerios a
favor de Pablo y a favor de los mismos corintios, exhortando que estimen y obedezcan a los
tales.
• varios saludos, vv 19 al 24. En vv 19, 20 Pablo envía saludos de parte de otros y en los
versículos siguientes de parte de sí mismo. Aunque a veces sus cartas hayan sido escritas por
la mano de un amanuense, él debe fijar su firma propia como evidencia de su legitimidad, v.
21.
Con esto, expresa su ultima advertencia y saludo. Si alguno no ama al Señor (Pablo ha
enfatizado el señorío de Cristo en esta epístola), que sea maldito — ¡el Señor viene! El
tratado apostólico, en algunas partes severo y para corregir, tan enfático pero tan estimulante,
cierra con notas de gracia divina y la dulzura de su propio amor en Cristo.
Lección: Estemos conscientes siempre de las cortesías cristianas.
15
La iglesia imperfecta
1 Corintios
R.E. Harlow
Traducción de The imperfect church: 1 Corinthians
Publicaciones Cotidianas, Scarborough, Canadá
Este material fue traducido para el uso de la empresa editorial Everyday
Publications, donde fue modificado posteriormente. En esta versión he
simplificado el formato ligeramente.
D.R.A.
Contenido
1. Introducción y acción de gracias
Introducción
1.1 al 3
Acción de gracias
1.4 al 9
2. División en la iglesia
Seguir a los hombres
1.10 al 17
Sabiduría y poder de Dios
Sabiduría del mundo
1.18 al 20
Sabiduría de Dios
1.21 al 25
Sabiduría en Cristo
1.26 al 31
El mensaje de Pablo a los corintios
La visita de Pablo a Corinto
2.1 al 5
Revelación de verdad más profunda
No revelada a líderes del mundo
2.6 al 9
Revelada ahora por el Espíritu Santo
2.10 al 12
Recibida por creyentes
2.13 al 16
Más acerca de divisiones en la iglesia
Niños en Cristo
3.1 al 4
Siervos del Señor
3.5 al 9
Galardones
3.10 al 17
Sabiduría humana y líderes humanos
3.18 al 23
¿Quiénes son los apóstoles?
No juzguen a los siervos de Dios
4.1 al 5
No se jacten de los hombres
4.6,7
No vivan como reyes
4.8 al 13
Síganme a mí
4.14 al 17
16
Yo vengo
4.18 al 21
3. Pecado en la iglesia
La condición en Corinto
5.1 al 5
El pecado se extenderá
5.6 al 8
El pecado debe ser juzgado
5.9 al 13
4. Demanda judicial contra otro
Mejor pedir que creyentes juzguen
6.1 al 6
Mejor aceptar pérdida
6.7 al 11
5. Fornicación y vida matrimonial
Fornicación
Nuestros cuerpos pertenecen al Señor
6.12 al 14
Juntar cuerpos
6.15 al 17
El cuerpo es templo del Espíritu Santo
6.18 al 20
Personas casadas
Instrucciones acerca de la vida matrimonial
Cómo los casados deben comportarse
7.1 al 5
¿Debe casarse un cristiano?
7.6 al 9
¿Puede divorciarse un cristiano?
7.10,11
La separación si uno es creyente
7.12 al 16
Debemos quedarnos como estamos
Judío o gentil
7.17 al 20
Esclavo o libre
7.21 al 24
Casado o soltero
7.25 al 28
Razones por este mandamiento
El tiempo es corto
7.29 al 31
Debemos ocuparnos en las cosas del Señor
7.32 al 35
Resumen
7.36 al 40
6. Libertad cristiana
Comida ofrecida a ídolos
Mejor el amor que el conocimiento
8.1 al 3
Hay un Dios y los ídolos no son nada
8.4 al 6
¿Los cristianos deben comer
alimentos ofrecidos a un ídolo?
8.7 al 13
Pablo no insistía en sus derechos
Los derechos de un apóstol
Pablo un verdadero apóstol
9.1,2
17
Los demás apóstoles
9.3 al 7
Las enseñanzas del Antiguo Testamento
9.8 al 14
Pablo no insistía sobre todo
Las razones de Pablo
9.15 al 18
El deseo de Pablo de ganar algunos para Cristo
9.19 al 22
Pablo renunciaba todo para servir mejor al Señor
9.23 al 27
La comunión
Comunión con ídolos
La bendición de Dios sobre Israel
10.1 al 5
El pecado de Israel
10.6 al 10
Una advertencia
10.11 al 14
Comunión con Cristo
La mesa del Señor
10.15 al 18
La mesa de los demonios
10.19 al 22
Comunión con el pueblo de Dios
Cómo manifestar la comunión
10.23,24
Comida ofrecida a ídolos
10.25 al 30
Resumen de la enseñanza de Pablo
10.31 al 11.1
7. Cubiertas para la cabeza
¿Cuándo debemos cubrirnos?
11.2 al 6
El Antiguo Testamento comprueba esta enseñanza
11.7 al 12
La naturaleza nos enseña lo mismo
11.13 al 15
La práctica de otras iglesias
11.16
8. La Cena del Señor
Qué hacían los corintios al reunirse
11.17 al 22
Una revelación a Pablo
11.23 al 25
La advertencia de Pablo
La importancia
11.26
Comer y beber indignamente
11.27 al 32
Resumen
11.33,34
9. Dones espirituales
El Espíritu Santo y sus dones
Dones a todo creyente
El Espíritu Santo mayor que todos los espíritus
12.1 al 3
Diferentes dones para diferentes creyentes
12.4 al 11
La iglesia es como un cuerpo
18
El cuerpo es un cuadro de la iglesia
12.12,13
Son necesarias todas las partes del cuerpo
12.14 al 26
La iglesia es un cuerpo de Cristo
12.27 al 31
El amor es el camino más excelente
Los dones sin el amor son inútiles
13.1 al 3
¿Qué hace el amor?
13.4 al 7
El amor es mayor que los dones
13.8 al 13
La profecía es mayor que las lenguas
La profecía edifica una asamblea
14.1 al 6
La profecía puede entenderse fácilmente
14.7 al 12
Debemos hablar para el beneficio de todos
Los creyentes no instruidos
14.13 al 17
Debemos considerar a los demás en la reunión
14.18,19
Las lenguas son señal
y la profecía es para edificar
14.20 al 25
El gobierno de Dios en las iglesias
Gobierno en general
14.26
Límites sobre la intervención en las reuniones
Lenguas
14.27,28
Profecía
14.29 al 33
Mujeres
14.34,35
Resumen,
14.36 al 40
10. La resurrección
Cristo resucitó de los muertos
El evangelio
15.1 al 4
Muchos vieron al Señor una vez resucitado
15.5 al 11
Los creyentes resucitarán de la muerte
¿Qué de si no hay resurrección?
15.12 al 16
¿Qué de si Cristo no resucitó de la muerte?
15.17 al 19
Todos resucitarán
15.20 al 23
Todo estará sujeto a Dios
15.24 al 28
¿Por qué sufrir si no hay resurrección?
15.29 al 34
¿Cómo resucitarán los muertos?
Cuadros de vida y gloria
15.35 al 41
Explicación de la resurrección
15.42 al 50
¿Qué sucederá con los creyentes vivos?
19
15.51 al 58
11. La ofrenda dominical
16.1 al 14
12. Planes y saludos
Los planes de Pablo
16.5 al 12
Mandamientos finales
16.13 al 18
Saludos y una bendición
16.19 al 24
Pablo el apóstol escribió trece de las veintiuna cartas en el Nuevo Testamento. Las dos más
largas son romanos y 1 Corintios. La gran labor de Pablo era predicar el Evangelio y levantar
iglesias locales o asambleas. La Epístola a los Romanos explica en detalle el Evangelio que
Pablo predicaba, y 1 Corintios nos dice cómo conducirnos en una asamblea.
Pablo escribió Efesios también, que nos enseña grandes verdades acerca de la Iglesia y
muestra cuán importante es ante los ojos de Dios. Hay muchos versículos y capítulos en el
Nuevo Testamento que hablan de cómo la asamblea debe conducirse, y Pablo escribió a
Timoteo para informarnos cómo actuar en la familia de Dios, en la iglesia del Dios viviente,
1 Timoteo 3.15. 1 Corintios es la epístola más importante sobre el tema de cómo conducir
nuestras iglesias. Nos da las respuestas del Espíritu a muchos problemas en la iglesia en
Corinto. Hoy día tenemos algunos de estos problemas, y podemos encontrar en 1 Corintios
las respuestas de Dios.
La palabra iglesia se encuentra 22 veces en 1 Corintios, más que en cualquier otro libro del
Nuevo Testamento. Se usa 21 veces en Hechos, nueve veces en 2 Corintios, nueve veces en
Efesios y 19 veces en Apocalipsis 1, 2 y 3. Estos libros son importantes y nos ayudan a
entender la Iglesia de Dios, pero casi todas las epístolas dicen algo acerca de la iglesia.
La palabra Dios se encuentra 103 veces en 1 Corintios y se menciona el Señor Jesucristo 119
veces. Este libro nos habla de Dios y Cristo y la Iglesia de Dios. Dios espera de nosotros una
conducta de obediencia en la iglesia, como también en todo tiempo y todo lo demás. Dios el
Espíritu guió a Pablo a escribir esta carta y enseñarnos los caminos de Dios en la Iglesia.
¿Quién era Pablo?
Saulo nació en Tarso, una ciudad de Cilicia en la provincia romana de Asia Menor. Fue
enseñado por Gamaliel, un sobresaliente maestro judío y un fariseo, Hechos 5.34, 22.3.
Saulo era muy celoso por la ley judaica y al principio pensaba que debería hacer todo lo que
podía para impedir a su pueblo creer en el Señor Jesucristo.
Todo eso cambió cuando Saulo encontró al Señor en el camino a Damasco. De una vez el
Señor le mandó a llevar el Evangelio a tanto judíos como gentiles y él comenzó a predicar
que Cristo es el Hijo de Dios, Hechos 9.15,20. El libro de Hechos relata sus tres grandes
viajes misioneros:
(1) Saulo y Bernabé salieron de Antioquía y regresaron a Antioquía, Hechos 13.3 a 14.26.
Durante ese tiempo el nombre de Saulo fue cambiado a Pablo, Hechos 13.9.
(2) Pablo y Silas comenzaron desde Antioquía y Pablo regresó a esa ciudad más adelante.
Timoteo les acompañó la mayor parte del tiempo, Hechos 15.40, 16.3, 18.22, y Lucas les
acompañó desde Troas a Filipos. (Lucas escribió el libro de Hechos, y en el capítulo 16,
versículos 10 a 40, leemos la palabra nosotros, —o esa forma de los verbos— incluyendo a
Lucas, pero después del 16.40, la palabra ellos).
(3) El tercer viaje comenzó en Hechos 18.23, pero no leemos que Pablo haya regresado a
Antioquía. El libro de Hechos termina con Pablo encarcelado en Roma, pero aprendemos de
sus cartas a Timoteo y Tito un poco acerca de sus viajes posteriores.
20
En el segundo viaje misionero Pablo llegó a Corinto y predicó el Evangelio, primeramente en
la sinagoga de los judíos. Algunos judíos creyeron pero los demás obligaron a Pablo a
abandonar la sinagoga, así que él se reunía con los creyentes en una casa. A la vez Pablo
trabajaba en su oficio durante el día, y Silas y Timoteo le acompañaban en la predicación. El
Señor Jesús le animó a Pablo y él se quedó en Corinto por año y medio, Hechos 18.1 al 11.
En el tercer viaje Pablo fue a Grecia y se quedó allí tres meses, Hechos 20.2,3. Corinto era la
ciudad más grande en Acaya o Grecia, y podemos estar seguros que Pablo visitó la asamblea
allí cuando fue a Grecia. Se menciona en la Biblia dos ciudades más en Grecia. Pablo había
estado en Atenas antes de ir a Corinto, y algunas personas creyeron, pero no leemos de una
iglesia en Atenas, Hechos 17.16,34. Había también una asamblea en Cencrea, un puerto
cercano a Corinto, Romanos 16.1.
El libro de Hechos no dice que Pablo haya vuelto a Corinto, pero vemos en sus cartas que él
esperaba hacerlo, 1 Corintios 4.19, 11.34, 16.4, 2 Corintios 1.15, 13.1.
Pablo oyó de otros que había problemas en la iglesia de Corinto, y los creyentes le
escribieron acerca de otros asuntos. ¿Cuáles eran esos problemas? La epístola nos habla de
aquellos problemas y da las respuestas.
 Introducción y acción de gracias
 Divisiones en la iglesia
 Pecado en la iglesia
 Demanda judicial contra otro
 Fornicación y vida matrimonial
 Libertad cristiana
 Cubiertas para la cabeza
 La Cena del Señor
 Dones espirituales
 La resurrección
 La ofrenda dominical
 Planes y saludos
Los creyentes habían escrito a Pablo acerca de algunas de estos asuntos y Pablo había oído
de otros acerca de algunas de ellas. Preguntaron acerca de la vida matrimonial, 7.1; la
libertad cristiana, 8.1; los dones espirituales, 12.1; la ofrenda, 16.1. Pablo oyó de otros
asuntos: las divisiones en la iglesia, 1.11; pecado en la iglesia, 5.1; la cena del Señor, 11.1; la
resurrección, 15.12.
El Espíritu Santo dio las respuestas por intermedio de Pablo a la iglesia en Corinto, y a
nosotros por las Sagradas Escrituras.
Pablo escribió la primera carta a los corintios cuando él estaba en Éfeso, 16.8. Esto fue
durante su tercer viaje misionero, Hechos 19.10. Pablo y los apóstoles podían enseñar las
mismas verdades en otras iglesias, y así pronto los creyentes llegaron a saber las respuestas a
sus problemas. Hoy día las iglesias tienen los mismos problemas de tiempo en tiempo. Dios
nos ha preservado la carta a los corintios. Esto quiere decir que debemos desarrollar las
iglesias según la enseñanza del Espíritu Santo en el Nuevo Testamento.
1 - Introducción y acción de gracias
Introducción
Pablo escribió primeramente que él era el autor de esta carta y que ella iba dirigida a los
corintios. Le pidió a Dios bendecirlos y dijo por qué él adoraba a Dios por ellos.
21
Pablo se llamó un apóstol, y los corintios, santos. Le pidió a Dios darles gracia y paz.
1.1 Ante todo Pablo declaró que había sido llamado como apóstol. En Romanos 1.1 él
también había dicho que había sido llamado a ser apóstol. En sus cartas afirmaba que era
apóstol de Jesucristo. Pedro hizo lo mismo en sus dos cartas. (Santiago y Judas no eran
apóstoles, y no sabemos a ciencia cierta quién escribió el libro de Hebreos. Juan se llama
anciano en su segunda y tercera carta).
Era importante que los corintios aceptaran la autoridad de Pablo como apóstol. El tenía que
decirles algunas cosas severas, y exigirles hacer lo correcto.



Un apóstol
Llamado a ser apóstol
Por la voluntad de Dios
Gálatas 1.1, 1 Timoteo 1.1, Tito 1.1
1 Corintios 1.1, Romanos 1.1
1 Corintios 1.1, 2 Corintios 1.1,
Colosenses 1.1, Efesios 1.1, 2 Timoteo 1.1
Pablo era un apóstol de Jesucristo por la voluntad de Dios. En Gálatas 1.1 dijo que ningún
hombre le había hecho apóstol, solamente Dios. Vemos que Pablo es un apóstol por voluntad
divina también en 2 Corintios, Colosenses, Efesios y 2 Timoteo.
¿Quién era Sóstenes? Sóstenes había sido el líder de la sinagoga de los judíos en Corinto, y
se oponía a Pablo y sus enseñanzas acerca del Señor, Hechos 18.17. Ahora era convertido a
Cristo y estaba con Pablo en Éfeso. Sóstenes era bien conocido a los corintios y estaba
dispuesto que Pablo usara su nombre en esta carta con sus mensajes fuertes. Pablo le llamó
un hermano en el Señor pero no sabemos más acerca de él.
1.2 Pablo escribió esta carta a la iglesia de Dios en Corinto. La palabra iglesia quiere decir
una asamblea de personas. En 1 Corintios se usa la palabra al referirse a toda la Iglesia en el
mundo, incluyendo a todos los creyentes, y también de los cristianos que se reunían en una
población. Se encuentra cinco veces la palabra iglesias.
Iglesia en 1 Corintios:
todo el cuerpo de Cristo
iglesia local
iglesias locales
10.32, 12.28, 15.9
1.2, 4.17, 6.4, 11.18,22,
14.4,5,12,19,23,28,35, 16.19
7.17, 11.16, 14.33,34, 16.1,19
Corinto era una de las peores ciudades del Imperio Romano. Los creyentes tenían que vivir
en el mundo en una ciudad muy impía, pero la iglesia pertenecía a Dios; era suya. Esta
Iglesia de Dios incluía a todos los que eran santificados en Cristo Jesús. Ellos habían sido
puestos aparte del mundo impío en derredor, y llamados santos, el pueblo santo de Dios.
Pero esta carta es para otros fuera de Corinto. Los creyentes en Corinto estaban unidos con
todos en todo lugar que invocaban el nombre de nuestro Señor Jesucristo. Esto quiere decir
todos los salvos, Hechos 2.21, Romanos 10.12 al 14. El es Señor suyo además de nuestro.
Hemos invocado el nombre del Señor para ayudarnos, y ahora llevamos su nombre, somos
cristianos, Hechos 11.26.
Hoy día algunos cristianos rechazan las enseñanzas de 1 Corintios porque dicen que fue
escrita a una iglesia tiempo atrás y no tenemos que obedecer la epístola. Es importante ver
que Corintios es para todos los creyentes en el mundo hoy día; es para nosotros.
1.3 El versículo 3 es la salutación de Pablo a la iglesia en Corinto. Él usó las mismas
palabras al escribir a los gálatas, tesalonicenses, romanos, colosenses, filipenses y a Filemón
y Tito. Para Timoteo él añadió la palabra misericordia. Las palabras gracia y paz eran
términos comunes de salutación, pero aquí están en la forma de una oración. Pablo pidió de
nuevo al final de la carta que la gracia de nuestro Señor Jesucristo fuera para ellos, 16.23. La
22
gracia de Dios es la base de todo lo que El hace para nosotros. La gracia vino por medio de
Cristo Jesús y somos salvos por su gracia, Juan 1.17, Efesios 2.8. La gracia trae la salvación
por la fe, y la paz es el resultado de la fe, Romanos 5.1.
Aquí tanto la gracia y la paz vienen de Dios el Padre y nuestro Señor Jesucristo. Estos
grandes dones, o regalos, que son la gracia y la paz, pueden ser sólo de Dios, así que el
Espíritu Santo enseña aquí que el Señor Jesucristo es igual con Dios. Se llama el Hijo en el
1.9 y 15.28, pero Colosenses y Hebreos nos dan mucho más enseñanza sobre la deidad de
Cristo.
Carta de
Carta para
Bendición de
Bendición es
Pablo y Sóstenes
Iglesia en Corinto y todos los santos
Dios el Padre y nuestro Señor Jesucristo
Gracia y paz
Acción de gracias
1.4 En el versículo 3 Pablo oró que la gracia de Dios acompañara a los creyentes, y de una
vez da gracias a Dios por la gracia que les fue dada. En el versículo 3 la gracia vino del Padre
y el Señor Jesucristo; en el versículo 4 viene por medio de Cristo. El versículo 3 se refiere a
Cristo en su Persona, Él es Dios el Hijo; el versículo 4 se refiere a su Obra, porque la gracia
de Dios podría venir a nosotros sólo por la muerte de Cristo en la cruz. Esta gracia se da a
todos los que están en Cristo Jesús.
Pablo podía estar agradecido por esto siempre. Pronto veremos algunas de las cosas en
Corinto que le entristecían mucho.
1.5 La gracia de Dios nos da más que la salvación. La iglesia en Corinto era rica en dones
espirituales, especialmente en disertación y conocimiento. A los griegos les encantaba una
buena disertación, y algunos tenían el don de dar buenos discursos, como Pedro menciona en
1 Pedro 4.10,11. Otros tenían en particular el don de la sabiduría, 1 Corintios 12.8, 13.8.
1.6 Pablo y Timoteo y Silas predicaron en Corinto y dieron su testimonio de que Jesús es el
Cristo, Hechos 18.5. Dios confirmó su testimonio al dar dones a los que creyeron. En Éfeso
Dios honró el mensaje de sus siervos por medio de milagros, Hechos 19.6,11; y lo mismo en
Jerusalén, Hebreos 2.4. En Corinto Él confirmó su testimonio al dar dones a la iglesia.
1.7 El resultado era que a la iglesia realmente no le faltaba nada en ningún don espiritual.
Pablo quería ir a Roma para estar en condiciones de dar a los creyentes algún don espiritual,
Romanos 1.11, pero eso no era necesario en Corinto. Ellos tenían los dones espirituales pero
no los usaban correctamente. Así que, en esta carta Pablo les enseñó (y a nosotros) cómo
usar los dones para el Señor.
Pablo también les había enseñado a los creyentes nuevos que Cristo volvería, como él había
hecho un poco antes en Tesalónica. En un segundo viaje misionero Pablo fue de Tesalónica a
Berea, Atenas y Corinto. Estaba sólo unas dos semanas en Tesalónica, pero les instruyó en
cuanto a la venida de Cristo, 1 Tesalonicenses 1.10. Pablo enseñó a los tesalonicenses en sus
cartas que Cristo vendrá a las nubes y llevará a su Iglesia arriba al cielo, 1 Tesalonicenses
4.17; luego vendrá a la tierra para juzgar los hombres impíos, 2 Tesalonicenses 1.7 al 10.
Pablo recibió del Señor esta verdad acerca del Rapto de la Iglesia, 1 Tesalonicenses 4.15.
Creemos que Pablo escribió a los tesalonicenses mientras él estaba en Corinto, y podemos
estar seguros de que enseñó estas grandes verdades a los corintios también. En el capítulo 15,
versículos 51 y 52, aprenderemos más acerca del Rapto.
Mucha gente conoce la Biblia pero no ama al Señor. Aquellos que le aman, están esperando
con gran gozo el día en que El volverá.
23
1.8 Algunas personas pueden temer caer en pecado antes de que el Señor vuelva. Así el
Señor prometió que nos guardaría fuertes y firmes hasta el fin. Solamente Dios puede
hacerlo, Judas 24. El Señor Jesús nos ha limpiado de nuestros pecados y nos está lavando
cada día por su Palabra, 1 Juan 1.7, Efesios 5.26,27. Su deseo es presentarnos ante sí como
una Esposa sin falta, Colosenses 1.22, Filipenses 1.6. Será un día feliz para Él, y para
nosotros.
1.9 Dios ha prometido guardarnos. Él es fiel, y guarda sus promesas, 10.13, 1 Tesalonicenses 5.24, 2 Tesalonicenses 3.3. Es Dios quien nos ha llamado a la comunión con su
Hijo, Jesucristo nuestro Señor. Tenemos comunión con el Padre y el Hijo, 1 Juan 1.3; con el
Espíritu Santo, 2 Corintios 13.14, Filipenses 2.1; y el uno con el otro, 1 Juan 1.7. Debemos
llevar en mente siempre que tenemos comunión con Cristo en sus padecimientos, Filipenses
3.10.
Somos llamados a compartir en sus sufrimientos, 1 Pedro 2.21, pero más de todo somos
llamados a tener gozo, no tristeza. También somos llamados a :






paz
justificación
santidad
luz
bendición
herencia eterna
1 Corintios 7.15
Romanos 8.30
1 Pedro 1.15
1 Pedro 2.9
1 Pedro 3.9
Hebreos 9.15
2 - Divisiones en la iglesia
Pablo dio gracias a Dios por las cosas buenas que veía en Corinto, pero entonces tuvo que
decirles que algunas cosas eran muy incorrectas. Había divisiones en la iglesia y algunos
cristianos estaban siguiendo a un hombre, y otros a otro. Esto fue resultado de orgullo por la
sabiduría humana. Pablo no se había acercado a ellos de esa manera, sino que les dio
palabras del Espíritu Santo. Ellos se estaban conduciendo como cristianos muy nuevos, pero
eran responsables por su conducta en la iglesia. Los apóstoles no eran nada en sí, sino eran
enviados por Cristo y deberían ser obedecidos.
Seguir a los hombres
Pablo oyó que había cuatro divisiones en la iglesia, cada grupo jactándose por un líder
humano. Algunos decían ser seguidores de Pablo, de manera que él explicó que esto era
incorrecto.
1.10
Primeramente apeló a los corintios como hermanos a quedarse unidos y estar de
acuerdo en lo que decían. El apóstol podía dar mandamientos y a veces lo hacía, pero muchas
veces él rogaba a los creyentes, 4.16, 16.15, 2 Corintios 2.8, 6.1, 8.6, 9.5, 10.1. Aquí les
rogaba en el nombre del Señor Jesucristo; Pablo creía que el Señor mismo haría la misma
cosa. Por cierto esta es la voluntad de Dios y Cristo oró que fuésemos todos uno, Juan 17.17.
Somos uno en Cristo Jesús, pero no siempre manifestamos el uno al otro esta unidad.
Pablo quería ver a los corintios de acuerdo entre sí en lo que hablaban; no permitir divisiones
en su seno; y estar perfectamente unidos en su manera de pensar. La asamblea en Filipos era
más espiritual que la de Corinto, pero también tenía una división. Pablo les apeló ser de un
mismo sentir. Ellos estaban envanecidos y Pablo les recordó del Señor Jesucristo quien
asumió un lugar humilde, Filipenses 2.2 al 8.
1.11
Pablo oyó de gente en la familia de Cloé que los corintios estaban entregados a las
querellas. No sabemos quién era Cloé, pero los miembros de la familia de esa dama no
temían decir la verdad acerca de la asamblea en Corinto. Pablo podía decirles claramente
24
quiénes le habían informado. Esto es importante. No debemos decir nada malo acerca de
otros creyentes si no es la verdad. Pero si es necesario hablar, debemos estar dispuestos a que
ellos sepan quién lo dijo.
No es una señal de amor dejar que un cristiano siga en pecado. Puede ser necesario hablar
con él o ella, y si no quiere oir, usted debe volver a tratar la cuestión, pero ahora con uno o
dos más. Si todavía no hace caso, usted decírselo a la iglesia, Mateo 18.15 al 17. La iglesia
es santa y Dios no puede bendecir si hay pecado en la asamblea.
1.12
Sus querellas produjeron divisiones. La iglesia llegó a ser cuatro grupos, cada uno
con su nombre propio. Algunos decían ser de Pablo, algunos de Apolos, algunos de Cefas
(otro nombre para Simón Pedro, Juan 1.40 al 42). Se nos manda obedecer a los líderes que
Dios nos ha dado, Hebreos 13.17, pero no a usar sus nombres para dividir la iglesia.
Fue muy mal hecho seguir a estos líderes humanos, pero el otro grupo era todavía peor. Ellos
tomaron para sí el nombre de Cristo, ¡como si los otros cristianos realmente no fuesen de él!
Pablo era un gran maestro, Apolos era un gran predicador, Pedro era al comienzo el más
prominente de los apóstoles, pero era incorrecto dividir la asamblea de esa manera.
Pablo era el primero en predicar en Corinto, y Apolos fue después. No sabemos si Pedro
había estado allí. Apolos era un judío egipcio que conocía bien el Antiguo Testamento y era
buen orador. Aquila y Priscila le ayudaron a comprender la doctrina de Cristo, la cual ellos
habían aprendido de Pablo, Hechos 18.1,2,24 al 28.
Hoy día la Iglesia está dividida porque gente toma el nombre de algún gran hombre, o de un
país, o de una doctrina favorita. Entonces ellos procuran unir estas divisiones bajo todavía
otro nombre. El Señor Jesús oró que fuésemos uno, y somos uno. Hay un solo Espíritu Santo
y Él mora en todo verdadero creyente. Nos hace uno ante el ojo de Dios.
1.13
Pablo hizo tres preguntas, todas con la misma respuesta, No. Cristo no está dividido
y ningún grupo de cristianos debe decir que son los únicos que son de él. Sólo Cristo murió
por nosotros, ciertamente no Pablo ni ningún otro hombre. El Señor nos mandó bautizar a los
creyentes en el nombre del Padre, y del Hijo y del Espíritu Santo, Mateo 28.19. En Éfeso
algunos creyentes fueron bautizados en el nombre del Señor Jesús, Hechos 19.5. Los
creyentes en Corinto fueron bautizados, pero ciertamente no en el nombre de Pablo, Hechos
8.8.
1.14,15 En realidad Pablo estaba contento por no haber bautizado a los que creyeron cuando
él predicó el Evangelio, excepto Crispo y Gayo. Crispo era el líder de la sinagoga en Corinto
hasta ser salvo, Hechos 18.8. Más adelante la asamblea celebraba reuniones en casa de Gayo,
y Pablo se hospedó con él cuando en Corinto, Romanos 16.23. (Había otros hombres en el
Nuevo Testamento con el mismo nombre). A Pablo le agradó que ningún corinto podría
causar una división en la iglesia por decir que el apóstol Pablo le había bautizado en su
propio nombre.
1.16
Pablo se acordó también que él había bautizado a la familia de Estéfanas. Fue la
primera familia a ser salva en el país de Acaya, y se entregaban plenamente a la obra de
ayudar a los demás creyentes. Estéfanas fue a Éfeso con dos hombres más y le contó a Pablo
acerca de la iglesia en Corinto, 16.15,17.
1.17
El Señor Jesús mandó a Pablo a predicar el Evangelio. Por medio de Ananías le
dijo a Pablo que le había escogido para llevar su nombre al pueblo gentil, a reyes y a la
nación de Israel también, Hechos 9.15, y a ser testigo a todos los hombres, 22.15. El Señor le
dijo que su obra sería la de abrir los ojos de la gente, volverlos de las tinieblas a la luz, de
Satanás a Dios, para que reciban el perdón de pecados por fe en Cristo y una herencia entre
el pueblo de Dios, Hechos 26.16 al 18. Veremos que el Evangelio fue una de las revelaciones
especiales dadas a Pablo, 15.3. Los once apóstoles fueron mandados a predicar, enseñar y
25
bautizar, y nosotros debemos hacer lo mismo, pero no debemos llamar la atención a nosotros
mismos ni causar divisiones en la iglesia.
Aquí Pablo dice que él fue mandado a predicar sin procurar usar las palabras de sabiduría
humana. Esto fue muy importante porque por sus palabras sagaces un hombre puede
persuadir a la gente a hacer buenas obras, pero esto le hace orgulloso, y también a los que le
oyen. El Señor Jesús murió en la cruz por nuestros pecados; nuestras buenas obras no hacen
falta, así que no hay lugar para el orgullo humano.
Sabiduría y poder de Dios
El resto del primer capítulo nos enseña la diferencia entre la sabiduría de Dios y la necedad
del hombre, entre el poder de Dios y la debilidad del hombre. Palabras que quieren decir
sabio o sabiduría ocurren trece veces en los versículos 18 al 31; necedad seis veces; poder
cinco veces; debilidad dos veces.
SABIDURÍA DEL MUNDO
1.18
El mensaje del Evangelio dice a la gente que Cristo murió en la cruz por sus
pecados. Algunos creen esto, otros lo rechazan. Los que rechazan dicen que es locura
enseñar que un hombre podría morir por todos, o que Dios castigaría a una persona inocente
por pecados que no cometió. Estos están perdidos porque no aceptan al Salvador.
Algunos creen el Evangelio y saben que es el poder de Dios, Romanos 1.16. Puede salvarnos
del pecado y guardarnos para vivir en la voluntad de Dios. Hace falta el poder de Dios para
derrotar a Satanás y darnos la victoria sobre nuestras propias costumbres malas. Sabemos
que sólo un hombre podía morir por los pecados de otros, el Hombre Cristo Jesús. Sabemos
también que Dios nunca le obligó hacerlo: su gozo era hacer la voluntad de Dios, Juan 10.17,
Salmo 40.8.
1.19
Los hombres dicen que el Evangelio es locura pero Dios dijo que El iba a destruir
lo que los hombres llaman la sabiduría, la inteligencia de los entendidos, Isaías 29.14. Isaías
habló estas palabras al pueblo de Jerusalén quienes estaban confiando en sus sabios para
salvarles de sus enemigos.
1.20
Isaías se burló también de los sabios de Egipto, Isaías 19.11,12, y los estudiosos de
Jerusalén, 33.18, 44.25. El Señor Jesús enseñó que Dios ha escondido sus pensamientos de
los sabios de este mundo y los ha revelado a quienes son humildes, Mateo 11.25. Los
fariseos y escribas estaban seguros de ser sabios, pero Cristo les llamó insensatos y ciegos,
Mateo 23.17,19.
Hoy día algunos se creen suficientemente sabios como para cambiar la Palabra de Dios,
rechazar una parte y guardar parte. El Espíritu Santo dijo que Dios iba a:
 destruir la sabiduría de los que se creen sabios,
 desechar el entendimiento de los entendidos,
 hacer lucir como locura la sabiduría de este mundo,
SABIDURÍA DE DIOS
1.19
1.19
1.20.
1.21
Dios es sabio y planificó todo desde el principio. Dios en su sabiduría planificó que
la gente no podría conocerle a Él por su propio entendimiento. Le plació hacer la predicación
su método para salvar. Esta predicación les parece locura a los hombres, pero Dios lo
planificó así porque exige fe antes de salvar a uno, Hebreos 11.6. Es así para que la gente
nunca podrá gloriarse acerca de su salvación, 1 Corintios 2.5.
La sabiduría de Dios:
La profundidad de las riquezas de la sabiduría
26
y de la ciencia de Dios
Cristo poder de Dios, y sabiduría de Dios
[La] sabiduría de Dios [se habla] en misterio
La multiforme sabiduría de Dios [se da a conocer]
por medio de la iglesia [a los ángeles]
Romanos 11.33
1 Corintios 1.24
1 Corintios 2.7
Efesios 3.10
1.22
Esta sencilla predicación del Evangelio no era popular entre los judíos ni los
gentiles. Los judíos querían ver milagros como prueba de que el mensaje era veraz. Moisés
probó por milagros que Dios le había enviado, Éxodo 4.30,31, pero advirtió a Israel contra
los falsos profetas, Deuteronomio 13.1, 18.22.
Los judíos demandaban que el Señor Jesús les mostrara señales, Juan 2.18, 6.30, y el Señor
lo hizo, Juan 2.23, 20.30, Hechos 2.22. Aun así muchos judíos no querían creer, Juan 11.47,
12.37. El Cristo resucitado dio gran poder a los apóstoles, pero todavía la mayoría de los
judíos no creían, Hechos 2.43, 4.16,17.
Hoy día tenemos toda la Palabra de Dios, y no necesitamos de milagros para ayudarnos a
conocer la verdad. El poder de Dios se ve en los hombres salvados de los hábitos del pecado.
Por nuestras vidas podemos mostrar que Dios está con nosotros todavía.
Los incrédulos pueden hacer grandes cosas, y pronto Satanás contará con un gran líder
mundial que podrá realizar milagros, Mateo 7.22, 2 Tesalonicenses 2.9, Apocalipsis 13.13.
Los judíos pedían señales y los griegos buscaban sabiduría. Podemos ver esto en Atenas,
Hechos 17.18,21,32, y el pueblo de la cercana Corinto era parecido. En realidad ellos querían
la sabiduría humana, no la de Dios como está revelada en las Escrituras.
Hoy es lo mismo. La gente quiere educación pero rechaza la revelación de Dios, la Biblia.
1.23
Pablo predicaba a Cristo como el Salvador quien murió en la cruz por nosotros. Él
reconoció que su mensaje era ofensivo a los judíos y una barrera para ellos. Los gentiles
pensaban que un Evangelio sencillo era locura; ellos querían algún gran sistema que
solamente unos pocos podrían entender, para gloriarse ellos de su mayor sabiduría.
1.24
Pablo nunca iba a cambiar su mensaje para agradar bien sea a los judíos o los
griegos. Había muchos de ambas razas en la asamblea en Corinto. Todos ellos habían sido
salvos por medio del mensaje del Evangelio, habiendo oído el llamado de Dios y creído en
Cristo. Para ellos (y para nosotros) Cristo es el poder de Dios. Él había sido crucificado en
debilidad, 2 Corintios 13.4, pero esta misma muerte fue la única manera en que un Dios
santo podría salvar a pecadores. Ahora ha resucitado de la muerte y está sentado a la diestra
de Dios, el lugar de poder, Marcos 16.19, 1 Pedro 3.22.
El Evangelio de Cristo crucificado muestra también que Cristo es el centro del sabio plan de
Dios para el mundo. Cristo es la sabiduría de Dios.
1.25
Los gentiles pensaban que este mensaje era insensatez. Pablo dijo que aun si lo es,
es mejor que toda la sabiduría de los sabios. Los judíos pensaban que el mensaje era
demasiado débil para salvar a alguno: un hombre crucificado no podía salvarse ni a sí mismo.
Pablo dice que este mensaje es más fuerte que cualquier cosa que el hombre puede sugerir.
Toda religión humana se basa en la idea que los hombres pueden salvarse. El Evangelio dice
que tan sólo Cristo puede salvar, y que puede hacerlo a perfección.
SABIDURÍA EN CRISTO
1.26
La sabiduría del hombre más sabio es insensatez ante los ojos de Dios, y la mayoría
de los corintios no eran vistos como sabios de este mundo antes de ser llamados a Cristo.
Muy pocos de ellos eran hombres poderosos en la ciudad, en los negocios, la religión o el
27
ejército; pocos procedían de familias ricas o nobles. El apóstol ha venido hablando
especialmente acerca de la sabiduría, 1.17,19,20,21,22,24,25, pero también del poder,
1.18,24,25. Ahora él añade otra clase de gente que podría ser orgullosa: los de familias ricas,
hijos de algún príncipe o caudillo. Muy pocos corintios lo eran.
1.27
Dios ha escogido a la gente ordinaria, quienes podrían ser considerados por el
mundo como necios. Su propósito es avergonzar a los que se piensan sabios. Él ha escogido
gente que es débil en este mundo para avergonzar a los que se llaman fuertes.
Dios escogió aquellas personas en Corinto y les llamó para sí de entre el mundo, 1.9. Le
agradó salvarles por la predicación, y les dio gracia y todos los dones de la iglesia, 1.4,21.
1.28
Otra vez, Él escogió gente que no era de las mejores familias, los "nadie", gente
ordinaria que no era muy bien vista de los que se creían ser algo. Probablemente muchos de
los creyentes eran esclavos, 7.21.
Las clases gobernantes en Corinto eran gente de poder y dinero y probablemente algunos no
sabían que estos creyentes existían. Dios escogió lo que quería aun si los hombres no les
daban ninguna importancia. La mayor parte de los creyentes estaban en este grupo, pero
quizás algunos procedían de los estratos superiores. En Atenas, Dionisio era miembro del
Areópago, una persona sabia e influyente. Manaén eran de buena familia y llegó a ser uno de
los maestros en la iglesia en Antioquía, Hechos 13.1. Mujeres importantes aceptaron el
Evangelio en Tesalónica y Berea, Hechos 17.4,12. En Corinto sabemos de Erasto, el tesorero
de la ciudad, Romanos 16.23.
1.29
¿Por qué escoge Dios mayormente a los que no son sabios ni importantes? Hemos
visto que Él está de un todo dispuesto a salvar a todos, sean ricos o pobres, sabios o
ignorantes. Su plan es traer abajo todo orgullo humano, sea orgullo de sabiduría, poder o
familia. Nadie podrá gloriarse ante Dios. Nadie puede decir que ganó el cielo por obras.
Debe ser por fe y solamente por fe, Romanos 3.27, Efesios 2.9.
1.30
Sin embargo, Dios no va a llenar el cielo de gente ignorante o pecaminosa. ¿De
dónde obtendremos la sabiduría? Primeramente Dios nos pone en Cristo quien es tanto el
poder como la sabiduría de Dios, 1.24. Dios le hace ser sabiduría para nosotros; en él están
escondidos todos los tesoros de la sabiduría, Colosenses 2.3.
La sabiduría de Dios también nos da en Cristo justificación, santificación y redención.
Justificación: Dios nos hace justos ante él por fe en Cristo, Romanos 4.5,22,24, 5.1, 10.4,10,
Filipenses 3.9. Cristo lo hizo posible por su muerte.
Santificación: Dios nos pone aparte para sí y cada día nos está haciendo santos, como
también a todo su pueblo, 1.2. En el capítulo 6, versículo 11 veremos que somos santificados
y justificados en el nombre del Señor Jesús y por el Espíritu de Dios. Somos santificados en
Cristo Jesús, 1.2, y por el Espíritu Santo, Romanos 15.16, 2 Tesalonicenses 2.13.
Redención: Hemos sido librados de la esclavitud del pecado porque Cristo pagó el precio,
Romanos 3.24, Efesios 1.7, Colosenses 1.14, y Él nos librará de la presencia del pecado
cuando recibamos nuestros cuerpos nuevos en su venida, Romanos 8.23, Efesios 1.14, 4.30.
 Pasado: Dios en sabiduría planificó todo antes de crear el mundo. Él dio redención al
Calvario y nosotros la recibimos al creer.
 Presente: Él nos da santificación día a día en la medida en que nos sometemos al
Espíritu Santo.
 Futuro: Nuestra redención será completa cuando Cristo venga.
1.31
Todo esto es el plan de Dios para que estemos en condiciones de darle toda la
gloria al Señor para siempre jamás. No podemos gloriarnos en riquezas ni buenas obras ni
28
nuestros regalos a los pobres. Podemos gloriarnos, y nos gloriaremos, sólo en Cristo y su
obra a favor nuestro. Sabiduría:
1.17 Sabiduría de palabras Pablo no la usaba al predicar el Evangelio.
1.19 Sabiduría de los sabios será destruida.
1.20 Sabiduría de este mundo será enloquecida.
1.21 Sabiduría de este mundo no podía hacer a los hombres conocer a Dios.
1.22 Sabiduría buscada por los griegos.
1.21 Sabiduría de Dios utiliza la predicación para salvación.
1.24 Sabiduría de Dios: Cristo es la sabiduría divina.
1.30 Sabiduría de Dios: Cristo nos es hecho la sabiduría de Dios.
2.1 Sabiduría no fue empleada por Pablo en Corinto.
2.4,13 Sabiduría humana no fue usada por el apóstol.
2.5 Sabiduría de los hombres no es base para la fe.
2.6 Sabiduría del mundo difiere de la sabiduría verdadera;
es insensatez para con Dios, 3.19.
2.7 Sabiduría de Dios hablada por los apóstoles en un misterio.
Gloriarse realmente quiere decir alabar al Señor o regocijarnos en Él. Jeremías dijo por el
Espíritu Santo que debemos alabarnos sólo en Jehová, Jeremías 9.23,24. Pablo dijo por el
Espíritu Santo que debemos gloriarnos sólo en el Señor Jesús, así que vemos que el Señor
Jesús es Jehová Dios. Lea también Gálatas 6.14, Efesios 2.9.
Hombres sabios:
1.19 Sabiduría de hombres será destruida.
1.20 ¿Dónde están?
1.26 Pocos escogidos para la salvación.
1.27 Serán avergonzados.
3.18 Que se hagan ignorantes, para que lleguen a ser sabios.
3.19 El Señor les prende en su astucia.
3.20 El Señor conoce sus pensamientos.
Locura:
1.18 El Evangelio es locura para los que se pierden.
1.21 La locura de la predicación salva al que cree.
1.23 La predicación de la cruz es locura para los gentiles.
2.14 Las cosas del Espíritu son locura para el hombre natural.
3.19 La sabiduría de este mundo es insensatez para Dios.
1.25 Lo insensato de Dios es más sabio que la sabiduría de los hombres.
1.27 Dios escogió lo necio para avergonzar a los sabios.
El mensaje para los corintios
En el primer capítulo Pablo mostró que había divisiones en la iglesia en Corinto, y que se
basaban en el orgullo y la sabiduría humana. Él había ido a Corinto para predicar el
Evangelio, pero no con las palabras de humana sabiduría, 1.17. En la primera parte del
29
capítulo 2 él dice más acerca de esto, 2.1 al 5. En el resto del capítulo 2 les dijo que su carta
enseñaría la verdadera sabiduría de Dios, 2.6 al 16.
LA VISITA DE PABLO A CORINTO
Pablo no había venido a ellos con excelencia de palabras o sabiduría humana. Ahora les dice
por qué esto era importante.
2.1 Veinte veces Pablo llamó a los creyentes sus hermanos en 1 Corintios: 1.10,11,26, 2.1,
3.1, 4.6, 7.24,29, 10.1, 11.2,33, 12.1, 14.6,20,26,39, 15.1,50,58, 16.15, y muchas veces en
otras cartas también.
Cuando en Corinto él les contó al pueblo acerca de Dios y Cristo. Su testimonio a Cristo fue
confirmado por Dios, 1.6. El Señor les había dicho a los apóstoles que ellos serían sus
testigos, Lucas 24.48, Hechos 1.8, 4.33 y Pablo podía testificar que había conocido al Cristo
resucitado, Hechos 22.8, 1 Corintios 15.15. El dio este testimonio acerca de Dios a los
corintios, pero en palabras sencillas y no con humana sabiduría.
En el versículo 1 algunos traductores dicen que Pablo “declaró” el misterio de Dios a los
corintios. Esta palabra se encuentra en el 2.7, 4.1, 15.51. Sin duda Pablo enseño muchas
verdades a los corintios cuando estaba allí por año y medio, Hechos 18.11, y en esta carta les
dijo muchas otras verdades.
2.2 Pablo usaba palabras sencillas al predicar el Evangelio porque estaba resuelto a no saber
nada sino a Cristo crucificado. Por supuesto Pablo sabía mucho y ha podido usar las reglas
de oratorio sagaz. Pero el Espíritu le condujo a predicar tan sólo a Cristo quien murió en la
cruz. Pablo comprendió que esto sería una barrera a los judíos e insensatez a quienes no eran
judíos, pero para los creyentes sería el poder y la sabiduría de Dios, 1.23,24.
Hoy día mucha gente predica acerca de Cristo como un gran Maestro, o Ejemplo, no como el
que murió por nuestros pecados. Esto deja lugar para el orgullo humano porque la gente
podría seguir el ejemplo y enseñanzas de Cristo para salvarse por buenas obras. La cruz no
deja lugar para el orgullo humano.
2.3 Pablo sabía que los corintios querían oir a los buenos oradores usando palabras largas
que les harían sentirse orgullosos. Él temía que no escucharían su mensaje sencillo. Por
cierto algunos de ellos decían que él era débil y sus palabras no sonaban como importantes, 2
Corintios 10.10, pero aun cuando tenía ese temor, él hablaba y se daba plenamente a la
predicación de la Palabra, Hechos 18.5.
El Señor mismo le dio un mensaje especial y mandó no temer sino hablar con confianza. El
Señor sabía que muchos corintios iban a creer y le prometió a Pablo que nadie le haría daño
en ese lugar, Hechos 18.9,10. Los judíos le acusaron ante el tribunal, pero Pablo estaba
preparado para hablar ante Galio, el gobernador de Grecia. Después de esto él se quedó en
Corinto un tiempo más, Hechos 18.14,18.
Pablo sabía que era débil en sí mismo, pero Dios escogió las cosas débiles para avergonzar a
los hombres fuertes, 1.27. Pablo había aprendido que el poder de Dios se hace perfecto en la
debilidad, y habló también de sus temores cuando estaba en Macedonia, 2 Corintios 12.9,
7.5.
2.4 Pablo no usaba palabras de humana sabiduría en su mensaje y predicación en Corinto.
Su predicación era acerca de Cristo crucificado, 1.17,23. Él quería usar sólo el poder del
Espíritu Santo para convencer a la gente que su mensaje era la verdad. El Evangelio es el
poder de Dios, 1.18,24. Se menciona el Espíritu Santo treinta veces en 1 Corintios; siete
veces en este capítulo; once veces en el capítulo 12, y tres veces en el capítulo 14. La obra
del Espíritu también es muy importante en Hechos, donde Él está mencionado cincuenta y
cuatro veces.
30
Debemos decirles a otros acerca de Cristo crucificado y resucitado, pero llevando en mente
que sólo el Espíritu Santo puede llevar una persona al Salvador.
2.5 Pablo quería que los corintios creyeran en Cristo, y que su fe fuera fuerte. Podría ser así
tan sólo si se basara en el poder de Dios y no en la sabiduría de hombres.
El poder de Dios:
La predicación de la cruz es el poder de Dios a los que son salvos,
Cristo es el poder de Dios y la sabiduría de Dios,
Nuestra fe debe basarse sólo en el poder de Dios,
1.18
1.24
2.5
Es posible que una persona oiga acerca de Cristo y se le dice que debería creer en Él. Esa
persona dice que sí cree en Cristo, pero su "fe" no se basa realmente en el Evangelio, el
poder de Dios, y quizás no perdure mucho tiempo. Él o ella es como los discípulos quienes
siguieron al Señor Jesús al principio, pero volvieron, Juan 6.66, o como los de Hebreos
10.39, que retrocedieron para perdición por no haber tenido nunca la vida eterna.
REVELACIÓN DE VERDAD MÁS PROFUNDA
Era importante predicar el Evangelio en lenguaje sencillo, pero hay mucha verdad en la
Biblia que es más profunda. El Espíritu Santo reveló estas verdades a los apóstoles. El Señor
Jesús había prometido que el Espíritu de verdad les iba a guiar a toda verdad, Juan 16.13. Las
veintiuna epístolas del Nuevo Testamento contienen muchas verdades más profundas que
explican los maravillosos consejos de Dios.
No revelada a líderes del mundo —
2.6 El mensaje de Pablo no se basaba en sabiduría humana, pero él podía enseñar, y al
efecto enseñaba, la verdadera sabiduría de Dios. Esta no es para los que no son salvos o para
creyentes nuevos que son como niños en Cristo. Las verdades más profundas son para los
que son maduros espiritualmente, aquellos que han crecido como cristianos.
Esta sabiduría verdadera es muy diferente de la sabiduría de este mundo. No es la sabiduría
de los líderes mundiales de hoy día. Estos hombres desaparecerán y su sabiduría no llegará a
nada. Dios usa las cosas débiles, los creyentes, para reducir a nada los líderes sabios. Dios
usa lo que ellos piensan es sin valor, el Evangelio, para deshacer su sabiduría, 1.27,28.
2.7 En esta epístola Pablo revela la verdadera sabiduría de Dios, llamada un misterio. Esto
quiere decir alguna verdad que no había sido revelada antes. Pablo recibió mucha verdad del
Señor y sabía que tenía que ser fiel en enseñar estas verdades a otros, 4.1,2. Uno de los
misterios era aquello que va a suceder cuando el Señor venga, 15.51 al 54. Otros misterios se
revelan en Romanos 11.25, 16.25, Efesios 3.3 al 9, 5.32, 6.19, Colosenses 1.26,27, 2.2, 4.3,
1 Timoteo 3.9,16, Apocalipsis 1.20, 10.7, 17.7.
Dios planificó con anticipación todo lo que Él haría, pero revela las cosas lentamente. Él
planificó las edades y sabía antes de crear el mundo todo lo que iba a acontecer. Todo ello es
para la gloria suya, pero Él nos amó y estaremos en la gloria con Cristo.
2.8 Los líderes de este mundo no se dieron cuenta de la sabiduría de Dios ni comprendían
su plan de llevar muchos hijos a la gloria, Hebreos 2.10. Esto se prueba por el hecho de
crucificar al Señor Jesús. El Señor Jesús oró por los que le crucificaban, porque ellos no
sabían lo que estaban haciendo, Lucas 23.34. El sumo sacerdote representaba la nación de
los judíos y Poncio Pilato representaba el Imperio Romano, el mundo gentil. La raza humana
puso a Cristo en la cruz.
Los líderes no sabían que Jesús era el Señor de gloria, pero eran responsables por matar a un
Hombre inocente y rechazar a su Mesías. Se llama nuestro glorioso Señor Jesucristo en
Santiago 2.1. El nombre fue tomado de Salmo 24.7 al 10, donde el rey de gloria por venir es
31
Jehová el Señor todopoderoso. Dios se llama el Dios de la gloria en Hechos 7.2, y el Padre
de gloria en Efesios 1.17.
Así, el mundo rechazó al Señor de gloria. Dios propone llevarnos a gloria con Cristo. Es
necesario que estemos dispuestos identificarnos con Cristo en su rechazamiento también:
primeramente el rechazo, después la gloria, 1 Pedro 1.7, 4.13, 5.10.
2.9 Dios ha preparado cosas maravillosas para los que le aman. El Espíritu emplea aquí
palabras como las de Isaías 64.4: Ningún ojo vio lo que hay en la Palabra de Dios, ningún
oído lo oyó, ninguna mente puede imaginarlo.
Cristo ha ido a preparar un lugar en la casa de su Padre para nosotros que le amamos, Juan
14.2. Le amamos a Él porque Él nos amó primero, 1 Juan 4.19. Aun ahora Dios obra todas
las cosas para el bien de los que le aman, Romanos 8.28. Hay una corona especial para los
que aman el regreso del Señor, 2 Timoteo 4.8.
Revelada ahora por el Espíritu Santo —
2.10
El mundo no podía descubrir los consejos de Dios por la sabiduría, y nadie podía
imaginarse qué bendiciones Dios tiene en mente para nosotros. Pero ahora Dios ha revelado
estas cosas a nosotros por su Espíritu Santo por intermedio de los apóstoles. El Espíritu
Santo sabe todo, aun las cosas profundas de Dios. El Espíritu Santo es Dios y Dios lo sabe
todo.
Los hombres deben escudriñar, o examinar con cuidado, las Escrituras, 1 Pedro 1.11, Juan
5.39, 7.52, e intentar entender mejor la Palabra de Dios. Cristo escudriña nuestras mentes y
corazones y sabe perfectamente lo que pensamos y queremos, Apocalipsis 2.10. Dios sabe la
intención del Espíritu Santo en nosotros, Romanos 8.27, y el Espíritu sabe la mente de Dios.
Él es eterno, es Dios, Hebreos 9.14.
2.11
El ser humano es diferente de cualquier animal por cuanto el hombre tiene espíritu
además de cuerpo y alma, 1 Tesalonicenses 5.23. Nuestros espíritus hacen posible que
sepamos, amemos y adoremos a Dios. Ninguna persona puede saber todos los pensamientos
íntimos de otro, sólo lo puede el espíritu propio de uno.
Dios es una Persona y ciertamente ningún hombre, ninguna criatura, puede saber sus
pensamientos íntimos. Sólo el Espíritu Santo de Dios sabe todo lo que Dios sabe.
2.12
El apóstol ha hablado acerca de la sabiduría de este mundo y sus cosas necias y
débiles, 1.20,27. El espíritu malo de este mundo es Satanás; él y sus demonios controlan los
hombres, Efesios 2.2, 6.12. Hemos recibido el Espíritu Santo quien Dios envió para
enseñarnos acerca de los maravillosos dones que Él tiene para nosotros. El Espíritu lo hace
por intermedio de los apóstoles quienes han escrito el Nuevo Testamento y Dios lo ha
preservado maravillosamente para nosotros a lo largo de todos estos años.
Recibida por creyentes —
2.13
Pablo y los apóstoles les comunicaron estas verdades profundas a los creyentes de
aquel entonces cuando ellos predicaban y enseñaban en las reuniones de la asamblea, y
cuando escribieron sus epístolas. Ellos no usaban palabras de sabiduría que habían aprendido
de hombres instruidos, sino usaron las palabras que aprendieron del Espíritu Santo.
Esto es muy importante. Toda la Escritura es dada por el Espíritu Santo por medio de
hombres escogidos, profetas y apóstoles, 2 Timoteo 3.16, 2 Pedro 3.16. Esto incluye los
sesenta y seis libros del Antiguo Testamento y el Nuevo Testamento. En estos sesenta y seis
libros hay muchos miles de palabras y toda palabra es importante, Mateo 4.4. Aquí el
Espíritu Santo condujo a Pablo a qué decir, y él y otros apóstoles usaron exactamente las
palabras que el Espíritu Santo les enseñó.
32
¿Cómo podemos entender las palabras del Espíritu? El mismo nos ayuda y es importante
comparar cosas espirituales con otras cosas espirituales. Es decir, cuando usted está
procurando entender un versículo difícil, otro versículo en la Biblia le ayudará a entender el
que es difícil. Usted acomoda, o compara, la enseñanza de estos dos versículos, y quizás
muchos otros versículos también.
Usted puede hablar, o explicar, estos versículos a otros cristianos quienes también tienen al
Espíritu Santo. Pablo recibió verdades espirituales del Espíritu Santo, y él enseñó estas
verdades usando palabras espirituales, no palabras aprendidas de humana sabiduría.
2.14
El hombre que no es salvo no recibe y no puede saber la enseñanza del Espíritu
Santo porque es locura para él y su valor puede ser visto sólo de una manera espiritual. El
Espíritu llama natural, o no espiritual, a una persona mundana. Esta persona vive por sus
sentidos naturales, que son sensuales, o basados en el alma, y no tiene al Espíritu de Dios,
Judas 19. La sabiduría de este mundo se basa también en el alma, Santiago 3.15. Algunas
personas quieren ser salvas y de una vez el Espíritu Santo les ayuda a entender el Evangelio.
Judas Iscariote era un hombre natural. El pensaba que era necedad que María vaciara todo
ese costoso ungüento sobre el Señor, Juan 12.3 al 5.
2.15
Un hombre espiritual tiene al Espíritu de Dios para ayudar valorar una enseñanza,
pero ninguna persona mundana puede comprender correctamente a una que es espiritual. El
hombre natural no puede entender la sabiduría y poder de un creyente. Por ejemplo, los
sacerdotes no comprendían a Pedro y Juan, Hechos 4.13, y la gente de Atenas sólo se reía de
Pablo, Hechos 17.32.
A veces un creyente que no es espiritual puede caer en pecado y la iglesia debe juzgarle,
como veremos en el capítulo 5.
2.16
Ningún hombre natural conoce los pensamientos de Dios, y ciertamente ninguno
puede darle consejo a Dios. El Espíritu emplea aquí las palabras de Isaías 40.13, como hace
también en Romanos 11.34. La mejor sabiduría de hombres es locura, o insensatez, para con
Dios, 3.19.
Pero los que tienen el Espíritu pueden conocer la mente de Cristo. El Señor nos ha revelado
sus pensamientos a los apóstoles, quienes nos dieron el Nuevo Testamento; y a los profetas,
quienes nos dieron el Antiguo Testamento.
Los secretos de Dios, 1 Corintios 2:
Para creyentes maduros
Conocidos a Dios desde la eternidad pasada
no conocidos a los líderes de este mundo
ni a hombre alguno
Revelados por el Espíritu Santo
quien sabe todas las cosas
y mora en nosotros
Revelados por medio de los apóstoles de Cristo
pero sólo a verdaderos creyentes
2.6
2.7
2.8
2.9
2.10
2.11
2.12
2.13,16
2.14,15
¡Cuán maravilloso es que nosotros podemos conocer a Dios!
Más acerca de divisiones
Pablo comienza en capítulo 1, versículo 10, con hablar acerca de las divisiones en Corinto.
Los creyentes pensaban que era una evidencia de su sabiduría escoger líderes humanos y
tomar el nombre de un apóstol como el nombre de una parte de la iglesia. Pablo ha explicado
33
que la sabiduría humana no tiene ningún lugar en la iglesia. Ahora en el capítulo 3 él
continuó con decir que los creyentes no eran maduros, que Pablo y Apolos eran simplemente
siervos de Dios y su pueblo, que todos están construyendo sobre el mismo fundamento y
cada uno es responsable al Señor por su conducta en la iglesia. En el último párrafo Pablo
advierte de nuevo contra la sabiduría humana y los líderes humanos.
Niños en Cristo
3.1 El apóstol no podía darles las verdades más profundas del Espíritu porque ellos eran
todavía como niños en Cristo. Eran hermanos de Pablo, habían nacido de nuevo, pero no
habían crecido como cristianos, 1 Pedro 1.23, 2.2. No eran hombres naturales como en el
2.14; ellos han podido ser, y han debido ser, espirituales, pero andaban y se comportaban
todavía según la carne, como hombres de este mundo.
3.2 Pablo tenía que alimentarles con leche, las verdades sencillas de las Escrituras, como
niños pequeños. Ellos no podían usar la carne sólida, los misterios más profundos de Dios.
La asamblea de Corinto tenía todos los dones del Espíritu, 1.7, y ellos pensaban que eran
sabios, pero Pablo se había dado cuenta de que eran inmaduros en Cristo.
¿Cómo puedo yo crecer espiritualmente? Con aprender y llevar a cabo la Palabra de Dios.
Toda Escritura es útil para que un varón de Dios sea preparado enteramente para toda buena
obra, 2 Timoteo 3.16,17.
3.3 ¿Por qué dijo Pablo que los corintios eran niños en Cristo? Porque algunos de ellos eran
celosos de otros y algunos disputaban con otros creyentes. Estas son dos obras de la carne, la
naturaleza vieja, Gálatas 5.19 al 21. Ellas resultan en división en la asamblea, cosa que es a
su vez obra de la carne, Gálatas 5.20. Debemos fijarnos en personas que causan divisiones en
la asamblea y guardar nuestra distancia de ellos, Romanos 16.17.
3.4 Los corintios seguían líderes humanos y tomaban los nombres de hombres, 1.12. Esto
mostraba que se comportaban como hombres mundanos y eran todavía niños en las cosas de
Dios. Más adelante, los creyentes hebreos no entendían bien la Palabra de Dios, y el Espíritu
Santo dijo que ellos también eran como niños. Han debido enseñar a otros, pero necesitaban
todavía aprender ellos mismos las primeras lecciones, Hebreos 5.11 al 14.
Siervos del Señor
3.5 Algunos en Corinto pensaban que Pablo era muy importante, y quizás a otros les
gustaba la predicación de Apolos. Pero Pablo dijo que él y Apolos consideraban su servicio
como un don recibido del Señor. Dios le da algún don a todo creyente por medio del Espíritu
para el bien de toda la asamblea, 12.7, no para la gloria del creyente en particular. ¿Por qué,
entonces, debe alguien gloriarse en su propio don o el de cualquier otro? 4.7.
3.6 Pablo pensaba de la iglesia como si fuera un jardín. Dios le dio a Pablo el privilegio de
ser el primero en predicar el evangelio en Corinto. Esto era como sembrar la buena semilla,
Lucas 8.11. Más tarde Apolos llegó a Acaya y ayudó grandemente a los que habían creído,
Hechos 18.27, 19.1. Esto era como regar las matas tiernas con el agua de las Escrituras. Fue
buen trabajo en equipo, pero sólo el poder de Dios puede hacer que las matas crezcan y
produzcan fruto.
3.7 Pablo vio que su trabajo con Apolos sería inútil sin la ayuda de Dios. Como hombres
Pablo y Apolos no eran nada, sólo Dios es importante. Sólo el Señor puede hacer crecer la
mata, sólo Dios puede sacar fruto del Evangelio. Toda la sabiduría de hombres no es nada si
Dios no está en el asunto. Leemos de Dios sembrando en Isaías 60.21, 61.3, Mateo 15.13,
21.33.
3.8 Pablo y Apolos eran uno solo y unidos en su deseo de servir al Señor y ayudar la
asamblea. Esta fue otra razón por qué la asamblea no ha debido dividirse en grupos llamados
34
el de Pablo, el de Apolos, y de otro nombre.
Pablo y Apolos eran siervos de Dios y cada uno recibiría un galardón de Dios según su
servicio. Es así para nosotros también; el Señor premiará a los que le sirven fielmente, Mateo
25.21. Debemos servirle porque le amamos, 1 Tesalonicenses 1.3, Hebreos 6.10, y El no se
olvidará de cualquier cosa que hagamos por Él, 1 Corintios 15.58, Apocalipsis 2.2. Usted
nunca debe temer hacer demasiado para el Señor.
3.9 Pablo y Apolos eran socios o consiervos que pertenecían a Dios. El Señor Jesús está
sobre el trono de Dios y Él obra con nosotros, Marcos 6.19,20. Pablo estaba agradecido por
las personas que trabajaban con él:
Pablo y Apolos servían a Dios por la bendición de la iglesia, y la iglesia también era de Dios.
Pablo ha venido hablando de la iglesia como un jardín, y ahora él dice que también es como
un edificio. Sea una u otra cosa, Dios es su dueño. Pablo habló doce veces de la iglesia de
Dios o las iglesias de Dios: Gálatas 1.13, 1 Tesalonicenses 2.14, 2 Tesalonicenses 1.4,
1 Corintios 1.2, 10.32, 11.16,22, 15.9, 2 Corintios 1.1, Hechos 20.28, 1 Timoteo 3.5,15.
Consiervos de Pablo:
Tito
Priscila y Aquila
Timoteo
Epafrodito
Filemón
Marcos, Aristarco, Demas, Lucas
2 Corintios 8.23
Romanos 16.3
Romanos 16.21, 1 Tesalonicenses 3.2
Filipenses 2.25
Filemón 1
Filemón 24
Galardones
Pablo y Apolos tendrían su recompensa de Dios por su servicio fiel. Esta es una promesa
para todo el pueblo de Dios. La iglesia es como un edificio y todos nosotros compartimos el
trabajo.
3.10
Pablo sembró la semilla en el jardín de Corinto. El puso también el fundamento del
edificio, que es una ilustración de la iglesia. Dios le dio como un don la sabiduría que
necesitaba para echar el fundamento. Apolos llegó más tarde y añadió al edificio. Era una
gran responsabilidad y todos deben tener cuidado en construir conforme a la voluntad de
Dios y la palabra de Dios.
3.11
Jesucristo es el fundamento de la Iglesia, y nadie puede poner otro. Más tarde
Pablo escribió en Efesios 2, versículos 19 al 22, que el pueblo de Dios está siendo edificado
como templo santo para el uso suyo. El fundamento fue echado por los apóstoles y profetas,
quienes, como Pablo, predicaron a Cristo. En Efesios aprendemos que Cristo no es sólo el
fundamento sino también la piedra principal del ángulo. El amarra todo el edificio en uno
solo, en sí.
En Mateo 16, versículo 18, el Señor dijo que Él iba a edificar su Iglesia sobre el lecho de
roca de su propia Deidad, la cual Pedro había confesado en esos momentos. El Hijo de Dios
es el fundamento inmovible de la única verdadera Iglesia.
3.12
Todos los creyentes son miembros de la verdadera Iglesia de Dios, y estamos
ayudando en su construcción. Cada uno tiene un efecto o influencia sobre todos los otros en
la asamblea. Esta influencia puede ser buena o mala. Podemos ayudar a otros espiritualmente
o a veces ser un estorbo para ellos.
En el versículo 12 hay seis materiales diferentes:
35
 Oro, plata, piedras preciosas
 Madera, heno, hojarasca
El oro, la plata y las piedras preciosas se usaron en el templo del Señor, 2 Crónicas 2.7,
3.6,7, Lucas 21.5. Se usó la madera también, 1 Reyes 6.15, y hoy día se hacen muchas casas
de madera. Algunas personas usan la paja para el techo.
Aquí Pablo está enseñando acerca de la Iglesia, no un edificio que existía, y él está hablando
de materiales que pueden ser quemados y otros que el fuego no puede dañar.
3.13
Un día el Señor vendrá y juzgará a su pueblo. El dará galardones a todos los que le
han servido. Su venida será como fuego, Mateo 3.11,12. Se revelarán todas nuestras obras.
El oro, la plata y las piedras preciosas no serán quemados por fuego, pero desaparecerán la
madera, el heno y la hojarasca. El "fuego" mostrará de qué tipo ha sido la obra que hemos
hecho por el Señor.
La palabra fuego se usa también para el juicio de los pecadores, 2 Tesalonicenses 1.8, Mateo
25.41, Apocalipsis 20.15. Los creyentes están en Cristo y el asunto de sus pecados se ha
resuelto una vez para siempre. Cuando Cristo venga por nosotros se juzgarán nuestras obras
y se darán los premios, o sea los galardones.
3.14
El "fuego" destruirá todo lo que yo he hecho por razones de satisfacción propia:
cosas hechas para mi propia gloria; cosas hechas en mi propio poder y sabiduría. Aquí el
apóstol está hablando especialmente de la Iglesia y lo que hacemos para construirla. La
enseñanza de doctrina incorrecta no ayudará, sería como madera, heno y hojarasca. Vivir en
pecado sería así también.
Pedro habló de los creyentes como piedras vivas en un edificio espiritual, y del Señor
Jesucristo como la Principal Piedra del Angulo, la más importante Piedra viva, 1 Pedro 2.4 al
7. En Corintios el oro habla de la gloria de Dios, la plata de la redención. Las piedras
preciosas nos hacen pensar en las piedras en la vestidura del sumo sacerdote, Éxodo 28.17 al
20, o el fundamento de la Nueva Jerusalén, Apocalipsis 21.19 al 21.
3.15
Cada creyente tiene algún don del Señor, y tiene la oportunidad de ganar una
recompensa. Pero algunos malgastan su tiempo, hacen más daño que bien en la iglesia, o
buscan gloria para sí mismos. Estos perderán su galardón que han podido recibir, ellos
sufrirán pérdida, sus obras serán quemadas.
Ellos son gente salva porque confiaron en Cristo. Dios les ha dado la vida eterna como un
regalo gratis, y Él nunca lo quitará. Es importante entender que los cristianos no pueden
perder su salvación, pero sí pueden perder su galardón.
Nadie puede quitarle a usted de la mano de Cristo, pero la gente sí puede hacer que usted
pierda su recompensa, Juan 10.28, Apocalipsis 3.11.
3.16
La Iglesia es el templo de Dios y Dios vive en la Iglesia por su Espíritu. El Espíritu
vive también en todo creyente, y el cuerpo de cada creyente es un templo de Dios, 6.19. El
Señor Jesús enseñó que el Espíritu Santo vendría a vivir en nosotros, y el Padre y el Hijo
vivirían en los que le aman y guardan sus mandamientos, Juan 14.17,23.
3.17
Nadie puede destruir la Iglesia de Dios; Cristo la está edificando y aun el poder de
la muerte no puede detenerle, Mateo 16.18. Pero hay enemigos que procuran corromper la
Iglesia con introducir doctrina o prácticas malas. Dios va a destruir esas personas porque su
templo, la Iglesia, debe ser santo. Este es un aviso solemne a los cristianos que permiten la
falsa doctrina o introducen divisiones en la Iglesia.
Sabiduría humana y líderes humanos
En el capítulo 1 Pablo dijo que los corintios estaban dividiendo la iglesia al seguir líderes
36
humanos y que esto se debía a la sabiduría humana. Al final del capítulo 3 les advirtió de
nuevo acerca de estas cosas.
3.18
Es posible que una persona se engañe a sí misma, y esto es aun peor que mentir a
otras personas. Un hombre sigue pensando en una cosa que no es verdad, hasta que llega a
pensar que sí lo es, Gálatas 6.3, Santiago 1.22,26, 1 Juan 1.8.
Algunos en Corinto pensaban que eran sabios en este mundo, así que pensaban que también
eran sabios en las cosas del Señor. El Espíritu de Dios nos manda aquí a aprender que somos
necios en la vista de Dios porque tan sólo así seremos realmente sabios.
3.19
La sabiduría del mundo es sólo insensatez para con Dios; Dios la hizo así, 1.20.
Pablo probó esto con usar las palabras de Job 5.13. Los fariseos se pensaban suficientemente
sabios como para poner trampa al Señor Jesús, pero Él volvió la trampa contra ellos, Mateo
22.15 al 22. La misma cosa sucedió a los saduceos, Mateo 22.23 al 33.
3.20
Otra vez el Espíritu Santo usó palabras del Antiguo Testamento, Salmo 94.11. El
Señor sabe todas las cosas, aun los pensamientos íntimos. El Señor Jesús, el Hijo de Dios,
puede saber lo que uno está pensando, Mateo 9.4, Juan 1.48, 16.30, 21.17. Dios conoce los
pensamientos de los que se creen sabios; sus pensamientos son vacíos y no valen nada,
Romanos 1.21.
3.21
Ningún cristiano debe gloriarse en hombres, ni en los hombres más sabios, ni aun
en los apóstoles de Cristo. Ningún grupo de creyentes puede decir que Pablo es nuestro líder,
o Apolos el nuestro. Todos los cristianos son nuestros y todas las cosas les ayudan a bien,
Romanos 8.28.
3.22
Los tres apóstoles eran de toda la Iglesia, Pablo, Apolos y Cefas o Pedro. Sus dones
eran para el bien de todos los creyentes, ¿Por qué, entonces, reclamaba una parte de la iglesia
a uno u otro de ellos para sí? 1.12.
El mundo y su sabiduría pertenecen a los creyentes. No debemos estar bajo su control, y no
somos del mundo, Juan 17.14,16; sin embargo, podemos aprovecharlo para la gloria del
Señor, 1 Corintios 7.31.
La vida y la muerte son nuestras. Tenemos la vida en este mundo pero tenemos a la vez la
vida eterna. Aun la muerte no es nuestro maestro ahora, porque Cristo ha vencido a Satanás
quien tiene el poder de la muerte, Hebreos 2.14,15, 1 Corintios 15.54 al 56. La muerte es
ahora nuestra manera de entrar en la presencia del Señor: partir es estar con Cristo,
Filipenses 1.23.
El tiempo es nuestro, tanto el tiempo presente como todo el futuro. Dios nos da cada hora
corta cada día, y debemos usar el tiempo para él. Todo el futuro es nuestro; estaremos con
Cristo para siempre.
Y de nuevo el Espíritu dice que todo es nuestro.
3.23
No somos de Pablo, Apolos, Pedro ni el mundo. Todos ellos son nuestros. Nosotros
somos de Cristo y somos suyos solamente. Hemos sido comprados por precio, 6.20, 7.23,
Hechos 20.28. Somos llamados los suyos, Juan 13.1, porque el Padre nos dio a Él, Juan
17.2,6,7,9,11,12,24. Pertenecemos a Cristo.
Cristo es de Dios. El Hijo es del Padre, pero Él tomó forma de Siervo. Vino para hacer la
voluntad del Padre y la hizo a perfección. La Cabeza de Cristo es Dios, 11.3, y al final Dios
será todo en todos, 15.28.
Lea de nuevo los versículos 21 al 23 y glorifique a Dios por enseñarle estas cosas
maravillosas.
37
¿Quiénes son los apóstoles?
Pablo ha mostrado que los apóstoles son de los creyentes y que nosotros debemos usar sus
dones para la bendición de la Iglesia. En el capítulo 4 él dijo más a sus lectores acerca de la
obra de los apóstoles y sus problemas, y prometió visitar a Corinto.
NO JUZGUEN A LOS SIERVOS DE DIOS
Pablo ha declarado que los apóstoles pertenecen a los creyentes pero eran responsables a
Cristo mismo.
4.1 Los corintios deben pensar de Pablo y Apolos y Pedro como siervos bajo Cristo. Pablo
fue nombrado por Cristo para esta posición cuando fue salvo, Hechos 26.16. También siete
veces él se llama a sí mismo por una palabra diferente que quiere decir servidor, y cinco
veces tuvo a bien llamarse a sí un esclavo de Jesucristo. Así eran Pedro y Santiago. Véanse
Romanos 1.1, Filipenses 1.1, Tito 1.1, Santiago 1.1, 2 Pedro 1.1.
A los apóstoles les fueron dadas revelaciones especiales de las verdades más profundas de
Dios, algunas de las cuales nunca habían sido conocidas antes. Estas revelaciones no fueron
tan sólo para el bien de los apóstoles mismos; ellos fueron ordenados a decirlas a otros. Esto
lo hicieron en sus cartas y al enseñar los creyentes en las asambleas.
4.2 El Señor requería que ellos fuesen fieles en pasar estas verdades profundas a otros.
Nosotros debemos ser fieles siervos del Señor. Timoteo lo era, 4.17, y Pablo pensaba que
podía decir que él lo era también, y el Señor le encontró fiel, 1 Corintios 7.25, 1 Timoteo
1.12. El Señor nos examinará a cada uno y dará recompensa a los que El encuentre fieles,
1 Corintios 3.14.
4.3 Pablo quería ser hallado fiel, pero no le preocupaba cómo los corintios le juzgaban, o
cualquier otro. Por cierto él no se juzgaba a sí mismo. Si procuramos juzgarnos a nosotros
mismos podemos estar demasiado contentos o demasiado tristes.
4.4 Pablo podía decir que él tenía buena conciencia y que no sabía de nada incorrecto en su
vida, Hechos 23.1, 24.16, 2 Corintios 1.12, 2 Timoteo 1.3. Pero esto no era prueba de que él
era sin falta en los ojos de Dios.
Sólo el Señor nos puede juzgar debidamente, y Dios le ha hecho Juez de todos los hombres,
Juan 5.27. El sabe todo en cuanto a nosotros, pero aun así nos da mayor gracia, 1 Corintios
1.3, 16.23.
4.5 Por estas razones no debemos procurar juzgar la obra de otro por el presente. No
podemos saber los pensamientos íntimos de otros ni las cosas que hacen a solos. Estas cosas
pueden ser mejores o peores de lo que nosotros sabemos.
En cualquier caso nadie sino el Señor puede saber todos los hechos y Él ha guardado para sí
el derecho de juzgar a sus siervos. Lo hará cuando vuelva por nosotros, 1.7, 1 Pedro 1.7,13.
Él nos mostrará a cada uno estas cosas secretas y nos recompensará por todo lo que es bueno.
No debemos buscar la alabanza de los hombres, sino esperar aquel día en la esperanza de oir
alabanza de Dios. El apóstol Pablo se preocupaba en gran manera porque algunos corintios le
alababan a él al decir ‘Yo soy de Pablo’, 1.12; a la vez otros le juzgaban, diciendo que él no
debería ser llamado un apóstol, 9.12.
NO SE JACTEN DE LOS HOMBRES
4.6 Pablo acaba de advertir a los lectores a no juzgar a nadie antes de tiempo. Él usó a sí
mismo y a Apolos como ejemplos, 3.4 al 6,22. Pero también otros maestros habían estado en
Corinto. Pablo no nombró estos hombres pero su enseñanza era aplicable a ellos también.
Pablo deseaba que los corintios no alabaran a ningún hombre ni se gloriasen acerca de uno
38
más que otro, ni se hinchasen de orgullo. Las Escrituras enseñaban que un hombre vive por
sólo poco tiempo y no debe confiar en otros hombres, Salmo 39.5, 146.3,4, Isaías 2.22. Los
corintios no debían tener de los hombres un concepto más alto de lo escrito en el Antiguo
Testamento.
4.7 Pero algunos hombres son mejores predicadores que otros. Es así, pero todo es cuestión
del don recibido de Dios. Ninguno debe gloriarse en lo que puede hacer, porque todo
procede de Dios. Nadie puede vivir un minuto una vez de que Dios le quite el aliento. Aun el
poeta pagano sabía que vivimos y existimos sólo en Dios, y Pablo usó sus palabras al hablar
en Atenas, Hechos 17.28. Vamos a leer en el capítulo 12 que los dones a la Iglesia vienen del
Espíritu Santo.
NO VIVAN COMO REYES
Los corintios pensaban que la sabiduría de este mundo era importante y ellos se gloriaban en
sus líderes humanos. Ahora aprendemos que intentaban vivir como reyes en este mundo.
4.8 Los corintios tenían mucho que comer; ellos querían hacerse ricos y vivir como reyes.
Dios quiere nuestra felicidad pero los hombres han rechazado a nuestro Señor y Rey y Él
todavía no ha regresado a reinar. No debemos procurar evitar el sufrir con Cristo. Si sufrimos
con Él, más adelante vamos a reinar con Él, 2 Timoteo 2.12. Así Pablo dijo que deseaba que
el tiempo hubiese llegado cuando los corintios sí van a ser reyes, porque los apóstoles
también van a reinar con ellos.
4.9 Los apóstoles estaban viviendo una vida muy diferente. Parecía que Dios había puesto a
los apóstoles como los últimos entre la gente, como si fueran culpables de algún crimen y
tenían que morir como ejemplos a los demás. Los apóstoles habían sido puestos como si
fuera en exhibición pública, para ser insultados y objeto de risa de parte del mundo entero,
tanto ángeles como hombres. Los creyentes hebreos sufrían de la misma manera, Hebreos
10.33.
4.10
La gente pensaba que los apóstoles eran tontos, pero eran así por Cristo . El Señor
advirtió a sus discípulos que ellos serían aborrecidos de todos por causa de él, Mateo 10.22,
y le dijo a Pablo al principio que él tendría que sufrir por su Señor, Hechos 9.16. Pablo
estaba dispuesto a hacer mucho por causa del evangelio, 1 Corintios 9.23, y morir por causa
de Jesús si fuera necesario, 2 Corintios 4.11.
También la gente consideraba que los apóstoles eran débiles y despreciados, pero los
corintios se consideraban sabios y fuertes, y querían la honra del pueblo. Los corintios no
estaban dispuestos a sufrir por causa de Cristo.
4.11
Los apóstoles sufrían mucho. A menudo no tenían suficiente alimento o ropa. La
gente les maltrataba, aun dándoles golpes con el puño, como habían hecho al Señor Jesús,
Mateo 26.67, Marcos 14.65. Los apóstoles no tenían un lugar que podían considerar su
propio hogar. Pablo sufrió el azote y látigo, como su Maestro también, Marcos 10.34. Lucas
22.63.
4.12
Cuando estaba en Corinto, Pablo trabajó para ganar la vida porque no quiso aceptar
regalos de los creyentes allí, Hechos 18.3, 1 Corintios 9.6,18.
La gente decía cosas muy duras acerca de Pablo, Hechos 19.26, 21.28; ellos hacían lo mismo
en cuanto al Señor Jesús, Juan 9.28, 1 Pedro 2.23. Como su Señor, Pablo no respondía
hablando mal de ellos; él bendecía a los que le atacaban. Esteban y su Señor pidieron a Dios
perdonar a los que les estaban matando, Lucas 23.34, Hechos 7.60. Los apóstoles eran
perseguidos pero lo aguantaban y no sentían que el Señor les había abandonado, 2 Corintios
4.9. Pablo había perseguido a la Iglesia de Dios, 15.9, Gálatas 1.13. Filipenses 3.6, y él
aprendió que todos los creyentes pueden ser perseguidos, 2 Timoteo 3.12.
39
4.13
Otros insultaban a los apóstoles pero los siervos de Dios procuraban hablar con
consideración y ayudar la gente. Algunas personas ponían a los apóstoles al nivel más bajo
de los hombres, como criminales en espera de muerte, o como agua sucia a ser botada como
inútil y hasta peor.
En estos versículos Pablo no estaba hablando de problemas que había experimentado años
antes cuando recién salvo. Todavía sufría estas cosas en Éfeso al escribir la carta, Hechos
19.29 al 31.
SÍGANME A MÍ
Pablo había sido el primero en predicar el Evangelio en Corinto, y esperaba que los creyentes
le seguirían. Él envió a Timoteo a enseñarles de nuevo las mismas cosas.
4.14
Pablo dijo que los corintios estaban viviendo como reyes pero los apóstoles eran
rechazados por el mundo. Él escribió estas cosas para hacerles reflexionar, no para
avergonzarles. Ellos han debido sentirse avergonzados, pero el verdadero propósito de Pablo
fue mostrar que los amaba. Ellos habían recibido vida eterna por medio de su mensaje acerca
de Cristo, así que él podía llamarles sus hijos, 2 Corintios 6.13. Nosotros también recibimos
la vida eterna por el mensaje del Evangelio; hemos renacido por la Palabra de Dios, 1 Pedro
1.23.
4.15
Los corintios podían contar con muchos maestros pero tener un solo padre
espiritual. Dios le había dado a Pablo el privilegio de conducirles al Señor. Otros maestros
tal vez estaban procurando hacer ver su sabiduría propia, o ponerles en contra de Pablo.
4.16
Pablo como su "padre" podía pedirles seguirle a él y no a estos otros. Sin embargo
él no les pidió seguirle como hombre, sino sólo como un apóstol inspirado. Pablo seguía a
Cristo, así que ellos deberían imitar su ejemplo, 11.1. Los tesalonicenses eran seguidores del
apóstol y del Señor, 1 Tesalonicenses 1.6, 2 Tesalonicenses 3.7,9.
4.17
Timoteo también era hijo espiritual de Pablo, así como Tito y Onésimo, 1 Timoteo
1.2,18, 2 Timoteo 1.2, 2.1, Tito 1.4, Filemón 10. Timoteo era a la vez fiel en el Señor;
también lo eran Tíquico y Epafras, Efesios 6.21, Colosenses 1.7. Timoteo era un hijo amado
y los corintios eran hijos amados, 4.14.
¿Por qué Pablo le pidió a Timoteo que fuera a Corinto? Él amaba a sus hermanos allí y
quería que le siguieran como su padre espiritual. Desde Éfeso Timoteo fue a Macedonia,
Hechos 19.22, y después a Corinto. En Corinto les haría recordar a los creyentes de los
consejos y modo de ser de Pablo, y su enseñanza y práctica. Pablo enseñaba los mismos
principios en todas las iglesias, pero escribió cartas para atender a las necesidades
particulares de cada una.
YO VENGO
Los creyentes orgullosos esperaban que Pablo no viniera a visitarles, pero él estaba seguro de
hacerlo. Posiblemente tendría que reprenderles por su mala conducta.
4.18
Pablo escribió a los corintios para que no se pusieran orgullosos, 4.6. Timoteo vino
a enseñarles las mismas cosas, pero algunos pensaban que Pablo mismo temía venir.
4.19 El proponía visitarles muy pronto, pero dijo también, ‘si el Señor quiere’. Pablo era
apóstol por la voluntad de Dios, 1.1, y quería que toda su obra fuera según la voluntad de
Dios, Hechos 16.7, 1 Tesalonicenses 3.11.
Algunos en Corinto se oponían a Pablo y su enseñanza, y hablaban grandes palabras en
contra de él. Tal vez ellos temían decir estas cosas con Pablo allí presente. Él sabría si ellos
realmente tenían el poder del Espíritu Santo, o si simplemente estaban hablando grandes
palabras.
40
4.20
El Señor Jesucristo reinará como Rey sobre el mundo entero y establecerá el Reino
de Dios por mil años, Lucas 21.31. El Reino de Dios no es un país o estado; hoy día el reino
incluye a todos los que aceptan a Dios como Rey. Vamos a aprender más acerca del reino de
Dios en 6.9,10, 15.24,50.
Aquí en el 4.20 el Espíritu Santo enseña que, en los asuntos de Dios, las palabras sin poder
no valen mucho. Vimos que a Dios le complace salvar la gente por la predicación, 1.21, pero
las palabras del predicador deben ser con poder, el poder del Espíritu Santo. Debemos
predicar a Cristo quien es el poder de Dios, 1.24.
4.21
Algunos entre los corintios procuraban rechazar a Pablo y él sabía que tendría que
hablar muy fuertemente a ellos. Posiblemente él tendría que usar la vara en lo que diría, pero
él les amaba, 4.14, y su deseo era ir a ellos con ternura y amor, no para hacerles tristes, 2
Corintios 2.1.
3 - Pecado en la iglesia
Pablo pensaba que tal vez él tendría que venir a Corinto y tratar con los orgullosos, pero de
una vez él tenía que decirles del pecado en la iglesia y qué deberían hacer ellos al respecto,
16.1 al 5. El pecado se extenderá en la asamblea, 16.6 al 8, de manera que es necesario poner
fuera de la comunión a una persona pecaminosa, 16.9 al 13.
La condición en Corinto
Un hermano estaba viviendo en pecado y la iglesia no le juzgaba. Pablo mandó a los
creyentes a entregar esa persona a Satanás.
5.1 El mundo en Corinto era muy inmoral, pero aun las personas mundanas no practicaban
lo que estaba haciendo un cristiano en la iglesia. El hombre estaba viviendo una vida inmoral
con la esposa de su padre, y esto era bien sabido en la ciudad.
Hoy día la gente del mundo conoce y practica toda forma de inmoralidad. El cristiano debe
guardarse enteramente separado de esas costumbres impías, 6.18.
5.2 Este pecado era muy malo, pero la iglesia no tomaba ninguna acción y este hecho era
todavía peor. La ley de Dios les decía que era incorrecto, Éxodo 20.14, Levítico 18.8. Ellos
sabían que no estaban bajo la ley, Gálatas 5.18, y parece que pensaban que la gracia de Dios
perdonaría los pecados de un creyente. Dios como Juez sí ha perdonado nuestros pecados,
pero como Padre aseguradamente El castigará a sus hijos que persisten en pecar.
Aprenderemos más acerca de esto en el capítulo 11, versículos 30 al 32.
En el cuerpo de Cristo si un miembro sufre todos sufren con él, 12.26. Un hombre en la
iglesia en Corinto estaba viviendo en pecado y todos los demás han debido sentirse tristes.
Los creyentes todavía eran orgullosos de su conocimiento en vez de confesar el pecado a
Dios y pedir que El lo quitara. El hombre no quería arrepentirse de su pecado y por esto fue
necesario excluirle de la asamblea. La mujer era culpable también pero nada se dice de ella,
así que creemos que ella no estaba en la iglesia.
5.3 Pablo estaba lejos de Corinto, en Éfeso, pero él estaba con ellos en espíritu. Pablo
amaba a los creyentes allí y sabía en su corazón que les era difícil poner a este hermano fuera
de la iglesia. Pero Pablo había juzgado al hombre que había hecho esto, y el juicio de Pablo
sería el mismo estando él con ellos en Corinto.
5.4 Ellos deberían reunirse en el nombre del Señor Jesús y tener presente que El había
prometido estar con ellos, Mateo 18.20. Ellos podrían actuar con la autoridad del apóstol
Pablo y el poder del Señor Jesús. En aquel entonces la iglesia se reunía para la oración,
Hechos 4.31; enseñanza, 11.26; oir informes misioneros, 14.27; conversar sobre un problema
41
de doctrina, 15.6,30; partir el pan, 20.7,8; y, como aquí, para juzgar a un pecaminoso.
5.5 Los creyentes tenían que poner fuera de la asamblea a esta persona pecaminosa. Hay
una protección especial en la asamblea, y Satanás puede atacar más fácilmente si un cristiano
está sin esa protección. Así que ellos tenían que entregar ese hombre a Satanás aun si esto
quería decir que él moriría. Su espíritu sería salvo en el Día cuando el Señor vendrá a juzgar
su pueblo, 3.13. Sería mejor para él morir que seguir en el pecado. Sus obras serían
quemadas pero él sería salvo, 3.15.
Este hombre fue puesto fuera por lo que él hizo. Más adelante, Pablo entregó a dos hombres
a Satanás por lo que ellos dijeron, 1 Timoteo 1.20.
Obra de Satanás:
Satanás puede tentarnos a pecar
procurar dividir la asamblea
engañar al pueblo,
haciéndose pasar por un ángel
causar enfermedades
1 Corintios 7.5
2 Corintios 2.11
2 Corintios 11.14
2 Corintios 12.7
El pecado se extenderá
¿Por qué era tan importante para la asamblea excluir a este hombre? Porque probablemente
el pecado se extendería a toda la asamblea. Un cristiano joven ve que no se castiga a otro por
su pecado, y él o ella llega a pensar que puede hacer lo mismo. De esta manera las
costumbres pecaminosas alcanzan también a los demás.
5.6 Parece que los corintios se sentían orgullosos porque podían permitir al hombre
continuar en la asamblea, pero esto no era bueno. Pablo dijo que la levadura es una
ilustración del mal. Para hacer pan, usted pone un poco de levadura en la masa y la levadura
se extiende a toda la masa. El pueblo de Israel hacía su pan sin levadura cuando ellos
guardaban la Fiesta de la Pascua, Levítico 23.5,6, Deuteronomio 16.4.
5.7 Sin duda el mal en la iglesia iba a llegar a otros, así que era necesario quitarlo. Es el
Espíritu Santo quien hace santa la iglesia; ella debe quedarse así, quitando toda cosa
inmunda. Esto haría la iglesia como una nueva masa para el pan sin levadura. El Señor Jesús
es el Cordero de Dios, y El dio su vida por nosotros. En la Pascua el pueblo de Israel ofrecía
un cordero, que era una ilustración de nuestro Señor.
5.8 No debemos guardar ciertos días como si fueran más santos que otros, Gálatas 4.10,11,
pero debemos adorar al Señor todos los días y darle las gracias por nuestra salvación.
Debemos vivir una vida santa y adorarle y servirle. La asamblea también debe ser santa, y, al
ser necesario, hay que quitar todo lo malo. Esto es como guardar la levadura en Israel para
celebrar ellos la Pascua, Éxodo 12.15.
La malicia y la maldad son como la levadura vieja. Debemos tener sinceridad y verdad en la
asamblea. La sinceridad quiere decir que el pecado ha sido quitado y la verdad quiere decir
que servimos según la Palabra de Dios, Juan 4.24, 17.17. Celebrar la fiesta es una ilustración
de la adoración a Dios.
El pecado debe ser juzgado
Pablo les había dicho a los creyentes en Corinto que ellos no debían tener nada que ver con
personas inmorales. Ahora él les manda a no tener trato con personas culpables de seis
pecados comunes. La responsabilidad de los creyentes es de poner fuera de la asamblea a las
tales personas.
5.9 Posiblemente Pablo escribió muchas cartas a creyentes y asambleas, pero el Espíritu
42
Santo le guió de una manera especial cuando él escribió las trece cartas del Nuevo
Testamento; posiblemente él escribió también la carta a los Hebreos. A lo largo de todos
estos años Dios ha guardado seguras estas cartas para nosotros. El versículo 9 da a entender
que Pablo había escrito otra carta anterior a los corintios, la cual no ha sido guardada para
nosotros. En aquella carta él les mandó a no tener trato con la gente inmoral.
5.10
Algunos corintios pensaban que esto quería decir que ellos no debían tener nada
que ver con la gente de este mundo porque muchas personas en la ciudad de Corinto eran
muy inmorales. Para evitar a toda esa gente, sería necesario salir de un todo de la ciudad o
del mundo entero.
La Biblia dice que debemos ir y decirle a la gente el amor de Dios, pero no podemos tomar
parte en sus actividades pecaminosas.
5.11
Ahora el apóstol explicó que los creyentes no deben tener trato con cualquier
persona que dice ser cristiano pero está continuando en cualquiera de estos seis pecados. No
podemos estar seguros que una persona sea creyente cuando está pecando así. Solamente
Dios sabe eso, pero si la persona se llama a sí misma un cristiano, no debemos tener
comunión con esa persona.
Pablo habló en una carta anterior de la inmoralidad, el amor al dinero, el hurto y la idolatría,
y ahora el Espíritu Santo agrega dos pecados más, que son el decir cosas severas en contra de
otro y la borrachera. La gente decía muchas cosas malas en contra del Señor Jesús, 1 Pedro
2.23, y los creyentes no deben usar ese lenguaje en contra de nadie. Las personas que
persisten en hacer esto deben ser puestas fuera de la comunión de la asamblea.
La Biblia dice que la borrachera es un pecado, Génesis 9.21, 1 Samuel 25.36, Proverbios
23.20,21, Mateo 24.49, Romanos 13.13, Gálatas 5.21, Efesios 5.18, 1 Tesalonicenses 5.7,
Tito 2.3, Apocalipsis 17.2. No podemos tener ninguna comunión con los borrachos.
No debemos permitir que las personas pecaminosas hagan memoria del Señor participando
en el partimiento del pan en la asamblea. Comer una comida ordinaria es una señal de
comunión y es importante mostrar a las personas llamadas cristianas que no podemos tener
ninguna comunión con ellos mientras vivan en pecado.
5.12,13 El apóstol Pablo no era responsable ante las personas inconversas fuera de la
asamblea, pero la iglesia tenía autoridad para juzgar a todas las personas en la asamblea, o
sea, entre ellos. Dios es el Juez de todos los hombres, pero la iglesia debe poner fuera a
cualquier persona mala que está viviendo una vida inmoral. Satanás se llama el maligno,
Efesios 6.16, 1 Juan 2.13, 3.12, 5.18, y a veces él puede tentar a los cristianos a comportarse
de una manera mala.
Dios castiga sus hijos para que ellos no sigan en el pecado. El quiere que volvamos a él. Este
hombre fue puesto fuera de la iglesia en Corinto, pero él se arrepintió y más adelante Pablo
dijo a los creyentes que le recibieran de nuevo, 2 Corintios 2.5 al 11.
4 - Demanda judicial contra otro
Los corintios no eran espirituales; ellos eran como niños en Cristo. Una señal de esto era las
divisiones entre ellos, y Pablo ha venido dando enseñanza sobre este pecado. Otra señal era
el hecho de ir a los tribunales de la ciudad para que un juez pagano arreglara los pleitos entre
ellos. Los creyentes en la asamblea pueden juzgar debidamente, 6.1 al 6, y sería mejor
aceptar una pérdida que apelar a hombres pecaminosos y fuera del reino de Dios, 6.7 al 11.
Mejor pedir que creyentes juzguen
Nueve veces Pablo preguntó a los corintios si ellos no sabían algo que han debido saber:
43
3.16, 5.6, 9.13, y en el capítulo 6, versículos 2,3,9,15,16,19. Esta es otra evidencia de que
ellos realmente no eran sabios en las cosas de Dios y no podían valerse de la vianda de las
verdades más profundas, 3.2.
6.1 Todos nosotros tenemos que vivir con otras personas y es de esperar que habrá
querellas. En la asamblea debe existir el amor hermanable, pero pueden presentarse querellas
entre dos creyentes. Si esto sucede debemos pedir que otros cristianos arreglen el asunto.
Había querellas entre creyentes en la asamblea en Corinto pero algunos demandaban a sus
hermanos en los tribunales en vez de pedir a otros creyentes enterarse de sus diferencias.
6.2 Los creyentes van a juzgar el mundo cuando Cristo venga a reinar sobre todos los
hombres, Mateo 19.28, Apocalipsis 2.26. En ese entonces nosotros tendremos cuerpos
nuevos y la vieja naturaleza pecaminosa se habrá ido para siempre. Aun ahora nosotros
contamos con las Escrituras y el Espíritu Santo, y debemos ser capaces de arreglar las
querellas entre creyentes. Pablo las llama cosas muy pequeñas.
6.3 Algunos de los ángeles decidieron seguir a Satanás y cayeron en pecado. Los ángeles
serán juzgados por el Señor Jesucristo, 2 Pedro 2.4, Judas 6, y nosotros vamos a estar con él.
La palabra mundo en el versículo 2 quiere decir todos los seres, tanto hombres como ángeles.
Pablo ya había pronunciado juicio sobre hombres y ángeles que introdujeran enseñanza falsa
en las iglesias, Gálatas 1.8. En la Biblia los ángeles son vistos como poderes espirituales que
tienen control sobre líderes humanos o naciones, Daniel 10.13, Efesios 6.12. Los creyentes
van a juzgar a estos ángeles, ¡pero ahora algunos creyentes estaban pidiendo a los líderes
humanos que les juzgaran!
6.4 Aun personas sin mucha importancia en la iglesia serían mejores que personas del
mundo afuera. Los cristianos habían ido a los jueces de la ciudad en Corinto, pero ellos han
debido ir a la asamblea. Los creyentes nuevos contaban con el Espíritu Santo y sabían algo
acerca de la Palabra de Dios.
6.5 Los corintios han debido sentir vergüenza por lo que habían hecho. Sin duda había por
lo menos un hombre verdaderamente sabio en la asamblea quien podía atender a sus
querellas de una manera justa. Pablo no quería decir en verdad que ellos deben pedir esto a
los creyentes nuevos o los que no tenían instrucción espiritual, pero aun ellos serían
preferibles a personas del mundo.
6.6 En vez de esto, un hermano acusaba a otro ante el tribunal y pedía a las personas no
salvas atender al problema. En la familia de Dios debemos hacer todo lo posible para vivir en
paz con nuestros hermanos y hermanas en Cristo. Si esto es imposible, podemos pedir a un
hermano sabio en la asamblea que resuelva nuestras diferencias, pero nunca llevar otro al
tribunal.
Mejor aceptar pérdida
Algunos de los creyentes en Corinto pensaban que podían reinar como reyes y en verdad
ellos querían todo el dinero posible. Estos jueces en Corinto eran hombres pecaminosos, y
los creyentes habían sido limpiados de los mismos pecados.
6.7 Es verdad que la iglesia en Corinto tenía todos los dones espirituales, 1.5, pero ellos
eran todavía niños en Cristo. Esto se veía en que ellos se sentían libres a demandar el uno al
otro en los tribunales, y en su codicia por todo lo que podían obtener. En vez de ir a los
tribunales, mejor sería sufrir una pérdida. Dios puede proveer para todas nuestras
necesidades y reponer lo que perdemos por el bien de Cristo.
6.8 Los corintios no pensaban así de ninguna manera. Por cierto algunos de ellos estaban
defraudando a sus propios hermanos en Cristo para obtener más para sí mismos. Esto es
exactamente lo contrario a lo que el Señor quiere. Los primeros cristianos tenían todo en
44
común con otros creyentes, Hechos 2.45, 4.34,35, y se nos manda a hacer bien,
especialmente a los de la familia de Dios, Gálatas 6.10.
6.9,10 Los cristianos de Corinto pedían a personas pecaminosas a ayudarles en los tribunales
a sacar dinero de otros cristianos. Estas personas pecaminosas no eran del reino de Dios ni
iban a entrar en él. El Espíritu Santo nombró diez pecados e hizo saber a los cristianos que
ellos no deben engañarse a sí mismos, o dejar que otro les diga que estas cosas no eran muy
malas.
En una carta anterior Pablo les advirtió acerca de cuatro de estos pecados, y en esta carta él
incluye dos más, 5.9 al 11. Y ahora pone otros cuatro en la lista: el adulterio, la
homosexualidad (ambas personas) y la estafa.
Satanás siempre procura que el pecado se vea como algo bonito. Le dijo a Eva las ventajas
de desobedecer la ley de Dios. Les dijo a Judas y Ananías que ellos tendrían dinero para sí
mismos, Juan 13.27, Hechos 5.3. Hoy día algunas iglesias reciben a los homosexuales como
si fueran cristianos normales.
No se engañen, Gálatas 6.7.
6.11
Algunos de los corintios no eran mejores; ellos habían sido culpables de algunos de
estos pecados. ¿Cómo, entonces, podrían esperar estar en el reino de Dios?
Lo que éramos y lo que el Espíritu Santo ha hecho:
Éramos sucios, corrompidos por pecado, pecaminosos y culpables
Nos ha lavado, santificado, puesto aparte para Dios y justificado
Esta obra del Espíritu Santo es todo en el nombre del Señor Jesús. Por cierto,
leemos que somos lavados, hechos limpios, por Cristo, por su Palabra, Hebreos
13.1; 1 Corintios 1.30, Juan 15.3, y la Iglesia está siendo lavada y santificada
por la Palabra, Efesios 5.26, Juan 17.17.
Somos justificados por Cristo, Gálatas 2.17; por su sangre, Romanos 5.9;
léase también Juan 1.7.
Deténgase aquí mismo para dar gracias al Señor Dios por estas tres maravillosas
bendiciones.
5 - Fornicación y vida matrimonial
El Espíritu Santo había hecho lo mismo a todos los corintios y todos ellos contaban con estas
tres grandes bendiciones. Ellos han debido tener más amor y respeto para cada uno sin
procurar estafar el uno al otro y demandar a sus hermanos ante los jueces mundanos. Ahora
el Espíritu va a decir más acerca del pecado de la fornicación en el resto del capítulo 6, y no
poco acerca de personas casadas en el capítulo 7.
Fornicación
Los pecados sexuales eran muy comunes entre la gente mundana en Corinto, y los creyentes
se sentían tentados a volver a sus viejas costumbres. Nosotros somos libres pero nuestros
cuerpos pertenecen al Señor, 6.12 al 14. La fornicación une el cuerpo con una persona
pecaminosa, 6.15 al 17; y debemos tener presente que el Espíritu Santo vive en nuestros
cuerpos, 6.18 al 20.
NUESTROS CUERPOS PERTENECEN AL SEÑOR
6.12
Pablo, por el Espíritu Santo, había enseñado que los creyentes no están bajo la ley,
Gálatas 3.18, y algunas personas decían que por esto podían continuar en el pecado. La ley
de Dios decía que los israelitas no debían cometer el adulterio, y sin duda los cristianos no
45
tenían libertad para hacerlo.
Pablo no niega aquí que tenemos libertad en Cristo, pero esto no quiere decir que podemos
cometer pecado. Muchas cosas no son buenas o provechosas para nosotros. Ciertamente no
debo permitir que se vuelva hábito algo que tiene control sobre mi vida.
6.13
El cuerpo tiene sus usos correctos y naturales. Dios provee viandas para nuestros
cuerpos y Él ha diseñado el cuerpo para que pueda aceptar el alimento que necesita. Aun así
el cuerpo natural no va a vivir para siempre. Dios también ha planificado el cuerpo para que
nazcan niños y la raza humana continúe aun cuando otras personas mueran. Esto es natural
pero no quiere decir que la actividad sexual sea tan necesaria como lo es nuestro alimento.
El cuerpo no está hecho para la inmoralidad sexual, la fornicación o el adulterio. Dios hizo el
cuerpo humano para su propia gloria, y Él provee todo lo que necesitamos. Nosotros vivimos
en Cristo y Él vive en nosotros, en nuestros cuerpos. El cuerpo es para el Señor y el Señor
para el cuerpo.
6.14
El cuerpo tendrá que morir, pero Dios lo resucitará a vida de nuevo, tal como Él
resucitó a Cristo a vivir después de haber muerto. Vamos a leer mucho más sobre esto en el
capítulo 15, pero observemos aquí que se trata del poder de Dios.
JUNTARSE CUERPOS
6.15
Pablo había enseñado anteriormente a los corintios que sus cuerpos eran partes del
cuerpo de Cristo, y añadió mucho más acerca del cuerpo de Cristo en el capítulo 12. Aquí les
muestra cuán malo es que un creyente use su cuerpo en el pecado de la fornicación. El
cuerpo de un creyente es parte del cuerpo santo de Cristo. ¿Él o ella, entonces, debe hacer de
su cuerpo parte del cuerpo de un pecador inmundo? ¡Nunca!
6.16
Dios dijo en el principio que un hombre y su esposa eran como un cuerpo, Génesis
2.24. Lo mismo es cierto en cuanto a cualquier hombre y mujer en la unión sexual. Así dos
personas se hacen como un solo cuerpo cuando se juntan en la inmoralidad sexual.
6.17
Nosotros los creyentes nos hemos juntado al Señor, así que somos uno en espíritu
con Él. Esto es muy superior a la unión natural del hombre y su esposa porque el espíritu es
mayor que el cuerpo. Le aceptamos a Él como Señor y vivimos en Él.
EL CUERPO ES TEMPLO DEL ESPÍRITU SANTO
6.18
Pablo ha explicado lo pecaminoso de un acto inmoral, y ahora manda a los
corintios a huir de los pecados sexuales. José hizo exactamente eso cuando una mujer
procuró obligarle a pecar con ella, Génesis 39.12. Pablo mandó a los corintios a huir de la
adoración de ídolos, 10.14, y mandó a Timoteo a huir del amor al dinero como también de
los deseos de los hombres jóvenes, 1 Timoteo 6.10,11, 2 Timoteo 2.22.
Otros pecados no rompen la unión entre nuestros cuerpos y Cristo de la misma manera que
hace la inmoralidad sexual. Otros pecados pueden perjudicar el cuerpo; por ejemplo, el
comer demasiado, la borrachera, o el uso de drogas. Y, cualquier pecado rompe nuestra
comunión con el Señor y destruye nuestro gozo en Él. Pero la fornicación significa unir el
cuerpo con el cuerpo de una persona impía en vez de usarlo para el Señor.
6.19
Los corintios sabían que la iglesia es un templo de Dios y es santa, 3.16,17. Ellos
sabían que el Espíritu es dado a todo verdadero creyente, Hechos 2.38, 1 Tesalonicenses 4.8.
Aquí el apóstol agregó que el cuerpo de cada creyente es el templo del Espíritu Santo quien
vive en él o ella. El pecador debe morir y todos somos pecadores. Cristo pagó la pena de
nuestros pecados y ahora somos de él. Nuestros cuerpos realmente no son nuestros; son
suyos.
6.20
El Señor nos ha comprado y no tenemos que morir por nuestros pecados, Gálatas
46
3.13. El precio es la sangre preciosa de Cristo, 1 Pedro 3.18,19. Nuestros cuerpos pertenecen
a Dios, no a Satanás ni al mundo ni a nosotros. Así el Espíritu nos manda a glorificar a Dios
en nuestros cuerpos como también en nuestros espíritus. Hagamos todo para la gloria de
Dios, 10.31.
El cuerpo:
es para el Señor, no para la fornicación
es para ser destruido y resucitado de nuevo
es un miembro de Cristo, no de una prostituta
es víctima del pecado cuando uno comete fornicación
es templo del Espíritu Santo
es comprado a gran precio
es para la gloria de Dios
6.13
6.13,14
6.15
6.18
6.19
6.20
6.20
Personas casadas
Todas las cosas son lícitas pera no todas las cosas son buenas para nosotros, y pueden llegar
a ser malas costumbres, 6.12. La fornicación es un pecado contra el Señor y contra nuestros
propios cuerpos. En el capítulo 7 el Espíritu Santo nos enseña acerca del casamiento. El
matrimonio debe tenerse en estima, pero Dios va a juzgar a todos los que son culpables de la
inmoralidad sexual, Hebreos 13.4.
Podemos dividir el capítulo 7 en cuatro partes - Instrucciones sobre la vida matrimonial
 Quédense como están
 Razones por este mandamiento
 Resumen
Los corintios habían escrito a Pablo con preguntas acerca de cómo vivir como cristianos. En
el capítulo 7 Pablo contestó seis preguntas acerca de la vida matrimonial. Para algunas
personas es bueno casarse; para otras personas es bueno quedarse soltero. Debemos procurar
no cambiar nuestra posición sino quedarnos como somos cuando Dios nos llama a Cristo. Un
cristiano no debe casarse con una persona que no es salva y no debe divorciarse.
INSTRUCCIONES SOBRE LA VIDA MATRIMONIAL
Aquí Pablo contesta preguntas acerca de la manera en que personas deben conducirse, 7.1 al
5; si un cristiano debe casarse, 7.6 al 9; acerca del divorcio, 7.10,11; acerca de la separación
si uno de los cónyuges es salvo, 7.12 al 16.
Cómo personas casadas deben comportarse -7.1 No tenemos una copia de la carta que los creyentes en Corinto le escribieron a Pablo,
pero él contestó sus preguntas acerca de los alimentos que habían sido ofrecidos a los ídolos,
8.1,4; acerca de los dones espirituales, 12.1; acerca de la colecta de dinero, 16.1.
Aparentemente aquí ellos le preguntaron si un cristiano puede casarse.
Tocar mujer es otra manera de decir tomar una esposa, Génesis 20.6, Proverbios 6.29. La
regla general es que es mejor no casarse.
7.2 Sin embargo, vivimos en un mundo de gran tentación y maldad, de manera que es mejor
casarse que caer en el pecado de la fornicación. La Biblia enseña que un hombre debe tener
una sola esposa y una mujer debe tener un solo marido.
7.3,4
Tanto el esposo como la esposa debe dar al otro lo que es suyo por derecho. La
47
esposa no debe decir que tiene autoridad sobre su propio cuerpo, y el marido tampoco debe
decirlo. Sus cuerpos son el uno del otro. Esto quiere decir que un hombre no puede insistir en
su propio placer en cualquier momento, ni la esposa tampoco puede hablar así.
7.5 Quiere decir también que ni el esposo ni la esposa puede negarse el uno al otro por
razones enteramente de su propia conveniencia. Ellos no deben rechazar el uno al otro, pero
pueden estar de acuerdo (de mutuo consentimiento) a quedarse separados por un tiempo
corto para entregarse a la oración por algún problema específico. Ellos deben volver a tener
relaciones para no quedarse expuestos a tentación. De este versículo aprendemos que la
verdadera oración requiere la negación propia, y que Satanás puede tentarnos por medio del
uso natural del cuerpo.
¿Debe casarse un cristiano? —
De muchas maneras es mejor no casarse pero no hay mandamiento a no hacerlo.
7.6 Pablo era un apóstol de Jesucristo y los apóstoles podían hablar con autoridad hasta que
el Nuevo Testamento fuese escrito. Aquí él no manda a los creyentes casarse, pero les da
permiso para hacerlo.
7.7 Posiblemente Pablo haya sido casado en una época, pero habla aquí de sí mismo como
no casado. Creemos que él había sido miembro del concilio judío en Jerusalén, porque podía
votar, Hechos 26.10. Al ser así, él ha debido ser un hombre casado, y posiblemente su esposa
había muerto. Pablo nunca se casó de nuevo y pensaba que mejor podía servir al Señor sin
esposa. Otros podían hacer lo mismo y algunos tienen de Dios un don especial para hacerlo.
7.8,9
Pablo podía decir a las personas no casadas a quedarse solteros como él; y dijo lo
mismo a las mujeres cuyos esposos habían muerto. Pero ellas deberían casarse en vez de
quemarse a causa de sus deseos.
¿Puede divorciarse un cristiano? —
Muchos de los que se casan no son felices. ¿Pueden deshacer lo que han hecho?
7.10
Ahora el apóstol sí da un mandamiento definitivo, y por cierto el Señor Jesucristo
ya había dicho lo mismo, Marcos 10.11,12. Una esposa no debe dejar a su marido.
7.11
Si se separa, ella no debe casarse de nuevo, pero ella puede regresar a su marido si
él acepta esto. Un hombre tampoco debe dejar a su esposa. Hoy día la separación es el primer
paso hacia el divorcio.
La separación si uno de los cónyuges es creyente —
La Biblia enseña que un cristiano no debe casarse con una persona que no es salva, 7.39,
2 Corintios 6.14. Pero ocurre muchas veces que un hombre o una mujer acepta a Cristo y su
pareja se niega hacerlo. ¿Qué debe hacer el cristiano?
7.12,13 El Señor Jesús no había hablado de este asunto, pero ahora el Espíritu Santo da la
respuesta por medio de Pablo. El cristiano no debe dejar a su esposo o esposa si esa otra
parte está dispuesta a vivir con el creyente.
7.14
El cristiano tiene una influencia sana sobre el esposo o la esposa que no cree, y
Dios ve a los dos como uno solo. Él bendice en parte al que no es creyente porque su pareja
lo es. Sus hijos también están protegidos bajo la bendición de Dios.
El Señor mandó a Israel a no casarse con esposas de otras naciones, Éxodo 34.16, y no les
era permitido recibir en la congregación de Israel a los hijos de extranjeros, Deuteronomio
23.3. No debemos casarnos con una persona que no es salva, pero tampoco debemos
abandonar a un cónyuge que todavía no ha creído, o temer que nuestros hijos van a estar bajo
una maldición. Dios quería que Israel fuese una nación santa, pero quiere que nosotros
48
seamos santos como individuos como también en la iglesia. Un cristiano no podría
incorporar a un esposo, esposa o hijo inconverso en la iglesia, pero debemos vivir con ellos y
ayudarles a creer.
7.15
A veces una persona tiene tanto odio a Cristo que él o ella rechaza vivir con una
pareja que ha aceptado al Señor. En este caso el cristiano debe procurar que no se vaya la
persona inconversa, pero él o ella está libre si esa otra persona se va. El marido no tiene que
dar sostén a la esposa que se ha ido por esta razón, y él está en mejores condiciones para
servir al Señor. Pero Dios nos ha llamado a estar en paz, y la mayoría de las parejas casadas
deben saber vivir juntos sin pelear.
7.16
Los cristianos realmente deben procurar seguir viviendo con el esposo o esposa que
no es creyente. Ellos deben vivir una buena vida cristiana y mostrar quietamente a su pareja
que ha habido un gran cambio. Podemos mostrar verdadero amor a nuestras familias, y de
esta manera probar que Dios ama a cada uno en el hogar. Muchos esposos y esposas han
orado por su pareja inconversa y han tenido gran gozo cuando esa persona también aceptó al
Señor como su Salvador. Toda la familia puede ser unida en Cristo, y de esta manera ser una
gran ayuda el uno al otro.
Es muy importante que procuremos ganar a otros para Cristo y entonces procurar ganar
también a sus familias.
DEBEMOS SEGUIR COMO ESTAMOS
Como regla general un cristiano debe quedarse como era él o ella cuando llamado por Dios.
No intente cambiar su condición por el solo hecho de ser cristiano ahora. Por supuesto usted
debe cambiar de una vez sus hábitos pecaminosos, y Dios le ayudará y le dará poder para
esto. Aquí el apóstol Pablo dice que no debemos hacernos como judío o gentil, 7.17 al 20;
debemos seguir siendo esclavos o libres, 7.21 al 24; casados o solteros, 7.25 al 28.
Judío o gentil —
7.17
El Señor llamó a gente en diferentes condiciones de vida, y nosotros debemos
entender que nuestra condición es planificada por Dios. Una iglesia necesita diferentes tipos
de personas, y no debemos intentar grandemente cambiar cuando llegamos a ser cristianos.
Pablo enseñaba la misma cosa en todas las iglesias; él no estaba tratando a los cristianos de
una manera diferente, 4.17, 11.16, 14.33.
7.18
Había tanto judíos como gentiles en la asamblea en Corinto, Hechos 18.4,6. Ahora
eran creyentes y no tenían por qué sentir vergüenza por su raza. La circuncisión era una señal
del pacto de Dios con Abraham, Génesis 17.10,11, y algunos judíos de Jerusalén intentaban
obligar a los nuevos cristianos gentiles que aceptaran la circuncisión, Hechos 15.5. Los
cristianos gentiles no deben aceptar ser circuncidados, y los cristianos judíos no deben
intentar quitar esta marca de sus cuerpos.
7.19
La circuncisión era muy necesaria en el Antiguo Testamento, pero ahora no. No es
importante que uno haya sido circuncidado o no. Sí es muy importante obedecer las leyes de
Dios. En el Antiguo Testamento hay muchas leyes acerca del servicio y los sacrificios en el
tabernáculo que nosotros no tenemos que guardar hoy día, pero el Nuevo Testamento enseña
la voluntad de Dios para nosotros.
7.20
La regla general es quedarse como era cuando Dios le salvó. En este capítulo Dios
da, 7.7; llama, 7.15,24; y arregla diferentes condiciones para diferentes personas, 7.17.
Esclavo o libre —
7.21
Algunos fueron llamados cuando esclavos. Ellos no deben preocuparse por esto
porque un esclavo cristiano puede servir al Señor con servir bien a su maestro terrenal,
49
Efesios 5.6,7. A veces un esclavo podía comprar su libertad al pagar una gran suma de
dinero. Un cristiano podría usar su libertad para servir mejor al Señor.
7.22
Un esclavo cristiano debe estar dispuesto a quedarse como esclavo porque en
realidad él, siendo del Señor, es un hombre libre. Y un hombre libre es también un esclavo
de Jesucristo.
Esclavos de Jesucristo:
Pablo
Romanos 1.1, 2 Corintios 4.5, Filipenses 1.1, Tito 1.1
Santiago
Santiago 1.1
Pedro
2 Pedro 1.1
Juan
Apocalipsis 1.1
7.23
Cristo nos ha comprado con su propia sangre, 6.20, Apocalipsis 5.9. A veces los
hombres se vendían a sí mismos como esclavos para cancelar sus deudas, Mateo 18.25. Para
servirle perfectamente al Señor debemos mantenernos sin deuda, y así no ser esclavos de
hombres, Romanos 13.8.
7.24
De nuevo Pablo les dijo a sus hermanos en Cristo que se queden como eran cuando
Dios les llamó. Les llamó ‘hermanos’ a los creyentes en Corinto en 1.10,11,26, 2.1, 3.1, 4.6,
7.29, 10.1, 11.2,33, 12.1, 14.6,20,39, 15.1,50,58, 16.15. El dio el mismo mandamiento en el
versículo 20 y también en los versículos 8 y 40, pero aquí Pablo agregó que Dios está con
nosotros y podemos permanecer con él sin temor y sin buscar un cambio.
Casado o soltero —
La misma regla aplica al matrimonio: quédese como está, y no intente cambiar las cosas. Los
corintios habían escrito a Pablo acerca de personas que no eran casadas, y aquí él continúa
sus respuestas a las preguntas, como había hecho parcialmente en los versículos 8 y 9.
7.25
En el versículo 10 Pablo mandó la misma cosa que el Señor había hecho. En el
versículo 6 dio permiso, y en el versículo 25 dio su propio consejo. Pablo fue guiado por el
Espíritu Santo en todo lo que él escribió en el Nuevo Testamento, y quería ser fiel. Dios es
fiel y El requiere que sus siervos lo sean, 1.9, 4.2, 10.13. Pablo dijo que Timoteo era fiel,
4.17, y aquí dijo que Dios le había dado a él misericordia para ser fiel. Con los otros
apóstoles, él recibió misericordia del Padre de misericordias, 2 Corintios 1.3, 4.1.
7.26,27 La iglesia en Corinto estaba pasando por días difíciles y por eso era mejor que uno
no cambiara de condición, sino se quedara tal como se encontraba. Muchas veces los
apóstoles tenían grandes dificultades, y Pablo mismo había aprendido a enfrentar las
dificultades con gozo, 2 Corintios 6.4,10, 12.10. Así él aconseja de nuevo: quédese como
está, sea casado o soltero.
7.28
Casarse no es pecado, pero puede traer problemas tales como tienen a veces la
mayoría de las personas casadas. El apóstol no explicó esto y su consejo fue con el fin de
guardar a los creyentes de dificultades innecesarias.
RAZONES POR ESTE MANDAMIENTO
¿Por qué dio Pablo su consejo a los corintios de esta manera? Porque era corto el tiempo para
servir al Señor, 7.29 al 31, y los creyentes deben ocuparse en el Señor más que en otras
personas, 7.32 al 35.
Dios no siempre nos explica sus razones, y debemos estar dispuestos a obedecer aun sin
entender por qué. Más adelante vamos a saber las buenas razones que tiene Dios.
El tiempo es corto —
50
7.29
En el mejor de los casos, la vida es muy corta. Nadie puede hacer todo lo que él o
ella desearía hacer antes de morir. No podemos saber cuán cerca está el regreso del Señor.
Esta es nuestra última gran oportunidad para servirle. Desde ahora en adelante los hombres
casados deben procurar servir al Señor tanto como los que no son casados. Pablo ya ha dicho
que los casados deben mantener relaciones normales, 7.3,5, y más adelante él enseñó que un
hombre debe amar y cuidar a su esposa como haría con su propio cuerpo, y quedarse con
ella, Efesios 5.25,28,29,31. Estos versículos no enseñan algo diferente de 1 Corintios 7.29;
debemos guardar un sano equilibrio.
7.30
El tiempo es corto y los que lloran no deben ser vencidos de tristeza. La gente feliz
también debe guardar en mente lo que es más importante. Los que compran bienes deben
saber que las cosas realmente no son tan importantes, Mateo 16.26.
Debemos hacer tesoros en el cielo, ya que allí duran para siempre, Mateo 6.19,20.
7.31
Vivimos en el mundo y debemos usar las cosas de este mundo, alimento, ropa y
muchas otras cosas. El Señor nos dice aquí que no gastemos todo nuestro tiempo en busca de
estas cosas. ¿Por qué? Porque este mundo no puede continuar en la misma forma como
ahora, 1 Juan 2.17. El Señor viene de nuevo y Él va a cambiar todo.
Debemos ocuparnos en las cosas del Señor —
Esta es la segunda gran razón por qué no debemos hacer grandes intentos por cambiar
nuestra condición.
7.32
Dios quiere que vivamos sin preocupaciones, Mateo 6.25,28,31, Filipenses 4.6.
Esto no quiere decir que debemos ser descuidados pero debemos confiar plenamente en
nuestro Padre. Un soltero puede darse completamente a la obra del Señor y agradarle a Él
solamente.
7.33
Una persona casada es responsable por el cuidado de su pareja. Un hombre debe
proveer para su propia familia, 1 Timoteo 5.8. Hay el peligro de que un hombre intente
agradar a la esposa y no tenga tiempo para la obra del Señor.
7.34
Lo mismo da con algunas mujeres casadas. Las esposas deben cuidar a sus esposos
y atender al hogar, 7.3 al 5, 1 Timoteo 5.14. Pero una soltera no tiene estas responsabilidades, y debe ocuparse sólo en agradar al Señor. Una mujer casada también debe
procurar agradar al Señor y ella puede ayudar en la obra, especialmente en la oración, pero
de otras maneras también.
7.35
Ser casado no es pecado, ni para el hombre ni para la mujer. Pedro y los otros
apóstoles eran hombres casados, 9.5. Solamente unas pocas personas tienen un don especial
de Dios que les hace posible servirle a Él solos, o sea sin esposo o esposa, 7.7. Pablo no
quería hacer reglas, o hacerles sentirse culpables al casarse. Él estaba intentando ayudarles a
hacer lo correcto, y servir al Señor plenamente sin ser distraídos por otros intereses y responsabilidades. Sin duda el servicio al Señor traerá a cada uno un gran galardón, tanto ahora
como más adelante también, 3.14.
RESUMEN
Los últimos versículos repiten de una manera breve la enseñanza principal del capítulo 7.
7.36,37 Un hombre cristiano puede pensar que debe casarse, y un padre cristiano puede
querer que su hija no se case, así que Pablo dice de nuevo que no es incorrecto casarse ni
tampoco dar la hija en casamiento, 7. 2,9,28. Pero es bueno si un cristiano puede quedarse
firme y no ceder a demandas de casarse o dar su hija en casamiento, 7.1,8,20,26,27,32,34.
7.38,39 Pablo repitió que es bueno casarse, pero todavía mejor quedarse soltero. Hemos visto
las ventajas de quedarse soltero: nuestro tiempo es corto, y debemos entregarnos al servicio
51
del Señor, 7.29 al 35. Lo mismo aplica a las viudas, 7.8,9, Romanos 7.1 al 3. Una viuda
puede casarse de nuevo si ella desea hacerlo, pero sólo con un hombre cristiano. Un creyente
debe casarse sólo con otro creyente, y debe primeramente pedir dirección al Señor antes de
tomar este paso importante. Todo lo que hacemos debe ser para agradar al Señor.
7.40
Pablo dice a las viudas que ellas serán más felices si no se casan de nuevo. Una
viuda puede dedicarse a la oración y confiar en el Señor que suplirá sus necesidades por
medio de su pueblo, 1 Timoteo 5.3,5.
Esto fue un consejo de Pablo y no un mandamiento del Señor, 7.12,25. Con todo, Pablo
contaba con el Espíritu Santo quien le guió a escribir estas cosas, como también en todas sus
trece epístolas. Pablo sabía que tenía el Espíritu de Dios porque él pertenecía a Cristo,
Hechos 9.17, 13.9, Romanos 8.9.
En el capítulo 6, versículos 12 al 20, leemos acerca del terrible pecado de la fornicación. En
el capítulo 7 el Espíritu Santo nos instruye acerca del matrimonio. Debemos glorificar a Dios
en nuestros cuerpos, 6.20, y hacer todo para agradar al Señor, 7.10,32,34,35,39.
6 - Libertad cristiana
En la Corinto antigua la gente adoraba a los ídolos en sus templos. Prostitutas religiosas
vivían también en estos templos y la inmoralidad sexual formaba una parte de la religión.
Pablo ha venido advirtiendo a los creyentes de la fornicación, y ahora aborda el tema del
pecado de la idolatría.
Los cristianos entendían correctamente que ellos no estaban bajo la antigua ley de Moisés,
Gálatas 5.18, pero algunos pensaban que este hecho les daba libertad a comer alimentos que
habían sido ofrecidos a los ídolos. Los corintios le preguntaron a Pablo sobre esto y él dijo
que no debemos hacer nada que perjudica a otro cristiano, capítulo 8. El mismo no insistía en
sus propios derechos como apóstol, capítulo 9. En el capítulo 10 advierte contra la comunión
con ídolos, 8.1 al 14. Debemos tener comunión con Cristo, 8.15 al 22, y el uno con el otro,
10.22 al 11.1.
Alimentos ofrecidos a los ídolos
En el Antiguo Testamento el pueblo de Israel traía sus animales a Jehová. Algunos de éstos
se usaban como comida una vez quemada sobre el altar una pequeña parte para el Señor,
Levítico 3.5, 7.15. Los paganos mataban animales para comida y ofrecían una parte de cada
animal a sus ídolos; el resto lo vendían en el mercado. Esto quería decir que por lo regular un
cristiano podía comprar sólo la carne que había sido una ofrenda a los dioses paganos.
Algunos creyentes opinaban que no había nada de malo en esto, pero unos pocos se
preocupaban por el asunto. Pablo les dijo que el conocimiento es bueno, 8.1 al 6, pero que
ellos deben tener consideración de los creyentes que no sabían tanto como ellos, 8.7 al 13.
MEJOR EL AMOR QUE EL CONOCIMIENTO
Primeramente Pablo expresó su acuerdo con los corintios que todos tenemos conocimiento,
pero éste puede ser malo.
8.1 Muchas veces el conocimiento hace a uno sentirse orgulloso, en particular aquellos que
han aprendido en una escuela. Algunos de los corintios eran orgullosos de sus propios
líderes, 4.6,18,19; otros eran orgullosos aun cuando uno de los creyentes estaba viviendo en
un terrible pecado, 5.2. El amor es superior al conocimiento porque puede edificar a la
iglesia y no hace orgulloso al que ama, 13.4. Es más importante edificar a la iglesia que ser
orgulloso del mayor conocimiento que tiene uno, 1 Tesalonicenses 5.11, Romanos 14.19.
8.2 Además de eso, nadie sabe todavía lo que debe saber. La gente con poco conocimiento
52
supone muchas veces que hay poco más por saber. Contamos con la Biblia entera pero nadie
la conoce a perfección, y en el cielo siempre vamos a aprender más acerca de Dios.
8.3 Es importante amar a los otros cristianos, y todavía más importante amar a Dios. Dios
conoce a los que realmente le aman, y cuánto le aman, Salmo 1.6, Jeremías 1.5, Juan
10.14,27, 2 Timoteo 2.19.
HAY UN DIOS Y LOS ÍDOLOS NO SON NADA
8.4 Los corintios adoraban ídolos en el pasado, pero habían aprendido que hay un solo Dios
y que los ídolos no son nada. La Biblia enseña que hay un solo Dios verdadero,
Deuteronomio 6.4, Marcos 12.29, 1 Timoteo 2.5; Santiago 2.19. Los ídolos son de oro o
plata o piedra o madera, pero no tienen ninguna importancia en el mundo que pertenece a
Dios, Salmo 115.4 al 8. Por esta razón algunos de los corintios pensaban que no importaría
que ellos comiesen alimentos que habían sido sacrificados a los ídolos. Otros estaban
preocupados y pensaban que sí sería incorrecto hacerlo, Éxodo 34.15.
8.5 Los paganos adoran a los espíritus inmundos que ellos llaman sus dioses. Estos espíritus
le roban a Dios la adoración de los hombres. La gente los adora y les llama dioses. Hay
millones de estos espíritus, algunos en los cielos, algunos en la tierra. Leemos de espíritus de
maldad en lugares celestiales, Efesios 6.12, y los espíritus o demonios muchas veces intentan
vivir en los cuerpos de la gente y controlarles.
8.6 Los cristianos no adoran a ningún ídolo o dios falso, sino sólo al solo Dios verdadero.
Dios se ha revelado como Padre, Hijo y Espíritu Santo. Todas las cosas proceden del Padre,
por el Señor Jesucristo. Dios nos creó por el Hijo, y nos ha redimido por el Hijo. Vivimos
para el Padre por el poder del Hijo.
¿LOS CRISTIANOS DEBEN COMER ALIMENTOS OFRECIDOS A UN ÍDOLO?
Muchos de los corintios sabían que estos ídolos no son nada, pero ellos deberían mostrar
amor a otros cristianos que no sabían tanto como ellos.
8.7 Algunos de los corintios no estaban seguros que el ídolo no era nada, y pensaban que
ellos serían contaminados al comer sus alimentos. Ellos habían estado bajo el poder de
espíritus de maldad por tanto tiempo, que pensaban todavía en el ídolo al comer esos
alimentos. Su conocimiento era incompleto y sus conciencias débiles.
¿Qué es la conciencia? Nuestra conciencia nos ayuda a saber en nuestro propio corazón o
mente qué es correcto y qué no es correcto. Debemos comprender lo que la Biblia enseña y
hacer lo que es correcto. Así tendremos una buena conciencia. El Espíritu habla de:
 una buena conciencia
1 Timoteo 1.5,19, Hebreos 13.18, 1 Pedro 3.16,21
 una conciencia limpia
1 Timoteo 3.9, 2 Timoteo 1.3, Hebreos 9.14
 una conciencia débil
1 Corintios 8.10
 una mala conciencia
Hebreos 10.22
 una conciencia corrompida
Tito 1.15
 ... cauterizada y muerta
1 Timoteo 4.2
8.8 En el Antiguo Testamento Dios mandó a su pueblo a no comer ciertos tipos de carne,
Levítico 11.4,10,13,23,42. Al hacerlo, uno no podía adorar a Dios ese día. Estas reglas no
aplican a nosotros hoy día. Los alimentos no nos dan más favor con Dios. No somos mejores
en los ojos de Dios si comemos lo que ha sido sacrificado a los ídolos, como suponían
algunos corintios, ni somos peores si negamos comerlos.
8.9 El conocimiento es bueno pero puede hacer a uno orgulloso. El amor es más importante
y debemos mostrar amor a aquellos que todavía no conocen muy bien la Palabra de Dios.
Posiblemente nosotros sepamos que tenemos el derecho de hacer ciertas cosas, pero debemos
53
tener cuidado a no hacer nada que resulte en que otros pequen. Pensamos que somos fuertes
y podemos hacer algo sin cometer pecado, pero debemos mostrar amor hacia otros que
consideramos débiles.
Hoy día muchos cristianos se consideran libres para ir a diversos lugares y hacer muchas
cosas. Ellos deben tener presente que Cristo nunca les va a meter en un lugar de tentación,
porque nos mandó a orar acerca de esto, Mateo 6.13. Los creyentes jóvenes van a saber del
asunto y posiblemente ellos, haciendo lo mismo, caerán en pecado.
8.10
Usted es fuerte y sabe mucho. Usted está libre a ir al templo y comer alimentos
ofrecidos a los ídolos. Pero alguien tiene una conciencia débil y le ve haciendo eso. Así él o
ella se siente animado a hacer lo mismo aun cuando ello perturbe su conciencia, Romanos
14.23.
8.11
También es pecado hacer algo que haga que otros caigan. Cristo murió por ese
hermano o hermana quien ha nacido de nuevo. Un creyente no puede perder su vida eterna
que Dios le ha dado, pero puede malgastar su vida en este mundo si continúa en pecado, Juan
12.25. Posiblemente yo piense que tengo gran conocimiento, más que otros, pero yo no debo
ser la causa de que otro caiga en pecado.
8.12
Un hermano tiene la conciencia débil porque no sabe tanto como usted sabe. Usted
hiere su conciencia al hacer algo que él considera malo. Esto le anima a él hacer lo mismo,
pero le es pecado, porque va en contra de su conciencia. Usted está pecando contra aquel
hermano, quien es miembro del cuerpo del Cristo, y por esto está pecando contra la Cabeza
del Cuerpo, el Señor Jesucristo. Debemos tener gran cuidado de no hacerle triste a nuestro
Salvador a causa de nuestros pecados.
8.13
El versículo 13 ofrece en una forma breve la enseñanza principal del capítulo 8.
Pablo habló por sí mismo cuando dijo que estaría dispuesto a no comer alimentos si fuera
asunto de herir a un hermano. (La palabra ‘hermano’ se encuentra cuatro veces en los
versículos 11 al 13). Nosotros debemos decir lo mismo; no debemos comer aquellos
alimentos, ni beber vino, si esto va a causar que un hermano o una hermana caiga en pecado,
Romanos 14.21.
Pablo no insistía en sus derechos
El apóstol ha venido diciendo que un creyente tiene el derecho de comer los alimentos
ofrecidos a ídolos, pero él no siempre debe exigir sus derechos. Pablo tenía ciertos derechos
como apóstol, 9.1 al 14, pero no insistía en ellos, 9.15 al 27. Él era buen ejemplo para todos
nosotros.
LOS DERECHOS DE UN APÓSTOL
Algunos en Corinto estaban diciendo que Pablo no era un apóstol en verdad porque trabajaba
con sus manos para ganar dinero, de manera que él muestra primeramente que sí era apóstol,
9.1,2 Él ha podido hacer lo mismo que otros apóstoles, 9.3 al 7, y empleó versículos del
Antiguo Testamento para enseñar la voluntad de Dios, 9. 8 al 14.
PABLO UN VERDADERO APÓSTOL
9.1 Pablo estaba libre de la ley de Moisés así como lo eran los corintios, pero dijo que no
comería ciertos alimentos si eso fuera causa de que otro pecara, 8.13.
Pablo era un apóstol, 1.1. Una señal de un verdadero apóstol era que había visto al Señor.
Los once apóstoles habían estado con el Señor por años, y también Matías, quien tomó el
lugar de Judas, Hechos 1.21 al 26. Pablo vio a Cristo en la gloria, Hechos 9.17, 26.16. El
Señor bendijo la obra de Pablo y gente fue salva por intermedio de su mensaje.
9.2 Los corintios han debido aceptar a Pablo como un apóstol porque él fue el primero en
54
predicarles el Evangelio. Ellos llegaron a ser cristianos y esto fue prueba de que Pablo era
apóstol de Jesucristo. Pero su labor se hacía en el poder del Señor, y él no ha podido hacer
nada en su propia fuerza.
LOS DEMÁS APÓSTOLES
9.3 Algunos en Corinto decían que ellos eran de Pedro o de Apolos. Posiblemente
rechazaban a Pablo y decían que él no era realmente un apóstol. Ellos no han debido intentar
juzgar al apóstol, 4.3,5, pero él les contestó en amor.
9.4 Él y Bernabé tenían el derecho de vivir, así como tenía cualquier otro. Es necesario
comer y beber para mantener la vida, y la iglesia ha debido proveer lo que los apóstoles
necesitaban.
9.5 Pablo y Bernabé gozaban de los mismos derechos que los demás apóstoles, incluyendo a
Pedro y los hermanos del Señor, tales como Santiago y Judas. Pablo ha podido casarse de
nuevo y llevar una esposa consigo en sus viajes misioneros. El pensaba que al no casarse él
podría servir al Señor mejor, 7.7.
Este versículo muestra que Pedro tenía una esposa y que María había tenido otros hijos
aparte del Señor Jesús. La iglesia católicorromana enseña que Pedro fue el primer Papa, pero
hoy día no permite que sus sacerdotes se casen. Esta iglesia enseña también que María es "la
madre de Dios", el Señor Jesús, y por esto ella no tuvo otros hijos. Léanse Marcos 1.30, 3.32,
Juan 7.3, Gálatas 1.19, Judas 1.
9.6 Bernabé había sido una gran ayuda a Pablo en ocasiones anteriores, Hechos 4.36, 9.27,
13.2, Gálatas 2.1, pero ellos tuvieron una diferencia de criterio sobre una cuestión y se
separaron, Hechos 15.37 al 40. Pablo enseñó más adelante que nosotros los creyentes
debemos perdonar el uno al otro, Efesios 4.32, y en el versículo 6 él habló de una manera
muy positiva acerca de Bernabé. Sabemos que Pablo trabajó haciendo tiendas en Corinto
para costear sus gastos y los que estaban con él, 1 Corintios 4.12, Hechos 20.34,
1 Tesalonicenses 2.9, 2 Tesalonicenses 3.8. Bernabé también trabajaba con sus manos para
sufragar sus gastos en el servicio del Señor.
9.7 En realidad esto no era necesario. En la vida ordinaria la gente puede servir sólo si sus
necesidades son satisfechas. El rey o el gobierno costea todos los gastos de los soldados en el
ejército. Un agricultor planta una viña y los frutos son suyos. Un pastor alimenta su rebaño y
él mismo toma su alimento de entre su rebaño.
LAS ENSEÑANZAS DEL ANTIGUO TESTAMENTO
9.8 Pablo ha venido mostrando de la vida cotidiana que la gente que sirve al Señor deben
recibir soporte. La Biblia dice la misma cosa. La ley también decía que los levitas deben
aceptar la décima parte de los demás israelitas para estar en condiciones de servir al Señor,
Hebreos 7.5.
9.9 Aquí Pablo emplea un versículo de Deuteronomio 25.4 acerca de alimentar un buey que
está trabajando para su amo. Se conducía el buey en torno de una pila de granos para que sus
patas separasen la paja del grano. El dueño no debía fijar un mecate en la boca del buey para
impedir que comiese algo mientras trillaba de esta manera. Dios sí cuida a sus criaturas,
Génesis 1.30, Job 38.41, y su Palabra nos instruye a ser benévolos con los animales pero a no
adorarles.
9.10
Dios se ocupa mucho más por los seres humanos, Mateo 6.26, y El provee por sus
siervos. La obra del Señor es como la agricultura; el agricultor trabaja arduamente en arar su
campo porque él espera conseguir una buena cosecha. Se madura el grano y de nuevo el
agricultor tiene que trabajar arduamente para cosecharlo. Así se realiza su expectativa.
55
9.11
De manera que, Pablo plantea esta pregunta. Los apóstoles habían sembrado la
buena semilla al llevar el Evangelio a Corinto. ¿Por qué pensaban los creyentes que era
difícil suplirles con las cosas que ellos necesitaban para el cuerpo? Las bendiciones
espirituales son más importantes que el dinero.
9.12
Otros apóstoles, evangelistas y maestros tenían el derecho de aceptar donativos de
la asamblea en Corinto. Pablo había iniciado la asamblea en Corinto, 9.1,2, y él ha debido
gozar del derecho aun más que otros.
Pero Pablo no había insistido en sus derechos. Más bien estaba dispuesto a proveer para sí
con el trabajo de sus propias manos. Él no quería impedir de ninguna manera la
proclamación del Evangelio.
Hoy día mucha gente solicita dinero, diciendo que será de ayuda en la obra del Señor, pero es
posible que esto impida la divulgación del Evangelio.
9.13
Aquí hay algo más que aparentemente los corintios no sabían (véase el capítulo 6).
Pablo les preguntó acerca de algo en el Antiguo Testamento. Los sacerdotes servían a Dios
con ofrecer sacrificios santos sobre el altar, y tenían permiso para comer ciertas partes de
algunos sacrificios. Ellos no poseían fincas ni huertos, y dedicaban todo su tiempo a las
cosas del Señor. Véanse Levítico 6.16,18,26,29, 7.6,7,31,32, Números 18.8 al 19, Deuteronomio 18.1 al 4.
9.14
Moisés escribió los mandamientos del Señor, y ahora Pablo expresa por el Espíritu
Santo la voluntad de Dios para la Iglesia. El Señor les había dicho a sus discípulos que
salieran y predicaran sin recargo, ya que Dios atendería a sus necesidades, Marcos 6.8 al 10.
Dios ha formado la luna y las estrellas, Salmo 8.3; Él puede proveer alimento para sus
siervos fieles. Sin embargo, el mensaje aquí es para las iglesias; los creyentes deberían
apoyar a los que sirven al Señor de veras.
PABLO NO INSISTÍA SOBRE TODO
Los apóstoles tenían el derecho de esperar que el pueblo del Señor les diera soporte, y
ciertamente Pablo era un apóstol. Ahora les dijo a los corintios por qué él dedicaba una parte
de su tiempo a trabajar por su propio sustento. Pablo les había enseñado que no debemos
insistir en nuestros derechos, 6.12, 8.9,13, y añadió más en 10.23,33. Por su propia vida él
daba un buen ejemplo de su enseñanza.
Las razones de Pablo —
Pablo no había aceptado donativos de la iglesia en Corinto, pero con todo él continuaba en la
predicación del Evangelio. ¿Por qué hacía estas cosas?
9.15
Pablo no se había valido de sus derechos como apóstol, 9.12, y él no escribía esta
carta para obtener dinero. Pablo estaba muy contento con poder decir que el Evangelio es
gratuito, y podía predicar a Cristo sin ganancia para sí. Para él este privilegio era más
precioso que la vida, y él preferiría morir antes que cobrar dinero por su ministerio. Nadie
podría quitarle esta satisfacción.
9.16
Con todo, él no podía gloriarse en esto. El Señor Jesús le había ordenado a predicar
el Evangelio, y él estaría muy triste al no hacerlo. Nosotros también. Tenemos órdenes de
predicar el Evangelio, y si no lo hacemos, tendremos tristeza en vez de gozo ante el Tribunal
de Cristo.
9.17
Como Pablo, tendremos gran galardón si predicamos el Evangelio gratuitamente y
de buen ánimo, pero se nos manda hacerlo queriendo o no. Quizás Pablo también quería
decir que ganaría salario si predicara sólo porque él quería hacerlo. En realidad él predicaba
el Evangelio porque el Señor le había mandado hacerlo. Pablo era un administrador, un
56
mayordomo, y quería ser fiel, 4.2. Pedro les dijo a los ancianos de las iglesias que dieran de
comer a las ovejas de Dios de buena voluntad y no por ambición al dinero, 1 Pedro 5.2.
9.18
Pablo podía anticipar el galardón que él va a recibir en la venida de Cristo, pero
aun en ese tiempo su satisfacción era la predicación de las buenas noticias sin recargo
alguno. Esto es importante. La gente oye decir que la salvación es gratuita, pero el
predicador exige pago por su labor. Esto podría hacer a la gente pensar que ellos tienen que
dar dinero para ser cristianos.
Pablo tenía el derecho de recibir soporte, pero no quería valerse de ese derecho. El amor de
Cristo le impulsaba, 2 Corintios 5.14, y no el amor al dinero, 1 Timoteo 6.10.
El deseo de Pablo de ganar algunos para Cristo —
El amor que Pablo tenía para Cristo le hacía esforzarse más de lo que él hubiera hecho por
cualquier cantidad de dinero. Él hacía todo para salvar el mayor número posible de personas.
9.19
Pablo no aceptaba dinero de los corintios, así que estaba libre del control suyo. Con
todo, se hacía siervo de todos para ganarles para Cristo.
9.20
Pablo era un cristiano pero era benigno con los judíos y no les causaba vergüenza
por las creencias que ellos tenían. Por ejemplo, él quería que Timoteo fuese circuncidado
para que los judíos no tomaran ofensa, Hechos 16.3. Estos judíos estaban bajo la ley, y Pablo
y Timoteo obedecieron la ley aun cuando pensaban que no estaban en el deber de hacerlo.
Debemos intentar comprender las creencias de otros, pero no podemos cambiar el Evangelio
para acomodarlo a las ideas erradas que ellos tienen. Pablo nunca hacía esto, por ejemplo,
Gálatas 2.14.
9.21
Pablo se sentía responsable de predicar el Evangelio a todos, judíos y gentiles,
Hechos 9.15,20,21, Romanos 1.16. Siendo cristiano, no estaba bajo la ley de Moisés y podía
decir a los gentiles que ellos debían acudir a Cristo sin guardar las leyes del Antiguo
Testamento. Algunos creyentes judíos procuraban obligar a los gentiles a circuncidarse para
estar en condiciones de creer en el Señor, pero Pablo luchaba contra esto. Pablo sabía dentro
de sí que él estaba bajo la ley de Cristo, pero no bajo las antiguas leyes del templo en el
Antiguo Testamento.
9.22
Algunas personas tenían una conciencia débil y Pablo procuraba no ofenderles,
8.12,13. Él renunciaba sus propios derechos para vivir como los demás y así ganarlos.
Esto no quiere decir que Pablo pecaría porque todos son pecadores y él quería ser como
ellos. Nunca podemos ofrecer excusa por pecar.
Pablo renunciaba todo para servir mejor al Señor —
El deseo de Pablo era predicar el Evangelio, y él anticipaba el galardón que el Señor va a dar.
9.23
Pablo se hacía de todo a todos, y hacía todas estas cosas por el bien de la
predicación del Evangelio y para ganar almas para Cristo. La gente se salvaba y esto en sí le
contentaba al apóstol, 9.18. Él participaba en el gozo que el Evangelio trae a los que lo
aceptan.
9.24
En las ciudades griegas los jóvenes participaban en carreras y otros juegos
deportivos, todo en la esperanza de ganar un premio. Los corintios sabían que muchos
corrían en una misma carrera pero uno solo llegaba de primero y recibía la corona. Un
hombre tiene que correr con gran esfuerzo para llegar de primero en una carrera, y nosotros
debemos estar dispuestos a trabajar duro y renunciar nuestros propios placeres con el fin de
recibir un premio del Señor.
9.25
Los jóvenes se preparaban para los juegos con vivir muy cuidadosamente, sin
57
comer o beber demasiado y guardando sus cuerpos bajo control. Nosotros debemos hacer lo
mismo. Pablo le mandó a Timoteo a pelear la buena batalla de la fe, y Pablo le dio buen
ejemplo en sí mismo, 1 Timoteo 6.12, 2 Timoteo 4.7.
Los atletas griegos procuraban ganar una corona que representaba un gran honor. Pero la
corona era de hojas de un árbol, y por supuesto se secaban rápidamente. Nosotros podemos
aspirar a una corona que el Señor Jesús dará y que dura para siempre. El Espíritu Santo nos
cuenta más acerca de coronas. Estas son muy superiores que cualquier premio por ganar en
atletismo o exámenes escolares.
 Corona de justicia
2 Timoteo 4.8
 Corona de vida
Santiago 1.12, Apocalipsis 2.10
 Corona de gloria
1 Pedro 5.4
9.26
Para ganar una carrera es necesario saber adónde ir y correr directamente hacia la
meta. Pablo habló de la carrera cristiana como una meta, y él estaba esforzándose
grandemente para ganar el premio, Filipenses 3.14.
Los griegos realizaban también torneos de boxeo en sus juegos atléticos. A veces los
boxeadores lanzan sus brazos sólo al aire, sin darse contra el opositor. Ellos golpean el aire
porque el opositor se ha alejado. Pablo estaba luchando contra poderes espirituales, Efesios
6.12, y no quería perder tiempo.
9.27
El anhelo de Pablo era correr bien y luchar bien. Para hacer esto él guardaba bajo
control tanto su cuerpo como sus sentimientos humanos. El Señor nos ayudará a hacer lo
mismo, pero tenemos que pedirle fuerza todos los días. En una carrera una persona puede
ganar al vencer a los demás. En la esfera espiritual podemos ganar el galardón con ayudar a
los demás a correr mejor.
Pablo había predicado el Evangelio a muchos, 1 Corintios 1.23. Él indicó a los corintios
cómo ganar un galardón, 3.14,15. Pablo sabía que no podía perder su vida eterna pero sí
podía perder su galardón. Él podía ser como un atleta que no respeta las reglas y por esto no
gana el premio, 2 Timoteo 2.5. Aseguradamente el pecado no nos dejará ganar un galardón.
La comunión
En el capítulo 9 el apóstol ilustró de su propia vida que un cristiano no debe insistir en sus
derechos. Ahora en el capítulo 10 él advirtió a los corintios a no tener comunión con ídolos,
10.1 al 14. Nuestra comunión debe ser con Cristo, 10.15 al 22, y con su pueblo, 10.23, 11.1.
COMUNIÓN CON ÍDOLOS
Pablo empleó el Antiguo Testamento como una lección para nosotros a guardarnos de ídolos
de cualquier tipo. Todo el pueblo de Israel recibió las bendiciones divinas, 10.1 al 5, pero
algunos de ellos cayeron en pecado grave, 10.6 al 10. Dios les castigó y esto debe ser una
gran advertencia para nosotros, 10.11 al 14.
La bendición de Dios sobre Israel —
10.1
Israel sabía que Dios estaba presente con ellos mientras viajaban de Egipto a
Canaán, ya que una gran nube les protegía del calor del sol en el desierto. El Señor les abrió
un camino a través del Mar Rojo cuando los egipcios les perseguían, y todo el pueblo pasó
en medio de las aguas.
10.2
Este era un cuadro, una figura, del bautismo. El bautismo es un cuadro de nuestra
muerte a la vida antigua y nuestra resurrección para vivir la vida nueva en Cristo. Así el
pueblo estuvo en el mar, un cuadro de la muerte, pero la nube era un cuadro de la presencia
de Dios con ellos. Ellos obedecieron a Moisés al cruzar a través del mar, de manera que
Pablo podía decir que fueron bautizados en Moisés. Nosotros obedecemos a Cristo y nuestro
58
bautismo muestra que le seguimos a él.
10.3
Dios le dio a Israel pan del cielo, llamado maná, cada día por cuarenta años, Éxodo
16.4,15. Se llamaba pan de nobles, Salmo 78.25, y aquí alimento espiritual. El maná es un
cuadro de Cristo, el Pan vivo, Juan 6.31 al 35, 48 al 51.
10.4
El pueblo necesitaba también agua para beber. Dos veces leemos que Moisés
golpeó una roca con su vara y salió agua, Éxodo 17.6, Números 20.11. La roca era un cuadro
de nuestro Señor Jesucristo. En el Antiguo Testamento, Roca es varias veces un nombre para
Dios, Salmo 18.2, 31.3, 42.9, 71.3, y Cristo es Dios el Hijo. Como hombre Él fue herido y
muerto por nuestros pecados, Isaías 53.4,5. Dio de beber a Israel dondequiera que fuesen, y
ahora Él da el agua de la vida eterna a todos los que vienen a Él, Juan 4.14, 7.37.
10.5
Todos los israelitas contaban con estas bendiciones, pero la mayoría de ellos
cayeron en pecado y de ellos no se agradó Dios. No alcanzaron la tierra de Canaán sino
murieron en el desierto, excepto Josué y Caleb y los niños, Números 14.29 al 32.
El pecado de Israel —
El gran pecado de Israel fue el de rehusar entrar en la tierra de Canaán, pero ellos provocaron
a Dios con sus pecados en otras ocasiones también. El Espíritu Santo nos relata algunos
casos como advertencia para nosotros.
10.6
El pueblo de Israel era ejemplo para el pueblo de Dios después de ellos. Ellos
pecaron, y podemos aprender que Dios odia el pecado por la manera en que El les castigó.
Ellos deseaban cosas malas, por ejemplo, en Números 11.4 donde leemos acerca de algunos
extranjeros que fueron permitidos viajar con ellos. Esta gente no estaba satisfecha con la
comida que Dios les proveyó, y el pueblo de Israel fue castigado por caer bajo su influencia,
10.10,33,34.
No debemos dejar que los deseos malos nos controlen, Mateo 5.28, Hechos 20.33, Romanos
1.24, 13.14, Gálatas 5.17, Efesios 2.3, Colosenses 3.5, 1 Tesalonicenses 4.5, 1 Timoteo 6.9,
2 Timoteo 3.6, Tito 3.3, Santiago 1.14, 1 Pedro 4.3, 2 Pedro 3.3, 1 Juan 2.17 y Judas 16.
10.7
El pueblo de Israel cayó muchas veces en la tentación de adorar a los ídolos. Aarón
hizo una imagen de oro en la forma de un becerro, y el pueblo llevó sacrificios a este ídolo,
Éxodo 32.1 al 6. El pueblo de Corinto adoraba a los ídolos, y hoy día muchos cristianos han
sido salvos de la idolatría pero todavía pueden encontrarse tentados. Aun el amor para las
cosas del mundo es idolatría, Colosenses 3.5, Efesios 5.5.
10.8
La inmoralidad sexual es parte de la adoración idólatra. Balaam, un falso profeta,
envió mujeres a tentar a los hombres del Israel a pecar, Números 25.1, Apocalipsis 2.14.
Dios castigó a veintitrés mil de ellos ese mismo día, y mil más un poco después, Números
25.9. Dios no castiga la gente de una vez en nuestros días, pero sin duda su enojo se hará
conocer, Apocalipsis 21.8, 22.15.
10.9
Tentar a Dios quiere decir ponerle a prueba. ¿Él realmente cumplirá sus promesas y
sus advertencias? Israel tentó a Dios, Éxodo 17.2,7, Salmo 78.18,41,56, 95.9, 106.14, y aquí
en nuestro versículo vemos que ellos estaban tentando a Cristo, quien es el Hijo de Dios.
Hablaron en contra de Dios y mucho pueblo fue mordido de serpientes y murió, Números
21.5.6.
Hoy día una persona puede continuar en algo que él o ella sabe que desagrada a Dios. La tal
persona pone a prueba a Dios a ver si de veras Él le castigará, y aseguradamente lo hará.
10.10
El pueblo de Israel se quejó de Dios y sus siervos, Éxodo 15.24, 16.2, 17.3,
Números 11.1, 14.2, pero en Números 16 un levita y dos israelitas más se rebelaron contra
Moisés y murieron cuando la tierra se abrió y los tragó. Entonces el pueblo echó la culpa a
59
Moisés y Aarón, y el Señor les juzgó, Números 16.13,32,41,46. Pablo les advirtió a los
corintios a no rechazar la autoridad suya que Cristo le dio cual apóstol.
Una advertencia —
10.11
El Espíritu Santo nos trae lecciones de la historia de Israel. Estas cosas sucedieron
en realidad y el Espíritu Santo las registró en el Antiguo Testamento como una advertencia a
nosotros el pueblo de Dios de toda época.
Dios ha tratado con la humanidad de diferentes maneras en diferentes tiempos. Por ejemplo,
desde Moisés hasta Cristo, Israel contaba con la ley de Dios y adoraba en el templo. Hoy día
estamos en la edad de la gracia, Juan 1.17, y podemos aprender del trato divino en edades
anteriores.
Los propósitos de Dios en el pasado se cumplen en la edad de la Iglesia. Dios ha tratado con
los hombres de diversas maneras y podemos aprender lecciones de lo que está escrito en la
Biblia acerca de esto.
10.12
Cada uno es tentado. Cada uno puede vencer. De estos ejemplos podemos aprender
dos lecciones. En el versículo 12 tenemos que tener cuidado de no caer en pecado. Esto es
especialmente importante cuando nos imaginamos fuertes y capaces de resistir la tentación.
En este momento Satanás intentará tropezarnos. Pedro estaba seguro de que él no negaría
conocer al Señor, pero Satanás lo tentó y él cayó, Marcos 14.29, Lucas 22.31,61.
10.13
Satanás no cuenta con maneras nuevas para tentar a uno. Él emplea los mismos
métodos viejos. Otra gente ha sido tentada de la misma manera que nosotros, y han podido
vencer. Dios nos ha dado el Espíritu Santo quien es mayor que Satanás, 1 Juan 4.4. La
tentación no es pecado, y no tenemos por qué pecar. Dios no tienta a nadie, Santiago 1.13,
pero Él puede permitir la tentación que sabe que podemos soportar. El siempre provee una
salida.
El versículo 13 enseña que Dios es más fuerte que Satanás, y su voluntad es que no
cometamos pecado, 1 Juan 2.1. Le permite a Satanás probarnos en parte, pero no exceder los
límites, Job 1.12, 2.6.
10.14
Aquí Pablo habla de los corintios como amados, como en 4.14, 15.58, 2 Corintios
7.1, 12.19. A menudo eran tentados a volver a la adoración de ídolos, y la fornicación era
parte de la religión pagana. Pablo dijo que ellos no deberían enfrentar y luchar contra esta
tentación, sino huir de ella. Nosotros debemos huir de la tentación de cometer fornicación,
6.18.
COMUNIÓN CON CRISTO
La mesa del Señor expresa nuestra comunión con Él, así que la mesa de demonios habla de
tener comunión con espíritus inmundos.
La mesa del Señor —
10.15
El apóstol les habló aquí a los corintios como gente pensante, aun cuando a veces
creían saber más que él, 4.10. Ellos tenían suficiente conocimiento de las Escrituras y el
proceder de Dios como para entender que Pablo les estaba enseñando la verdad y para
responder correctamente a sus preguntas en el versículo 16.
10.16
En capítulo 11 el apóstol dio enseñanza clara acerca del partimiento del pan en la
cena del Señor. Él habló aquí de la copa y el pan. Damos gracias por la copa que habla de las
grandes bendiciones que recibimos por la sangre de Cristo.
El pan habla del cuerpo del Señor; nosotros lo partimos y comemos un poquito. Esto
manifiesta que participamos en el sacrificio de Cristo, y recibimos grandes bendiciones
60
espirituales por medio de Él.
10.17
El pan habla también de la Iglesia que es el cuerpo de Cristo, Efesios 1.23. Varios
creyentes se reúnen y Cristo está en medio de ellos, Mateo 18.20. Ellos constituyen un
cuerpo y Cristo es su Cabeza. Todos participan del mismo pan al reunirse a partir el pan. Son
todos uno en Cristo y cada uno debería procurar ayudar a los otros miembros del cuerpo.
10.18
En el Antiguo Testamento el pueblo de Israel nos proporciona un cuadro de esta
verdad. Ellos podían traer ante el altar del tabernáculo o del templo un animal como
sacrificio y comer una parte ante el Señor. De esta manera participaban de las bendiciones
del altar.
Bendiciones por medio de la sangre de Cristo. Hemos sido -comprados
Hechos 20.28
redimidos
Efesios 1.7, 1 Pedro 1.19
librados del pecado
Apocalipsis 1.5
justificados
Romanos 5.9
limpiados
1 Juan 1.7
purificados en cuanto a la conciencia
Hebreos 9.14
acercados a Dios
Efesios 2.13
capacitados para acercarnos a Dios con libertad Hebreos 10.19
La mesa de los demonios —
10.19
Pablo no quería que sus lectores pensaran que él les estaba enseñando a respetar los
ídolos. Dijo antes que un ídolo no tiene importancia en el mundo y que hay un solo Dios
verdadero, 8.4. Ahora él agrega que el sacrificio a los ídolos tampoco tiene importancia.
10.20
Pero realmente hay espíritus detrás de estos ídolos, y son espíritus inmundos.
Puede que usted piense que le pueden ayudar, pero ellos le desviarán de Cristo. Algunas
personas hoy día procuran obtener información especial de una bruja, un profeta, un muerto,
o de las estrellas. Los espíritus inmundos se contentan al dar información y pretender ser su
amigo, pero son todos ellos siervos de Satanás y enemigos de Cristo.
10.21
La gente está dispuesta a ser socios con los demonios y oírles a ellos. Ellos no
pueden estar en comunión con el Señor. Bebemos de la copa de bendición del Señor y
participamos a su mesa. Esto es imposible si estamos en comunión con los demonios.
La mesa del Señor quiere decir nuestra comunión con él cada hora cada día. Recibimos
siempre beneficios de su muerte, y debemos regocijarnos siempre en sus bendiciones. El
primer día de la semana participamos en la cena del Señor de la manera que Él quiso, en el
partimiento del pan.
10.22
Si una mujer cae en pecado, su esposo puede ponerse muy bravo y celoso,
Proverbios 6.32 al 34. Algunos creyentes piensan que pueden tener comunión con los
demonios y a la vez estar en comunión con el Señor. Esto no es posible y sin duda el Señor
se enojará si lo intentamos. Por supuesto Él es más fuerte que nosotros y sin duda castigará a
cualquiera que le desobedezca. Nadie puede contra el Dios Todopoderoso, 1.25.
COMUNIÓN CON EL PUEBLO DE DIOS
Podemos manifestar que estamos en comunión con el Señor por nuestra comunión con su
pueblo. Lo hacemos al no exigir nuestros derechos y al intentar ayudar a los demás,
10.23,24. Entonces Pablo vuelve al tema de comer alimentos ofrecidos a los ídolos, 10.25 al
30. Los últimos tres versículos del capítulo afirman tres grandes principios para nuestra
conducta.
61
En el capítulo 6, versículo 12, el Espíritu nos enseña que no podemos hacer todo lo que no
está prohibido por la ley. Algunas acciones tal vez sean legítimas pero no apropiadas. En el
capítulo 8 él nos muestra que debemos pensar en otros y no comer alimentos sacrificados a
los ídolos si esto haría daño a otro. Estos mandamientos se repiten en la última parte del
capítulo 10.
Cómo manifestar la comunión —
10.23
De nuevo se nos dice que posiblemente no sea conveniente hacer algunas cosas aun
cuando el Nuevo Testamento no las prohíbe. En 6.12 Pablo dijo que no dejaría a nada
controlarle, pero aquí dice que muchas cosas no contribuirían a la edificación de otros. El
amor edifica, 8.1, y debemos hablar en la iglesia sólo para edificar a otros, 14.3,4,5,12,26.
10.24
No debemos ocuparnos siempre de tan sólo lo que pensamos que nosotros mismos
necesitamos o queremos. Mucha gente son como el hijo menor que dijo: ‘Dame’, Lucas
15.12. Están pensando tan sólo en sí mismos. Debemos considerar a los demás y procurar
ayudarles, Filipenses 2.4. Nuestro Señor Jesús dio su vida por otros.
Alimentos sacrificados a los ídolos —
10.25
Los cristianos en Corinto estaban libres a comer cualquier alimento, aunque
sacrificado, que se ofrecía para la venta en el mercado público. Ellos no tenían que preguntar
si había sido parte de un sacrificio a un ídolo.
10.26
El Antiguo Testamento enseña que el Señor creó todas las cosas y la tierra es suya,
como también todo lo que en ella hay. Todos los animales son suyos y El provee alimento
para la gente. Los pecadores pueden usar las criaturas de Dios para fines incorrectos, como
los sacrificios ofrecidos a ídolos, pero aun así sabemos que en realidad todo es de Dios.
Debemos dar gracias al Señor por su bondad. El Espíritu Santo usó las palabras de Salmo
24.1 en este versículo y en el versículo 28.
10.27
Los creyentes deben estar dispuestos a comer junto con personas inconversas. El
Señor Jesús lo hizo, Lucas 7.36, 15.2. Pablo les dijo a los corintios que ellos deberían comer
todo lo que les fuese ofrecido, y no preguntar si había sido sacrificado a los ídolos.
10.28
El apóstol había enseñado a los corintios que un hermano débil podría ser tentado a
pecar al ver a otro cristiano comiendo alimentos sacrificados a los ídolos, 8.10. Aquí el
escribe de nuevo que algún hermano podría objetar y por esto un cristiano debe estar
dispuesto a rehusar estos alimentos. La conciencia de este hermano le haría infeliz, y así los
demás deberían comer otra cosa. La tierra es del Señor, y Él puede proveer muchos otros
tipos de alimento.
10.29
Debemos prestar atención a la conciencia de otro hermano que no sea tan bien
enseñado en las Escrituras. La asamblea es un solo cuerpo y yo debo renunciar mis derechos
para contribuir a que otros crezcan.
Un hombre puede pensar que conoce las Escrituras bien y tiene libertad para hacer ciertas
cosas. Tal vez él pregunte: "¿Por qué debo yo estar limitado por la conciencia débil de un
hermano que no conoce la enseñanza de las Escrituras?"
10.30
Posiblemente él diga, "Doy gracias a Dios por estos alimentos, y por qué puede
otro criticarme?" Los otros no deben criticar, pero debemos estar dispuestos a renunciar
nuestros derechos si esto ayudará a otros a seguir al Señor.
RESUMEN DE LA ENSEÑANZA DE PABLO
Estos versículos afirman de nuevo y de una manera resumida los principios generales de lo
que el Espíritu ha venido enseñando en los capítulos 8, 9 y 10.
62
10.31
Debemos hacer todo sólo para la mayor gloria de Dios. Esto incluye no comer
alimentos que han sido sacrificados a los ídolos si lesiona a otro hermano, 8.1 al 13, 10.14 al
30. Quiere decir que no debemos quejarnos y nunca cometer pecado sexual ni tener nada que
ver con una religión falsa, 10.1 al 13. Debemos seguir a Pablo quien renunció sus propios
derechos como apóstol para estar en condiciones de servir mejor al Señor, 9.1 al 27.
Dios será glorificado en la Iglesia para siempre jamás, Romanos 11.36, 16.27. Nuestras vidas
deben darle gloria todos los días, 2 Corintios 4.14, 8.19.
10.32
Es pecado influenciar a otro que peque, y se nos dice no hacerlo, 1 Corintios 8.9,
Romanos 14.21, 2 Corintios 6.3. Pablo procuraba ayudar a judíos y gentiles, 9.20,21. En el
Antiguo Testamento todos eran judíos o no judíos, pero ahora hay un tercer grupo. La iglesia
de Dios incluye a los que nacieron bien sea judíos o gentiles, pero no son ni el uno ni el otro,
son cristianos.
10.33
Nuestra meta debe ser agradar a todos, si esto aportará a conducirles al Señor. Esto
no quiere decir que cometeremos pecado sólo para complacer a los pecadores. Ellos se
reirían de nosotros y esto de ninguna manera les ayudaría a ser cristianos. Debemos
renunciar a nuestros derechos y ayudar a muchos otros en la medida posible. Nuestro gran
deseo es que la gente sea salva, 9.22. Esto es lo que Dios quiere también, 2 Pedro 3.9.
11.1
Debemos seguir el ejemplo de Pablo en todas las cuestiones donde él seguía el
ejemplo del Señor Jesucristo. Pablo no era perfecto, el Señor Jesús sí era. El Señor nos dio el
mayor ejemplo de hacerse pobre para que seamos ricos, dando El su vida para que nosotros
pudiéramos tener vida.
No diga que podemos hacer cualquier cosa que hizo Cristo. El Señor Jesús tenía una
naturaleza santa, pero nosotros tenemos todavía una naturaleza pecaminosa, aun contando
con el Espíritu Santo por dentro. El Espíritu nos ayudará a ser más como es Cristo.
7 - Cubiertas para la cabeza
Los creyentes de Corinto le habían preguntado a Pablo acerca de comer alimentos que habían
sido sacrificados a los ídolos, y los capítulos 8, 9 y 10 nos proporcionan la respuesta del
Espíritu. Los creyentes habían formulado otras preguntas y Pablo había oído también de
otras maneras acerca de sus problemas, capítulos 1 al 7. Ahora en los capítulos 11 al 14,
inclusive, él les enseñó otros asuntos tocantes a la iglesia y lo que ellos deberían hacer al
reunirse en el nombre del Señor. Nos ayudará a comprender estos capítulos la cláusula: “Si,
pues, toda la iglesia se reúne en un solo lugar”, 14.23.
El Espíritu Santo enseña acerca de:
 Cubiertas para la cabeza
 La Cena del Señor
 Dones para la Iglesia
 Cómo usar su don
 Lenguas y profecía
Primeramente, ¿qué de las cubiertas para la cabeza? La pregunta se contesta en los versículos
4 al 6, pero antes Pablo comienza por alabar a los corintios por lo que ellos hacían bien, y
luego les explicó el orden divino, 11.2,3. Después empleó las Escrituras del Antiguo Testamento para probar su enseñanza, 11.7 al 12; luego él empleó la naturaleza misma, 11.13 al
15, y la costumbre en todas las iglesias, 9.16.
¿Cuándo debemos cubrirnos?
Un varón no debe cubrir la cabeza al orar o profetizar, pero una mujer debe cubrirla al hacer
63
cualquiera de estas dos cosas.
11.2
Pablo podía alabar a los hermanos (y hermanas) en Corinto porque ellos se
acordaban de lo que les había enseñado y guardaban los mandamientos que el apóstol les
había comunicado.
Los fariseos pasaban a los judíos las tradiciones de los maestros antiguos, pero a menudo
estas tradiciones les conducían a cambiar la ley de Dios, Mateo 15.3,6. No debemos seguir
las tradiciones de hombres, Colosenses 2.8, ni cualquier enseñanza que difiere de la Palabra
de Dios. Pablo enseñaba al pueblo a cumplir la voluntad divina, y nosotros debemos seguir
tan sólo las tradiciones del Nuevo Testamento.
11.3
Es importante hacer todo en la iglesia según el orden divino. Este versículo dice
que Cristo es la cabeza de todo varón; el varón es la cabeza de la mujer; Dios es la cabeza de
Cristo.
El Hijo es Dios, el Señor Jesucristo es igual a Dios. Pero Él vino para hacer la voluntad del
Padre y nunca se opuso a ella. No hay diferencia entre varón y mujer en Cristo: todos somos
pecadores y todos somos salvos por la gracia suya, Gálatas 3.28. Pero en la iglesia Dios ha
responsabilizado al varón al decir que él es cabeza de la mujer. Más adelante él enseñó que
Cristo es la Cabeza de la Iglesia, Colosenses 1.18, 2.19, Efesios 1.22, 4.15, 5.23. En este
último versículo Pablo dijo además que el varón es cabeza de su esposa.
11.4
El Señor ha escogido la cubierta de la cabeza como un símbolo a ser usado cuando
oramos o profetizamos, especialmente en la iglesia. En algunos países hoy día los varones
acostumbran llevar sombrero. Los varones cristianos deben quitarse el sombrero cuando oran
o profetizan; si no lo hacen, ellos traen deshonra sobre su Cabeza, el Señor Jesucristo.
11.5
La mujer debe tener una cubierta sobre su cabeza al orar o profetizar. Si no, ella
trae deshonra sobre su cabeza, su esposo. Pero a la vez ella deshonra al Señor porque estos
mandamientos son parte de la Palabra suya.
El cabello de una mujer no es en realidad la cubierta suya, porque el versículo dice que sin
una cubierta ella es como la mujer que lleva la cabeza rapada.
11.6
Cortarse el cabello era señal de humillación o desgracia, Deuteronomio 21.12,
Jeremías 7.29, y un varón o una mujer que tomaba el voto del nazareo tenía que raparse,
Números 6.9,18, Hechos 21.24. Así el Espíritu enseñaba que una mujer con la cabeza
descubierta traía deshonra a su esposo y también a sí misma.
Posiblemente una mujer rehusé cubrir la cabeza; si lo hace, ella también debería rasurarse la
cabeza o mandar a rapar su cabello. Si esto le traería vergüenza, entonces debería llevar una
cubierta sobre su cabeza al orar o profetizar.
El Antiguo Testamento comprueba esta enseñanza
Ahora el Espíritu va atrás al Génesis capítulos 1 y 2 para mostrar la diferencia entre varón y
mujer.
11.7
El varón fue creado en imagen de Dios, Génesis 1.26,27. Dios desea que el varón
manifieste la gloria divina y por lo tanto él no debe cubrir su cabeza. La mujer manifiesta la
gloria del varón. Esto no quiere decir que ella es inferior; le es honra hacer lo que Dios ha
establecido para ella.
11.8,9 Jehová Dios formó la primera mujer de una parte del cuerpo de Adán, Génesis
2.21,22. Dios lo hizo porque el varón no era completo en sí; le hacía falta una ayuda idónea.
Dios hizo a Eva para Adán.
Este es un cuadro hermoso de Cristo y la Iglesia. Cristo existía antes de la Iglesia, y la Iglesia
64
está en formación para su gloria y complacencia.
11.10
Los ángeles de Dios saben estas cosas y pueden ver cuando una mujer creyente
lleva una cubierta para manifestar que ella está bajo la autoridad de su esposo. La Iglesia
manifiesta a los ángeles la maravillosa sabiduría de Dios, Efesios 3.10. Es importante que las
mujeres se cubran al orar o profetizar, y que los varones no lo hagan.
11.11
Los cristianos necesitan el uno al otro, y en el Señor los varones necesitan a las
mujeres, como las mujeres a los varones. Todos tenemos nuestra parte en la obra del Señor.
11.12
En el principio Eva fue formada del cuerpo de Adán, pero desde ese entonces cada
uno procede del vientre de su madre. Es así por nacimiento natural, pero Dios está por
encima de todo y todo procede de él, Romanos 11.36.
En estos versículos el Espíritu nos enseña que las mujeres deben cubrirse para mostrar que
ellas desean obedecer al Señor. Dios ha hecho al varón cabeza de la mujer: El varón fue
creado primero; La mujer fue formada del varón y para el varón; Los ángeles están
observando.
La naturaleza nos enseña el mismo
11.13
El apóstol prosigue con la pregunta de si les parecía propio a los corintios que una
mujer orara con la cabeza descubierta. Además de las Escrituras, sus mentes naturales les
dirían la misma cosa.
11.14
Por naturaleza el cabello de la mujer crece más largo que el del varón. Es una
vergüenza que un varón tenga cabello largo, y es una vergüenza que la mujer se rape.
11.15
Dios ha formado el cuerpo de la mujer de una manera que Él considera conveniente
y sabia. Esto incluye el cabello largo, el cual es para su gloria y también para cubierta. Su
cabello es una cubierta permanente pero ella también debe poner un velo u otra forma de
cubierta al orar o profetizar.
La práctica de otras iglesias
11.16
El Espíritu ha insistido en este mandamiento acerca de la cubierta y ha apoyado su
enseñanza en el Antiguo Testamento y en la naturaleza. Con todo, es posible que algunos
deseen contender sobre el tema, así que Pablo agrega que todos los apóstoles y las iglesias de
Dios seguían esta costumbre, y Corinto debería hacer lo mismo.
8 - La Cena del Señor
En esta epístola Pablo respondió a varias preguntas y corrigió algunos errores de los cuales él
había oído. Ahora Pablo tenía que decir a los corintios que ellos no estaban comportándose
debidamente en la Cena del Señor, 11.17 al 22. Entonces les dijo de la revelación que él
había recibido del Señor, 11.23 al 25, y les advirtió de los resultados de lo que ellos estaban
haciendo, 11.26 al 32. Los últimos dos versículos les dieron un resumen de esta enseñanza.
Qué hacían los corintios al reunirse
Había divisiones entre los creyentes y desorden en la Cena del Señor.
11.17
Pablo podía alabar a los creyentes en el versículo 2 porque ellos obedecían los
mandamientos del Señor, pero ahora él no puede. Era correcto que se reunieran como una
asamblea, pero causaba más daño que bien porque no era para la gloria de Dios ni la
bendición del pueblo.
11.18
Pablo no creía todo lo que oía, pero sabía que había cierta verdad en estos informes
sobre divisiones en la iglesia. En el capítulo 1 ellos seguían a diversos líderes, 1.10,12; aquí
65
estaban divididos en grupos con diferentes opiniones.
11.19
Los cristianos tienen todavía la misma naturaleza pecaminosa de antes, así que
Pablo podía esperar ver divisiones en la iglesia. Estas eran malas, pero había una ventaja, y
era que una división mostraría quiénes tenían la razón, además de quiénes estaban errados.
Estas divisiones se llaman disensiones y son obra de la carne, nuestra naturaleza vieja,
Gálatas 5.20. Las divisiones fueron introducidas en la iglesia por maestros falsos a quienes
Dios juzgará, 2 Pedro 2.1. Los creyentes deben advertir a los tales, y luego expulsarlos de la
iglesia, Tito 3.10,11.
11.20
Los creyentes han debido reunirse para hacer memoria del Señor y partir el pan.
Las iglesias de aquellos tiempos se reunían a menudo para una comida corriente y celebraban
la cena del Señor después, Judas 12, Hechos 20.11, pero en Corinto la comida era la cosa
principal.
11.21
Cada persona traía su propia comida y la comía sin esperar a los demás. Los
creyentes ricos tenían más comida que necesitaban, y han podido compartirla con otros. Más
bien, ellos comían y bebían demasiado, mientras que a otros les faltaba.
11.22
Ellos han debido comer en casa y no despreciar la asamblea. Los creyentes pobres
pasaban pena a causa de ellos. Pablo no podía alabarles por estas circunstancias.
Una revelación a Pablo
Así que, Pablo les mostró la suma importancia de la Cena del Señor. El Señor Jesús había
pedido a sus doce discípulos hacer memoria de Él por el partimiento del pan, Lucas 22.19.
Más adelante el Señor le dio a Pablo una revelación especial en este sentido.
Revelaciones especiales a Pablo:
El Evangelio
El Rapto
La Cena del Señor
La Iglesia
Gálatas 1.11,12, 1 Corintios 15.3
1 Tesalonicenses 4.15
1 Corintios 11.23
Efesios 3.3,6
11.23
Desde el cielo el Señor había instruido a Pablo en la manera en que quiere que
hagamos memoria de Él aquí en la tierra. Pablo había entregado esta verdad a los creyentes
en Corinto.
La última noche que estuvo sobre la tierra, el Señor había instruido a sus discípulos. Él sabía
que Judas le entregaría y que Él iba a morir por nuestros pecados. El resucitó de nuevo y
subió al cielo, y desde la gloria reveló a Pablo la misma cosa.
11.24
Él tomó pan, un alimento común que se puede encontrar en la mayoría de los países
del mundo. El pan habla de la vida entregada. El trigo o algún otro cereal se siembra y el
grano muere, Juan 12.24. Brota, crece y es cortado. El grano se trilla y se muele para hacer
harina, y luego el pan se hornea. Todo esto puede hablar de nuestro Señor Jesucristo. El
sufrió muchas cosas a manos de hombres y de Dios.
Habiendo dado gracias. A menudo el Señor Jesús le daba gracias a su Padre, Mateo 11.25,
Marcos 8.6, Juan 6.11, 11.41, y nosotros debemos ser agradecidos, Filipenses 4.6,
Colosenses 3.15.
Lo partió. Este es otro cuadro de la muerte de nuestro Señor. Sin embargo, no se quebró
hueso alguno del cuerpo de Cristo, Juan 19.31 al 37.
El Señor les mandó a sus discípulos a tomar pan y comer. De esta manera ellos manifestaron
que habían aceptado a Cristo.
66
Él explicó que el pan era un cuadro de su propio cuerpo que dio al morir en la cruz por
nosotros. Algunos dicen que el pan es en realidad el cuerpo de Cristo cuando el sacerdote lo
bendice, pero esto no está en la Biblia. El pan es también un cuadro de la Iglesia que es el
cuerpo de Cristo sobre la tierra, 10.17.
Mateo, Marcos y Lucas registran este deseo del Señor de que se empleen el pan y la copa
para hacer memoria de Él. Hoy día algunos cristianos nunca hacen memoria del Señor de
esta manera, y otros lo hacen una sola vez al año. Aparentemente la iglesia de ese tiempo lo
hacía el primer día de cada semana, Hechos 20.7. Haríamos bien en seguir este ejemplo y
nunca olvidarnos de nuestro maravilloso Señor y su sacrificio en bien nuestro.
11.25
De la misma manera el Señor dio gracias por la copa una vez que los discípulos
habían participado del pan. La copa es un cuadro del nuevo pacto en la sangre de Cristo.
En la época del Antiguo Testamento un acuerdo entre dos hombres podía ser sellado con
sangre, y Dios también hizo esto, Éxodo 24.8. El nuevo pacto es superior al antiguo, y el
Señor Jesús es el Mediador que lo estableció, Hebreos 8.6. Para esto hacía falta la sangre
suya, Hebreos 10.29, 13.20, y la copa nos recuerda cada domingo de nuestro Señor Jesús y
las bendiciones del nuevo pacto
La advertencia de Pablo
11.26
Aquí Pablo mostró primeramente a los corintios la importancia de la Cena del
Señor, y luego los resultados de participar de una manera indigna, 11.27 al 32.
La importancia —
Pablo había enseñado ya que la Cena del Señor es importante porque el Señor les pidió a sus
discípulos hacer memoria de Él, y posteriormente le dio a Pablo una revelación especial
acerca de esto. Ahora él añadió que anunciamos la muerte del Señor al partir el pan. Pablo
anunció el secreto de Dios y el Evangelio de Cristo, 2.1, 9.14. Cada uno de nosotros anuncia
la muerte del Señor y confesamos que somos suyos cada vez que partimos el pan y bebemos
de la copa.
Debemos seguir haciendo esto hasta que Él vuelva. Cuando venga le veremos y estaremos
con Él para siempre, 1 Tesalonicenses 4.17, 1 Juan 3.2, y no será necesario partir el pan para
hacer memoria de Él. Debemos serle fieles en partir el pan hasta ese Día.
Cada creyente debería ser bautizado; el bautismo también habla de nuestra muerte con
Cristo, Romanos 6.4, y es un testimonio al mundo de que somos suyos. Cada creyente se
bautiza una sola vez, después de salvo, pero partimos el pan muchas veces hasta que Él
venga.
Comer y beber indignamente —
En Corinto los creyentes llevaban su propia comida y bebida, y esta comida había asumido
más importancia que la Cena del Señor. Sería mejor no partir el pan y beber la copa que
hacerlo de una manera incorrecta. Aquellos que hacían esto eran responsables y el Señor les
juzgaría.
11.27
¿Qué quiere decir por comer y beber indignamente? Los corintios estaban haciendo
precisamente esto, y eran culpables de pecar contra el cuerpo y la sangre del Señor. Hoy día
podríamos comer y beber sin considerar el verdadero sentido del pan y la copa, o sin
arrepentirnos de algún pecado en nuestras propias vidas. Esto sería indigno y podríamos estar
pecando contra el Señor.
11.28
Así que un creyente debe preguntarse ante el Señor: ¿He cometido algún pecado?
Él o ella debe confesar el pecado ante el Señor antes de partir el pan. También debe arreglar
cualquier contienda que posiblemente tenga con otro cristiano, Mateo 5.23,24.
67
11.29
También debemos reflexionar sobre el sentido real de la cena del Señor. Los
corintios se reunían para la Cena del Señor, pero había divisiones en la asamblea y ellos
pensaban más en comer y beber que en hacer memoria del Señor. Esto era muy mal hecho y
ellos eran culpables.
11.30
Dios da la vida eterna a todos los que creen en su Hijo, y Él nunca la quitará,
Romanos 11.29. Dios nos hace hijos y nos incorpora en su familia, y no nos echará fuera.
¿Esto quiere decir que podemos continuar en el pecado? De ninguna manera. Dios castigará
a sus hijos si ellos le desobedecen, Hebreos 12.7 al 11.
El Señor castigó a la asamblea en Corinto con permitir que algunos se enfermaran o se
debilitaran en sus cuerpos. El sueño puede ser saludable para gente enferma, Juan 11.12,
pero aquí se usa la palabra para referirse a la muerte, como en 15.20,51, 1 Tesalonicenses
4.14. Estos verdaderos creyentes murieron y fueron a estar con el Señor. Dios puede llevar a
su hogar en el cielo a su hijo o hija, y esto sería preferible a dejar que esa persona se quede
aquí vivo en la tierra a continuar en el pecado.
Dios recibe en el cielo a aquellos que han recibido a Cristo como Salvador. También Él dará
gran galardón a aquellos que le aman y obedecen y sirven. Perderemos nuestro galardón si
desobedecemos, pero no perderemos nuestra vida eterna.
11.31
Así que debo examinar mi propio corazón y vida y dejar que el Espíritu me
manifieste cualquier pecado, como sea. Debo confesar todo pecado al Señor y quitarlo. Así
el Señor no tendrá que juzgarnos o castigarnos.
11.32
El Señor juzga su pueblo para enseñarles a seguir mejor en sus caminos. Es para
nuestro beneficio, para que seamos santos como Él, Hebreos 12.10. Esta es otra prueba de su
amor, Apocalipsis 3.19, y Él no nos castigará con el mundo.
Resumen
11.33,34 Así Pablo les mandó a los corintios a esperar el uno por el otro y no comer antes de
que los demás estuviesen listos. Ellos deberían comer su comida ordinaria en casa y no al
reunirse para la Cena del Señor. El Señor les estaba juzgando a causa del desorden en la cena
suya, 11.30. Había otras cosas de menor importancia que Pablo les enseñaría al ir a visitar la
asamblea en Corinto, 4.19.
9 - Dones espirituales
Los corintios le habían preguntado a Pablo acerca de los dones del Espíritu Santo y en estos
tres capítulos el Espíritu mismo da las respuestas de Dios por intermedio del apóstol Pablo.
El capítulo 12 versa sobre el Espíritu Santo y los dones que Él da al cuerpo de Cristo. El
capítulo 13 dice que debemos emplear nuestros dones solamente en amor. El capítulo 14
muestra que el don de la profecía es más importante que el de las lenguas, y que en la iglesia
debemos seguir las órdenes de Dios.
El Espíritu Santo y los dones
Nadie podría ser cristiano sin el Espíritu de Dios, y Él da algún don a cada creyente, 12.1 al
11. La Iglesia es como un Cuerpo con muchos miembros, todos diferentes pero necesarios,
12.12 al 31.
Dones a todo creyente
El Espíritu Santo es más poderoso que los espíritus al ídolos, y Él sólo da el poder para
llamar a Jesús Señor, 12.1 al 3. Al hacerlo, somos salvos y Él nos pone en el cuerpo de
Cristo. Da dones a todos los creyentes para ayudar a todos los otros, 12.4 al 11.
68
EL ESPÍRITU SANTO MAYOR QUE TODOS LOS ESPÍRITUS
12.1
Es bueno preguntar acerca de lo que no entendemos, buscando las respuestas en la
Biblia. Estos creyentes no entendían los dones de Dios, y aquí Pablo les enseña, 10.1, 2 Corintios 1.8. Hoy día no hay apóstoles, pero ellos pusieron por escrito la Palabra de Dios y
todos estos años el Señor ha guardado sus escritos para nosotros.
12.2
Una cosa sí sabían los corintios, y era que antes de salvos ellos habían seguido y
obedecido a los ídolos paganos. Estos ídolos no pueden hablar, ver, oir, oler, tocar o caminar,
Salmo 115.4 al 7, pero detrás de ellos hay espíritus malignos. Estos poderes espirituales
procuran obligar la gente a adorar al ídolo, y los corintios sabían esto por experiencia.
12.3
El Espíritu Santo nos da la victoria sobre estos poderes malignos. Él nunca guiaría
a ninguno a decir algo en contra del Señor Jesús. Por otro lado, ninguno puede llamar a Jesús
su Señor sino por el poder del Espíritu Santo. Esto nos muestra que los espíritus son muy
fuertes y no debemos dejar que tengan control alguno sobre nosotros.
Satanás no quiere que nadie sea salvo. La gente es salva cuando confiesa con la boca que
Jesús es el Señor, y cree en el corazón que Dios le levantó de los muertos, Romanos 10.9.
Para hacer esto uno requiere el poder del Espíritu Santo.
DIFERENTES DONES PARA DIFERENTES CREYENTES
Estos dones vienen de Dios y el Espíritu Santo da diferentes tipos de dones según su propia
voluntad.
12.4 al 6 Estas son las diferencias. El Espíritu Santo da diferentes tipos de dones, 12.4. El
Señor es servido de diferentes maneras, 12.5. Dios emplea diferentes formas de trabajo en
diferentes personas, 12.6.
Hay un solo Dios, un Señor, un Espíritu Santo, Efesios 4.4 al 6. El solo Dios emplea
diferentes personas con diferentes dones de maneras diferentes. En una iglesia local cada
cual tiene un don y una responsabilidad. La bendición viene de Dios, Cristo y el Espíritu
Santo, 2 Corintios 13.14.
12.7
El Espíritu da dones diferentes, pero todos ellos son para el bien de otros. Ningún
don es con el fin de hacer que un creyente piense que él o ella es mejor que otros. Cada
persona tiene un don y debe usarlo para la gloria del Señor y la bendición de la iglesia.
12.8 al 10 El solo Espíritu de Dios da nueve dones diferentes a diferentes personas. En
Gálatas 5.22,23 Él da a cada uno el fruto que tiene nueve características. Aquí tenemos:
 Palabra de sabiduría. Algunas personas tienen el don de decir la palabra oportuna en
el momento oportuno, así como se necesita en la asamblea.
 Palabra de ciencia. Otros tienen un profundo conocimiento de las Escrituras y la
manera como obra Dios. Varios en la iglesia en Corinto tenían este don, 1.5, y podían
hacerse oir. Hoy día necesitamos hombres de sabiduría y ciencia que puedan compartir
éstas con la asamblea. Sin embargo el don especial de la ciencia no es necesario ahora
porque la Palabra de Dios es completa, 13.8.
 Fe. Una fe especial es un don para algunos creyentes. Todos tenemos fe; de otra manera
no seríamos salvos. Todos oramos, cosa que hay que hacer con fe según Santiago 6.16,
pero algunos creyentes tienen este don especial más que otros, 13.2, Mateo 17.20, 21.21.
 Sanidad de enfermos. Debemos orar por nuestra salud cuando estamos enfermos, 11.31,
y también podemos orar por otros, Santiago 5.16, 1 Juan 5.16. En la Iglesia de ese
entonces el Espíritu dio dones especiales de sanidad a algunos creyentes.
 Realización de milagros. El Señor Jesús sanó a muchas personas cuando Él estaba aquí
sobre la tierra. Levantó a tres de la muerte y también hizo muchos otros milagros. Además
69
Él dio a sus discípulos el poder de sanar enfermos, Mateo 10.1, Lucas 10.9. Después de
haber resucitado de la muerte, les envió a predicar el Evangelio y sanar los enfermos,
Marcos 16.18. Estas señales eran para probar que Dios les había enviado, Hebreos 2.4.
Era importante fortalecer con toda prontitud la iglesia de aquellos tiempos.
Al cabo de unos pocos años estas señales ya no eran necesarias y el Espíritu Santo no las
daba. Por ejemplo, Pablo mismo oró que fuese librado de alguna enfermedad del cuerpo,
pero no fue sanado, 2 Corintios 12.8. Timoteo, Epafrodito, Trófimo y Gayo se enfermaron
pero no fueron sanados por milagros, 3 Juan 2, 1 Timoteo 5.23, Filipenses 2.27, 2 Timoteo
4.20.
 Profecía. Profetizar quiere decir hablar por Dios. Dios conoce el futuro, así que a veces
sus profetas decían qué iba a suceder más adelante. Por ejemplo, Agabo profetizó que
habría una gran hambre, y en una ocasión posterior que Pablo sería tomado preso en
Jerusalén, Hechos 11.27, 21.11. La profecía era otra señal que Dios estaba con la iglesia
de aquellos tiempos, pero hoy día no hay profetas legítimos que nos pueden decir qué va a
suceder en el futuro.
 Discernimiento de espíritus. Satanás cuenta con muchos espíritus que hacen su obra.
Algunos de ellos mandan en los ídolos, 10.20, y otros procuran introducir enseñanza falsa
en la Iglesia. Todos debemos conocer la Palabra de Dios para así reconocer de una vez
cualquier enseñanza falsa, 1 Juan 4.1 al 3. El espíritu dio un don especial a algunas
personas para permitir a la iglesia de aquellos tiempos saber qué era falso. Esto era muy
importante cuando el Nuevo Testamento todavía no había sido escrito de un todo.
 Lenguas. Era otro don se usaba al principio para probar que Dios estaba con los
creyentes de aquellos tiempos, 14.22. En el Día de Pentecostés gente de quince países
diferentes oyeron acerca de las maravillosas obras de Dios, cada uno en su propio idioma,
Hechos 2.4,8. Más adelante los gentiles también recibieron este don, 10.46, 19.6.
 Interpretación de lenguas. Otro don era necesario para explicar lo que otros estaban
diciendo cuando hablaban en idiomas extranjeros en una reunión de la asamblea.
12.11
El Espíritu Santo dio estos diferentes dones según su propia voluntad. Nadie puede
dar los dones del Espíritu a otra persona. Algunos piensan que un alto funcionario de una
iglesia puede dar dones espirituales, o que usted puede ganarlos con asistir a un centro de
enseñanza. Solamente el Espíritu da como a él le plazca.
La iglesia es como un cuerpo
Un cuerpo es una ilustración de la Iglesia de Cristo como un todo, 10.16,17, y cada asamblea
local es también un cuerpo con Cristo como su Cabeza. Aquí el apóstol mostró que un
cuerpo tiene muchos miembros, y Cristo también es así, 12.12,13. En un cuerpo natural:
 todas las partes son necesarias
 todas las partes son diferentes
 todas las partes necesitan de las otras
 todas las partes dan honra a las otras
 todas las partes cuidan de las otras
En el cuerpo de Cristo Dios ha puesto ocho dones diferentes, y nosotros debemos buscar los
mejores dones, 12.31.
El cuerpo es un cuadro de la iglesia —
12.12
El cuerpo humano tiene muchas partes diferentes: dos brazos, dos piernas, diez
dedos y otros diez. Adentro hay también un corazón, un estómago y muchos otros órganos.
David sabía que Dios había hecho una gran cosa al hacer el cuerpo humano, Salmo 139.14.
La Iglesia es todavía más maravillosa: hay muchos creyentes pero un solo Cuerpo.
70
12.13
En un ser humano, es el espíritu humano que hace que todas las partes sean una
misma persona. Sin un espíritu la persona moriría, Santiago 2.26. En la Iglesia el Espíritu
Santo mora en cada miembro y hace que todos nosotros seamos un mismo Cuerpo. En el Día
de Pentecostés el Espíritu descendió sobre ciento veinte creyentes y los formó como un
Cuerpo con un Espíritu, Él mismo. Desde aquella ocasión Él ha sumado muchos más a aquel
solo Cuerpo, algunos judíos, algunos griegos, algunos esclavos, algunos libres, Gálatas 3.28.
Todos bebemos del agua de vida, 10.4.
El bautismo del Espíritu Santo tuvo lugar poco después de volver Cristo al cielo, Hechos 1.5.
Cuando una persona acepta al Señor hoy día, él nace de nuevo por el Espíritu Santo y es
hecho miembro de Cristo. De esta manera participa del bautismo del Espíritu Santo y por
esto no debe orar por recibir lo que ya tiene.
Son necesarias todas las diferentes partes del cuerpo —
12.14 al 17 El cuerpo humano tiene muchas partes, y el Cuerpo de Cristo tiene muchos
miembros. Ambos son en realidad un solo cuerpo. El pie no es la mano, pero es una parte
importante del cuerpo. Los pies nos ayudan a movernos, caminar o correr. El oído no es lo
mismo que el ojo, pero con todo es necesario para que la persona reciba ideas de otros. En la
iglesia, algunas personas tienen dones importantes, y posiblemente otros digan, No soy
necesario en la iglesia. Pero no es verdad. Imagínese una persona cuyo cuerpo no es nada
sino sólo un enorme ojo. El puede ver pero no puede oir ni hacer otra cosa alguna. O vamos a
suponer que él no fuera nada sino una gran oreja; no puede ver ni olfatear.
12.18 al 20 Dios ha hecho un cuerpo mejor. Su plan fue de juntar muchas partes para hacer
así un solo cuerpo humano. Una sola parte no se puede llamar el cuerpo, y muchas partes
juntas hacen un solo cuerpo.
12.21,22 Ninguna parte puede decir que no le hace falta otra parte. El ojo necesita la mano,
la cabeza necesita los pies. Por cierto, todas las partes del cuerpo son necesarias, aun las que
parecen ser más débiles.
12.23,24 Algunas partes del cuerpo deben ser cubiertas de ropa, pero no por ser partes menos
importantes, ya que toda parte es necesaria. Las partes hermosas del cuerpo no tienen que ser
hechas más atractivas. Dios mismo ha puesto las diferentes partes en el cuerpo, y Él da
mayor honor a aquellas partes que más lo necesitan.
12.25,26 Cada parte del cuerpo cuida a todas las otras partes. No hay división en un cuerpo.
Ninguna parte puede decir que no va a cuidar las otras partes. Si una parte sufre dolor, todo
el cuerpo duele. Si una parte está feliz, esto hace que todo el cuerpo esté feliz.
La iglesia es un cuerpo de Cristo —
12.27
Toda la Iglesia se llama el Cuerpo de Cristo, pero aquí la iglesia local en Corinto se
llama un cuerpo de Cristo. Esto quiere decir que los corintios eran partes del cuerpo y Cristo
era la Cabeza.
Las enseñanzas principales en los versículos 14 al 26 se aplican a la iglesia local.




Todos los miembros son necesarios.
Todos los miembros son diferentes unos de otros.
Todos los miembros necesitan a todos los otros.
Todos los miembros dan honor a todos los otros,
y especialmente aquellos que parecen tener solamente
un poco de honor.
 Todos los miembros cuidan a todos los otros miembros.
No debe haber división en la iglesia. Todos necesitamos a los otros miembros.
71
12.28
Dios ha puesto las diferentes partes en el cuerpo humano de la manera que quiso,
12.18. El Espíritu de Dios da dones a todo creyente de la manera que Él quiere, 12.11. Aquí
es Dios que pone a cada cual en la iglesia.
Son ocho los dones mencionados en el versículo 28, y cuatro de los cuales no estaban en la
lista de los versículos 8 al 10.
12.8 al 10
Palabra de sabiduría
Palabra de ciencia
Fe
Dones de sanidades
Realización de milagros
Profecía
Discernimiento de espíritus
Hablar en lenguas
Interpretación de lenguas
12.28
12.29,30
Apóstoles
Apóstoles
Profetas
Profetas
Maestros
Maestros
Milagros
Milagros
Sanidades
Sanidades
Ayuda
Administración
Lenguas
Hablar en lenguas
Interpretación de lenguas
En el Nuevo Testamento hay dos listas más de dones:
Romanos 12.6 al 8
Efesios 4.11
Profecía
Apóstoles
Ministerio
Profetas
Enseñanza
Evangelistas
Exhortación
Pastores
Dar
Maestros
Presidir
Hacer misericordia
En el versículo 28 Dios pone en la iglesia primeramente los apóstoles. Es importante que
aceptemos a los apóstoles porque ellos enseñaban la voluntad de Dios y con la autoridad
suya.
Los profetas también recibieron ayuda de Dios para escribir el Nuevo Testamento y mostrar
a las iglesias sus sendas y su voluntad hasta completarse el Nuevo Testamento.
Los maestros tenían el don de explicar al pueblo de Dios la palabra de Dios y su sentido más
profundo.
La realización de milagros y dones de sanidades eran dones especiales a título de señal para
mostrar que Dios estaba obrando en los cristianos de aquel entonces.
Algunas personas no parecen contar con un don especial, pero ellos pueden ayudar a otros en
la asamblea, como hacían Estéfanas y su familia, 16.15. Por cierto, todos nosotros debemos
hacer todo lo que podamos para ayudar a todos los otros en el cuerpo, 12.26.
Toda asamblea necesita de pastores para guiar al pueblo. Cristo ha dado este don a algunos,
Efesios 4.11. Aquí Dios pone en la iglesia tanto ayudadores como líderes. Su obra es muy
importante.
Hablar en otras lenguas. Algunos podían hablar en otras lenguas para que otras personas
pudiesen entender el Evangelio rápidamente.
12.29,30 Ninguno de estos dones fue dado a todos los creyentes. En estos versículos Pablo
hizo siete preguntas, y cada vez la respuesta fue No. Seis de estos dones se mencionan en el
72
versículo 28, y el último en el versículo 10. No es correcto enseñar que todo creyente debe
tener un don en particular.
12.31
Es correcto desear los dones mayores, y Pablo mostró en el capítulo 14 que la
profecía es mayor que las lenguas. Pero primeramente el Espíritu nos enseña que el don es
menos importante que la manera en que lo usamos. Debemos tener amor para todos en la
iglesia si vamos a ayudarles por el uso de nuestro don. Debemos amar a Dios si queremos
usar correctamente sus dones dados a nosotros.
Si amamos al pueblo del Señor, procuraremos ayudarlos, y en este esfuerzo nosotros
aprenderemos hacerlo mejor. Debemos procurar los dones de Dios porque amamos a los
creyentes, y no para probar que somos mejores que otros.
El amor es el camino más excelente
Es posible tener un don de Dios y estar orgulloso por esto, como si fuera porque yo soy
mejor que los otros, 4.7. Hemos visto que cada uno de nosotros debe estar preparado para
servir a todos los miembros en el cuerpo de Cristo pero aquí el Espíritu enseña que todo debe
hacerse en amor.
El capítulo 13 muestra que los dones sin el amor son inútiles, 13.1 al 3; qué hace el amor,
13.4 al 7; y por qué el amor es mayor que los dones, 13.8 al 13.
LOS DONES SIN EL AMOR SON INÚTILES
13.1
Los corintios pensaban que un gran orador era la persona más importante, y por
esto algunos seguían a Apolos, 1.12. Ellos pensaban también que era gran cosa hablar en
lenguas. Así Pablo les dijo que él posiblemente podría hablar de una manera maravillosa
pero solamente el amor haría que sus palabras fueran realmente útiles. Sin amor él no sería
mejor que el ruido hecho al chocar metal contra metal.
13.2
La profecía era un don más importante que las lenguas, y también lo era el don
especial de ciencia. Pablo pudo explicar los misterios secretos de Dios, 2.7, 4.1, 15.51,
Romanos 16.25, Efesios 3.3, 5.32, 6.19, Colosenses 1.26,27, 2,2, 4.3. El Señor Jesús
enseñaba que muy poca fe es suficiente para mover montañas, quitar enemigos, resolver
problemas, echar fuera demonios, Mateo 17.20, 21.21. Pablo tenía fe para sanar gente y
realizar otros milagros, Hechos 16.18, 19.11, 12, 20.10, 28,8,9. Pero sin amor él no tendría
valor alguno.
13.3
Todos debemos estar dispuestos para ayudar a otros creyentes cuando ellos tienen
dificultades, pero algunos tienen un don especial, Romanos 12.8, Gálatas 6.10. En la iglesia
de aquel entonces algunos repartían todo lo que tenían, Lucas 18.28, Hechos 4.37. Pablo
podría repartir todo su dinero y esto ayudaría a los pobres y hambrientos, pero no le traería
galardón a Pablo si no lo hiciera en amor. El Señor Jesús conoce nuestros corazones.
En la religión pagana una persona puede ofrecerse como holocausto a dioses falsos y la gente
pensaría que esa persona era noble y santa. Pero no sería útil para la persona ni para otros.
¿QUÉ HACE EL AMOR?
Estos versículos nos dicen qué es el amor al mostrar cómo actúa una persona que tiene amor.
13.4
Una persona con amor puede enfrentar problemas con paciencia y es benigna hacia
otros. La paciencia y bondad son parte del fruto del Espíritu, como también el amor, Gálatas
5.22.
Dios es amor y Cristo es Dios, así que podemos ver amor perfecto en la vida de nuestro
Señor Jesucristo. Él era paciente y benigno aquí en la tierra.
El resto del versículo 4 nos dice tres cosas que el amor no es, y los versículos 5 y 6 nos dan
73
cinco más.
La persona amorosa no es celosa de otras personas que posiblemente tengan más don que
uno. No habla acerca de sí mismo ni procura que la gente crea que es más importante de lo
que es en verdad. Él no es orgulloso como eran algunos corintios, 4.6,18,19, 5.2.
13.5
Cuatro cosas más que no hace una persona con amor.

No se conduce de una manera como para ofender a otros; él tiene buenas costumbres
según la época en que vive y la gente con quienes vive.
 No procura sacar lo mejor de todo para sí; él está dispuesto a ayudar a otros, 10.24,33,
Filipenses 4.2.
 Una persona con amor no se enojará fácilmente hacia otros; es paciente. 13.4. El Señor
Jesús tenía enojo con sus discípulos porque ellos no creyeron, Marcos 3.5, pero cuando
venga Él tendrá enojo con la gente a causa de sus pecados, Apocalipsis 6.16.
 Sin amor una persona se acuerda del mal que otros le han hecho, para que alguna vez
pueda hacer lo mismo con ellos. Si tenemos amor procuraremos olvidarnos de aquello y
perdonar a quien lo hizo, 1 Pedro 4.8.
13.6
Sin amor podemos estar contentos cuando otros hacen mal, porque sabemos que
Dios les va a castigar. Esto es malo; debemos estar contentos con la verdad de Dios. Otros
oyen la verdad y la obedecen; esto trae mayor gozo a quienes aman a Dios y a los hombres.
13.7
Hay también cuatro cosas más que hace una persona con amor:


Siempre está dispuesto a apoyar o proteger otros.
Siempre está dispuesto a confiar en otros. Procura creer que ellos quieren
hacer lo correcto, y tiene fe en ellos.
 Siempre espera lo mejor.
 Siempre es paciente en toda clase de dificultades.
Estas son las marcas de una persona con amor, y se ven perfectamente en la vida de nuestro
Señor Jesucristo. Sin embargo, Dios no sólo ama. Él es justo también y a veces tiene enojo,
13.4, y nunca cree la mentira, 13.7.
EL AMOR ES MAYOR QUE LOS DONES
Los corintios pensaban que algunos de los dones eran grandes porque a ellos les gustaba
pararse ante otros y hablar. El Espíritu menciona aquí tres dones que eran temporales y no
iban a durar mucho más tiempo. El amor va a durar para siempre.
13.8
El amor nunca deja de ser; en el cielo, en la eternidad, nosotros amaremos y
seremos amados. Pero estos tres dones van a desaparecer pronto:

El don de la profecía hacía falta hasta escribirse el Nuevo Testamento. Era una señal
que Dios estaba con las nuevas iglesias cristianas, pero los profetas también instruían a
los creyentes en el camino de Dios. La Iglesia estaba edificada sobre el fundamento de los
apóstoles y profetas, y a ellos se les había revelado la verdad, Efesios 2.20, 3.5. Hoy día
el Nuevo Testamento está completo y ya no hace falta este don de profecía.
 El don de las lenguas era otro don para los creyentes de aquellos tiempos para probar
que Dios estaba con su Iglesia, hasta bien establecida ella.
 El don especial de la ciencia se llama palabra de ciencia en el 12.8. Este también se
necesitaba antes de completarse el Nuevo Testamento.
13.9
Algunos creyentes tenían el don de profecía. El Espíritu Santo podía darles una
pequeña revelación de la voluntad de Dios para ayudar a fortalecer a la asamblea. Algunos
tenían la palabra de ciencia. Ellos podían entender el Antiguo Testamento y las partes del
Nuevo Testamento que ya existían, y la doctrina de los apóstoles. El Espíritu les ayudaba a
74
enseñar a otros también, 2 Timoteo 2.2. Pero estos dos dones eran en parte solamente.
13.10
En aquellos tiempos el Nuevo Testamento estaba escrito solamente en parte.
Creemos que Pablo escribió nueve epístolas más después de escribir 1 Corintios. Las cartas
de Pedro se escribieron más adelante, como también las de Juan y Judas y la carta a los
Hebreos. Solamente cuatro de las veintiuna epístolas fueron escritas antes de 1 Corintios.
La Palabra de Dios es perfecta. El Nuevo Testamento contiene la verdad que debemos creer
y que fue una vez dada a los santos, Judas 3. Hoy día no hay necesidad de los dones de la
profecía y ciencia para llenar los vacíos. El apóstol Juan dijo que nadie debería añadir al
libro del Apocalipsis ni quitar de él, Apocalipsis 22.18,19. Esto es cierto en cuanto a la
Biblia entera, con sus treinta y nueve libros en el Antiguo Testamento y veinte y siete en el
Nuevo.
Algunos maestros piensan que las palabras “lo perfecto” se refieren a Cristo cuando Él
vuelva. Esto daría a entender que el don de lenguas continuaría hasta que Él regrese en
poder. Por varias razones creemos que “lo perfecto” se refiere a la Biblia y no a Cristo.
13.11
Ahora el apóstol presenta dos ilustraciones, un niño y un espejo. Cuando era niño
él hablaba y pensaba como niño. Así es con todos. Más adelante él llegó a ser hombre y puso
a un lado aquella manera de ser porque contaba entonces con la capacidad de una persona
madura.
Así es con la profecía, lenguas y el don de especial ciencia. Los creyentes en Corinto usaban
aquellas cosas pero más adelante ellos tendrían algo mejor, todo el Nuevo Testamento. La
profecía y ciencia ya no serían necesarias. Las lenguas y otros dones dados como señales
habían sido dados hasta establecerse la Iglesia.
13.12
La Palabra de Dios es como un espejo, Santiago 1.23. Los corintios tenían sólo una
parte pequeña del Nuevo Testamento; ellos tenían muchos problemas que no podían
entender. Todo quedaría más claro una vez que el Espíritu Santo había dado la plena
revelación de parte de Dios. Aun Pablo no sabía todo el consejo de Dios. Dios sabía todo
acerca de Pablo y más adelante le fue dada a Pablo una revelación adicional de la verdad.
Efesios 3.3 al 5. Todas sus epístolas fueron inspiradas por el Espíritu Santo.
13.13
Estos tres dones dejarían de ser, pero la fe, la esperanza y el amor quedarían. La fe
es lo opuesto de la vista; es necesaria hasta que estemos con el Señor, Hebreos 11.1. Nuestra
esperanza es que Él vuelva por nosotros, Tito 2.13. Cuando Él venga nosotros no vamos a
esperar lo que ya habrá sucedido, Romanos 8.24. El amor es el mayor de estos tres porque va
a existir para siempre.
Así que estos tres dones pronto iban a cesar, 13. 8. La fe, esperanza y amor iban a continuar
pero dos de ellos cesarían al venir el Señor. Esto muestra que los tres dones cesarían antes de
esa ocasión.
 Profecía
iba a cesar pronto
 Lenguas
iban a cesar pronto
 Ciencia especial
iba a cesar pronto
 Fe
queda hasta la venida del Señor
 Esperanza
queda hasta la venida del Señor
 Amor
existirá siempre
La profecía es mayor que las lenguas
En el capítulo 12 aprendimos acerca de los dones del Espíritu Santo a las iglesias, y en el
capítulo 13 vimos que cualquier don debe ser usado en amor. En el capítulo 14 leemos que la
profecía es más importante que las lenguas, 14.1 al 25, y que Dios quiere que sigamos el
75
orden suyo en las iglesias, 14.26 al 40.
Este capítulo trata del hablar en una reunión de la iglesia. La palabra “hablar” se usa veintecuatro veces y la palabra “iglesia” nueve veces. En Corinto se usaban dos dones
corrientemente, la profecía y las lenguas, al hablar en la asamblea. La palabra “lenguas” se
encuentra quince veces en el capítulo 14 y “profecía” catorce veces.
En la asamblea los hermanos deben hablar solamente para el provecho de todos, 14.1 al 6, y
deben hablar claramente, 14.7 al 12. Ellos deben procurar ayudar a tanto los salvos como los
no salvos, como hacía Pablo, 14.13 al 25.
LA PROFECÍA EDIFICA UNA ASAMBLEA
14.1
Debemos todos procurar conocer más el amor de Dios y mostrarlo a otros. Si lo
hacemos, es correcto desear los dones espirituales, 12.31, y la profecía era más importante
que el don de lenguas.
14.2
Era posible hablar en un idioma que nadie sino Dios entendería. El Espíritu dio este
poder al hombre y su espíritu humano hablaba "misterios" a Dios. Pero él no sabía qué decía,
ni lo sabía más nadie en la asamblea.
14.3
El don de la profecía era para la bendición de otros. El Espíritu Santo ayudaba al
profeta a hablar en la asamblea, para edificar a los creyentes, animarlos y advertirles, y dar
consuelo a los que estaban tristes. Hoy día no tenemos profetas, pero tenemos maestros y
pastores, Efesios 4.11. Ellos tienen todo el Nuevo Testamento que usan para edificar, animar
y advertir a los creyentes.
14.4
El hablar en lenguas ha podido dar una sensación de placer a quien lo hacía, pero lo
cierto es que no edificaba a la iglesia. Los profetas podían hacerlo, y ahora los maestros
pueden hacerlo, por medio de la Palabra de Dios.
14.5
Pablo hubiera estado contento si todos los creyentes habrían podido hablar en
lenguas, pero la profecía era todavía más importante. El don de lenguas era una señal en ese
tiempo, 14.22, como también el don de interpretar. Algunos querían hablar en lenguas en la
asamblea en Corinto cuando nadie podría entender o interpretar, pero estaban malgastando el
tiempo de la asamblea sin ayudar a nadie sino a sí mismos. Han debido guardar silencio y
escuchar a otros que podrían profetizar.
14.6
Pablo sabía que el hablar en lenguas no ayudaría a otros. Él sería de ayuda a la
asamblea al tener una revelación de Dios que él podría contarles, o algún conocimiento de la
voluntad de Dios que podría enseñar, o alguna profecía o doctrina que podría explicar.
LA PROFECÍA PUEDE ENTENDERSE FÁCILMENTE
El hablar en lenguas es incorrecto porque nadie en la iglesia puede entender lo que se dice.
Ahora el apóstol dijo que los instrumentos musicales pueden ser entendidos y las lenguas
extranjeras tienen sentido. Nadie debe hablar en la asamblea si otros no pueden entender el
sentido y ser ayudados.
14.7,8 Los instrumentos musicales no tienen vida pero pueden ser entendidos al ser
tocados correctamente. En el Antiguo Testamento se tocaba trompeta para llamar los
hombres a la guerra, pero ellos no se prepararían salvo que la trompeta sonara claramente
con el debido mensaje, Números 10.3 al 10.
14.9
Es importante dar un mensaje claro cada vez que hablamos. Algunas personas
quieren usar palabras largas para mostrar que son bien instruidas, pero es más importante que
los oyentes entiendan fácilmente y sean edificados. Si la gente no entiende, da lo mismo que
uno hable al aire sin que nadie escuche.
76
14.10
Al principio todo el mundo hablaba el mismo idioma pero Dios juzgó a los
hombres en la Torre de Babel para que no pudieran entender el uno al otro y tuvieran que ir a
vivir en diferentes partes del mundo, Génesis 11.1 al 9. Hoy día hay más de dos mil idiomas
diferentes. Cada idioma puede ser entendido fácilmente por las personas que lo hablan.
14.11 Pero las otras personas no podrán entender este idioma "extranjero", y las personas
que lo hablan no podrán entender los idiomas de los otros. El hablar en lenguas en la
asamblea no ayudaba a nadie.
14.12
Los corintios querían usar los dones espirituales, 12.31, 14.1, pero el Espíritu los
mandó a poner en primer lugar la ayuda a la asamblea. Nadie debe hablar en una reunión de
la asamblea sólo para mostrar cuán espiritual o cuán inteligente es.
DEBEMOS HABLAR EN LA ASAMBLEA PARA EL BENEFICIO DE TODOS
En una reunión de la asamblea debemos tener en mente los creyentes sin instrucción, 14.13
al 17, como hacía Pablo, 14.18,19. Las lenguas eran una señal a los judíos que no eran
creyentes, pero la profecía sería una ayuda a los creyentes, 14.20 al 25.
Los creyentes no instruidos —
14.13
Algunos creyentes en Corinto tenían el don de hablar en lenguas, pero se les manda
a orar también por el don de interpretación, o a no usar lenguas en la asamblea.
14.14
Algunos se levantaban a orar en un idioma que nadie podía entender, ni siquiera el
que oraba. Posiblemente esto contentaba al hombre que oraba pero no traía provecho a más
nadie.
14.15
Dios es Espíritu, y es necesario adorarle a Él con el espíritu de uno, Juan 4.24. El
libro de los Salmos contiene muchos versículos que nos mandan a alabar y adorar al Señor y
muchas veces se da la razón por hacerlo. Por ejemplo, piense en el Salmo más corto, el 117.
Se manda a alabar al Señor porque su misericordia es grande y su verdad va a continuar para
siempre.
Debemos entender por qué estamos adorando a Dios. Salmo 47.7 dice que debemos cantar
alabanzas con inteligencia; véase también Romanos 15.9 y Santiago 5.13. Aquí Pablo dice
que él quería cantar y orar con su espíritu, pero también entender lo que estaba diciendo.
14.16
Es bueno decir Amén cuando un hermano ora en la asamblea. Esto muestra que
usted oraría de la misma manera. Pero usted no podría decir Amén si él hablara en lenguas,
porque no sabría cómo estaba orando él. Un hombre podría hablar en lenguas y dar gracias a
Dios sin que nadie entendiera ni dijera Amén.
14.17
Un hombre podría estar orando muy bien, pero sin ayuda para usted. Todo lo dicho
en una asamblea debe ser de ayuda y debe edificar a todos los otros.
Debemos pensar en todas las otras personas en la reunión —
14.18
Pablo tenía del Espíritu Santo el don de lenguas y hablaba más que todos los
corintios. El usaba esto fuera de la asamblea para convencer a los judíos, quienes siempre
buscaban señales, 1.22.
14.19
Pero en la asamblea él pensaba que era mejor decir solamente cinco palabras que
otros podrían entender que muchos miles de palabras en otro idioma que nadie conocería.
LAS LENGUAS SON PARA SEÑAL, LA PROFECÍA PARA EDIFICAR
El capítulo 14 nos enseña que la profecía era mayor que el don de lenguas. Aprendemos que
lenguas son una señal a los judíos, pero la profecía edifica a los creyentes.
14.20
De nuevo Pablo llama a los corintios “hermanos”, como en el 10.1 y 12.1. Él quería
77
que comprendieran que la profecía era importante. Ellos deben ser como niños en cuanto a lo
que es malo, pero deberían ser capaces de pensar como hombres maduros. El Espíritu había
prometido que el Nuevo Testamento iba ser dado completo y hasta ese entonces ellos
podrían pensar sólo como niños, 13.11,12. Aquí de nuevo Él les da una revelación completa
acerca de lenguas y ellos podían entender, con su ayuda. Ellos no deberían ser ignorantes
como niños en su manera de entender las Escrituras, pero deberían ser inocentes como niños
en cuanto a las cosas malas.
14.21
La palabra “ley” se usa para referirse a todo el Antiguo Testamento y ya era
completa.* Los corintios han debido recordar lo que había dicho Isaías en el capítulo 28,
versículos 11 y 12. Dios iba a usar otros idiomas pero todavía el pueblo de Israel no iba a oir
y obedecer. Así que el don de lenguas era una señal que Dios tendría que juzgar a Israel y
todos los que rehúsan obedecer al Evangelio. En la ocasión de Pentecostés muchos judíos
oyeron acerca de Dios en idiomas diferentes y creyeron en Cristo, Hechos 2.8,41. Aquellos
que rehúsan creer no tienen excusa.
* La palabra ley se usa para referirse a los cinco libros de Moisés, Lucas 24.44, Juan 1.45; y para todo
el Antiguo Testamento, Juan 10.34, 15.25, Romanos 3.10 al 19. En Romanos 3 se citan en los
versículos 10 al 18 partes de varios Salmos, llamadas la ley en el versículo 19.
14.22
Los creyentes no necesitaban señal; ellos aceptaban al Evangelio como la verdad.
El don de lenguas era para gente que no estaba convencida que el mensaje venía realmente
de Dios. El don de profecía fue dado para ayudar a los creyentes a entender mejor los
caminos de Dios.
14.23
Toda la iglesia debe reunirse en ocasiones fijas, Hebreos 10.25, y esta parte de
Corintios nos enseña acerca de las reuniones de la asamblea. Los cristianos nuevos podían
venir y también los que todavía no eran salvos. Diversos hombres podían hablar pero todo
tenía que ser para la bendición de otros.
Procure pensar en una reunión donde todo el mundo estaba hablando en idiomas extranjeros.
La gente pensaría que los cristianos estaban locos y fuera de razón.
14.24
La profecía es mayor que las lenguas. Un hombre puede enseñar con calma más
verdad acerca de la santidad y amor de Dios y sus caminos maravillosos. Esto sería de ayuda
para todos: los creyentes serían bendecidos y los visitantes serían persuadidos de que era la
verdad.
14.25
La persona inconversa estaría de acuerdo con que él o ella es un pecador. El daría
adoración a Dios y diría a otros que de veras Dios estaba con los cristianos en la asamblea.
Estas cosas son importantes. Todo creyente debe adorar a Dios y hablar a otros acerca del
Señor.
Dos dones temporales, 1 Corintios 14:
Profecía
habla a los hombres
14.3
edifica a la iglesia
14.4
es mayor
14.5
es para el provecho
de la asamblea
14.6
habla como extranjero
14.11
debe orar por interpretación
14.13
el que habla no entiende
14.14
la gente no entiende
14.16
78
Lenguas
habla a Dios
edifica a uno mismo
salvo que uno interprete
14.2
14.4
14.5
habla al aire
14.9
cinco palabras
mejores que
para creyentes
los pecadores creen
y adoran a Dios
14.21
14.22
14.24
14.25
el oyente no es instruido
10.000 palabras
una señal a no creyentes
una mala impresión
sobre los visitantes
14.17
14.21
14.22
14.23
El gobierno de Dios en las iglesias
En la primera parte del capítulo 14 hemos aprendido que la profecía es más importante que
las lenguas. En la segunda parte el Espíritu Santo nos enseña las reglas o principios a seguir
cuando nos reunimos como una iglesia. Posiblemente todo el mundo tenga algo que decir,
14.26, pero hay límites: para los que hablan en lenguas, 14.27,28; para profetas, 14.29 al 33;
para mujeres, 14.34,35. Los últimos cinco versículos nos dan un resumen del capítulo.
GOBIERNO EN GENERAL
14.26
Los creyentes deben reunirse con frecuencia en calidad de iglesia. Cada hermano
puede estar preparado para hablar si el Espíritu Santo así le dirige. El puede sugerir que
todos canten un cántico de alabanza o quizás él dará alguna enseñanza de la Biblia. En la
iglesia de aquel entonces algunos tenían el don de lenguas o podrían decir a los otros de una
nueva revelación. La regla básica era, y todavía es: En la asamblea todas las cosas deben ser
hechas para edificar a otros.
LÍMITES SOBRE LA INTERVENCIÓN EN LAS REUNIONES
(a) Lenguas, (b) Profecía —
14.27
En la iglesia de aquel entonces algunos tenían el don de lenguas pero no más de dos
o tres podían hablar en una reunión, y sólo uno a la vez. Posiblemente algunos tenían el don
de explicar o interpretar el idioma extranjero que otro usaba. Puede ser que en Corinto
algunos querían hacer notar su don y por esto varios hablaban a una vez, de manera que
nadie entendía lo que decían. Es evidente que esto no edificaría a nadie en la fe.
14.28
Nadie debía hablar en lenguas si no había quien interpretara. Ellos deben hablar a
sí mismos y a Dios quien conoce nuestros corazones.
14.29
Los profetas también podían hablar, pero no más de dos o tres en una misma
reunión. La asamblea debía tener cuidado que ningún falso profeta llegara para enseñarles
doctrina mala, Hechos 20.28 al 30. El Espíritu Santo dio a algunos el don de reconocer la
enseñanza de espíritus malos, 12.10, y un profeta debería escuchar lo que otros están
diciendo acerca de su enseñanza. Hoy día algunos tienen el don de enseñar pero ellos deben
estar dispuestos a oir de otros que también conocen la Palabra de Dios.
14.30
Un profeta debe terminar su intervención si algún otro hermano ha recibido un
pensamiento nuevo que él ha deseado decir a la asamblea.
14.31
El Espíritu les dijo a los corintios que ellos deberían desear especialmente el don
de profecía, 14.1. Solamente dos o tres podían hablar en una misma reunión pero en otra
ocasión habría oportunidad para todos. El propósito era que todos los otros aprendieran más
de los caminos de Dios y ser animados a seguir al Señor, 14.3. Estas instrucciones aplican a
los maestros en la asamblea hoy día.
14.32
La profecía era un don del Espíritu Santo pero esto no quería decir que el que
hablaba había perdido el control de sí. Él podría terminar su intervención al ser necesario, o
podría esperar otra ocasión, 14.29,30, teniendo presente que otros poseían el mismo don.
14.33
Dios creó el universo y la gente se asombra ante el orden que ve en la creación.
También en la iglesia Dios no puede ser responsable por el desorden cuando dos o más
79
personas piensan que el Espíritu Santo les está guiando a hablar a una misma vez. Dios es el
Dios de paz, Romanos 15.33, Filipenses 4.9, 2 Tesalonicenses 3.16, Hebreos 13.20. Dios fue
revelado como el Dios de paz en todas las iglesias.
Mujeres —
14.34
En el Nuevo Testamento algunas mujeres fueron llamadas profetisas, Hechos 21.9,
pero no leemos de ninguna hermana que poseía el don de lenguas. En cualquier caso, las
mujeres no podrían usar ningún don de hablar en una reunión de la asamblea. Deben
quedarse en silencio, porque el Espíritu Santo no da permiso que hablen. Ellas deben
obedecer, como Dios mandó a Eva en el principio, Génesis 3.16.
Mucha gente objeta a este versículo hoy día y demanda que las mujeres gocen de iguales
derechos que los hombres. En la iglesia de Dios, sin embargo, debemos seguir lo que dice la
Palabra de Dios. Las mujeres cristianas pueden adorar a Dios en sus corazones, quizás de
una manera mejor que la mayoría de los varones. Debemos adorar en espíritu, y según la
verdad que es la Palabra de Dios, Juan 4.24, 17.17. Las mujeres pueden enseñar a otros,
Hechos 18.26, 2 Timoteo 3.15 (con 1.5), Tito 2.4, pero no en una reunión de la asamblea.
14.35
Esto quiere decir que ellas no deben siquiera hacer preguntas en la asamblea, sino
preguntar a sus esposos en casa. (Así que el esposo debe conocer bien su Biblia para
contestar las preguntas de su esposa). Algunas familias leen la Biblia juntos cada día,
conversan sobre ella y aprenden más de la Palabra de Dios. Esta es una muy buena
costumbre.
Las jóvenes deben preguntar a sus padres, si ellos son cristianos. Si no, ellas deben consultar
a otro hermano en cuanto a su problema, una vez terminada la reunión. El Espíritu Santo dijo
que es una vergüenza que la mujer hable en la reunión de la asamblea.
Resumen
El Espíritu enseña aquí que los mandamientos de Pablo son los mandamientos de Dios, 14.36
al 38, y después Él repite de una manera breve la instrucción principal de este capítulo,
14.39,40.
14.36
Pablo sabía que no les gustaba a algunos de los corintios lo que él estaba
enseñando. Ellos pensaban que tenían grandes dones y que Dios les había revelado su
verdad. Pablo preguntó si pensaban que la Palabra de Dios había venido primeramente de los
corintios, o si tal vez había venido a ellos no más.
14.37
Algunos de los corintios estaban seguros de que ellos tenían el don de profecía o
algún otro importante don espiritual, y que no tenían que aceptar la enseñanza de Pablo si no
estaban de acuerdo. Pero el Espíritu Santo dijo que debían reconocer que Pablo estaba
enseñando los mandamientos de Dios.
14.38
Pero posiblemente alguna otra persona no aceptaría la enseñanza de Pablo y tendría
el deseo de quedarse ignorante. El Espíritu Santo dijo que los creyentes no deben aceptar
esta persona como un profeta de Dios porque Dios no le aceptaría a él. Pero en cambio este
versículo puede expresar la idea que si alguno rechaza la autoridad de Pablo, la tal persona
va a quedarse ignorante de los consejos de Dios. Este es un principio importante en el juicio
de Dios.
La luz recibida trae más luz; la luz rechazada trae tinieblas.
Dios es luz, y Cristo vino como la Luz del mundo, Juan 1.4, 8.12, 1 Juan 1.5, pero Él ciega a
los que rechazan verle, Mateo 13.13, Juan 9.39, 12.40, Hechos 28.26, 2 Corintios 3.14,
Romanos 11.7. Esto es muy solemne y nos muestra la importancia de leer, creer y obedecer
la Palabra de Dios.
80
14.39
Este capítulo enseña que la profecía edificaba a los creyentes y era mucho más
importante que las lenguas. Ambos eran dones del Espíritu Santo en ese tiempo y los
creyentes no deben prohibir a la gente hablar en lenguas. El versículo 13.8 enseña que ambos
dones correspondían a los primeros tiempos de la iglesia. Hoy día los creyentes se edifican
en la iglesia por medio de aquellos que enseñan la Palabra de Dios.
El don de lenguas era una señal para mostrar a los judíos que Dios estaba con los creyentes
de aquel entonces. Los dones de ciencia especial y profecía eran muy necesarios para
enseñar a los creyentes los caminos de Dios antes de completarse el Nuevo Testamento.
Estos tres dones no son necesarios hoy día pero Dios nos ha dado en el capítulo 14
instrucciones para que podamos entender los principios generales de sus caminos. La gran
lección aquí es que todo debe ser hecho para la bendición de toda la iglesia y esto es muy
importante.
14.40
Todo debe ser hecho correctamente y en orden, especialmente en las reuniones de
la asamblea. Debemos estar seguros de hacer las cosas según el orden de Dios, y no del
hombre. A lo largo de los años se han introducido en las iglesias muchas costumbres que en
nada se basan en las Escrituras, y hoy día algunas personas dicen que podemos hacer como
queremos. A Pablo le agradó mucho ver que los colosenses estaban actuando según el orden
de Dios, Colosenses 2.5. Vemos en la naturaleza el hermoso orden de Dios. Él quiere que su
orden sea visto en sus iglesias.
10 - La resurrección
En Corintios Pablo había contestado varias preguntas acerca de las cuales los creyentes le
habían escrito, y también otros problemas de los cuales él había oído de otras personas.
Había divisiones en la iglesia; algunos seguían a un líder y otros a otro. Un hermano era
culpable de inmoralidad y otros estaban intentando defraudar a sus concreyentes y llevarles
delante de los tribunales. Algunos no tenían problema con comer carne que había sido
ofrecida a los ídolos paganos. Pablo escribió también acerca de ponerse o no ponerse
cubierta para la cabeza, y cómo comportarse en la cena del Señor. En los capítulos 12 al 14
hemos leído mucho acerca de la profecía, las lenguas y otros dones.
Ahora en el capítulo 15 el apóstol trata la doctrina de la resurrección del cuerpo. La palabra
“cuerpo” se encuentra diez veces. La resurrección quiere decir que el cuerpo de una persona
es levantado de la muerte. Por supuesto solamente Dios puede hacer tal cosa y a Dios se
menciona once veces en el capítulo, al Señor Jesucristo dieciocho veces. 1 Corintios 15 es
más largo que cualquier otro capítulo en las veintiuna epístolas del Nuevo Testamento. Por
cierto es más largo que algunas de las epístolas cortas como Filemón, Tito, 2 y 3 Juan y
Judas. El Espíritu Santo consideraba la resurrección un tema muy importante.
El capítulo consiste en cuatro partes:
 Cristo resucitó de los muertos
 Los creyentes resucitarán de la muerte
 Cómo resucitarán los muertos
 Qué sucederá con los creyentes todavía vivos cuando el Señor venga
Cristo resucitó de los muertos
La resurrección es parte del Evangelio, y Pablo había recibido una revelación especial de los
hechos del Evangelio, 15.1 al 4. Los corintios podían tener la confianza de que Cristo
resucitó de la muerte porque muchas personas le habían visto, 15.5 al 11.
EL EVANGELIO
15.1
Pablo había predicado el Evangelio en Corinto, Hechos 18.1, y los corintios
81
recibieron y creyeron el mensaje. Fueron salvos de la única manera en que uno puede ser
salvo, creyendo por medio del Evangelio. Ellos estaban todavía firmes en su fe.
 Nuestra firmeza está en la gracia, Romanos 5.2, 1 Pedro 5.12
 Nuestra firmeza es por fe, Romanos 11.20, 2 Corintios 1.24
15.2
La palabra salvado quiere decir rescatado del pecado. Dios ha perdonado nuestros
pecados y Él nos guarda del poder del pecado día a día.
El Evangelio:
Pablo lo recibió, lo entregó, lo predicó y lo declaró.
Los corintios lo recibieron, lo creyeron, lo recordaban,
fueron salvos por ello y estaban firmes en la fe
Nadie puede saber con certeza que otros son salvos en verdad excepto por la manera como
ellos viven. Pablo sabía que la resurrección es una realidad y una parte necesaria del
Evangelio. Algunos corintios no creían en la resurrección y ellos realmente no podían ser
salvos por un mensaje que negaba esta verdad. Antes habían dicho que creían en el
Evangelio, incluyendo la resurrección, pero ahora ellos estaban manifestando que no creían
de veras.
15.3
Pablo recibió algunas verdades directamente de Dios; por ejemplo, la cena del
Señor, 11.23. Él dice aquí que recibió la verdad del Evangelio. Esta fue una revelación de
Jesucristo, Gálatas 1.11,12. Él entregó este mensaje a los corintios.
De los Evangelios sabemos que Cristo murió en la cruz, y que fue por nuestros pecados,
Marcos 10.45, Juan 10.11,15. Las Epístolas enseñan la misma cosa, Romanos 4.25, 5.8,
Gálatas 1.4, Hebreos 7.27, 10.12, 1 Pedro 1.18,19, 2.24, 3.18, 1 Juan 2.2.
15.4
El Evangelio declara que Cristo fue sepultado y resucitó de la muerte el tercer día.
Algunas personas procuran decirnos que Cristo no murió en verdad, que Él solamente se
desmayó a causa del dolor y los soldados suponían que estaba muerto. Pero la Biblia dice
que un soldado metió una lanza en su costado, que sería suficiente como para matarlo, y
también que su cuerpo estaba envuelto en una apretada sábana y quedó en la tumba por tres
días. Sabemos que Jesucristo murió en verdad.
En ese entonces los corintios contaban con el Antiguo Testamento pero muy poco del Nuevo
Testamento. Aun el Antiguo Testamento mostraba que el Salvador que iba a venir, iba a
morir y resucitar de nuevo. Léase con cuidado Salmo 16.10, Isaías 53.4 al 6, 10 al 12.
MUCHOS VIERON AL SEÑOR UNA VEZ RESUCITADO
15.5
Pedro, llamado también Cefas o Simón, vio al Señor en el primer día, Lucas 24.34.
María le vio aun antes de Pedro, Marcos 16.9, Juan 20.16. Tarde en el mismo día Él apareció
a los diez apóstoles en un cuarto en un piso alto, y a Tomás una semana más tarde, Juan
20.19,20,26. Más adelante Matías fue llamado uno de los doce apóstoles y él también había
visto al Señor una vez que había resucitado de la muerte, Hechos 1.22,26.
15.6
El Espíritu Santo nos dice aquí que Cristo fue visto por más de quinientos hombres.
Mateo cuenta que los once discípulos se encontraron con el Señor en una montaña en Galilea
y quizás había muchas otras personas en ese encuentro, Mateo 28.16. El versículo siguiente
dice que algunos dudaban aun en esa ocasión y posiblemente esas personas eran discípulos
aparte de los once.
Pablo escribió esta carta unos veintitrés años después y la mayoría de aquellas quinientas
personas vivían todavía. Ellos podrían dar su testimonio a cualquiera que procuraba probar
que Cristo no había resucitado de la muerte en verdad.
82
15.7
Aquí el Espíritu revela que Jacobo vio al Señor después de resucitado éste. Había
dos apóstoles llamados Jacobo, Hechos 1.13, y todos los apóstoles se mencionan en este
versículo. Así que parece que Pablo se refiere aquí a Jacobo el hermano del Señor, Gálatas
1.19, quien no era apóstol sino líder en la iglesia en Jerusalén. Al principio ninguno de los
hermanos creían en Él, Juan 7.5, pero después de su resurrección ellos estaban con los
discípulos, Hechos 1.14.
Los apóstoles estaban juntos de nuevo cuando el Señor subió al cielo, Hechos 1.4,9. Toda
esta gente podía testificar al hecho de que habían visto a Cristo en su cuerpo humano después
de haber resucitado Él de la muerte.
15.8
Pablo fue la última persona a quien Cristo se manifestó. Esto fue en el camino a
Damasco cuando Pablo vio a Cristo en gloria y oyó su voz, Hechos 26.16. Pablo dijo que él
era como un bebé prematuro, nacido de repente y sin el desarrollo normal. Los otros
apóstoles habían estado con el Señor y habían aprendido y desarrollado lentamente hasta ser
llamados apóstoles del Señor.
15.9
Pablo no era un hombre orgulloso y aquí él se refiere a sí mismo como el más
pequeño de los apóstoles. Dijo que quizás la gente no debe llamarle un apóstol, porque él
había perseguido al pueblo de Dios antes de su conversión, Hechos 8.3, Gálatas 1.13. Más
adelante habló de sí como menos que el más pequeño de todos los santos, Efesios 3.8. El en
sí no era nada, pero sabía que en verdad no era inferior a ninguno de los apóstoles, 2 Corintios 12.11.
15.10
Pablo ha debido ser juzgado por Dios por perseguir a su pueblo, y sólo la gracia de
Dios le hizo lo que era. La gracia de Dios no fue malgastada en él. Pablo amaba al Señor
quien le salvó y no quería otra cosa más que servirle a él. La gracia de Dios obraba en él y él
trabajaba más intensamente que los otros apóstoles.
Sabemos que somos solamente pecadores salvos por la gracia de Dios. ¿Estamos dispuestos a
darnos de un todo a Dios: nuestros días, nuestros cuerpos, nuestros dones, todo por Jesús?
15.11
La gracia de Dios se veía en Pablo y en las vidas de aquellos que creyeron en
Cristo por medio de sus labores. Esto probaba que Cristo vivía, que resucitó de entre los
muertos. Todos los apóstoles seguían en la predicación del mismo Evangelio; era lo que los
corintios creían y por lo mismo habían sido salvos.
Los creyentes resucitarán de la muerte
Algunos de los corintios enseñaban que no hay resurrección. En esto ellos estaban siguiendo
la enseñanza falsa de los saduceos, Hechos 23.8. El Señor Jesús respondió a esta doctrina,
Marcos 12.18 al 27, y los corintios han debido saber mejor. Más adelante dos hombres
enseñaban que la resurrección ya había tenido lugar y esto destruyó la fe de algunos
creyentes sencillos, 2 Timoteo 2.17,18.
Aquí el apóstol considera cuatro preguntas y los resultados si fueran ciertas estas cosas.
 Si no hay resurrección, Cristo no resucitó de la muerte.
 Si Cristo no resucitó, nosotros estamos todavía en nuestros pecados
 Si Cristo sí resucitó, todos los hombres van a resucitar de la muerte
 Si no hay resurrección, nosotros no tendríamos que sufrir como cristianos
¿QUÉ DE SI NO HAY RESURRECCIÓN?
15.12
Los apóstoles enseñaban que Cristo resucitó de la muerte. ¿Como entonces podían
decir algunos de los corintios que es imposible la resurrección de personas muertas?
15.13,14 Si nadie puede resucitar de la muerte entonces Cristo no resucitó, porque Él era un
Hombre que murió. Si esta enseñanza fuera cierta, entonces sería inútil predicar el Evangelio
83
y si no hay Evangelio entonces por supuesto su fe no tenía valor, 15.2,17.
15.15,16 Los apóstoles serían mentirosos porque ellos dijeron que Dios había resucitado a
Cristo y ellos le habían visto vivo después de su muerte. Dios no le levantó a Cristo si es que
no hay tal cosa como la resurrección y ninguna persona muerta puede resucitarse. Los
corintios nunca han debido decir estas cosas.
¿QUÉ DE SI CRISTO NO RESUCITÓ?
15.17
Nuestra fe se basaría en un mensaje falso acerca de un Cristo muerto. Un mensaje
de este tipo no podría salvar a nadie del pecado. Nosotros seríamos todavía pecadores
culpables bajo el juicio de Dios.
15.18
Esta enseñanza falsa dejaría a los corintios perdidos para siempre. Algunos
cristianos habían perdido la vida por decir que creían en el Evangelio acerca de Cristo. Ellos
también estaban perdidos si ese mensaje era falso. Dormir en Cristo quiere decir creer en él y
luego morir. Sus cuerpos "duermen" y resucitarán cuando venga Cristo. Sus espíritus ya
están con el Señor y ellos están muy contentos, Filipenses 1.21,23.
15.19
Nosotros esperamos que Cristo nos resucitará de la muerte y que viviremos para
siempre con el Señor. Con esta esperanza podemos estar contentos en este mundo aun
cuando tengamos grandes problemas, Romanos 5.3, 1 Pedro 4.16. ¿Pero qué de si no hay
resurrección? Entonces estamos sufriendo por nada y la gente debe sentir gran lástima por
nosotros.
¿CUÁLES SON LOS RESULTADOS DE LA RESURRECCIÓN DE CRISTO?
En estos versículos el Espíritu Santo muestra que todos los hombres resucitarán de la muerte
y serán sujetos a Dios.
Todos resucitarán —
15.20
El apóstol ha probado que Cristo sí resucitó de la muerte, y que no es aceptable
ninguna otra enseñanza. Un gran resultado de esto es que la gente puede resucitar de la
muerte y la Biblia enseña que en efecto la gente va a resucitar, Juan 5.28,29. Cristo es como
el primer grano de trigo que el agricultor consigue antes de estar lista toda la cosecha.
Sabemos que Cristo resucitó y por esto podemos estar seguros de que toda persona va a
resucitar también.
15.21
La muerte es el resultado del pecado de un hombre, Génesis 2.17, Romanos 5.12.
Todos son pecadores y la regla de Dios es que todo pecador debe morir, Hebreos 9.27. Pero
por medio de otro Hombre habrá una resurrección de la muerte.
15.22
Todos los descendientes de Adán y Eva tienen un cuerpo que puede morir y todas
las personas excepto el Señor Jesús tienen una naturaleza pecaminosa que les hace
pecadores. Cristo es un Hombre, pero también es Dios. Él resucitó de la muerte y tiene poder
de resucitar a todas las personas de la muerte.
15.23
Hace mucho tiempo que Cristo resucitó. Es como el primer grano de una gran
cosecha, 15.20. Los creyentes de aquel entonces son de Cristo y ellos van a resucitar de la
muerte cuando el Señor venga. Aprenderemos más acerca de esto en el versículo 52. Los que
no son creyentes también van a resucitar de la muerte y serán juzgados por el Señor. Esto
será mil años después de la primera resurrección, Apocalipsis 20.5,12,13.
Todo estará sujeto a Dios —
15.24
Entonces vemos el plan y orden de Dios: (1) La resurrección de Cristo (2) La
resurrección de creyentes (3) El fin.
El Señor Jesús va a dar de nuevo a Dios el Padre la autoridad que Él recibió para ser Rey
84
sobre el mundo. Para ese entonces Cristo habrá puesto en sujeción todos los poderes
espirituales que se han rebelado contra Dios. Aun ahora estos poderes han sido puestos en
sujeción a Él, 1 Pedro 3.22, pero más adelante Él los obligará a obedecer para que nunca más
puedan luchar contra Dios y su pueblo.
15.25
Es necesario que Él reine. Esta es la voluntad de Dios y nada podrá cambiarla. Los
reyes de la tierra van a unirse contra Cristo pero no podrán tener éxito, Salmo 2.2,6. El fin
vendrá cuando Dios haya puesto todos sus enemigos bajo Cristo.
 Es necesario que Él sufra
Hechos 17.3
 Es necesario que Él resucite
Hechos 17.3
 Es necesario que Él reine
1 Corintios 15.25
15.26
Algunos de los enemigos de Cristo son hombres y ellos también tendrán que morir.
La muerte en sí es un enemigo y ella también será vencida. Después de eso nadie va a morir,
pero los malos serán juzgados y enviados al Lago de Fuego. Esto se llama la muerte segunda,
Apocalipsis 20.14,15.
En Apocalipsis encontramos más detalles:







Satanás será atado con una gran cadena
20.1,2
Cristo y los santos reinarán sobre el mundo por mil años
20.4,6
Satanás será suelto
20.7
El reunirá a los hombres para luchar contra el pueblo de Dios
20.8
Los hombres serán destruidos por fuego
20.9
Satanás será echado al Lago de Fuego
20.10
Todos los pecadores se presentarán ante Cristo,
quien va a estar sentado sobre el Gran Trono Blanco
20.11,12
 Ellos también serán echados al Lago de Fuego
20.15
 Dios creará un nuevo cielo y tierra
21.1
15.27
La Biblia dice que Dios prometió poner todas las cosas debajo los pies de Cristo,
Salmo 8.6, y el Espíritu Santo repitió estas palabras aquí en el versículo 27. Dios también
mandó al Señor Jesús a sentarse a la mano derecha de Dios hasta que Él haya puesto sus
enemigos por debajo de sus pies, Salmo 110.1, Hebreos 1.13.
Todas las cosas. Esto quiere decir todo y todas las personas, pero todavía no vemos todo
sujeto a Él, Hebreos 2.8. De todos modos, Dios no se pondrá debajo de la autoridad de
Cristo, pero pondrá a toda otra persona bajo el Hijo cuando venga el tiempo de Dios.
15.28
Esto será el fin. El Hijo estaba sujeto a su Padre cuando aquí sobre la tierra y lo
será en toda la eternidad. Esto no quiere decir que el Hijo sea menor que Dios, sino quiere
decir que Él no será mayor que el Padre; Dios será todo en todos. La palabra Dios muchas
veces quiere decir Padre, Hijo y Espíritu Santo.
¿POR QUÉ SUFRIR SI NO HAY RESURRECCIÓN?
Muchos creyentes sufrían por el nombre de Cristo y muchos habían perdido la vida. La vida
cristiana no tendría sentido sin la resurrección.
15.29
Hoy día algunos maestros suponen que la gente muerta puede recibir beneficio si
una persona se bautiza por ellos en vida. Pero la Biblia enseña que el bautismo muestra a
todos que un creyente es un discípulo de Cristo. Somos bautizados en la muerte de Cristo
pero Cristo resucitó, así que nosotros debemos vivir una vida nueva por Él, Romanos 6.3,4.
El bautismo no hace que un pecador vivo sea una persona salva, y por supuesto no puede
ayudar a los que ya están muertos.
Posiblemente el versículo 29 quiere decir que cristianos nuevos se están bautizando y
85
tomando su lugar en la asamblea. Ellos sabían que tendrían que sufrir y podrían perder la
vida. Les era permitido a los siervos de Satanás matar a algunos creyentes y esos creyentes
recibirán el galardón del mártir, Hebreos 11.35. Pero la Iglesia seguía creciendo. Algunos
morían pero otros se bautizaban y tomaban el lugar de los que ya no estaban. Podríamos
decir que ellos fueron bautizados por, o en el lugar de, los muertos.
15.30
Pablo y los otros apóstoles sabían que ellos estaban en peligro de muerte cada hora
de cada día. Esteban y Jacobo fueron asesinados y Pedro y Pablo casi perdieron la vida,
Hechos 7.59, 12.2,4, 14.19. ¿Por qué estaría alguien dispuesto a morir por el Evangelio si es
sólo una gran mentira?
15.31
Pablo estaba preparado para la muerte todos los días. El tenía algún problema físico
o alguna enfermedad pero también tenía que enfrentar peligros y muerte muchas veces. Él
dio más detalles acerca de sus experiencias en 2 Corintios 11.23 al 27, pero aquí declara que
estaba en peligro todo el tiempo.
Pablo estaba agradecido por la obra del Señor en Corinto y contaba a otros de los creyentes
allí, 2 Corintios 7.14, 9.2. Aquí él hace esta fuerte declaración con base en su contentamiento
a causa de ellos.
15.32
A veces los cristianos de aquel entonces eran lanzados a la plaza de fieras donde
animales feroces pronto los destruían mientras el público seguía el espectáculo desde lugares
seguros. No se podía castigar de esta manera a los ciudadanos romanos, así que Pablo quería
decir que él tenía grandes problemas con los que hacían ídolos en Éfeso, Hechos 19.23 al 34.
En el Salmo 22 David habló de sus enemigos como fieras, 15.12,13,16,20,21.
¿Pablo haría frente a todos estos peligros simplemente como un hombre? No, él sabía que
Cristo había resucitado de la muerte y también Él resucitaría a Pablo. Si no hay resurrección,
bien podríamos decir: Vamos a gozarnos porque pronto se acaba la vida y la muerte es el fin
de todo. Los pecadores en Israel decían eso, Isaías 22.13, y la gente pagana estaba diciendo
lo mismo en los tiempos de Pablo. Hoy día muchas personas viven así, cualquier cosa para
placer, ya que no creen en Dios ni en una vida futura.
15.33
Aun la gente pagana sabía que una persona probablemente llegaría a ser como sus
amigos o amigas. En este versículo Pablo citó un refrán de un poeta griego llamado
Menander. Los compañeros malos echarán a perder una persona. Así Pablo advirtió a sus
lectores a no dejar que Satanás los haga pensar otra cosa. La enseñanza falsa cambiaría su
modo de vida y los creyentes no deberían tener ninguna comunión con aquellos que
enseñaban que no hay resurrección.
15.34
El Espíritu mandó a los corintios a despertarse, ser sobrios, vivir de una manera
santa y no continuar en el pecado. Algunos de ellos eran ignorantes del poder de Dios y su
manera de hacer las cosas. Esto quedaba claro porque ellos estaban enseñando que no hay
resurrección. Toda la asamblea ha debido estar avergonzada pero en cambio ellos tenían
orgullo de su sabiduría, 1.17 al 30. Lo mismo era cierto cuando un hermano cayó en un
terrible pecado. Esto afectaba a toda la asamblea pero los creyentes estaban orgullosos
cuando han debido estar tristes, 5.2.
¿Cómo resucitarán los muertos?
Los corintios han debido saber lo que el Espíritu Santo enseñó a los creyentes en Tesalónica,
que los cristianos que mueren van a resucitar en la venida de Cristo, 1 Tesalonicenses 4.16.
Pero en este capítulo el Espíritu Santo ha enseñado que Cristo resucitó de la muerte y va a
resucitar a todos en su debido tiempo. La gente griega era enseñada a no creer nada que no
podían entender, así que Pablo continuó con una explicación del misterio de la resurrección.
Él lo hace con ilustraciones de la naturaleza: semillas, animales, estrellas, 15.35 al 41, y
entonces les muestra cómo los creyentes vivos irán al cielo, 15.42 al 50.
86
CUADROS DE VIDA Y GLORIA
15.35
La gente podría pensar en la resurrección y hacer dos preguntas: ¿Cómo resucitarán
los muertos; y qué cuerpo tendrán? La gente en Atenas se reía de Pablo cuando él hablaba de
la resurrección, Hechos 17.32.
15.36
Estas preguntas necias mostraban que en realidad uno no estaba pensando bien.
Todo el mundo sabe que una semilla no producirá una planta viva si primeramente la semilla
no "muere". El Señor Jesús también enseñó una lección espiritual de este hecho, Juan 12.24.
Primeramente la semilla tiene que ser plantada en la tierra. Parece que muere allí pero pronto
Dios produce vida de ella, una cosa viva con la misma naturaleza que la semilla.
15.37,38 El agricultor no pone toda la planta en la tierra, sino sólo la semilla. Dios le da a la
semilla un cuerpo según su propia voluntad, a cada semilla su propio cuerpo especial. Hay
miles de diferentes tipos de semilla y Dios ha diseñado toda la naturaleza según su gran plan.
15.39
También hay miles de diferentes tipos de animales. Los hombres tienen un tipo de
carne, los animales otro, los peces otro, las aves otro. No es correcto decir que la carne del
ser humano es la misma que la carne de animales. Aquí Pablo está enseñando que hay
grandes diferencias en el mundo de la naturaleza.
15.40
Hay cuerpos que están bien adaptados para los cielos, y hay cuerpos que Dios ha
preparado para la vida sobre la tierra. Cada tipo de cuerpo es importante y cada uno tiene su
propia gloria.
15.41
Hay diferencias entre los objetos en los cielos que nosotros podemos ver con
nuestros ojos naturales. El sol, la luna y las estrellas tienen su propia gloria, y algunas
estrellas son más brillantes que otras.
EXPLICACIÓN DE LA RESURRECCIÓN
Pablo usó estas ilustraciones para ayudarnos a entender qué va a suceder cuando resucitamos
de la muerte.
15.42
Cuando una persona muere, su cuerpo es puesto en la tierra y es sepultado. El
cuerpo humano no puede vivir para siempre porque todos están bajo la pena de muerte.
Todos los hombres serán resucitados de la muerte y recibirán un cuerpo que no morirá. Sin
embargo, los malos serán juzgados y lanzados al lago de fuego, que se llama la muerte
segunda, Apocalipsis 20.14,15.
Debemos advertir a la gente acerca de esto y enseñarles cómo sus nombres pueden ser
escritos en el libro de la vida del Cordero.
15.43
Nuestro cuerpo natural se está muriendo; no tiene honra, es débil. Los creyentes
recibirán cuerpos nuevos que nunca podrán morir, cuerpos de gloria y poder. Nuestros
cuerpos nuevos serán como el de Cristo, 1 Juan 3.2. Después de resucitado de la muerte
Cristo tenía un cuerpo que los hombres podían ver y tocar, Lucas 24.39, pero era glorioso,
Filipenses 3.21.
15.44
El cuerpo que el hombre tiene ahora es un cuerpo natural y está bajo el control del
alma; el hombre se conduce según sus sentidos. Nuestros cuerpos nuevos estarán bajo el
control de nuestros espíritus y mejor adaptados al cielo. Muchas veces actuamos ahora según
los deseos del alma y hacemos las cosas simplemente porque sentimos el deseo de hacerlas.
Debemos dejar que el Espíritu Santo nos muestre qué hacer y nos ayude hacerlo.
15.45
Adán fue creado primero y dado un cuerpo, alma y espíritu pero en Génesis 2.7
dice que fue hecho alma viviente. Esto sugiere que el alma del hombre iba a controlar su
vida. Adán fue el primer padre de todos los hombres. Él pecó y así pasó su naturaleza
pecaminosa a la raza humana.
87
Cristo es la Cabeza de una nueva creación y por esto también se llama Adán. Él nunca hará
mal y así Él es el último Adán. Nunca habrá otra raza de hombres. Adán recibió su vida de
Dios; Cristo tiene vida en sí, y da vida a todos, Juan 1.4, 5.25 al 29.
15.46
En el plan de Dios las cosas naturales vienen primero y las cosas espirituales
vienen después. Cristo vino después de Adán. En nuestras vidas éramos primeramente sólo
hombres naturales. Venimos a Cristo y recibimos el Espíritu Santo. Ahora debemos vivir
como personas espirituales.
15.47
Adán fue formado del polvo de la tierra, pero más que eso él era una persona
terrenal; pensaba y actuaba como un hombre de este mundo. El Señor Jesús nació de la
virgen María, pero Él era y es el Hijo de Dios que vino del cielo a la tierra, Juan 3.13,31,
6.38,51. Él es Señor de todo, Hechos 10.36.
15.48
Todos los hombres y mujeres son descendientes de Adán. Todos tenemos la misma
naturaleza, somos gente de la tierra. Algunos de nosotros hemos nacido de nuevo y somos de
Cristo. Tenemos la naturaleza nueva, participamos en la naturaleza de Dios, 2 Pedro 1.4.
Somos como Cristo, 1 Juan 4.17. Dios está obrando en nuestras vidas para hacernos más
como él, Romanos 8.28,29. Este proceso se completará cuando le veamos como El es, 1 Juan
3.2.
15.49
Nacimos como Adán, y éramos gente terrenal como Adán y Eva. En la resurrección
tendremos cuerpos como el de Cristo, Filipenses 3.21, y, mejor todavía, no tendremos una
naturaleza pecaminosa, así también como Cristo.
15.50
Nuestros cuerpos terrenales no podrían existir en el cielo en su forma actual. Carne
y sangre se refiere al cuerpo natural, 15.44, y no pueden heredar el reino. Los hombres malos
no van a heredar el reino, 6.9, ni aquellos que practican las obras de la carne, Gálatas 5.19 al
21. Pero aquí los apóstoles declararon que los cristianos nacidos de nuevo necesitan un
cuerpo nuevo, otro tipo de cuerpo, para entrar al cielo.
¿Qué sucederá con los creyentes todavía vivos cuando el Señor venga?
En el versículo 35 alguien preguntó: ¿Que tipo de cuerpo tendremos en la resurrección? La
respuesta es: Un cuerpo como el de Cristo. Pero la Iglesia continuará sobre la tierra hasta que
el Señor venga. La carne y la sangre no pueden heredar el reino, así que surge la pregunta:
¿Cómo va a llegar esta gente al cielo? La respuesta es: Sus cuerpos serán cambiados.
El Espíritu Santo ya había revelado a la Iglesia por medio de Pablo que el Señor va a
descender a llevarnos al cielo. Los creyentes muertos van a resucitar de la muerte, y entonces
los creyentes vivos van a ser llevados con ellos y todos van a estar para siempre con el Señor,
1 Tesalonicenses 4.14 al 17.
15.51
Pablo podía entender algunos de los misterios de Dios porque el Espíritu Santo le
reveló lo que no se sabía antes, 1 Corintios 2.7, 4.1. Aquí aprendemos acerca del misterio del
Rapto. Primeramente, algunos creyentes van a estar vivos cuando Cristo venga. Ellos no van
a morir pero sus cuerpos serán cambiados.
15.52
Este cambio tendrá lugar en un espacio de tiempo muy corto, el tiempo necesario
para abrir y cerrar el ojo. Tendrá lugar cuando suene la trompeta para resucitar los creyentes
muertos. Ellos recibirán cuerpos nuevos que nunca podrán volver a morir, y nuestros cuerpos
serán cambiados.
15.53
Hoy día tenemos cuerpos que podrían morir y no son aptos para el cielo. Todos los
creyentes, tanto vivos como muertos, van a recibir cuerpos nuevos que no podrán morir.
15.54
Nuestros cuerpos que tenemos ahora pueden perecer y morir pero nuestros cuerpos
nuevos serán inmortales. Esto tendrá lugar en la resurrección cuando Cristo vuelva por
88
nosotros. Entonces se cumplirá la profecía: La muerte ha sido devorada por la victoria, Isaías
25.8. El temor de la muerte guarda a los hombres en sujeción como esclavos pero la
esperanza de la resurrección nos libera, Hebreos 2.15.
15.55
Entonces el apóstol usó palabras de Oseas 13.14. Él habla de la muerte como si
fuera una persona. Parece que la muerte todavía puede reclamar a todos pero en la
resurrección el poder de la muerte será al revés. Nosotros los creyentes podemos ver la
muerte como un siervo que nos lleva a la presencia de Dios, donde esperaremos con gran
gozo hasta el día de la resurrección.
Los cristianos no deben temer la muerte, ni debemos estar muy tristes cuando otro creyente
se marcha a estar con el Señor.
15.56
Todo esto es posible porque Cristo murió por nuestros pecados. Con razón la gente
tiene temor de la muerte porque los pecadores deben enfrentar el juicio de Dios. La ley dice
que Dios va a castigar a los que pecan. El Señor Jesús ha tomado nuestro castigo sobre sí
mismo, así que no tenemos temor de la muerte ni del juicio de Dios.
15.57
Tenemos la victoria sobre el temor de la muerte solamente por medio de nuestro
Señor Jesucristo, su muerte por nosotros y su resurrección de la muerte.
Deténgase ahora mismo para dar gracias a Dios por el gozo y paz que Él nos ha dado en vez
del viejo temor y tristeza.
15.58
¿Qué efecto debe tener esto sobre nuestra vida?
En vista de estas cosas nosotros debemos estar firmes en el Señor y mantenernos ocupados
para Él. Algunas personas flojas piensan que les es permitido no hacer nada porque el Señor
viene pronto. Aquí el Espíritu Santo nos manda a seguir sirviendo a nuestro Salvador. El
Señor nunca se olvidará de lo que se hace por Él. Vendrá con galardones, Apocalipsis 22.12.
Solamente lo que se hace por Él va a durar para siempre, 3.14. Nuestro trabajo por Él no
puede ser sin valor.
"Trabajar es mi deseo sin cesar por el Señor."
El Espíritu Santo ya había revelado a la Iglesia por medio de Pablo algunas grandes verdades
acerca de la venida del Señor, en 1 Tesalonicenses 4. En 1 Corintios 15 Él repitió algunas de
estas cosas, pero no todas ellas, y añadió otras.
1 Tesalonicenses 4
Jesús murió y resucitó
4.14
los que durmieron en él
decimos esto
en palabra del Señor
4.15
nosotros que vivimos
con trompeta de Dios
4.16
alentaos los unos a los otros
con estas palabras
4.18
1 Corintios 15
Cristo ha resucitado de los muertos
no todos dormiremos
os digo un misterio
no todos dormiremos
se tocará la trompeta
estad firmes y
constantes, creciendo en la obra
15.20
15.51
15.52
15.58
Cada uno de estos dos capítulos tiene alguna verdad especial no revelada en el otro:
1 Tesalonicenses 4
traerá Dios con Jesús
a los que durmieron
nosotros ... no precederemos
1 Corintios 15
todos seremos
transformados
en un momento
4.14
89
15.51
15.52
a los que durmieron
voz de mando ... de arcángel
los muertos en Cristo
resucitarán primero
estaremos siempre con el Señor
4.15
4.16 esto corruptible
se vestirá de
incorrupción
4.17 ¿Dónde, oh sepulcro,
tu victoria?
15.54
vuestro trabajo en el
Señor no es en vano 15.58
15.53
11 - La ofrenda dominical
Hemos visto que Pablo escribió a los corintios y contestó algunas de sus preguntas acerca de
lo que ellos deberían hacer en la iglesia. En el último capítulo él les habló de una ofrenda
especial por los creyentes pobres en Jerusalén.
16.1
Pablo había mandado a las asambleas en la provincia de Galacia a tomar una
ofrenda especial a favor de sus hermanos que necesitaban ayuda. Los creyentes en
Macedonia recogieron fondos con este fin, 2 Corintios 8.2 al 4. Aquí Pablo mandó a los
corintios hacer su parte y más adelante dijo que ellos lo habían hecho, Romanos 15.26. (La
asamblea en Corinto era la más grande en Acaya, o Grecia).
16.2
Este versículo nos da algunas reglas acerca de dar al Señor.
(a). Debemos dar con regularidad. Las iglesias en ese entonces se reunían los domingos, el
primer día de la semana, para adorar al Señor y partir el pan, Hechos 20.7. El dar es una
parte de nuestra adoración, Hebreos 13.15,16. Pablo dijo a los creyentes que cada uno debe
guardar sus ofrendas para que el dinero estuviese disponible cuando él llegara. Él no quería
que ellos esperasen su llegada para tener entonces una gran reunión para recoger los fondos.
Ellos debían guardar su dinero para esta ofrenda especial, pero el principio de dar cada
semana aplica hoy día.
(b). Cada uno debe dar parte de lo que ha ganado o recibido esa semana. En el Antiguo
Testamento el pueblo de Israel tenía que dar la décima parte, pero el Nuevo Testamento no
nos dice cuánto dar. Sí nos enseña que el galardón será mayor para los que dan
bondadosamente y con sacrificio, 2 Corintios 9.6.
16.3
También es importante que más de un hombre sea responsable por el dinero de la
asamblea. Aquí Pablo dice que la iglesia debería escoger algunos hombres para llevar el
dinero a Jerusalén. Él podía escribir cartas a la iglesia allí para presentar a estos hombres, o
la iglesia podría escribir las cartas. Es bueno hacer conocer, o encomendar, los creyentes que
van de una iglesia a otra, diciendo por medio de una carta que la persona es de la asamblea.
16.4
Pablo estaría dispuesto a ir con ellos y sabemos que sí fue, con ocho hombres más
incluyendo a Lucas, y llevó los fondos a Jerusalén, Hechos 20.4, 24.17.
12 - Planes y saludos
En los últimos veinte versículos Pablo contó a los corintios acerca de sus planes, 16.5 al 12;
dio algunos mandamientos finales, 16.13 al 18; envió saludos y la bendición de Dios, 16.19
al 24.
Los planes de Pablo
16.5
Pablo estaba en la provincia de Asia cuando escribió esta carta y él tenía
planificado ir a Corinto después de estar en Macedonia, Hechos 20.1,2. Les había advertido a
90
los corintios que vendría a verles y posiblemente tendría que hablar muy fuertemente a ellos,
4.21.
16.6
Ahora en el capítulo 16 él habló como si ellos le darían la bienvenida. Él pensaba
que tendría que pasar el invierno en Corinto y que posiblemente los creyentes le ayudarían a
hacer el viaje. Otras iglesias hacían esto, Hechos 15.3, Romanos 15.24, y era una costumbre
buena, 2 Juan 6.
16.7
Pablo pensaba al principio visitar a Corinto en su viaje a Macedonia, 2 Corintios
1.15, pero ahora pensaba que sería mejor pasar más tiempo con ellos. Pablo oraba antes de
hacer sus planes, pero aun así él estaba dispuesto a cambiarlos si el Señor le mostraba algo
diferente.
Nosotros debemos hacer lo mismo, Lucas 22.42, Santiago 4.15.
16.8
Él no dijo exactamente cuándo iría a Macedonia y Corinto pero sí pensaba
quedarse un tiempo corto en Éfeso hasta el tiempo de Pentecostés, Hechos 2.1, 20.16. El día
de Pentecostés viene siete semanas después de la Pascua cada año.
16.9
El Señor le había dado a Pablo una puerta abierta de gran oportunidad en Éfeso. Él
ya había visto mucha bendición, Hechos 19.10,20, pero también el enemigo estaba muy
activo, Hechos 19.23, 1 Corintios 15.32.
Así es siempre. Dios nos da bendición y gozo en su obra, pero de una vez Satanás procura
destruirlo.
16.10
Entonces Pablo mandó a los corintios que recibieran a Timoteo si fuera a visitarles.
Timoteo quizás no era tan valiente como Pablo o Bernabé, 2 Timoteo 1.7, pero era fiel en la
obra del Señor, como también lo era Pablo. Más adelante él sí fue a Corinto con Pablo y ellos
dos enviaron sus saludos a los creyentes en Roma, Romanos 16.21.
16.11
Timoteo era todavía relativamente joven y posiblemente algunos corintios
pensarían que él no era muy importante. Pablo mandó que le ayudaran en su camino al
marcharse de Corinto para regresar a Pablo, junto con algunos creyentes más.
16.12
Poco antes Pablo quería que Apolos visitara a Corinto junto con otros que llevaron
esta carta a la iglesia, pero Apolos no quería ir en esa ocasión. La asamblea en Corinto estaba
dividida en grupos, algunos llamándose por el nombre de Pablo y otros por el nombre de
Apolos, 1.12. Ni Pablo ni Apolos estaba dispuesto a estimular cualquier uso de sus nombres
para dividir la asamblea.
Mandamientos finales
Entonces Pablo les dio a los corintios cinco mandamientos acerca de sus vidas como
cristianos, 16.13,14, y les mandó que mostraran especial respeto para algunos en la iglesia.
16.13
Aquí hay cuatro instrucciones cortas:

Quédense despiertos, atentos al peligro y el enemigo. Pablo había dicho lo mismo a
otros, 1 Tesalonicenses 5.6, Colosenses 4.2. Y Pedro también, 1 Pedro 5.8, y el Señor
Jesús, Apocalipsis 3.2.
 Quédense firmes en la fe cristiana, sin hacer caso a doctrina falsa,
2 Tesalonicenses 2.15, Gálatas 5.1, Filipenses 4.1, Efesios 6.14.
 Sean valientes como hombres sin temor de nada, 2 Samuel 10.12. Debemos dejar atrás
las costumbres de niños, 13.11, y entender las verdades más profundas de las Escrituras,
3.1, Hebreos 5.14.
 Sean fuertes, guardando la verdad que habían recibido, 2 Tesalonicenses 2.15,
Hebreos 4.14, 6.18.
91
16.14
Todo debería ser hecho de una manera amorosa y con un amor sincero en el
corazón. El amor es más importante que cualquier don, 13.1 al 3.
16.15
Estéfanas y su familia fueron los primeros griegos en aceptar el evangelio y ser una
familia cristiana. Pablo los había bautizado, 1.16, y ellos se habían dedicado a servir al
pueblo de Dios. Debemos hacer lo mismo, Romanos 12.7, 15.25, Hebreos 6.10, 1 Pedro 4.10.
16.16
Pablo mandó a los corintios que obedecieran a éstos y otros líderes que estaban
dispuestos a trabajar por el Señor. En Hebreos 13.17 se nos manda obedecer a los que Dios
ha hecho líderes en la asamblea. Este es el orden divino; orden y sujeción son palabras
importantes en 1 Corintios 11.34, 14.32,34,40.
16.17
Tres hombres viajaron en peligro desde Corinto hasta Éfeso para ver a Pablo y
traerle la carta de la asamblea en Corinto. A Pablo le contentó verles y recibir noticias acerca
de los creyentes en ese lugar.
16.18
Estos hombres eran un consuelo y estímulo para Pablo, como ellos habían sido para
los otros creyentes en la asamblea en Corinto. Pablo mandó a los creyentes que reconocieran
a estos hombres como líderes.
Saludos y una bendición
Ahora Pablo terminó su larga carta con saludos y su oración por la bendición de Dios sobre
los corintios.
16.19
Más adelante había por lo menos ocho asambleas en la provincia de Asia,
Apocalipsis 1.4, Colosenses 4.16, y los creyentes en esta ocasión mandaron saludos a los
cristianos en Corinto.
Aquila y Priscila habían estado en Corinto y fueron con Pablo a Éfeso, Hechos 18.2,3,18.
Ellos eran judíos por nacimiento y llegaron a ser cristianos, como Pablo. Ellos también
hacían tiendas, como Pablo. En Éfeso algunos de los creyentes se reunían como asamblea en
la casa de éstos. Todos ellos mandaron saludos a Corinto.
16.20
Todos los hermanos mandaron saludos a los creyentes en Corinto. Dios nos está
enseñando amar el uno al otro, 1 Tesalonicenses 4.9, y Pablo mandó a los corintios que
saludaran el uno al otro con un beso santo, porque el beso es una señal de amor, 1 Pedro
5.14. El amor debe ser real y sincero, 1 Pedro 1.22. Un beso debe ser verdadero y santo. En
algunos países hoy día los varones saludan a otros varones con un abrazo o un beso y las
mujeres se saludan entre sí de la misma manera.
16.21
Entonces Pablo mandó sus propios saludos y escribió este versículo él mismo.
Alguna otra persona escribió toda la carta conforme Pablo le decía qué hacer. En el Antiguo
Testamento Baruc escribió lo que el profeta de Dios le mandó decir, Jeremías 36.17,18, y
Tercio escribió la carta de Pablo a los romanos, Romanos 16.22. Algunas personas
procuraban difundir enseñanza mala, escribiendo cartas y poniendo el nombre de Pablo al
final, 2 Tesalonicenses 2.2, así que Pablo siempre firmaba sus cartas y oraba por la gracia de
Dios para los lectores, 2 Tesalonicenses 3.17,18, Colosenses 4.18.
16.22
Algunas personas decían que amaban al Señor Jesús pero era mentira, como Judas
cuando besó al Señor. Otros mostraban que ellos odiaban a Cristo con decir anatema Jesús,
12.3. Aquí el Espíritu Santo dijo que la maldición de Dios va a caer sobre todos aquellos que
no aman al Señor Jesús, aquellos que no creen en Él.
Pero los corintios amaban al Señor y esperaban su venida. Así Pablo usó dos palabras en el
idioma griego, Maranata, o, El Señor viene, Santiago 5.8. Estas palabras pueden ser también
una oración que el Señor regrese por nosotros, Apocalipsis 22.20.
16.23
Entonces Pablo oró que la gracia del Señor Jesús estuviera con ellos. Pablo escribió
92
trece cartas en el Nuevo Testamento y al comienzo de cada carta él pidió a Dios darles gracia
y paz a sus lectores. Él terminó todas trece con una oración por gracia sobre ellos. Pedro
también comenzó sus dos cartas de la misma manera, y Juan también en su segunda carta y
en el Apocalipsis. Hebreos y Apocalipsis terminan así también.
Pablo mismo conoció la gracia de Dios, 2 Corintios 12.9, Gálatas 1.15, 1 Corintios 3.10,
10.30, 15.10, y enseñaba que somos salvos y justificados por gracia, Efesios 2.5,8, Romanos
3.24, y no por obras, Romanos 11.6.
16.24
Finalmente él expresó su amor en Cristo Jesús para con todos ellos. Le había sido
necesario decir algunas palabras severas en su carta pero aun estas palabras eran para
guardarles del pecado. Había dicho que el amor nunca deja de ser y que todo debe ser hecho
con amor, 13.8, 16.14. Los corintios deberían saber que en verdad él les amaba a todos en el
Señor.
La iglesia en Corinto distaba mucho de ser perfecta. Podemos estar agradecidos que Dios
haya permitido estos problemas en Corinto porque el Espíritu Santo le mostró a Pablo cómo
tratarlos. Posiblemente en nuestras iglesias no tengamos exactamente los mismos problemas
pero podemos aprender de 1 Corintios los principios de los consejos de Dios. La iglesia
imperfecta nos ayudará en hacer nuestras iglesias más como Dios quiere que sean.
93
Comentario conciso sobre 1 Corintios
J.M. Davies; Bombay, India; 1960
Traducción de la primera parte del libro
The Epistles to the Corinthians, a concise commentary;
publicado por Gospel Literature Service, Bombay,1975.
Introducción a las dos epístolas
Un análisis de 1 Corintios
Citas del Antiguo Testamento en 1 Corintios
1. Introducción
1.1 al 1.9
2. La asamblea cristiana y su unidad
1.10 al 4.21
3. La asamblea cristiana y su santidad
5.1 al 6.11
4. La asamblea cristiana y la libertad personal
6.12 al 11.1
5. La asamblea cristiana y su ministerio
11.2 al 15.11
6. La asamblea cristiana y el triunfo definitivo
15.12 al 58
7. La asamblea cristiana y su responsabilidad
capítulo 16
8. Conclusión
16.22 al 24
Introducción a las dos epístolas
La ciudad de Corinto está ubicada en el estrecho istmo que une lo que era la provincia griega
de Acaya con el resto de Grecia. Era la capital de Acaya. Destruida en el segundo siglo antes
de Cristo, fue reconstruida por Julio César como colonia romana. Debido a su ubicación
estratégica, era importante en lo militar. La fuerte de Corinto, el Arcocorintius, estaba a una
altura de 600 metros y protegida en todas sus vías de acceso. Los barcos navegaban desde el
este hasta el cercano puerto de Cenrea y desde el oeste hasta Corinto por su golfo. La fuente
de Peirene surtía agua en abundancia.
Corinto llegó a prosperar como centro importante de comercio mediterráneo y contaba con
una población de romanos, griegos y judíos. Los juegos del istmo, a los cuales se aluden en
la primera epístola, atraían a muchos. Eran notorias la idolatría y lascivia. Se dice que mil
devadasis (“vírgenes” o prostitutas del templo) estaban al servicio de los forasteros en el
templo de Apordite. Se consideraba la fornicación como un acto de consagración a la diosa
en vez de uno de profanación del cuerpo. Corinto era la Sodoma del Mar Egeo.
La ciudad antigua es hoy día una aldea de quinientos habitantes. Al visitarla en 1952, vi en el
pequeño museo los restos excavados de la adoración fálica, parecidos a los que había visto
en Benares en 1950.
94
Se registra dos visitas del apóstol Pablo a la ciudad, y él alude a una posible tercera visita,
2 Cor. 13.1. En la primera, Hechos 18.1 al 17, se quedó por dieciocho meses o más. “Muchos
de los corintios, oyendo, creían y eran bautizados”. La segunda fue por tres meses. Se dan
pocos detalles, pero es evidente que no fue placentera, 2 Cor. 2.1, etc. Es difícil determinar si
se realizó la tercera visita.
En la asamblea en Corinto había judíos, entre ellos Aquila, Priscila, Crispo y Sóstenes, pero
la mayoría eran gentiles o de entre los gentiles. Nombres como Erasto, Quarto y Gayo
señalan antecedentes romanos. Antes de convertidos, se habían extraviado en una vil
idolatría, 1 Cor. 12.2. No había en la congregación mucha gente de cultura; no muchos
sabios según la carne, ni poderosos, ni nobles; 1.26 al 28. En lo moral, muchos habían sido
de los peores, 6.9 al 11.
Con el fin de desinflar su orgullo, el apóstol tuvo que recordarles de estas cosas. Su soberbia
había concebido contienda y un espíritu partidista; véase Proverbios 13.10. Este estado de
cosas impidió su desarrollo espiritual; 3.1 al 4. Además de ser niños y de orientación carnal,
eran fáciles de engañar, 6.9, 15.33, 2 Cor. 11.3,4, y llevados por dondequiera de todo viento
de doctrina, Efesios 4.14, incapaces de discernir los valores relativos de los dones y su uso, o
del mayor valor de la gracia.
Un análisis de 1 Corintios
Galión era el gobernador romano cuando Pablo predicó en la ciudad y este hecho permite
fijar la fecha de su ministerio en el año 51 aproximadamente. Él escribió la primera epístola
unos tres años más tarde, estando en Éfeso, 16.8, posiblemente en la época de la Pascua, 5.7.
En ella se alude a una carta anterior, 5.9. No contamos con ella, pero parece que su
enseñanza versó sobre lo tratado en el capítulo 5. Él escribió la carta que conocemos como
1 Corintios debido a que le llegaron a través de los del hogar de Cloé ciertos informes acerca
del espíritu faccioso y la licencia moral que prevalecía, 1.11, 5.1. Además, la asamblea había
enviado por medio de Estéfanas, Fortunato y Acaico ciertas preguntas en relación con
problemas que existían, 7.1, 8.1, 12.1, 15.12, 16.17. Parece que también había engañadores
activos, aunque el apóstol no los nombra específicamente. Dice en 6.9 y 15.33, “No erréis
...”, o sea, no se dejen engañar. Él menciona en particular su falsa doctrina en cuanto a la
resurrección, 15.12.
El enfoque de la epístola es reprensión junto con los correctivos necesarios. Con todo,
encierra instrucción importante sobre muchos temas que no se encuentran en otras partes del
Nuevo Testamento. Su propósito es gobernar la conducta del creyente en relación con la
asamblea en lo espiritual, moral y didáctico.
Otra manera de estudiar la epístola es la de notar las dos partes principales en que se divide.
En los capítulos 1 al 6 el apóstol trata de lo que había oído de los de Cloé, 1.11, y de otras
personas, 5.1. En los capítulos 7 al 16 trata de los asuntos a que se referían sus preguntas.
Estas respuestas comienzan con las palabras, “En cuanto a las cosas de que me escribisteis
...”, 7.1.
Es importante darnos cuenta de que se trata primeramente las condiciones que la asamblea
no había considerado como temas de correspondencia con Pablo. Lo que era de importancia
primaria para el apóstol, era solamente secundario para ellos. Esto en sí era indicio de su
95
estado carnal, de su insatisfactoria condición espiritual e inmadurez, 3.1 al 4.
Es provechoso notar las varias doctrinas fundamentales que se mencionan. La epístola nos
proporciona lo que podríamos llamar la fe de una iglesia apostólica 
 su teología; la doctrina acerca de Dios. Hay muchas referencias y alusiones a la doctrina
de la Trinidad, 8.6, 12.4 al 6, 2 Cor. 13.14, y a la soberanía de Dios, 1.27 al 30, 2.10, 3.6,
12.18.
 su cristología; la doctrina acerca de Cristo. Se enseña claramente tanto la deidad como
la humanidad de nuestro Señor. El título Señor se emplea casi cien veces en las dos
epístolas, más que en cualquier otro escrito de Pablo. Cristo es “el Señor de gloria” en el
2.8. A uno como Pablo, quien había sido fariseo de los fariseos, este nombre se puede
entender solamente como el equivalente del Jehová del Antiguo Testamento. Por otro
lado se define claramente su sujeción como siervo del Padre, 3.23, 11.3, 15.28.
 su reumatología; la doctrina del Espíritu Santo. El tejido de la Epístola incorpora
referencias ineludibles a la personalidad, deidad e igualdad del Espíritu. El lector debe
encontrar más de veinte referencias al Espíritu Santo.
 su eclesialogía; la doctrina de la Iglesia. Es un tema prominente, tratado en efecto como
a la epístola a los efesios donde el apóstol instruye sobre el misterio de Cristo y la Iglesia,
Efesios 1.22,23, 5.32.
 su soteriología, la doctrina de la salvación. Pablo habla claramente, sin ambigüedades.
Se nota la certeza del lenguaje en, por ejemplo, 1 Cor. 15.1 al 5.
 su escatología, la doctrina de las cosas postreras. En cuanto a la consumación y la
venida del Señor el apóstol estaba firme. Véanse 2 Corintios 5 y 1 Corintios 15.
 las Escrituras de verdad. En más de una parte Pablo emplea el estilo del “escrito está”
como su tribunal de última instancia.
 su demonología, la doctrina de Satanás y los demonios. Tengamos presente que ésta
figura en diferentes partes. Satanás es el dios de este siglo y el Belial, 2 Cor. 4.4, 6.15.
 su antropología, la doctrina del hombre. Figuran la creación, caída y redención; se
definen las partes constituyentes del ser humano: espíritu, alma y cuerpo.
La estructura de 1 Corintios es
Introducción
Salutación, 1.1 al 3
Acción de gracias, 1.4 al 9
La asamblea cristiana y su unidad
En relación con el evangelio, 1.10 al 2.5
En relación con el desarrollo cristiano, 2.6 al 3.4
En relación con el servicio, 3.5 al 4.21
La asamblea cristiana y su santidad
En su relación con Dios, capítulo 5
En la relación del uno con el otro, 6.1 al 11
La asamblea cristiana y la libertad personal
En relación con uno mismo, 6.12 al 20
En relación con el matrimonio, capítulo 7
En relación con el hermano débil, capítulo 8
96
En relación con el evangelio, 9.1 al 23
En relación con el galardón, 9.24 al 27
En relación con la comunión con Dios, 10.1 al 11.1
La asamblea cristiana y su ministerio
Para Dios: La cabeza, 11.2 al 16
Para Dios: La cena, 11.17 al 34
Para la iglesia: Los dones, capítulo 12
El lírico del amor, capítulo 13
Para la iglesia: El don de lenguas, capítulo 14
Para el mundo, 15.1 al 11
La asamblea cristiana y el triunfo definitivo
La resurrección de Cristo, 15.12 al 19
La resurrección de los muertos, 15.20 al 49
La transformación de los vivos, 15.50 al 58
La asamblea cristiana y su responsabilidad
Para con los creyentes pobres, 16.1 al 4
Para con los que se dedican al ministerio, 16.5 al 21
Conclusión
Citas del Antiguo Testamento en 1 Corintios
El apóstol cita cada uno de los libros de Moisés y el libro de Malaquías, como también cada
una de las secciones del Antiguo Testamento: la histórica, poética y profética.
 1.19: Destruiré la sabiduría de los sabios.
Isaías 29.14: Perecerá la sabiduría de sus sabios.
 1.20: ¿Dónde está el sabio?
Isaías 19.12: ¿Dónde están ahora aquellos tus sabios?
 1.20: ¿Dónde está el escriba?
Isaías 33.18: ¿Qué es del escriba?
 1.20: ¿No ha enloquecido Dios la sabiduría del mundo?
Parece ser una referencia a los falsos profetas del Antiguo Testamento.
 1.31: El que se gloría, gloríese en el Señor.
Jeremías 9.23: No se alabe el sabio en su sabiduría ...
 2.9: Cosas que el ojo no vio.
Isaías 64.4: Ni ojo ha visto a Dios fuera de ti.
 3.19: Él prende a los sabios en la astucia de ellos.
Job 5.13: ... que prende a los sabios en la astucia de ellos.
 3.20: El Señor conoce los pensamientos de los sabios.
Salmo 94.11: Jehová conoce los pensamientos de los hombres.
Job 5.12: Frustra los pensamientos de los astutos.
 4.6: “... lo que está escrito”.
Esta no es una cita ni referencia a un pasaje en particular. Es una referencia a la
enseñanza general de las Escrituras en cuanto a los límites impuestos sobre líderes.
Tal vez se refiera a lo que el apóstol había dicho en capítulos anteriores. Nadie tiene
97
autoridad para introducir lo que la Palabra de Dios no justifica, como intentó Nadab
en Levítico 10.
 5.13: Quitad, pues, a ese perverso.
Deuteronomio 13.5: ... quitarás el mal de en medio de ti.
 6.16: Los dos serán una sola carne.
Génesis 2.24: ... serán una sola carne.
 7.8 al 11: El marido no abandone a su mujer.
Génesis capítulo 2
 9.7: ¿Quién planta viña y no come de su fruto?
Deuteronomio 20.6: ¿Y quién ha plantado viña, y no ha disfrutado de ella?
 9.9: No pondrás bozal al buey que trilla.
Deuteronomio 25.4: No pondrás bozal al buey cuando trillare.
 10.11: “Estas cosas les acontecieron como ejemplo”.
Abarca todos los acontecimientos registrados en cuanto al viaje de Israel por el desierto:
Todos estuvieron bajo la nube, Éxodo 13.21. Todos pasaron el mar, Éxodo 14.22. Todos
comieron el mismo alimento, Éxodo 16.5. Todos bebieron la misma bebida, Éxodo 17.6.
Quedaron postrados en el desierto, Números 14.29 al 37. Ellos codiciaron, Números 11.4
al 34. Idólatras, como algunos de ellos, Éxodo 32.4 al 6, Números capítulo 25. Algunos
de ellos fornicaron, Números 25. 1 al 18. Perecieron por las serpientes, Números 21.6.
Algunos de ellos murmuraron, Números 14.29 al 37.
 10.18: ... los que comen de los sacrificios.
Levítico 3.3, 7.15 al 34
 10.20: A los demonios lo sacrifican, y no a Dios.
Levítico 17.7: Nunca más sacrificarán sus sacrificios a los demonios.
 10.22: ¿Provocaremos a celos al Señor?
Deuteronomio 32.21: Ellos me movieron a celos.
 10.28: Del Señor es la tierra y su plenitud.
Salmo 24.1: De Jehová es la tierra y su plenitud.
 11.25: Esta copa es el nuevo pacto en mi sangre.
Éxodo 24.8: He aquí la sangre del pacto que Jehová ha hecho con vosotros.
Zacarías 9.11: Por la sangre de tu pacto será salva.
 13.5: [El amor] no es indecoroso.
Zacarías 8.17: Ninguno de vosotros piense mal en su corazón contra su prójimo.
 14.25: Postrándose sobre el rostro, adorará a Dios.
Isaías 45.14: Te harán reverencia ... Ciertamente en ti está Dios.
Zacarías 8.23: Hemos oído que Dios está con vosotros.
 14.21: Con otros labios hablaré.
Isaías 28.11: En extraña lengua hablará a este pueblo.
 15.3,4: Muerte, sepultura y resurrección el tercer día.
Oseas 6.2: El tercer día nos resucitará. Jonás tres días y tres noches en el vientre del gran
pez.
 15.20: Primicias de los que duermen es hecho.
Levítico 23.10: Traeréis al sacerdote una gavilla por primicia.
 15.21,22: En Adán todos mueren.
Génesis 3.17 al 19: Al polvo volverás.
 15.25: Preciso es que él reine.
Salmo 110.1: Siéntate a mi diestra.
Salmo 2 y Salmo 22
 15.32: Comamos y bebamos, porque mañana moriremos.
98
Isaías 56.12: Tomemos vino, embriaguémonos de sidra; y será el día de mañana como
este.
 15.49: Hemos traído la imagen del terrenal.
Génesis 5.3: Engendró un hijo a su semejanza, conforme a su imagen.
 15.54: Sorbida es la muerte en victoria.
Isaías 25.8: Destruirá a la muerte para siempre.
 16.13: Portaos varonilmente, y esforzaos.
1 Samuel 4.9: Esforzaos, oh filisteos, y sed hombres.
2 Samuel 10.12: Esforcémonos por nuestro pueblo.
1. Introducción
1.1 al 1.9
A. Salutación
Estos versículos de introducción contienen la salutación y expresión de gratitud. Constituyen
un resumen breve de lo que se expone en la Epístola.
1.1
Pablo, llamado a ser apóstol ... Pablo afirma su apostolado, como en la mayoría de
sus epístolas. Son excepciones las cartas a los filipenses, tesalonicenses y a Filemón. Era
apóstol por llamamiento, así como los corintios eran santos por llamamiento, 1.2 al 9. La
voluntad de Dios en cuanto a esto le había sido revelada personalmente en la ocasión de su
conversión y de nuevo por medio de sus siervos en Antioquía, Hechos 13.15. La primera
ocasión fue la más importante; la segunda fue simplemente confirmatoria. La secuencia de
las palabras Cristo Jesús indica que fue constituido apóstol por el Señor ya exaltado en
contraste con la manera en que fueron ordenados los doce.
1.2
a la iglesia de Dios ... La asamblea, o ekklesía, en Corinto se componía de aquellos
que habían sido llamados, santificados (o puestos aparte para Dios) y salvos por medio del
evangelio, 1.24, 2.18. En Cristo Jesús ellos habían sido escogidos, santificados y
enriquecidos, 1.2, 5, 30. El sentido de la palabra ekklesía se desprende de las dos veces que
figura en Hechos de los Apóstoles. En el 7.38 Israel es la congregación (ekklesía) en el
desierto, por cuanto era un grupo que había sido extraído de Egipto por redención. En
19.32,39, donde se habla de una protesta contra Pablo en Éfeso, leemos de una turba y de un
reunión ordenada, esta última un cuerpo representativo con responsabilidad de gobernar la
ciudad.
La ekklesía en Corinto no ha debido ser una congregación desordenada o confundida, como
lamentablemente llegó a ser en ciertas ocasiones. No era un segmento reducido de los
creyentes en la ciudad, sino incluía a todos, 14.23.* Cuando había varias congregaciones en
una misma ciudad, como en el caso de Roma, cada una se designaba según la localidad
donde se reunía, Romanos 16.5. [* Nota del traductor: Nuestro respetado hermano puede llegar a
conclusión porque, como comenta en su contexto, entiende que en 14.16,23,24 el indocto era creyente
pero no formaba parte de “toda la iglesia” en Corinto.]
Aun cuando se dirige la carta a la iglesia de Dios en Corinto, la salutación hace ver que la
epístola es universal y de valor perdurable.
1.2
con todos los que en cualquier lugar ... Estas se llaman iglesias de Dios, iglesias de
Cristo e iglesias de los santos en Romanos 16.16, 1 Cor. 11.16, 14.33. Si bien cada una es
99
una lámpara distinta, según sabemos por Apocalipsis capítulos 2 y 3, ellas estaban unidas en
un vínculo de fe, esperanza y amor. La unidad era orgánica y no organizacional. No se formó
una unión; no había una federación ni autoridad centralizada para controlarlas. Leemos de
las iglesias de Galacia, de Asia y de Macedonia [todas ellas provincias], pero no de la iglesia
de Asia ni la de Galacia.
En vista de las divisiones existentes en la iglesia en Corinto, se debe notar el uso frecuente
de todos en esta epístola. Todos tenían un mismo Señor. La obediencia a la voluntad de este
solo Señor ha debido ser el vínculo. Invocar el nombre de Jesucristo como nuestro Señor es
un eco de Joel 2.32, “Todo aquel que invocare el nombre de Jehová será salvo”. Es un
reconocimiento de su deidad.
La unidad de la nación de Israel se señaló claramente en las palabras de Jehová a Moisés:
“Bien he visto la aflicción de mi pueblo”, Éxodo 3.7, 5.1. Fue ilustrada por la manera en que
cada tribu estaba representada por una piedra preciosa en el efod del sumo sacerdote, Éxodo
28.29. Fue enfatizada cuando Israel se había multiplicado “como la arena que está a la orilla
del mar” y Jehová le dio a Salomón anchura de corazón en la misma medida, 1 Reyes 4.20,
29. Fue recordada en los días de guerra civil entre Israel y Judá por el hecho de seguir con
doce panes sobre la mesa limpia y el holocausto quemado dos veces al día para todo Israel,
2 Crónicas 13.10, 11. En los días más oscuros para las diez tribus, cuando la apostasía llegó a
su nadir bajo Ahab y Jezabel, Elías construyó un altar de doce piedras (no de diez), 1 Reyes
18.31. Y en los días cuando los setenta años de cautiverio llegaban a su fin, Daniel el
intercesor oró por “todo Israel”, Daniel 9.7,11, y se identificó con ellos aun en su pecado. De
nuevo en la época cuando el remanente volvió de Babilonia, según la instrucción del escriba
y mentor Esdras, enseñado en la ley de Jehová, se ofrecieron doce becerros por todo Israel,
Esdras 8.35.
Estas ilustraciones del sumo sacerdote, el rey, los sacerdotes, el profeta, el intercesor y el
maestro sirven para destacar la importancia de las palabras “con todos los que en cualquier
lugar invocan el nombre de nuestro señor Jesucristo” en el 1.2. Todo líder entre el pueblo de
Dios debe tomar a pecho este mensaje.
1.3
Gracia y paz .... Esta salutación se encuentra en casi todas las epístolas. Expresa el
deseo por su legítima prosperidad espiritual, especialmente en cuanto a su vida colectiva y
testimonio. La gracia nos introduce a todas sus compañeras, como la verdad, Juan 1.17,
súplica, Zacarías 12.10, apostolado o servicio, Romanos 1.9, y gloria, Salmo 84.12. El Padre
y el Hijo se invocan conjuntamente, indicio del reconocimiento apostólico de la igualdad
entre ellos.
B. Acción de gracias
1.4
Gracias doy a mi Dios siempre por vosotros ... De esta manera se refiere a las
diversas maneras en que ellos habían sido enriquecidos en Cristo Jesús, 1.4,5. El testimonio
acerca de Cristo, 1.6, es el evangelio acerca de Él, llamado en 2.1 “el testimonio de Dios” y
en 15.1 al 3 “el evangelio”. El cambio efectuado en ellos era una confirmación del poder de
este testimonio; compárese Romanos 1.16 (“el poder de Dios para salvación”), palabras
escritas desde Corinto.
El evangelio no empobrece, sino enriquece. Es, al hablar de Proverbios 8.18, las riquezas
duraderas y justicia. Por lo tanto, los corintios fueron enriquecidos en “todas las cosas”, a
saber:
 palabra (lógos), 1.5, o sea, con un mensaje llamado en el 1.18 la palabra de la cruz
 ciencia, 1.5, o sea, un conocimiento práctico de Dios y su verdad
100
 don, 1.7, cual es la habilidad concedida por Dios para impartir la palabra y ciencia
 esperanza, 1.7, de la venida o manifestación de Jesucristo
 confirmación, 1.8, o garantía que serían guardados “hasta el fin” sin ninguna acusación
en su contra.
La palabra traducida os confirmará era un término técnico para “garantizar” en el koine, el
griego del pueblo común. ¿Quién acusará a los escogidos de Dios? Romanos 8.33. Ellos
serán presentados santos y sin mancha e irreprensibles delante de Él, Colosenses 1.22.
 comunión, 1.9, la comunión entre aquellos que han sido llamados a este enriquecimiento
cristiano.
Aunque sus faltas eran muchas, su enriquecimiento le dio a Pablo motivo por alabanza. Hay
una ilustración de esto en Rut, la pobreza olvidada a raíz de su unión con el rico Booz.
Cinco veces en esta corta introducción el escritor habla del Señor Jesucristo, dándole su
título entero, nombre, igualdad con el Padre, manifestación en gloria, día y comunión. El
contexto en el cual se menciona el día de Cristo señala nuestra manifestación ante Él en el
tribunal. Cristo perfeccionará la obra en nosotros hasta el día de Jesucristo, para que seamos
sinceros e irreprensibles para el día de Cristo, para que en el día de Cristo se pueda gloriar,
Filipenses 1.6,10, 2.16.
1.9
la comunión con su Hijo ... describe la asamblea en Corinto. Compárese con 10.16,
17: la copa que es la comunión de la sangre de Cristo y el pan que es la comunión del cuerpo
de Cristo. El llamamiento de Dios, junto con la sangre o muerte de Cristo, forman la
verdadera base de esta comunión. El uso de su título en pleno describe su carácter. Es la
comunión de su Hijo (deidad), de Jesús (humanidad), del Salvador (Mateo 1.21), de Cristo
(el Mesías) y del Señor (su gloria: Dios le ha hecho Señor y Cristo, Hechos 2.36).
2. La asamblea cristiana y su unidad
1.10 al 4.21
A. La unidad en relación con el evangelio
1.10
Os ruego, pues .... No obstante los lazos de unión el nombre del Señor y la
comunión de todos había divisiones y contiendas. Manifiestas son las obras de la carne: ...
pleitos, celos, iras, contiendas, disensiones, herejías, Gálatas 5.19,20. Ciertamente la
soberbia concebirá contienda, Proverbios 13.10. Fue por medio de diferencia de idioma que
el mundo se dividió, Génesis 10.13. Se prohibía sembrar diversas semillas, Deuteronomio
22.9.
El apóstol les ruega a estar perfectamente unidos, empleando la palabra que en Mateo 4.21 se
usa para remendar redes y en Gálatas 6.1 para devolver a su debido lugar un hueso
descoyuntado. La contienda estaba estorbando su obra en el evangelio además de la actividad
espiritual de la asamblea. El ruego de Pablo toca las dos causas de división en Corinto:
diferencias doctrinales e incompatibilidad personal.
1.12
Quiero decir ... Ellos estaban promocionando siervos de Dios como líderes de
partidos. No los tenían como servidores de Cristo, 4.1. Se alude a cuatro partidos, pero en
ningún caso eran responsables las personas que se menciona. Más adelante en su carta, 4.6,
Pablo dice que había usado el nombre suyo y el de Apolos a título de ilustración. Los
verdaderos culpables eran sin duda ciertos líderes autonombrados que el apóstol llamará con
cierto sarcasmo “ayos”, 4.15, o sea, esclavos designados para el cuidado de niños.
101
Los primeros tres partidos erraban al nombrar como sus líderes a los siervos de Dios. Eran
cultos de personalidad. Se imaginaban espirituales; Si alguno se cree profeta, o espiritual,
...14.37. Parece que nada tiene ver con esto lo que el mismo escritor dice en 2 Cor. 10.7,
donde habla de falsos profetas: Si alguno está persuadido en sí mismo que es de Cristo ... El
cuarto partido se equivocó al afirmar que tenía una comunicación directa con Cristo y por lo
tanto no necesitaba la ayuda de siervos de Dios. Era el grupo más peligroso.
1.13
¿Acaso está dividido Cristo? ... Las contiendas traían tres consecuencias, como
sabemos por las tres preguntas: Cristo dividido, Pablo crucificado, y bautismo en el nombre
de Pablo. La división y el sectarismo niegan a Cristo como Cabeza y la unidad del cuerpo
suyo. Niegan la importancia céntrica de la cruz y su mensaje, como también la suficiencia
del nombre o la autoridad de Cristo. Tienden a introducir otra autoridad. El apóstol,
entonces, trata las tres preguntas en secuencia inversa a la que figuran.
1.14 al 17
a ninguno de vosotros he bautizado ..., Percibimos que no era la práctica del
apóstol efectuar el bautismo personalmente. En Corinto él había bautizado solamente a unos
pocos. Al haber considerado el bautismo innecesario o de poca importancia, no hubiera
bautizado a ninguno. Pero sí bautizó a algunos y dio enseñanza importante sobre la materia
en Romanos 6.1 al 7, Colosenses 2.11 al 13, etc. Pedro era otro que delegaba esta tarea a
terceros. Habiendo sido el mensajero principal, mandó bautizar a los de la casa de Cornelio,
Hechos 10.48.
Si el bautismo hubiera sido una parte esencial a la salvación, Pablo no ha podido hablar
como hace en estos versículos. Él está enfrentando las semillas del ritualismo, el comienzo
del farisaísmo. Aparentemente aquellos que bautizaban querían tomar como seguidores
suyos a las personas que bautizaron, considerando que los habían incorporado en su
respectivo partido.
1.17 al 25
no con sabiduría de palabras ... El gemelo del ritualismo es el racionalismo.
Lo llama la sabiduría de este mundo, la sabiduría de hombres, la sabiduría de palabras. Pablo
lo tumba como a un Goliat. En Corinto no había empleado la filosofía ni el oratorio, ya que
los consideraba armas carnales, armadura de Saúl, 1 Samuel 17.36 al 39. No quería adornar
su mensaje, acaso quedara sin efecto.
Está en juego lo solemne y eternal. Es inútil intentar complicar un evangelio que en sí es
sencillo, pensando complacer a los que se consideran inteligentes. La palabra, o predicación,
o mensaje de la cruz es el gran divisor. Separa a los que se pierden por un lado y a los salvos
por otro lado. La salvación se ve como una experiencia en el pasado: En esperanza fuimos
salvos; Dios nos salvó y llamó, Romanos 8.24, 2 Timoteo 1.9. Se ve como una condición
presente: Por gracia somos salvos, Efesios 2.5. Se ve como un proceso en progreso: A los
que se salvan, esto es, a nosotros ..., 1 Cor. 1.18. Se ve como una bendición por realizarse:
Nos ha puesto Dios para ... alcanzar salvación, 1 Tesalonicenses 5.9.
Las citas en 1.19,20 constituyen un reto. Ellas proceden de Isaías 29.14, 19.12, 33.18. La
sociedad inmoral de Corinto revelaba su impotencia y esterilidad. Pablo exige evidencia de
la eficacia de su filosofía. Se había manifestado en bancarrota, como también la ley del
Antiguo Testamento consistía en “débiles y pobres rudimentos”, Gálatas 4.9. El Mesías
crucificado era tropiezo a los judíos, ya que podían pensar sólo en función de un Mesías
reinante. Para los griegos, era locura, el colmo de lo ridículo. Pero su mensaje era más sabio
que la filosofía y más fuerte que la ley.
1.26 al 30
mirad, hermanos, vuestra vocación ... Habiendo mostrado lo hueco e
impotente del legalismo judío y la filosofía griega, el apóstol apela a los creyentes en Corinto
a prestar atención a su llamamiento. Más adelante les apelaría a prestar atención a cómo
edifican, 3.10; a cómo se comportan, 8.9; y cómo se jactan, 10.12. Se menciona tres
supuestas evidencias de pertenecer a la aristocracia del mundo: ni muchos sabios, ni muchos
102
poderosos, ni muchos nobles.
Al contrario, Dios escogió adrede el material menos esperado y aparentemente menos apto
para desplegar en él su gracia y poder. Él optó por lo necio en vez del sabio, lo débil en vez
de lo fuerte, lo vil y menospreciado en vez de la aristocracia, todo con el fin de que la carne
no tuviera de qué jactarse. Así, el poder del evangelio está en contraste con la debilidad e
incapacidad de la filosofía. La cruz, sabemos, se erigió en el Lugar de la Calavera.
1.30,31 por él estáis vosotros en Cristo Jesús ... Fue por la soberana gracia y elección de
Dios que ellos estaban en Cristo. Los tres grandes términos de justificación, santificación y
redención se deben considerar como incluidos dentro de la sabiduría y no como adicionales a
ella. Cristo nos es hecho sabiduría de parte de Dios, como si fuera un cofre que guarda tres
joyas de valor infinito. Estas tres son un resumen del mensaje del evangelio como está
presentado en Romanos capítulos 1 al 8. La secuencia de las palabras indica que la redención
es la del cuerpo. (... la adopción, la redención de nuestro cuerpo, Romanos 8.23)
El pecado crea estos tres problemas. Es debido al pecado que el hombre es culpable,
inmundo y esclavizado. ¿El preso culpable puede lograr su libertad o evitar el castigo a la
misma vez que la justicia quede satisfecha en cuanto a la retribución que exige? ¿El leproso
puede ser hecho apto para entrar en el santuario? ¿El esclavo puede gozar de libertad? El
evangelio resuelve cada uno de estos problemas, y podemos gloriarnos tan sólo en el Señor.
En el libro de Levítico se proyecta en sombra cada una de estas tres condiciones y su
remedio. En los primeros capítulos se presenta la provisión para perdonar el culpable; en los
capítulos centrales, la provisión para que el leproso sea limpiado; y en los capítulos finales la
provisión para que el esclavo sea redimido por un tercero.
De nuevo, esta vez en el 1.31, se aplica al Señor Jesús el título antiguotestamentario de
Jehová, un reconocimiento importante de su deidad.
2.1 al 5 Así que, hermanos ..., El apóstol se presenta como ejemplo; su servicio en Corinto
había sido muy fructífero. ¿Cómo se logró esto? En toda humildad él repasa su predicación
entre ellos, habiendo rechazado oratorio y filosofía en vista de la comisión que Dios le había
dado. Cristo le había enviado, dijo en 1.17, a predicar sin la sabiduría de palabras, para no
hacer vana la cruz. Consciente de su propia debilidad, estaba entre ellos con mucho temor y
temblor.
¿Acaso tenía miedo en cuanto a lo adecuado de su mensaje? Tenemos que rechazar la
posibilidad. ¿O temía la oposición y persecución que recién había encontrado en Filipos?
Posiblemente; Hechos 18.9,10. Pero lo más indicado es entender que se refería al temor de
que se rebajara al nivel de los oradores corintios para depender de la habilidad humana, las
palabras persuasivas y los argumentos, en vez de confiar solamente en el poder eficaz del
Espíritu Santo. La demostración del poder del Espíritu resultó en convicción y conversión,
como en el Día de Pentecostés cuando predicó Pedro. Tanto el mensaje (Jesucristo y éste
crucificado, 2.2) como los métodos del apóstol en Corinto nos proporcionan un patrón para
hoy día.
B. La unidad en relación con el desarrollo cristiano
2.6 al 8 hablamos sabiduría ... Hemos visto que en la sección anterior el apóstol tenía en
mente el mensaje del evangelio y la manera de presentarlo. Ahora procede a considerar su
responsabilidad, o mayordomía, para este misterio, llamándolo la sabiduría oculta. En tres
epístolas más habla de su responsabilidad doble: “mi evangelio y la predicación de
Jesucristo, según la revelación del misterio”, Romanos 16.25: “anunciar entre los gentiles el
evangelio ... y de aclarar a todos cuál sea la dispensación del misterio”, Efesios 3.8,9; “el
103
evangelio que habéis oído ... el misterio que había estado oculto”, Colosenses 1.23 al 26.
Dice que fue hecho ministro; no el único sino uno entre varios a quienes se había
encomendado esta responsabilidad doble de revelar y comunicar cierto misterio. Para las
generaciones que vendrían y para la Iglesia en general él cumplió con este deber al escribir
las epístolas a los romanos y los efesios. En contraste notable con las demás epístolas suyas,
no asocia a otro consigo en la redacción de estos dos documentos. Afirma claramente que el
evangelio había sido tema de promesa y profecía: ... el evangelio de Dios que Él había
prometido antes por sus profetas en las santas Escrituras, Romanos 1.1,2; La Escritura,
previendo que Dios había de justificar por la fe a los gentiles ..., Gálatas 3.8. Pero la verdad
en cuanto a la Iglesia, la unión de judío y gentil en un cuerpo con Cristo como Cabeza
exaltada, era un misterio escondido, el cual se reveló solamente en los tiempos del Nuevo
Testamento.
2.9,10 Antes bien, como está escrito ... Se trata de una cita de la sustancia de Isaías 64.4, y
debemos colocar al lado Ezequiel 40.4: Mira con tus ojos, y oye con tus oídos, y pon tu
corazón a todas las cosas que te muestro. La verdad tocante al misterio no era tema de
profecía en el Antiguo Testamento sino de revelación en el Nuevo. Las [cosas] que Dios ha
preparado no se deben entender como el futuro eterno (como hacemos a veces al hablar en
los entierros), sino las cosas que el Espíritu ya reveló. En su último mensaje a sus discípulos,
en el aposento alto, el Señor dijo: Aún tengo muchas cosas que deciros, pero ahora no las
podéis llevar. Pero cuando venga el Espíritu de verdad, Él os guiará a toda la verdad, Juan
16.12,13. Esto nos asegura que en el Nuevo Testamento contamos con toda la verdad, la
revelación completa de la mente de Dios. Lo profundo de Dios equivale la sabiduría oculta,
o lo que Efesios 3.9 llama el misterio escondido desde los siglos en Dios.
En Apocalipsis 2.24 leemos de las profundidades de Satanás, una referencia a la falsificación
satánica de la Iglesia legítima. El apóstol enseñaba esta sabiduría acertada entre aquellos que
habían alcanzado madurez espiritual. Si bien es esencial a una comprensión de la verdad en
cuanto a este misterio, no debemos imaginar que el apóstol se refiera a algún secreto que el
cristiano “común” no puede alcanzar. Toda verdad divina es para todo hijo de Dios. Sin
embargo, es posible que al emplear la palabra madurez, el escritor administraba una
reprensión velada a los corintios por ser inmaduros, cosa que hará abiertamente en 3.1 al 5,
llamándoles niños en Cristo.
En esta sección el apóstol sigue una práctica común al enseñar por contrastes. Obsérvese “ni
palabra, sino poder;” “no sabiduría, hablamos sabiduría;” “ojo no vio, Dios reveló;” “leche y
no vianda”. Además del contaste entre la sabiduría de este mundo y la de Dios, leemos de los
príncipes de este mundo con su gloria pasajera en contraste con el Señor de gloria eterna.
Posiblemente Señor de gloria sea el título más exaltado que se aplica a Cristo en la Epístola;
en Hechos 7.2 leemos del Dios de la gloria.
2.11 al 15
nadie conoce las cosas de Dios ... . En estos versículos se enfatiza el
ministerio del Espíritu; obsérvese las siete referencias al Espíritu en el capítulo 2. Hay una
brecha irreparable entre hombre y bestia. En contraste con la bestia, el hombre ha sido
dotado de espíritu, y por esto la bestia no puede saber lo que le corresponde al hombre. Pero
hay una sima todavía mayor entre el hombre y Dios, y por esto nadie conoce las cosas de
Dios. Dependemos enteramente del Espíritu de Dios, no sólo para la proclamación eficaz del
evangelio, 2.2,5, sino para que sepamos lo que Dios nos ha concedido. Tengamos presentes
las palabras de Mateo 11.27: Nadie conoce al Hijo, sino el Padre, ni al Padre conoce alguno,
sino el Hijo, y aquel a quien el Hijo lo quiera revelar.
La comparación entre el espíritu del hombre en relación con el hombre, y el Espíritu de Dios
en relación con Dios, establece la unidad y trinidad de la Deidad, y también la deidad e
igualdad del Espíritu con el Padre y el Hijo. El versículo es fundamental en cuanto a la
104
personalidad del Espíritu; Él puede penetrar “lo profundo de Dios”. Claramente, es
omnisciente e igual con Padre e Hijo.
En el 2.10 encontramos revelación por el Espíritu. Cosas que el hombre nunca ha podido
conocer o descubrir, se nos han revelado por las Escrituras por intermedio de los apóstoles y
profetas. “... ahora es revelado a sus santos apóstoles y profetas por el Espíritu”, Efesios 3.5.
Por cuanto las Escrituras ya están completas, no puede haber más profetas.
En el 2.12 encontramos iluminación por el Espíritu. “... para que sepamos lo que Dios nos ha
concedido”. Por cuanto nosotros es enfático, debe referirse de una manera particular a los
apóstoles. A ellos les fue dada la capacidad de comprender lo que Dios les había revelado
para así enseñarnos a nosotros. Esto está en contraste con lo dicho acerca de los profetas del
Antiguo Testamento, quienes tenían que buscar diligentemente el sentido de lo que estaban
diciendo; 1 Pedro 1.10 al 12. Sin embargo, es cierto que todo creyente ha sido hecho
recipiente del Espíritu Santo. El don del Espíritu es el sello y las aras de la salvación del
creyente, Efesios 1.13, 4.30, 2 Cor. 1.22, 5.5.
En el 2.13 encontramos inspiración. Las palabras empleadas para comunicar la verdad fueron
escogidas por Dios. Hay una forma de palabras sanas que debemos guardar, 2 Timoteo 1.13.
Si bien la revelación e inspiración se limitan a los apóstoles, la iluminación no. Podemos
buscar y conocer la iluminación del Espíritu sobre la verdad ya revelada. El espíritu del
mundo en el 2.12 es la actitud de independencia y suficiencia propia que está en contraste
con la del verdadero discípulo. Este último es el de Isaías 50.4,5: “despertará mi oído para
que oiga como los sabios”. La exhortación del Señor en Mateo 11.29 es que aprendamos de
Él, el manso y humilde de corazón.
Una construcción similar a la del 2.12 se emplea en Romanos 8.15: “No habéis recibido el
espíritu de esclavitud para estar otra vez en temor, sino que habéis recibido el espíritu de
adopción”. Y también 2 Timoteo 1.7: “No nos ha dado Dios espíritu de cobardía ...” Puestos
juntos, estos tres versículos muestran que hemos sido hecho recipientes del Espíritu con un
propósito triple: saber, orar y testificar.
2.14
el hombre natural no percibe ... Esto se refiere al hombre en su estado de
inconverso, controlado por un alma que no ha sido iluminada por el Espíritu Santo.
Nicodemo es un ejemplo llamativo. Él no podía entender la enseñanza del Señor en cuanto al
nuevo nacimiento. Era recto en lo moral y de capacidad reconocida en Israel, pero
completamente carente de vida y comprensión espiritual. Teniendo el entendimiento
entenebrecido, Efesios 4.18, no comprendía las cosas de Dios.
El libro de Eclesiastés es el comentario que Dios ha dado sobre el hombre natural, sus
objetivos, placeres y problemas. Sus intereses están todos “bajo el sol” y por lo tanto
circunscritos al tiempo. Por esto teme a la muerte, ya que le cortará de la esfera donde está su
tesoro. Busca la satisfacción en placer mundano, sabiduría, riqueza y religión, llegando a
reconocer al final que son un vacío. Todo le resulta vanidad y aflicción de espíritu. No le
agrada lo espiritual, ya que no le hace sentido.
A la luz de esto, el 2.13 se puede entender como, “enseñar cosas espirituales a los que tienen
mentes espirituales”, a saber, los que tienen al Espíritu. O, puede tener los sentidos que
figuran en algunas traducciones: interpretar la verdad espiritual en lenguaje espiritual, o
comunicar cosas espirituales por medios espirituales.
2.15
En cambio el espiritual ... El apóstol emplea expresiones parecidas en otras partes.
Ocuparse del Espíritu es vida y paz, Romanos 8.6. Si alguno se cree profeta, o espiritual,
reconozca que lo que os escribo son mandamientos del Señor, 1 Cor. 14.37. Vosotros que
sois espirituales, restaurad, Gálatas 6.1. Sumado el uno al otro, estos pasajes ofrecen un
retrato de lo que es un creyente ejercitado y equilibrado. Posee un espíritu de discernimiento
105
y es capaz de apreciar las cosas por sus cualidades espirituales.
A la luz del contexto, y especialmente en contraste con el 3.1, parece que el espiritual en
Corinto (ilustrado en la familia de Cloé) discernía el error de las divisiones y contenciones.
Al no involucrarse en ellas, la tal persona no era juzgada de nadie. Sin embargo, puede ser
que la idea sea la de discernir asuntos en una esfera mayor. A menudo el hombre natural no
puede comprender los motivos que impulsan al espiritual. El escritor insta a los cristianos a
ejercer el examen propio, 11.17, y a los profetas a someterse al juicio de otros, 14.29. Insta
también a la asamblea a ejercer juicio disciplinario, 5.3 al 13. Sin embargo, insiste en que él
es responsable al Señor no más, 4.3,4.
2.16
¿quién conoce la mente del Señor Es una cita de Isaías 40.13, repetida en Romanos
11.34. En esencia es casi una reafirmación del 2.11: ¿quién de los hombres sabe ...? El
hombre natural no puede conocer la mente del Señor, pero el espiritual posee la mente de
Cristo y puede conocerla. Es enfático el vocablo nosotros, y hacemos bien en recordar que
tener la mente de Cristo aplica tan sólo a los que son espirituales al estilo del apóstol. No era
el caso con los de mente carnal en Corinto.
Otra prueba de la deidad de Cristo es la aplicación de Isaías 40.13 a la persona del Señor. Así
como el hombre natural nos es presentado en el libro de Eclesiastés, las características del
espiritual se encuentran en la autobiografía espiritual del apóstol en la carta a los filipenses.
3.1 al 4 yo, hermanos, no pude ... Llegando al final de esta sección, el autor muestra el
efecto de la envidia y contienda entre el pueblo del Señor. Se revierte al período de su
ministerio entre ellos de la manera como había hecho en 2.1 al 5. No le había sido posible
hablarles como a espirituales. A lo largo de año y medio les había alimentado como niños en
Cristo, porque así eran, y parecía ahora que no habían progresado mucho desde ese entonces.
Eran como niños retardos, difíciles de enseñar.
En estos versículos de diagnóstico se señala cuatro síntomas de carnalidad. Las primeras dos
síntomas son negativas y las otras positivas
 Su incapacidad de absorber alimento sólido, queriendo decir una falta de comprensión
espiritual para captar algo más de lo elemental de la fe cristiana en una forma diluida. No
podían entrar en la verdad del “misterio”, 2.7.
 Su falta de desarrollo espiritual; “ni sois capaces todavía”. Eran pigmeos.
 Andaban “como hombres” en el sentido que manifestaban por su envidia y contienda
que estaban bajo el dominio de su naturaleza carnal.
 Ponían a siervos de Dios como líderes de partidos, imitando el estilo del mundo en su
ensalzamiento de individuos como fundadores de escuelas de filosofía.
Donde hay celos y contienda, allí hay perturbación y toda obra perversa, Santiago 3.16. En la
historia de Israel hay un ejemplo evidente de la manera en que obra la contienda. En Jueces
capítulo 8 la gente de Efraín se molestó porque Gedeón, de la tribu de Manasés, fue escogido
en vez de uno de la tribu suya, la de Judá. No les agradaba estar en segundo lugar. De nuevo
en el capítulo 12 este espíritu se manifestó y el resultado fue la muerte de miles de la gente
de Efraín en una guerra civil. En los tiempos de Roboam, otro hombre de la tribu de Efraín,
Jeroboam encabezó una división y formó el reino del norte, con consecuencias desastrosas.
Cuando el Señor vuelva en poder y gran gloria, será reconocido por la nación como su
Mesías y, se nos dice específicamente que Efraín no tendrá envidia de Judá, ni Judá afligirá a
Efraín, Isaías 11.13.
C. La unidad en relación con el servicio
El apóstol ya había mostrado cómo un espíritu partidario y contencioso hace impacto sobre
106
el evangelio y los creyentes. Echa sombra sobre el mensaje e impide el desarrollo del pueblo
del Señor. Ahora procede a tratarlo desde el punto de vista de su efecto sobre toda forma de
servicio y especialmente sobre aquellos que asumen liderazgo en la obra.
Cuando Madián (que quiere decir contienda) atacó a Israel, los invasores destruyeron todas
las hortalizas, dejando nada para las ovejas, bueyes y asnos, Jueces 6.4. Estos tres animales
sirven para ilustrar los tres grupos perjudicados por la contienda en Corinto, y por un espíritu
contencioso en cualquier parte. Las ovejas representan al creyente en general; el buey al que
sirve en la obra; y el asno, por cuanto tenía que ser redimido por un cordero, al inconverso.
3.5
y qué es Apolos? ... En esta sección los siervos se ven como colaboradores de Dios
y la asamblea como labranza de Dios. Por cuanto los corintios estaban envanecidos unos
contra otros, 4.6, el apóstol comienza con una pregunta: ¿Qué, pues, es Pablo, y qué es
Apolos? Sabiamente, no hace mención de Pedro, ya que en ninguna parte se dice que éste
haya visitado Corinto. Pablo había sembrado y Apolos regado, de manera que su ministerio
era complementario y había armonía entre ellos dos. Eran uno en sus metas y deseos.
Muchos hablan de regar la semilla con sus oraciones, pero no es el caso. Se riega con
ministerio, bien sea a un particular o a la asamblea: Como desciende de los cielos la lluvia y
la nieve ... [y] riega la tierra; Si dieres tu pan al hambriento ... serás como huerto de riego;
Isaías 55.10,11, 58.10,11. Spurgeon hablaba de la diferencia entre el riego productivo y la
inundación destructiva.
¿Qué es Pablo? Apolos? No hay nada personalmente derogatorio en la pregunta. El apóstol
quiere enfocar la atención de sus lectores sobre la función y lugar de éstos en el gran
esquema de la obra. Son apenas servidores, ministros o, mejor, diáconos. Dios dio el fruto, y
son de importancia secundaria los que sembraron y regaron. El apóstol quiere que los
corintios quiten la mirada de los hombres, y que la fijen en Dios. Eran como el ciego que
necesitó un segundo toque, por cuanto veía los hombres como árboles. O sea, tenían un
concepto distorsionado de sus líderes. En el 1.27 y de nuevo en 2.10 el escritor usó esta
misma expresión pero Dios en cuanto a la elección y revelación. Ahora la bendición viene de
la única fuente posible: de Dios.
Pablo y Apolos eran colaboradores o consiervos, y Pablo habla de la misma manera de
Timoteo, Tito, Marco y otros. La expresión comunica la idea de comunión en servicio. La
siembra de Pablo se narra en Hechos 18.1 al 18 y la riega de Apolos en el 18.27. Cada uno
tendrá su salario según su propia labor; el Señor reconocerá la diferencia en sus esfuerzos.
3.9
vosotros sois ... edificio de Dios El apóstol cambia de metáfora, viendo la asamblea
ahora como un edificio y en particular como un templo. En este párrafo no se menciona a
Apolos, pero se introduce una esfera más amplia al incluir a los líderes responsables en
Corinto. Pedro se dirigió a los líderes en Israel como vosotros los edificadores, Hechos 4.11.
Puede haber en el 3.9 una referencia indirecta a los judaizantes, del partido Pedro / Cefas en
particular, quienes cuestionaban el apostolado de Pablo.
Muy enfáticamente él dice que había echado la base, y esto por la gracia que le había sido
dada y le había hecho apóstol. Hay una nota de advertencia en las palabras, “Nadie puede
poner otro fundamento que el que está puesto, el cual es Jesucristo”. Se trata del fundamento
de la asamblea en Corinto. El fundamento de la Iglesia se echó históricamente en el Calvario
y doctrinalmente por los apóstoles y profetas: Pongo en Sion la principal piedra del ángulo
...; Edificados sobre el fundamento de los apóstoles y profetas ..., 1 Pedro 2.6, Efesios 2.20.
En Romanos 15.28 Pablo habla de su política de no construir sobre fundamento ajeno, y es
en este sentido que emplea el término al escribir a los corintios. Fue una base doctrinal. Por
cuanto insiste que se puede echar una sola, es importante notar qué dice de su predicación en
Corinto. El solo fundamento, dice, es Jesucristo, pero en dos epístolas nos relata cuáles
107
fueron las piedras de los cuatro ángulos
 Jesucristo que entre vosotros ha sido predicado por mí, 2 Cor. 1.19. Parece que fue la
primera nota que tocaba en la sinagoga, mostrando desde las Escrituras que Jesús era el
Cristo. Inmediatamente después de su conversión, él había proclamado que “éste era el
Hijo de Dios”, Hechos 9.20. Al comenzar su exposición del evangelio en la carta a los
romanos, afirma que éste fue declarado Hijo de Dios con poder, según el Espíritu de
santidad, por la resurrección entre los muertos.
 Me propuse no saber entre vosotros cosa alguna sino a Jesucristo, y a éste crucificado,
1 Cor. 2.2. Su mensaje se define en 1.18 como la palabra de la cruz.
 La resurrección. Un repaso de sus sermones deja en claro que su trompeta daba sonido
cierto en cuanto a esta verdad.
 Predicamos a Jesucristo como Señor, 2 Cor. 4.5.
3.12
si sobre este fundamento alguno edificare Si bien el fundamento puede ser uno
solo, los materiales empleados pueden ser diversos. Los seis materiales se dividen en dos
grupos, los imperecederos y los perecederos. Veamos diferencias entre los dos tipos. Hay
una gran diferencia en su costo; los primeros tres son muy costosos y los otros baratos. Hay
diferencia en su carácter; los hombres no pueden manufacturar los primeros, mientras que
los otros son productos de la naturaleza y representan lo que el hombre puede hacer. Y, hay
gran diferencia en su uso en la construcción; trabajar con piedras costosas es lento y tedioso,
mientras que en poco tiempo se puede levantar una estructura de heno. La diferencia clave
está en su combustión; el fuego no puede transformar el primer grupo pero acaba
rápidamente con el segundo.
No se puede decir que los materiales representan a personas, ni salvas ni inconversas, ya que
la gente no será sometida a fuego. Como es el fundamento de la doctrina en cuanto a la
persona y obra redentora de Cristo, así por analogía los materiales representan ministerio, a
saber, lo que se ofrece para edificar la asamblea. Aquello que corresponde al primer grupo de
tres es costoso, exige sacrificio y absorbe tiempo en su preparación. Aquello que
corresponde al segundo grupo de tres no cuesta ni tampoco construye algo duradero.
El día es el día de nuestro Señor Jesucristo que se menciona en el 1.8. Se refiere al tribunal
de Cristo, cuando cada uno de nosotros dará a Dios cuenta de sí, Romanos 14.12. Aquel día
aclarará lo que es oscuro en la noche, a saber, el período actual. No es tan sólo que el día lo
hará evidente, sino que el fuego probará su carácter, ya que la obra de cada cual será
sometida a la prueba de la Palabra de Dios. ¿No es mi palabra como fuego, dice Jehová, y
como martillo que quebranta la piedra? Jeremías 23.29. Juan vio los ojos del Señor como
llama de fuego, Apocalipsis 1.14. Es importante notar que no se trata de la salvación de una
persona, sino del carácter de su obra.
3.14
Si permaneciere la obra de alguno Se contemplan dos clases de obreros. Recibirá
galardón el que construya con arreglo a la Palabra. Por ejemplo: En conformidad a todas las
cosas que Jehová había mandado a Moisés, así hicieron los hijos de Israel toda la obra [del
tabernáculo] ... y los bendijo, Éxodo 39.42. En cambio, hay aquel que construya sobre buen
fundamento, pero con todo verá sus esfuerzos reducidos a cenizas, sin que su propia
salvación sea afectada. No hay nada en el versículo para sugerir una purificación del
individuo en un estilo de purgatorio.
3.16
¿No sabéis que sois templo de Dios? Para lenguaje parecido, favor de tomar el
tiempo de notar el 5.6, 6.2,3,9,15,16,19, 9.23,24. Note también Romanos 6.16, 11.2: ¿No
sabéis que si os sometéis a alguien como esclavos para obedecerle, sois esclavos ...? ¿No
sabéis qué dice de Elías la escritura?
Este verbo es óida, saber por percepción u observación, refiriéndose a hechos que han debido
108
ser obvios a los lectores. El templo de Dios en este versículo es la asamblea, a diferencia del
6.19 donde es la persona. Es la palabra usada al referirse al lugar santísimo donde moraba la
gloria divina. El Espíritu mora en la asamblea y debe presidir su adoración y ministerio.
3.17
Si alguno destruyere ... La palabra que figura como destruyere y destruirá es la
misma que figura en 2 Cor. 11.3 como extraviados: ... vuestros sentidos sean de alguna
manera extraviados de la sincera fidelidad a Cristo. Posiblemente las palabras se refieran al
engañador, como dan a entender las palabras, “Nadie se engañe a sí mismo”, y también “No
erréis” en el 6.9. El tal corrompería el santuario por su mala doctrina, como en 15.12,33,
donde las malas conversaciones corrompen las buenas costumbres. Pero en Israel la
inmundicia de parte de un individuo corrompería el santuario, y al no limpiarse el tal era
cortado de entre la congregación según Números 19.13,20. Ilustraciones tenemos en
2 Crónicas 29.16,17, en los días de Ezequías, y Nehemías 13.4 al 9, en el caso de Eliasib. De
esta manera corrompía la asamblea de Corinto el hombre que cohabitaba en pecado y fue
disciplinado por el Señor, capítulo 5 y también 11.30.
3.18
Nadie se engañe a sí mismo ... Los versículos 18 y 20 son una advertencia a los que
aparentemente eran líderes en la contención partidista. Son casi un eco de Proverbios 3.7, No
seas sabio en tu propia opinión; teme a Jehová, y apártate del mal, y de Isaías 5.21, ¡Ay de
los sabios en sus propios ojos, y de los que son prudentes delante de sí mismo!
La sabiduría carnal y los métodos carnales que se emplean para lograr los propósitos de uno
en una contienda en la congregación, son el camino seguro al desastre. Las dos citas son de
Job 5.13 y Salmo 94.11: Que prende a los sabios en la astucia de ellos ..., y, Jehová conoce
los pensamientos ... Las palabras la sabiduría de este mundo es insensatez para con Dios
aplican la enseñanza de 1.20 al 25 al tema del ministerio cristiano, pero en el capítulo 1 está
en vista su relación con la proclamación del evangelio.
3.21
ninguno se gloríe en los hombres Hay aquí un nota de advertencia a la asamblea
con respecto de hacer los hombres líderes de partidos o correr detrás de uno u otro
predicador al estilo de los príncipes de Rubén cuando incitaron a Coré a rebelarse contra
Moisés, Números 16.1 al 3. Los siervos de Dios no deben controlar las asambleas. Todos los
siervos de Dios son para el beneficio de todos. “Todo es vuestro”, a saber, para nuestro bien
y provecho espiritual. Por extraño que parezca, son siervos las cinco cosas mencionadas: el
mundo, la vida, la muerte, lo presente y lo porvenir.
3.23
vosotros de Cristo, y Cristo de Dios Todos ellos eran de Cristo, y un
reconocimiento de este hecho en nuestros días pondría fin a cualquier espíritu partidista.
Cristo es de Dios en el sentido que es siervo suyo, y a esto se refieren el 11.3 y el 15.28. La
Epístola enfatiza tanto la deidad como la humanidad del Señor. Su carácter de siervo no
terminó con su ascensión a la diestra del Padre.
4.1
téngannos los hombres ... Es evidente que algunos en la asamblea eran antagónicos
a Pablo. Este grupo se volvió más agresivo y a ellos se refiere 2 Corintios. Ellos juzgaban al
apóstol, 4.3, y se jactaban en pensar que Pablo no volvería.
Él ya había hablado del servicio para Dios como “obra de diácono”, como plantar, trabajar,
construir. Había hablado de sí como un arquitecto. Ahora emplea dos metáforas más: (1)
servidores de Cristo. Esta no es la palabra para diácono, sino para un subalterno. (2)
administradores de los misterios de Dios. Esta expresión sugiere una posición de
responsabilidad comparable a la de los levitas, quienes tenían la guarda del tabernáculo de
testimonio, Números 1.53.
Semejante responsabilidad en el servicio exige fidelidad, ya que por lo regular no se
supervisa la labor de un mayordomo, aunque, desde luego, él tiene que rendir cuenta, Lucas
16.1 al 12. La infidelidad de parte de un siervo resultaba en ser quitado del cargo, y con esto
109
en mente Pedro destaca la importancia de ser buenos administradores, 1 Pedro 4.10.
Los misterios de Dios podrían abarcar todas las verdades relacionadas con el evangelio, pero
lo probable es que se limiten a las verdades llamadas misterios de una manera específica.
Hay por ejemplo el misterio de la piedad, 1 Timoteo 3.16; de la ceguera parcial de Israel,
Romanos 11.25; de Cristo y de la Iglesia, Efesios 5.32; de que no todos vamos a morir,
1 Corintios 15.50,51, 1 Tesalonicenses 4.13 al 17.
Como había aquellos en Corintio que juzgaban al apóstol, él afirma osadamente que no tenía
conocimiento de nada en su contra, que tenía una conciencia enteramente limpia, pero a la
vez reconocía que su conciencia no es el árbitro de última instancia. El Señor omnisciente
juzga. Ya que Pablo vivía a la luz del tribunal de Cristo, él consideraba como cosa de menor
importancia ser examinado ante algún tribunal levantado por aquellos señores, o ser
evaluado según los valores de hombres: “o por tribunal humano”, a saber, “en día humano”.
Es una expresión empleada aquí no más; significa el período durante el cual el gobierno del
mundo está en manos de hombres. Terminará en fracaso en la consumación de esta edad,
cuando el Señor vendrá en poder y gloria para dar comienzo al día del Señor / de Jehová.
Pero Pablo se ocupa más del contraste entre el día del hombre con sus tribunales y el día de
Cristo que va a declarar todo. Según el 3.13 la obra de cada hombre será puesta a
descubierta, pero según 4.4,5 el Señor sacará a la luz las intenciones del corazón. Estas son
los consejos secretos que han impulsado el servicio prestado, como también los celos y las
contiendas tan abundantes en Corinto y, posteriormente, en toda localidad. El único encomio
que le merecía atención es aquel Bien hecho, siervo fiel que vendrá del Señor.
4.6
lo he presentado como ejemplo ... El apóstol había empleado el nombre suyo y el
de Apolos como ilustración, y adrede empleó estos diversos términos para describir su
servicio y su carácter, todo con el fin de que ellos los aplicaran a sí mismos y a las
circunstancias existentes en Corinto. De esta manera serían guardados de poner a los siervos
de Dios sobre un pedestal por encima de lo que las Escrituras sancionan. Es llamativo que no
se encuentre entre estas expresiones la de sacerdote. El Nuevo Testamento no la emplea al
referirse a un siervo de Cristo.
Pablo no cita escritura alguna. Al decir lo que está escrito, se refiere a lo que él mismo había
dicho en cuanto a los siervos y su servicio. Por consiguiente, cualquiera que había sido
capacitado para servicio ha debido recordar que debe todo a la gracia de Dios, sin lugar para
jactancia. La pregunta en el 4.7, ¿quién te distingue? desinfla toda forma de satisfacción
propia.
4.8
Ya estáis saciados... Les advierte en tonos macizos y severos, como a hijos amados
suyos. Posiblemente sean los más agudos en la Epístola, y son casi un eco de lo dicho por
Moisés a Israel en las llanuras de Moab. En el desierto esa gente habían sido peregrinos que
dependían de Jehová para su sustento diario en la forma del maná. Ya estaban por entrar en
la tierra y sus circunstancias cambiarían de un todo; ocuparían casas, viñas y olivares, con
comida en abundancia. Por esto la advertencia: “Cuídate de no olvidarte de Jehová ...”,
Deuteronomio 6.10 al 12. El consejo se repite y se amplía en 8.10 al 14. La prosperidad
traería tentaciones.
Las palabras sin nosotros reináis traen a la mente la parábola de Jotam en Jueces 9.8 al 10.
El olivo no podía producir aceite para el santuario y llevar corona a la vez, ni la higuera
producir higos si iba a aceptar corona, ni la viña sus uvas. Pero la zarza aceptó el honor con
gusto, y podría ponerse la corona y seguir produciendo espinos. Es un cuadro vivo de una
vida dominada por la carne, o una asamblea regida por reglas carnales.
Las palabras estáis saciados ... estáis ricos son muy similares a las que nuestro Señor iba a
decir a la iglesia de Laodicea. Los corintios habían reinado como realeza y aparentemente
110
gozaban de ciertas comodidades, pero sin nosotros da a entender que se olvidaban del
apóstol y de la evangelización.
En 4.8 al 10 se emplea seis palabras para describir el estado espiritual de aquellos creyentes:
saciados, ricos, reináis, prudentes, fuertes, honorables. Habían honrado al mundo y habían
sido honrados por el mundo. Las palabras son por demás irónicas. El apóstol procede con
listar seis figuras para describir la condición suya
 Dios nos ha exhibido ... como postreros. Hace pensar en el maltrato que recibió Jeremías
como el último de los profetas antes del cautiverio. Se estaban dando a los apóstoles el
último lugar.
 ... sentenciados a muerte. La figura es de los certámenes ante un gran público en el foro,
cuando el reo tenía la oportunidad de luchar con el gladiador, o con fieras, en un intento
por salvarse la vida. Pablo asemeja a los apóstoles a aquellos condenados que tenían todo
en su contra.
 espectáculo al mundo. Para el teatro mismo, junto con el universo, ante ángeles y
hombres, ellos eran espectáculo, Hebreos 10.33. El teatro en Éfeso era grande, Hechos
19.29; hoy día está en ruinas, con tan sólo la choza de un guardián en el centro.
 insensatos. “¿Qué querrá decir este palabrero?” dijeron los atenienses de Pablo en
Hechos 17.18. “Estás loco, Pablo”, afirmó Agripa en el 26.24. Él y sus colegas eran
tenidos por necios por la manera en que vivían.
 débiles. Compárese con 2 Cor. 10.10: “A la verdad, dicen ... la presencia corporal
débil”. De nuevo se abstenía voluntariamente a ejercer autoridad apostólica.
 despreciados. Eran como esclavos, negados sus derechos de ciudadanía.
3. La asamblea cristiana y su santidad
5.1 al 6.11
A. La santidad en su relación con Dios
5.1
De cierto se oye ... De manera abrupta el apóstol procede a tratar un caso muy
grave de fracaso moral. Era una transgresión flagrante del código moral, un caso de
fornicación del carácter más serio, y aparentemente cosa bien conocida entre ellos y aun
tolerada. No fue uno de los muchos temas de la consulta que la asamblea había presentado,
pero posiblemente él supo del asunto por intermedio de los tres señores que le visitaron y,
según parece, le entregaron aquella carta. Pero la asamblea no se afligió a causa de ese
pecado y por lo tanto no había tomado cartas en el asunto. Uno ha podido esperar que el
apóstol hubiera tratado este problema antes de los demás, pero sin unidad en la asamblea
hubiera sido imposible tratar con el ofensor, y no habría pureza.
El pecado era el de Absalóm, 2 Samuel 16.22. Era algo que no se toleraba ni siquiera entre
los griegos, aun en la relajación moral que había en Corinto. Se encontraban envanecidos,
posiblemente jactándose de una libertad falsa en un régimen de gracia. Obsérvense otras
referencias al envanecimiento en 4.16,19, 8.1, 13.4, y el trozo en Proverbios 28.25: “El altivo
de ánimo suscita contiendas”. Por esto el apóstol les reprende; su actitud ante el pecado
reflejaba su carnalidad y su arrogancia espiritual.
En el 6.9 el apóstol advierte: “No erréis; ni los fornicarios ... heredarán el reino de Dios”.
Parecía que algún engañador se ocupaba de tornar la gracia de Dios en lascivia, en una
oportunidad para gratificar la carne. La libertad se había vuelto licencia. Cabe bien la
posibilidad de que el hombre involucraba era uno que se aceptaba como un líder entre ellos,
un caudillo de partido.
111
El pasaje hace ver la gravedad que el apóstol asignaba a semejante pecado. Así como el
leproso tenía que ser excluido del campamento de Israel, Números 5.1 al 4, para el bien del
pueblo en conjunto, también es absolutamente necesario tomar medidas disciplinarias en
casos como éste para resguardar la salud espiritual de la asamblea. La iglesia local es el lugar
donde mora la honra de Dios, Salmo 26.8. Es “el templo de Dios”, 3.16. Un pecado del
carácter de éste contamina y debe ser enfrentado, así como a veces es preciso amputar un
brazo o una pierna para salvar la vida de un individuo.
El pecado en cuestión era uno claramente prohibido en la ley mosaica, y tenía que ser
juzgado. Se pronunciaba una maldición sobre cualquiera que haya sido culpable del mismo,
Levítico 18.8, Deuteronomio 22.20, 27.20, Amós 2.7; compárese Esdras 9.1, 10.6. Si la
asamblea hubiera lamentado, el hombre culpable hubiera sido “quitado de en medio” de
ellos. Quizás esto puede ser entendido en el sentido de una acción de parte de la asamblea, o
quizás como de parte de Dios como en Hechos 5.1 al 5. En casos como éste una asamblea
debe asumir el lugar y la posición de la viuda pobre en Lucas 18.1 al 3, clamando, “Hazme
justicia de mi adversario”.
5.3
he juzgado ... En estos versículos el apóstol da su veredicto y el juicio que debería
ser administrado. Conforme al principio enunciado en 3.17 que el que destruyere el templo
de Dios recibiría juicio de la misma índole, el apóstol decretó que el culpable debe ser
entregado a Satanás para la destrucción de la carne. Esto puede significar bien la destrucción
de las pasiones carnales o bien un castigo físico. Si es la primera, entonces se involucraría
alguna forma de enfermedad corporal que le impediría a la persona satisfacer su naturaleza
carnal. Sin embargo, es más aceptable el segundo criterio. En este caso las palabras, “la
destrucción de la carne” son afines a pronunciar una sentencia de muerte sobre el hombre. El
pecado era tan grave que solamente la muerte resolvería el problema satisfactoriamente y
vindicaría la santidad de Dios, y por ende sería una lección ante los ojos de la asamblea.
Se puede considerar como ilustración de la primera interpretación el juicio pronunciado
sobre la esposa adúltera en Números capítulo 5. Su aflicción corporal la convirtió en objeto
de vergüenza en el campamento. Una asamblea congregada con el fin específico de ejercer
disciplina es en efecto una solemne escena tribunicia, con el apóstol presente en espíritu y el
Señor Jesucristo presente en poder. En el nombre de, o con la autoridad de, el Señor Jesús el
juicio sería pronunciado y efectuado.
Las palabras, “a fin de que el espíritu sea salvo en el día del Señor Jesucristo”, hacen ver que
el juicio no incidía en cuanto a la salvación eterna del ofensor. Pero las palabras dificultan
creer que la disciplina era con miras a su restauración. A menudo se sugiere que se trata del
mismo individuo en 2 Cor. 2.5 al 10, pero esto es muy dudoso. La evidencia parece indicar lo
opuesto.
5.6
No es buena vuestra jactancia. La reprensión severa en cuanto a su envanecimiento
daría a entender que aun se gloriaban en su tolerancia del hombre y su conducta incestuosa,
su vida licenciosa. Algunos de ellos han podido pensar que era una emancipación de las
restricciones impuestas por la ley. Pablo les hace recordar que era preciso purgar la “vieja
levadura”, y que se requiere sólo un poco de levadura para leudar una masa entera, o
corromper toda la comunidad.
El hecho de asemejar el pecado a la levadura confirma el criterio que en las Escrituras la
levadura es siempre una ilustración del efecto del mal. Aquí el mal es moral. En Gálatas 5.9
es doctrinal. No sólo se debe excomulgar al individuo, sino también se debe jugar cualquier
descuido en cuanto a lo moral, o de otra manera toda la asamblea se contaminaría por
semejantes prácticas corruptas. El ejemplo perverso sería copiado por otros. “En Cristo”
ellos eran considerados como posicionalmente sin levadura, así como Israel estaba
representado por los doce panes sin levadura sobre la mesa en el tabernáculo. Si su vida y
112
práctica iban a corresponder a esto, ellos tendrían que limpiarse de la “vieja levadura”.
Solamente así serían una “nueva masa”. A los israelitas se les mandó quitar toda levadura de
sus casas en la época de la pascua. La primera masa hecha después de esto sería libre de
levadura, sería una “nueva masa”. Es de esta figura que el apóstol toma su instrucción.
5.7
nuestra pascua, que es Cristo ... celebremos la fiesta Esta es una de las muchas
maneras en que se alude a Cristo en la epístola. En 3.10,11 Él es el fundamento. En 10.4 es la
roca, y en 15.20 la primicia. Hay otras, y un estudio de las figuras enriquece.
La aplicación de la pascua a Cristo evidencia la importancia de estudiar la tipología del
Antiguo Testamento. El Antiguo encierra al Nuevo y el Nuevo explica al Antiguo. La fiesta
de los panes sin levadura se relacionaba con la de la pascua. El apóstol reconoce su
significado típico para la vida cristiana al escribir, “celebremos la fiesta”. De esta manera se
percibe la vida cristiana como una fiesta [una santa convocación], como en otras partes de
1 Cor. es presentada como una carrera y como una lucha.
Se debe quitar la levadura en todas sus formas, sea la levadura vieja, o la de malicia y de
maldad, o la levadura de los fariseos, o de los saduceos, o de Herodes, Mateo 16.6, Lucas
12.1, Marcos 8.15. La medida del gozo del Señor y de su redención en el creyente será la
medida en que respeta la exigencia de quitar de sí la levadura. Esto es cierto tanto en lo
particular como en lo colectivo. Hacemos bien en observar que en las instrucciones sobre la
fiesta de panes sin levadura se prohibía comer pan leudado, Éxodo 12.20, y se prohibía
guardar levadura en las casas y otros sitios, 12.15, 13.7. Además, se exigía comer pan sin
levadura, 12.15, 13.6,7. El creyente no debe estar satisfecho con abstenerse de lo que es
malo, sino debe alimentarse de Cristo, el auténtico pan de Dios, Aquel en quien no había
pecado. El testimonio cristiano debe incluir lo positivo, y no limitarse a lo negativo.
5.8
de sinceridad y verdad Esto se refiere a la vida del creyente en su carácter positivo.
El corazón debe ser sincero y el motivo debe ser puro. No es aceptable intentar a tapar una
falta con cera, así como se solía hacer en las estatuas de mármol. El corazón debe mostrase
sin defecto a la luz del sol. Todo esto está encerrado en la palabra traducida sinceridad. El
trozo nada tiene que ver con la cena del Señor en sí.
Tan interrelacionadas eran la pascua y la fiesta de panes que casi se percibían como una sola.
Así también lo que ellas representan o profetizan típicamente la redención y la
santificación están estrechamente vinculados en el Nuevo Testamento, como también al
altar y la fuente eran asociados en el tabernáculo.
5.9
he escrito por carta El apóstol se refiere aquí a una carta escrita en una ocasión
anterior, y parece que había un mal entendido en cuanto a su contenido y propósito. No
tenemos esta carta ahora. Se ha sugerido que se refiere a lo que está diciendo en ese
momento, pero no puede ser así porque dice que ya les había escrito “por carta”, y prosigue
con lo que parece ser un resumen de su mensaje. Se prohíbe aun el intercambio social con
uno que se llama hermano, si el tal es culpable de alguno de los pecados listados en el
versículo 11.
“Los que están fuera” es una frase que señala a los irregenerados; compárese Marcos 3.11,
Colosenses 4.4, 1 Tesalonicenses 4.14. Dios les juzgará. No está dentro de la esfera de
responsabilidad, ni es una prerrogativa, de la asamblea cristiana pronunciarse en juicio
contra ellos. Aparentemente la mujer involucrada en este asunto era inconversa, o ella
hubiera caído bajo la misma iniciativa disciplinaria que el hombre. A él se le describe como
un perverso, y se manda que sea quitado de la comunión de la asamblea; compárese
Deuteronomio 13.15, 17.7. Hasta allí la responsabilidad de la congregación.
Se precisaba de autoridad apostólica para entregar el tal a Satanás. Leemos de esto una sola
vez más, donde el pecado era doctrinal; 1 Timoteo 1.20. Ya que el mundo es la esfera donde
113
gobierna Satanás, se puede afirmar que al excomulgar al sujeto se le asignaba de hecho al
poder de Satanás. Satanás puede tocar al creyente solamente con la voluntad permisiva de
Dios, como vemos en el caso de Job y el del aguijón en la carne que le afligía a Pablo. La
persona descrita en Gálatas 6.1 no debe ser tratada conforme a las instrucciones contenidas
en este capítulo.
B. La santidad en la relación del uno con el otro
6.1
¿Osa alguno ...? En el capítulo 5 el apóstol les había reprendido fuertemente por no
reconocer la santidad que conviene a la casa de Dios, al decir de Salmo 93.5. En 6.1 al 11 se
enfatiza la santidad que debería caracterizar al pueblo de Dios en su trato el uno con el otro.
De alguna manera no especificada ellos habían venido defraudando aun a sus propios
hermanos en la fe. La idea no es que se puede defraudar a los demás, pero los hermanos en
Cristo deben tener un cuidado especial para el bienestar de cada cual. Con el fin de buscar
justicia, algunos habían entablado demandas en tribunales romanos. Cualquiera que resultare
ser el fallo, esto de por sí era una falta, una derrota.
Al condenar estas iniciativas el apóstol insta que se arreglen estos asuntos entre hermanos. El
vocablo injustos en el 6.1 se debe entender como sinónimo con incrédulos en el 6.6. No hay
sugerencia de que la decisión de parte del tribunal sería de hecho injusta, aunque la justicia sí
se sacrifica en tales lugares.
Los santos han de juzgar el mundo
 Mateo 19.28
Os sentaréis sobre doce tronos, para juzgar a las doce tribus
de Israel.
 Lucas 22.25 al 30 Os sentéis en tronos juzgando a las doce tribus de Israel.
 Daniel 7.22
Se dio el juicio a los santos del Altísimo.
A los ángeles también
 2 Pedro 2.4
... los entregó a prisiones de oscuridad, para ser reservados
al juicio
 Judas 6
... los ha guardado bajo oscuridad ... para el juicio del gran día
Por lo tanto, ¿se puede pensar que no sean capaces de juzgar asuntos que en el mayor de los
casos son triviales en comparación?
Leemos en relación con el 6.5 que hay dos posibilidades para el creyente defraudado. (1)
Puede presentar el problema a los hermanos, o (2) puede aceptar el abuso, encomendar el
asunto al Señor y esperar su veredicto. En este contexto se les advierte no engañarse. Los
injustos no heredarán el reino de Dios, ya que la justicia caracteriza ese reino; “No paguéis a
nadie mal por mal”, Romanos 12.17.
Los pecados mencionados en el 6.9 son personales y sociales: vicios sexuales e idolatría. La
mención de tantos es indicio del ambiente inmoral en la ciudad, pero una comparación con
Romanos 1.19 al 32 y Colosenses 3.5 al 7 deja entrever que estaban en bancarrota moral
tanto la civilización romana como la griega. No han podido ser más degeneradas.
Los pecados mencionados en el 6.10 son los que se cometen contra otros (ladrones, avaros,
borrachos, maldicientes, estafadores) y apóstol afirma de nuevo que los tales no heredarán el
reino; véanse Gálatas 5.19 y Efesios 5.5. Se debe insistir en la rectitud moral como prueba de
la legitimidad de la profesión de ser cristiano, así como la celebración de la fiesta de panes
sin levadura era una señal sobre la mano y un memorial delante de los ojos; Éxodo 13.9. Era
evidencia a uno mismo (las manos) y a otros (la frente).
En el 6.11 se evidencia la eficacia del evangelio en Corinto. Las vidas de algunos habían sido
114
como aquellas de los versículos 9 y 10, pero ellos habían sido revolucionados y
transformados por el dinamismo del evangelio. Habían sido justificados en el nombre del
Señor Jesús, santificados por el Espíritu Santo, y lavados. Los verbos justificados y
santificados están en la voz pasiva, pero lavados en la voz media. Se habían lavado, en el
sentido que se interesaron para que fuese efectuado; ellos personalmente tenían una
responsabilidad por el asunto.
Una comparación con Hechos 22.16 (Ahora, pues, ¿por qué te detienes? Levántate y
bautízate, y lava tus pecados, invocando su nombre). conduce a concluir que el apóstol se
refiere aquí al hecho de que en su bautismo ellos habían profesado públicamente que habían
renunciado su antiguo estilo de vida. El bautismo no es solamente un acto en el cual el
creyente confiesa a Cristo como Señor (Hechos 10.48) y expresa su identificación con Cristo
en sepultura (Romanos 6.4,5), sino también un símbolo de haber dejado la vida de antes
(compárese Deuteronomio 21.1 al 6).
Ser santificado por el Espíritu puede referirse a su obra inicial en poner aparte al creyente, o
a lo que se menciona específicamente en el 6.19, donde se habla del cuerpo del cristiano
como un templo propio del Espíritu. Dijo Jehová en Éxodo 29.43: Allí [en el tabernáculo]
me reuniré con los hijos de Israel; y el lugar será santificado con mi gloria. Se emplea aquí
en Corintios un título que no encontramos en otro lugar: el Espíritu de nuestro Dios. El
versículo manifiesta cómo la Trinidad está en la trama y urdimbre de la Epístola.
Las dos palabras santificados y justificados enfocan la atención sobre los dos aspectos de la
vida cristiana enfatizados en esta sección: la santidad práctica que debe caracterizar la
asamblea (capítulo 5) y la justicia práctica que debe caracterizar la conducta del creyente
ante los demás (6.1 al 11).
Los pecados mencionados en el 6.9 son inmundos (fornicarios, idólatras, adúlteros,
afeminados, los que se echan con varones). Son una negación de la santidad, mientras los del
versículo 10 chocan con la justicia. En los Salmos hay gran énfasis sobre estos dos aspectos
de la vida en Dios. Leemos de la hermosura de la santidad que conviene a la casa de Dios en
el 93.5 y 29.2. Leemos de los sacrificios de justicia y la senda de justicia en el 4.5 y 23.3.
(Leemos de los frutos de justicia en Filipenses 1.11 y Hebreos 12.11). Son apenas unos
pocos ejemplos.
4. La asamblea cristiana y la libertad personal
6.12 al 11.1
A. La libertad en relación con uno mismo
Si bien el apóstol sigue en esta sección en exhortación a una santidad práctica en la vida, lo
hace en el contexto de otro asunto que estaba tomando dimensiones peligrosas en la
asamblea en Corinto. Era el problema de la libertad cristiana.
Aparentemente había dos grupos que tenían criterios diametralmente opuestos acerca del
ejercicio de su libertad. Cada uno parece haber tenido su máxima o slogan. Los libertinos
tenían el suyo resumido cuatro veces en la afirmación que “todo me es lícito”. Lo aplicaban
tanto a los alimentos como a la fornicación. Por otro lado, los ascéticos querían prohibir el
matrimonio y el consumo de cualquier alimento que haya sido ofrecido a ídolos, y esto aun
en el hogar.
Al contender con estas dos fracciones opuestas el apóstol no intenta hacerlo de frente. Él se
expresa como de acuerdo en parte con ambas, y luego introduce cláusulas calificativas que
115
neutralizan su error.
El quiasmo el carácter introvertido de toda la sección se puede demostrar como sigue
A. todas las cosas me son lícitas
6.12
libertad
B. las viandas para el vientre
La cuestión de la
6.13
La cuestión de los
alimentos y los ídolos
C. el cuerpo no es para la fornicación
6.13 al 20 La cuestión de una
relación sexual prohibida
C. el cuerpo es ... para el Señor
7.1 al 40 La cuestión de una
relación conyugal sancionada
por Dios
B. en cuanto a lo sacrificado a los ídolos
A. todo me es lícito
8.1 al 10.22
10.23 al 30
Exhortaciones concluyentes 10.31 al 11.
6.12
Todo me es lícito ... Se expone primeramente qué es la libertad personal. Sin duda
las palabras “todo me es lícito” eran un slogan favorito de los libertinos. Ellos estaban
dispuestos a aceptar la enseñanza de aquellos que cambiaron la gracia de Dios en una
oportunidad para gratificar la lascivia de la carne. Volvieron la libertad en licencia.
Considérese: “... que no uséis la libertad como ocasión para la carne”, Gálatas 5.13. “...
convierten en libertinaje la gracia de nuestro Dios”, Judas 4. Era una perversión del
evangelio de la gracia divina como la enseñaba el apóstol. Ellos afirmaban ser exentos de
todo resguardo ceremonial y moral porque estaban libres de la ley y bajo la gracia.
El apóstol hace concesión con respecto a los alimentos, dando a saber que lo que comemos
no tiene un significado moral, así como se enseña en Marcos 7.14 al 23 (“Nada hay fuera del
hombre que entre en él, que le puede contaminar”). Más adelante reconoce que un ídolo no
es nada, 8.4, pero incorpora en 6.12 como cláusula calificadora un punto muy importante;
“mas no todas convienen”. Lo repite en el 10.23, como veremos.
Lo que comemos carece de significado moral, pero no así la fornicación. Sus implicaciones
morales y espirituales son muy graves. Hay un marcado contraste entre la manera en que él
habla del estómago y del cuerpo. El uno, cual canal de sustento, será destruido por ser
innecesario. Pero el cuerpo, contrario a la creencia que se alegará, tiene un futuro. Una falta
de comprensión de esto condujo a las profundidades de degeneración de las prostitutas del
templo  “la ramera”. El hecho de citar Génesis 2.24 muestra que la unión sexual con una
prostituta no era meramente física. Encierra una unión mental y moral; es un pecado contra
el cuerpo de uno mismo, y uno que puede dar lugar a enfermedad venérea; véase Romanos
1.26,27.
Se debe notar las varias referencias al cuerpo
 es para el Señor
 Él es para el cuerpo
 será resucitado
 es miembro de Cristo
 no debe ser contaminado por fornicación
 mora en él el Espíritu Santo
 el creyente debe glorificar a Dios en su cuerpo
(Varias traducciones omiten del versículo 20, “y en vuestro espíritu”).
116
También se debe notar en este pasaje los incentivos a la santidad, o a la honra para Dios.
Quizás sea de ayuda verlos en la secuencia invertida, comenzando con una referencia a la
cruz y terminando con una referencia a la resurrección
(1) Habéis sido comprados por precio, 6.20. En el 7.20 se repite la afirmación, pero con una
aplicación diferente.
Quiere decir adquirir mediante la cancelación de una suma, o comprar en el mercado, la
agora. El precio que canceló nuestra compra fue la sangre preciosa de Cristo, 1 Pedro 1.18.
Por esto no somos nuestros; somos una posesión adquirida.
(2) Vuestro cuerpo es templo del Espíritu Santo, 6.19.
Hemos sido hechos recipientes del Espíritu en virtud de la muerte de Cristo. “El Espíritu de
Dios mora en vosotros”, “¿Cómo no nos dará con él todas las cosas?” Romanos 8.9,32
(3) El que se une al Señor, un espíritu es con él, 6.17.
La unión del creyente con Cristo es una característica prominente de la Epístola a los
Romanos en los capítulos 6 al 8 y también en Colosenses 2.9 al 3.4. Es una doctrina de
importancia clave en el Nuevo Testamento. Lea nombró a uno de sus hijos Leví, queriendo
decir unido. Fue una profecía, ya que posteriormente la tribu, “Se juntarán, pues, contigo
[con Aarón], y tendrán el cargo del tabernáculo”, Números 18.2 al 4. Todo creyente debería
ser un auténtico levita, sirviendo al Señor en novedad del Espíritu.
(4) Vuestros cuerpos son miembros de Cristo, 6.15.
Parece que los corintios no se habían dado cuenta de esto, y por lo tanto se formula la
pregunta, “¿No sabéis?” La membresía en el cuerpo se trata en 12.12,27. Aquí el enfoque es
que el cuerpo debe ser guardado de la contaminación, debido al contexto y la mención de la
fornicación. De ella el creyente debe huir, al estilo de José en Génesis 39.12. Hay
advertencias en este sentido en Proverbios 6.32,33, 7.21 al 23.
(5) Dios ... a nosotros nos levantará con su poder, 6.14.
Esto se asegura más allá de toda duda por el hecho de que Él “levantó al Señor”, un tema
tratado extensamente en el capítulo 15.
Es instructivo notar el método del apóstol al corregir el error. Él ofrece enseñanza
constructiva acerca del cuerpo y su lugar en el esquema de salvación, y corrige el concepto
equivocado de la gravedad del pecado bajo consideración con verlo (i) a la luz de su
membresía en el cuerpo de Cristo, 6.15; (ii) la verdadera naturaleza de semejante unión,
6.16; y (iii) sus efectos sobre el cuerpo mismo, 6.18.
B. La libertad en relación con el matrimonio
El apóstol trata estos puntos en secuencia en 7.25, 8.1, 11.2, 12.1, 16.1.
7.1
bueno le sería al hombre ... Habiendo atendido debidamente a la cuestión de la
fornicación, y la relación sexual ilícita y prohibida, el apóstol se dirige al problema
presentado por los ascéticos en cuanto al matrimonio como está expresado en las palabras,
“bueno le sería al hombre no tocar mujer”.
No lo hace por enfrentamiento directo; la cita era a lo mejor una santa y seña del partido.
Difícilmente podría ser una declaración de parte del apóstol, porque restaría del propósito de
Dios en la creación, “Fructificad y multiplicaos”. La enseñanza clara de las Escrituras es que
el matrimonio es honroso, Hebreos 12.4. La unión conyugal es simbólica de la unión entre
Cristo y la Iglesia, Efesios 5.31,32.
117
En este capítulo se ve el matrimonio desde siete ángulos
7.1 al 7
Visto a la luz de la inmoralidad en el entorno y la incontinencia
“... a causa de las fornicaciones, cada uno tenga su propia mujer ...” Se afirma claramente las
obligaciones del estado de casados. El cristianismo no sanciona ni la poligamia ni la
poliandria, 7.2. En la ocasión de casarse cada cual asume como deuda ciertas obligaciones a
la otra parte, 7.3. Compárese Éxodo 21.10, “Si tomare para él otra mujer, no disminuirá ... el
deber conyugal”.
Cada una tiene sus derechos conyugales y el hecho de no reconocerlos es defraudar, 7.4,5. La
abstinencia de la relación sexual debe ser sólo por mutuo acuerdo o sólo un convenio
temporal o una concesión, 7.6, acaso las partes caigan debido a su falta de continencia, por
alguna tentación satánica, alguna trampa puesta por Satanás para entorpecerles. El lenguaje
casi da a entender que algunos de los ascéticos ya eran casados y deseaban abstener de toda
relación conyugal.
El matrimonio guardaba a los cristianos del pecado de fornicación al cual estaban tan
expuestos por su incontinencia, y así su vida en familia sería un testimonio contra la
corrupción que imperaba. Proporcionaba una manera por la cual los hijos nacerían y se
criarían en una atmósfera con la debida actitud al sexo y el estado conyugal.
Sin embargo, el apóstol reconoce que para algunos la soltería o el celibato tenía ciertas
ventajas. Él percibía su propio celibato como un carisma, un don de Dios, 7.7. El estado de
casados, con su compañerismo, consejo y paternidad, es también un carisma, un don de Dios.
“El que halla esposa halla el bien, y alcanza la benevolencia de Jehová”, Proverbios 18.22.
En ninguna parte se ordena el celibato ni se sugiere que es de alguna manera superior o más
santo que el matrimonio.
7.8,9
Visto a la luz de la ventaja física que ofrece
Si bien es positivo quedarse soltero, tanto en lo físico como en lo demás es mejor casarse que
quemar de deseo sexual. (Lascivia en Romanos 1.27 es quemando en el 7.9). El instinto o
impulso sexual es fuerte y de origen divino, de manera que debe ser considerado. La
conversión no lo anula. Se hace mención aquí de viudas, y de vírgenes en el 7.25, de manera
que los solteros se refiere a los varones sin casarse o enviudados.
7.10,11 Visto a la luz de la enseñanza del Señor
“a los que están unidos en matrimonio ...” Aquí Pablo basa su mandamiento en la enseñanza
del Señor ya registrada en Mateo 19.1 al 6 y Marcos 10.1 al 12. A la luz del contexto en el
cual el Señor dio la enseñanza se puede concluir que los “unidos” a quienes se refiere el
apóstol son creyentes de parte y parte. Él permite la posibilidad de una falta de
compatibilidad, pero no la considera una razón suficiente para la separación o el divorcio.
7.12 al 16
Visto a la luz de la conversión posterior de una de las partes
“a los demás yo digo, no el Señor ...” No tenemos registrado nada que el Señor haya dicho en
cuanto al problema que Pablo va a tratar. No obstante, lo que expone cuenta con la misma
autoridad, siendo inspirado por el Espíritu. Se pone en su debido enfoque varios puntos
 La conversión del esposo o la esposa no anula el matrimonio. Su estatus no cambia. Los
hijos no son bastardos ni han nacido fuera de un lazo matrimonial.
 El esposo no debe querer poner fin al nexo.
 La esposa no debe dejar al esposo, aunque en algunos casos en India sería prácticamente
imposible que una señora continuara viviendo con un esposo idólatra. A lo mejor él no
querrá.
118
 Si el incrédulo se va, la otra parte está libre. Sin embargo, el alcance o medida de esta
libertad es discutible. ¿Solamente libertad de la responsabilidad que tenía, o libertad para
casarse de nuevo? Insistir que la parte abandonada se quede sin casar sería imponer un
yugo que a lo mejor no podría llevar; versículos 2, 5 y 9. No obstante, todo creyente
debería hacer lo posible para convivir con su pareja; es una responsabilidad primaria.
 “El marido incrédulo es santificado ..., harás salvo a tu mujer” 7.14,16. Las palabras del
versículo 14 deben ser leídas y entendidas a la luz del versículo 17. La comparación deja
en claro que la santificación no ser entendido a la par de experiencia de salvación. Las
palabras del versículo 16 estimulan a la parte creyente a saber que él o ella puede ser el
instrumento en la salvación de la otra.
7.17 al 24
Visto a la luz de su llamamiento
El creyente debe ser fiel al llamamiento de Dios en cualquier esfera de la vida que Dios en su
soberanía le ha asignado. No se interpreta el texto como para sugerir que uno nunca debe
cambiar de oficio. El apóstol aplica a una esfera más amplia la necesidad y la sabiduría de
permanecer en el lazo conyugal en el cual ellos han sido llamados, 7.20,24. Este es el vínculo
entre estos versículos y los que preceden.
El principio que opera en el caso del matrimonio aplica a la circuncisión, 7.18, y a la
esclavitud, 7.20. Habiendo sido comprado con precio, uno es siervo o esclavo de Cristo y
debe proseguir fiel a Dios. Si logra su libertad uno que era esclavo en el momento de su
conversión, bien, pero debe llevar en mente que goza de una emancipación mayor. Es uno
libertado por el Señor mismo. Por el otro lado, el que gozaba de libertad en el momento de
ser salvo era en realidad esclavo de Cristo.
El uso repetido de llamado merece mención. No se refiere a una vocación terrenal sino a la
ocasión específica del llamamiento de Dios. Compárese Romanos 8.28 al 30, “... los que
conforme a su propósito son llamados ...” La exhortación es que se queden fieles al
llamamiento que les sacó de las tinieblas a la luz.
7.25 al 38
Visto a la luz de las circunstancias que se imponían
“la necesidad que apremia”, 7.26; “en cuanto a las vírgenes”, 7.25. Aparentemente estamos
ante otra pregunta formulada por la asamblea. Así como en el versículo 12, él menciona de
nuevo que no hay nada dicho por el Señor al cual podemos apelar. Por esto expresa su
criterio y afirma que habla conforme a la sabiduría que le dio el Espíritu Santo.
La necesidad que apremiaba era tal que el apóstol consideraba aconsejable abstenerse del
matrimonio. (Véase Jeremías 16.1 al 7 para un mensaje parecido de parte de un profeta). Qué
era el gran problema en Corinto, no sabemos. Se conjetura en vano, pero no se descarta que
haya sido el matrimonio. No sería un pecado casarse, pero hacerlo traería problemas.
Es probable que las palabras, “el tiempo es corto” se refieran a que la venida del Señor se
acerca y a cómo esta realidad debería tener efecto sobre todo creyente y todo aspecto de su
vida, 7.29 al 31. Debe ser como Urías, un soldado en servicio activo. Las ventajas de la
soltería se enfatizan de nuevo, pero cuidadosamente para evitar la posibilidad de que sus
palabras sean un tropiezo, 7.34. Por esto el apóstol deja en claro que hay entera libertad para
casarse o dar en casamiento.
Surge la pregunta de quiénes son las vírgenes. ¿Son las hijas solteras de creyentes, y ellas a
su vez creyentes? ¿O son las señoritas comprometidas ya para casarse? Algunos opinan que
se trata de varones además de señoritas. J.N. Darby traduce virginidad en 7.36,37 pero es
difícil comprender la cosa así a la luz del versículo 37 en particular.
7.39,40 Visto a la luz de la muerte del esposo
Se aclaran tres puntos en estos versículos concluyentes
119
 El lazo conyugal del creyente se disuelve solamente por la muerte.
 El viudo está en libertad de casarse, pero solamente con otro creyente en Cristo y
conforme a la voluntad del Señor.
 La enseñanza del apóstol se dio por el Espíritu de Dios.
Las siete referencias al Señor en esta sección ameritan atención. Leemos de la misericordia
del Señor en el versículo 25, las cosas que le pertenecen a Él en el 32, agradar al Señor en el
32, acercarse al Señor en el 35 y “en el Señor” en el 39.
El capítulo es un aporte importante al tema del matrimonio cristiano. Establece
inequívocamente su legitimidad y trata adecuadamente su conveniencia para cierta gente,
bajo ciertas circunstancias y con ciertos fines. En su primera carta a Timoteo el apóstol
castiga como “doctrina de demonios” la prohibición a casarse y a comer determinados
alimentos, observando que enseñanza de esta índole produce sólo una santidad espuria,
1 Timoteo 4.1 al 5.
C. La libertad en relación con el hermano débil
8.1 En cuanto a lo sacrificado a los ídolos ... Es un tanto sorprendente que se haya
formulado una pregunta como ésta. El apóstol había ministrado en Corinto por la mayor
parte de dos años, y cuesta creer o pensar que en aquel lapso el tema no se había presentada y
tratado.
Las palabras “no erráis” (“¡No os llaméis a engaño!” Nueva Versión Internacional) en el 6.9 hacen
entrever, como ya hemos comentado, que algún engañador estaba obrando en la asamblea,
buscando corromperla al tornar la gracia de Dios en una oportunidad para gratificar la
lascivia de la carne. La necesidad de usar lenguaje tan fuerte en el 6.12 al referirse a la
fornicación, y ahora al tratar de los alimentos ofrecidos a los ídolos, revela la senda
asquerosa de la serpiente que queda manifiesta en otras partes también. (Como ejemplos hay
Apocalipsis 2.14,20, la doctrina de Balaam y la seducción de Jezabel).
El problema presentado era doble: participar en una fiesta de alimentos que habían sido
ofrecidos en el templo idólatra, 8.10; y, comérselos en una casa particular, 10.25.28. El
apóstol abunda sobre esto, cuando uno hubiera pensado que lo trataría en apenas un par de
líneas, o quizás citaría la decisión de la reunión en Jerusalén. Hubiera sido fácil limitarse a
citar un par de reglas, pero, al contrario, él va al fondo y expone principios vitales que
aplican a todos los asuntos que pueden provocar conflictos de conciencia en el creyente
cuando no hay un claro Escrito está para nuestra orientación.
Es esto que hace que los capítulos se revistan de tanta importancia en nuestros tiempos. El
problema específico de qué comida se puede comer afecta a relativamente pocos cristianos
ahora, pero los principios expuestos son de aplicación universal. Por ejemplo: el brindis
social, el cigarrillo, el cine, la televisión, la vestimenta). Un cristiano carnal, o aun el
inconverso, puede cumplir con reglas, pero se requiere percepción y poder espiritual,
ejercicio y energía espiritual, para aplicar los principios a la práctica.
8.1 El conocimiento envanece ... Se pone en contraste el conocimiento y el amor. El uno
infla a la persona y el otro construye. En el mejor de los casos el conocimiento es muy
limitado, pero “amar a Dios” es la senda de auténtica sabiduría.
El apóstol reconoce la verdad que lo que los fuertes en Corinto aparentemente argumentaban,
que el ídolo no es nada y que los muchos dioses realmente no existían. Para el creyente había
un solo Dios, el Padre, y un solo Señor Jesucristo, a quien toda la creación debe su
existencia. “... en él fueron creadas todas las cosas”, Colosenses 1.16; “Todas las cosas por él
120
fueron hechas”, Juan 1.3. Para Él y por medio de Él vivimos, 8.6. La unidad del Padre y del
Hijo en la Deidad se enseña enfáticamente aquí como una doctrina cristiana básica y
fundamental.
Pero no todo creyente ha entrado en una aprensión tan clara de la verdad en cuanto a las
deidades y los ídolos gentiles. Algunos, debido a una larga asociación o costumbre de
reconocer al ídolo, encuentran difícil desasociarse de aquel sentimiento. Por esto su
conciencia, siendo débil, se corrompe. De manera que, lo que un creyente podía hacer, otro
no. Al ejercer lo que creía ser su libertad a comer, él en nada se mejoró. Al no comer, o al
sacrificar su libertad tan desplegada, nada iba a perder.
Participar de o abstenerse de determinados alimentos no le acerca a uno a Dios. Por esto no
hay ninguna ganancia o pérdida espiritual de mayor relevancia en hacer el uno o el otro. Este
es un principio importante y tiene una aplicación amplia en todos los países donde hay
costumbres profundamente arraigadas. Debe ser de ayuda en la orientación del creyente
espiritual. Ningún creyente puede preguntar, como Caín, si es guarda de su hermano.
8.9 Pero mirad que esta libertad ... El vocablo libertad se emplea siete veces en estos
capítulos  8.9, 9.4,5,6,12,18. Encierra la idea de un derecho o una autoridad. El apóstol
advierte que al reclamar sus derechos, su manifestación de libertad para sentarse y participar
en el templo idolátrico, podrían hacer que los mismos recintos del templo resultasen un
tropiezo para el débil. De esta manera ellos pondrían un obstáculo en el camino de estos
últimos, posiblemente con la consecuencia que caigan aun irremisiblemente, 8.11. A la luz
de Juan 10.28, el perder aquí no expresa la perdición eterna sino un grave desastre espiritual.
Por el otro lado el amor persigue el bien del otro, deseando edificarle o fortalecerle en su fe
cristiana. El ejercicio errado o indebido de sus derechos le animaría, le edificaría ya que la
palabra estimular en el versículo 10 es la misma que edificar en el versículo 1 al débil a
actuar en oposición a su propia conciencia. Esto conduciría al naufragio espiritual,
1 Timoteo 1.19.
El apóstol no se dirige a ellos como “los fuertes”, ni se asocia a sí mismo con ellos en su
postura, como hace en Romanos 15.1, “los que somos fuertes”. Sin duda esto se debía a que
el punto bajo consideración era básicamente diferente, como se muestra claramente en el
capítulo 10. Sin embargo, quien haya profesado un conocimiento superior debería llevar en
mente que (1) el débil era un hermano, (2) era uno por quien Cristo murió, y (3) pecar contra
él era pecar contra Cristo, 8.11,12.
En el capítulo leemos de una conciencia débil, una conciencia contaminada, una conciencia
fortalecida y una conciencia herida. Herir una conciencia es como golpear a un inválido. Por
consiguiente, el apóstol dice en conclusión cuál sería su actitud y cuáles los principios que le
guiarían. Él se abstendría de comer determinados alimentos si hacerlo pondría tropiezo a su
hermano. Andaría en amor, Romanos 14.10. Sería motivado por amor hacia su hermano
débil.
Obsérvese las referencias a hermano en los versículos 11 al 13, y véase la parábola en Lucas
15.27 al 32. Si en este capítulo la acción se ve en su relación con el hermano débil, en el
10.21 está condenada claramente como de un todo incompatible con la comunión entre el
creyente y Dios, “No podéis beber la copa del Señor ...”
D. La libertad en relación con el evangelio
9.1 ¿No soy libre? ... Habiendo declarado su propia reacción personal, Pablo procede con la
121
pregunta de que si acaso no era libre y no gozaba de los derechos apostólicos. No dudamos
de que esta sea la secuencia apropiada; a saber, libre y luego apóstol. El tema principal por
delante no es su apostolado aunque lo afirma sino el de mostrar que por el bien del
evangelio él había renunciado sus derechos dados por Dios mismo.
Por lo tanto en este capítulo él insiste en la necesidad de ejercer nuestra libertad de tal
manera que no estorbemos el evangelio en absoluto. Es otro principio muy importante.
Aun cuando no era de los doce originales, en el camino a Damasco él había recibido una
revelación especial de Jesucristo nuestro Señor, y los corintios eran el sello, la evidencia
dada por Dios mismo, de su apostolado. Esta fue su respuesta legal a los que querían
examinarle a él, o a sus credenciales, y ponerle en tela de juicio.
Posiblemente algunos habían concluido que él trabajaba con sus manos, sin cargo a la
asamblea, porque no era un apóstol al estilo de Cefas y los demás. El supuesto era falso, y
por esto Pablo formula tres preguntas. V sobre (1) la libertad de comer y beber por cuenta de
la asamblea, y a casarse y (2) viajar con una esposa como hacían Cefas y los hermanos del
Señor. La manera cómo se emplea la palabra hermanos daría a entender que se trata de hijos
de José y María. La tercera pregunta (3) tiene que ver con el derecho de no trabajar.
Él abunda sobre esta última, y da una respuesta triple tomada del quehacer humano
 el soldado / guerrero. La obra del evangelio se ve como una lucha: 2 Cor. 10.4, “las
armas de nuestra milicia”; “sufre penalidades como buen soldado de Jesucristo”,
2 Timoteo 2.3,4. Como guerreo, debe recibir su jornal.
 el labrado / obrero. Cual agricultor, él puede tomar de la cosecha.
 el pastor / guardián. El que alimenta la grey participa de los beneficios.
9.8 ¿Digo esto sólo como hombre? En los versículos 8 al 14 se apela a las Escrituras de tres
maneras
(1) El que ara y el que cosecha, obreros en el campo al comienzo y al final del ciclo, 8.10.
No se debe poner bozal al buey que trilla; Deuteronomio 25.4. La cita de parte de Pablo hace
ver que la aplicación primaria de la ordenanza era espiritual más que literal.
Pablo había sembrado y por lo tanto tenía el derecho de cosechar beneficio material, a saber,
que sus necesidades fuesen atendidas. Otros habían ejercido este derecho al estar en Corinto,
pero él no, acaso cortara el camino como si fuera, o derrumbara el puente y así impedir el
progreso el ejército. Obsérvese que dice en el versículo 12, “poner obstáculo ...”
(2) El levita y el sacerdote, 9.13. El templo o el altar proveían para aquellos que tenían
ministerio allí. Había el diezmo de parte del pueblo para los levitas, y el producto del altar
para los sacerdotes.
(3) El predicador del evangelio, a su vez, debería vivir del evangelio, 9.14. Si bien no hay
registrado un mandamiento específico, hay enseñanza al respecto en Mateo 10.10, “el obrero
es digno de su alimento”, y Lucas 10.7, “posad en aquella casa comiendo y bebiendo lo que
os den”.
9.15
de nada de esto me he aprovechado ... Siendo un mayordomo del evangelio, él
estaba en el deber de predicar. Él reconocía que alguna calamidad le alcanzaría al no cumplir
con esta obligación. Habiendo recibido el evangelio como un fideicomiso, él estaba obligado
a todos y su salario era el de cumplir de buena gana y sin recargo. Por esto, la divulgación
del evangelio era su primera meta.
9.19
siendo libre de todos ... Pero no era sólo un mayordomo, sino, según los versículos
19 al 23, un esclavo. Era un ciudadano libre y se gloriaba en esta libertad que tenía como
romano. Pero voluntariamente se sujetó a la esclavitud para el bien del evangelio, 9.23. Su
122
meta era alcanzar al mayor número y ver salvos a todos cuanto fuese posible.
Para no ofender la sensibilidad judía, accedió a que Timoteo fuese circuncidado. Aunque no
estaba bajo la ley, ajustaba sus prácticas al estar entre judíos para que ellos no fuesen
provocados innecesariamente. Entre los gentiles, quienes no estaban bajo la ley, él no estaba
sujeto a impedimentos por perjuicios judíos, pero no por esto era uno sin ley. Su ley era
Cristo; estaba bajo la autoridad suya. Así como en su relación con el débil sea el débil o el
judío convertido, Romanos 14 y 15, o de origen gentil, 1 Corintios 8 al 10 él estaba
dispuesto a sacrificar cualquiera y toda consideración propia con tal que no estaba
involucrado ningún principio vital.
E. La libertad en relación con el galardón
9.24
todos a la verdad corren ... Ahora habla como un atleta. El participante en los
juegos se sometía por meses a un riguroso entrenamiento, pero solamente el ganador recibía
un laurel perecedero. Una debida condición física exigía mucha negación propia y control
estricto del apetito corporal. Lo que era lícito en lo demás tenía que ser puesto a un lado.
Así también el cristiano debe estar dispuesto a prescindirse de cualquier cosa que podría ser
considerada su legítimo derecho si va a recibir el galardón. Sería enteramente legítimo vestir
botas en una corta carrera plana, pero no sería conveniente. Pablo presionaba cada nervio
para ganar la corona incorruptible.
Como boxeador lo suyo no era dar golpes en el aire. Él golpeaba su cuerpo. Algunos
entienden que la idea es la de infligir a otro un ojo morado para someterlo, o quizás tomar
cautivo a un preso en la guerra. Sería legítimo que un boxeador gustara de alimentos altos en
calorías, pero no sería conveniente; le dejaría en malas condiciones para la contienda.
Y también como un heraldo él llamaba a otros a venir a los juegos y también anunciaba los
resultados. Para él una descalificación sería grave por dos razones. Estaba resuelto a
esforzarse de un todo para no ser rechazado y así perder la corona. Pero le asustaba la
posibilidad de ser puesto a un lado como una vasija cuarteada.
La sección trata del servicio y sus posibles recompensas, no de la salvación. Se debe notar
las referencias al evangelio en los versículos 12, 14, 16, 18 y 23. Se destacan las palabras “de
todos modos” en el versículo 22.
F. La libertad en relación con la comunión con Dios
10.1
no quiero, hermanos, que ignoréis ... En estos versículos el apóstol repasa los
privilegios nacionales de Israel. El porque mejor se entiende como por cuanto, ya que lo que
escritor va a decir tiene un paralelo cercano con lo dicho en el 9.27 sobre la necesidad de
guardar el cuerpo en sujeción para evitar ser vencido por la ley del pecado en sus miembros.
La palabra todos se repite en relación con cada uno de los cinco privilegios mencionados. El
bautismo en Moisés los puso de un todo bajo el liderazgo y autoridad de aquél, así como los
separó de Egipto, el escenario de su servidumbre, y de Faraón, su antiguo amo. Les había
sido provista una mesa en el desierto; a saber, cada día tomaron maná y agua. Pero el Señor
no se agradó de la mayoría de ellos, y los tales murieron en la marcha. De los 603.550
hombres de guerra que salieron de Egipto, solamente dos entraron en la tierra prometida;
Números 14.29,30, Deuteronomio 2.14.
Por cuanto este pasaje registra e ilustra hechos de disciplina de Dios sobre su pueblo
redimido, no hace mención de la incredulidad en Cades-barnea. El caso es que la tribu de
Leví no cayó bajo el golpe de juicio. Había 22.000 de ellos de la edad de un mes arriba,
123
Números 3.39, y 8.580 de treinta años arriba, Números 4.36,40,44. Se afirma a menudo que
entraron en Canaán tan sólo dos de todos los que salieron de Egipto, pero no es cierto. Se
trata de hombres de guerra, Josué y Caleb. Aun así, fue muy grande el número de los que
perecieron en el desierto.
10.6
estas cosas sucedieron como ejemplos ... Dos veces en esta sección el apóstol dice
que se trata de tipos cuyo propósito es de enseñarnos, y que los eventos sucedieron
precisamente para nuestro beneficio y bendición. Se enumeran cinco casos. Dos de ellos
tuvieron que ver con la primera generación. En el 10.6 se menciona lo narrado en Números
11.4, cuando Israel despreció el maná. En el 10.7 se asocia la adoración del becerro de oro
con la danza; Éxodo 32.6. Fue de veras una fiesta pagana, una mesa de demonios, una
provisión y tentación de parte de Satanás. Sus consecuencias fueron graves.
Los próximos eventos tuvieron lugar en el último año, cuando el pueblo había alcanzado
Cades por segunda vez. El 10.8 recuenta el triste encuentro con Moab, cuando una vez más
los israelitas se entregaron a la idolatría, adorando el abominable ídolo Baal-peor, Oseas
10.9, y a la fornicación. Pablo dice que veintitrés mil murieron un solo día, y sabemos por
Números 25.1 al 9 que murió un total de veinticuatro mil. En el 10.9 el caso es el triste y
solemne episodio de las serpientes de Números 21.4 al 9, mientras que el 10.10
aparentemente abarca todo el período de la peregrinación en el desierto, con énfasis en la
rebelión de Coré, Números 14.2, 16.1 al 35.
Fueron casos de gran juicio, y quedó evidente su aplicación al problema en Corinto. Las
palabras, “el que piensa estar firme”, aplican a los que deseaban demandar derechos y ejercer
libertad en la cuestión de la comida ofrecida a ídolos. Han debido tener cuidado, acaso venía
la caída. A menudo se habla de esto como caer en pecado, pero el contexto hace ver que la
idea es más bien caer bajo el juicio de Dios, como en el 10.8. ¡Horrenda cosa es caer en
manos del Dios vivo! Hebreos 10.31.
Se les recuerda que no habían sido objeto de ninguna prueba o tentación extraordinaria, sino
a lo que es común a todos, y que podían depender de Dios para una vía de escape, como Él
había proporcionando para Israel frente al Mar Rojo.
En estas páginas encontramos cuatro pautas en relación con la libertad cristiana
 No ser tropiezo a otro creyente, 8.9.
 No poner obstáculo al evangelio, 9.12.
 Ponerse uno mismo en servidumbre, 9.27.
 Cuidarse de caer en juicio, 10.12.
10.14
huid de la idolatría ... En vista de las solemnes ilustraciones tomadas de la historia
de Israel, los corintios han debido huir de la idolatría así como antes se les había advertido
huir de la fornicación, 6.13. Esta pareja ha sido enemigos del pueblo de Dios en todo tiempo,
sea en el desierto o en la época de los jueces, Jueces 17 al 19, o de los reyes, como en el caso
de Ahab y Jezabel, 2 Reyes 9.22. Se encuentran juntos de nuevo en las cartas a las iglesias,
Apocalipsis 2.14,20. El apóstol apela a la inteligencia de sus lectores, a su sentido de
discernimiento, 10.15, y procede a insistir en una distinción entre el sistema cristiano y el de
la idolatría.
10.16
La copa de bendición que bendecimos ... Se trata de la copa judaica. Fue la que se
usó en la introducción de la cena del Señor, Mateo 26.27. Los judíos emplearon cuatro copas
en su Pascua: la de bendición, de la cual todos los presentes participaban; la de ira, de la cual
nadie participaba, ya que se derramaba su contenido, recontando las diez plagas; la de
salvación, llena hasta rebosar, de la cual todos participaban; y la del reino, que anticipaba el
futuro, Marcos 14.25.
Las palabras la copa se refieren al carácter de la copa, y no deben ser interpretadas como
124
para decir que necesariamente debe usarse una sola copa al celebrar la cena del Señor. Todos
los creyentes participan de una misma copa de bendición. Que bendecimos se entiende como
el hecho de dar gracias. Una comparación con los pasajes relacionados en los Evangelios,
hace evidente que bendecir se debe entender en el sentido de dar gracias; Mateo 26.26,27,
Marcos 14.22 al 25, Lucas 22.19,20 y 1 Corintios 11.24; compárense Santiago 3.9, Salmo
103.1. La idea no es de consagrar los emblemas. “¿No es la comunión de la sangre de
Cristo?” Es una confesión de nuestra identificación con Cristo en su muerte, y la expresión
de una comunión basada en la obra redentora de Cristo.
10.16
El pan que partimos ... Es una comunión, una participación de aquellos que
también son miembros del cuerpo de Cristo. La mención del pan después de la copa sugiere
que, si bien la copa se refiere a la sangre derramada, o la crucifixión de Cristo, el pan
simboliza aquí, como se desprende del 10.17, la Iglesia que es su cuerpo. Este se formó
cuando Él expiró; Efesios 1.22,23. Así la copa y el pan en esta secuencia sugieren la
crucifixión y glorificación del cuerpo de Cristo. “Siendo un solo pan, ... somos un cuerpo”.
El hecho de participar del mismo pan simboliza la unidad de los creyentes como miembros
del cuerpo, y por ende hay una definida secuencia histórica y doctrinal en los versículos 16 y
17. Obsérvese esta misma relación en Efesios 2.16: “... mediante la cruz reconciliar con Dios
a ambos en un solo cuerpo, matando en ella las enemistades”. Es por virtud de la cruz que
somos aquel “solo cuerpo”.
10.18
Mirad a Israel ... También la familia sacerdotal, al participar del altar, se
identificaba con el altar y con el sacrificio sobre él. La referencia es al sacrificio de las paces,
de la cual los sacerdotes tenían su propia porción, el pecho y la espaldilla, Levítico 7.19,34, y
podían comer también de todo lo que era limpio. Una parte se ofrecía en sacrificio, y por lo
tanto el participante de aquel sacrificio gozaba de paz con Dios. Fueron alimentados a la
mesa de Jehová; Malaquías 1.7,12.
10.19
lo que se sacrifica a los ídolos ... En este versículo el apóstol no quita de lo que
había dicho en el 8.4, “un ídolo nada es en el mundo”, sino que llama la atención al hecho de
que lo ofrecido al ídolo es algo que fue ofrecido a los demonios, ya que los demonios se
asocian con el ídolo. De manera que, de la analogía de los versículos anteriores, participar
del alimento ofrecido a los ídolos en el templo suyo, se debe entender como identificarse con
los demonios.
Los demonios son espíritus inmundos, “gobernadores de las tinieblas de este siglo”, Efesios
6.12, bajo el control del poder único, el del diablo, Satanás. Están de un todo opuesto los dos
sistemas, el cristianismo y la idolatría, y son mutuamente exclusivos; así que, participar de la
copa del Señor y a la vez la copa de los demonios era de un todo imposible.
10.21
participar de la mesa del Señor ... Esta es una expresión que se encuentra en el
Antiguo Testamento. No se limita a la cristiandad, a diferencia de la expresión cena del
Señor. En Malaquías 1.7,12 se habla del altar del holocausto como la mesa del Señor (de
Jehová). Y en Lucas 22.30 se emplea palabras parecidas en relación con el reino venidero:
“para que comáis y bebáis a mi mesa en el reino”.
Se ofrecen tres ilustraciones en el capítulo
 la nación de Israel en el desierto;
 los sacerdotes de Israel ante el altar;
 en el versículo 21, la ordenanza de Números 5.11, cuando a la esposa infiel se daba la
copa de juicio, el vaso de aguas amargas, para que su vientre hinchara y ella sirviera de
lección para todos. Debido a la idolatría de Israel, ella le había provocado a celos a
Jehová, su esposo; Ezequiel 16.35 al 38, Isaías 54.5, Jeremías 3.20, 31.32. Hoy día ella Israel- es objeto de vergüenza.
125
El cristiano, al participar de lo ofrecido a ídolos en el templo, provoca al Señor de una
manera similar. Cualquier comunión con la idolatría es adulterio espiritual, como lo es la
amistad con el mundo, Santiago 4.4. Para aquellos creyentes, y para nosotros, la copa de
bendición podría tornarse en copa de juicio. Las tres ilustraciones comer el maná y beber
el agua en el desierto, participar al altar, y participar de la mesa del marido hablan de la
comunión diaria con Dios. La cena que se tratará en el capítulo 11 es aquello que da
expresión pública y corporativa de aquella comunión. Seis veces se encuentran comunión /
participar en 10.16,18,20,17,21.
10.23
Todo me es lícito ... En los versículos 23 al 30 se refiere al segundo problema
mencionado en el capítulo 8. Es aquel comer en casa de un amigo el alimento ofrecido al
ídolo. De nuevo el lema es que todo es lícito. El 6.12 había expuesto dos limitaciones: todas
las cosas son lícitas, pero no todas convienen y el apóstol no se dejaría dominar de ninguna.
Ahora una tercera: no todo edifica.
Esto le conduce al escritor a afirmar que cada uno tiene la responsabilidad de fortalecer al
otro espiritualmente. Del Señor es la tierra y su plenitud, y el creyente está libre a comer lo
que se vende en el mercado, ofrecido o no a los ídolos. Pero si un creyente ejerce su libertad
con ir a casa de su amigo, entonces, por cuestión de conciencia de cualquiera que tuviera
problema al respecto, él debería abstenerse de esa comida ofrecida a ídolos, aunque él mismo
no tuviera problema en ese sentido. La cosa era no usar ese derecho de libertad para poner
tropiezo ante otro. Mejor abstenerse que permitir que la libertad fuese censurada, 10.30.
10.31
Si, pues, coméis ... La porción 10.31 al 11.1 inclusive contiene un resumen breve de
los principios que deben guiar al cristiano en el ejercicio de su libertad
 todo para la gloria de Dios. Comer o beber, o lo que fuera, que Dios sea glorificado.
 nada para ofender a otro, sea aquel otro un creyente o un incrédulo.
 buscar el provecho de los muchos, con miras a su salvación. Así fue el ejemplo del
apóstol; 11.1, 8.13, 9.26,27.
Al concluir esta sección, es apropiado llamar la atención a la afirmación que “todo me es
lícito”, la cual figura dos veces en el 6.12 y dos en el 10.23.
Se nota que dos veces Pablo agrega que no todo conviene. Él ofrece pautas para que veamos
si conviene o no
 “No me dejaré dominar de ninguna”. El cristiano debe preguntarse si aquello le sujeta a
él o él a aquello.
 ¿Edifica? Y aun si me edificará a mí, ¿qué de los demás creyentes?
 ¿Sería para la gloria de Dios?
 ¿Es según el ejemplo del apóstol según figura en el capítulo 9, o según el ejemplo de los
israelitas según figura en el capítulo 10?
5. La asamblea cristiana y su ministerio
11.2 al 15.11
Una de las secciones principales de la Epístola es la que comienza en el 11.2 y termina en el
15.11. Encontramos en estos capítulos instrucción que no figura en ninguna otra parte del
Nuevo Testamento. Su enseñanza es de una importancia vital si las reuniones de una
asamblea van a cumplir el propósito que Dios tiene para ellas.
El apóstol escribió para corregir irregularidades y para definir la conducta “cuando os
reunís”, o sea, cuando el pueblo del Señor se reúne en carácter de una asamblea.
126
Primeramente considera su ministerio para Dios, cual compañía de sacerdotes en la
celebración de la cena del Señor. En segundo lugar, su ministerio hacia la propia asamblea
en profecía para el beneficio de la congregación. Y tercero, su ministerio al mundo en la
proclamación del evangelio.
Este ministerio tripartito queda ilustrado en la parábola del siervo en Lucas 17.7 al 10. Él
ara, apacienta ganado y prepara la cena. El arar es figura de la evangelización. Con esperanza
debe arar el que ara, 1 Cor. 9.10. Luego este siervo apacienta la grey en el campo. Volviendo
a la casa de su amo, le prepara comida y le atiende mientras éste participe de lo que ha
preparado para él. Que aprendamos nosotros que la preparación más importante es la del
corazón, de suerte que estemos en condición de ministrar aceptablemente al Señor mientras
Él se sienta a la mesa que es suya.
A. Ministerio para Dios: La cabeza
El capítulo 11, a partir del versículo 2, se divide en dos como se ve por dos declaraciones que
van en contraste: “Os alabo”, versículo 2, y “no es alabo”, versículo 17.
11.2
Os alabo, hermanos ... La ausencia de lenguaje como “en cuanto a” que se usa en
7.1, 8.1 y 12.1 hace entender que los corintios no habían preguntado en su carta acerca de
estos asuntos, y las dos cláusulas ya citadas hacen pensar que habían afirmado que estaban
cumpliendo con todo lo que él les había enseñado o entregado, designado como
“instrucciones” o “tradiciones”.
No se trata de algún rito o ceremonia que él les había enseñado, o algún apego a lo que hacía
una generación anterior. Se refiere a lo que el apóstol había expuesto y se relaciona con
cuestiones de fe y práctica. Hay ilustraciones específicas en 11.23 al 25, “yo recibí ... lo que
también os he enseñado”, y 15.3, “os he enseñado lo que asimismo aprendí”; otro caso es
2 Tesalonicenses 2.15, “la doctrina que habéis aprendido”.
La instrucción apostólica era autoritativa y a la vez vinculante. El apóstol les elogia por
haber guardado la verdad que les fue impartida; como mencionamos en la introducción a este
comentario, la asamblea era sana doctrinalmente con excepción del error en cuanto a la
resurrección que se menciona en el 15.12.
11.3
Pero quiero que sepáis ... Si bien ellos deseaban dones espirituales y preguntaban
acerca de ellos, a la vez ignoraban lo que era de importancia básica, a saber, la verdad de la
autoridad divina presentada en forma de cabezas, 11.2 al 16. Tampoco tomaban en cuenta la
solemnidad que se exige para la casa de Dios, 11.17 al 34. Este estado espiritual infantil
estaba reflejado también en el hecho de no haberse dado cuenta de los indicios de división
entre ellos, capítulos 1 al 4; de no lamentar la vida licenciosa de uno de sus miembros, y de
tolerar litigios entre ellos mismos, capítulos 5 y 6.
11.3
Cristo es la cabeza de todo varón ... Sin duda cuando el apóstol estaba en Corinto
les enseñó lo dicho en Gálatas 3.28: “No hay varón ni mujer; porque todos vosotros sois uno
en Cristo Jesús”. Por el evangelio la mujer está levantada a un puesto de honor totalmente
ajeno a lo que se la concede en las religiones no cristianas, y aparentemente las mujeres en la
asamblea abusaban su libertad tanto en cuanto a la modestia de ropa como en su
subordinación al varón. Por esto el apóstol manifiesta que el orden en la creación impera
aún. El evangelio no lo ha modificado.
El pasaje en Gálatas 3 se refiere a la posición judicial del creyente “en Cristo” y no anula las
relaciones naturales. El orden o autoridad y la subordinación o sujeción son características
del universo como leyes orgánicas, y son absolutamente esenciales a su existencia. Al no ser
reconocidas, entonces necesariamente habrá colapso.
127
En la jerarquía de las cabezas se mencionan tres. La relación bajo consideración no es la de
esposo y esposa, como en Efesios 5.25 donde leemos que el esposo es la cabeza de la mujer,
sino de hombre y mujer, o la relación varón / hembra. No dice que Cristo es la cabeza de
cada esposo, sino de cada varón, a saber, cada varón creyente. Los inconversos no están bajo
consideración en el pasaje.
Relacionada con esta jerarquía hay la representación, la responsabilidad y el gobierno. Muy
independiente del vínculo conyugal, el varón es cabeza de la mujer y debe aceptar la
responsabilidad de gobernar delante de Dios. Es debido a esto que el pecado de Adán, a
diferencia de el de Eva, sumergió la raza humana en tinieblas y muerte; “el pecado entró en
el mundo por un hombre”, Romanos 5.12. En las epístolas a los efesios y los colosenses se
afirma que Cristo es cabeza de la Iglesia, que es su cuerpo, y de todo principado y potestad,
Efesios 1.22, Colosenses 2.10. Entre el cuerpo y la cabeza hay una unión de vida indisoluble,
y es por medio de Él que recibe sustento espiritual; “... la Cabeza, en virtud de quien todo el
cuerpo, nutriéndose y uniéndose por las coyunturas y ligamentos, crece con el crecimiento
que da Dios”, Colosenses 2.19.
11.4
Dios la cabeza de Cristo Esto señala el hecho de que el Señor en su encarnación
asumió el lugar de sujeción al Padre. Aquella relación continúa sin cambio. El Señor jamás
se desprenderá de su humanidad; “Cristo es de Dios”, 3.23, “El Hijo mismo se sujetará al
que le sujetó a él todas las cosas, para que Dios sea todo en todos”, 15.28. Aunque poseído
de plena deidad y por ende co-igual con el Padre en poder y gloria, Él está
administrativamente sujeto a Dios el Padre. Él tomó el lugar del siervo, “He aquí mi Siervo”,
Isaías 42.1, y en aquella senda de obediencia siempre perseguía la voluntad y gloria de Dios.
Este es el patrón perfecto puesto delante del hombre en su senda de sumisión y su esfera de
responsabilidad. ¡Tan alto que es! Y a su vez es el patrón puesto delante de la mujer en su
senda de subordinación y su esfera de responsabilidad. Si asume el lugar de liderazgo
acordado a él, ella está de hecho usurpando la autoridad suya. “No permito a la mujer ...
ejercer dominio sobre el hombre”, 1 Timoteo 2.12. El pecado del hombre fue un gesto de
desafío y un intento a ser Dios. El pecado de la mujer suele ser un desafío del orden divino y
la asunción del lugar del hombre. ¿Acaso no se ve a menudo hoy en día?
11.4
Todo varón que ora o profetiza ... En los tiempos apostólicos éstas eran las dos
funciones principales del liderazgo espiritual. Las Escrituras todavía incompletas, se
dependía de aquellos que eran profetas y hablaban por revelación, como se ve del 14.30, “si
le fuere revelado a otro que estuviere sentado, calle el primero”.
Los versículos 4 al 7 están en pareados; el 4 y el 7 se refieren al varón; el 5 y el 6 a la mujer.
Parece una inversión, una estructura en quiasmo.
El versículo 7 da la razón por lo que se dice en el 4. El hombre está en la imagen de Dios y
por lo tanto no debe estar cubierto, ya que al estar, él deshonra a su cabeza que es Cristo. Es
posible que algunos varones en Corinto fueran culpables en este sentido, o quizás el apóstol
está echando la base para la instrucción en cuanto al hombre sin velo, o descubierto.
En los versículos 5 y 6 se gira instrucción a la mujer a llevar velo cuando está orando o
profetizando en público. Por ser ella “la gloria del varón”, debe vestir velo, ya que “la gloria
del varón” debe estar cubierta en la presencia de Dios. Es evidente que esa anormalidad
existía en Corinto, y es ella que el apóstol corrige en este pasaje. Uno estaría en franca
contradicción con el 14.34 y 1 Timoteo 2.8 al 12 al tomar el pasaje como autoridad para que
la mujer intervenga públicamente en la asamblea; “vuestras mujeres callen en las
congregaciones”, “no permito a la mujer enseñar ...”
El apóstol parece seguir un método similar en 6.4,7 y 8.10. Lo que permite en el 6.4, “poner
a juzgar a los que son menor estima”, queda virtualmente anulado en el 7.7, “es ya una falta
128
entre vosotros”. Y del 8.10 uno podría entender que él no tendría objeción a que un cristiano
aceptara una invitación de un amigo pagano a comer en el en templo idolátrico, cosa que
honraría la deidad del amigo. Pero en 10.20 al 22 se destaca la gravedad de semejante
conducta.
11.8
el varón no procede de la mujer ... En 11.4 al 7 el velo o cubierta de la mujer es
simbólico de su sujeción al orden cristiano, pero en 11.8 al 12 es simbólico de su sujeción en
el orden de la creación. El versículo 8 corresponde al 12, el versículo 9 al 11, con el
versículo 10 como el centro. Los versículos son importantes por cuanto establecen que el
apóstol consideraba las palabras de Génesis como históricas y por esto ajustadas a los
hechos.
Ya que el velo, o la cubierta de la cabeza, es el símbolo de la sujeción de la mujer al varón,
los ángeles aprenden de esta manera la multiforme sabiduría de Dios, por cuanto ella es
ilustración de la sujeción de la Iglesia a Cristo, Efesios 3.10. Si bien el varón fue creado
primero, y ella es de él, en el proceso de la procreación ellos son mutuamente interdependientes. El hombre es por la mujer; la maternidad es su corona y gloria, “pero todo
procede de Dios”. En 2 Cor. 5.18 se predice lo mismo de la nueva creación, “todo esto
proviene de Dios, quien nos reconcilió consigo mismo por Cristo, y nos dio el ministerio de
la reconciliación”. Aquí no hay cabida para una teoría de evolución.
11.13
Juzgad vosotros mismos ... En estos versículos se simboliza su sujeción por la
naturaleza misma y por la provisión de la naturaleza que es su cabello largo. Mientras que la
calvicie alcanza la mayoría de los varones, y algunos cuando jóvenes, las mujeres por regla
general son bendecidas con pelo largo. El apóstol apela al sentido de decoro en estos
versículos. La masculinidad en las mujeres y la feminidad en los varones son ambas
repulsivas. Se dice que D.L. Moody oró en una ocasión, “De hombres con pelo largo, y de
mujeres con pelo corto, que el Señor nos libre”.
Uno anula el sentido y propósito de los versículos 5 y 6 al interpretar las palabras, “en lugar
de velo le es dado el cabello”, con la sugerencia que el velo artificial es innecesario. Allí
leemos que si ella no se cubre, que se corte también el cabello. Que sea rebajada al nivel de
una prostituta, o de una mujer de baja moral, cosa que sería vergonzosa. Tales mujeres no
vestían cubierta para la cabeza, y a las esclavas se les rapaba la cabeza.
11.16
si alguno quiere ser contencioso ... Este versículo puede significar que Pablo
estaba enfatizando la importancia de lo que había venido considerando al declarar aquí que
él y sus colaboradores o las iglesias no acostumbraban debatir cosas de ningún valor. Las
iglesias no eran sociedades de debate. O más probablemente quiere decir que Pablo quería
silenciar al “amante de debate” con decir que lo que había enseñado era la enseñanza
autorizada y aceptada en las asambleas de Dios.
B. Ministerio para Dios: La cena
11.17
al anunciaros esto que sigue ... Las palabras “al anunciaros esto que sigue” se
refieren a lo que el escritor había declarado en 11.2 al 16 en cuanto a las cabezas y las
irregularidades en la cuestión de cubrirse la cabeza. Prosigue con decir que no podía
elogiarles debido a ciertas cosas que había oído eran mucho más graves. Él las creía en parte.
Estaba dispuesto a aceptar estos informes como verídicos en cierta medida, aunque uno
nunca puede aceptar a valor facial todo lo que oye. Los informes acerca de problemas como
éste tienden a ser exagerados y el apóstol quería seguir con la confianza de ellos al
protegerles de sospecha. Él estaba dispuesto a elogiar donde fuese posible, 1.4 al 7, 11.2, así
como el Señor hace en Apocalipsis capítulos 2 y 3.
Su conducta marcadamente inaceptable hacía imposible alguna recomendación. En vez de
129
que sus reuniones fuesen para la gloria de Dios y la edificación mutua, eran en realidad
derogatorias al Señor y perjudiciales para ellos mismos. Había facciones entre ellos,
agrupaciones o partidos basados en diferencias raciales y sociales. Los ricos avergonzaban a
los pobres. De esta manera se perdía el afecto; como la iglesia en Éfeso, ellos habían dejado
su “primer amor”, Apocalipsis 2.4.
Esto no es exactamente lo que el apóstol había condenada en el 1.12, “Cada uno de vosotros
dice, Yo soy ...” Además de las facciones (cismas) había herejías. Hoy día el vocablo herejía
se aplica a lo que es fundamentalmente erróneo en cuestiones de doctrina. La palabra da a
entender una elección, una preferencia, un estilo de vida escogido, o una secta, escuela de
pensamiento u opinión. Se traduce secta en Hechos 5.17, 15.5, 24.5, 28.22. En 1 Cor. 11.19 y
Gálatas 5.20 figura como disensión.
Estas “herejías”, dice Pablo, eran necesarias para que fuesen manifestados los aprobados.
Este fue el propósito que Dios tuvo en mente al permitir tal cosa; “Jehová vuestro Dios os
está probando”, Deuteronomio 13.3. Por ellas es decir, por escoger doctrina errónea
ellos crearon facciones, circunstancia que a su vez fue una prueba de fidelidad. La apostasía
es siempre una prueba de lealtad; Éxodo 32.25,26 (el becerro de oro), 2 Samuel 15.7 al 23 (la
sublevación de Absalón).
La discriminación contra los pobres y el desorden por la ebriedad de los ricos hacían
moralmente imposible para ellos participar de la cena del Señor, pero muchos pensaban que
lo estaban haciendo. Cada cual comía lo suyo. Probablemente esta es una referencia a las
fiestas de amor mencionadas en otras partes: “... mientras comen con vosotros, se recrean en
sus errores”, 2 Pedro 2.13; “manchas en vuestros ágapes”, Judas 12. Estos “ágapes” eran
comidas corrientes antes de la cena del Señor; cada cristiano contribuía en especie y no en
dinero, conforme a su capacidad. Pero ellos eran realizados vergonzosamente. No habían
sido ordenados por el Señor. Posiblemente guardaban alguna relación con la vida comunal
que caracterizaba la iglesia en Jerusalén según se lee en Hechos 2.4.
La pregunta, “¿no tenéis casas en que comáis y bebáis?” hace ver que Pablo no quería que
los ágapes continuaran. La ebriedad de algunos nos recuerda de los hijos de Aarón en
Levítico 10.1 al 11. Fue castigado severamente su pecado cometido inmediatamente después
de su consagración y la inauguración de la adoración en el tabernáculo. Esto estaba siendo
repetido en Corinto, ya que algunos habían muerto, 11.30.
En vista de sus divisiones, disensiones y profanación de la cena del Señor, y su rechazo de la
asamblea de Dios al dejar de reconocer su santidad y unidad, el apóstol pregunta
indignadamente, “¿Qué os diré? ¿Os alabaré? En esto no os alabo”.
“La iglesia de Dios” en el versículo 22 denota la congregación local; obsérvese el plural en el
versículo 16.
El vocablo traducido del Señor es la forma adjetival del sustantivo Señor. Se encuentra en el
Nuevo Testamento solamente aquí y en Apocalipsis 1.10, donde leemos del Día del Señor.
Puede ser expresado por dominical o imperial. El primer día de la semana y la cena
pertenecen al Señor como vinculados con su resurrección.
El hecho de que haya en los capítulos 11 al 14 siete referencias a su reunión como asamblea
 11.17,18,20,33,34, 14.23,26 señala que la reunión para celebrar la cena del Señor y
para la edificación mutua eran ambas una parte integral del hecho de congregarse como
asamblea. O sea, la cena del Señor era una reunión semanal así como era el ministerio. Era
en realidad la única reunión, así como es en muchas partes hoy día donde los creyentes
tienen que caminar larga distancia para congregarse. Esto, por supuesto, no excluye la
posibilidad o conveniencia de reunirse específicamente con el fin de hacer memoria del
130
Señor o para el ministerio. Pero es lamentable que los dos fines hayan sido separados y
demarcados tanto, la cena del Señor relegada a un lugar de importancia secundaria y a veces
hasta el extremo de ser celebrada una sola vez al mes o con aun menos frecuencia.
11.23
yo recibí del Señor ... Los versículos 23 al 25 registran la revelación dada
especialmente al apóstol en cuanto a la institución de la cena del Señor en contraste con las
fiestas de amor, los ágapes. Así como en la sección 11.2 al 16 se enfatiza el señorío de
Cristo, en ésta se destaca su dirección, su cualidad de Señor. La palabra Señor figura unas
siete veces. Como se ha notado ya, el uso del título de parte del apóstol señala claramente
cómo reconocía sin reserva la plena y esencial deidad de Cristo.
El pasaje es de un interés peculiar e importante porque fue la primera mención de la cena a
ser registrada y circulada. La Epístola fue escrita antes de los Evangelios. Además, echa luz
sobre la historia en los Sinópticos y nos permite discernir con cierta exactitud dónde tuvo
lugar en el ministerio del Señor en el aposento alto que Juan narra. Pablo ya había entregado
la enseñanza sobre el tema a los corintios, y aquí les revela que lo había recibido como una
revelación directa del Señor. Fue una de varias revelaciones que Él le dio directamente:
Hechos 18.9, 22.18, 23.11, 27.23,25, Gálatas 1.12 (su conversión), 2.2. 1 Cor. 2.10, 2 Cor
12.7 y Efesios 3.3.
11.23
el Señor Jesús ... tomó pan Sucedió la noche en que se le estaban traicionando, a
saber, mientras Judas consultaba con los enemigos acerca de los arreglos finales para su
entrega. Por esto sabemos que fue después de, “cuando él, pues, hubo tomado el bocado,
luego salió”, Juan 13.30. Al ser así, es llamativo que probablemente las primeras palabras
pronunciadas por nuestro Señor después de la salida de Judas fueron, “Ahora es glorificado
el Hijo del Hombre”. Este hilo de oro se puede trazar a lo largo de su ministerio a los once
aquella noche.
11.23,25
tomó pan ... asimismo tomó también la copa ... El Señor escogió dos
emblemas, el uno para representar su cuerpo y el otro para representar su sangre, su sangre
derramada. Es evidente que Él conceptuó su muerte como un hecho consumado, ya que es
imposible que el cuerpo y la sangre estén separados, como el pan y la copa simbolizan, sin
que la muerte haya tenido lugar. En espíritu Él estaba en resurrección al instituir la cena. No
hay significado sacerdotal en la expresión “tomó pan”, ni hay la idea de haberlo levantado o
mecido.
11.24
habiendo dado gracias ... La palabra eucaristía, como está aplicada a la cena, está
en la forma sustantiva del verbo en su uso en este versículo. En los Evangelios según Mateo
y Marcos se emplea la palabra de la cual conseguimos elogio. Lucas emplea el mismo
término que Pablo, traducida en Mateo y Marcos como bendecir. Por cuanto en Corintios la
acompaña lo en, por ejemplo, la Reina-Valera (pero no en el griego), algunos opinan que el
Señor impartió alguna bendición al pan. Pero la idea es de un todo ajena al pasaje, aun
cuando de ahí algunos hablan de “consagrar los elementos”. Para el Señor era una ocasión de
gratitud, para adoración sacerdotal, y así debería ser para nosotros. Cuán puro era el
incienso, Éxodo 30.34 al 38, 37.29, y era aquella expresión de gratitud, y cuán agradable fue
para el Padre. Fue ordenada para los suyos como un recordatorio de Él, y esta es su propósito
en primer lugar; es un llamado a responder afectuosamente.
11.24
esto es mi cuerpo ... Estas palabras sencillas han sido usadas como la base para la
falsa y blasfema teoría llamada la transubstanciación, que afirma que una vez consagrados
por el sacerdote, ¡los emblemas son la esencia del cuerpo y la sangre del Señor! Lutero
inventó la idea de la consubstanciación, que afirma que se convierten en el cuerpo y la
sangre del Señor cuando el individuo participa de ellos. Ambas son igualmente falsas.
Es preciso tener muy claro que el pan y el vino son solamente emblemáticos. Es no significa
llega a ser, o se convierte en, en ninguno de los pasajes donde se emplea. Se debe entender
131
literalmente en pasajes como “... es nuestro hijo”, Juan 9.20, y metafóricamente o sea, en
representación de otra cosa en pasajes como “el campo es el mundo”, Mateo 15.38, y “la
roca era Cristo”, 1 Cor. 10.34. Cuando el Señor dijo, “Esto es mi cuerpo”, Él estaba presente
corporalmente con sus discípulos, así que mal se puede entender las palabras como
refiriéndose al pan en un sentido literal. Además, de la copa y su contenido el Señor dijo,
“Esto es mi sangre”.
11.25
en memoria de mí ... No se trata de un mandamiento carnal, sino como el reflejo de
un anhelo del corazón. Entonces la presencia del creyente allí no es el mero cumplimiento
con un deber o la respuesta a una exigencia, sino la manifestación de su devoción a una
persona, el Señor mismo. Cuando David “dijo con vehemencia*: ¡Quién me diera a beber del
agua del pozo de Belén que está junto a la puerta!”, dio expresión a su anhelo. No se trataba
de una orden militar ni un mandamiento real. Los tres valientes que salieron y la buscaron lo
hicieron por devoción a David, 2 Samuel 23.15,16. [* “sintió un gran deseo, y dijo ...” Biblia
de las Américas]
11.25
es el nuevo pacto ... Este es un recordatorio a aquel que participa del antiguo pacto
ratificado en el Sinaí, Éxodo 24.1 al 8. Ha sido abrogado, anulado. El nuevo pacto
profetizado por Jeremías ha sido ratificado. “Haré nuevo pacto ...”, Jeremías 31.31 al 34. Es
el “mejor pacto” de Hebreos capítulos 8 al 10. La cena conmemorativa está en agudo
contraste con los sacrificios que requerían ser repetidos vez tras vez; “cada año se hace
memoria de los pecados”, Hebreos 10.3.
11.26
todas las veces que comiereis ... En la cena aquella noche cada uno de los once
tomó del pan y de la copa. En cuatro versículos explicativos, 11.26 al 29, hay cinco
referencias a comer y beber. Los cristianos en Corinto, no menos que los once, y los
cristianos de nuestros tiempos, deben participar de ambos emblemas.
11.26
la muerte del Señor anunciáis La participación colectiva de la asamblea es una
manera de proclamar la muerte del Señor. La palabra traducida anunciáis en todos los demás
casos comunica la idea de proclamar, y esta idea natural es la que aplica aquí. Compárese
Éxodo 13.8, “Lo contarás en aquel día a tu hijo ...” En ninguna parte el término expresa la
idea de presentar algo a Dios. Es una manera de anunciar a todos los presentes el carácter
redentor y el propósito de la muerte el Señor.
De este aspecto de la cena la pascua conmemorativa es una ilustración. Así como era tan sólo
para los israelitas, Éxodo 12.42 al 48, y sólo conmemorativa, también la cena, porque
solamente los suyos la celebran, y lo hacen en memoria. Ningún israelita fue redimido por la
pascua, y nadie hoy día puede ser salvo por participar de los memoriales, el pan y la copa.
hasta que él venga, 11.26 En la cena nuestros corazones son dirigidos al amor de Dios
desplegado en la cruz, y a la paciencia de Cristo mientras Él esté en la expectativa de su
regreso para recibir a los suyos. “Si me fuere ... vendré otra vez”, Juan 14.1 al 3.
11.27
cualquiera que comiere ... Aquí se enfatiza la responsabilidad individual:
“cualquiera”. También en los versículos 28 y 29 se emplea el verbo en el singular: “pruébese
cada uno”, “el que come”. No hay insinuación de una confesión a otro, y menos a sacerdote.
Nada se dice de alguien administrando la cena, ni coordinándola. El cristiano debe participar
dignamente, a saber, de una manera digna del Señor y su obra redentora. La vida y conducta
de uno debería ser limpia. Actuaba indignamente el sacerdote que ministraba en el
tabernáculo sin haberse lavado las manos y los pies, y por esto estaba sujeto a la pena de
muerte; Éxodo 30.21. “¿Quién subirá al monte de Jehová? ... El limpio de manos y puro de
corazón ... Juzgadme, oh Jehová, porque yo en mi integridad he andado”, Salmo 24.3,4, 26.1.
Para el israelita que tomaba de la ofrenda de paces en una condición contaminada, las
consecuencias eran graves; Levítico 7.20.21.
132
11.29
sin discernir el cuerpo ... Posiblemente el trozo se refiera a no lograr discernir el
verdadero carácter de la cena y el sentido de los emblemas como está señalado en los
versículos 24 y 25. O, posiblemente se refiera a no discernir la unidad de la Iglesia como el
Cuerpo de Cristo como está señalado en los versículos 21 y 22. Compárese lo que dijo Pablo
a Pedro en Gálatas 2.12 al 14.
11.30
Por lo cual hay ... Debido a que muchos de los cristianos en Corinto dejaron de
discernir la verdadera naturaleza y las demandas de la cena, y a examinarse o juzgarse, ellos
cayeron bajo la mano del Señor en disciplina. “Así que, el que piensa estar firme, mire que
no caiga”, 10.12; “Una gran multitud ... no se habían purificado, y comieron la pascua no
conforme a lo que está escrito ...”, 2 Crónicas 30.18 al 20. Pero esto, por solemne que sea, no
debe ser entendido como lo mismo que el juicio de los impíos. Es un castigo disciplinario y
temporal; no es eterno.
11.33
Así que, hermanos míos ... Se traza una línea clara para distinguir entre la cena
del Señor y una comida cualquiera. Si uno tenía hambre, el tal debía comer en casa. Ellos
debían considerar el uno al otro en vez de comer lo suyo propio egoísta y apresuradamente.
Había también otras cuestiones en relación con la cena que el apóstol aclararía al llegar.
C. Terminología de la cena
El mucho uso del título Señor en este pasaje exige consideración adicional
(1) “Yo recibí del Señor lo que también os he enseñado”, 11.23. Por cuanto Pablo era el
apóstol a los gentiles y tenía encomendada una mayordomía especial en cuanto a la Iglesia, el
hecho de que haya recibido una revelación especial sobre la materia hace ver la importancia
que ésta tenía. Pablo se quedó siete días en Troas para estar allí en el partimiento del pan,
Hechos 20.7.
(2) “El Señor Jesús, la noche que fue entregado ...”, 11.23. El título dual llama la atención,
enfatizando su naturaleza dual de deidad y humanidad. La referencia a la noche de su entrega
agrega una nota de ternura a su llamado.
(3) Es para “el pueblo del Señor”, aquellos que le han reconocido como Señor. Es una
expresión que no se encuentra en el Nuevo Testamento, pero que figura varias veces en el
Antiguo; por ejemplo, “Ojalá todo el pueblo de Jehová fuese profeta”, Números 11.29; “...
marchará hacia las puertas el pueblo de Jehová”, Jueces 5.11. Sin embargo, la epístola se
dirige a “todos los que en cualquier lugar invocan el nombre de nuestro Señor Jesucristo”,
1.2.
(4) Se observaba la cena el primer día de la semana, en el Día Señorial. “Cada primer día de
la semana ... ponga aparte algo”, 1 Cor. 16.2; “El primer día de la semana, reunidos los
discípulos para partir el pan ...”, Hechos 20.7; “Yo estaba en el Espíritu en el día del Señor”,
Apocalipsis 1.10.
(5) Es una expresión corporativa de la comunión de la mesa del Señor; 1 Cor. 10.16 al 22.
(6) Se llama la cena del Señor, o la cena dominical; “comer la cena del Señor”, 11.20.
(7) Es una proclama de la muerte del Señor en su carácter propiciatorio y en su carácter
expiatorio, “la muerte del Señor anunciáis”, 11.26. Compárese la propiciación por el macho
cabrío en Levítico 16.11 al 20 y la expiación en 16.21,22.
(8) Es un recordatorio semanal de que el Señor viene; “hasta que él venga”, 11.26.
(9) La honra del Señor está vinculada con la celebración de este cena; 11.27 al 30. “el lugar
de la morada de tu gloria”, Salmo 26.8.
133
Una consideración de las expresiones empleadas hace ver sus variados aspectos y destaca su
importancia subyacente
(1) Es el “partimiento del pan”, Hechos 2.42, 20.7.
De esta manera se habla de la cena en Hechos de los Apóstoles, y sin duda se relaciona con
una costumbre corriente entre los judíos y mencionada en el Antiguo Testamento: “... ni
partirán por ellos en el luto”, Jeremías 16.7. Después de la muerte de un ser querido, los
amigos se reunirían en el hogar de los dolientes y expresarían sus condolencias mediante el
partimiento de pan y la participación de una copa de consuelo. Era una conmemoración
sencilla de aquel a quien amaban. El lamento y la tristeza sería mucho en el caso que el
difunto fuese un varón joven, un hijo de quien dependía la familia.
Sin duda fue eso que iban a hacer los dos discípulos en Emaús. Pero la resurrección lo
cambió de ser ocasión de lamento a uno de regocijo y comunión con el Señor resucitado. En
el carácter de Melquisedec Él dio gracias, y les era conocido en “el partimiento del pan”,
Lucas 24.30 al 35.
El Señor dijo, “Haced esto en memoria de mí”. Pero tenemos que recordar que la
conmemoración en la Escritura siempre conduce a acción, como por ejemplo, “Dios se
acordó de Noé”, y “Dios se acordó de Abraham, y envió fuera a Lot de en medio de la
destrucción”, Génesis 8.1, 19.29. El jefe de los coperos dijo, “Me acuerdo hoy de mis faltas”,
Génesis 41.9. El uso de la memoria debería tener una consecuencia práctica.
(2) Es “la cena del Señor”, 11.20.
Esto sugiere una relación con la cena pascual observada por el pueblo de Israel. No era en
conmemoración de Moisés, sino de su redención por el sacrificio pascual de Éxodo capítulo
12. De manera similar, pero con mayor significado, la cena del Señor es el anuncio de la
muerte del Señor, la base de nuestra redención. Es una conmemoración de su muerte y por
esto se debe destacar la cruz en la cena del Señor.
(3) Es “el nuevo pacto en mi sangre”, 11.25.
Estas palabras son la contraparte de Éxodo 24.8, “He aquí la sangre del pacto de Jehová ...”
Por aquel pacto Israel había sido introducido a una nueva relación con Jehová, la cual
Ezequiel 16.8 simboliza como un matrimonio, “... extendí mi manto sobre ti ... y te di
juramento y entré en pacto contigo”. Por consiguiente, Moisés y los ancianos celebraron una
fiesta; comieron y bebieron, porque les había sido dada una visión de la gloria de Dios.
Por la sangre del nuevo pacto nosotros hemos sido introducidos en una relación mucho más
estrecha con el Señor, y la cena del Señor es una fiesta de regocijo, una ocasión para dar
gracias, una auténtica eucaristía. Es una primicia de la cena de las bodas del Cordero.
(4) Esta vinculada con “la mesa del Señor”, 10.21.
Las palabras del 10.18, “partícipes del altar”, aluden a la familia sacerdotal en su
participación de la ofrenda de paces como acción de gracias. Aquellos sacerdotes recibían
como porción suya el pecho mecido y la espaldilla elevada, Levítico 7.34, y de esta manera
eran partícipes del altar y estaban en comunión con Dios. En Malaquías 1.7,12 se habla del
altar como la mesa de Jehová. La cena de 1 Corintios 11 es la expresión corporativa y
semanal de esta comunión.
(5) Admite la figura de Melquisedec y Abraham en Génesis 14.17 al 24.
El relato en Génesis cuenta la primera ocasión en la Escritura que se menciona el pan y el
vino juntos. Celebraron un triunfo. Para Abraham aquel día le fue concedida una nueva
134
revelación de Dios como el poseedor de cielo y tierra, y ella le guardó de la trampa puesta
por el rey de Sodoma. Se ve que fue tanto una celebración de una victoria como un medio de
preservación. Así en la cena del Señor celebramos el gran triunfo del Señor sobre nuestros
grandes enemigos espirituales, y esto debería guardarnos de un compromiso con el mundo.
También figuran el pan y el vino en el incidente del copero y el panadero. Luego, en el trato
de José con sus hermanos se enfatiza la copa. Al participar nosotros de la copa, hacemos bien
en tener presentes, y en aplicar, las palabras de José: “Aquel en quien se hallare [la copa]
será mi siervo”, Génesis 44.10.
Lamentablemente Josué fue engañado por los gabaonitas debido a, o por medio de, su pan y
vino, Josué 9.3 al 5. Y aun el levita inmoral contaba con su pan y vino. Cuán fácil es
alimentarnos de las algarrobas, la forma hueca, carente de realidad. Todo gabaonita carga su
pan y vino.
D. Ministerio para la iglesia: Los dones
12.1
acerca de los dones espirituales ... El vocablo traducido “espirituales” es
neumáticos en el plural genitivo y puede ser entendido como masculino o como neutro. Al
ser entendido como masculino se refiere a las personas espirituales, aquellos que ejercen el
liderazgo por haber sido dotados de dones espirituales. Claramente este es el caso en 2.15,
3.1, 14.37 y Gálatas 6.1. Su interpretación como masculino o neutro depende del contexto.
Es un término post-pentecostés y por ende no figura en el Antiguo Testamento ni en el
Pentateuco.
Conviene notar el uso de esta palabra espiritual en el Nuevo Testamento
 personas espirituales, 1 Cor. 2.13, 3.1, 14.37, Gálatas 6.1 Obsérvese la diferencia entre
las naturales, carnales y espirituales. Hebreos 4.12 habla de “partir el alma y el espíritu”.
Gálatas 5.16,25 hablan del carácter personal del hombre espiritual y su comunión con
otros.
 bendiciones espirituales, Efesios 1.3 El cristiano no está bendecido con una herencia
terrenal como era Israel. Aquellos tenían la promesa de prosperidad material en el caso de
ser obedientes, aunque esto no quiere decir que no tenían una bendición espiritual, porque
sí tenían.
 comprensión espiritual, Colosenses 1.9; compárese Lucas 24.45 La inteligencia
espiritual es muy apetecible. La comprensión abierta es una gran cualidad.
 una casa espiritual, 1 Pedro 2.5a Más adelante el apóstol habla de ella como “la casa de
Dios”, 4.17, Hebreos 10.21. Esta casa espiritual está ilustrada en la familia de Aarón y en
la nación de Israel, Hebreos 3.3. Los creyentes constituyen un sacerdocio santo y real.
 sacrificios espirituales, 1 Pedro 2.5b Esto está en contraste con los sacrificios de
animales y, por ejemplo, la cesta de frutos; Deuteronomio 26.1 al 11.
 dones espirituales, 1 Cor. 12.1,4,7,28,30,31 Se dan estos dones a personas particulares
para el beneficio de otros, para el bien común y para la edificación mutua. Son dones que
involucran gracia de parte del dador.
 cuerpo espiritual, 1 Cor. 15.44 al 46 El cuerpo resucitado del creyente será parecido al
cuerpo glorificado del Señor.
12.1
No quiero, hermanos, que ignoréis .... Los primeros tres versículos son un
recordatorio y una advertencia
(1) su ignorancia “No quiero que ignoréis ...” Estas palabras se encuentran en otras partes
de las cartas de Pablo y abarcan varios temas; Romanos 1.13, 2 Cor. 1.8, 1 Cor 10.1,
1 Tesalonicenses 4.13 y Romanos 11.25.
135
La asamblea en Corinto no carecía de dones y ellos eran celosos de dones especiales. Pero no
entendían su propósito y carácter, ni discernían sus valores relativos. Ellos sobrestimaban el
valor de los dones más espectaculares y subestimaban la importancia de la gracia y el amor.
Tampoco se habían dado cuenta de que la santidad debería caracterizar la casa de Dios.
El desagrado de Dios se había manifestado por medio de la disciplina; “hay muchos
enfermos y debilitados ...”, 11.30. Es un eco de lo que sucedió con Nadab y Abiú, Levítico
10.1 al 10. En relación con esto se debe notar las advertencias solemnes acerca del fuego
extraño, Levítico 10.1 al 10, que habla de la naturaleza inflamada o el celo carnal; el incienso
extraño, Éxodo 30.9, que habla de una imitación de lo auténtico, como las oraciones de los
fariseos; y el aceite extraño, Éxodo 30.33, que tipifica un simulacro del Espíritu Santo, una
consagración falsa; compárese 1 Cor. 2.1 al 5, “demostración del Espíritu y de poder”.
(2) su pasado Cuando idólatras gentiles ellos habían caído bajo el poder demoníaco en sus
fiestas idolátricas. “Se os llevaba”. Habían sido títeres, víctimas de su propio éxtasis; sin
duda hablaban en lenguas conforme se practicaba y se practica en religiones no cristianas. Se
les hace recordar que en las reuniones de la asamblea ellos no deberían ser arrastrados por
semejantes tempestades emocionales. Todo debería ser realizado decentemente y con orden,
14.40.
(3) su peligro Satanás estaba activo y su meta era simular la obra del Espíritu de Dios,
12.3. El distintivo del ministerio del Espíritu es el reconocimiento y la exaltación de Jesús
como Señor. Este fue el mensaje de Pentecostés, Hechos 2.33. Es también el distintivo de la
auténtica teocracia, la forma original de gobierno dado a Israel; “Jehová señoreará sobre
vosotros”, Jueces 8.23. Fue seguido por la anarquía y a su vez por la monarquía; “Cada uno
hacía lo que bien le parecía”, Jueces 20.25; “... a mí me han desechado”, 1 Samuel 8.7.
En vista de la actividad de Satanás en intentar imitar los dones del Espíritu tanto lenguas
como profecía había el don del discernimiento, llamado aquí el discernimiento de
espíritus, el cual debería ser comparado con 1 Juan 4.1, “probad los espíritus si son de Dios”.
Este don les permitía distinguir entre lo falso y la verdadera fuente de revelación
supranatural dada por medio de la profecía o las lenguas. Compárese 14.29, “los demás
juzguen”.
Robert Baxter, un abogado de perfil en Londres, se identificó con el movimiento de Irving en
1830-33. En su libro Narrative of facts, de unas 150 páginas, describe sus experiencias
cuando bajo el poder de profecía y también al hablar en lenguas. Después de relatar cómo el
poder le vino en una reunión de comunión, prosigue
De veras es misterioso, pero si fui infiel a Dios en olvidar el mandamiento de mi Señor
de velar además de orar, y cedí a las demandas del espíritu sin probarlo estrictamente
por las doctrinas, como se nos manda hacer, fue obra de gracia de Dios mostrar que yo
era de un todo incapaz por otro medio de probar los espíritus, sino por Dios en la
Palabra. Dios nos ha mostrado la regla de probar por doctrina, y si yo hubiera sido
celoso por el santo nombre de mi Dios y si hubiera inquirido en las doctrinas, hubiera
sido guardado del poder, como posteriormente, al indagar y el Señor me abrió los ojos
y me libró.
Viendo atrás a todo lo que sucedió, cuando quiera que el poder reposara sobre mí,
conduciéndome a oración o testimonio o acciones de gracia, yo pensaba experimentar
el gozo y la paz del Espíritu Santo. Aun ahora no puedo discernir sólo por el sentir que
no era así.
Ciertamente toda la obra es una mímica de los dones del Espíritu, las profecías, las
lenguas ... Y así también las profecías y todas las otras obras de poder. Es Satanás
como un ángel de luz, imitando en lo que le es permitido el Espíritu de Dios conforme
136
al grado de infidelidad en los individuos o las congregaciones donde opera.
Entre especulaciones el creyente se vuelve inquieto, ansioso y excitado; está dispuesto
continuamente para nuevas vistas que pueden alimentar la inquietud de una mente
excitada.
Como hemos observado ya, una de las evidencias del ministerio del Espíritu es que nos
conduce al reconocimiento de Jesús como Señor. Ni una vez se registra que uno de sus
discípulos se haya dirigido al Señor por el nombre de Jesús. La noche de su entrega cinco de
ellos le formularon preguntas, y cada uno siguió el mismo patrón al comenzar con “Señor
...”, Juan 13.25,36,37, 14.5,8,22. Él les había dicho, “Si yo, el Señor y Maestro ...” En
contraste con esto, en círculos que enfatizan los dones carismáticos, las lenguas, etc., se
dirigen a Él como Jesús, pero rara vez como Señor o por su título entero, Señor Jesucristo.
Hemos comentado ya que este título figura cinco veces en la introducción que es 1 Cor. 1.1
al 9.
La experiencia de estos excesos no tiene un efecto duradero, como se ve en lo que ha
sucedido en las vidas de sus promotores. E.B. Rockstad cuenta en su libro de un grupo de
misioneros en Japón
A mediados de los años 1950 aproximadamente treinta misioneros de varias juntas se
involucraron en un movimiento que enfatiza el hablar en diversas lenguas y conseguir
los dones del Espíritu. Diez años más tarde solamente dos de los treinta estaban
todavía en servicio misionero, y ellos se habían alejado del énfasis en lenguas. La
mayoría de los demás habían dejado el servicio a tiempo completo para el Señor y se
ocupaban en actividades nada vinculadas con el ministerio del evangelio.
En su contacto con aquellos que hablaban en lenguas él descubrió que algunos actuaban bajo
poder demoníaco al hacerlo, entre ellos una mujer que había sido misionera en África por
veintisiete años. Al ser librada del demonio, ella ya no podía seguir hablando en lenguas.
12.4 hay diversidad de dones ... Los versículos 4 al 6 tratan de los recursos de la asamblea.
Se menciona cada una de las Personas de la Deidad en la misma secuencia que en Efesios 4.4
al 6, “un Espíritu, un Señor, un Dios y Padre”. Es un trozo importante que establece la
doctrina y creencia trinitaria; hay también 2 Cor 13.14, Mateo 28.19,20 y 1 Pedro 1.2,3. Así
como cada una de estas Personas está activa en la salvación del individuo, de la misma
manera el Dios Trino está muy interesado en el bienestar espiritual de la asamblea.
Estos versículos forman la base y son un resumen de lo que se desarrolla en los capítulos 12
al 14. En 12.7 al 11 se enumeran los dones del Espíritu; es Él que los distribuye. En 12.12 al
31 es Dios que incorpora en el cuerpo al individuo así dotado, versículos 18, 24 y 28. En
14.26 al 40 este individuo está colocado para ejercer su ministerio en sujeción a los
mandamientos del Señor, versículo 37. De esta manera se reconoce claramente la trinidad de
la Deidad además de la personalidad, igualdad y soberanía de cada Persona, versículos
11,18,28 y 14.37.
Por el uso de las cláusulas “el Espíritu Santo es el mismo”, “el Señor es el mismo” y “Dios ...
es el mismo” el apóstol señala que el origen es uno solo aun cundo son diferentes los dones y
su ejercicio. Por esto no deben conducir a división ni ser usados con ese fin.
12.7
la manifestación del Espíritu ... Ahora habla de la responsabilidad y el propósito de
todo don. Por diversos que sean, han sido dados con un mismo fin, que es la edificación o el
fortalecimiento de la asamblea. No son para la satisfacción personal o la preeminencia de
quien los tenga.
12.8
a éste le es dado por el Espíritu ... Esta es uno de tres porciones que enumeran los
dones. Los otros son Romanos 12.3 al 8 y Efesios 4.11 al 16. En la Epístola a los Romanos
137
se presentan como dones de Dios, mientras que en Efesios figuran como dones del Señor
ascendido, y la persona en particular que cuenta con el don es vista como un don a la Iglesia.
Es provechoso comparar las tres listas a la luz de su orden histórico
 En Corintios, la lista escrita antes de las otras y en algunos aspectos la más amplia, se
destaca lo milagroso y espectacular, a saber, los dones que son señales. Los nueve dones
son distribuidos por el Espíritu.
 En Romanos hay siete y los dones de milagros y de señal no figuran.
 En Efesios encontramos solamente cinco y de nuevo no se incluyen los milagros.
No se debe pasar por alto estas diferencias; revisten de mucho significado. Temprano en la
historia de la nación de Israel las evidencias visibles de la presencia de Dios la columna de
nube y la provisión diaria del maná cesaron cuando ellos entraron en la tierra, y así
también en la Iglesia primitiva. Los primeros dos dones mencionados eran esenciales
mientras las Escrituras estaban incompletas.
Nada se dice en cuanto a la continuidad de estos dones. Al contrario, en la epístola a los
Efesios se especifica que dos, los de apóstoles y profetas, pertenecen al fundamento, 2.20,
4.11. En aquella epístola y la de Corintios se habla de dos maneras de los dones. Son dados
en primera instancia a personas particulares y estas personas a su vez son dadas a la Iglesia.
En Efesios 4.13 se dice que los dones mencionados allí continuarán hasta la venida del
Señor.
Pero no así en 1 Corintios capítulos 12 al 14, donde los dones figuran varias veces y ameritan
comparación
12.8 al 11
Lista número 1. Un estudio de esta lista destaca ciertos hechos importantes
(1) Los dones anotados son supranaturales y por lo tanto no exhaustivos. Esto es evidente si
los comparamos con las listas en Romanos y Efesios. En Romanos, por ejemplo, leemos de
la exhortación y el don de dar, y en 1 Cor. 12.28 de maestros, ayudas y gobiernos, y en
Efesios de evangelistas y pastores. Estos ministerios dependen por igual de un don impartido
divinamente.
(2) Cada don es distribuido por el mismo Espíritu, un hecho que se destaca por siete
referencias al Espíritu en los versículos 7 al 11. Cuatro veces leemos del “mismo Espíritu”.
(3) Cada uno es igualmente una manifestación del Espíritu. Ninguno está señalado como una
manifestación mayor que otro.
(4) Ningún individuo recibe todos ellos, y ningún don es dado a todos por igual.
(5) Es evidente que los dones se presentan en un orden de valor descendiente, los más
valiosos figurando primero. Esto se confirma al estudiar todas las otras listas en esta epístola
y otras.
(6) El uso dos veces del término éteros para “otro” es llamativo. Divide naturalmente la lista
en tres. Los primeros dos dones forman una pareja, luego los próximos cinco y finalmente
los últimos dos. El don número 3 [fe] se presenta con éteros y también el número 8
[lenguas]. La palabra sugiere una persona de una identidad diferente, o un tipo diferente de
persona. Esto da a entender que los dones se distribuyen conforme a la naturaleza y el
temperamento de los individuos. Sin duda Dios capacita a un hombre por su naturaleza para
el don que Él va a asignarle en gracia en su conversión. [Nota del traductor: En los demás casos
“otro” no es éteros sino álos  uno adicional de la misma naturaleza.]
(7) Los dones son distribuidos según la voluntad soberana del Espíritu, lo cual da a entender
deidad.
138
12.28
Lista número 2 Los ocho dones aquí se refieren a personas dotadas de dones. En
esto la lista se asemeja a la de Efesios 4.11 al 13.
(1) Las palabras primeramente, luego, lo tercero y después indican muy claramente que los
dones se listan según su importancia.
(2) Los apóstoles eran aquellos que habían visto y habían sido comisionados por el Señor.
Pablo le vio y fue comisionado directamente por el Señor, 9.1, 15,8, y fue llamado por Él,
Gálatas capítulo 1. También había realizado señales que eran credenciales esenciales de un
apóstol, 2 Cor. 12.12, Hebreos 4.3,4.
(3) Así como los profetas del Antiguo Testamento, Agabo el profeta habló por revelación. En
la iglesia en Antioquia había profetas y maestros, pero no se ha registrado su ministerio. Por
esto fue provisto por el Señor para atender a una emergencia hasta completarse la Palabra de
Dios. De manera que los apóstoles y profetas eran dones en el fundamento. Lo echaron y lo
formaron. Es evidente que nadie puede decir ser profeta o apóstol hoy en día. Pablo fue el
último en ver al Señor, aunque por medio de los apóstoles el Espíritu nos ha guiado a toda la
verdad.
(4) Los maestros figuran en la tabulación de dones en Efesios 4.11 al 13. En tiempos
apostólicos los apóstoles eran apóstoles, profetas y maestros a la vez. Por cuanto había
profetas y maestros en Antioquia, es evidente que la enseñanza profética y el don de enseñar
podrían ser ejercidos por un solo hombre, mientras que los apóstoles contaban con los tres
dones.
(5) Después hace ver que los primeros tres eran de importancia primaria y los otros eran
secundarios. Esto se confirma por las palabras “los dones mejores” en el 12.31.
12.29 al 30
Lista número 3 De nuevo el apóstol sigue el mismo orden descendiente en
cuanto a valor e importancia. Se introduce cada una de las siete preguntas por el negativo
griego que exige una respuesta negativa. Pero no basta una mera respuesta negativa, como se
ve por las primeras preguntas formuladas. ¿Son todos apóstoles? No, pero había muy pocos.
¿Son todos profetas? No, también eran una minoría. ¿Todos maestros? No, en aquel entonces
como ahora ellos escaseaban, eran demasiado pocos. ¿Todos hablan en lenguas? ¿Todos
interpretan? La respuesta a todas estas preguntas retóricas debe ser la misma como para las
primeras preguntas.
También se debe notar la palabra todos en 12.13,30. Mientras que todos fueron incluidos en
el bautismo del Espíritu en el versículo 13, no todos hablaban en lenguas. Esto destruye de
un todo la afirmación que la sola evidencia de haber sido bautizados en el Espíritu es el
hecho de hablar en lenguas.
13.1 al 3
Lista número 4 En este capítulo el apóstol muestra que el amor, cual fruto
del Espíritu, es más importante que cualquiera o todos los dones del Espíritu. En esta lista el
orden de importancia está invertido; se emplea un orden ascendiente.
(1) Las lenguas, sean humanas o angélicas, si están divorciadas del amor, son como metal
que resuena, como el bramido de las olas de Lucas 21.25, como el llanto de las endecharas a
sueldo en Marcos 5.38, simplemente una molestia irritante.
(2) En el versículo 2 se menciona la profecía, la comprensión de todos los misterios, la
ciencia y la fe, la gran fe. ¡Cualquiera poseyendo todas estas cualidades sería considerado un
gigante de veras! Pero aparte del amor, el fruto del Espíritu, él sería un cero, ¡lo cual es poco
menos que ser una molestia!
(3) En el versículo 3 el apóstol escala la cima de la benevolencia y devoción humana, pero si
no están motivadas por el amor, no traen galardón. El versículo describe lo que es de mayor
valor que lo dicho en los dos versículos anteriores.
139
13.8
Lista número 5
Ahora la lista se reduce a tres: las profecías, las lenguas y la ciencia. La primera se refiere al
don de profetizar, el cual dependía de la revelación. La ciencia es también el don de tener
conocimiento, de saber. Estos dos dones serían reemplazados. Se acabarán quiere decir
“anulados” o “hechos redundantes”, ya que los respectivos dones [las profecías y la ciencia]
serán inoperantes como habiendo dejado de ser necesarios. Está en la voz pasiva, tratando de
algo dado para atender a una emergencia. Pero la palabra aplicada a las lenguas, cesarán, es
otra. Está en la voz media futura, dando a entender que cesarán por su propia cuenta en vez
de ser hechas inoperantes. [Nuevo Testamento Interlineal: El amor nunca caduca, pero ya sean las
profecías, serán abolidas; ya sean las lenguas, cesarán; ya sea la ciencia, será abolida.]
13.9,10 Lista número 6 En esta lista los dones se reducen a dos, las profecías y la ciencia.
Se nota la ausencia de las lenguas, ratificando la conclusión que las lenguas cesarán. “Esta
distinción, valida contextual y gramaticalmente, echa a perder la tesis que las lenguas son
permanentes”. (Gromaki) Los versículos tratan de lo que es parcial y lo que es perfecto. Lo
parcial sería hecho redundante una vez presente lo perfecto.
Es de notar que la cesación de las lenguas no dependía de la llegada de lo perfecto; cual don
de señal, cesó cuando se implementó el juicio de Dios sobre Israel. De que cesó después de,
o en, la finalización de la era apostólica es evidente de la historia. Habrá más comentario
sobre este punto al llegar al capítulo 13.
13.12 Lista número 7
continuación.
Ahora sólo la ciencia; véase el comentario sobre 13.12,13 a
E. El bautismo del Espíritu
12.12
así como el cuerpo es uno ... Se trata de una nueva relación. Pablo es el único
escritor novotestamentario que emplea el cuerpo como una metáfora de la Iglesia. En este
versículo se enfatiza su unidad esencial. En la sección 12.12 al 27 se emplea el término el
cuerpo doce veces, un cuerpo cuatro veces y cuerpo una vez en el versículo 27 [a saber:
“vosotros sois cuerpo de Cristo”]. La figura se emplea en Romanos 12, Efesios capítulos 1 y
2 y Colosenses 1.18. En estas últimas epístolas se emplea el término en relación con la
Iglesia en su totalidad, pero en Corintios en relación con la iglesia en su aspecto local
además de su totalidad.
12.12
... así también Cristo ¿Cómo debemos entender la unidad del cuerpo con la palabra
Cristo? Obviamente no puede ser explicada como refiriéndose al Señor en su carácter
personal o histórico como en “Cristo murió por nuestros pecados”.
En Hebreos 11.26 leemos que Moisés tuvo por mayores riquezas el vituperio de Cristo que
los tesoros de los egipcios. De esta manera se identificó con Israel considerándolo como el
pueblo mesiánico, aquel pueblo por quien vendría el Mesías, el Ungido, el Cristo. El Mesías
era uno con el pueblo suyo. En todas sus angustias Él fue angustiado. De una manera mayor
y más maravillosa el apóstol está refiriéndose la unidad orgánica entre Cristo la Cabeza y la
Iglesia su cuerpo. Después de formada Eva, leemos que Dios “llamó el nombre de ellos
Adán”, Génesis 5.2. Un solo nombre identificaba a ambas personas. El soplo de vida no fue
soplado en la nariz de Eva, pero ella participó de la misma vida que Adán. Eran uno porque
participaban de una vida en común.
Así es con la Iglesia; ella es una con Cristo y participa de la vida suya. La unión entre la
cabeza y el cuerpo es el inquebrantable vínculo de la vida. Es la unión más estrecha en el
Nuevo Testamento. Es más estrecha que el nexo de lealtad que une los súbditos del reino al
rey, o el de semejanza que une una familia, o el del amor entre el esposo y la esposa, ya que
140
la unión entre la cabeza y el cuerpo no puede ser rota sin que muera la persona.
12.13
por un solo Espíritu fuimos todos bautizados ... Es evidente que se trata del
Espíritu Santo, como en el versículo 11. Las siete referencias al tema en el Nuevo
Testamento pueden ser tabuladas y comparadas para mayor instrucción
Las referencias proféticas son Mateo 3.7 al 12, Marcos 1.7,8, Lucas 3.7 al 17, Juan 1.33 y
Hechos 1.5, “seréis bautizados con el Espíritu Santo dentro de no muchos días”. Los pasajes
en los Evangelios son las declaraciones registradas de Juan el Bautista y la de Hechos fue
dicha por el Señor inmediatamente antes de su ascensión. Admiten cinco conclusiones
 Las palabras de Juan no fueron cumplidas durante el ministerio del Señor, pero lo serían
“no muchos días” después de su ascensión. Las palabras del Señor deben ser entendidas
como referentes a lo que iba a suceder en el día de Pentecostés.
 El Señor efectuaría el bautismo, como dijo Juan, pero Hechos 1.5 puede leerse “por el
Espíritu Santo”.
 El bautismo en fuego se asocia con el bautismo en el Espíritu solamente en los dos
pasajes donde Jesús se dirige a los fariseos y saduceos como una “generación de víboras”
y les insta a arrepentirse. Cuando Juan se dirigió a aquellos a quienes había bautizado,
Marcos 1.7, él no alude al bautismo en fuego. La otra mención de fuego en los mensajes
de Juan se refiere claramente a juicio; el árbol sería lanzado al fuego como leña.
 El bautismo “en el Espíritu” no sería limitado a los discípulos del Señor. Las palabras de
Juan dan a entender que todos a quienes él había bautizado serían bautizados en el
Espíritu.
 No había ninguna insinuación en ninguno de los pasajes proféticos que el bautismo en el
Espíritu sería acompañado de alguna señal externa o evidente.
Hay una sola referencia histórica, y es Hechos 11.15,16 donde Pedro traza un paralelo entre
la experiencia única en la casa de Cornelio con la de los apóstoles en el día de Pentecostés.
Las palabras de Pedro dejan en claro que lo que sucedió no fue la experiencia normal cuando
se había predicado el evangelio, sino que en esta primera ocasión de predicar el evangelio a
los gentiles Dios lo autenticó con una repetición de lo que había sucedido en Pentecostés.
Y hay esta sola referencia doctrinal: “Por un solo Espíritu fuimos todos bautizados en un
cuerpo, ... y a todos se nos dio a beber de (o en) un mismo Espíritu”. Por cuanto ambos
verbos están en el tiempo pasado aorista, los dos se refieren a una experiencia inicial o
introductoria. Todo autentico creyente y no apenas unos pocos selectos participan.
Esta experiencia tuvo su contraparte en la historia de la nación de Israel, 10.1 al 4. Sucedió al
comienzo de su historia nacional como un pueblo redimido. Dos de los seis privilegios o
bendiciones mencionados en el capítulo 10 son relevantes a una consideración de lo dicho
aquí en 12.13: “(1) Todos en Moisés fueron bautizados en la nube ... (2) todos bebieron la
misma bebida espiritual”. Una consideración de las diferencias entre las dos proporcionará
ciertas pautas que nos permitirán comprender e interpretar las palabras del 12.13. Se debe
observar algunas que son evidentes por sí mismas
 El bautismo fue un evento histórico, nunca repetido, mientras que el beber fue una
experiencia inicial y también continua.
 El bautismo en Moisés fue corporativo y nacional, mientras que el beber fue particular
de cada cual.
 El bautismo fue posicional. Les introdujo a una relación nueva y muy específica con
Moisés como su gobernante y libertador. El beber fue experimental; fue para satisfacer su
sed.
 En el bautismo ellos eran pasivos pero en el beber activos.
 Ellos realmente no estaban conscientes de ser bautizados en Moisés, pero del beber sí.
141
Hay muchas cosas que sabemos solamente porque Dios se las reveló a nosotros y las
aceptamos como hechos sobre esta base. La historia registra la muerte de Cristo, pero es
revelación que declara que Él murió por nuestros pecados,
Las palabras del Señor en Hechos 1.5 indican claramente que el bautismo en el Espíritu
tendría lugar “dentro de no muchos días”, una referencia obvia al día de Pentecostés. Pero
por cuanto no se emplea las palabras “bautizados en el Espíritu” al describir los
acontecimientos de aquel gran día, algunos consideran que se debe entenderlos como
sinónimo con el término “llenos” en Hechos 2.4  “todos llenos del Espíritu Santo”. Sin
embargo, un estudio comparativo de las porciones donde se emplea las palabras no permite
esta interpretación. Véanse las nueve referencias donde se emplea lleno en Hechos de los
Apóstoles, y también Efesios 5.18.
Es un sano principio de interpretación que los símbolos empleados en un mismo pasaje
deben ser interpretados de una misma manera. No se puede interpretar el uno como
ceremonial y el otro como espiritual. Si se acepta el bautismo [en 10.2 al 4] como el de ser
sumergido en agua, entonces el beber debe entenderse como una referencia a tomar de la
copa en la cena del Señor. Pero sólo un ritualista empedernido aceptaría aquello. Entonces el
hecho de que el verbo beber figure en el aoristo no permite esta interpretación del versículo.
Es más bien un eco de Juan 7.37 al 39 y Juan 4.10 al 15.
Entonces el bautismo en el Espíritu es la explicación doctrinal de Hechos 1.5  “seréis
bautizados con el Espíritu Santo dentro de no muchos días” y se refiere a la formación de
la Iglesia como el cuerpo de Cristo en el día de Pentecostés. Volviendo a 1 Cor. 12.13, las
palabras “sean judíos o griegos” confirman esta interpretación y establecen que en la
membresía del cuerpo de Cristo no hay diferencias de raza, género, etc. Considérese Hechos
capítulos 2, 10 y 19. El uso repetido de todos enfatiza esto y hace ver cómo las divisiones y
la contienda niegan esta unidad esencial. La verdadera comunión como miembros del solo
cuerpo se basa en la posesión de una vida en común y la sumisión a una autoridad común, la
sola cabeza. Se ve que el pasaje trata de la formación, comunión y operación de la asamblea
cristiana.
12.14 al 27 el cuerpo no es un solo miembro ... El tema es el reconocimiento de otros. Así
como los versículos 12 y 13 enfatizan la unidad del cuerpo, esta sección subraya su
diversidad, o la diversidad entre sus muchos miembros, dando una ilustración de la
diversidad entre los varios dones mencionados. La idea de un cuerpo que depende de o
consta de un solo miembro es algo enteramente ajeno a lo que se encuentra en la naturaleza.
Estos versículos muestran cuán interdependiente son los miembros del cuerpo. Se mencionan
cinco: el pie, la mano, el ojo, la oreja y la nariz. Ellos están siempre delante del público.
Cada uno está diseñado para desempeñar su propia función y por esto no debe haber envidia
entre, por ejemplo, el pie y la oreja. Es triste cuando una persona intenta desempeñar una
labor para la cual no ha sido adaptada por Dios. Pero si no debe haber envidia, tampoco
monopolio, porque si todo fuera ojo, ¿qué de oir? ¡Un cuerpo al estilo de aquel que se
imagina en el versículo 17 sería para exhibir en un museo!
Las preguntas en estos versículos tienen que ver con cinco parejas: dos pies, dos manos, dos
ojos, dos orejas y dos ventanas de la nariz. Son como diez diáconos cada uno sirviendo al
cuerpo. William Cowper compuso un poema inédito acerca del caso delante del tribunal que
debía establecer quién era el verdadero dueño de los anteojos, o monóculos. El abogado por
la nariz presentó un alegato tan contundente que el juez sentenció a favor de su cliente. Por
ello los ojos optaron por estar cerrados cuando el hombre tenía los anteojos puestos, y la
triste consecuencia fue que se cayó y los anteojos se partieron.
Entonces no debe haber independencia, ya que el ojo no puede decir a la mano, “No te
necesito”. Y en vista de que los miembros aparentemente más débiles también son
142
necesarios, no deber haber superioridad. La parte menos prominente se viste y recibe mayor
honra, y así el creyente que posiblemente carezca de don puede ser adornado de gracia. Los
corintios y también muchos en estos días tienen que aprender la lección. La gracia es más
importante que el don; el don es temporal pero la gracia es eterna. El mejor de los dones,
como el maná, puede criar gusanos, pero la gracia nunca. La cabeza tiene que consultar con
el órgano maestro que es el cerebro, el asiento de la autoridad que controla a los demás
miembros por igual.
12.28
a unos puso Dios ... La inclusión de los apóstoles y profetas en la lista daría a
entender que la palabra iglesia debe ser entendida en el sentido de la iglesia local. Entonces
no hay referencia a un oficio sacerdotal, cosa que fue inventada posteriormente. Los dones
enumerados corresponden a cuatro categorías. Hay los dones del fundamento, apóstoles y
profetas al estilo del Nuevo Testamento. Hay los dones temporales como la profecía, lenguas
y ciencia. Y hay los dones que son señales como las lenguas y la sanidad, Marcos 16.17,18.
También hay los dones permanentes como evangelistas, pastores y maestros, Efesios 4.11 al
15.
12.31
Procurad, pues, los dones mejores ... Aunque la distribución de estos dones
inclusive la corrección y la exhortación es soberana, se exhorta al creyente a procurar
los dones superiores. Son ellos que edifican y construyen una asamblea y la vida espiritual de
sus miembros. “... anheláis dones espirituales, procurad abundar en ellos para edificación de
la iglesia”, 14.12. Pero por encima de todos los dones, y absolutamente esencial a su
operación, es el camino más excelente, el del amor que se nos presenta ahora en el lírico que
es el capítulo 13.
F. El lírico del amor
Este capítulo 13 es una obra maestra. Es de carácter un tanto parentético pero no puede ser
considerado un paréntesis, por cuanto es un vínculo esencial entre el capítulo 12 y el 14.
Además, su enseñanza se relaciona con la Epístola entera.
El apóstol insiste en la suprema importancia del amor como un requisito absolutamente
esencial para el ejercicio de los dones. El amor bajo consideración es “el amor de Dios que
ha sido derramado en nuestros corazones por el Espíritu Santo”. Es la primera mención de
las nueve gracias que constituyen el fruto del Espíritu en Gálatas 5.22,23. El término
empleado no es el eros, el amor entre hombre y mujer, ni el fileo, el amor y afecto humano,
sino el agape, el amor divino.
13.1 al 3
Si yo hablase ... En estos versículos se resume muy gráficamente el valor
relativo del amor. Se enfatiza su valor sin par que puede ser comparado con las reservas de
oro de una nación. Sin la moneda en circulación aquellas reservas no tendrían valor en la
práctica.
Obsérvese siete elementos mencionados en estos versículos y la conclusión que está en tres
partes. Y, obsérvese que hay grados. Las lenguas, sean humanas o angélicas, se menciona en
primer lugar y las dos ilustraciones del ejercicio de este don sin amor, o no impulsado por
amor, lo coloca en el grado de más abajo. Véase la lista número 3 arriba.
Aun los cuatro dones principales son ineficaces si no se ejercen por el poder gobernante del
amor. La computadora del Espíritu les asigna un cero
 profecía: Se refiere al don de profetizar o hablar por revelación.
 comprensión de misterios; a saber, aquellos mencionados en el Nuevo Testamento,
como el misterio de la piedad, 1 Timoteo 3.16; el misterio del llamamiento de la Iglesia y
la ceguera de Israel, Efesios 3.3 al 9, Romanos 11.25; y otros.
143
 ciencia: Se refiere a la auténtica gnosis con la cual los corintios habían sido favorecidos.
“En todas las cosas fuisteis enriquecidos en él ... en toda ciencia”, 1.5.
 fe: Se trata del don de la fe que realiza grandes cosas y mueve montañas. Es más que la
fe salvadora que ejerce todo creyente y es esencial a la salvación. “Sin fe es imposible
agradar a Dios”, Hebreos 11.6.
El versículo 3 hace mención de dos cosas que uno vería como actos de gran devoción:
repartir bienes y entregar el cuerpo. La prueba ácida del discipulado exigida por el Señor en
Mateo, Marcos y Lucas fue: “Anda, vende todo lo que tienes ...” Si doy mis bienes a los
pobres y pongo mi cuerpo a ser quemado, como los compañeros de Daniel, parecería ser el
súmmum de la consagración. Pero si el impulso no es el amor, no habrá ganancia ni
galardón.
13.4 al 7
El amor es sufrido ... En estos versículos leemos de las virtudes sin par del
amor. Está cristalizado y visto contra el trasfondo de los conflictos de la vida, tanto
particulares como comunales. Es amor en medio de los problemas y las perplejidades. Es
activo en ambientes inhóspitos y circunstancias difíciles. Conforme figuran los versículos en
la Reina-Valera y otras traducciones, hay siete afirmaciones positivas y ocho negativas. Ellas
pueden ser concebidas como dos tablas de la ley del amor.
Todo el capítulo es un estudio de ganancia y pérdida. La ganancia, o provecho, es importante
en la sección; el 14.6 pregunta, “¿qué os aprovechará?” Los fracasos de los corintios como
están divulgados en capítulos anteriores se debían al hecho de que estas virtudes, que son
inherentes en el amor de Dios derramado en los corazones de los creyentes, no se
manifestaban en sus vidas.
El amor es paciente y humilde, no es imponente. No se jacta ni se hincha; tampoco siente
envidia ni se ofende fácilmente. No guarda un diario de ofensas personales. No se comporta
indecorosamente. De esta manera parece que todos los capítulos anteriores pasan revista;
considérese 3.3, 4.8,18, 5.1, 6.1 al 10, 10.23 y 11.17 al 22. El amor, entonces, no es algo
blando y sentimental, sino muy práctico en su aplicación. No siente satisfacción ante malas
noticias, sino se regocija en el evangelio, la verdad.
13.8 a 13
El amor nunca deja de ser ... Se destaca en estos versículos la superioridad
sin par del amor por encima de todos los dones y gracias. Es permanente. Se extiende a la
eternidad. Los tres dones mencionados en el versículo 8 eran temporales; cesarían las
lenguas y serían anuladas la ciencia y la profecía, quedando inoperantes. Eran operaciones
provisionales del Espíritu, limitadas a los días apostólicos. El amor, en cambio, cual fruto del
Espíritu, continuaría.
En contraste con los tres dones temporales del versículo 8 tenemos las tres gracias
permanentes del versículo 13. En 9 y 10 se menciona lo que es parcial y lo que es perfecto.
Las lenguas no se incluyen, ya que está dicho claramente que cesarán. No habría por qué
señalar las lenguas en particular como algo que iba a descontinuar si la terminación
coincidiría con la venida del Señor, porque en el arrebatamiento todos los dones perderán
relevancia. Por cuanto ellos conocían sólo en parte, podían profetizar sólo en parte. Pero la
ciencia parcial iba a ser reemplazada por una perfecta o completa.
El pasaje es muy controversial, y conviene considerar tres sugerencias
(1) “Lo perfecto” se considera ser el estado perfecto en la consumación, cuando el tiempo
será fusionado en la eternidad en la venida del Señor. Hay por lo menos dos objeciones
importantes a esta interpretación del versículo.
 Perfecto no se emplea en relación con el estado eterno, ¿y por qué entender el término
en este sentido aquí? Lo perfecto no está presentado en contraste con lo imperfecto, sino
con lo parcial. Una ciencia parcial no es necesariamente imperfecta o errónea, aun cuando
144
sea limitada o incompleta.
 Si la ciencia parcial va ser reemplazada por la ciencia perfecta, ¿qué va a reemplazar la
profecía parcial? ¿Habrá profecía en el estado eterno? La respuesta tiene que ser
satisfactoria para el problema de la profecía además de la ciencia.
(2) La consecución de la perfección cristiana. El vocablo se emplea por lo menos dos veces
en el Nuevo Testamento en este contexto. En Hebreos 6.1 se nos exhorta a proseguir a la
perfección, a saber, entrar y vivir en el disfrute de la perfección que es nuestra en virtud del
sacrificio perfecto de Cristo; “... hizo perfectos a los santificados”, 10.14. Y también Pablo
dice que no ha alcanzado una perfección de vida, sino que la proseguía todavía, Filipenses
3.12.
Tampoco es satisfactoria esta explicación, aun si el apóstol traza una comparación entre el
niño y el adulto más adelante en el capítulo. Compárese 2.16, “tenemos la mente de Cristo”,
y 14.20, “maduros en el modo de pensar”. Pero las palabras “en parte” no pueden ser
explicadas como referentes a un estado inmaduro.
(3) Cuando el canon de la Escritura sea completo. El doctor Gromaki escribe
Por lógica las palabras “lo perfecto” deben referirse a lo completo en la misma esfera que
lo referente a “en parte”. En vista de que “en parte” se refiere a la transmisión de la
verdad divina por revelación, “lo perfecto” debe referirse al Nuevo Testamento en su
totalidad. Perfecto quiere decir algo que está aquí en parte y está en desarrollo pero algún
día va a estar completo. Esta palabra encaja con el concepto de una revelación progresiva,
Juan 14.26, 16.13.
Las dos ilustraciones que ofrece Pablo concuerdan con esta conclusión:
(a) La infancia y la madurez, versículo 11.
Son dos etapas. Algunos ven en los tres términos hablaba, pensaba, juzgaba una referencia
velada a los tres dones temporales del versículo 8. Más adelante, en el 14.20, se exhorta a los
lectores a no ser niños en el modo de pensar (“niños” / “maduros”). El cambio de la infancia
a la madurez es un proceso que requiere tiempo y es progresivo. No es repentino, como se
visualiza en 1 Cor. 15.51 en la venida del Señor (“... seremos transformados”). En los días de
Israel como una nación infante en el desierto no había mucha evidencia de lo milagroso.
(b) El espejo, o ventana oscura, y cara a cara.
J.N. Darby escribe acerca de espejo: “Es decir por algún medio que impide la visión en
alguna medida. La palabra también quiere decir un espejo, pero se emplea de una ventana
por la cual se veían objetos fuera de la casa. No era de vidrio transparente como ahora, sino
de algún material semitransparente”. Si la palabra se entiende como un espejo, sería uno
metálico que no daría un reflejo claro, sino distorsionado. La palabra “oscuramente” enfatiza
esto. En la Versión de los Setenta se emplea en Números 12.8, “por figuras”, y Proverbios
1.6, “dichos profundos”.
En 1 Cor. 13.12 es la palabra enigma que se usa. Sugiere algo hecho oscuramente o en clave.
Este fue el propósito de las parábolas, Mateo 13.33 al 35. Cara a cara se emplea en Números
1.28 de la manera en que Dios habló a Moisés, en contraste con la manera en que hablaba a
la nación, Éxodo 33.11, Deuteronomio 34.10. No se emplea la expresión en el Nuevo
Testamento con respecto a la venida del Señor, ni hay en este versículo, el 13.12, una
referencia directa o indirecta a su venida.
En estos versículos tenemos por todo tres contrastes: lo parcial y lo perfecto o completo; la
infancia y la madurez; la visión oscura y la clara. Es muy relevante la analogía entre Israel en
el desierto y la entrada de Josué en la tierra. En el desierto había la dirección de la columna
nube, pero Josué fue exhortado a meditar en y ser guiado por el libro, Josué 1.8.
145
13.12
Ahora conozco en parte El versículo se refiere sólo al conocimiento, y el apóstol
emplea el término para “ciencia perfecta”, habiendo antes empleada el que denota sólo la
ciencia. El término sugiere un conocimiento personal de Dios en vez del don de la ciencia del
12.8. Nuestro conocimiento de Él es limitado, no por una revelación limitada sino a causa de
nuestra capacidad limitada. En el futuro conoceremos como hemos sido conocidos.
13.13
Y ahora permanecen la fe, la esperanza y el amor Esta triada de gracias se
menciona varias veces en el Nuevo Testamento
 Justificados, pues, por la fe ... la esperanza no avergüenza; porque el amor de Dios ha
sido derramado, Romanos 5.1 al 5
 ... soportándoos unos a otros en amor ... en el vínculo de la paz ... llamados en una
misma esperanza, Efesios 4.2 al 5
 ... el trabajo de amor ... imitadores de aquellos que por la fe ... para plena certeza de la
esperanza, Hebreos 6.10 al 18
 Acerquémonos ... en plena certidumbre de la fe ... la profesión de nuestra esperanza ...
estimularnos al amor, Hebreos 10.22 al 24
 una esperanza viva ... guardados mediante la fe ... 1 Pedro 1.1 al 3
Puede haber una correspondencia entre ellas y los tres dones permanentes mencionados en
Efesios 4.8 al 13. El evangelista apela a la fe, el maestro infunde esperanza y el pastor intenta
cultivar el amor. Pero las tres están muy relacionadas entre sí. Son como las tres hijas de Job
de quienes leemos en el 42.18 que no había tan hermosas como ellas en toda la tierra.
Es correcto decir que la fe cederá a la vista y la esperanza a la realización, pero
aseguradamente continuará la fe en el sentido de la confianza en Dios, y habrá para siempre
una anticipación de todo lo que las edades interminables desplegarán a nuestro asombro y
adoración. El amor es la mayor de las tres porque es el desbordamiento del corazón de Dios,
ya que Dios es amor. En contraste con los tres dones temporales, las tres gracias la fe, la
esperanza y el amor perdurarán para siempre jamás.
G. Ministerio para la iglesia
14.1
procurad los dones espirituales ... A la luz de lo dicho en el capítulo 13, se
perseguirá siempre el amor. Es superior a todo otro don. Los dones espirituales eran de
desear ardientemente, en particular la profecía por su valor superior, en vez de las lenguas
que el apóstol muestra eran de valor inferior. En el capítulo se señalan estos dos de entre los
dones y se los ponen en comparación y contraste. Ellos difieren en sus valores relativos.
Salvo que fuese interpretado, el don de lenguas carecía de valor para el individuo, 14.13,14,
y para la asamblea, 14.5,6,13, y también sería perjudicial al evangelio por sus efectos
negativos sobre los inconversos, 14.23.
Si bien no se definen los dones, suficiente se dice para permitirnos llegar a una definición. El
don de lenguas era un tanto enigmático, pero de lo que está dicho en este capítulo y en
Hechos de los Apóstoles se puede afirmar que es la capacidad dada por el Espíritu Santo
para hablar, orar o alabar en un lenguaje desconocido al individuo. “... cada uno les oía
hablar en su propia lengua”, Hechos 2.6; “el que habla en lengua extraña, pida en oración
poder interpretarla”, 1 Cor. 14.13. Sin embargo, no era galimatías ni disparate incoherente.
El don de profecía, en contraste, era una capacitación especial que permitía comunicar a los
hombres una revelación recibida del Señor, no necesariamente acerca de algún
acontecimiento futuro. Véase por ejemplo 11.23 al 25. Era provechosa para la edificación, la
exhortación y el consuelo de la asamblea, 14.3, y para la conversión del individuo, 14.24.
Tanto Moisés como Aarón eran profetas, pero de características distintas. Moisés recibió
146
revelaciones directamente de Jehová mientras que Aarón era portavoz de Moisés, Éxodo 7.1.
Él divulgaba lo que Moisés había recibido, y solamente de esta manera puede uno profetizar
hoy por hoy. Esta profecía se distingue de la enseñanza, aunque esta última debería revestirse
de un carácter profético en el sentido de traer un mensaje de Dios apropiado para la
necesidad de la ocasión.
14.2
el que habla en lenguas ... Las lenguas eran de un valor limitado para la asamblea.
Así como con los problemas y las facciones tratados anteriormente, el apóstol no se enfrenta
directamente a los celosos de la glosolalia, sino razona con ellos primeramente; luego les
reprende fuertemente, 14.20; y finalmente regula el ejercicio de los dones en la asamblea,
14.26 al 40.
Él ve las lenguas positivamente y luego negativamente. De manera positiva cataloga tres
valores, que son la comunión con Dios, versículo 2; la comunicación de misterios anteriormente desconocidos, versículo 2; y la edificación personal, versículo 4. Negativamente,
éstas no podían edificar a la asamblea salvo que fuesen interpretadas, versículos 5 y 13, y no
habría provecho al no ser canalizadas para la comunicación de una revelación profética, o
una enseñanza basada en ciencia.
Las cuatro palabras en el versículo 6 figuran en dos parejas, la revelación con la profecía y la
ciencia con la doctrina. Este versículo explica el uso de las expresiones “misterios”, “edificar
a la iglesia” y “el otro es edificado” en los versículos 3 al 5, 12, 17 y 26. La iglesia no es el
lugar para el despliegue de un talento natural, sino para el ejercicio de un don espiritual.
En contraste con el valor limitado para la asamblea de las lenguas, la profecía cumplía un
propósito triple y llenaba una necesidad triple: la edificación, el estímulo y el consuelo,
versículo 3. A los cristianos les hace falta ser fortalecidos en la fe, y tienen que ser
exhortados a poseer sus posesiones. “... la casa de Jehová recuperará sus posesiones” Abdías
17; “¿Hasta cuándo seréis negligentes para poseer la tierra ...?” Josué 18.3. Adicionalmente,
requieren ser estimulados en sus días de tristeza y adversidad. Isaías 40.1, “Consolaos,
consolaos, pueblo mío ...;” 1 Tesalonicenses 4.13 al 18.
14.7 al 13
las cosas inanimadas ... Se mencionan tres instrumentos inanimados: la flauta,
el arpa y la trompeta. Los primeros dos pueden producir diversos tonos al ser tocados por
uno diestro en el arte, y la trompeta, al ser usado eficazmente, puede despertar y alarmar,
pero en manos de uno inexperto sólo produce sonidos raros y notas discordantes. El apóstol
aplica esta ilustración al ejercicio del don de lenguas y al peligro sutil involucrado en su uso.
Los corintios eran “muy celosos en espíritus” (“anheláis dones espirituales”, versículo 12).
En el 14.1, se emplea un vocablo distinto para “dones espirituales” a aquel del 12.1, y como
gentiles ellos estaban en peligro de confundir las actividades de demonios con aquéllas del
Espíritu Santo. El enemigo sagaz se aprovechó de su celo combinado con su ignorancia y el
resultado fue una imitación del don de lenguas, un hablar incomprensible, un mero
galimatías. Por esto el apóstol les advierte que toda voz o lengua tiene ciertas características
lingüísticas que son comunes a todos los idiomas.
De nuevo se les exhorta a dar preferencia y precedencia a la edificación de la congregación.
Con este fin cualquiera que posea el don de lenguas debería pedir en oración el don de
interpretación, 14.13.
14.14 al 20 si yo oro en lengua desconocida ... (El vocablo desconocido figura más de una
vez, pero no está en el texto. Sin embargo, sirve para dar la impresión acertada que se trata
de una lengua desconocida a quien habla).
Se habla de orar, cantar, bendecir y dar gracias en un idioma desconocido, pero la
comprensión queda sin entendimiento aunque el espíritu está funcionando. No puede haber
edificación espiritual al individuo si no comprende lo que está diciendo. Esto necesariamente
147
califica las palabras del versículo 4; es decir, “a sí mismo se edifica” será cierto sólo en la
medida que él comprenda lo que está diciendo.
En la parábola del sembrador el Señor subrayó la importancia de que el oyente entienda el
mensaje; Mateo 13.22 con Efesios 5.11, Tito 3.14, Judas 12 y 2 Pedro 1.8. En su estado de
irregenerado el hombre tiene el entendimiento entenebrecido, Efesios 4.18. El hombre que
oraba, o bendecía o daba gracias, conducía la congregación como representante suyo, y por
esto los demás decían Amén por estar de acuerdo con él, pero el cristiano no iniciado, como
si fuera, o el que no entendía la lengua, no podían decir Amén.
Las palabras “el que ocupa el lugar de simple oyente” no tienen que ver con las personas que
no estaban en la comunión de la asamblea. Se refieren a una condición espiritual y no a una
posición física.
Por cuanto Pablo hablaba en lenguas, los celosos no podían acusarle de envidioso.
Difícilmente podría ser más impactante la comparación entre las cinco palabras con
entendimiento y las diez mil en una lengua desconocida. El valor de un mensaje dependía de
la instrucción que comunicaba. Habiendo razonado con ellos y habiendo mostrado el valor
del don, él administra una reprensión fuerte en el versículo 20. En el entendimiento espiritual
ellos no deberían ser niños pequeños, sino adultos. Pero en malicia deberían ser bebés.
14.21 al 25 En la ley está escrito ... El don de las lenguas está limitado en su valor como
señal. En esta epístola el término ley se emplea de una manera general para referirse al
Antiguo Testamento; 7.39, 9.8,20, 14.21,34, 15.55.
La cita en el 14.21 es de Isaías 28.11 y es un eco de una profecía anterior en Deuteronomio
28.29, referida también en Jeremías 5.15, “... gente cuya lengua ignorarás, y no entenderás lo
que hablare”. Por cuanto Israel no escuchó la voz de Dios, ellos caerían bajo juicio, y las
“otras lenguas” serían una señal de este castigo, una señal de que la nación sería consignada
a cautiverio en Asiria y Babilonia. Los pasajes proféticos dejan en claro que la señal era para
Israel y que trataba de juicio; hacía saber que la nación sería castigada y puesta a un lado.
Tuvo su cumplimiento en los días de Salmanasar y Nabocodonosor, pero el apóstol lo aplica
al don de lenguas como un don de señal, una señal al Israel incrédulo y una señal del
desagrado divino del presente en su diáspora entre las naciones.
Se afirma específicamente que “las lenguas son por señal, no a los creyentes, sino a los
incrédulos”, versículo 22. Por lo tanto es falso afirmar o enseñar que son una señal al
creyente que él ha recibido el Espíritu o ha sido bautizado en el Espíritu. Cuando las lenguas
eran una señal a los incrédulos, la profecía era una señal a los creyentes, una señal que Él les
estaba hablando todavía. Triste fue el día cuando Dios cesó de levantar profetas en Israel.
Mientras que las lenguas eran una señal de juicio, la profecía era una de bendición, y
evidencia de su misericordia vigente aún.
14.23
entran indoctos o incrédulos ... Las lenguas eran un estorbo al evangelio. Se habla
de los gentiles en 2 Tesalonicenses 1.8 como “los que no conocen a Dios” y aquí en los
versículos 21 y 22 se habla de los judíos como incrédulos. En el 14.16 el “simple oyente” es
claramente un cristiano, pero en el 14.23 ambos grupos de personas son irregenerados.
14.26 al 40 ¿Qué hay, pues, hermanos? Los dones eran regulados y restringidos en cuanto
a su ejercicio en la asamblea. En esta sección importante se giran instrucciones en cuanto a la
conducta de las reuniones de la asamblea cuando toda ella se reunía en un solo lugar,
versículos 23 y 26. En el espacio de quince versículos hay catorce verbos en el imperativo, o
sea, catorce mandamientos en siete grupos. No se designaba a ningún individuo para
encargarse de la reunión.
14.26
Hágase todo para edificación. No había control humano y nadie debía asumir la
responsabilidad total. Pero tampoco se trataba de un ministerio para cualquiera o para todos,
148
como queda ilustrado en la iglesia en Antioquia, Hechos 13.1. Por cuanto había libertad para
que los hermanos participaran, lamentablemente a veces se abusaba del privilegio, y por
consiguiente el pueblo del Señor estaba expuesto a ministerio sin provecho. Por esto el
apóstol es muy enfático que la edificación debe ser la meta de todo ministerio.
Este principio de importancia fundamental debería guiar a todos los que iban a intervenir. Ya
se ha señalado el mucho uso del término en el capítulo. De los cinco elementos señalados en
el primer versículo uno se refiere a la enseñanza o el que enseña, uno a las lenguas y uno al
profeta sin revelación. Con semejante variedad de don, cuán esencial era reconocer el control
del Espíritu y la importancia de estas exigencias, ya que la carne está activa siempre.
14.27,28
Si alguno habla en lengua ... Deberían hablar sólo dos, o tres a lo sumo, y por
turno parece que estaban hablando simultáneamente y sólo si había intérprete presente.
Al no haber intérprete, uno debería guardar silencio. No debería jugar el papel de víctima
inútil de sus emociones, participando en contra de su propia voluntad. Debería regir un
entero control propio. Es un espíritu maligno que desplaza la voluntad y se posesiona del
individuo. El Espíritu Santo llena y de esta manera controla a la persona.
14.29 al 33 ... los profetas hablen ... Se repite la misma restricción en el versículo 29; dos
o tres, pero con una calificación en el versículo 31. Los demás probablemente los otros
profetas pero posiblemente el término se refiere a otros también tenían que juzgar si lo
dicho estaba de acuerdo con la analogía de la fe. “... si el [don] de profecía, úsese conforme a
la medida de la fe”, Romanos 12.6. Por esta clase de profecía ellos aprenderían y serían
fortalecidos.
Los profetas también deberían ejercer pleno control propio. Ningún siervo de Dios debe
abdicar su voluntad, cosa que daría lugar a confusión, una pérdida de paz y armonía. Es
instructivo notar que nada se dice de profetisas. Al haber existido algunas, ciertamente
hubieran sido mencionadas.
14.33 al 36 Como en todas las iglesias de los santos. Estos versículos se relacionan con el
lugar y la conducta de las mujeres en la asamblea. La instrucción en cuanto a no serles
permitido hablar, y a guardar silencio, quedan confirmadas por la enseñanza impartida
posteriormente por el apóstol en 1 Timoteo 2.5 al 15. La palabra silencio se emplea de los
profetas en el versículo 30 y aquí debe interpretarse de la misma manera. No debe ser
entendido como una prohibición de chacharear o platicar en el culto, un sentido que sería
contrario a su uso en los versículos 2 al 6, etc. Además, ¿por qué prohibir a las mujeres tal
cosa y no decir nada a los varones? ¿Acaso los hombres pueden parlotear en la reunión?
Las palabras “en todas las iglesias de los santos” se entienden mejor al relacionarlas con los
versículos 34 y 36. Sugieren las prácticas comunes en las asambleas cristianas de los días
apostólicos; compárese 4.17, 7.17, 10.16. Aquellas asambleas novotestamentarias se
designan como “iglesias de Dios”, 10.32, e “iglesias de Cristo”, Romanos 16.16, y aquí
“iglesias de los santos”. No se trata de una etiqueta denominacional.
Aparentemente las mujeres en la asamblea de Corinto estaban ejerciendo una libertad
inusual, precursoras de “la liberación de la mujer”, dejando de reconocer su lugar de sujeción
ordenada por Dios. Las palabras, “como también la ley lo dice”, están referidas a Génesis
3.16, el juicio impuesto sobre la mujer por su parte en la transgresión. La reprimenda fuerte
del versículo 36 sugiere que la asamblea en Corinto les estimulaba en esto, y por lo tanto tal
censura. Como asamblea, no estaba en libertad de formular doctrina. Esto es importante a la
luz de la pretensión de Roma y la tendencia de muchas denominaciones protestantes a
promulgar credos propios como autoritarios.
Veamos en resumen cinco restricciones sobre las lenguas
 solamente una, o dos a lo sumo
149
 solamente en secuencia, o uno por uno
 solamente al estar presente un intérprete
 solamente bajo un entero autocontrol, con capacidad de guardar silencio
 solamente a ser ejercidas por varones
14.37 al 49
Si alguno se cree ... En Corinto había aquellos que no reconocían a Pablo
como un apóstol. Algunos entre ellos decían poseer dones y espiritualidad superiores, de
manera que el apóstol afirma que lo que enseñaba era por mandamiento del Señor. Esto no se
refiere a algo que el Señor había enseñado, sino al carácter autoritario de lo que Pablo estaba
enseñando. Es una afirmación clara de inspiración.
Así como un don se valora según la medida en que edifica, también la espiritualidad se tasa
por la medida en que el individuo se somete al señorío de Cristo como está expresado en
estos mandamientos. El que es ignorante deliberadamente debe ser dejado a su ignorancia
orgullosa. ¡No hay ninguno tan ignorante como aquel que rehúsa ser enseñado, y aquellos
que no escuchan la instrucción por creer que lo saben todo!
Se enfatiza de nuevo en el versículo 39 el valor relativo de los dos dones, el de profecía y el
de lenguas. El uno era de ser deseado pero el otro no era de ser prohibido. Este instructivo
era pertinente en aquel entonces, pero no ahora; véase 13.8 al 10.
14.40
hágase todo decentemente Hágalo con decoro, sin confusión. Hay evidencia amplia
en la epístola que esta palabra de exhortación hacía mucha falta. La conducta modesta y el
orden divino deberían caracterizar la asamblea como casa de Dios.
16.14
Todas sus cosas sean hechas con amor. Se puede añadir esta exhortación aquí para
completar la serie. El amor debería ser la fuerza motor. El amor busca el bien de los demás.
H. El don de lenguas
En años recientes ha habido un renovado interés en los dones más espectaculares, y
especialmente en el de lenguas, pero es significativo que ha habido menos interés en el don
de profecía. Es necesario, pues, prestar atención adicional al don de lenguas y la relevancia
del capítulo 14 a la manera de realizar las reuniones de una asamblea cristiana hoy en día.
Limitaciones impuestas sobre el don de lenguas en el Nuevo Testamento
(1) Era limitado en cuanto a su manifestación. En Hechos de los Apóstoles se mencionan
solamente tres ocasiones cuando fue manifestado: capítulo 2, en los doce apóstoles; capítulo
10, en casa de Cornelio; capítulo 19, en los discípulos griegos en Éfeso.
No está mencionado en el contexto de la conversión de los tres mil en el día de Pentecostés,
ni en la obra en Judea, ni en la en Samaria, ni en la conversión del eunuco, ni en la de Saulo.
Tampoco leemos de este don en la visita a Filipos, o a Tesalónica, o en el grupo
espiritualmente viril en Antioquia. Si bien es cierto que apareció posteriormente en la
asamblea de Corinto, nada se dice de este don en el comienzo de la obra en aquella ciudad
como un acompañante a la predicación del evangelio.
Las ocasiones donde sí está mencionado revelan un propósito especial al ser consideradas a
la luz de la referencia a judíos y griegos, de esclavos y libres en 1 Corintios 12 y 13. Le
plugo a Dios dar una ilustración tomada de cada caso para mostrar que en la Iglesia los
judíos y los gentiles son miembros por igual en el cuerpo de Cristo.
La ley de mención única debe ser tomada en cuenta. Una sola vez cayó fuego del cielo para
destruir ciudades. Considérese también Nadab y Abiú; Acán; el hombre que violó el sábado;
Ananías y Safira. Son hechos únicos para establecer e ilustrar principios divinos.
150
(2) Es limitado en las referencias a él en las listas de dones. Figura solamente en la epístola
corintia. No hay referencia a él en las cualidades requeridas de un anciano en Timoteo y
Tito.
(3) Era limitado en su distribución. Las lenguas fueron repartidas según la voluntad soberana
del Espíritu Santo. No fueron dados a todos por igual, 1 Cor. 12.9 al 11. Una consideración
de las preguntas retóricas de 12.29,30 deja en claro que los receptores fueron una minoría
reducida, así como los apóstoles eran una minoría muy reducida.
Dos autores Brunner y Hoekema relatan que en el pentecostalismo moderno la primera
persona a buscar y recibir la capacidad de hablar en lenguas como una prueba de haber sido
bautizada en el Espíritu fue una joven llamada Agnes Oozman. De allí en adelante éste ha
sido el eje de la enseñanza del pentecostalismo. Se ve que la experiencia de una mujer está
en el fundamento de esa secta, así como en la Ciencia Cristiana y el adventismo.
(4) Era limitado en su propósito. Era uno de los dones de señal, una señal a Israel, y una
señal de juicio sobre la nación, y una señal que el evangelio sería predicado universalmente.
Esto quedó demostrado a aquellos que estaban con Pedro en la casa de Cornelio.
(5) Era limitado en su duración. “Cesarán las lenguas”, 1 Cor. 13.8. Era un don pasajero. En
el desierto Israel tenía el maná y la columna de fuego; no tenía un libro como directorio, pero
al contar con el libro, lo milagroso cesó. “Nunca se apartará de tu boca este libro de la ley ...
para que hagas conforme a todo lo que en él está escrito”, Josué 1.8.
(6) Era limitado en su valor. En comparación con los demás dones, era el último en ser
nombrado y el de menos valor, 1 Cor. 12.9 al 11, 29 al 31. Al no ser interpretado, carecía de
valor para el individuo y a la asamblea, 14.14. Era negativo en sus efecto sobre los
irregenerados, 14.17.
(7) Era limitado en su ejercicio. Véase lo que hemos comentado sobre 1 Cor. 14.26 al 40.
Pertinencia del capítulo 14 para las condiciones post apostólicas y actuales
Por cuanto los dones milagrosos estaban restringidos a los días apostólicos, y por cuanto las
instrucciones del capítulo 14 tenían el fin de regular la realización de las reuniones de la
iglesia en los días cuando se repartían los dones espectaculares, convendría preguntar qué
relevancia ellos tienen en las condiciones que han prevalecido desde aquel entonces.
¿Aquellas instrucciones encierran principios básicos que siguen vigentes? ¿O debemos
prescindir del capítulo como irrelevante a los tiempos actuales?
El pasaje no puede ser visto como bagaje sobrante; toda Escritura es inspirada por Dios, y es
útil para enseñar, para redargüir y para instruir en justicia. Los principios expuestos aplican
hoy día y forman un patrón para todas las reuniones de una asamblea cristiana.
(1) La importancia del amor, 14.1. Como se desprende del capítulo 13, sin el amor cualquier
don y todos los dones no sólo carecerán de valor, sino generarán corrupción como hacía el
maná al ser almacenado.
(2) La importancia de la edificación. Obsérvese el número de veces que se emplea el término
en el capítulo, y especialmente en el 14.26. Tanto el ministerio como las acciones de gracias
deberían edificar. El valor de un don se determina con base en la medida en que edifica a los
creyentes.
(3) La importancia del entendimiento, 14.9,14,15,16,19,20. El mensaje debe ser entendido si
va ser una ayuda y bendición.
(4) La importancia de la consideración para con los demás; a saber, los indoctos y los
inconversos. Se debe llevar en mente siempre las necesidades espirituales de los tales, y por
esto hay una variedad de dones.
151
(5) La importancia de la libertad para el ejercicio de tanto el ministerio sacerdotal como de la
palabra a los santos, 14.17,26.
(6) La importancia de una libertad controlada por los mandamientos del Señor encerrados en
14.26 al 40. Esta es la verdadera teocracia.
(7) La importancia de la espiritualidad, 14.37. Donde no la hay la anarquía tomará el lugar de
la teocracia, como fue el caso en Israel en los tiempos de los jueces, y ésta será seguida de un
gobierno por monarquía, el gobierno humano.
I. Ministerio para el mundo
15.1
os declaro, hermanos, el evangelio ... Por cuanto algunos en Corinto habían viciado
el evangelio, o lo habían robado de su gloria, al negar la resurrección de los muertos, el
apóstol registra qué es el evangelio, las buenas nuevas que había anunciado entre ellos.
La declaración paulina es el patrón o el evangelio en su plenitud. El pasaje no está conectado
directamente con la instrucción en los capítulos precedentes, el 12 al 14, acerca de los dones.
Sin embargo, en vista del énfasis antibíblico que muchos están asignando a las lenguas como
el sello ordenado de Dios de haber recibido al Espíritu Santo, o el bautismo en el Espíritu, es
importante notar la libre sencillez de fe, o la recepción del evangelio, como la base única de
la posición del creyente ante Dios en Cristo.
La salvación es por medio de Cristo y solamente Cristo. No es Cristo más algo, sea la
circuncisión, el bautismo o las lenguas. El evangelio coloca el creyente en una posición santa
ante Dios en Cristo. Cristo es el fundamento de roca impregnable que apoya al que es salvo.
“Conforme a la gracia que me ha sido dada, yo como perito arquitecto puse el fundamento
...”, 3.10. “Me hizo sacar del pozo de la desesperación, del lodo cenagoso; puso mis pies
sobre peña, y enderezó mis pasos”, Salmo 40.2.
15.2
el cual también recibisteis ... Es provechoso notar los varios tiempos del verbo
salvar en el Nuevo Testamento. Ellos expresan cuatro aspectos de la salvación
 El tiempo pasado simple se refiere a la ocasión cuando uno es salvado. “Nos salvó y
llamó con llamamiento santo ...”, 2 Timoteo 1.9.
 El tiempo pasado perfecto se refiere al efecto permanente, duradero de aquel hecho en el
pasado. “Por gracia sois salvos por medio de la fe ...”, Efesios 2.8. Este tiempo y el
anterior tienen que ver con la salvación de la pena del pecado por medio de la muerte de
Cristo.
 El tiempo presente continuo se refiere a una experiencia diaria de la salvación. “... a los
que se salvan es poder de Dios ... sois salvos, si no creísteis en vano”, 1 Cor. 1.18, 15.2.
Esta salvación es del poder seductor del pecado y se relaciona con el ministerio sacerdotal
de Cristo y el del Espíritu Santo.
 El tiempo futuro del verbo se usa también: “Por él seremos salvos de la ira”, Romanos
5.9. “Jesús, quien nos libra de la ira venidera ... para alcanzar la salvación por medio de
nuestro Señor Jesucristo”, 1 Tesalonicenses 1.10, 5.9. Esta salvación se asocia con la
venida del Señor y la redención del cuerpo.
15.3
si no creísteis en vano ... Aquellos en Corinto que negaban la resurrección no se
daban cuenta de la gravedad de su postura. Habían recibido el evangelio, pero la conclusión
evidente de su negación sería que su fe no era auténtica o genuina, sino superficial, a saber,
vana.
Hay tres palabras en el capítulo, relacionadas con el evangelio, traducidas como vano
 Si Cristo no hubiera resucitado, el mensaje del evangelio no tendría valor, como un
152
pagaré que no se honra, 15.2.
 También carecería de fruto; no tendría poder o dinamismo para cambiar vidas. “Vana es
entonces nuestra predicación”, 15.14.
 Además, no se revestiría de sentido; sería un mero supuesto, una fábula. “Vuestra fe es
vana”, 15.17.
15.3
primeramente os he enseñado ... Primeramente, o primera en importancia. En otras
partes el apóstol afirma que lo había recibido como una revelación del Señor. “... por
revelación de Jesucristo”, Gálatas 1.12. No era algo que le vino de hombres. Él consideraba
que lo había recibido como una encomienda, una mayordomía, como la mina en la parábola
de Lucas 19.12,13. Los siervos en aquella parábola recibieron el dinero como un
compromiso. A la luz de esto haríamos bien en preguntarnos si lo estamos escondiendo bajo
un almud o una cama. ¿Permitimos que nuestras ocupaciones o nuestros pasatiempos tomen
precedencia sobre las demandas del evangelio? “Nadie que enciende una luz la cubre con
una vasija, ni la pone debajo de la cama, sino que la pone en un candelero para que los que
entran vean la luz”, Lucas 8.16.
Se especifican cuatro elementos del evangelio: Cristo murió, Cristo fue sepultado, Cristo ha
resucitado y Él fue visto. Dice Hechos 10.41 que se manifestó “no a todo el pueblo, sino a
los testigos que Dios había ordenado de antemano”. Los primeros tres son hechos históricos,
básicos, fundamentales; el cuarto es de carácter probatorio.
15.3
Cristo murió ... Dos verdades importantes figuran en la breve declaración del
evangelio de parte de Pablo. Fue una muerte vicaria, sacrificial por decirlo así, en
cumplimiento de profecías tanto figurativas como directas del Antiguo Testamento.
Fue una muerte propiciatoria por cuanto pacificó la ira de Dios al exonerar la ley y satisfacer
las demandas de la justicia. Esto fue su aspecto hacia Dios. “Cristo Jesús, a quien Dios puso
como propiciación por medio de la fe en su sangre, para manifestar su justicia, a causa de
haber pasado por alto, en su paciencia, los pecados pasados, con la mira de manifestar en
este tiempo su justicia, a fin de que él sea el justo, y el que justifica al que es de la fe de
Jesús”, Romanos 3.25.
Fue expiatoria por cuanto quitó nuestros pecados; esto es su aspecto hacia el humano. Y
siempre se debe llevar en mente que fue una muerte voluntaria en el sentido absoluto de la
palabra. Él puso su vida. Nunca era un hombre moribundo, ni pasó por el proceso de estar
muriéndose. La muerte para Él fue una acción. Él entregó, despachó su espíritu.
Muchas profecías directas fueron cumplidas en su muerte, como por ejemplo los de Salmo
22 y 69, e Isaías 53.5 al 12. Se ha calculado el número en veinticinco. De esa manera su
muerte fue una ratificación de las profecías antiguotestamentarias.
15.4
fue sepultado ... La sepultura certificó el hecho de su muerte y enfoca la atención
sobre el hecho de su resurrección. Isaías había profetizado acerca de la manera y las
circunstancias relacionadas con su sepultura, 53.9.
15.4
resucitó al tercer día ... En la predicación de los apóstoles se enfatiza la
resurrección, y así también en las Epístolas. Es un hecho, no una falacia; no un mito, sino un
milagro.
El hecho de que Él sería resucitado fue profetizado en Salmo 2.7, “yo publicaré el
decreto;”16.10, “no dejarás mi alma en el Seol;” Isaías 53.10,11, “verá linaje”. De que
tendría lugar el tercer día fue proyectado en figura al mecer la gavilla de primicias en
Levítico 23.10 y en la experiencia de Jonás como la relató el Señor en Mateo 12.40.
La sepultura y la resurrección están presentadas juntas por la expresión “conforme a las
153
escrituras”. En relación con esto conviene llevar en mente la señal triple dada a los
discípulos la mañana de la resurrección; a saber, la apertura del sepulcro cuando los soldados
huyeron, el sello de la tumba estaba roto y la piedra había sido rodada; el sepulcro vacío; y
las vendas en su lugar debidamente ordenadas, Juan 19.1 al 9. Se ve que la obra redentora de
Cristo y la Palabra de Dios divulgada están enlazadas inextricablemente en el mensaje del
evangelio.
15.5
apareció a Cefas ... Los versículos 5 al 11 tratan de evidencias y testigos. Lucas
24.34 narra que los once decían: “Ha resucitado el Señor verdaderamente, y ha aparecido a
Simón”.
Las manifestaciones post-resurrección del Señor son importantes por cuanto confirman la
verdad de la resurrección. Por esto la credibilidad de los testigos es esencial. Sus apariciones
son varias y tuvieron lugar a lo largo de posiblemente cuarenta días. Los testigos fueron
muchos y variados, ninguno habiendo anticipado la resurrección. Al contrario, ellos habían
desacreditado la posibilidad, y no creían las noticias hasta recibir evidencia específica de su
veracidad. Todos salvo uno le habían conocido íntimamente a lo largo de tres años, y uno,
Jacobo, le había conocido en su mocedad. Otro, Pablo, había sido enemigo acérrimo.
Habiéndole conocido muy de cerca, los apóstoles le contemplaron, examinaron cuidadosamente sus rasgos cada vez que le vieron, le tocaron y escucharon su voz, 1 Juan 1.1.
Él no se presentó sólo a particulares, sino a los doce como un grupo y también a quinientos
hermanos a la vez. Cuándo, no se registra. La mayoría de los quinientos vivían aún cuando la
Epístola fue escrita. En los tribunales las mujeres no eran aceptadas como testigos, y por esta
razón no había necesidad de mencionarlas en este contexto en las Epístolas. Esto está de
acuerdo con la enseñanza de la Epístola y del Nuevo Testamento acerca del lugar asignado a
las damas en el testimonio público.
El apóstol no deja laguna o escapatoria a la cuestión de la credibilidad de los testigos,
enfatizando la unanimidad de su testimonio. Compárese con Mateo 26.60, “Al fin vinieron
dos testigos falsos”, y Marcos 14.59, “Ni aun así concordaron en su testimonio”. Además, en
estas ocasiones Él continuó hablándoles acerca del reino de Dios, Hechos 1.3. La referencia
a los doce y luego a todos ellos como apóstoles deja en claro que Pablo reconocía a Matías
como uno de ellos. La mención de Jacobo es de especial valor, ya que hasta la crucifixión
ninguno de la familia había creído que Él era el Mesías. Jacobo y Judas fueron convertidos
posteriores a la resurrección.
15.8 al 11
me apareció a mí .. El apóstol se extiende acerca de su propio testimonio, y
por razones obvias. Él no era uno de los doce; no había acompañado al Señor ni había estado
presente en sus manifestaciones posteriores a la resurrección. Sin embargo, pone su propia
experiencia en paralelo con las de ellos como igualmente objetivas y del mismo valor.
Habla de sí como un “abortivo”, o como uno que nació inoportunamente. Job 3.16 reza:
“¿Por qué no fui escondido como abortivo ...?” ¿Por qué emplea una descripción tan
despectiva? ¿Será que algunos de sus detractores, que cuestionaban su apostolado, hacían
comparaciones injustas entre él y los doce? ¿Será que su sentido de vergüenza por haber
perseguido la Iglesia le impulsó a aceptar esta comparación denigrante? Posiblemente, pero
sin duda su conversión y la manera cómo se realizó es un patrón de cómo la nación será
convertida en el futuro; Zacarías 12.9 al 14.
Sin embargo, su sentido de indignidad propia era enorme e iba en aumento con el correr de
los años. Pablo se consideraba “el más pequeño de los apóstoles”, y años más tarde hablaría
de sí en Efesios 3.8 como “menos que el más pequeño de todos los santos”. Luego, en sus
años finales, al escribir a su hijo en la fe, asume el lugar del primero entre pecadores,
1 Timoteo 1.12 al 15. De esta manera se deleitaba en magnificar la gracia de Dios, en
relación tanto con su conversión como su llamado al servicio. Aquella gracia, dice, no era en
154
vano, o sin fruto, en el caso suyo. Podía decir acertadamente que había trabajado más
abundantemente que los demás juntos, o de cualquiera de ellos  y esto es decir mucho.
Había trabajado en Galacia, Macedonia y Acaya, y estaba escribiendo desde Éfeso, capital de
aquella parte de Asia. Él reconoce que fue debido a la gracia de Dios con él. No alegaba
mérito propio. En Romanos 7.20 escribe, “no lo hago yo”, y en Gálatas 2.20, “ya no vivo
yo”.
Al concluir su testimonio breve y sucinto, él afirma que, cualquiera que fuera la diferencia en
su experiencia y servicio, su mensaje era uno mismo. Era el mensaje apostólico; el evangelio
único. Aparentemente él adquirió su conocimiento de las manifestaciones del Señor
resucitado a través de Pedro y Jacobo en los quince días que estuvo con Pedro en Jerusalén,
Gálatas 1.18, 2.9.
Nótese la confesión de indignidad de parte de
 Jacob, Génesis 32.10: “Menor soy que todas las misericordias y que toda la verdad que
has usado para con tu siervo”.
 Juan, Juan 1.27: “... del cual yo no soy digno de desatar la correa del zapato”.
 el centurión, Lucas 7.7: “Ni aun me tuve digno de venir a ti”.
 el hijo pródigo, Lucas 15.19: “Ya no soy digno de ser llamado tu hijo”.
6. La asamblea cristiana y el triunfo definitivo
15.12 al 58
A. La resurrección de Cristo
15.12 al 19 si se predica de Cristo que resucitó ... Los saduceos negaban la resurrección,
Hechos 23.8, y algunos en Atenas se habían burlado de la enseñanza, 17.32. Posiblemente el
error encontró entrada en la asamblea por contactos con esa gente. Se expone ahora la
implicación solemne de semejante doctrina.
Por cuanto la resurrección de entre los muertos está vinculada inseparablemente con la
resurrección de Cristo, negar la una es negar la otra. Si Cristo no ha resucitado, tanto la
predicación como la fe se quedan sin fruto, versículo 14; también, el testimonio de un
apóstol es falso, siendo apenas un cuento de viejas, versículo 17. Es todo una ilusión falsa,
dejando al creyente en sus pecados y culpas todavía, ya que la resurrección de Cristo y
nuestra justificación están en pie o se caen juntas, y a la vez los muertos en Cristo han
perecido sin esperanza alguna, versículo 18. Si solamente en esta vida hay esperanza en
Cristo, y nada hay más allá del sepulcro, entonces la suerte de los cristianos es la que más se
debe lamentar. Al ser éste el caso, el cristiano está viviendo en una utopía falsa, víctima de
una feliz alucinación como son muchos enajenados mentales.
B. La resurrección de los muertos
15.20 al 22 Mas ahora Cristo ha resucitado ... En su declaración autoritaria del evangelio
el apóstol había citado testigos para enfatizar la resurrección de Cristo. Basándose en la
certeza del hecho, enfatiza sus consecuencias, tanto universales como eternas. Las palabras
“ahora Cristo ha resucitado” afirman que Él no sólo resucitó de los muertos al tercer día, sino
que sigue cual Señor Resucitado. Su resurrección tiene carácter permanente, y como tal Él es
155
primicias de aquellos que durmieron. Es decir, es aval y prueba, es patrón de la resurrección
de los redimidos. El término primicias se refiere a la gavilla (o puño) mecida ante Jehová el
primer día de la semana (“el día siguiente del día de reposo”) según Levítico 23.10,11.
En los versículos 21 y 22 se enfatiza la auténtica humanidad de nuestro Señor al repetir las
palabras “un hombre”. Esta comparación entre Adán y Cristo se desarrolla más en Romanos
5.12 al 21. De la manera que una transgresión de parte de Adán resultó en una sentencia de
muerte sobre todos los hombres por igual, así la “resurrección de los muertos” en estos
versículos debe referirse a todos los que están vinculados con Él en muerte y resurrección;
Romanos 6.6,7, 7.4, Efesios 1.1 al 4. Para ellos está asegurada la resurrección de vida. Sin
embargo, si se toma la preposición en como instrumental como en Lucas 22.49, “viendo
los que estaban con él lo que había de acontecer” entonces el versículo 22 podría ser una
ampliación del 21, e igualmente universal. La posición de la palabra todos parece favorecer
este criterio, ya que no se dice que en Adán todos mueren, ni que en Cristo todos serán
vivificados; se dice, “por cuanto en Adán todos mueren, así en Cristo todos serán
vivificados”.
Sin embargo, “pero cada uno en su debido orden” clara y resueltamente guarda contra el
universalismo, la doctrina falsa de que a la postre todos serán resucitados, o salvados, para
vida eterna. El vocablo orden es uno de muchos términos militares empleados en el capítulo;
denota un cuerpo o determinado conjunto en el ejército. La declaración confirma otras
escrituras en el sentido que no habrá una resurrección universal de los muertos. “Vendrá hora
cuando todos los que están en los sepulcros oirán su voz; y los que hicieron lo bueno, saldrán
a resurrección de vida; mas los que hicieron lo malo, a resurrección de condenación”, Juan
5.28,29. “... resentidos de que enseñasen al pueblo, y anunciasen en Jesús la resurrección de
entre los muertos”, Hechos 4.2. Cristo es las primicias; en esto está solo. Su resurrección es
única.
“... los que son de Cristo” es el segundo cuerpo, o grupo. Es una expresión que abarca
mucho. No admite fraccionamiento. En la venida de Cristo serán vivificados todos aquellos
que son suyos por virtud de la redención. Se trata de los suyos del Antiguo Testamento y del
Nuevo. “...todos éstos, aunque alcanzaron buen testimonio mediante la fe, no recibieron lo
prometido; proveyendo Dios alguna cosa mejor para nosotros, para que no fuesen ellos
perfeccionados aparte de nosotros”, Hebreos 11.40.
La venida a la cual se refiere es aquélla para los suyos, Juan 14.3, pero da a entender el
transcurso del período entre el rapto y la revelación. De esta manera formarán parte de esta
compañía los santos que hayan sufrido el martirio en la tribulación, denominada la primera
resurrección; “Vi las almas de los decapitados por causa del testimonio de Jesús y por la
palabra de Dios ... y vivieron y reinaron con Cristo mil años ... Esta es la primera
resurrección”, Apocalipsis 20.4,5.
La venida se expone más ampliamente en los versículos 52 al 56 y en 1 Tesalonicenses 4.13
al 18.
15.24
Luego el fin ... “Luego”, eita, no significa inmediatamente sino después de un
intervalo, como en Marcos 4.17,28 (“cuando viene la tribulación ... luego tropiezan”) y
1 Cor. 15.5,7 (“después apareció a Jacobo”). El intervalo que está a la vista es el reino del
cual se habla en los versículos 24 al 28. “El fin” se refiere al evento final, la resurrección del
resto de los muertos, Apocalipsis 20.5.
Cuando Cristo vuelva, será inaugurado el reino, tema de tanta profecía en el Antiguo
Testamento (“para justicia reinará un rey”, Isaías 32.1; “se volverán a Jehová todos los
confines de la tierra”, Salmo 22.27). “Es preciso” dice el 15.25. Se emplea la expresión en
relación con la muerte de Jesús, Juan 3.14; su resurrección, Juan 20.9; y su exaltación,
Hechos 3.21. En el gran programa profético de Dios todos estos acontecimientos son
156
precisos, necesarios. Deben suceder, y Él debe reinar.
Todos sus enemigos serán enteramente subyugados. Éstos incluirán los impíos poderes
satánicos además de los hombres malvados como la bestia y el falso profeta el cual es el
anticristo, el hombre de pecado y el hijo de perdición. Cristo “destruirá con el resplandor de
su venida”, 2 Tesalonicenses 2.8. “Herirá la tierra con la vara de su boca, y con el espíritu de
sus labios matará al impío”, Isaías 11.4. El postrer enemigo, la muerte, se verá obligado a
entregar su presa, y en la nueva creación no habrá muerte, Apocalipsis 20,5,12, 21.4.
Este reino, con el Hijo del Hombre como Mediador, existirá por mil años conforme se lee en
Apocalipsis 20. “Todo dominio, toda autoridad y potencia”, versículo 24, denotan una
autoridad universal y se cita de Salmo 8 para confirmar esto. Una vez entregado el reino a
Dios, e introducida la edad eterna, o la dispensación del cumplimiento de los tiempos,
“entonces también” el Hijo estará sujeto al Padre, así como cuando estaba aquí en la tierra.
Este es el punto más lejano en el horizonte que la profecía alcanza por su telescopio. El
versículo deja en claro que será eterno en su duración el carácter de deidad con humanidad
asumido por nuestro Señor en su encarnación cual Hijo en humanidad.
15.29 al 34 De otro modo, ¿qué harán ... Después del pasaje profético muy importante de
los versículos 20 al 28 el apóstol se revierte al problema de la resurrección. El pasaje
parentético abarca toda la historia humana desde la caída del hombre, 15.21, hasta el estado
eterno, 15.28, cuando Dios será todo en todo.
15.29
los que se bautizan por los muertos ... Este es un versículo difícil, y quizás no sea
posible una explicación satisfactoria. Sin embargo, se puede sugerir
(a) Puede referirse a una práctica de bautizar personas por cuenta de otros que habían muerto
sin bautizarse. No hay evidencia de que se haya observado esta práctica en aquel entonces,
aunque algún hereje ha podido hacerlo, y ciertamente no se encuentra base bíblica para
hacerlo. Se debe observar que Pablo no dice nada que se puede interpretar como aprobación
de la práctica. Pero si no habrá resurrección, no hay por qué hacerlo. Posiblemente el apóstol
está enfrentado a los herejes en su propio terreno. Ellos negaban la resurrección, pero
realizaban un rito que carecería de sentido si su postura era acertada.
(b) Algunos opinan que se trata de lenguaje militar, dando a entender que en su bautismo los
recién bautizados estaban tomando el lugar de creyentes que habían muerto en el conflicto,
como si fuera. ¿Qué beneficio habría en reemplazar los soldados en una batalla, si el único
desenlace va a ser la derrota y muerte?
(c) Puede referirse al sentido simbólico del bautismo. El bautismo manifiesta la muerte,
sepultura y resurrección con Cristo, Romanos 6.1 al 7. Pero si no hay resurrección, entonces
el bautismo pierde algo de su significado. En tal caso podría significar solamente la muerte y
sepultura. ¿Qué harán aquellos que se bautizan como personas muertas si no hay
resurrección?
La (a) es aceptable gramáticamente pero la (c) parece la más aceptable doctrinalmente.
15.31
cada día muero ... Pablo caminaba las calles de Éfeso cada día con la posibilidad
de ser víctima del cuchillo de algún asesino. Su vida estaba a riesgo hora tras hora. ¿Qué fin
había en todo esto si no había una resurrección por delante?
Nada se dice en Hechos de los Apóstoles de algo como lo descrito en el versículo 32 acerca
de batallar contra fieras, pero puede haber allí un eco de 2 Cor. 1.10, “el cual nos libró, y nos
libra ...”
Al visitar yo en Éfeso, el guía me llevó a lo que se dice era la cárcel del apóstol Pablo,
ubicada a una cierta distancia al oeste de las ruinas sobre una pequeña colina. En Izmir
conversé con algunos arqueólogos que se ocupaban en la excavación de cerámica y me
157
contaron una tradición de que Pablo había sido encarcelado con fieras. ¿Será ésta “la gran
muerte” de la cual fue librado? Sea como fuere, es evidente que Pablo no está hablando
metafóricamente aquí al considerarse muerto al pecado. Sin embargo, la referencia a fieras sí
puede ser metafórica.
15.33,34
No erréis ... No se engañen. Una doctrina errónea en cuanto a la resurrección
les haría mal moralmente, conduciendo a un concepto materialista de la vida. Por esto en el
versículo 34 él habla “para vergüenza vuestra”. En 4.14 había dicho que no escribía para
avergonzarles y en 6.5 para sí hacerlo. Con el sonido cierto de una trompeta, 14.8, les llama a
despertarse. Fue un día triste para Sansón cuando durmió con la cabeza sobre las rodillas de
Dalila, Jueces 16.19,20, y se despertó sin saber que “Jehová se había apartado de él”. Fue un
día triste cuando Jonás tuvo que ser despertado por marineros que no conocían a Dios. Fue
un día triste cuando las vírgenes insensatas supieron que no les quedaba tiempo para salir a
comprar aceite.
Encontramos tres razones para despertarse. Son la venida del Señor, el interés por los que no
conocen a Dios y el peligro de conformarse al mundo
 Es ya hora de levantarnos del sueño; porque ahora está más cerca de nosotros nuestra
salvación que cuando creímos, Romanos 13.11
 Velad debidamente, y no pequéis; porque algunos no conocen a Dios , 1 Cor. 15.34
 Despiértate, tú que duermes, y levántate de los muertos, y te alumbrará Cristo, Efesios
5.14
Aquellos que niegan la resurrección habían hecho ver su ignorancia de Dios y de su poder.
Fue para su vergüenza. “Erráis, ignorando las Escrituras y el poder de Dios”, Mateo 22.29.
Vemos el enlace vital entre la doctrina y la práctica, o, como lo expresa la epístola a Tito,
entre la doctrina y la piedad.
En la sección de la Epístola que hemos repasado hasta aquí el apóstol condena la levadura de
los fariseos, o el modernismo; la levadura de los fariseos y su idea de contar con alguna
prioridad en el arrebatamiento, versículo 23; y finalmente la levadura de Herodes, que es el
materialismo, versículo 32.
15.35 al 49 ¿Cómo resucitarán los muertos? Los versículos 35 al 44 tratan de la
naturaleza del cuerpo resucitado y la analogía de la naturaleza. El escéptico piensa que su
pregunta y problema, “¿Con qué cuerpo vendrán?”, no admiten respuesta. Él quería dejar en
lo ridículo la enseñanza acerca de la resurrección de los muertos. De una vez Pablo tilda
semejante razonamiento como insensatez, y el que pone tal objeción como un necio.
Él apela a la naturaleza para una analogía, y pide que se considere el maravilloso proceso de
muerte y resurrección al sembrar una semilla. Después de la muerte ella recibe vida y un
cuerpo, 15.36 al 38. “Si el grano de trigo no cae en la tierra y muere, queda solo; pero si
muere, lleva mucho fruto”, Juan 12.24. Ellos sabían esto, pero estaban ciegos a su
significado. Del reino vegetal él pasa al animal y luego al celestial. “Lo que tú siembras”,
versículos 36 y 37, tiene a la vista el reino vegetal y hay tres ideas
 Es sólo después de muerte que Dios vivifica.
 El cuerpo que se siembra es mero grano y se disuelve. Una vez vivificado, no es el
mismo cuerpo que se ve; los dos cuerpos son idénticos pero diferentes.
 En el ejercicio de sus propios poderes soberanos, Dios da a cada semilla su propio
cuerpo. La comparación entre esto y la resurrección del cuerpo se hace en los versículos
42 al 44.
15.39
No toda carne ... Él procede a considerar el reino animal. Hay una diferencia
esencial entre los cuatro tipos de carne mencionados. Incidentalmente, esto hace ver la
falsedad de la evolución. Dios ha hecho de una sangre todas las naciones, de manera que no
158
es posible diferenciar entre la sangre de una raza y otra, pero la de bestias, peces y aves es de
otra índole. Cada cual ha sido dotado de un tipo de carne apropiada a sus propios
requerimientos y su respectivo reino en esta creación. De la misma manera Dios le dará al
creyente un cuerpo apropiado al reino divino en la resurrección.
15.40,41
hay cuerpos celestiales ... Se hace un contraste entre el reino terrestre y el
celeste a la luz del hecho de que cada cual participa de un tipo particular de gloria. La
diferencia entre la gloria de la una y de la otra no es una de grado sino de género. La misma
diferencia la hay en las estrellas; la gloria de la una difiere del tipo de gloria de la otra.
15.42 al 44 Así también es la resurrección Sepultar el cuerpo del creyente se asemeja a
sembrar una semilla. Cuatro veces leemos “se siembra” y se ofrecen tres descripciones
gráficas de la condición del cuerpo en muerte. Se siembra en corrupción, deshonra y
debilidad. Además, se siembra cuerpo natural, a saber, un cuerpo apropiado para la presente
existencia terrenal. Todos estos detalles están en contraste con lo que habrá. El cuerpo
resucitado será incorruptible, será levantado en gloria y en poder, un cuerpo espiritual
adaptado al reino celestial y espiritual. Todo esto amplifica las palabras del versículo 37, “lo
que siembras no es el cuerpo que ha de salir”. Es una realidad gloriosa.
15.45
también está escrito ... Aquí el apóstol traza una analogía de la Escritura. De los
argumentos basados en el proceder soberano de Dios en la creación él hace un contraste
entre Adán y Cristo.
Adán es el primer hombre, así que nunca hubo una raza pre-adánica. Habrá un tercer hombre,
el hombre de perdición, pero en la misericordia de Dios él no encabezará una raza. Cual
postrer Adán, Cristo es la cabeza de una nueva creación.
Se debe notar el contraste
 Adán fue creado. Dios sopló en sus narices el soplo de vida; hasta ese momento él no
había existido pero ahora era un ser.
 En su creación él fue hecho alma viviente.
 Era terrenal, hecho del polvo y destinado a volver al polvo una vez que había pecado.
 Habiendo sido hecho alma viviente, y su cuerpo formado de la tierra, se habla de él
como “natural”.
Cristo, en cambio, es
 Del cielo, no de la tierra, terrenal. Era eternamente preexistente. Su nacimiento no fue el
comienzo de su existencia; Él era de lo eterno.
 En humanidad es espíritu vivificante. “Como el Padre levanta a los muertos, y les da
vida, así también el Hijo a los que quiere da vida. El pan de Dios es aquel que descendió
del cielo y da vida al mundo”, Juan 5.21, 6.33,39, etc.
 Dijo, “Me preparaste cuerpo”, Hebreos 10.5. Él estaba en semejanza de carne de
pecado, pero su cuerpo libre de la ley del pecado en sus miembros, y por esto su cuerpo
no vio corrupción.
 Se habla de Él como espiritual en contraste a natural. Esto se refiere a su estado en
resurrección.
Toda la humanidad participa de estas características de Adán; llevamos su imagen. De la
misma manera aquellos que son de Cristo están destinados en el propósito de Dios a llevar la
imagen suya. El orden histórico es muy claro; primero, lo natural en creación y luego lo
espiritual. Es Cristo en resurrección que introduce la nueva creación.
159
C. La transformación de los vivos
15.50
Pero esto digo ... Él reconoce que ni los vivos ni los muertos pueden heredar el
reino de Dios. Aquí “el reino de Dios” se interpreta como una referencia al estado eterno de
gloria mencionado en los versículos 24 y 28. “La carne y la sangre” se refiere a los vivos y
“la corrupción” a los muertos. Los cuerpos que tenemos ahora, adaptados a nuestra
existencia en la tierra, no son aptos para una existencia en la esfera celestial.
Él no intenta resolver el problema por una analogía, ni de la naturaleza ni de la Escritura,
sino que divulga un misterio, a saber, una verdad antes desconocida; compárese
1 Tesalonicenses 4.15, “os decimos esto en palabra del Señor”. Esto está en contraste con la
cena del Señor, 11.23, y el evangelio, 15.1, que dice haberles entregado. Compárese con
otros misterios, en particular la ceguera de Israel en Romanos 11.25 y la Iglesia como cuerpo
de Cristo en Efesios 3.3 al 9.
15.51
No todos dormiremos ... O sea, todos no van a morir. El sueño es la manera normal
por la cual él habla de la muerte del creyente. Es evidente por Daniel 12.1,2 que el término
aplica al cuerpo y no al alma. No es bíblica la teoría del sueño del alma. El creyente va a
estar con Cristo, lo cual es marcadamente mejor, Filipenses 1.21 al 23.
15.51
todos seremos transformados Esto abarca tanto a quienes viven como a quienes han
muerto, aunque la palabra transformados se emplea más específicamente con referencia a los
vivos. El acontecimiento que marca un hito y efectuará este cambio es la venida del Señor,
1 Tesalonicenses 4.13 al 16; “Gemimos dentro de nosotros mismos, esperando la adopción,
la redención de nuestro cuerpo”, Romanos 8.23. “La final trompeta” es la misma que se
menciona en 1 Tesalonicenses 4.16 como “trompeta de Dios” y no es de confundirse con las
trompetas de Apocalipsis 8.6 y Mateo 24.31, las cuales harán sonar ángeles.
15.52
los muertos serán resucitados En el versículo 23 estos se limitan a “los que son de
Cristo”, y 1 Tesalonicenses 4.16 habla de “los muertos en Cristo”. Entonces los creyentes
vivos serán transformados. Este evento y este orden fueron previstos en las palabras de Jesús
a Marta, “Yo soy la resurrección y la vida”, Juan 11.25,26. Para los unos Él será la
resurrección y para los otros la vida.
Las palabras en Juan, “el que cree en mí, aunque esté muerto, vivirá", y “todo aquel que vive
y cree en mí, no morirá eternamente”, prevén la revelación dada a través de Pablo. Pero el
Evangelio de Juan fue escrito mucho antes de esta epístola; las palabras de Pablo corroboran
las del Señor. “El que cree en mí” dejan en claro más allá de duda que una genuina fe en
Cristo es el único requisito para participar en el arrebatamiento.
15.52
en un momento ... Será el lapso de tiempo más breve posible, “un átomo” de
tiempo. Será apenas un abrir y cerrar de ojos. Esta transformación no será sólo en un
momento, sino en el mismo momento para todos los afectados, a la final trompeta.
Compárese Números 10.5,6, “Cuando tocares alarma, entonces moverán los campamentos
...” Esto deja afuera de un todo la teoría de un rapto parcial, a saber, la idea que algunos
cristianos tomarán precedencia sobre otros en el arrebatamiento, logrando algo más que
ellos.
Será el cumplimiento de escrituras proféticas, como Isaías 25.8, “Destruirá a la muerte para
siempre; y enjugará Jehová el Señor toda lágrima de todos los rostros”; y Oseas 13.14, “Oh
muerte, yo seré tu muerte; y seré tu destrucción, oh Seol”. Ahora en el versículo 55,
“¿Dónde, oh sepulcro, tu victoria?” puede ser la exclamación triunfante de los resucitados, y
“¿Dónde está, oh muerte, tu aguijón?” puede ser la de los que han sido transformados.
Ambos grupos se unirían al proclamar, “Sorbida es la muerte en victoria”.
Lo corruptible y lo mortal representan las mismas dos compañías, los muertos y los vivos.
160
Nada se dice en el sentido que los muertos sean de un determinado período histórico, de
manera que entendemos que se incluye a aquellos de Hebreos capítulo 11. Ellos y nosotros
seremos perfeccionados juntamente, “proveyendo Dios alguna cosa mejor para nosotros,
para que no fuesen ellos perfeccionados aparte de nosotros”, Hebreos 11.40.
La muerte es un enemigo malicioso y maligno, como una culebra viciosa. Su picadura
dolorosa es el pecado. Es por sus colmillos envenenados que se teme tanto a la cobra, y si no
fuera por el pecado, la muerte no guardaría ningún terror. Para el creyente la picadura ha sido
quitada, y lo que le da su potencia, la ley, ha sido satisfecho plenamente en la muerte de
Cristo. En su muerte la pena ha quedado satisfecha, “porque el fin de la ley es Cristo, para
justicia a todo aquel que cree”, Romanos 10.4. “Cristo nos redimió de la maldición de la ley,
hecho por nosotros maldición”, Gálatas 3.13.
Por lo tanto el creyente se regocija con el don de la victoria sobre tanto el pecado como la
muerte por medio de Jesucristo. El versículo 57 emplea su título entero, “nuestro Señor
Jesucristo”, en reconocimiento del triunfo. Obsérvese que se hace mención del último que le
vio en resurrección, versículo 8; del postrero Adán, versículo 45; y de la trompeta final,
versículo 52.
15.58
Así que, hermanos míos ... El lenguaje es cariñoso. Él insta a una estabilidad de
corazón, un ánimo único y un servicio proactivo, sabiendo que a la luz de la gloria futura su
labor no carecería de fruto; compárese el versículo 14. Más bien, ella daría fruto ahora y
traería galardón más adelante.
7. La asamblea cristiana y su responsabilidad
capítulo 16
A. Responsabilidad hacia los creyentes pobres
Compárese la ofrenda a Jehová en Éxodo 35.21 al 24.
16.1
la ofrenda para los santos ... La colecta para los santos es la misma que la de
Romanos 15.26, 2 Cor. 8.1, 9.1, Hechos 24.17. Fue realizada en beneficio de los pobres en
Jerusalén, Gálatas 2.10. El apóstol recogía de esta manera para los necesitados, pero nada
leemos de hacer saber sus propias necesidades ni de una colecta organizada para los
predicadores o la obra del evangelio.
La mención del “primer día de la semana” es evidencia significativa de que los cristianos
observaban aquel día, o se reunían en aquel día.
 El primer día de la semana, reunidos los discípulos para partir el pan, Pablo les
enseñaba, Hechos 20.7
 Yo estaba en el Espíritu en el día del Señor, Apocalipsis 1.10
 Cuando llegó la noche de aquel mismo día, el primero de la semana, ... los discípulos
estaban reunidos ... Ocho días después, estaban otra vez sus discípulos dentro, Juan
20.19,26
Era distinto al sábado judaico, y nunca se describe como el sábado. El primer día de la
semana conmemoraba la resurrección de Cristo y el día de Pentecostés.
El principio rector de su aporte sería la medida de su prosperidad. “... de la abundancia
voluntaria de tu mano será lo que dieres, según Jehová tu Dios te hubiere bendecido”,
Deuteronomio 16.10 al 17. Para un ministerio en cuestiones materiales como la disposición
de los fondos, la asamblea debería escoger hombres que ha conocido como fieles. El apóstol
161
no aceptaría la responsabilidad solo. “Buscad, pues, hermanos, de entre vosotros a siete
varones de buen testimonio ...” Hechos 6.1 al 6. “... evitando que nadie nos censure en
cuanto a esta ofrenda abundante que administramos”, 2 Cor. 8.20,21. Pero, al ser necesario,
él estaba dispuesto a acompañar a otros.
B. Responsabilidad hacia los que se dedican al ministerio
Todo este capítulo parece ser como una posdata a la carta. Es a la vez una introducción a la
segunda epístola.
16.5 al 9
Pablo y sus viajes:
En esto la asamblea tenía una responsabilidad, y
los planes del siervo del Señor deben ser siempre “si el Señor permite” y a la luz de las
puertas abiertas.
16.10,11
Timoteo: No deberían tenerle en menos; posiblemente se alude aquí a su
juventud. Él debería estar entre ellos sin temor. Pablo le da muy buena recomendación.
16.12
Apolos: Aparentemente la asamblea había consultado con Pablo acerca de Apolos.
Parece que se estaba usando el nombre suyo como si fuera dirigente de un partido, y él no
deseaba visitarles por el momento pero lo haría después de un lapso. Él no quiso que su
presencia diera apoyo a algún grupo; Apolos no buscaba lo suyo propio. Las palabras de
Pablo hacen ver que tenía plena confianza en este hombre y que le consideraba un consiervo,
no un subalterno.
16.13 al 18 Estéfanas, Fortunato y Acaico: Los santos deberían someterse a Estéfanas y a
todos de su timbre. Los otros dos tenían un ministerio refrescante, como el rocío y la lluvia.
La asamblea debería reconocer esto.
16.19
Aquila y Priscila eran una pareja fiel. Estaban en Corinto en la primera visita de
Pablo y gozan de un lugar envidiable en el registro del Nuevo Testamento
 Halló a un judío llamado Aquila, natural del Ponto, recién venido de Italia con Priscila
su mujer ... después se despidió de los hermanos y navegó a Siria, y con él Priscila y
Aquila, Hechos 18.2,19.
 Saludad a Priscila y a Aquila, mis colaboradores en Cristo Jesús, Romanos 16.3
 Saluda a Prisca y a Aquila, 2 Timoteo 4.19
La asamblea en Éfeso, de donde Pablo escribía esta carta, se reunía en el hogar de ellos. De
esta manera se resolvía el problema de lugares de reunión en los días apostólicos. La práctica
tiene ventajas evidentes; evita la centralización y la erogación de sumas grandes en edificios
prestigiosos.
8. Conclusión
16.22 al 24
Antes de poner su pluma a un lado Pablo expresa una advertencia solemne. La prueba ácida
de la experiencia cristiana es un amor verdadero y genuino por el Señor Jesucristo. Quien no
lo tenga, que sea maldito, anatema.
Maranata es otra palabra que figura sin traducción, aparentemente parte del vocabulario de
los cristianos primitivos. Significa, “Que venga el Señor”, o “El Señor viene”. Es la última
referencia en esta epístola a la venida del Señor. Desde el comienzo y en relación con todo
tema que trata el apóstol él ha puesto la venida ante la atención de la asamblea. Sería
aceptable decir que ocupa un lugar céntrico de importancia en 1 Corintios. Para el
inconverso es un acontecimiento a ser temido, un día de remordimiento. Ser maldito en su
162
venida significará ser consignado al lago de fuego.
El escritor concluye con una oración de gracia sobre los creyentes corintios, y una
afirmación de su amor para todos ellos. Este hilo también se encuentra a lo largo de la
epístola.
163
Comentario conciso sobre 2 Corintios
J.M. Davies; Bombay, India; 1960
Traducción de la segunda parte del libro
The Epistles to the Corinthians, a concise commentary;
publicado por Gospel Literature Service, Bombay, 1975.
Contenido
Introducción a las dos epístolas
Un análisis de 2 Corintios
1.
Salutación
1.1,2
2.
El ministro y sus motivos
La integridad de Pablo
capítulos 1 y 2
El ministro y su ministerio de salvación
El ministerio de Pablo
capítulos 3 al 7
El ministro y su ministerio al pueblo de Dios
Pablo y su amor
capítulos 8 y 9
El ministro y los ministros de Satanás
Pablo y su gloria
capítulos 10 al 13.10
Admonición y bendición
Pablo y la Trinidad
13.11 al 14
3.
4.
5.
6.
Introducción a las dos epístolas
La ciudad de Corinto está ubicada en el estrecho istmo que une lo que era la provincia griega
de Acaya con el resto del país. Era la capital de aquella provincia. Destruida en el segundo
siglo antes de Cristo, fue reconstruida por Julio César como colonia romana. Debido a su
ubicación estratégica, era importante en lo militar. La fuerte de Corinto, el Arcocorintius,
estaba a una altura de 600 metros y protegida en todas sus vías de acceso. Los barcos
navegaban desde el este hasta el cercano puerto de Cencrea y desde el oeste hasta Corinto
por su golfo. La fuente de Peirene surtía agua en abundancia.
Corinto llegó a prosperar como centro importante de comercio mediterráneo y contaba con
una población de romanos, griegos y judíos. Los juegos del istmo, a los cuales se aluden en
la primera epístola, atraían a muchos. Eran notorias la idolatría y lascivia. Se dice que mil
devadasis (“vírgenes” o prostitutas del templo) estaban al servicio de los forasteros en el
164
templo de Apordite. Se consideraba la fornicación como un acto de consagración a la diosa
en vez de uno de profanación del cuerpo. Corinto era la Sodoma del Mar Egeo.
La ciudad antigua es hoy día una aldea de quinientos habitantes. Al visitarla en 1952, vi en el
pequeño museo los restos excavados de la adoración fálica, parecidos a los que había visto
en Benares en 1950.
Se registra dos visitas del apóstol Pablo a la ciudad, y él alude a una posible tercera visita,
2 Cor. 13.1. En la primera, Hechos 18.1 al 17, se quedó por dieciocho meses o más. “Muchos
de los corintios, oyendo, creían y eran bautizados”. La segunda fue por tres meses. Se da
pocos detalles, pero es evidente que no fue placentera, 2 Cor. 2.1, etc. Es difícil determinar si
se realizó la tercera visita.
En la asamblea en Corinto había judíos, entre ellos Aquila, Priscila, Crispo y Sóstenes, pero
la mayoría eran gentiles o de entre los gentiles. Nombres como Erasto, Quarto y Gayo
señalan antecedentes romanos. Antes de convertidos, se habían extraviado en una vil
idolatría, 1 Cor. 12.2. No había en la congregación mucha gente de cultura; no muchos
sabios según la carne, ni poderosos, ni nobles; 1.26 al 28. En lo moral, muchos habían sido
de los peores, 6.9 al 11.
Con el fin de desinflar su orgullo, el apóstol tuvo que recordarles de estas cosas. Su soberbia
había concebido contienda y un espíritu partidista; véase Proverbios 13.10. Este estado de
cosas impidió su desarrollo espiritual; 3.1 al 4. Además de ser niños y de orientación carnal,
eran fáciles de engañar, 6.9, 15.33, 2 Cor. 11.3,4, y llevados por dondequiera de todo viento
de doctrina, Efesios 4.14, incapaces de discernir los valores relativos de los dones y su uso, o
del mayor valor de la gracia.
Un análisis de 2 Corintios
Pablo escribió la Epístola cuando estuvo en Macedonia, 1.16, 2.13, 7.5, posiblemente en
Filipos y probablemente dentro de un año de haber escrito 1 Corintios. Timoteo había sido
enviado a Corinto antes de que Pablo había escrito 1 Corintios, 1 Cor. 4.17, pero parece que
la carta ha podido llegar antes de él, 1 Cor. 16.10, “si llega Timoteo”. El apóstol visitó la
ciudad, Hechos 20.3, después de 1 Corintios y antes de 2 Corintios, cosa que se desprende al
comparar 2 Cor. 13.1 con el 2.1. Sin embargo, es difícil hablar con certeza de los viajes de
Pablo en esa época. Hechos de los Apóstoles no registra todos, como se ve al leer 2 Cor.
11.23 al 26.
En 2 Corintios el apóstol alude a una carta que envió por intermedio de Tito, la cual le
entristeció. Por un tiempo se arrepintió de haberla escrito, 7.8. Difícilmente ha podido ser la
carta que conocemos como 1 Corintios. Parece que durante su segunda visita algunos le
habían causado gran pesar, cuestionando su apostolado y motivos y buscando socavar su
ministerio. Aparentemente había entre sus calumniadores un individuo en particular que
había sido reprendido y disciplinado por “los muchos”, consecuencia de la carta enviada con
Tito. Esto había resultado en su restauración y confesión de haber actuado mal contra el
apóstol, 2 Cor. 2.5 al 10. También se acusaba al apóstol de debilidad e inconstancia por el
hecho de no haber cumplido su promesa de visitarles de nuevo. Él responde a estas
acusaciones.
Nuestro parecer es que el apóstol dirigió cuatro cartas a los cristianos en Corinto. Se refiere a
165
la primera en 1 Cor. 5.9, “Os he escrito por carta”. La segunda la conocemos como
1 Corintios. Luego hubo la carta severa que envió con Tito, 2 Cor. 2.9, 7.8. Por último hay la
que conocemos como 2 Corintios.
Esta Epístola es complemento a 1 Corintios. En ella se considera al siervo de Dios en
relación con la asamblea. Como en el libro de Números se presenta el campamento y los
levitas, así en estas dos epístolas se da instrucción sobre la asamblea y su orden, y sobre el
ministro y su ministerio. Se habla del ministro del nuevo pacto, 3.6; ministro de Dios, 6.4; y
de Cristo, 11.23. Se resume lo que aprueba y lo que desaprueba a uno como siervo.
Siete veces encontramos en esta epístola la palabra encomendar, 3.1, 4.2, 5.12, 10.12,18,
12.11; dos veces recomendación, 3.1; aprobado dos veces, 6.4, 7.11. Es una de las palabras
clave de la carta. Al invertir el orden de las palabras, hay un cambio de énfasis que resulta
llamativo. En 5.12 y 10.12 se habla de los que se recomiendan a sí mismos y en el 3.1 el
escritor pregunta si “comenzamos otra vez a recomendarnos”. En estos pasajes es la
recomendación propia que el escritor tiene en mente. Es cosa reprochable y señal de falso
profeta. Por lo contrario, el apóstol se encomendó a sí mismo en 4.2 y 6.4 por su conducta
para que su ministerio no fuese vituperado. El Señor aprueba a los tales, 10.18.
delante de Dios Los versículos donde figura esta expresión evidencian la transparencia de la
vida privada del apóstol, 4.2, su predicación, 2.17, su cuidado pastoral, 2.10, 7.12, 12.19, y
su manejo de dinero (“hacer las cosas honradamente”). Él andaba como delante del Señor.
según la carne Sus propósitos y planes, 1.17, su estimación de los demás y del Señor, 5.16, y
las armas de su milicia, 10.3, no eran según la carne en su origen y carácter.
nosotros No confiar en nosotros mismos, 1.9; No somos competentes por nosotros mismos,
3.5; No nos predicamos a nosotros mismos, 4.5; No nos gloriamos en nosotros mismos,
10.13; Nos recomendamos a toda conciencia, 4.2.
Tomado en conjunto, todo esto fija un estándar muy alto para el siervo de Dios. Por lo tanto
no es sorprendente que a lo largo de la Epístola hay muchas referencias al Señor Jesús en su
senda de servicio. El Señor es el siervo ejemplar, y bien podría emplear como título aquí las
palabras de Isaías 42.1: “He aquí mi siervo”. La Epístola comienza con una referencia al
Dios y Padre de nuestro Señor Jesucristo y luego leemos de los sufrimientos de Cristo, 1.5;
su grato olor ante Dios, 2.15; la muerte de Jesús, 4.10; la vida de Jesús, 4.10; el amor de
Cristo, 5.14; la gracia de nuestro Señor Jesucristo, 8.9; la mansedumbre y ternura de Cristo,
10.1; la obediencia a Cristo, 10.5; y el poder de Cristo, 12.9.
La carta es la más personal de todas las de Pablo. Es casi una autobiografía. Hay partes
donde late de emoción y vibra de intensidad. Hay trozos algo extensos donde el autor divaga,
como por ejemplo cuando habla de su encuentro con Tito. Lo menciona en el 2.3 pero
realmente no abunda sobre el punto hasta 7.5 al 16.

Por lo tanto, no es fácil analizar la Epístola, pero se perciben tres secciones:
 El siervo y su servicio en los capítulos 1 al 7
 El siervo y los santos, capítulos 8 y 9
 El siervo y las falsificaciones, capítulos 10 al 13
Ofrecemos como un análisis más extenso:
Salutación
El ministro y sus motivos
El conflicto en Asia
La conducta de Pablo en el pasado
1.3 al 11
1.12 al 22
166
El cuidado de Pablo por ellos
El ministro y su ministerio de salvación
Exposición sobre el ministerio de Pablo
El ministerio de santificación
Pablo y su consolación
El ministro y su ministerio al pueblo de Dios
La gracia de las iglesias de Macedonia
La gracia del Señor Jesucristo
La gracia en Tito y otros
La gracia en los corintios
El ministro y los ministros de Satanás
Pablo se defiende
Pablo se preocupa
Pablo y su apostolado
Pablo advierte de nuevo
1.23 al 2.17
3.1 al 6.10
6.11 al 7.1
7.2 al 16
8.1 al 5
8.6 al 15
8.16 al 9.5
9.6 al 15
capítulo 10
capítulo 11
12.1 al 19
12.20 al 13.10
1. Salutación
1.1,2
El apostolado de Pablo era según la voluntad de Dios, como en 1 Cor. 1.1. Timoteo había
salido para Corinto antes de la preparación de 1 Corintios y el escritor temía por su
recepción, 1 Cor. 4.17, 16.10,11. Parece que no fue alentadora la noticia que trajo al regresar
a Éfeso.
1.1
en toda Acaya El evangelio había penetrado toda la provincia de Acaya; sabemos
que había una asamblea en Cencrea, Romanos 16.1. La epístola no era una carta privada a la
asamblea en Corinto.
1.2
Gracia y paz ... Nuestra nota sobre 1 Cor. 1.3 reza: Esta salutación se encuentra en
casi todas las epístolas. Expresa el deseo por su legítima prosperidad espiritual,
especialmente en cuanto a su vida colectiva y testimonio. La gracia nos introduce a todas sus
compañeras, como la verdad, Juan 1.17, súplica, Zacarías 12.10, apostolado o servicio,
Romanos 1.9, y gloria, Salmo 84.12. El Padre y el Hijo se invocan conjuntamente, indicio
del reconocimiento apostólico de la igualdad entre ellos.
2. El ministro y sus motivos
La integridad de Pablo, capítulos 1 y 2
En la primera epístola el apóstol habló de su deseo y sus planes tentativos de pasar el
invierno con ellos, 1 Cor. 16.5 al 7. El hecho de que no lo hizo condujo a acusaciones de
parte de sus opositores contra él de inestabilidad e insinceridad. Él responde extensamente.
A. El conflicto en Asia, 1.3 al 11
1.8
fuimos abrumados sobremanera ... Esta es la primera de cinco secciones en la
epístola que tratan de la aflicción; hay también 4.8 al 18, 6.4 al 10, 11.23 al 33 y 12.7 al 10.
Hechos de los Apóstoles no la relata.
167
Cualquiera que haya sido la naturaleza de este sufrimiento que se menciona en estos
versículos, era inesperado y severo. La muerte parecía inevitable. Las palabras “tan gran
muerte” aportan un carácter singular y conmovedor. Él describe su salvación de esta
aflicción como “el don concedido” por medio de las oraciones de ellos. Compárese Hechos
12.11, “el Señor ha enviado su ángel”. En aquella ocasión especial de padecimiento él era
como una bestia de carga anonadada por un peso que no podía llevar. El tumulto de Hechos
19 parece insuficiente para lo que se describe aquí.
La aflicción y el sufrimiento, y el consuelo o estímulo, se enlazan en estos versículos de
apertura. La aflicción fue una participación en los padecimientos de Cristo, 1.5. Él
experimentó en ella el consuelo fortaleciente de Dios por medio de Cristo, 1.5. La manera en
que pudo aguantarla fue un ejemplo y estímulo a otros, 1.6. Por estas tribulaciones Él llegó a
conocer a Dios como el Padre de misericordias, el Dios de toda consolación, 1.3, y el Dios de
la resurrección, 1.9. De esta manera se enriqueció su propio ministerio, 1.4, por cuanto pudo
administrar consuelo a otros. Su sufrimiento dio a otros un incentivo a orar, 1.11. Y la gracia
de Dios que sustenta y libera condujo a las acciones de gracias.
Por esto la sección comienza y termina con esta nota de alabanza al “Dios y Padre ...”, 1.3.
Compárense “Bendito [sea] el Dios y Padre de nuestro Señor Jesucristo” en Efesios 1.3,
2 Cor. 11.31 y 1 Pedro 1.3. El Señor Jesús es el Hijo del Padre desde la eternidad, y en su
encarnación se hizo siervo, Filipenses 2.5 al 7.
B. La conducta de Pablo en el pasado, 1.12 al 22
1.12
con sencillez y sinceridad ... Él se gloriaba en el testimonio de su conciencia en
cuanto a su conducta cuando estaba entre ellos. Fue “con sencillez”. No había duplicidad en
él; no decía una cosa cuando quería decir otra. Si la palabra debería ser “santidad”, como en
algunas traducciones, corresponde con lo que dice en 1 Tesalonicenses 2.10, “cuán santa,
justa e irreprensiblemente”. Fue “con sinceridad”, así como su predicación, 2.17. No tenía
mancha ni rendija al ser examinada a la luz del sol; compárese con 1 Cor. 5.8, “... con panes
de sinceridad y de verdad”. Él no se conducía conforme a una sabiduría carnal. No se
rebajaba a la zorrearía, ni se valía de la lisonja para encubrir celos. Él no había sido guiado
por algún motivo de interés propio, sino energizado por la gracia de Dios.
1.13
os escribimos ... Pablo no escribió como para ser entendido por algo entre líneas,
cosa común en nuestros tiempos. Su mensaje no fue algo diferente a como les escribía. O
quizás el pasaje aquí quiere decir que les había escrito solamente las cartas que eran para
lectura ante toda la congregación. Había ciertos asuntos que ellos reconocían como hechos
reales, y él esperaba que los reconocieran como tales hasta el fin, y de una manera más
amplia. Entonces, “en el día del Señor Jesús”, al tribunal de Cristo, habría regocijo mutuo,
1 Cor. 1.8.
1.15
Con esta confianza ... En esta confianza en cuanto a su actitud, que ellos
reconocían su sinceridad, él proponía visitarles (“confiando en vosotros todos”, 2.3; “tengo
confianza en vosotros”, 7.16). No había insinceridad en este propósito; él deseaba tan sólo
bendición espiritual para ellos. Las palabras “una segunda gracia” no deben ser entendidas
como ilusión a alguna segunda bendición. Conforme a su plan, visitaría dos veces, tanto en la
ida a Macedonia como en la venida. De esta manera ellos tendrían el placer de dos visitas
con sendas oportunidades para recibir su ministerio y de ayudarle en su viaje a Judea.
1.17
¿usé acaso de ligereza? El apóstol afirma resueltamente que había considerado
debidamente este propósito de efectuar dos visitas. No vacilaba. No decía sí y luego no. Dios
es fiel y veraz en sus promesas, y por lo tanto Pablo como siervo suyo tenía la plena
expectativa de cumplir con lo que proponía.
168
Dios es el Dios del Amén, Isaías 65.16. [“el Dios amén”, Vulgata de Scío] Las promesas del
Antiguo Testamento se dividen en dos categorías. Hay aquellas que se le hicieron en su
calidad de Hijo; p.ej. Salmo 2.8, “te daré por herencia a las naciones”. Y, hay aquellas que
serán cumplidas en y por Él, específicamente en su encarnación y resurrección.
El cumplimiento de estas promesas dependía de la obediencia del Hijo, como se ve en “He
aquí, vengo ...” Su Sí, 1.17, era sin calificativo ante todas las promesas y los propósitos de
Dios. Por medio de Él son Amén para la gloria de Dios, por nosotros y nuestra aceptación del
evangelio y apropiación de las promesas. Un predicador, o unos predicadores, de semejante
mensaje tocante a tales promesas no podría ser meramente un “sí/no”. No debe vacilar.
1.21
el que nos confirma ... El apóstol deja en claro que todas las cosas son de Dios y la
salvación es del Señor. En 1.21,22 describe o menciona cuatro facetas de la experiencia
cristiana—
(i) Él era establecido o confirmado “en Cristo”, o según Colosenses 2.7, “en la fe”, y
Hebreos 13.9, “con la gracia”. Es Dios quien puso nuestros pies sobra la roca. Samuel “era
establecido por profeta de Jehová” [Versión Moderna] y así también Pablo. Esta confirmación,
en contraste con las tres que siguen, era un proceso continuo.
(ii) Fue ungido. Como Aarón y su familia, fue consagrado a un ministerio sacerdotal.
Entendemos por 1 Juan 2.27 que el Espíritu Santo es en sí el ungimiento, “la unción que
vosotros recibisteis de él permanece en vosotros”.
(iii) Fue sellado. “... fuisteis sellados con el Espíritu Santo de la promesa”, “... con el cual
fuisteis sellados para el día de la redención”, Efesios 1.13, 4.20. El sello es el Espíritu Santo.
Significa posesión por Dios por medio de la redención; seguridad, Daniel 6 y Mateo 27; y la
legitimidad del artículo vendido.
(iv) Las arras. “... Dios, quien nos ha dado las arras del Espíritu”, 2 Cor. 5.5; “... el Espíritu
Santo de la promesa, que es las arras de nuestra herencia”, Efesios 1.14. El don del Espíritu
es lo que hemos recibido como anticipo de la herencia. Es una cuota inicial antes del evento.
Así se hablaba del aro del desposorio. Por lo tanto el futuro es seguro.
C. El cuidado de Pablo por ellos, 1.23 al 2.17
1.23
yo invoco a Dios ... En 1 Cor. 4.19 se menciona el habla de aquellos
que andaban “envanecidos”, aparentemente con respecto al apóstol,
atribuyéndole motivos carnales. Decían que era o inestable o temeroso. Pablo
no deseaba visitarles con “una vara”, a saber, con miras a una severa acción
disciplinaria. Por esto decidió no ir, librándoles de esta experiencia.
Él invoca a Dios como testigo de la veracidad de esta afirmación. Hay términos parecidos en
el contexto de su ejercicio en oración, Romanos 1.9; su vida en privado y sus motivos, 2 Cor.
1.23; su cuidado pastoral, Filipenses 1.8; su vida pública, 1 Tesalonicenses 2.5; y sus
persecuciones y el registro de las mismas, 2 Cor. 11.31.
Les asegura que no desea ejercer dominio sobre su fe. En cuestiones de fe ninguno puede
intervenir entre otro y Dios. Ninguno puede obligar a otro a creer; es un poder investido en
tan sólo el Espíritu Santo. Además, Pablo tenía la confianza que ellos estaban firmes en la fe,
pero las palabras “por la fe estáis firmes” pueden referirse a su responsabilidad particular en
esta cuestión. Él deseaba ser colaborador de ellos promocionando su auténtico gozo, tanto
colectiva como individualmente, y en particular la primera. Para otros ejemplos de esta
169
construcción, “sino ... porque [o su equivalente]”, véase 2.14,17, 3.3,5,6,13 al 18.
2.1
determiné para conmigo Una comparación de los versículos 1 y 2 con 12.14 y 13.1
deja en claro que el apóstol había visitado Corinto por segunda vez y que la visita había sido
dolorosa. Fue triste de parte y parte; ellos estaban afligidos, y él también. Por cuanto él había
expresado su deseo de promover su felicidad, concluyó que sería imposible hacerlo en vista
de las circunstancias que existían. Por esto su reticencia de ir y la decisión de no hacerlo
como había propuesto. El único que podía darle a él felicidad ahora le estaba causando
tristeza.
2.3
os escribí ... Al decidir no visitarles, él escribió una carta, y aparentemente le
encomendó a Tito la responsabilidad de entregarla. Esto se ve por 2.13 y 7.5 al 13. Él afirma
que esta carta era una evidencia de su cuidado genuino para con ellos, 7.12, y su amor por
ellos, 2.4. Siendo muy humano y sensible, quería evitar una acentuación de la tristeza en otra
visita.
La carta a la cual se refiere había sido escrita “con muchas lágrimas”, y después él lamentaba
haberla redactado. Lo que sabemos de 1 Corintios difícilmente cuadra con esta descripción,
aun cuando contiene algunas advertencias solemnes. Se ha perdido la carta en referencia en
estos versículos. No fue escrita para herir o entristecer, sino como consecuencia de su
profunda preocupación por el bienestar de ellos.
2.5
Pero si alguno ... La disposición de Pablo a perdonarles se presenta como otra
evidencia de su amor por ellos. No se nos dice específicamente quién era el ofensor. Muchos
consideran que era el hombre culpable de incesto que requería ser entregado a Satanás,
1 Corintios capítulo 5. Se considera que la iniciativa disciplinaria había resultado en un
verdadero arrepentimiento, y por lo tanto él debería ser restaurado a la calurosa comunión de
la asamblea. Se sugiere que ellos eran igual de culpables como él, habiendo sido tan lentos a
restaurarle después de haber sido tan descuidados al no disciplinarle. Pero no parece que
“esta reprensión hecha por muchos” en el 2.6 corresponda a los requerimientos para juzgar al
culpable en 1 Corintios capítulo 5.
El otro criterio es que el ofensor no era el hombre culpable de incesto, sino el que se había
opuesto fuertemente a Pablo en la visita mencionada en el 2.1. Esta sugerencia tiene mucho a
su favor. Se habla de la ofensa en términos que darían a entender que venía dirigida
específicamente contra el apóstol, versículo 5, y fue por esto que él envió la carta severa a la
asamblea por medio de Tito, versículo 9. La manera cómo el apóstol habla de perdonar el
culpable sugiere que él estaba involucrado personalmente en la ofensa cometida, versículo
10.
2.5
no me la ha causado a mí solo Estas palabras son un tanto difíciles. Pablo desea
evitar ser demasiado severo. Él no quería atribuir la ofensa a la asamblea entera, pero 2.9 y
7.7 al 11 sugieren sin duda que la asamblea tenía un solemne deber y debería cumplir con
una obligación. Aparentemente no lo había hecho cuando él les visitó. El versículo afirma
también que la ofensa no era tan sólo contra el apóstol, sino una falta grave contra la
asamblea en conjunto, pero ellos no habían reconocido esto como han debido. Así, hacía
falta un perdón de parte de la asamblea.
2.6
Le basta a tal persona No se nos informa cuál fue la modalidad precisa del castigo.
Las palabras “hecha por muchos” se entienden y se explican como refiriéndose a la mayoría.
Si bien ellas tienen este sentido en algunas partes, como por ejemplo en 1 Cor. 10.5, no es
fácil explicarlas de esta manera en 2 Corintios; véase 4.15, “por medio de muchos”, y 9.2,
“ha estimulado a la mayoría”. Posiblemente había una minoría que apoyaba [sic] sus
criterios y discrepaba con el castigo administrado. Semejante falta de unanimidad en la
asamblea suele ser grave en cuestiones de disciplina.
170
Pero el apóstol consideraba que el castigo había sido suficiente en magnitud y severidad. Por
esto él les insta a perdonar al individuo, y les ruega que confirmen su amor hacia él,
posiblemente por medio de un anuncio público. Obsérvense las palabras perdonar, consolar
y confirmar; véase Gálatas 3.15: “Un pacto, aunque sea de hombre, una vez ratificado, nadie
lo invalida, ni le añade”. Se veía que la persona estaba realmente arrepentida, ya que parecía
estar en peligro de ser víctima de remordimiento, con consecuencias serias.
2.9
para este fin ... Parece que hubo dos propósitos detrás de la carta enviada con Tito.
Serviría para probar su obediencia y amor al apóstol, y tenía la intención de realizar a la
postre el resultado que al efecto tuvo. Si ellos tendrían a bien perdonar la ofensa del
individuo contra la asamblea, el apóstol estaría en gustoso acuerdo, y él perdonaría en
presencia de Cristo y por el bien de la congregación. Él ratificaría su indulto en nombre de
Cristo, como si fuera.
2.9
Satanás no gane Satanás es el nombre hebreo para adversario. Cinco veces se le
menciona en las dos epístolas: 1 Cor. 5.5, 7.5, 2 Cor. 2.11, 11.14, 12.7. Él tiente a pecar,
desesperar y alejarse, y desea bofetear a los siervos de Dios. Dios le permite ser un
instrumento de disciplina, 1 Cor. 5.5 y compárese Lucas 22.31,32, Job 1.8.
Satanás logra la posición ventajosa sobre la asamblea cuando ella deja de restaurar a un
creyente arrepentido. Sus maquinaciones quedan reveladas en los registros de la Escrituras,
de manera que es tan sólo en la medida que conozcamos las Escrituras que conoceremos las
maniobras del Tentador.
2.12
Cuando llegué a Troas En los versículos 12 y 13 Pablo aborda otra evidencia de su
cuidado genuino para ellos. Él estaba tan ejercitado acerca del resultado de la misión de Tito
que se marchó a Macedonia, donde Tito le encontró, aun cuando se le abrió una puerta en
Troas. En otras partes él habla de la puerta abierta: 1 Cor. 16.9, Colosenses 4.3. Las palabras
“en el Señor” confirman Apocalipsis 3.8: “he puesto delante de ti una puerta abierta”.
2.14
Mas a Dios gracias ... La sola mención de Tito y de Macedonia abre una
compuerta de contentamiento en su alma al recordar la ocasión feliz a la cual él revierte más
adelante en el 7.5. Aquí él ve la misión de Tito y su éxito en el contexto más amplio de los
triunfos del evangelio de Cristo. Esto se ve por el uso de la palabra siempre. Corinto no era
una excepción. Él atribuye el viaje a Macedonia a, como si fuera, haber sido llevado tras el
conquistador, aun cuando la demora en el regreso de Tito fue una circunstancia importante
en el asunto.
Este recuerdo conduce a la adoración y una contemplación del maravilloso carácter y las
tremendas consecuencias de semejante ministerio. Se registra un tributo de alabanza parecido
en 8.16, 9.15 y 1 Cor. 15.57.
El “triunfo” a la vista es el de Cristo, y de Él Pablo era trofeo. Cristo era el conquistador y
Pablo fue conducido cual cautivo, pero no en humillación al estilo de lo que hacían los
generales romanos en sus procesiones, sino como un participante en el triunfo del evangelio.
En su versatilidad el apóstol cambia abruptamente sus metáforas. Él es el cautivo, y de
repente es el observador regocijado que flamea el incienso mientras la procesión pasa. Y en
seguida es el incienso mismo, el incienso de Cristo. Las tres figuras se refieren a su
conversión, su comisión a predicar el evangelio y su conformidad a Cristo en su entera
devoción a Dios.
2.15
grato olor de Cristo Se alude al holocausto y la oblación asociada con él; “... Cristo
nos amó, y se entregó a sí mismo por nosotros, ofrenda y sacrificio a Dios en olor fragante”,
Efesios 5.2. Esto el apóstol se decía ser, irrespectivo de que el mensaje fuese recibido o
rechazado. A los que estaban pereciendo, condenados así a la destrucción, era olor de muerte
a muerte, a saber, de su estado de espiritualmente muertos a su muerte eterna. Para aquellos
171
que habían confiado en Cristo como su Salvador y por tanto estaban experimentando el
poder salvador de Dios en sus vidas, era olor de vida a vida, a saber de la vida poseída en
Cristo al disfrute de la vida eterna en su plenitud; “... habéis sido libertados del pecado y
hechos siervos de Dios ... y como fin, la vida eterna”, Romanos 6.22.
Un ministerio con consecuencias de tan largo alcance exige una capacitación dada por Dios
mismo. Él no era de los “muchos”, los falsos apóstoles a quienes se refiere de nuevo en el
capítulo 11, que mercadeaban en un mensaje falsificado. Pedro habla del mismo grupo: “...
por avaricia harán mercadería de vosotros con palabras fingidas”, 2 Pedro 2.3. Debemos
ejercer cuidado en cuanto a las cartas sobre actividades misioneras, porque podrían ser del
mismo carácter, buscando provecho propio para quienes las emiten.
El apóstol cierra la sección con lo que es a su vez una introducción a la próxima. Él destaca
cuatro puntos acerca de su ministerio
 Su sinceridad; podría ser probado a la luz del sol. Compárese 1.12, “... con sencillez y
sinceridad de Dios ... nos hemos conducido”.
 El mandamiento de Dios, quien le había comisionado y le había dado un mandato claro.
 La observación divina; él actuaba a la vista de Dios y en presencia suya.
 La comunión con Cristo y la supervisión suya.
3. El ministro y su ministerio de salvación
El ministerio de Pablo, capítulos 3 al 7
A. Exposición sobre el ministerio de Pablo, 3.1 al 6.10
La palabra traducida ministerio o ministración figura diez veces en la epístola. El apóstol
habla de este ministerio como un tesoro en un frágil vaso de barro, 4.7; como una
mayordomía, un don que le fue encomendado, 5.18,19; y como una amnistía o ultimátum a
ser proclamado, él y sus colaboradores investidos de autoridad y dignidad cual embajadores,
5.20. Era
 un ministerio del Espíritu, regeneración, 3.6;
 un ministerio de santidad, justificación, 3.9;
 de transformación, 3.18;
 de iluminación, 4.6;
 de reconciliación, 5.19;
 de santificación, 4.2;
 y finalmente de esperanza, 4.14 al 5.10.
3.1 al 5 ¿Comenzaremos otra vez ...? En estos versículos el apóstol sigue trazando la línea
de demarcación entre sí mismo y los “muchos” del 2.17. En el 4.2 él va a hablar de las
prácticas de ellos como “lo oculto y vergonzoso”. Estos falsos maestros se jactaban de contar
con cartas de recomendación, posible y probablemente falsificadas en Jerusalén. Dice
sarcásticamente que habían sido escritas con tinta, pero al hablar de su propia epístola él dice
que “vosotros, escritos en nuestros corazones”. Parece que estas palabras aluden al
ministerio de Aarón, quien llevaba “los nombres de los hijos de Israel en el pectoral de juicio
sobre su corazón”, Éxodo 28.29, o tal vez de Moisés cuando en varias ocasiones abogó a
favor de Israel.
La labor amorosa de Pablo a favor de los corintios era conocida de todos, y todos la leían,
172
pero ellos no eran tan sólo epístola suya, sino epístola de Cristo también, administrada por el
apóstol y escrita sobre tablas de carne, los corazones de ellos. Así que el apóstol alude a los
corintios de dos maneras. Estaban escritos sobre el corazón de él, y Dios le había usado a él
para escribir la verdad del Nuevo Pacto sobre los corazones de ellos, como cumplimiento de
Jeremías 31.33: “Daré mi ley en su mente, y la escribiré en su corazón, y yo seré a ellos por
Dios, y ellos me serán por pueblo”.
Esto fue por medio del Espíritu de Dios. Cuando Apolos había viajado a Corinto, los
hermanos escribieron con la exhortación que fuese recibido, Hechos 18.27. Es un ejemplo
para nosotros hoy día, un gesto de amor y a la vez un resguardo. Pero a Pablo no le hacía
falta tal carta, ni una carta al estilo de las que portaban los falsos maestros. Él despreció la
necesidad de tales cartas para sí, porque contaba con algo mejor.
En cuanto a su misión y su ministerio, él tenía adentro una profunda convicción delante de
Dios por medio de Cristo. Estaba seguro de la validez de su comisión. Junto con esta
confianza hacia Dios, él tenía una capacidad recibida de Dios, cosa que no estimaba como
una habilidad natural. Era un don de Dios. Por lo tanto, no tenía que dedicarse a la
recomendación propia, 3.1. Él se revierte a este tema en el 10.18, “no es aprobado el que se
alaba a sí mismo”. Pablo y estos falsos maestros diferían entre sí en su estilo de vida, sus
métodos, su mandato y su ministerio.
3.6 al 11
... asimismo nos hizo ..., Aquí se hace contraste entre los dos ministerios. Los
falsos maestros supuestamente eran muy celosos de la ley de Moisés. Por esto Pablo procede
a mostrar la diferencia esencial y clave entre el ministerio de la ley y el ministerio del
evangelio; o sea, el pacto antiguo, 3.14, y el pacto nuevo, 3.6.
La comparación y el contraste pueden ser presentados de la manera siguiente
 El antiguo era de la letra; el nuevo es del Espíritu.
 El antiguo había sido escrito y grabado en piedra; el nuevo está escrito en el corazón.
 El antiguo era un ministerio que mataba, o era de muerte; el nuevo da vida, 3.6,7.
 El antiguo era un ministerio que fue introducido por una gloria comparativa y temporal,
y el carácter pasajero de aquella gloria era indicio del carácter temporal de la ley; el
nuevo fue introducido por una gloria excelsa, la cual perdura, 3.7.8.
 El antiguo pacto condenaba; el nuevo justifica.
 El antiguo estaba velado: el rostro de Moisés llevó velo; ahora hay la gloria descubierta
del rostro de Cristo, 4.6.
 El Antiguo Testamento estaba velado en el sentido que no se comprendía los libros de
Moisés ni las profecías; ahora la palabra de Dios es un espejo que refleja la gloria divina,
3.18.
 Había un velo sobre los corazones del pueblo bajo el antiguo pacto, 3.14,15; bajo el
nuevo, las mentes están iluminadas, 4.6.
 El santuario según el antiguo pacto contaba con un velo que impedía el acceso, Hebreos
9.8; ahora hay libertad de acceso, 3.7, Hebreos 10.19.
 El antiguo pacto era un ministerio que se anularía; el nuevo es un ministerio que perdura
para siempre.
A menudo se dice que había una diferencia entre la ley ceremonial y la ley moral, y que la
ceremonial ha sido cumplida en Cristo pero la ley moral el decálogo, o los diez
mandamientos está todavía en pie. La Palabra de Dios no las distingue así. Pero aun si
admitimos esta diferencia, el apóstol no nos deja con duda a qué se refiere en esta porción. Él
alude claramente a “tablas de piedra” y a aquello que estaba “grabada con letras en piedra”,
lenguaje que puede referirse tan sólo a los diez mandamientos, 3.7.
El término letra y la expresión la letra mata aplican tan sólo a la ley, y no al texto de la
173
Escritura. No es una advertencia a no aceptar o ceñirse a una interpretación literal de lo que
la Biblia dice. El ministerio de “la letra” que mataba está ilustrado en los tres mil que
murieron en Sinaí cuando se inauguró el Antiguo Pacto, mientras que el ministerio del
Espíritu que da vida está ilustrado en los tres mil que fueron salvos en el Día de Pentecostés.
En el 3.7 se dice que el rostro del mediador reflejaba la gloria de Dios, y que los hijos de
Israel no pudieron fijar la vista en él. De lo dicho en Éxodo 34.30 entendemos que esto se
debía a temor y no a una incapacidad física; “la piel de su rostro era resplandeciente, y
tuvieron miedo de acercarse a él”. Nada se dice en 2 Cor. 3 en cuanto al fenómeno que
acompañó la entrega de la ley como se detalla en Hebreos 12.18 al 21: “al monte ... que ardía
en fuego”, etc.
El apóstol se limita a la gloria en la faz de Moisés en vista de las lecciones que él deseaba
sacar de ella, en contraste con la gloria de Dios resplandeciente en la faz de Jesucristo, 4.6.
Lo nuevo se inauguró en una gloria que sobrepasaba la de lo antiguo en tal medida que en
comparación lo antiguo no puede ser considerado como una gloria. La gloria de la luna no es
nada parecida a la del sol.
3.12
Así que, teniendo ... Desde el 3.12 hasta el 4.6 se contrastan los dos ministros:
Moisés y Pablo. La esperanza del apóstol se basa en el carácter duradero de la gloria del
Nuevo Pacto. Le permitía hablar con denuedo; él no tenía que cubrir el rostro, como hizo
Moisés. Se ofrecen dos razones por lo que Moisés hizo: (i) para que Israel no viera su cara;
(ii) para que Israel no viera o se diera cuenta de que se trataba de una gloria perecedera, una
que a la postre sería abolida. Este segundo punto se enfatiza en el 3.13.
3.14 al 16
el entendimiento de ellos se embotó ... Aquí el apóstol abre un paréntesis para
aplicar la ilustración del velo sobre el rostro de Moisés a la condición actual de la nación y
su conversión futura. Por ahora están enceguecidos o endurecidos, Romanos 11.7, de suerte
que el velo les queda sobre los libros de Moisés y su contenido cuando ellos los leen. Dice
luego que está sobre sus corazones. En ese estado está Israel por ahora.
Aquel velo está quitado en Cristo. Es cuando le buscan a Él como su Señor que el velo será
levantado. Se basa esto en el hecho de que cuando Moisés entró en la presencia de Dios, él
“se quitaba el velo hasta que salía”, Éxodo 34.34. Pablo mismo es una ilustración de esta
verdad, y su experiencia predice la de la nación. Compárese Zacarías 12.10 al 14. Es sólo en
la medida que veamos a Cristo en el Antiguo Testamento que sus tipos y sus profecías serán
entendidos; “las Escrituras ... son las que dan testimonio de mí”, Juan 5.39.
3.17,18 el Señor es el Espíritu ..., Las frases, “el Señor es el Espíritu” y “el Espíritu del
Señor” son singulares. Ellas enfatizan la personalidad y la deidad del Espíritu. Tres
afirmaciones acerca de Él en este capítulo son
 en el 3.6 Él da vida;
 en el 3.17 Él da libertad, a saber, la libertad de la servidumbre de la ley, la libertad de
hijos a dirigirse al Padre, Romanos 8.15, Gálatas 4.6;
 en el 3.18 Él produce la semejanza a Cristo.
Nos trasforma a la imagen de Cristo. Del uso de transformar en otras partes se ve que la
comunión diaria es el secreto de esta transformación: “se transfiguró delante de ellos”,
Mateo 17.2; “transformaos por medio de la renovación de vuestro entendimiento”, Romanos
12.2.
3.18
Nosotros todos, mirando ..., Este versículo es como una medida apretada que
rebosa. Es un diamante con muchas facetas. Este “por tanto” vincula el versículo con las
palabras “no como Moisés” en el 3.13, y “todos nosotros” muestra que Pablo no se refiere
sólo a sí mismo. “A cara descubierta”, o sin velo, presenta un contraste con el velo sobre el
rostro de Moisés o sobre el corazón de Israel. Puede referirse aun a la faz descubierta del
174
Señor en contraste con la de Moisés  “la gloria de Dios en la faz de Jesucristo”, 4.6.
Si se acepta la traducción, “mirando como en un espejo la gloria del Señor”, entonces el
creyente percibe en la Palabra de Dios la imagen del Señor reflejada como si fuera en un
espejo. Y, al mirar así, su vida queda transformada por el Espíritu. Sin embargo, si
aceptamos más bien la traducción, “reflejando como un espejo la gloria del Señor”, el
creyente está visto como un espejo. (Un espejo deficiente da un reflejo distorsionado). Ésta
concuerda mejor con “a cara descubierta”, pero es algo difícil ver cómo un individuo se
transforma de esta manera. Sin embargo, en ese caso es posible que el apóstol está
contrastando lo que debería ser la gloria permanentemente reflejada en el cristiano con la
gloria transeúnte y perecedera vista en el rostro de Moisés.
Las palabras “de gloria en gloria” pueden dar a entender de un grado a otro, pero pueden
sugerir la transformación de la gloria reflejada de lo antiguo a la gloria permanente de lo
nuevo. Sin duda el versículo es una sincronización de ideas; el apóstol multiplica sus
metáforas.
4.1 Por lo cual, teniendo ... Pablo describe su manera de vivir y testificar. A causa del
carácter del ministerio que le fue encomendado, él no se desmayaba ni se desanimaba, ni se
volvía cobarde, no obstante todas las fuerzas militantes que se oponían a él y al testimonio
evangélico dondequiera que fuera. El desánimo ha debilitado las manos de muchos
servidores, como muestra claramente el ejemplo de Elías. De Jesucristo, el siervo fiel, Isaías
dijo en 42.4, “No se cansará ni se desmayará”. Es triste cuando falla uno que lleva el
estandarte; “vendrá a ser como abanderado en derrota”, Isaías 10.18.
4.3 nuestro evangelio aún encubierto Es significativo el uso del vocablo “encubierto”, ya
que es la forma verbal de “velo” en el capítulo 3 y sugiere que el apóstol continúa en el
contraste entre el ministerio suyo y el de Moisés. Pero hay un cambio importante. En el 4.2
el contraste es entre los maestros falsos mencionados en el 2.17 y más especialmente en 10.1
al 11.12. Su modo de actuar era vergonzoso y engañoso, “como la serpiente que engañó a
Eva”, 11.3. Ellos utilizaban la Palabra de Dios de una manera ilícita con el fin de ganar
popularidad entre sus oyentes. Ellos diluían el mensaje con legalismo y con meras filosofías
humanas. Eran hipócritas.
Pablo rechazaba semejante metodología, predicando la verdad sin aditivos. Esto apela a la
conciencia, mientras que lo otro puede apelar al intelecto del inconverso. Si el evangelio
quedaba encubierto a cualquiera, era a los que estaban perdidos cuyas mentes Satanás había
enceguecido. Esto es especialmente cierto en cuanto a Israel, pero no se limita a ellos. Él es
el dios de esta edad, como también el príncipe de este mundo y del poder del aire y de los
poderes de las tinieblas. Es el gran adversario del hombre y los impide ver el evangelio de la
gloria de Cristo, el cual es la prueba definitiva de la derrota del diablo.
4.6 el conocimiento de la gloria de Dios Ahora el contraste está entre dos mediadores. Se
debe notar que nunca se emplea el término semejanza en cuanto a la relación de Cristo con
Dios. La expresión “les resplandezca” se emplea en Hechos 20.11 para “hasta el alba”.
Satanás quiere guardar a la gente en oscuridad.
Las referencias del apóstol a Cristo Jesús como Señor, 4.5, guardan relación con lo que dice
en cuanto al evangelio como la gloria de Cristo y la gloria en la faz de Jesucristo en contraste
con la gloria pasajera en la faz de Moisés. La luz que Pablo vio en el camino a Damasco, al
ver al Señor, sobrepasaba el resplandor del sol, Hechos 26.13. Compárese Apocalipsis 1.16:
“su rostro era como el sol cuando resplandece en su fuerza”. La faz de Jesucristo es el foco
de la gloria de Dios. Pablo asemeja su experiencia de conversión a Génesis 1.3, “Sea la luz”.
No era sólo una revelación exterior, sino también un alumbramiento adentro, con miras a ser
reflejado. Es un patrón escriturario para toda verdadera conversión.
175
Desde el 4.7 hasta 5.10 el escritor trata del tesoro; se puede llamar la sección “Pablo y el
cuerpo”. En ella hay cinco referencias al cuerpo 4.10, 5.6,8,10 y son las únicas en la
epístola aparte de su uso del término en el capítulo 12 en relación con su experiencia
singular. En estos versículos él emplea también seis metáforas para el cuerpo: el vaso de
barro, 4.7; el hombre exterior, 4.16; la morada terrestre, 5.1; el tabernáculo o tienda, 5.1,4; la
vestidura externa, 5.2 al 4; nuestra morada presente, 5.6.
El pasaje es el segundo en el cual él describe en algún detalle sus propias aflicciones, y bien
se podría preguntar si hay otro que lo iguala por su entera sumisión a la voluntad de Dios, su
celo y su devoción a la causa de Cristo.
Pablo traza tres grandes contrastes
 el tesoro y el vaso de barro, 4.7 al 15;
 el hombre exterior y el interior, 4.16 al 18;
 lo temporal y lo eterno, 5.1 al 10.
4.7 tenemos este tesoro en vasos de barro Se puede ofrecer dos sugerencias en cuanto al
tesoro. En el contexto inmediato se refiere a lo dicho en el 4.6 en cuanto al conocimiento de
la gloria de Dios, pero en el contexto más amplio se refiere al ministerio encomendado al
escritor, 4.1. Las dos ideas están estrechamente relacionadas. El ministerio descrito en el
capítulo 3 está tipificada en 4.6b: “la iluminación del conocimiento ...”
El vaso de barro es el frágil cuerpo. El uso del término conduce a una consideración de las
instrucciones importantes en cuanto a estas vasijas en Números 19.14,15 y Levítico 11.33.
Eran susceptibles a ser contaminadas, y al ser contaminadas deberían ser destruidos. Por
esto, tenían que ser cubiertas y protegidas. No debían ser dejadas expuestas, porque algún
bicho, o insecto inmundo, podría meterse en ellas y contaminar el contenido. Tanto el ojo
como el oído deben ser protegidos si el siervo de Dios va a guardarse limpio.
Pablo era vaso escogido, Hechos 9.15. Leemos también de los vasos de misericordia,
Romanos 9.23; el vaso limpiado por sangre, Hebreos 9.21, y por agua después de haber sido
contaminado, Levítico 6.28, 4.32; el vaso vacío, 2 Reyes 4.3; el vaso tapado, Números
19,14,15; el vaso lleno, Rut 2.17; el vaso vaciado, Juan 2.7; el vaso echado a perder a causa
de desobediencia, Jeremías 18.1 al 14; el vaso a honra, 2 Timoteo 2.21; y el vaso que todo
creyente debe guardar en santificación y honor, 1 Tesalonicenses 4.4.
4.7 la excelencia del poder ... Este es la primera de varias cláusulas de propósito en la
sección bajo consideración; 4.10,11,15, 5.4,10. El poder en referencia es el poder de Dios en
su cenit, el poder manifestado en los resultados de su ministerio, como también su
preservación en aflicciones, 4.8,9. Para que quede evidente en sí que era de Dios, el apóstol
habla de sí mismo como apenas un vaso de barro. Jeremías colocó en un vaso de barro el
título de propiedad de una parcela en Anatot. Compárense también las teas en los cántaros,
Jueces 7.16 al 19.
4.8,9
atribulados en todo ... Los cuatro contrastes llamativos en estos versículos ilustran
cómo el poder que sostenía era el poder de Dios. La imaginería es la del campo de batalla, de
conflicto entre fuerzas poderosas que se oponían. En el versículo 8 la experiencia es interna
y en el versículo 9 es externa. La primera palabra en cada caso señala lo terreno del vaso, y
la segunda la excelencia del poder. Él estaba atribulado, pero no de un todo encerrado. A
veces estaba en apuros, pero nunca sumido en la ignorancia o sin esperanza. Él era
perseguido como lo era David, pero no abandonado al placer del enemigo. Estaba derribado
como por un dardo, pero no inconsciente. Estaba herido por sus perseguidores, pero no a
muerte.
176
El calor del conflicto afectaba su espíritu, versículo 8, y también la presión del conflicto
físico afectaba su cuerpo, versículo 9. La prominencia que se da a la muerte en estos
versículos, junto con la referencia a la resurrección en el versículo 14, nos hace pensar que
en el momento de escribir el apóstol estaba en severa aflicción corporal.
4.10,11 llevando en el cuerpo siempre Es difícil el trozo, “llevando en el cuerpo siempre ...
la muerte [o el matar] de Jesús”, pero el versículo 11 aclara y amplía su sentido. Él siempre
estaba expuesto a la muerte; “cada día muero”, 1 Cor. 15.31. Así como Jesús había sido
perseguido continuamente, y al final fue víctima voluntaria de sus perseguidores, también el
apóstol se encontraba acechado cada día y estaba dispuesto a morir “por amor de Jesús”, 4.5,
y luego dice en el 4.15, “por amor a vosotros”.
La expresión, “la vida de Jesús”, se refiere a la vida que Él vivió aquí en la tierra, una de
entera dependencia de y obediencia al Padre. Este estilo de vida se estaba reproduciendo en
Pablo. El uso del nombre Jesús favorece esta explicación, a diferencia de entender su vida en
resurrección. “Jehová el Señor me abrió el oído, y yo no fui rebelde ...”, Isaías 50.5 al 7.
4.12 al 15
la muerte actúa en nosotros ..., Tal vez en el versículo 15 el apóstol se refiera
a las bendiciones del evangelio disfrutadas por los corintios, las cuales estaban en contraste
con su propio constante peligro de muerte. Por otro lado, es posible que él esté hablando
irónicamente, como en 1 Cor. 4.8 al 10, “... ya estáis ricos ...”, y en tal caso nuestro pasaje
sería un reproche. Ambos criterios son viables, pero el postrero es preferible.
La cita de Salmo 116.10 deja en claro que el apóstol consideraba que la experiencia suya era
una réplica de la que se registra en el salmo. El salmista habla de los dolores de la muerte
que se apoderaron de él, y de su tribulación y tristeza, pero el Señor le preservó. Pablo aplica
todo esto a su propio caso y con entera confianza en la resurrección y el reconocimiento de
parte del Señor en aquel día de sus servicios entre ellos.
4.15
todas estas cosas ... Posiblemente la referencia sea a lo que se ha detallado en los
versículos precedentes a saber, sus sufrimientos— o posiblemente la aplicación sea más
amplia. Compárese 1 Cor. 3.21, “todo es vuestro”. Si es lo primero, sería una ilustración de
Romanos 8.28, “todas las cosas les ayudan a bien”. Todas sus tribulaciones aportaron juntas
para la mayor bendición del mayor número, y por ende resultaron en gloria para Dios. Era la
meta y el regocijo de Pablo.
4.16 al 18 nuestro hombre exterior ... el interior En vista del hecho que Dios obraba por
medio de sus padecimientos para el bien de los muchos, él no se desanimaría ni se
acobardaría. “Los que esperan a Jehová tendrán nuevas fuerzas ...”, Isaías 40.31. El “hombre
exterior” se refiere al cuerpo y en contraste el “[hombre] interior” se refiere a su vida nueva
por el espíritu. Esto es evidente por los pasajes donde se emplea la expresión: Romanos 7.22,
Efesios 3.16, 1 Pedro 3.4. Mientras el exterior se deterioraba día a día, el interior se renovaba
todos los días.
Sus sufrimientos físicos no pesaban sobre su espíritu para impedir su vida y desarrollo
espiritual. Esto se debía a que él veía las cosas en su debida perspectiva; percibía el tiempo y
sus tribulaciones a la luz de la eternidad y sus triunfos. La renovación diaria era el medio
divino para capacitarle. Compárese el maná diario, Éxodo 16.14; la comida cada día para
Joaquín en 2 Reyes 25.30; la lectura diaria en Esdras 3.42; la alabanza diaria en 2 Crónicas
30.21; y el cuidado de las iglesias “cada día”, 2 Cor. 11.28. Había también la tentación todos
los días en los casos de José, Sansón y Mardoqueo, Génesis 39.1, Jueces 16.14 y Ester 3.4.
En el versículo 17 son por demás impresionantes los contrastes entre la aflicción y la gloria.
La aflicción es leve, o en Mateo 11.30 “ligera”; pero la gloria es un peso, una carga. La
aflicción es momentánea, transeúnte, pero la gloria es eterna. La tribulación se convierte en
gloria por alquimia divina (o sea, el metal base se transforma en precioso). Dos veces el
177
apóstol emplea hipérbole al describir ese peso de gloria, porque no encuentra cómo
explicarlo; es excelente y es eterno.
4.18
mirando nosotros las cosas Estas palabras se puede entender como “si miramos” o
como “mientras miremos”, o “por cuanto miramos”, o, preferiblemente, “mirando como
hacemos”. Pablo no era como aquellos de 2 Pedro 1.9 que padecían de miopía y por esto no
podían ver lejos. Contra el trasfondo de lo temporal y pasajero él colocaba lo eterno, y ahora
prosigue hablando de esto.
5.1
nuestra morada terrestre ... En los versículos 1 al 10 el cuerpo es visto como una
casa terrestre. El cuerpo humano fue formado del polvo de la tierra y por lo tanto es apenas
una choza de barro. Si está expuesto, unas pocas lluvias recias bastan para que caiga. Y, el
autor ve al cuerpo como una tienda también, la carpa de un beduino peregrino, tan fácilmente
desarmada. Y luego es una vestimenta, una túnica.
A la luz de estas metáforas la muerte se ve como
 la disolución de la choza de barro, v.1;
 el desmontaje de la tienda, v.1;
 el desecho de una vestimenta exterior, v. 4;
 el abandono de un hogar para residenciarse en otro,
v. 8.
En otras escrituras es
 la salida de una nave, 2 Timoteo 4.6;
 el éxodo de un país para ubicarse en otro, 2 Pedro 1.15.
El cuerpo de gloria que él anticipaba no será una choza ni una tienda, sino un edificio y una
casa, dando a entender algo de material superior. Las palabras “no hecha de manos” no
figuran para hacer un contraste entre dos cuerpos, sino muestran la diferencia entre las
construcciones terrenales y nuestro hogar futuro, el edificio que vamos a recibir, el cual será
celestial y eterno. Compárese “... circuncisión no hecha a mano ...”, Colosenses 2.11; “... una
piedra fue cortada, no con mano”, Daniel 2.34.
5.2 al 4 por esto también gemimos ... En estos versículos el enfoque es al cuerpo como una
vestimenta. El apóstol gemía en este presente estado terrestre, pero anhelaba ser revestido,
aparentemente refiriéndose a lo que había descrito como esto mortal vestido de inmortalidad
en la venida del Señor, 1 Cor. 15.54.
En el versículo 3 él incorpora una aclaración en el sentido de no ser encontrado desnudo en
ese entonces. Esto puede tener el sentido que no deseaba la muerte, como afirma en el
versículo 4. Pablo no tenía duda en cuanto a ser vestido de las vestiduras de la salvación, por
lo que no se puede interpretar las palabras como refiriéndose a desnudez en el sentido de
carecer de la vestidura de justicia; compárese Mateo 22.11 al 13, “... un hombre que no
estaba vestido de boda”. La palabra desnudos no se emplea como sinónimo de estar sin ropa.
En muchas escrituras se emplea en el sentido de estar arropado escasamente, o vestido sin
adorno. Como ilustración de este último uso del término, leemos que cuando Moisés regresó
al campamento él encontró a la gente desnuda, “para su vergüenza”, Éxodo 32.25. [a saber,
expuesta, traducida generalmente como “desenfrenada”] O sea, estaban sin adornos,
habiéndolos usado en la hechura del becerro de oro.
¿Será que el apóstol está contemplando esta posibilidad de estar sin adorno para nuestra
vergüenza, como si fuera en la venida del Señor? Es muy posible avergonzarse ante Él en
su venida, 1 Juan 2.28, así como Aarón cuando Moisés llegó del monte, Éxodo 32.21,22. En
el versículo 4 el apóstol deja en claro que, si bien estaba gimiendo, él anhelaba se revestido
con ropa de gloria en el futuro. Algunos sugieren que el término desnudos se refiere al estado
178
intermedio, pero no está bajo consideración la condición entre la muerte y la resurrección.
5.5 al 8 el que nos hizo para esto ... El creyente es uno que ha sido creado en Cristo Jesús.
Ha sido elegido, prellamado, predestinado, llamado y justificado con miras a que sea
glorificado a la postre; Romanos 8.29,30. No hay nada incierto en todo esto. El Espíritu le ha
sido dado como garantía de su herencia. Por esta garantía, y en vista de la absoluta certeza de
que Dios llevará a cabo su propósito, el apóstol tenía confianza y valentía. Mientras el
cuerpo presente era su hogar, él estaba ausente del Señor, o ausente de su residencia
celestial. Por consiguiente, la fe en Dios y en su poder a cumplir sus promesas y propósitos
es el principio que debe gobernar nuestro andar.
El apóstol ha venido exponiendo “las cosas que no se ven”, y por esto no andamos por vista.
Él repite que está confiado, y dispuesto a morir, a saber, ausentarse del cuerpo. La muerte le
llevaría a la presencia del Señor, donde él estaría “en casa”, así como estaba “en casa” en el
cuerpo. Él estaba de un todo preparado para su traslado a su hogar nuevo con el Señor. Las
palabras “presentes al Señor” sugieren un estado de entera compostura, la ausencia de
cualquier temor. Nosotros no vamos a recibir nuestro cuerpo nuevo o ser revestidos sino
en la venida del Señor.
5.9,10 Por tanto procuramos ..., Es nuestra meta, o gran ambición, agradar al Señor en
vida o en muerte. Las únicas ocasiones donde se encuentra la palabra traducida procuramos
son Romanos 15.20, “me esforcé a predicar el evangelio”, y 1 Tesalonicenses 4.11,
“procuréis tener tranquilidad”. Quiere decir ambicionar grandemente. La ambición del
apóstol a ser aceptable al Señor se basaba en el hecho de que todos los creyentes deben
presentarse, o manifestar su verdadero carácter, ante el tribunal de Cristo. Obsérvese que
dice “todos nosotros”.
Este tribunal no es de confundirse con el gran trono blanco del cual habla Apocalipsis 20.11
al 15. Se nos asegura que “ninguna condenación hay para los que están en Cristo Jesús”,
Romanos 8.1, y que no vendremos a condenación, Juan 5.24. De manera que en este pasaje
Pablo no tiene en mente su destino eterno, ni la posibilidad de tener que estar en pie ante el
gran trono blanco. Los pasajes que tratan del tribunal de Cristo hacen ver que solamente
creyentes van a estar allí, y que todos los creyentes van a estar. El propósito de ese tribunal
es que cada cual reciba, como un obrero recibe su jornal, su galardón por lo que ha hecho
mientras estaba en el cuerpo, a saber, por servicios prestados. Las palabras “bueno” y “malo”
están en el singular, y por lo tanto no se refieren a los hechos cuando “en el cuerpo”, sino a
la naturaleza del galardón. Recibir del Señor un “bien hecho” será bueno; sufrir pérdida será
malo.
Es un gran error concebir el tribunal de Cristo como una especie de noche de premios en la
escuela dominical. Los pasajes relevantes en las epístolas, junto con las parábolas del Señor,
señalan que será una solemne sesión de investigación y revelación.
 En Romanos 14.10 al 12 se enfatiza nuestra responsabilidad particular y personal, y ella
en relación con nuestros hermanos.
 En 1 Cor. 3.8 al 15 la luz se enfoca sobre nuestro servicio y su carácter.
 En 1 Cor. 4.3 al 5 nuestros motivos serán expuestos a la luz; a saber, lo que impulsaba
nuestro servicio o falta de servicio. “Lo oculto de las tinieblas” será sacado a la luz, cosa
que debe hacernos cuidar nuestros motivos.
 En 2 Cor. 5.10 es lo que realmente somos que será revelado. Toda hipocresía será
quitada.
Necesariamente, como sugiere el término malo, la pérdida sostenida será permanente; no
habrá oportunidad para convertirlo en bueno. (Véanse las notas sobre 1 Cor. 3.12 al 15 y 4.3
al 5).
179
5.11 Conociendo, pues, el temor del Señor Pablo define sus motivaciones. El salmista podía
decir en 87.7, “todas mis fuentes están en ti”, y en los versículos que siguen el apóstol
divulga las fuentes secretas de su servicio.
Primeramente, fue por el temor del Señor, que se puede traducir pavor. Se emplea gran
temor en los Evangelios, pero denota también un respeto reverencial, sin pavor. Se emplea
aquí en el sentido de Proverbios 1.7: “El principio de la sabiduría es el temor de Jehová”.
Pablo prosigue: “persuadimos a los hombres”. ¿De qué? En Hechos 28.23 se aplica la
expresión a Pablo en su afán de convencer a otros de la verdad, pero a la luz del resto de
nuestro versículo no parece que sea esto que él tiene en mente, sino la cuestión de su
sinceridad e integridad. Dios le conocía de un todo, y Pablo no tenía nada que esconder. En
cuanto a los corintios, él esperaba que ellos también estuvieran convencidos de la pureza de
sus motivos.
5.12 No nos recomendamos Al afirmar los hechos, él no estaba recomendándose a sí mismo,
sino presentando a los creyentes razones legítimas para jactarse de él y de su obra, y a la vez
proporcionando material que ellos podrían usar al refutar las acusaciones de los falsos
maestros, quienes se jactaban de lo que era meramente externo a diferencia de la vida
adentro y el corazón recto.
5.13 si estamos locos ... Reconocemos que estamos ante un versículo difícil. Parece que
aquellos que le defraudaban decían que estaba fuera de sí, o aun, como dijo Festo en Hechos
26.24, que era un loco. Parece que Pablo acepta la acusación, y responde diciendo que si la
cosa era así, era por la causa de Dios. El proceder de Isaías, narrado en 20.3, ha debido
aparecer a muchos como el de un demente. También la conducta de Ezequiel parecía muy
enigmática a quienes la vieron. Pero estos profetas respondían a Dios, y así también el
apóstol. Por el otro lado, si es que él era cuerdo, actuando con mente sana, fue para el
provecho y la bendición de los corintios.
Algunos le consideraban frenético, y otros que se humillaba demasiado. Al ser así, entonces
sus lapsos de éctasis ocurrieron en la presencia de Dios; eran experiencias personales con el
Señor, o ante el Señor. Pero delante de los hombres él era sobrio; Hechos 10.10 al 19.
Algunos le acusaban de ser un enajenado mental por la manera en que afirmaba su autoridad
como apóstol. De nuevo, si tal era el caso, la causa era de Dios. Otros consideraban que él no
ejercía su autoridad apostólica tanto como debería. Al ser así, era por el bien de los
cristianos.
5.14 el amor de Dios nos constriñe Ahora otro motivo: el amor de Dios. El texto deja en
claro que él no está pensando en su amor por Cristo, sino en el amor de Cristo por él que se
manifestó en la cruz. “Me amó y se entregó a sí mismo por mí”. Y, “amó a la iglesia, y se
entregó a sí mismo por ella”. “Se dio a sí mismo en rescate por todos”. Gálatas 2.20, Efesios
5.25, 1 Timoteo 2.6; véanse también Efesios 3.19, Romanos 8.39.
Pablo dice que este amor sin medida le impulsaba. El vocablo traducido constriñe es rico en
sentido, como se ve por las diversas maneras en que se traduce en el Nuevo Testamento. En
Lucas 19.43 se emplea al hablar de rodear una ciudad para impedir cualquier intento a
escapar. Así, el amor de Dios impondría limitaciones específicas sobre las libertades de
quien escribe. En Lucas 22.63 la palabra se emplea al decir que un preso estaba custodiado.
En Marcos 4.34 se describe el efecto poderoso de una fiebre, la cual le obligó a la mujer a
acostarse. De manera parecida el apóstol había sido dominado por el amor de Cristo. Era
como el siervo mencionado en Éxodo 21.1 al 5, quien por ley podría optar por la libertad
pero por amor escogió ser esclavo de por vida. Pablo, pues, se sometió al hierro que le
marcaría como tal. El amor de Cristo por él fue respondido en su amor por Cristo.
Pablo había pensado –es decir, había llegado a la conclusión por un proceso de
180
razonamiento, o por una revelación divina (preferimos el segundo)— que si uno, a saber,
Cristo, murió por todos, entonces todos murieron. Si todos se va a entender como todo el
mundo en todas partes, entonces su muerte “por” ellos se lee en el sentido de la propiciación,
como en 1 Juan 2.2, y la segunda cláusula se entiende como “luego todos sin excepción
murieron”. Por el otro lado, si todos se refiere a aquellos que recibirían la salvación por fe,
entonces se trata de la muerte de Cristo en sustitución, y las palabras “luego todos murieron”
se refieren al hecho que en su muerte se les percibe a ellos haber muerto también;
considérese Romanos 6.
Al apóstol no le interesa discutir los méritos de la obra de Cristo; esto lo hace en una epístola
que escribió posteriormente; Romanos 5.12 al 21. Aquí el énfasis recae sobre la obligación
que pesa sobre aquellos que han conocido por experiencia propia el valor de aquella muerte.
Les incumbe vivir por Aquel que murió por cuenta de ellos, y quien ha resucitado de nuevo.
Es este aspecto práctico que llena la visión del apóstol aquí. Era esto que le controlaba,
habiendo revolucionado su propósito en la vida y su actitud hacia todos los hombres.
Algunos entienden que las palabras en el 5.16, “a Cristo conocemos según la carne” quieren
decir que el apóstol había conocido al Señor antes de la crucifixión, pero este no es el
sentido. Antes de salvo, él conocía a Cristo como simplemente el Jesús de Nazaret; Pablo,
como la nación, estaba ciego en cuanto a su deidad y su carácter del Mesías. Su experiencia
en el camino a Damasco cambió todo eso, y para siempre después Aquel era su Señor de
gloria. Y él no evaluaba a los hombres según su posición por naturaleza, ni en lo racial ni en
lo social. Él abunda sobre esto en Romanos 3.1 al 20. En cuanto a los creyentes, quería
verlos en función de la medida en que Cristo estaba manifiesto en ellos; Colosenses 3.11.
Este es un principio de importancia clave en vista del auge del racismo y el nacionalismo en
el mundo hoy en día.
Los versículos 17 al 21 tratan de la administración del ministerio de la reconciliación y la
responsabilidad que conlleva.
5.17 si alguno está en Cristo ... Adán era cabeza de la vieja creación. A causa de la rebelión
de Satanás y el pecado de Adán, ella fue sumergida en oscuridad y ruina. Será disuelta en la
conflagración definitiva cuando “los elementos ardiendo serán deshechos”, 1 Pedro 3.10 al
12 y véase Hebreos 1.11,12. El hecho de que el mismo término se emplea en 2 Cor. 5.17 y
2 Pedro 3.10 indica que Pedro habla de la realización del juicio que ya se efectuó. El verbo
pasaron está en el tiempo pretérito, o pasado aoristo. Ya se ha pronunciado sentencia sobre
todo lo relacionado con el régimen viejo. Leemos de la serpiente antigua, el hombre viejo, el
viejo pacto, odres viejos, añejo y vieja levadura.
Es un error interpretar el versículo en el sentido que al convertirse desaparecen los deseos
viejos, ya que la naturaleza vieja, la carne, se queda aún con el creyente. Por lo tanto, “si
alguno está en Cristo” a saber, identificado con Cristo en resurrección él pertenece a
aquella creación nueva, “cielos nuevos y tierra nueva, en los cuales mora la justicia”, 2 Pedro
3.13. Esta es nuestra esperanza en última instancia. Mientras tanto nos regocijamos en que
las muchas cosas “nuevas” de las cuales habla el Nuevo Testamento. No son nuevas en
relación con el tiempo, sino en función de su naturaleza y carácter, o cualidad. Leemos del
nuevo pacto, un nuevo mandamiento, el hombre nuevo (es decir de un tipo de humanidad que
no había antes), una vida nueva (a saber, de una especie nueva, Romanos 6.4) y un nuevo
hombre (en el sentido de una raza nueva, Efesios 2.15). Y, también hay el nombre nuevo del
creyente y su canción nueva. Cristo en resurrección introduce un régimen nuevo.
5.18
todo esto proviene de Dios ... Todo lo que tiene que ver con la reconciliación ha
sido iniciado por Dios, aun así como la antigua creación debe su existencia al acto creativo
de Dios. En 5.18 al 21 hay cuatro aspectos de la vida del cristiano. Él es por quien Cristo fue
181
hecho pecado, y él ha sido reconciliado a Dios por Cristo. Está visto como en Cristo y debe
ser un testigo en nombre de Cristo. A él ha sido encomendado el mensaje, o palabra, de
reconciliación definido en el 5.19.
5.19
Dios estaba en Cristo reconciliando consigo al mundo No se debe entender estas
palabras como una afirmación de la deidad de Cristo, ni de la unidad de la Deidad. Más bien,
hablan de lo que Dios hizo o realizó en y por medio de Cristo en sus padecimientos
expiatorios. Señalan la razón por la cual vino Cristo. No vino a juzgar o condenar al mundo,
Juan 3.19, asignándolo transgresiones, sino para quitar la barrera que había a la paz entre
Dios y el hombre. Es un hecho consumado. La obra del Espíritu Santo en el individuo que lo
complementa es el arrepentimiento, pero no se debe confundir estos dos hechos.
5.20
... somos embajadores en nombre de Cristo Habiéndole sido encomendado el
“ministerio” de la reconciliación, el apóstol era ya un embajador cuyo mensaje, o ultimátum,
era: “Reconciliaos con Dios”. A saber, reciban la reconciliación. Cual embajador, Pablo
proclamó una amnistía. Lo hizo por cuenta de Cristo.
Las palabras “reconciliaos con Dios” no deben ser entendidas como un mensaje a los
creyentes corintios, sino como una reafirmación del mensaje del evangelio. Su base en
justicia, o lo que valida la exhortación, se da en el 5.21, un versículo que encierra la esencia
del evangelio. No todo creyente está llamado a predicar, y así algunos pueden decir que no
son embajadores, pero como cristianos todos estamos vinculados con la embajada y por esto
cada uno de nosotros tiene una responsabilidad como vinculado con aquello que representa
la causa de Cristo en el mundo.
5.21
por nosotros lo hizo pecado En este versículo hay tres afirmaciones de la mayor
importancia. Tienen que ver con (i) la ausencia de pecado en Cristo, (ii) los padecimientos
suyos como sustituto y (iii) la salvación provista.
(i) La ausencia de pecado en Cristo es una verdad fundamental del evangelio, enseñada clara
y enfáticamente en el Nuevo Testamento.
Él “no hizo pecado, ni se halló engaño en su boca”, 1 Pedro 2.22. No hubo alguna acción por
la cual tenía que arrepentirse, ningún paso que debía corregir, ninguna palabra a negar,
ningún pensamiento a lamentar. Su vida era “perfecta, en la cual no haya falta”, al decir de
Números 19.2.
“No hay pecado en él”, 1 Juan 3.5. Aunque procedía de la simiente de David y de Abraham
en lo que a la carne se refiere, y era de la simiente de la mujer, no había mancha de pecado
en su naturaleza. Era intrínseca y perfectamente santo.
Él “no conoció pecado”, 2 Cor. 5.21. El participio negativo empleada aquí insinúa el hecho
de la carencia de pecado como presente en la conciencia de Cristo. Da a entender que se
considera como el veredicto de otro aparte del escritor. Era el veredicto de Cristo en cuanto a
sí mismo.
Nunca fue tentado por el pecado; Hebreos 4.15, “pecado aparte”. Él pasó por todas las
pruebas de la vida que son la suerte de todos nosotros. Fue probado en todos los puntos, así
como nosotros, pecado aparte. Cuando nosotros somos tentados, somos seducidos por
nuestra propia concupiscencia, bien sea por la codicia, la insinceridad, la vanidad o
cualquiera de los pecados más flagrantes.
Los otros lugares donde se emplea sin, Hebreos 9.22, 11.6, dejan en claro que la idea es
aparte de pecado. Satanás le tentó a abandonar la senda de dependencia y obediencia, pero
fue vencido por la Palabra, la espada del Espíritu. El desierto puso a descubierto la
pecaminosidad de Israel, Deuteronomio 8.2,3, pero reveló la perfección del Señor, Mateo 4.
(ii) Sus padecimientos en sustitución se expresan aquí por “por nosotros lo hizo pecado”,
182
refiriéndose a su muerte. Algunos entienden “lo hizo” como diciendo que fue hecho ofrenda
por el pecado, y es evidente que este es el sentido de la expresión similar en Romanos 8.3,
“Dios, enviando a su Hijo ... a causa del pecado”. Por otro lado se opina que las palabras en
2 Cor. 5.21 no quedan explicadas adecuadamente por sacrificio por el pecado.
Las palabras “lo hizo pecado” sugieren que en las tres horas de tinieblas Él fue tratado por
Dios como si fuera el pecado en sí. Compárese 1 Juan 5.10, donde dice que aquellos que no
creen a Dios le tratan como un mentiroso, de manera que en la cruz Cristo fue hecho pecado
y sufrió el juicio como tal, y por nosotros. Esta es la base de la reconciliación y la
justificación. En la cruz se llenaron plenamente las demandas justas de Dios como están
expuestas en la ley. La justicia y la paz se encontraron.
En las relaciones humanas la reconciliación es consecuencia de arreglar los asuntos entre
parte y parte, porque suelen haber faltas por ambos lados. Pero, como ha escrito el señor W.
E. Vine, ni una sola vez leemos que Dios fue reconciliado; la enemistad es enteramente de
parte nuestra. Somos nosotros que tenemos que ser reconciliados a Él, no Dios a nosotros, y
es la propiciación proporcionada por su santidad y su misericordia que hace posible la
reconciliación para quienes la reciben. La palabra empleada en Mateo 5.24 “reconcíliate a
tu hermano” nunca se usa en el sentido de los pecadores siendo reconciliados a Dios.
(iii) La salvación provista se expresa en las palabras “hechos justicia de Dios en él”.
Tenemos un Salvador perfecto que se hizo sacrificio perfecto para dar una salvación
perfecta. En Él somos vistos como justos, enteramente libres de toda acusación, y por esto el
apóstol lanza triunfantemente el reto, “¿Quién acusará a los escogidos de Dios?” La posición
del creyente ante Dios, y en la presencia suya, es perfecta.
Ahora en 6.1,2 se trata la urgencia del asunto.
6.1
nosotros, como colaboradores suyos Se puede entender esto como estar
colaborando con Dios en comunión con Él, o como una referencia a otros que colaboran con
uno, y en el segundo caso la idea sería la de enfatizar la comunión que existía entre el apóstol
y sus compañeros en la obra.
6.1
os exhortamos ... La exhortación que sigue se entiende como un complemento del
llamado en 5.20, “os rogamos”. Así como en el 5.20 no se trata de un llamado a los corintios
directamente, aquí también Pablo se expresa conforme hacía en su ministerio. No tan sólo
instaba a recibir la reconciliación, sino que la recepción de la gracia de Dios en
reconciliación sea fructífera en sus vidas. Debe conducir a servicio, así como había hecho en
la vida del apóstol: “por la gracia de Dios soy lo que soy”, 1 Cor. 15.10. Él esperaba fruto en
quienes habían recibido la reconciliación.
6.2
En tiempo aceptable te he oído “He aquí ahora el tiempo aceptable; he aquí ahora
el día de salvación”. La cita es de Isaías 49.8 y en parte de Salmo 69.13. El “tiempo
aceptable” de la profecía es la ocasión muy oportuna ahora. El día de salvación es el
intervalo o lapso de tiempo en la cual la salvación estaría al alcance de los gentiles. Es la
ocasión más apropiada posible.
A menudo se cita el versículo al querer persuadir a los pecadores a recibir el evangelio, pero
en el contexto la exhortación es a los creyentes a aprovechar sus oportunidades. Era una
cuestión que motivaba al apóstol; él deseaba redimir el tiempo y aprovechar toda
oportunidad para predicar el evangelio. Y nosotros también, ya que “la noche viene cuando
nadie puede trabajar”. Nuestro “tiempo” de oportunidad fenecerá dentro de poco.
Pasamos ahora al celo del apóstol por el ministerio, 6.3 al 10.
183
6.3
no damos ... ocasión de tropiezo Cual siervos de Dios, él y sus colaboradores se
cuidaban de dos cosas. En lo negativo, no querían poner estorbo a nadie. En lo positivo,
querían recomendarse a sí mismos en las circunstancias tan variadas. Todo esto era para que
el ministerio no fuera vituperado, y él se aprovechara del caso para exhortar a los cristianos a
la vez. “No dando a nadie ninguna ocasión de tropiezo”, y “nos recomendamos” son en el
idioma original dos de los participios que figuran en la lista hasta el 6.10, y en gramática
todos ellos dependen de “os exhortamos”.
Esto pone de manifiesto su afán de reforzar la exhortación por medio de ejemplo además de
precepto. Pablo estaba motivado en su servicio por cinco palancas fuertes, como sugiere el
pasaje 5.11 al 6.10. Eran el temor del Señor, el amor de Cristo, la administración del
ministerio de la reconciliación, la urgencia de la oportunidad y su celo que su ministerio no
sufriera reproche.
6.4 al 10
en mucha paciencia Estos versículos constituyen una declaración elocuente y
apasionada. El apóstol está describiendo una lucha espiritual, un conflicto en el cual él era
parte. Las palabras fluyen como torrente y han debido ser escritas en gran emoción. Se
destacan tres elementos clave: (i) la resistencia paciente, 6.4,5; (ii) las gracias preservativas,
6.6,7; (iii) la panoplia y las paradojas, 6.7 al 10.
Las muchas necesidades de una paciencia resistente se evidencian en las nueve expresiones
que siguen hasta el versículo 10 y describen una variedad de experiencias. Las primeras tres
forman un grupo y describen de manera general las dificultades físicas, pecuniarias y
espirituales. El segundo grupo se refiere específicamente a lo que sufrió a manos de
enemigos del evangelio. Las últimas tres hablan de su sacrificio propio en el servicio del
evangelio.
Las cualidades ejemplares en 6.6,7a son necesarias para enfrentar estas pruebas y dedicarse a
esa lucha. Se mencionan ocho de ellas: La pureza, o sinceridad de motivos, como en
1 Timoteo 5.22, “Guárdate puro”. La ciencia, a saber, un conocimiento experimental de la
gracia de Dios, un conocimiento de Dios y su Palabra, y un conocimiento de las artimañas de
Satanás y cómo ataca el enemigo. La ignorancia es peligrosa. La longanimidad, que es la
capacidad de tolerar a los demás. La bondad, aun habiendo mostrado la longanimidad. Las
palabras son un eco de 1 Cor. 13.4, “el amor es sufrido, es benigno”. El amor no encierra
hipocresía, es un amor sincero por el inconverso y por el pueblo de Dios también. Los tres
elementos restantes, el Espíritu Santo, la palabra de verdad y el poder de Dios, señalan los
únicos medios eficaces para asegurar la victoria.
En 7b hasta 10 hay la panoplia y las paradojas. La primera es “armas de justicia”. Efesios 6
abunda más en descripción. En la mano izquierda él lleva el escudo de la fe y en la derecha
el escudo del Espíritu. La justicia a la cual se alude puede interpretarse como la justicia
judicial, su posición justa delante de Dios, su justificación, y es importante observar que el
siervo de Dios debe estar claro en cuanto a esto. O, puede aplicarse a la rectitud moral que
debería caracterizar a un servidor. Tal vez el propósito es abrazar ambas ideas.
“Armas de justicia” abarca todos los elementos especificados en Efesios 6.16,17. Las dos
parejas en el 6.8 van juntas: honra / deshonra, mala fama / buena fama. Satanás puede usar la
una o la otra y por esto hacen falta las armas, acaso la una conduzca a la confianza propia y
la otra al desánimo.
En 6.8 al 10 el apóstol menciona siete experiencias paradójicas, pero con todo son
“engañadores” por cuanto acusan que uno es estafador y no un apóstol legítimo.
“Como desconocidos” se puede entender literalmente, o puede sugerir que él tenía una
reputación oscura, y muchos que pensaban conocerle realmente no le conocían. Ninguno fue
tan mal interpretado como él, pero con todo mucha gente le conocía y le guardaba en estima.
184
“Como moribundos” nos hace recordar Hechos 14.19, cuando se le daba por muerto en
Listra. Su salvación de esa suerte, 2 Cor. 1.9, sugiere que sí estaba a la puerta de la muerte.
Sus enemigos pensaban que habían visto el fin de ese hombre, pero, he aquí, vivía aún.
Compárese Salmo 118.17: “No moriré, sino que viviré, y contaré las obras de Jah”.
“Como castigados” es visito por muchos como evidencia del juicio y desagrado de Dios. Al
contrario, eran oportunidades para desplegar el poder de Dios para preservar. Estamos ante
una cita aproximada de Salmo 118.18: “Me castigó gravemente Jah”. Partes de aquel salmo
son mesiánicas.
“Como entristecidos” corresponde a Romanos 9.1 al 3, donde Pablo habla de la tristeza
continua que sentía por Israel, su pueblo. Él compartía los dolores del Varón de Dolores.
Pero, con todo, se regocijaba siempre. Conocía el gozo inefable y llena de gloria, y por esto
podía redactar Filipenses 3.1, 4.4: “¡Regocijaos!”
“Como pobres”, a veces sin nada, él seguía en las pisadas de Aquel que se hizo pobre y por
esto llegó a ser el canal por el cual muchos se enriquecieron eternamente. Él había aprendido
cómo abundar y cómo padecer necesidad, Filipenses 4.11,12.
“Como no teniendo nada”. Sin bienes terrenales, sin hogar que podía llamar el suyo propio,
sin nada que legar, él poseía riqueza sin par y una herencia que sobrepasaba a cualquier cosa
que el dinero podría adquirir aquí.
B. Exhortación a la santificación, 6.11 al 7.1
6.11
vosotros, oh corintios El Señor cambió el nombre de Simón a Cefas, pero cuando
éste se comportó conforme a su antiguo carácter simónico, Él se dirigió al discípulo todavía
como “Simón, Simón”. Los corintios eran santos, pero andaban como hombres, de manera
que el apóstol les estigmatiza de ser corintios en carácter, como así hace en Gálatas 3.1: “¡Oh
gálatas insensatos!” (No hay estigma vinculada con el nombre filipenses en Filipenses 4.15).
“Nuestra boca se ha abierto a vosotros”, 2 Cor. 6.11; es decir, les hemos hablado con mucha
franqueza y sin reserva. “Nuestro corazón se ha ensanchado”, 6.11. En los días de Salomón
leemos que la nación se había hecho como arena en la playa, pero su corazón abrazaba aún a
todo el pueblo de Dios, 1 Reyes 4.20,29. Sentimientos parecidos se encuentran en Salmo
119.32, “Por el camino de tus mandamientos correré, cuando ensanches mi corazón”, e Isaías
60.5, “Ensanchará tu corazón, porque te haya vuelto a ti la multitud del mar”.
Pablo no estaba estrechado en sus afectos para los corintios. Al contrario, ellos retiraban el
afecto. “Para que haya la conveniente reciprocidad” (Nueva Versión Internacional), dice él,
“abridnos también vuestros corazones”, 6.13. Él deseaba que le compensaran por su amor,
mostrando amor ellos a la vez. Anhelaba el afecto de ellos porque eran hijos suyos en lo
espiritual. Pero a la luz de la exhortación que sigue ellos tenían que ser ensanchados en su
aprehensión de (i) la gloria singular de Cristo, (ii) el poder protector de Dios, y (iii) el
carácter singular de su fe recién abrazada.
6.14
yugo desigual con los incrédulos En Levítico 19.19 y Deuteronomio 22.9 al 11 se
gira instrucciones precisas a no juntar buey con asno al arar, ni echar semillas diversas al
sembrar, y en Deuteronomio 7.3 hay la orden que prohíbe los matrimonios mixtos. El apóstol
emplea esta ilustración para reforzar la separación de los corintios.
Obsérvense los cuatro mandamientos, o preceptos, en el pasaje
 no os unáis en yugo desigual
 salid de en medio de ellos
 apartaos
185
 no toquéis lo inmundo
Obsérvese también el llamado quíntuplo en la forma de preguntas
(i) ¿Qué compañerismo tiene la justicia con la injusticia? [o “la rectitud con la maldad”,
como en diversas traducciones]
Son principios diametralmente opuestos. La comunión quiere decir guardar algo en
comunidad con otro, pero en este caso no hay comunidad de intereses. El uno es el
principio subyacente del gobierno del reino de Dios, mientras que el otro es el principio
básico en el reino de las tinieblas.
(ii) ¿Qué comunión [tiene] la luz con las tinieblas?
De nuevo encontramos elementos diametralmente opuestos. La comunión emana de
intereses compartidos como consecuencia de una vida en común. Los dos elementos no
admiten fusión; se oponen. Las tinieblas esconden, pero la luz pone a descubierto.
“Separó Dios la luz de las tinieblas”, Génesis 1.4.
(iii) ¿Qué concordia [tiene] Cristo con Belial?
Son personas opuestas entre sí. La concordia es una concordancia de sonido y voz entre
dos locutores; es una auténtica armonía. La palabra Belial figura sólo aquí en el Nuevo
Testamento, y se refiere a Satanás. [Figura dieciséis veces en el Antiguo Testamento,
traducida en Reina-Valera “hombres impíos”, “hombres vanos y perversos”, etc.]
(iv) ¿Qué parte [tiene] el creyente con el incrédulo?
Se trata de credos diametralmente opuestos. El incrédulo a la vista aquí no es el ateo; es
uno que cree en la existencia de Dios pero niega a un Dios personal y la posibilidad de
estar en contacto con un Dios vivo basándose en la fe. Se trata de un panteísmo que en el
Occidente se conoce como, por ejemplo, la Ciencia Cristiana.
(v) ¿Qué acuerdo hay entre el templo de Dios y los ídolos?
Ahora son dos sistemas diametralmente opuestos. Un acuerdo se basa en un criterio
común. La idolatría es un sistema de adoración inventado por hombres (Romanos 1.21 al
32) y a la larga tiene que caer bajo el juicio de Dios. Un hombre vivo y un ídolo muerto
no pueden encontrar un terreno común a los dos.
Así, observamos también siete [sic] promesas en este trozo de la Epístola, dadas para
estimular la separación
 habitaré entre ellos
 andaré entre ellos
 seré su Dios
 serán mi pueblo
 os recibiré
 me seréis hijos e hijas
Después de esta gran constelación para alumbrar el firmamento, notamos el poder de Dios
para habilitarles a abrazar las promesas; es el Señor Todopoderoso. Aquellos que abandonen
sus ídolos no deben temer; el Señor les protegería en fuerza soberana. Solamente esta vez
encontramos el término Señor Todopoderoso en las Epístolas del Nuevo Testamento.
La vida de Abraham ilustra los cuatro elementos que hemos mencionado: los preceptos, la
presencia, las promesas y el poder:
 vete de tu tierra, Génesis 12.1, Hechos 7.3
 a la tierra que te mostraré, Génesis 12.2
186
 te bendeciré, Génesis 12.2
 yo ... te saqué, Génesis 15.7
Huelga decir que este pasaje, 6.11 al 17, no ofrece base alguna para la separación de otros
cristianos.
7.1
limpiémonos Encontramos ahora una exhortación a los corintios a valerse de las
promesas dadas, limpiándose de toda contaminación de carne (la inmoralidad) y de espíritu
(la idolatría). De esta manera ellos alcanzarían una santidad perfecta y habría una
conformidad progresiva a Cristo, en el temor de Dios.
C. Pablo y su consolación, 7.2 al 16
El vocablo consolación figura mucho en este capítulo. Se debía a las buenas noticias que
Tito trajo de Corinto de cómo le habían recibido a él y a la carta que les llevó.
7.2
Admitidnos ... Estas palabras son un eco de lo que Pablo había dicho en el 6.13,
donde les instó a ensancharse en su afecto para con él, así como ellos estaban en su corazón.
Admitir no da a entender que le habían refutado o rechazado, sino que su afecto hacia él era
tibio y no ha debido ser así. Compárese Mateo 19.11,12, “No todos son capaces de recibir
esto ... El que sea capaz ... que lo reciba”.
La afirmación, “a nadie hemos agraviado”, se amplía en el capítulo p.ej. el 7.12 como
también se amplía “a nadie hemos corrompido” en los capítulos 10 y 11, y “a nadie hemos
engañado” en los capítulos 12 y 13, en particular el 12.17. No les había hecho mal, ni por su
conducta ni por su doctrina, y nunca se había aprovechado a expensas de ellos.
7.3
ya he dicho antes ... Se refiere, sin duda, al 6.11, “nuestra boca se ha abierto a
vosotros”. Su afecto para ellos era tal que moriría con ellos además de que viviría con ellos.
La secuencia trae a la mente Filipenses 1.20: “... será magnificado Cristo en mi cuerpo, o por
vida o por muerte”. Él no deseaba que las palabras que había escrito fuesen interpretadas
como si hubiera pronunciado juicio sobre ellos. Al contrario, les tenía mucha confianza,
7.16, y se gloriaba con respecto a ellos como había hecho ante Tito, 7.4,14. Su corazón se
rebosaba debido a las buenas noticias que Tito trajo.
7.5
cuando vinimos a Macedonia ... En el versículo 5 Pablo se revierte a lo que había
dicho en el 2.13 acerca de ir a Macedonia por encontrarse muy intranquilo, “no tuve reposo
en mi espíritu”. Ahora dice que no tenía reposo en el cuerpo al llegar allí, ya que Tito no le
había precedido. La carga que llevaba en el espíritu había afectado su cuerpo. Por fuera había
adversarios, 1 Cor. 16.9, y por dentro temores por intranquilidad en cuanto a los corintios, la
carta y Tito. Estas cosas le desanimaban en vez de dejarle humilde. Estaba afligido y por esto
el Señor le tuvo misericordia, le consoló y le tranquilizó. “Cantad alabanzas ... porque
Jehová ha consolado a su pueblo, y de sus pobres tendrá misericordia”, Isaías 49.13.
7.6
la venida de Tito La llegada de Tito le trajo alivio, pero no fue apenas su llegada
que le dio tanto gozo al apóstol, sino las noticias que trajo consigo acerca de la asamblea, el
consuelo de los creyentes y el amor que tenían para Pablo. Tito habló de tres puntos
 ellos querían ver al apóstol
 lamentaban sobremanera su conducta anterior
 eran fervorosos en su disposición de defenderle de sus traidores y enemigos
Ha debido ser con cierto temor que Tito se marchó a Corinto con aquella carta, pero el
versículo 13 nos asegura que volvió con gozo. Él había sido recibido con “temor y temblor”,
7.15, había sido consolado por ellos, 7.7, y su espíritu refrescado, 7.13. El regocijo de Pablo
era cuádruplo: (i) por el buen ánimo de Tito, 7.13; (ii) por el arrepentimiento de ellos, 7.9;
187
(iii) por su actitud hacia él, 7.7; (iv) por la confianza que tenía en ellos, 7.16.
7.8
os contristé con la carta Algunos opinan que la epístola que conocemos como
1 Corintios fue la carta que Tito llevó a Corinto, 7.8,12, pero cuesta pensar que en aquella
carta hay algo que Pablo lamentaba haber escrito. Además, no hay nada en el último capítulo
de 1 Corintios para dar a entender que Tito sería su portador. Otros opinan que una parte de
2 Corintios, probablemente los capítulos 10 al 13, forman parte de la carta en referencia,
pero de nuevo no hay nada en aquellos capítulos que el apóstol ha debido lamentar haber
incluido.
La conclusión más satisfactoria es que esta carta, así como la que se menciona en 1 Cor. 5.9,
no es conocida ahora. Se desprende del 7.8 que fue redactada en lenguaje severo. El hecho
de que a Pablo le haya pesado haberla escrito nos proporciona un cuadro exquisito de la
sensitividad de espíritu en él. Es un estímulo reconocer que era hombre de pasiones
semejantes a las nuestras, y que él también tenía motivos por lamentar.
7.11
la tristeza que es según Dios La carta había producido tristeza, y ésta a su vez
produjo arrepentimiento. El escritor dice que fue una tristeza según Dios, cosa muy diferente
a la tristeza del mundo, el remordimiento de un Judas. En el 7.11 el apóstol anota siete
detalles de esta tristeza según Dios, y da una descripción séptupla de la salvación
mencionada en el versículo 10 al hablar del “arrepentimiento para salvación”. No es la
salvación de un pecador, ni aquí es el fruto del arrepentimiento en el inconverso, sino es la
salvación de una asamblea del peligro que la asechaba.
Se ha sugerido que el primer punto en los siete, la solicitud, es de un carácter general y que
los seis que siguen formas tres parejas
 la primera pareja, la de defenderse y su indignación, se relaciona con ellos mismos
 la segunda pareja, el temor y el ardiente afecto de ellos, se relaciona con Pablo
 la tercera pareja, el celo y la vindicación, se relaciona con el ofensor que está en mente
7.12
el que cometió el agravio Cómo uno identifica a aquel ofensor y a los ofendidos
depende de si cree que se trata de aquel que era culpable del incesto en 1 Cor. 5, o de alguien
que se había rebelado contra Pablo de una manera sobresaliente. El segundo criterio cuadra
mejor con el contexto. En este caso el agraviado era Pablo. Pero el apóstol deja en claro que
el propósito primario de la epístola no era para el bien de los individuos involucrados, sino
que se haga manifiesto el interés de ellos en él. El celo y la obediencia de ellos tenían que
encontrar una manera de ser registrados de esta manera apropiada. Pablo se había gloriado de
ellos ante Tito, y la tal cosa resultó no carecer de razón.
El “temor y temblor” no sugieren una sensación de pánico, sino una genuina aprehensión
acaso no le honren debidamente. La misma expresión se encuentra en 1 Cor. 2.3, Filipenses
2.12 y Efesios 6.5, y ninguno de estos pasajes encierra la idea de pánico.
7.16
Me gozo ..., Él concluye la sección con una declaración de regocijo basado en la
confianza, o coraje, que tenía en ellos. La confianza le dio el coraje; le fortaleció al proseguir
en el ministerio.
4. El ministro y su ministerio al pueblo de Dios
Pablo y su amor, capítulos 8 y 9
A. La gracia de las iglesias de Macedonia, 8.1 al 5
Al haber afirmado en el 7.16 que él tenía confianza en ellos en todo, el apóstol ha creado el
188
ambiente necesario, como si fuera, para introducir el asunto de la colecta a favor de los
creyentes pobres en Jerusalén. Él entra en el tema con suma habilidad y con sabiduría de lo
alto. Ofrece exhortaciones de valor perdurable en materia de lo que los cristianos dan.
8.1
la gracia de Dios que se ha dado Con el fin de animar a los corintios a dar, él alude
primeramente al ejemplo de los creyentes en Macedonia, enfatizando que lo que hicieron fue
resultado de la gracia de Dios operando en ellos, o concedida a ellos. Obsérvese la expresión,
“las iglesias de Macedonia”, (una provincia) y no la iglesia de Macedonia. Hemos observado
en el contexto de 1 Cor. 1.2: “Leemos de las iglesias de Galacia, de Asia y de Macedonia
[todas ellas provincias], pero no de la iglesia de Asia ni la de Galacia”.
8.2
en grande prueba de tribulación Ellos estaban pasando por persecución y eran muy
pobres, pero con todo dieron con un motivo puro, sin un propósito secundario. Y dieron más
allá de su capacidad, pidiendo el privilegio de aportar ante la necesidad de otros en la fe. La
fuente de su liberalidad era su profundo gozo en el Señor, 8.1, pero no dieron de sus recursos
sin un correspondiente ejercicio espiritual. Por lo tanto en el 8.5 él cuenta que primeramente
se dieron a sí mismos al Señor, y en segundo lugar dieron de lo suyo. Reconocieron
primeramente el derecho del Señor sobre ellos, y por ende el derecho de otros creyentes por
intermedio del apóstol.
B. La gracia del Señor Jesucristo, 8.6 al 15
La bondad de los cristianos en Macedonia le estimuló a Pablo a enviar a Tito una vez más a
Corinto con el fin de completar esta gracia en ellos también. Esto puede dar a entender que
estaba animando a Tito a llevar a feliz término el asunto de las colectas que él había
promovido cuando estaba allí, o puede dar a entender que Tito debería instar a los corintios a
imitar a sus vecinos al norte. Favorecemos la primera interpretación.
Sin embargo, el apóstol emplea el celo de los macedonios como una palanca para exhortar a
los corintios a probar su amor para con él, destacándose en “esta gracia”, así como se habían
destacado en otros dones. Parece que las palabras esta gracia, 8.7, deben ser interpretadas
como una referencia a la ofrenda, así como en el 8.6, esta obra de gracia. Pero, es posible
que la idea sea más la de una falta de ostentación en un gesto de bondad, como fue el caso en
Macedonia.
8.9
conocéis la gracia de nuestro Señor Jesucristo Se emplea el ejemplo incomparable
de Cristo mismo. Obsérvese que el escritor le da su título entero. “Siendo rico” es lo que era
en su estado eterno antes de humanarse. Es una referencia pasajera a ese estado, pero
establece la doctrina apostólica de las glorias eternas que Cristo poseía. “Se hizo pobre” en
toda su vida terrenal, en gran contraste con la gloria suya antes de venir al mundo.
Adicionalmente se puede aplicar las palabras a las circunstancias de su nacimiento.
Haciéndose pobre, Él no abandonó su deidad, ni dejó de ser lo que siempre era. “Para que …
con su pobreza” incluiría la pobreza experimentada en su tiempo acá
 El Hijo del Hombre no tiene donde recostar la cabeza, Lucas 9.58.
● Repartieron entre sí mis vestidos, Salmo 22.18.
● El Señor lo necesita, Juan 19.34.
Él usó un pollino prestado, un aposento prestado, una tumba prestada. La suya era pobreza
en extremo, toda ella relacionada con la salvación nuestra y por nuestro bien. “Fueseis
enriquecidos” con toda bendición espiritual ahora, y una herencia eterna por delante.
8.10
Y en esto, En 8.10 al 12 Pablo les insta a llevar a cabo lo que habían profesado con
entusiasmo un año antes. No es apropiado comenzar un proyecto de esta índole y
189
abandonarlo. “¿Quién de vosotros, queriendo edificar una torre, no se sienta primero y
calcula los gastos, a ver si tiene lo que necesita para acabarla?” Lucas 14.28. Ellos deberían
dar conforme tenían capacidad para hacerlo, y el escritor adapta aquí Deuteronomio 16.10, el
cual dice: “De la abundancia voluntaria de tu mano será lo que dieres, según Jehová tu Dios
te hubiere bendecido”. Los israelitas debían presentar voluntariamente en sus “fiestas”
conforme Dios les había bendecido.
8.14
con igualdad Ahora en 8.13 al 15 se introduce el principio importante de la
igualdad entre el pueblo de Dios. Es decir, él no estaba dando a entender que los
beneficiarios de esta ofrenda deberían pensar que no tenían que trabajar, porque otros los
sostendrían. Toda ofrenda nuestra debe servir para suplir la necesidad del recipiente, pero no
tanto como para estimularle a la flojera. La abundancia de los cristianos en Corinto en ese
momento serviría para socorrer a los que tenían necesidad en ese momento en Jerusalén, pero
en otra ocasión las posiciones podrían ser invertidas.
En relación con esto él ofrece la ilustración del maná, Éxodo 16. Dios advirtió que no
debería ser recogido en exceso, y los israelitas que hicieron tal cosa aprendieron que criaba
gusanos. Jehová estaba supliendo la necesidad día a día. Es evidente que el apóstol está
enseñando que aquellos que han sido bendecidos más que otros en lo material, deben ser
dispuestos a emplear estos recursos para aliviar la necesidad de quienes padecen por falta de
bienes. Este principio impera en una esfera local y en la esfera internacional.
C. La gracia en Tito y otros, 8.16 al 9.5
8.16
el corazón de Tito El apóstol tenía fundadas razones para agradecer la ayuda que
Tito le había prestado en relación con las cuestiones delicadas que existían en Corinto. Él
había ido a esa ciudad con la carta, 7.8, y aparentemente había sido usado para mejorar las
relaciones entre Pablo y aquella asamblea. Pero no sólo esto; Dios le había dado un celo a
favor de los mismos corintios. Si no hubiera contado con esa pronunciada disposición a favor
de ellos, a lo mejor no hubiera logrado mayor cosa. Semejante celo es el secreto de poder ser
de ayuda a otras personas. Tito aceptó con gusto la exhortación de Pablo a volver, esta vez
para atender a la colecta para los pobres. El 8.17 se refiere a esta iniciativa, y no a una visita
anterior.
8.18
enviamos juntamente con él ... Dos colegas acompañaron a Tito y se alude al
primero de ellos en 8.18,19. No se nombra a ninguno de los dos, de manera que no podemos
insistir en quiénes eran. Uno de ellos era bien conocido por su ministerio en el evangelio, y
las iglesias le escogieron para este nuevo servicio. Esta es la única ocasión donde leemos en
el Nuevo Testamento de una iniciativa tomada por un grupo de asambleas en conjunto.
8.19
gloria del Señor La administración de estos fondos debería ser en primera
instancia para la gloria de Dios.
8.20
evitando que nadie ... Con la gloria de Dios en mente, el apóstol destacó la
importancia de evitar cualesquier acusaciones de un manejo cuestionable. Más de uno
debería ser responsable, y los responsables deberían ser de reconocida confianza. De esta
manera, él tendría una buena conciencia delante de los hombres además de delante de Dios.
Desde luego, aquí hay un patrón que debemos seguir en cuestiones financieras.
8.22
Enviamos también con ellos El segundo compañero era de igual diligencia en
muchas cosas, y uno cuyo celo en este asunto iba en aumento en vista de la confianza puesta
en él, bien por Pablo o por los corintios. Parece que la diligencia que se menciona es la del
hermano en referencia.
Pablo recomienda a los tres viajeros, cosa importante acaso alguien cuestionara su idoneidad.
190
Tito había sido su mayordomo, como si fuera, en cuestiones relacionadas con Corinto, y los
otros habían sido escogidos por las asambleas como delegados suyos. Ellos no estaban
recogiendo fondos por su propia iniciativa. Además, eran gloria de Cristo, trofeos suyos y
servidores suyos.
8.24
la prueba de vuestro amor Al terminar estos comentarios, el apóstol insta a los
corintios a dar evidencia ante las demás asambleas del amor que sentían. Sería no solamente
ante las otras asambleas en Acaya, sino en otras partes también. Esto ratificaría la confianza
que él ya había expresado en cuanto a ellos.
9.1
Cuanto a ... Él continúa en 9.1 al 5 con la cuestión de los delegados, anhelando que
la misión resulte fructífera. Le parecía casi superfluo escribir más a ellos acerca de este tema
de ayudar a otros creyentes. En Macedonia él había dicho que los corintios estaban
dispuestos el año anterior, y que su celo había estimulado a otros. Pero ahora estos hermanos
iban para atender al proyecto, de manera que ni Pablo ni los corintios estarían en una
posición embarazosa al llegar los macedonios.
Su donativo sería su “generosidad”. No sería un impuesto, ni un aporte hecho de mala gana.
D. La gracia en los corintios, 9.6 al 15
Ahora él habla de “la superabundante gracia de Dios en vosotros”, 9.14.
9.6
El que siembra ... Lo dicho al final del 9.5 conduce al escritor a hablar de ciertos
principios importantes en este asunto de dar. Lo compara con sembrar.
 El que siembra justicia tendrá galardón firme, Proverbios 11.18.
 Hay quienes reparten y les es añadido más … El alma generosa será prosperada,
Proverbios 11.24,25.
 El que sembrare iniquidad, iniquidad segará, Proverbios 22.8.
 Sembraron viento, y torbellino segarán, Oseas 8.7.
 Sembrad para vosotros en justicia, segad para vosotros en misericordia, Oseas 10.12.
 Todo lo que el hombre sembrare, eso también segará. … a su tiempo segaremos, si no
desmayamos …, Gálatas 6.7 al 9.
 Si nosotros sembramos entre vosotros lo espiritual, ¿es gran cosa si segáremos de
vosotros lo material? 1 Cor. 9.11.
Obsérvense tres puntos negativos: escasamente, 9.6; con tristeza, 9.7; por necesidad, 9.7. La
norma es todo lo contrario: con liberalidad y gusto.
9.8
poderoso es Dios para hacer que abunde Dios es capaz y está dispuesto a aumentar
los recursos del dador, de manera que pueda desarrollarse aun más en la gracia de dar. Aun
cuando éste no debe ser nuestro motivo al dar, se cita como evidencia Salmo 112.9:
“Reparte, da a los pobres: su justicia permanece par a siempre”. Dios, quien da semilla y pan
—Isaías 55.10— aumentará lo que sembramos. El versículo no es una oración. Es por ello,
9.11, que el creyente será bendecido en lo material, y como consecuencia dará gracias a
Dios.
9.12
la ministración de este servicio Los versículos 12 al 14 abundan sobre lo dicho en
9.11. En el 11 las acciones de gracias se realizan a través del apóstol y sus consiervos,
mientras que en 12 al 14 se originan en los santos que reciben el donativo. Suple su
necesidad y les induce a estar agradecidos.
Las acciones de gracias, dice, se deben a esta prueba de la realidad de la sujeción al
evangelio que los corintios profesaban, y también a la liberalidad de su comunión con
aquella gente y con todos. Si bien la iniciativa era a favor de los necesitados en Jerusalén, la
191
expresión de comunión con ellos tenía un alcance mayor. Dio lugar a gratitud de parte de
cristianos en otras partes y fomentó un mayor deseo de conocer a los corintios que
manifestaban esta gracia de Dios.
9.15
¡Gracias a Dios ...! Es la conclusión. El contexto favorece la sugerencia que “el
don inefable” es la gracia de Dios derramada en semejante medida sobre los corintios en este
asunto. Pero se afirma que el vocablo inefable prohíbe una interpretación que no tenga que
ver con el don que es el Hijo de Dios. Es posible que el apóstol, contemplando por un lado la
gracia de Dios en su pueblo, reconocía que ha podido ser posible tan sólo a raíz del don
inefable de Dios en dar a su Hijo.
Tal vez convengan unos comentarios generales en cuanto a esta sección de la Epístola.
De las cinco veces que se habla en 2 Corintios de “los santos”, tres figuran en los capítulos 8
y 9. Es indicio de cómo Pablo percibía este ministerio. Él estaba estimulando un fondo para
el bien del pueblo del Señor. Ni una vez se habla de dinero como tal, sino de gracia, 8.1,6;
donativo, 8.19; abundancia, 8.20; generosidad, 8.2, 9.5; servicio, 8.4, 9.12; y liberalidad,
9.13. Siete veces en dos capítulos se habla en el griego de la gracia.
5. El ministro y los ministros de Satanás
Pablo y su gloria, capítulos 10 al 13.10
A. Pablo se defiende, capítulo 10
Se calcula que el vocablo gloriar se emplea en sus varias formas quizás treinta y un veces en
esta epístola, más frecuentemente que en las otras epístolas paulinas. Él se veía obligado a
gloriarse, 12.11. La mitad de las veces se encuentra el término en estos últimos capítulos.
Sus opositores y traidores, acerca de quienes versan ellos, tienen mención en los anteriores
también, 2.17, 4.2. Esto manifiesta que la sección final no formaba parte de otra epístola,
sino que es parte integral de ésta.
10.1
Yo Pablo os ruego ... Obsérvese el cambio de nosotros, y compárese Gálatas 5.2,
Efesios 3.1 y Filemón 19. Este cambio se debe a que el apóstol va vindicar su apostolado y
su autoridad.
Se alude más adelante, en el versículo 10, a las palabras estando presente ... humilde como
haber sido dichas por algún individuo en particular, posiblemente el líder de la oposición, a
quien se designa como “tal persona”. En el 10.1 Pablo acepta la acusación, y en el 10.2 la usa
como base de su llamado. La palabra humilde se emplea aquí en el sentido de cobarde. [Es
tímido en varias traducciones; poca cosa en por lo menos una.] Desde lejos ellos decían que
él era muy valiente.
Como hemos señalado en la introducción a este comentario, “la mansedumbre y ternura de
Cristo” se refiere a su carácter cuál siervo sufrido de Jehová. La mansedumbre es aquella
cualidad interna que está opuesta a ser atrevido, y se manifestaba en la sumisión del Señor a
las indignidades humanas, 1 Pedro 3.21 al 23. Su ternura se manifestaba en sus acciones,
como en Juan 8.1 al 11. Pablo estaba consciente de que como siervo él debería seguir a su
Señor. En este tono apela a ellos, con miras a evitar la necesidad de ser agresivo, ya que
pensaba que él sería severo con aquellos que le acusaban de motivos carnales. Su humildad
no debería ser interpretada como debilidad, ni su gentileza como timidez.
192
10.3
aunque andamos en la carne ... Aunque andaba en humanidad, y por lo tanto era
sujeto a ciertas debilidades y limitaciones como los demás hombres, él no realizaba su
servicio y lucha conforme a métodos y principios carnales. No dependía del oratorio, la
filosofía, su personalidad o las finanzas. Las palabras en Dios se pueden interpretar bien
como “divinamente fuerte” o como “fuerte en la vista de Dios”, en contraste con lo que es
fuerte según el criterio de los humanos.
La lucha es agresiva y no defensiva. En esto difiere de la de Efesios 6.13 al 18. El enemigo
es impersonal. La lucha es contra teorías y en contra de cualquier muralla levantada para
resistir el conocimiento de Dios. Jeremías 1.10 es una ilustración de su ministerio: “... te he
puesto en este día sobre naciones y sobre reinos, para arrancar y para destruir, para ruinar y
para derribar, para edificar y para plantar”. El conflicto a la vista no es subjetivo; no es
contra su propia naturaleza y sus tendencias impías.
10.5
cautivo todo pensamiento ... A saber, sujetar a Cristo todo propósito que emana en
la voluntad en vez del intelecto. Él no sólo deseaba demoler las fortalezas del enemigo, sino
conducir los hombres cautivos a Cristo. Él esperaría hasta que su obediencia fuese completa
antes de actuar en juicio disciplinario contra sus traidores.
10.7
Miráis las cosas ... Algunos traducen esto como una pregunta y otros como un
hecho. Lo preferible es el segundo, ya que la idea es que ellos juzgaban las cosas
superficialmente. “Si alguno está persuadido ... que es de Cristo;” o sea, siervo de Cristo, y
no meramente un cristiano. Pablo decía serlo. Pero semejante postura subjetiva debe admitir
prueba; no puede ser aceptada sólo porque uno mismo dice que es así.
El apóstol prosigue al dar evidencia de que él sí era siervo de Cristo. De que el Señor le
había dado autoridad o poder era evidente por la manera en que él había sido usado para
fortalecer los creyentes en la fe. Él podía gloriarse legítimamente de esto, sin sentir
vergüenza. Sin embargo, no quería gloriarse de su autoridad a ejercer juicio, acaso se
exponga a la acusación de intentar infundir temor por medio de sus cartas. De que tenía ese
poder se ve por 1 Cor. 5.5, 1 Timoteo 1.20 y el caso de Elimas en Hechos 13.11. Con razón
decían ellos que sus cartas eran duras y fuertes, pero sin razón afirmaban que su presencia
era débil. Pablo iba a manifestar esto al estar entre ellos, para el asombro del orgullo
arrogante de líder de la oposición.
10.12
no nos atrevemos ... En 10.12 al 18 él proporciona evidencia adicional de ser siervo
de Cristo. En el versículo 12, hablando irónicamente, dice que no se atrevería incluirse entre,
o compararse con aquellos que se entregan a la alabanza propia. Ellos no tenían regla salvo
aquella hecha por sí mismos, y sólo se comparaban a sí mismos a sí mismos, sin una norma
más elevada.
Por otro lado, Pablo tenía un “canon”, una regla, que gobernaba su senda y esfera de
servicio. Dios había marcada las pautas. Su esfera estaba entre los gentiles, Hechos 9.15,
Romanos 1.15 y Gálatas 2.8. Él tampoco construía sobre el fundamento de otro, Romanos
15.20. En conformidad con estos dos principios había llegado hasta Corinto, 10.14. Él se
gloriaría solamente de aquellos que estaban dentro de su esfera divinamente marcada,
versículo 13, y solamente de los resultados de lo que Dios había hecho por medio de él,
Hechos 14.27: “refirieron cuán grandes cosas Dios había hecho con ellos”.
Sus opositores, en cambio, se gloriaban en las reglas de definición propia, y en los frutos de
las labores de terceros. Conforme a la regla dada por Dios, él esperaba predicar el evangelio
en regiones más allá de Corinto, fortaleciendo la fe de ellos, y no cuando alguna junta
misionera proporcionara los fondos. Cada cristiano debe ser un testigo y cada asamblea una
sociedad misionera, un punto de avanzada.
10.17
el que se gloría ... Se trata de una cita de Jeremías 9.23,24: “No se alabe el sabio en
193
su sabiduría, ni en su valentía se alabe el valiente, ni el rico se alabe en sus riquezas. Mas
alábese en esto el que se hubiere de alabar: en entenderme y conocerme, que yo soy Jehová,
que hago misericordia, juicio y justicia en la tierra; porque estas cosas quiero, dice Jehová”.
Pablo estaba en la verdadera “línea de sucesión” de los profetas del Antiguo Testamento, y
sus cartas ponen de manifiesto que su espíritu estaba saturado de los escritos de ellos.
10.18
no es aprobado ... Esto concluye la sección. Cuando uno se entrega a la alabanza
propia, de hecho pierde la aprobación del Señor. Contar con la recomendación del Señor,
manifestada por su bendición, es la única manera para ganar la aprobación suya, sea ahora o
sea ante el tribunal de Cristo.
Hemos visto que el apóstol habla de su autoridad divina; versículo 18; su regla y su esfera
divinas, versículo 13; y su aprobación divina, versículo 18.
B. Pablo se preocupa, capítulo 11
Satanás figura mucho en las dos epístolas. En 1 Cor. 5.5 leemos de un hombre entregado a
Satanás; en 2 Cor. 2.11 de las maquinaciones de Satanás. Leemos también de la mesa de los
demonios, 1 Cor. 10.21; de Belial, 2 Cor. 6.15; y de la serpiente y el dios de esta edad, 2 Cor.
4.4. Pero en el capítulo 11 Satanás es un “ángel de luz” y sus ministros son “ministros de
justicia”. Él es el arzoenemigo de todo lo que es de Dios. Es, como la palabra hace entender,
el adversario.
11.1
¡Ojalá ...! En los primeros dos versículos el apóstol trata su relación singular con la
asamblea. Alude a la jactancia del capítulo anterior como “un poco de locura” y ora por su
tolerancia.
Primeramente, lo hace por la pureza de su motivo. Él les cela con celo de Dios, a saber, un
celo que caracteriza a Dios en su trato con su pueblo. De esto se habla a menudo en el
Antiguo Testamento. Queda ilustrado en Números 5 en la ofrenda por los celos, cuando un
esposo tenía fundada sospecha de infidelidad de parte de su esposa.
En segundo lugar, Pablo apela a lo peculiar de su ministerio y responsabilidad. Él había
abrazado la congregación como una virgen casta a Cristo, y anhelaba que no fuera
contaminada. Es como el siervo de Abraham al presentar a Rebeca a Isaac en Génesis 24. En
otras partes habla de sí como un “perito arquitecto”, 1 Cor. 3.10, y como habiendo recibido
un ministerio especial para la Iglesia, Colosenses 1.25. La relación de Pablo con la Iglesia es
muy similar a la de Moisés con Israel.
Pablo había desposado la asamblea a Cristo, empleando una de las varias metáforas suyas en
relación con la Iglesia. Es provechoso notar la actividad satánica en relación con cada una de
ellas. Cual templo del Dios Vivo, Satanás le quitaría su santidad; cual cuerpo lo negaría su
ministerio por medio de la división; cual esposa él violaría su castidad. El apóstol temía que,
así como el tentador sedujo a Eva con su versatilidad, ellos también serían desviados de la
sencillez de corazón en devoción y pureza hacia Cristo. Su referencia a la tentación en Edén
deja en claro que él aceptaba de un todo la certeza histórica del relato. Y así debemos hacer
nosotros. Satanás tuvo éxito con Eva al distorsionar lo que Dios había dicho. Una vez
corrompida la mente en cuanto a esto, el desastre viene en pos. Ella dejó de reconocer que
Adán era su cabeza, y actuó por su propia cuenta.
11.4
si viene alguno predicando ... “Viene alguno” es un título mesiánico. “... aquel que
había de venir”, Mateo 11.3; “el que ha de venir”, Hebreos 10.37. El líder de los falsos
profetas, 11.13, aparentemente asumió este título en arrogancia. Él predicaba otro Jesús, el
Jesús que los seguidores de Arrio predicarían más tarde, o de los docéticos, y de los cultos
194
falsos al estilo de los Testigos de Jehová en nuestros tiempos. Ellos predicaban otro
evangelio  un espíritu diferente, un evangelio que no era evangelio. Al ser así, ¿ellos
hacían bien en recibir a semejante hombre? Si este es el sentido, entonces el apóstol está
hablando irónicamente, como hace a lo largo del pasaje. Por el otro lado, se puede interpretar
las palabras como, “Ustedes toleran al tal, ¿y por qué no me toleran a mí cuando me glorío?”
En el versículo 6 él expone su razón de otra manera. Se ha explicado de dos maneras las
palabras, “aquellos grandes apóstoles”. Algunos consideran que se trata de los principales
entre los doce, Pedro y otros, y que Pablo está diciendo que en nada queda él inferior a
Pedro. Al entender la expresión así, se la ha usado para refutar una supuesta supremacía de
Pedro. Por cuanto el apóstol está hablando de los méritos y desméritos de aquellos que él
llama en el 11.13 “falsos apóstoles”, hay quienes opinan que de éstos habla en el versículo 5.
Definitivamente, favorece la segunda interpretación la expresión, “aquellos apóstoles de
primerísima calidad”. Entendemos que aquí el apóstol está hablando sarcásticamente de los
falsos maestros y sus jactancias bombásticas. Pablo de ninguna manera era inferior a ellos en
(i) la cuestión de reproches, 11.33, 12.10 al 12; (ii) la cuestión de revelaciones, 12.1. (Los
falsos se gloriaban en sus visiones imaginarias y su angelolatría; compárese Colosenses
2.18). Y, (iii) la cuestión de sus recursos, 12.9,10.
La gracia y el poder de Cristo eran suyos en abundancia. En la primera mitad del versículo 6
él reconoce que ellos podrían sobrepasarle en el uso de la retórica y el arte de predicar, pero
tal vez aun esa concesión sea irónica. En la cuestión del conocimiento, sin embargo, él no
aceptaría la acusación de ser “del vulgo”, como se traduce la palabra en Hechos 4.13. Hay un
proverbio que reza: “El que no sabe y no sabe que no sabe, es un necio. Evítalo. El que no
sabe y sabe que no sabe, es un simple. Enséñalo. El que sabe y no sabe que sabe, está
dormido. Despiértelo. El que sabe y sabe que sabe, es sabio. Sígalo”. Pablo está en la última
categoría. Por consiguiente él había manifestado la verdad de un todo a los corintios. Es
cierto que el apóstol quedaba ampliamente demostrado entre ellos, pero aquí se refiere a lo
que les había enseñado.
11.7
¿Pequé yo ...? En los versículos 7 al 12 el apóstol introduce el tema del sustento
que recibía en sus labores. Sus opositores decían que no era apóstol genuino porque
trabajaba con sus manos. En la fraseología moderna él sería tildado de “laico”, aunque en
esta porción no habla de sus labores para mantenerse. Sin embargo, ellos sabían que lo había
hecho. Él había aceptado la ayuda enviada por otras asambleas, como la que llegó por
intermedio de hermanos macedonios. Por haberles predicado el evangelio gratuitamente,
pregunta con un tono de sarcasmo, “¿Pequé yo?” Él no les había sido carga, y estaba resuelto
a seguir bajo este principio en el futuro.
Las palabras, “la verdad de Cristo que está en mí” pueden ser entendidas como un juramento,
como un ruego solemne, como una afirmación (una declaración solemne de su propósito
firme), o como en Romanos 9.1: “verdad digo en Cristo”. Cualquiera de estas posibilidades
es defendible. Había aquellos que buscaban oportunidad para acusar a Pablo de predicar por
dinero, y él estaba resuelto a negarlo ante ellos y de esta manera destruir su pretensión de
que estaban trabajando sobre la misma base que él. Los hechos dejan en claro que su
jactancia era vana.
11.13
Estos son falsos apóstoles Su apostolado no era genuino; era espurio. Ellos eran
engañosos, poniendo trampas. Eran hipócritas, disfrazándose en pieles de ovejas, como si
fuera. Como los fariseos, eran de su padre el diablo, Juan 8.44. Como Satanás cambió de
apariencia a la de ángel de luz, así estos ministros afirmaban traer una nueva luz a los
corintios, como la serpiente había hecho en el Edén. Más temible es como ángel de luz que
como león rugiente. En 1 Reyes 13.18,24 encontramos una ilustración de ambos: “Yo
también soy profeta como tú, y un ángel me ha hablado por palabra de Jehová ... Y yéndose,
195
le topó un león en el camino, y le mató”.
Los ministros de Satanás hacen más daño en el púlpito que en una taberna. Los profesores
modernistas en los seminarios contaminan el arroyo en su fuente. Pablo habla severamente
de su fin y su suerte: “Por ahí andan muchos, de los cuales os dije muchas veces, y aun ahora
lo digo llorando, que son enemigos de la cruz de Cristo; el fin de los cuales será perdición,
cuyo dios es el vientre, y cuya gloria es su vergüenza; que sólo piensan en lo terrenal”. La
rebelión de Coré, registrada en Números 16, es una ilustración de autorización divina de
estos falsos apóstoles y su obra. Compárese Apocalipsis 2.1 al 7.
11.16
Otra vez digo ... Estas palabras se refieren a lo dicho en el versículo 1, y se
expresan en vista de lo adicional que Pablo va a decir en cuanto a su base para gloriarse. Él
reconoce que gloriarse es locura, pero les apela que no le consideren a él un loco. Sin
embargo, si lo van a hacer, entonces quiere que le reciban como tal, así como habían recibido
a otros que se gloriaban según la carne y por lo tanto eran unos locos, 11.9. Ya había dicho,
“El que se gloría, gloríese en el Señor”, de manera que es la esencia de insensatez gloriarse
en la carne, como en el 11.22. “Siendo vosotros cuerdos”, 11.19, es fuertemente irónico.
11.20
Pues toleráis ... Se anota cinco características de los falsos apóstoles
(i) Al sujetar los cristianos a servidumbre, ellos les quitan su libertad, bien sea por sujeción a
la ley y sus rudimentos débiles y pobres, Gálatas 4.9, o a ellos mismos. (ii) Ellos devoraban a
los cristianos, aprovechándose de ellos. Compárese Lucas 20.47: “... devoran las casas de las
viudas, y por pretexto hacen largas oraciones”. Contaban con sus propias maquinaciones
para sacar dinero de la asamblea. (iii) Engañaban, y se aprovechaban de los incautos cuales
peces que muerden el anzuelo. (iv) Se exaltaban a sí mismos, aparentemente abrogándose
ciertos derechos sacerdotales, tal vez defendiendo esta práctica con señalar que en Israel los
sacerdotes eran una clase privilegiada. (v) “Si alguno os da de bofetadas”. Para ilustraciones
literales de esto, véase 1 Reyes 22.24, Mateo 5.39, Lucas 22.64 y Hechos 23.2. Quizás está
mencionado aquí como simbólico de la manera en que estos falsos profetas humillaban a los
cristianos.
Estas marcas de los ministros de Satanás deberían ser comparadas con los nicolaítas, nikaolaos, aquellos que conquistaban el pueblo y guardaban la doctrina de Balaám el devorador.
Sin duda describen la manera en que Satanás echó la base del sistema jerárquico de Roma.
En el versículo 21 el apóstol se reprocha a sí mismo irónicamente por no haber hecho
ninguna de estas cinco cosas. La segunda mitad del versículo se explica y se expande en el
versículo 22. Ellos hacían alarde de su linaje, pero no era nada mayor de lo que él ha podido
decir del suyo. Por cuanto todos los apóstoles del Señor eran hebreos, Satanás no intentaría
incorporar un gentil en su apostolado.
11.23
¿Son ministros de Cristo? En 11.23 al 33 el apóstol anota sus sufrimientos como
las credenciales para ser un siervo de Cristo. Dice que habla como un necio, uno que está
fuera de sus cabales, y no meramente uno que carece de razón, como en versículos
anteriores. En el versículo 23 él menciona cuatro maneras en que se considera superior a los
falsos profetas, los nicolaítas de 11.13,20. Son sus trabajos, azotes, cárceles y peligros,
tratados más específicamente en los versículos 24 y 25, especialmente los últimos tres; lo
que amplía su mención de “trabajos” está en los versículos 26 al 29.
En 11.24,25 se mencionan cinco sufrimientos, pero en Hechos de los Apóstoles leemos de
uno solo de ellos, el de ser azotado con varas en Filipos. A manos de su propio pueblo, los
judíos, él recibió los treinta y nueve azotes que eran el máximo que podían aplicar cinco
veces, Deuteronomio 25.1 al 3. Se empleaba un látigo de tres puntas, que no pocas veces
arrancaban carne de la víctima. Tres veces los romanos le azotaron con varas. Ambas formas
de castigo eran tan severas que algunas víctimas murieron. El apedreamiento tuvo lugar en
196
Listra, Hechos 14.19. De los tres naufragios mencionados, ni uno figura en otra parte; el de
Hechos 27 tuvo lugar posteriormente. Nada adicional leemos de haber estado una noche y un
día en el alta mar, aferrado a una tabla o algo por el estilo.
11.26
en caminos muchas veces ... El apóstol abunda ahora sobre las labores
mencionadas en el versículo 23. A menudo él estaba en peligro en sus muchos viajes, y aquí
menciona ocho amenazas. Los ríos y los ladrones cubren dos estilos de viaje; los judíos y los
gentiles; bien entre una chusma en la ciudad o entre fieras en el desierto; el mar con sus
tempestades violentas y los falsos creyentes que representaban aun más peligro.
En el versículo 27 él anota ocho circunstancias más en relación con sus labores,
posiblemente aquellas en, por ejemplo, Corinto o Éfeso. Las primeras dos se relacionan con
trabajos manuales, aunque no exclusivamente. El trabajo y la fatiga, junto con muchos
desvelos, necesariamente se vinculan con su obra de evangelización. El hambre, la sed y los
ayunos forman otro conjunto de tres. El frío y la desnudez posiblemente tienen que ver con
sus encarcelamientos, y encuentran eco en su solicitud un tiempo después por un abrigo al
estar preso en Roma, 2 Timoteo 4.13.
11.28
además de otras cosas ... Hay varias interpretaciones. Posiblemente el apóstol está
sugiriendo que aparte de estas pruebas externas había también la de una preocupación todos
los días por el bienestar de las asambleas. O, algunos opinan que él se refiere a dos puntos
adicionales a los ocho; a saber, una presión cada día y también ansiedad por las iglesias. Si
se acepta este criterio, se entiende que él habla por un lado de la presión ejercida por los
falsos apóstoles y por el otro lado el interés que tenía por la grey de Dios. También se
observa que la palabra empleada para preocupación es la que encontramos en Números
16.40 en relación con la rebelión de Coré: “... en recuerdo para los hijos de Israel”.
11.29
¿Quién enferma? Esto abunda sobre la última cláusula del versículo anterior. Él
compadece de los débiles y se indigna por los obstáculos puestos ante los cristianos, como se
ve claramente en Gálatas. En el 10.17 él se había gloriado en el Señor, y ahora dice que su
gloria está en las enfermedades. Va a gloriarse en sus humillaciones, llevándolas como
medallas de guerra. Por cuanto hay siempre el gran peligro de exagerar al relatar
experiencias propias, el apóstol invoca a Dios como testigo a la verdad de lo que había dicho.
Palabras parecidas se encuentran en Romanos 9.1, Gálatas 1.20 y 1 Timoteo 2.7.
Entonces, algo en el estilo de una posdata a lo que había escrito, él relata la experiencia de
haber sido librado por Dios en Damasco. La experiencia de la cesta ha debido ser humillante
en el momento, pero la astucia judía y el poder gentil quedaron frustrados, así como en la
resurrección de Cristo. En años posteriores aquello ha debido ser un gran estímulo para el
apóstol.
En estos tiempos de comodidad laodiceana no es fácil intentar un comentario sobre este
resumen de las experiencias de Pablo que tanto nos humillan. Su vida y sus padecimientos
eran como una zarza ardiente que nunca se consumía.
C. Pablo y su apostolado, 12.1 al 19
12.1
Ciertamente no me conviene El apóstol registra su experiencia cuando fue
arrebatado al tercer cielo. Esto sigue de inmediato el relato de su humillación en Damasco.
Él comienza con reconocer que no es prudente ni provechoso gloriarse pero está obligado a
hacerlo. Entonces da una ilustración de “las visiones y las revelaciones” que recibió. Dice
cuándo fue pero no dice dónde estaba en esa ocasión. No relaciona la experiencia con ningún
acontecimiento, como el apedreamiento en Listra, pero algunas personas lo hacen. Habla de
sí mismo como “un hombre en Cristo”, no refiriéndose a alguien que conocía en el pasado,
sino a uno que conoce en el momento de escribir.
197
Él fue arrebatado, empleando aquí la misma palabra que en 1 Tesalonicenses 4.17 donde se
habla del rapto de los santos al encuentro con el Señor. No sabe si fue arrebatado
corporalmente. Él repite este detalle, y es importante observar que esto hace ver que el estar
en el cuerpo no es esencial para la consciencia espiritual. El tercer cielo del versículo 2 y el
paraíso del versículo 4 pueden ser uno y el mismo, pero el segundo término es más
específico. Hay los cielos espaciales o etéreos, los cielos siderales y luego el tercer cielo 
el cielo de los cielos.
Pablo no dice que vio al Señor en aquella ocasión, sino que oyó cosas que no le era
permitido divulgar. La revelación fue para él no más, probablemente en vista de todo lo que
tendría que enfrentar.
12.5
De tal hombre me gloriaré Pablo se gloriaría en lo que el creyente es en Cristo, y
será cuando se hayan completado los propósitos de Dios y el creyente esté glorificado. Éste
sí es un tema idónea para que uno se gloríe, porque es de un todo de Dios. Pero de sí mismo
él no tenía por qué gloriarse, salvo por el privilegio de sufrir por el Señor.
12.6
Sin embargo, si quisiera ... Aun si iba a gloriarse, no iba a exagerar al estilo de un
necio, sino ceñirse estrictamente a la verdad. No deseaba crear una impresión falsa de sí
mismo.
12.7
para que no me enaltezca Por cuanto en el versículo 6 Pablo desistió de relatar
otras experiencias acaso ellos formasen una impresión errónea de él, dice ahora que Dios
había hecho una provisión para resguardarle de un concepto errado de sí mismo; o sea, del
orgullo. Le fue dado un aguijón en la carne. Algunos opinan que fue una espina purulenta, y
otros una estaca sobre la cual estaba atravesado, como si fuera. Para ilustraciones de la
primera idea, véase Números 33.55, “los moradores del país ... serán por aguijones en
vuestros ojos y por espinas en vuestros costados”; Ezequiel 28.24, “nunca más será a la casa
de Israel espina desgarradora, ni aguijón que le dé dolor”; y Oseas 2.6, “yo rodearé de
espinos su camino”.
Se ha entendido de cuatro maneras las palabras “en la carne”
 el cuerpo. En este caso la aflicción tendría que ser física como la que se le permitió a
Satanás hacer con Job. Al ser así nuestro pasaje podría ser relacionado con Gálatas 4.13
al 15, “una enfermedad del cuerpo ... la prueba que tenía en mi cuerpo”.
 la naturaleza carnal con su inclinación al orgullo. En este caso la espina sería algo que le
humillaba constantemente en relación con su labor, como sus enemigos, los maestros
judaizantes, los falsos apóstoles u hombres como Alejandro el calderero e Himeneo y
Fileto, 2 Timoteo 4.14, 2.17.
 un estorbo de parte de Satanás. Él le impidió ir a Tesalónica, 1 Tesalonicenses 2.18.
 los pensamientos viles. Esta sugerencia se puede descartar. Sería algo pecaminoso, y
Pablo no se gloriaría en sus enfermedades.
A la luz del texto en el versículo 8 la explicación preferible sería la primera, pero
posiblemente debemos admitir tanto la primera como la segunda.
La rogativa hecha tres veces que fuese quitado nos hace recordar el Getsemaní. La respuesta
que recibió también conduce a la misma conclusión que el término “carne” se refiere a algo
físico. La gracia y el poder de Cristo le fueron concedidos para contrarrestar o hacer
contrapeso a su debilidad. Él deseaba por encima de lo demás conocer en su ministerio el
poder de Cristo tabernaculando sobre él y morando en él.
De los cinco puntos mencionados en el versículo 10, cuatro se dividen en parejas  la
debilidad física con los insultos de parte de sus enemigos, y la privación con la persecución.
La angustia y las circunstancias estrechas aplican a ambas. Él no era un fakir fanático que se
198
jactaba de padecimientos auto impuesto. Se gloriaba de estas realidades porque las padecía
por el honor de Cristo, cosa posible solamente por la todo suficiente gracia de Cristo.
12.11
Me he hecho ... De nuevo él reconoce la insensatez de gloriarse y la necesidad de
hacerlo. De nuevo habla del principal de los apóstoles, a saber, de los falsos apóstoles del
11.13. Las señales de su apostolado que habían sido realizadas entre ellos han debido resultar
en que ellos salieran en defensa de sus afirmaciones. Las tres marcas “señales, prodigios y
milagros (maravillas)” se emplean en Hechos 2.22 al referirse al Señor; en Hebreos 2.4 a los
apóstoles; y en 2 Tesalonicenses 2.9 al Anticristo. Eran señales a Israel, y eran maravillas
porque provocaron asombro. Eran credenciales de Él como el Mesías, y Pablo aduce a ellas
como credenciales de su apostolado. A cualquiera que dice ser apóstol hoy en día se debe
exigir las mismas credenciales. Cuando aparezca el Anticristo, Satanás le capacitará para
realizar cosas parecidas con miras a engañar.
12.13
menos que las otras iglesias ... Pablo vuelve en 12.13 al 19 a la cuestión de su
sostén. Por cuanto la asamblea en Corinto llegó a existir por medio de él, y él era inferior a
estos apóstoles principales, ellos no eran de ninguna manera inferiores a otras asambleas,
excepto en la cuestión de no haber sido él una carga para ellos. Por esto él irónicamente pide
su perdón, de esta manera haciendo resaltar su ingratitud. Sin embargo, se ceñiría al mismo
principio al realizar su tercera visita. No buscaba los bienes de ellos, sino algo más. Deseaba
su amor y lealtad a él y al Señor, y buscaba edificarles, 12.19. Como un padre él manifestaría
más amor, y pregunta, “¿Me van a amar menos como respuesta?”
Algunos iban al extremo de acusarle de astucia y artimañas, de un motivo falso por no ser
una carga para ellos. Esto lo refuta en los versículos 17 y 18. Él les había enviado a Tito y
otro hermano con él. ¿Por esto él, o Tito, o el tercero se había aprovechado de ellos, o había
obtenido algún beneficio económico? Tito y él andaban por la misma senda y estaban
animados por el mismo espíritu de amor y servicio en bien de ellos.
Entonces en el versículo 19 el apóstol deja en claro que él no había estado buscando
probarles las cosas como si fuesen ellos jueces suyos. Al contrario él perseguía su
edificación y se reconoce responsable ante Dios, hablando como estando en comunión con
Cristo ante Dios.
D. Pablo advierte de nuevo, 12.20 al 13.10
12.20
Pues me temo que … Esto enfatiza la necesidad de la edificación mencionada en el
versículo 19. Los ocho problemas listados en el versículo 20 corresponden todos a las obras
de la carne, comenzando con las contiendas y envidias y terminando con los tumultos o el
desorden público. La asamblea había llegado a ser como la viña de Proverbios 24.30,31; en
ella había crecido los espinos, ortigas ya habían cubierto su faz. Donde hay celos y
contención, allí hay perturbación y toda obra perversa, Santiago 3.16, de manera que Pablo
temía que la inmoralidad no había cesado aún y que el culpable seguía sin arrepentimiento.
Estos dos factores explican su temor de dos caras en el 12.20, y le humillaban grandemente
delante de Dios.
13.1 al 4 Esta es la tercera vez ... El apóstol renueva su advertencia que les había dado
cuando estaba con ellos en su segunda visita, de manera que insistía que se debería investigar
y atender con severidad toda acusación contra él, y todo pecado entre ellos. “Sólo por el
testimonio de dos o tres testigos se mantendrá la acusación”, Deuteronomio 19.15.
Aparentemente algunos buscaban todavía más evidencia de que él hablaba o actuaba por la
autoridad de Cristo, a saber, en cuestiones de castigo, así como en Hechos 13.11. Les asegura
que presentará pruebas.
Les recuerda en el 13.3 que Cristo había manifestado su poder en medio de ellos. Tal vez
199
esto se refiera a su conversión, pero probablemente a tales cosas como aquellas registradas
en 1 Cor. 11.30. Si bien la cruz era la esencia de la debilidad según el criterio humano, ya
que Dios no había actuado en defensa de Cristo —compárese 1 Reyes 13.4, la mano seca
contra el varón de Dios— ni Cristo había despegado poder, con todo la cruz no era la palabra
final. Ahora Cristo ha resucitado y se ha vuelto juez. Al someterse a indignidades y
acusaciones falsas, el apóstol se había hecho partícipe de la supuesta debilidad de Cristo. No
tomó represalias. Pero así como había participado en aquella debilidad, así también podría
ejercer juicio en comunión con el Cristo vivo.
13.5 al 10
Examinaos a vosotros mismos ... Lejos de examinarle a él, ellos deberían
examinarse a sí mismos, acaso a la postre resulten réprobos, o falsos. Si Pablo era un apóstol
réprobo, necesariamente ellos eran todos réprobos. Si Jesucristo estaba en ellos, ellos no eran
réprobos. Y si ellos insistían en más evidencia de la autoridad de él, encontrarían que su
postura era válida.
Sin embargo, en los versículos 7 al 9 él ora que la vida de ellos sea tal que él no tenga que
producir más evidencia de su poder, aun si pareciera probar que su profesión de autoridad no
era genuina. Su gran afán era la prosperidad de la verdad del evangelio entre ellos, y a él le
agradaría que ellos resultasen tan fuertes que no habría necesidad que él empleara su
autoridad apostólica, luciendo así ser débil. Él buscaba y pedía la restauración de ellos,
13.10, no su perfección en el sentido de madurez. Les escribía en la esperanza de que así
resultara, de manera que no habría necesidad de severidad, ni el solemne acto de excomulgar
y juzgar.
6. Admonición y bendición
Pablo y la Trinidad, 13.11 al 14
Pablo y la Trinidad, 13.11 al 14
En su despedida él da cuatro órdenes que recogen el sentido de mucho de lo que ha dicho en
la epístola—
 sean perfectos; pongan en orden lo que está mal, restáurense de un todo
 sean consolados, como se trata en 1.6,7, 7.8 al 13
 sean unánimes entre sí, llevando en mente lo dicho acerca
de las divisiones y contiendas partidistas
 vivan en paz, acordándose de lo dicho en la primera epístola acerca de los juicios
en tribunales mundanos y en la segunda epístola en cuanto a los tumultos en general
Y, como resultado, el Dios de paz estará con ellos, en medio de ellos en auténtico poder.
Solamente al cumplir con las cuatro órdenes del versículo 11 podrían ellos llevar a cabo
lícitamente su acostumbrado saludo. En el versículo 13 el apóstol agrega un saludo de parte
de todo el pueblo del Señor.
La bendición que el apóstol emplea como cierre es para todos ellos, irrespectiva de toda la
contienda partidista y las divisiones, y se extiende a aquellos que se le oponían. La bendición
es un claro reconocimiento de la Trinidad. La secuencia de los nombres puede sugerir el
hecho de que es sólo por la gracia del Señor Jesucristo que conocemos en la práctica el amor
de Dios, y es solamente por el poder del Espíritu Santo que ésta se puede realizar. La
doctrina del Dios único en tres Personas es fundamental y de importancia clave en toda
experiencia cristiana.
Esta misma bendición novotestamentaria corresponde a aquella que se registra en Números
200
6.24 al 26. Que repose ella sobre todo lector.
Leyendo día a día en 2 Corintios
B.Osborne
Day by day through the New Testament
Precious Seed Publications
Introducción
La primera carta a los corintios había despertado la conciencia de la mayoría y reestablecido
el temor de Dios en sus corazones, como también integridad en su conducta. Pablo se sentía
aliviado. Si bien describe sus sentimientos antes de llegar Tito de Corinto con las palabras
“ningún reposo tuvo nuestro cuerpo”, él puede expresar su condición ahora como consolada
por la presencia de éste y las noticias que trajo acerca de los corintios, 7.6, 7.
Algunas circunstancias causaban preocupación todavía. Parecía persistir el peligro de la
inmoralidad, y por esto la exhortación del 6.14 acerca de la luz y las tinieblas. Más dolorosa
en el plano personal era la oposición fuerte a él de parte de algunos en Corinto. ¿Qué es tan
cruel como los conflictos religiosos? ¡Y cuán severos pueden ser!
La carta hace entrever a qué extremo la contención será promocionada por hermanos falsos.
Le acusaron de ser inconstante, 1.17; egoísta, 3.1; carente de recomendación, 3.1,2;
desequilibrado, 5.13; falso apóstol, 11.5, 12.12; deshonesto, 12.16 al 19; grandilocuente en
sus escritos pero despreciable en su persona, 10.10; cobarde, 11.30 al 33; bajo el desagrado
de Dios, 12.1 al 10; ningún predicador, 10.10; mañoso, 12.16.
Fue necesario enfrentar a sus detractores. Pablo había sido provocado a defenderse, 4.2, 6.4,
12.11, y hablar acerca de sí, y por esto tenemos tal vez la más personal, como también la más
conmovedora, de sus epístolas. Se le había acusado de andar según la carne, pero retará a sus
acusadores a juntarse con él en lo que atañe a la fidelidad a Cristo. Ellos habían dicho con
desdén que su presencia corporal era débil, y les desafiará a reunirse con él. Estos puntos se
relatan en el capítulo 10.
Estos señores se presentaban como apóstoles por excelencia, 11.5, y negaban el apostolado
de Pablo, pero él hará ver que eran “falsos apóstoles, obreros fraudulentos, que se disfrazan
como apóstoles de Cristo”. Ellos se caracterizaban por la arrogancia, pero Pablo por el
servicio y el sufrimiento.
Por esto veía necesario hablar acerca de sí, cosa que no le agradaba por cuanto hubiera
deseado magnificar a Cristo directamente. Con todo, era necesario para ellos. Si no lo
hubiera hecho, los corintios se hubieran quedado expuestos ante sus adversarios.
capítulo 1
El Dios de toda consolación
Al considerar los primeros versículos de este capítulo conviene llevar en mente que algunos
se oponían a Pablo, y esta circunstancia realza la hermosa ternura del saludo que manda.
Hará mención de sus aflicciones, pero comienza con “bendito” y reconoce que viene de Dios
el consuelo que tiene.
Sus sufrimientos le han traído una revelación nueva de Dios expresada en un Nombre nuevo,
uno que es maravilloso en su ternura: “Padre de misericordias y Dios de toda consolación”.
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Él es el originador de todas las misericordias, la fuente de donde fluyen. Es “el Padre de las
luces”, Santiago 1.17; “las misericordias de Dios”, Romanos 12.1; “el Padre de los
espíritus”, Hebreos 12.9; “el Padre de gloria”, Efesios 1.17. Si hay una misericordia, Él es su
Padre, cualquiera que sea. Es a la vez el Padre de toda consolación, y tiene el buen ánimo y
consuelo que el amor puede impartir a un ser amado al llenar su más íntima necesidad.
Pablo hace mención de las misericordias y la consolación antes de hablar de la aflicción,
pero en toda ocasión cuando había estado afligido, fue sostenido por la mano de Dios, y de
ella derivó bendiciones. ¿Bendiciones? Sí, y no la menor de ellas la oportunidad de extender
simpatía a otros, fruto de la simpatía divina que él mismo había recibido. Tenía no sólo una
revelación nueva de parte de Dios, sino también un poder nuevo para consolar a otros, y sus
contratiempos añadían a su utilidad en el servicio del Señor.
Es solamente en la medida que de buena gana se aprenda y se acepte el reproche de Cristo
que el sufrimiento está absorbido por su consolación, v. 5. Con todo, lo que le tocó a Pablo
en el servicio de Cristo fue para el bien de los corintios, y él veía las aflicciones de ellos
como un testimonio de que compartían su consuelo. No quería que ignoraran lo que había
sufrido, ya que le permitía manifestar cuán profundo era su cuidado por ellos. Su tribulación
le había enseñado a Pablo una confianza inconmovible en Dios, vv 9, 10. ¡Estaría con él en
toda y cualquiera circunstancia el Dios que podía conducirle a través de la tribulación en
Asia, v. 8!
En cuanto al hecho de que no les había visitado, él tenía buena conciencia, vv 12 al 14.
Además, era hombre de ciertas convicciones, vv 15 al 24. Sus decisiones no eran “según la
carne”; su mensaje era definitivo, y la razón por su ausencia era la del v. 23. Como siempre,
su amor por ellos gobernaba su actuación.
capítulo 2
Los triunfos del amor de Cristo
Pablo había sido consecuente. Su meta era la felicidad de los santos, y quería evitar una
visita a Corinto que conllevaría una reprensión que les provocaría angustia, ya que empleaba
la severidad y la reprensión con moderación. Si reprendemos mucho más que alabamos,
nuestra severidad pierde efecto, siendo descontada la reprimenda por su frecuencia. Al
reprender, Pablo lo hacía con amor, v. 4, y la única reprimenda eficaz es la que se da junto
con un abrazo amoroso.
Ellos habían procedido a disciplinar después de la carta anterior, pero ahora eran culpables
de una severidad excesiva. La disciplina había sido realizada con miras a la restauración del
ofensor, y ahora debían manifestar una disposición a perdonar. El cristiano debe estar
siempre dispuesto a perdonar, así como ha sido perdonado por Dios. Había dos peligros. Por
un lado, una severidad exagerada podría sucumbir al ofensor en desespero, v. 7, o por otro
lado Satanás podría aprovecharse de ella como oportunidad para ahuyentarle de la comunión
de los santos, v. 11.
En Troas Pablo tuvo que tomar una de las decisiones más difíciles de su carrera. ¿Servir a los
pecadores o a los santos? ¿La salvación de almas o los intereses de una iglesia carnal? El
suyo era un ministerio doble: (i) el evangelio … del cual yo Pablo fui hecho ministro; y (ii)
fui hecho ministro … para que anuncie cumplidamente la palabra de Dios, Colosenses 1.23
al 25. Él se marchó de Troas, y las oportunidades que presentaba, para atender a las
necesidades de la asamblea de Corinto. En ese momento, era más importante impedir que le
deshonren personas que eran llamadas por el nombre de Cristo que traer al conocimiento de
Cristo personas que no le habían recibido.
Tito le había traído noticias de otro triunfo del amor de Cristo en Corinto y Pablo daba
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gracias a Aquel que siempre lleva en victoria. La metáfora del v. 14 se deriva de los
generales victoriosos de Roma. El Conquistador Todopoderoso estaba llevando a Pablo por
la vuelta del mundo como ejemplo ilustre de su poder para subyugar y salvar. El enemigo de
Cristo era ahora el siervo de Cristo. Estaba en una marcha triunfal, no meramente como uno
que había sido conquistado, sino como uno que estaba triunfando con Dios.
Los mismos predicadores apostólicos se presentan como un olor, su personalidad fragante
con Cristo, su mensaje muy agradable para Dios. Le eran de un todo aceptables a Dios, aun
cuando algunos de sus oyentes estaban rumbo a la destrucción mientras otros se salvaban, vv
15,16.
capítulo 3
Cartas y pactos
Los corintios eran la “carta” de Pablo, fruto de sus labores, y eran también “carta de Cristo”.
Así como Dios escribió en tablas de piedra para Israel, ahora Cristo está grabando en los
corazones de su pueblo. La vida del cristiano es una epístola; es un mensaje de Cristo al
mundo, ya que el sermón más poderoso es una vida cristiana consecuente. ¿Su mensaje es
legible en nuestras vidas?
Pablo no tomaba para sí algún crédito por el cambio en la vida de ellos; era obra de Dios, vv
4, 5. La misma suficiencia divina le capacitó a él para ser ministro competente del nuevo
pacto. El viejo se basaba en un documento escrito, Éxodo 24.1 al 8, pero el nuevo pacto en el
poder de un Espíritu vivificante. El viejo le decía a uno qué debía hacer, pero el nuevo le
cambia a uno, dándole poder para cumplir. El viejo era un instrumento de muerte debido a la
incapacidad del hombre a cumplirla, y la pena era la muerte. Aquel viejo pacto nació en
gloria con un resplandor que es eterno, vv 7 al 9, y aquella gloria estaba ilustrada en el rostro
de Moisés, pero no era intrínseca ni permanente. Por esto Moisés cubrió el rostro para que el
pueblo no viera la gloria pasajera, v. 13. Aquel velo simboliza también el velo que está
puesto sobre la mente de ellos al leer las Escrituras. Ellos no ven que la gloria del viejo pacto
está eclipsada por el resplandor del nuevo, pero aquel velo les será quitado cuando buscan al
Señor, v. 16.
La aspiración de Moisés había sido la de ver la gloria de Dios, Éxodo 33.18, y ella está
realizada en el pacto nuevo, v. 18. Además, nosotros estamos transfigurados a aquella gloria.
¿Cómo estamos transformados? Al contemplar y concentrarnos en Cristo como está visto en
su Palabra, confiando en el Espíritu Santo para efectuar el cambio. Será progresivo: “de
gloria en gloria”. El Espíritu realiza un cambio dentro de nosotros, transformándonos a diario
a la imagen de nuestro Señor. Contemplamos y adoramos en silencio; Él efectúa en nuestras
vidas lo que vemos en Cristo. Mirando somos transformados, dice el v. 18.
capítulo 4
Contrastes
La luz contrasta con las tinieblas, vv 1 al 6; la debilidad con el poder, vv 7 al 14; la aflicción
con la gloria, vv 14 al 18.
El evangelio sigue siendo un secreto aun para muchos que lo oyen vez tras vez. El hecho de
quedarse encubierto de algunos es su condenación, y les señala como enrumbados a la
destrucción. Satanás les ha enceguecido, v. 4. Para Pablo el evangelio era una cosa muy
grande. La luz que irradia es tan resplandeciente que es increíble que los hombres no la vean,
y el poder que se opone a ella debe poseer una malignidad inmensa.
La incredulidad de los hombres le da a Satanás la oportunidad de cegar sus facultades de
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percepción espiritual. El dios de este mundo hace su obra de enceguecer; el Dios verdadero
mandó que la luz resplandeciera. Pablo vio la faz de Jesucristo en su resplandor, y sabía que
aquella gloria era la de Dios, v. 6.
El conocimiento de aquella gloria estaba guardado en un vaso de barro, a saber, el cuerpo de
hombre con su debilidad y mente limitada. Pero ahí un principio divino, uno que protegía la
verdad de que la salvación era de un todo del Señor. Dios dispondrá siempre que su obra sea
realizada por hombres que están dispuestos a reconocer que la grandeza de su poder es suyo,
y no de ellos.
En los contrastes que siguen Pablo destaca tanto la debilidad suya como el poder de Dios, vv
8 al 10.
Todo era para la bendición de ellos y la gloria de Dios, v. 15. La disminución progresiva en
la fuerza de la vida corporal de Pablo se contrasta con la renovación progresiva de su vida
espiritual. El velo de una humanidad cansada y sufrida escondía la vida misma de Cristo que
latía inmortalidad, la vida misma de Cristo. Se estaba gastando el hombre exterior pero el
interior se renovaba de día en día.
Pablo hace contraste entre el presente y el futuro. La aflicción es liviana, pasajera y apunta a
la gloria, pero la gloria venidera es, en el texto griego, “¡excesiva al exceso!” El lenguaje no
la describe.
Finalmente, el apóstol pone en contraste lo visible y lo invisible. Las cosas vistas se caducan,
pero las de gloria perduran para siempre jamás. Todo depende de cómo fijamos nuestra
mirada. Levante los ojos al cielo y mida el presente en función de lo invisible y eterno.
5.1 al 17
Una posibilidad y una certeza
¿Qué de si la muerte disuelva este cuerpo que tenemos? “Tenemos de Dios un edificio”. El
tiempo presente expresa la certeza de que recibiremos un cuerpo en resurrección, 1 Corintios
15.42 al 49. Hasta esto, “gemimos” bajo la debilidad del cuerpo y nuestra propensión a
pecar, anhelando la gloria celestial. Nosotros mismos, que tenemos las primicias del Espíritu,
gemimos, esperando la adopción, la redención de nuestro cuerpo, Romanos 8.23.
Nuestro futuro glorioso está asegurado por cuanto lo tenemos prometido, el aval del Espíritu,
y aun ahora somos obra de Dios, “el que nos hizo”, v. 5. Por ahora sólo podemos disfrutar de
la anticipación de la gloria que vendrá. Por supuesto, nuestra residencia presente en el cuerpo
es un exilio del Señor, una ausencia de nuestro hogar verdadero, v. 6. Es cierto que el Señor
está presente espiritualmente con todos nosotros, pero está ausente físicamente.
Pablo no abrigaba duda acerca de qué le iba a suceder al morir, sabiendo que pasaría a la
presencia inmediata del Señor, v. 8. “… estoy puesto en estrecho, teniendo deseo de partir y
estar con Cristo, lo cual es muchísimo mejor”, Filipenses 1.23. Por el momento su ambición
era la de ser acepto en los ojos de Aquel. “Procuramos … serle agradables”, v. 9.
“Es necesario que todos comparezcamos ante el tribunal de Cristo”, v. 10. Esto no está dicho
para empañar la perspectiva de la dicha que está por delante, sino como un estímulo a la
ambición de agradar al Señor. Los acontecimientos futuros inciden en la vida presente del
hijo de Dios. Lo que hemos hecho aquí en vida será manifestado más adelante. El Maestro
que va presidir en el escrutinio es el mismo Señor que nos ama y se entregó a sí mismo por
nosotros. Él no será severo ni injusto, ni pasará por alto circunstancias atenuantes, sino
comprenderá toda dificultad que nos asedia.
Pable servía como uno que tendría que rendir cuenta, v. 11, y por esto persuadía a los demás
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con base en una profunda reverencia y en el temor de Dios. El amor de Cristo le constriña, v.
14. El amor por los hombres que Cristo manifestó al morir por ellos le obligaba a Pablo a ser
fiel a ese Salvador. Le impelía, le dominaba.
Tenemos aquí el testimonio sin reserva de una vida que estaba sujeta a un motivo poderoso y
envolvente; era la bendita esclavitud de una vida cautivada y comandaba por el Príncipe de
amantes, el Señor Jesucristo. Bien pudo escribir Zinzendorf, fundador de la Misión Moravia:
“Tengo una sola pasión en la vida: Él”.
5.18 al 21
El ministerio de la reconciliación
La reconciliación es la sustitución de amistad por enemistad, y por insinuación señala a una
amistad que existía una vez pero fue perdida. El hombre fue hecho para amistad con Dios y
cumple su destino cuando está en unanimidad con él. Pero hay una influencia perjudicial —
el pecado. El pecado se ha interpuesto entre Dios y el hombre. El alejamiento del hombre de
Dios, junto con la consiguiente enemistad proactiva contra Dios, fue consecuencia de la
desobediencia y el pecado de Adán. La desobediencia a la voluntad de Dios imposibilitó la
comunión entre el hombre y su Creador. Esta consecuencia, la comunión rota, sigue vigente
hasta el día de hoy.
El hombre tiene que ser rectificado ante Dios; tiene que ser reconciliado, y en esto se prueba
cualquier evangelio profeso. Es una prueba crucial, porque la cruz es el punto esencial. Dios
nos reconcilió a sí al hacer pecado de Cristo por cuenta nuestra. Cristo era sin pecado, ni
conocía pecado; era de un todo santo. Fue tentado en todo a semejanza de nosotros, pero
nunca fue tentado por pecado innato. Desde luego, era inconcebible que Él pudiera pecar,
porque era Dios manifestado en carne.
Fue hecho pecado. Su impecabilidad era la cualidad que permitía en la estima de Dios que
fuese el agente de la reconciliación. Dios lo asoció a él con el pecado, el que no tenía pecado,
cosa que requería nada menos que la muerte de cruz. Cristo no sólo llevó nuestros pecados
en su cuerpo sobre el madero, sino también fue hecho pecado. Pesó en su contra todo el
asunto del pecado, y mientras aquello estaba pendiente, la reconciliación era imposible.
Pero Cristo, siendo hecho pecado, murió y lo quitó una vez por todas. El pecado le fue
impuesto por Dios, y su muerte es la ejecución de la sentencia divina sobre aquello. Al
morir, Él quitó el pecado, de manera que no es una barrera ahora. Dios ha hecho la paz por la
transacción del Gólgota, realizando así la reconciliación. El pecado podía ser atendido tan
sólo por la muerte. Exigía la muerte de Aquel que, siendo Hombre, podía morir, y siendo
Dios, podía impartir a su sacrificio expiatorio toda la dignidad, virtud y gloria de su Persona
divina.
“Dios estaba en Cristo, reconciliando consigo al mundo”, v. 19. El creyente es un embajador
del corte celestial que trae del Rey el ministerio de la reconciliación del hombre.
capítulo 6
Afectos restringidos, asociaciones relajadas
¿Por qué eran los corintios tan negativos hacia Pablo? La respuesta es que su amor no era lo
que debía ser, v. 12. Eran estrechos en su amor. El calor expande, y el calor del corazón de
Pablo siempre ensancha el corazón de otro. A diferencia de los corintios, su boca estaba
“abierta” y su corazón “ensanchado”. Era enteramente franco y sentía un amor cálido por
ellos.
Esta afirmación es más maravillosa en sus labios, debido a que los corintios habían negado la
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veracidad de su ministerio — ¡y qué ministerio era! — vv 3 al 10. Le habían acusado de
motivos ulteriores, se habían burlado de su estilo y ridiculizado su apariencia. ¡Y ante todo
esto su corazón se ensanchó!
El apóstol no conocía el estrechamiento. Su corazón les abrigaba a todos ellos, pero no todo
lo que tenían en el corazón. Su corazón era suficientemente amplio para que todos sus
convertidos fuesen objetos de su afecto, pero ellos no siempre eran así para con él, v. 12.
“Ensánchense”, les dice.
También debían cuidar sus relaciones interpersonales. Cuando Cristo no está ante el corazón,
de una u otra manera el mundo se interpondrá. Uno no se da cuenta de las excusas que tapan
las alianzas malsanas, y pronto el honor del Señor se queda comprometido.
Los vv 14 al 18 prohíben todo nexo malo, por cuanto no podemos aceptar tanto el yugo del
Señor, Mateo 11.29, como el del mundo que le rechazó y crucificó. El texto prohíbe todo
tipo de unión en la cual el carácter del cristiano pierde algo de su integridad y rasgo
distintivo. No podemos comprometernos por medio de una comunión con nada en el mundo
que es ajeno a Dios.
Hay cosas en el mundo con las cuales el cristiano no se atreve asociarse, ni puede, y por esto
el llamado a la separación en el v. 17. Con todo, su vida no es un renuncio estéril, ya que está
separado del mundo con un propósito nada menos de el de disfrutar de comunión con Dios,
quien nos recibe, nos ve con beneplácito. Nos regocijamos en ser hijos e hijas del Dios vivo.
Las marcas de auténticos ministros de Cristo se destacan como consecuencia de esta
separación. Sólo ellas pueden sostener las 28 características enunciadas en vv 4 al 10, ya que
los servidores suyos tienen el propósito específico de no dar ocasión de tropiezo, v. 3.
capítulo 7
Tristeza según Dios
Pablo tiene a los corintios en su corazón, y pide que abran los suyos suficientemente como
para que él llegue a ser un objeto constante de su amor. No sólo se gloría con respecto a
ellos, sino se consuela al oir de ellos, vv 4 al 7. Hay el asunto de la carta que les había
enviado, pero él no lamenta haberla escrito, por los resultados morales que produjo — a
saber, el arrepentimiento.
En los vv 9, 10 Pablo esboza el proceso que la carta encadenó en ellos; la raíz de todo fue la
tristeza según Dios; el tallo fue el arrepentimiento y el fruto la salvación.
La tristeza según Dios es ver el pecado como Dios lo ve, no sólo en sus consecuencias, sino
en cuán malo es en sí. Es asumir el criterio de Dios acerca del pecado. De esta tristeza fluye
el río caudaloso del arrepentimiento, que es un cambio de propósito ante aquel pecado que
dio lugar a la tristeza. Es “arrepentimiento para con Dios”, Hechos 20.21, el abandono del
pecado para dirigirse al Padre, y esto a la salvación. Es el gran poder del amor de Cristo y su
sacrificio que derretirá el corazón en verdadero arrepentimiento; es lo que Romanos 2.4
describe como la benignidad de Dios que guía al arrepentimiento. Dios no salva a un hombre
mientras se aferre al pecado, aunque la base de la salvación es la obra de Cristo en cruz, y no
el arrepentimiento.
Ahora, ¿qué de los corintios? Ellos se habían entristecido a causa de la ofensa cometida en su
medio. En vez de indiferencia, habían estado afanosos por quitar la culpa que pesaba sobre
ellos, indignación ante la vergüenza que les había traído, un deseo vehemente por ver a Pablo
de nuevo, celo para promover su honra y una disposición de administrar el castigo que el
ofensor merecía. La enseñanza del v. 10 (“la tristeza que es según Dios produce arrepentimiento”) les fue confirmada en su propia experiencia.
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Aun cuando Pablo desea el castigo y la reformación del ofensor, su objetivo principal es el
resguardo de la fidelidad y el celo de la iglesia. Y así fue, como sabemos por el v. 14. Con
todo que les diga cosas severas, él no les menosprecia ni les calumnia, y sin duda en esto da
un ejemplo que quisiéramos seguir.
Obsérvese cómo Pablo se refiere al servicio de Tito a lo largo de esta epístola —
no tuve reposo en mi espíritu, por no haber hallado a mi hermano Tito, 2.13; Dios … nos
consoló con la venida de Tito, 7.6; nos gozamos por el gozo de Tito, 7.13; gracias a Dios
que puso en el corazón de Tito la misma solicitud por vosotros, 8.16 al 18; Tito, es mi
compañero y colaborador para con vosotros, 8,23; rogué a Tito, y envié con él al
hermano, 12.18.
capítulo 8
Las riquezas de la liberalidad
Pablo había estado recogiendo recursos materiales para la iglesia en Jerusalén, pero los
corintios habían tardado en aportar. Ahora les reta.
Su concepto del dar de parte del cristiano es elevado. Lo percibía como una gracia, un
ministerio del Espíritu Santo efectuado dentro de uno por experiencia personal y manifestada
a otros de una manera práctica. Corinto abundaba en todo lo demás, pero faltaba aquí. Pablo,
entonces, les pone por delante dos ejemplos.
Primero, los macedonios, vv 1 al 6: Eran marcadamente pobres y habían sufrido aflicción,
pero había en ellos una devoción abnegada, amando a otros más que a sí mismos. No
obstante su pobreza, habían manifestado liberalidad y dado espontáneamente. Habían
suplicado permiso para ayudar; excedieron las expectativas de Pablo, aun “más allá de sus
fuerzas”.
El amor no calcula cuánto sobra, o qué no va a doler. ¿Qué era el secreto? Es que “a sí
mismo se dieron primeramente al Señor”. Su iniciativa fue la expresión externa de su
devoción interna. Como cosa de mayor importancia se entregaron al Señor. Si un hombre
siente que no es dueño de sí mismo, mucho menos va a sentir que es dueño de sus bienes.
Dios nos quiere a nosotros mismos antes de a nuestro dinero. Lo que los macedonios dieron
fue precedido por un acto de entera entrega propia.
Segundo, Cristo mismo, v. 9: “Conocéis la gracia de nuestro Señor Jesucristo, que por amor a
vosotros se hizo pobre, siendo rico, para que vosotros con su pobreza fueseis enriquecidos”.
Los motivos supremos del acto de dar de parte del cristiano son el ejemplo de Cristo y
nuestra gratitud a él por su condescendencia infinita por el bien nuestro. Pablo habla del
misterioso y singular empobrecimiento propio de Cristo. ¿Quién puede concebir de las
riquezas que eran suyas? Hacerse pobre, hacernos ricos; tomar nuestra cruz, darnos una
corona; asumir nuestro pecado, concedernos la justicia de Dios; tomar nuestra maldición,
darnos su bendición.
Él se empobreció para que fuésemos enriquecidos, y parte de nuestra respuesta debe ser el
sacrificio de una porción de nuestros bienes terrenales para atender a las necesidades de
otros que son de Cristo.
Cuando Pablo escribió, los corintios ya habían comenzado a dar, pero cesaron, vv 6, 10. Él
quiere que comiencen de nuevo y de buena gana, cada cual conforme a su capacidad, vv 11,
12, y con toda confianza de que él guardaría y administraría escrupulosamente su aporte.
capítulo 9
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La generosidad cristiana
El hecho de dar no es un sacrificio puro y simple; es una siembra que resultará en una siega.
Usted cosecha lo que planta, v. 6. Nada pierde por ser bondadoso, y la siega será proporcional a la semilla sembrada. Sembrar abundantemente, cosechar abundantemente. Dar no es
sólo un aporte; es una inversión.
Por supuesto, uno no debe dar por motivos egoístas; el motivo debe ser honroso. El espíritu
detrás de lo que damos es más importante que lo que damos; debemos hacerlo a propósito,
“como se propuso en su corazón”, dice el v. 6, sin queja, sin obligación, “no con tristeza, ni
por necesidad”. Cada cual debe estar enteramente libre para decidir cuánto dará, y dará de
buen ánimo. Dios ama a quien aporte en el espíritu de contentamiento que no admite reserva.
El deseo de ser bondadoso, y los medios grandes y pequeños para serlo, vienen ambos de
Dios. Al decir de Salomón, “¿quién soy yo, y quién es mi pueblo, para que pudiésemos
ofrecer voluntariamente cosas semejantes? Pues todo es tuyo, y de lo recibido de tu mano te
damos”, 1 Crónicas 29.14.
No es sólo que Él ame al dador alegre, sino que en gracia puede ordenar las cosas para que
haya siempre algo que dar, vv 8, 9. Puede darle a uno tanto la sustancia como el espíritu en el
cual va a dar. Donde existe el espíritu bondadoso, Dios atenderá a cómo expresarlo, y el
cristiano tendrá “en todas las cosas todo lo suficiente”.
Citemos a Pablo: “No lo digo porque tenga escasez, pues he aprendido a contentarme,
cualquiera que sea mi situación. Sé vivir humildemente, y sé tener abundancia; en todo y por
todo estoy enseñado, así para estar saciado como para tener hambre, así para tener
abundancia como para padecer necesidad. Mi Dios, pues, suplirá todo lo que os falta
conforme a sus riquezas en gloria en Cristo Jesús”, Filipenses 4.11, 12, 19.
Él proveerá no sólo lo que podremos dar, sino también por nuestras propias necesidades,
v. 10. Por cuanto multiplica la semilla sembrada, v. 10, el dar no es empobrecerse a sí
mismo, sino enriquecerse. El dar trae oportunidades para acciones de gracias a Dios, vv 12,
13,15. Inspira la oración, provoca alabanza de parte de los recipientes y les estimula a querer
a aquellos que les han favorecido en gracia.
La bondad cristiana, entonces, se vuelve una acción de gracias, una iniciativa sistemática
para agradecer al Dios que de tal manera amó al mundo que dio lo que palabras no pueden
describir: “¡Gracias a Dios por su don inefable!”
capítulo 10
La mansedumbre y ternura de Cristo
“Yo Pablo os ruego” tiene un énfasis peculiar que da a entender que hablo no es sólo el
sujeto gramatical del primer versículo sino también el tema en referencia. El capítulo está
lleno de alusiones a las acusaciones en su contra, y forma parte de la reivindicación que el
apóstol ofrece en los capítulos 10 al 13.
Algunos decían que era “poca cosa” (Biblia Textual), o pusilánime, cuando estaba entre ellos,
mas actuaba osadamente al no estar en Corinto. Decían que andaba según la carne, era
propenso a la exaltación propia y usaba sus cartas para amedrentarles, vv 2, 8, 9. Algunos
hacían chiste de su apariencia personal y la falta de dignidad en su porte.
¿Cómo procede Pablo a refutar todo esto? ¿Con una indignación justiciable? No, sino que les
ruega por la mansedumbre y clemencia, o dulzura, de Cristo. Estas cualidades eran de gran
precio a su modo de ver, aunque ellos no lo veían así. Recuerda al Señor Jesús, de cuán
ajenas a sus reacciones eran la violencia y la pasión cuando expuesto a la más odiosa
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provocación, y cómo desconocía esa pecaminosa promoción propia que no puede admitir los
derechos de otras personas.
Fue en ese espíritu que Pablo atendió a la situación que le enfrentaba. La va a manejar como
lo hubiera hecho Cristo. Él manifiesta las características de su Maestro y hace mención
específica de estas gracias cristianas, debido a que fue por ellas que él era despreciado.
Notemos que el servicio paulino era para edificación: “nuestra autoridad, la cual el Señor nos
dio para edificación y no para vuestra destrucción”, 10.8; “Delante de Dios en Cristo
hablamos; y todo, muy amados, para vuestra edificación”, 12.19; “Hágase todo para
edificación”, 1 Corintios 14.26.
Por supuesto, había aquellos expertos en comparar sus propias laboras con las de otros, v. 12,
y eso para exaltarse a sí mismos. Pablo comenta apropiadamente que la alabanza propia es
peligrosa siempre. Él había restringido su servicio a los límites que Dios le había indicado, y
no se gloriaba en la labor de otros como si fuera la suya propia, vv 14 al 16.
Este apóstol no quiere que nadie piense que está promocionándose, ni que sus logros se
deben enteramente a él mismo. Sus detractores se gloriaban en sí y al hacerlo se
descalificaban de recibir el visto bueno de Dios. Pablo sólo quería recibir la aprobación
divina. Nosotros podemos gloriarnos en verdad solamente en aquello que Él ya ha hecho por
medio de nosotros, y al hacerlo cantamos: “¡Gloria a Dios, porque su gracia en nosotros
abundó!”
capítulo 11
El corazón de un siervo auténtico
Aquí se revela qué impulsa a un verdadero siervo de Cristo. Pablo desea presentar a los
corintios a Cristo como una virgen pura, como un pueblo cuya fe no había sido contaminada
por la falsedad. Los había desposado a “un solo esposo”. Así como el nexo matrimonial es
exclusivo, también los creyentes estamos comprometidos a una lealtad exclusiva a Cristo.
Una virgen no debe interesarse por otro aparte de ese solo varón con quien está comprometida.
Allí estaba el problema. Los falsos maestros estaban divirtiendo la atención de los corintios
de su Objetivo verdadero. Les estaban seduciendo espiritualmente, distanciando sus
corazones de una lealtad entera a él. La meta de Pablo era la de preparar a los creyentes para
Cristo, pero su temor era que se desviaran de esa devoción exclusiva.
Aquellos maestros (“grandes apóstoles”, les tilda en el v. 5) que les distraían eran hombres
que se gloriaban en la carne, detractores que esclavizaban a otros, vv 18 al 20. ¿Qué eran,
entonces, las marcas de un auténtico siervo de Cristo? Las tenemos en los vv 23 al 28. ¡Qué
catálogo de sufrimiento! El hombre que padecía todo eso era enfermizo, pero aquellos
peligros y tribulaciones eran secundarios para él.
Lo que le oprimía a diario, y de lo cual no tenía escape, era su preocupación acerca de las
asambleas. Llevaba en el corazón las iglesias que había plantado y visitado, con todos sus
problemas y diferencias. Se ejercía por ellas en oración y de toda otra manera posible. Su
“preocupación” consistía en tomar sobre sí todas las ansiedades de cada miembro de cada
grey.
En el v. 29 vemos dos aspectos complementarios de ese cuidado — simpatía para con el
débil e indignación ante los tropiezos. Pablo sentía las debilidades de los débiles como si
fueran las suyas propias, y los abusos a otros como si él mismo los hubiera cometido. La
simpatía es la esencia del amor cristiano, y el suyo era un verdadero ministerio cristiano.
209
Escudriña las Epístolas para darse cuenta de los temas de las oraciones por las asambleas.
Este hombre oraba siempre, Romanos 1.9, 1 Corintios 1.4, y sin cesar, Efesios 1.16
capítulo 12
El aguijón y la gracia
Una de las insinuaciones más crueles acerca de Pablo era la de estar bajo el manifiesto
desagrado de Dios. Sus opositores señalaban al aguijón del v. 7. No es claro qué era, pero los
términos empleados son físicos y los indicios que era algo atroz. Pablo se encontró obligado
a explicar a qué se debía este problema, y al hacerlo rompe el silencio que se había impuesto
sobre sí catorce años antes.
Él, “un hombre en Cristo”, había tenido una experiencia estupenda, siendo arrebatado al
tercer cielo para ver cosas imposibles de comunicar en lenguaje humano. La humildad
asombrosa de Pablo se hace entrever en el silencio que guardó por catorce años acerca de
algo que otros hubieran proclamado a viva voz desde la azotea. Existía la posibilidad del
orgullo, y el Señor había tomado medidas apropiadas.
A Pablo le fue dado aquello que resultó doloroso y humillante a la vez. Tres veces oró que
fuese quitado, dirigiéndose a Uno que en los días de su carne había orado tres veces al Padre:
“Pasa de mí esta copa”. Vino la respuesta, v. 9. Las palabras “me ha dicho” hacen sobreentender que la respuesta fue repetida y era definitiva. Fue válida para el resto de la vida del
apóstol. El aguijón no fue quitado, pero hay dos maneras de aliviar una carga. Se puede
disminuir su peso, o se puede fortalecer el hombro que la lleva. El Señor optó por la segunda
en el caso de Pablo, prometiéndole gracia y fuerza suficientes.
La promesa está narrada en el tiempo presente, y es nuestra hoy en día. Su gracia basta
todavía, y aplica en la medida de nuestra necesidad; nunca sobra, nunca falta, nunca se
adelanta, nunca se atrasa.
“Mi gracia”, dijo el Señor, ¡y qué gracia la suya! Estaba “lleno de gracia y de verdad” y
aquella gracia está a nuestro alcance. Una vez que Pablo reconoció que el aguijón era parte
del propósito del Señor para su vida, toda su actitud cambió. El aguijón le guardó de soberbia
espiritual, le hizo consciente de su propia debilidad y puso a su disposición nuevas reservas
de poder espiritual. La debilidad de Pablo fortalecía el poder de Dios, que era perfecto ya, en
sus manifestaciones y operaciones. El poder de Dios opera todavía cuando se reconoce la
debilidad humana.
capítulo 13
La bendición
La próxima visita de Pablo a Corinto daría lugar a exámenes de conciencia. La habían
acusado de debilidad, y él hace recordar que Cristo fue crucificado en debilidad. El Señor
tomó para sí la naturaleza humana con todas sus debilidades con miras a estar en condiciones
de someterse a la muerte más ignominiosa. Clavado en cruz, parecía estar enteramente a la
merced de pecadores, pero ahora vive por el poder de Dios.
Pablo ha experimentado en su plenitud lo que significaba ser débil en Cristo, pero de ninguna
manera desconocía aquella fuerza que se perfecciona en la debilidad. Esperaba que los
corintios no fuesen deficientes en esto, vv 7, 9. Es significativo que exprese su forma más
amplia de una bendición al final de ésta, la más severa de sus cartas. Aquí está el
desbordamiento de un corazón amoroso; él deseaba bendición, ¡para sus opositores
inclusive! Es la medida de aquel hombre; su amor abrazaba a todos.
Se invocan todas las Personas de la Trinidad, dando por entendida la personalidad distinta
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del Hijo, el Padre y el Espíritu Santo. Por ende, el pasaje es un reconocimiento claro de la
doctrina de la Trinidad. Cada Persona hará valer su presencia según la esencia de su naturaleza y el papel que desempeña en la obra divina de la salvación.
El medio de la salvación es la gracia de nuestro Señor Jesucristo. La gracia es propia del
Padre pero aquí se adscribe especialmente a Cristo, en parte debido a que la gracia de Dios
se manifiesta a través de él y en parte debido a cómo la manifiesta en el 8.9. La fuente de la
cual fluye esa gracia es el amor de Dios, el que “es amor”, 1 Juan 4.8, 16.
Fue por su participación en el Espíritu Santo que los corintios habían llegado a conocer el
amor de Dios y experimentar la gracia de Cristo. Él es el Agente vivo de comunión entre
creyentes y comunión con el padre (por él clamamos “Abba, Padre”, Romanos 8.15, Gálatas
4.6) y con el Hijo; vivimos según el Espíritu, dice Romanos 8.9. El Espíritu es también el
vínculo vivo y personal de aquella comunión entre creyentes que es llamada la comunión de
los santos.
La gracia del Hijo, el amor del Padre, la comunión del Espíritu — ¿qué bendiciones
adicionales podemos desear?
Poco después de haber escrito esta carta, Pablo visitó a Corinto (“llegó a Grecia”, Hechos
20.2), pero no sabemos cómo le recibió la iglesia.
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