Boletín Oficial del Principado de Asturias

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MA FIRMA
CA ADMON.
PADO DE
BOLETÍN OFICIAL DEL PRINCIPADO DE ASTURIAS
núm. 293 de 19-XiI-2015
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V. Administración de Justicia
JUZGADOS DE PRIMERA INSTANCIA E INSTRUCCIÓN
DE SIERO NÚMERO 4
Edicto. Procedimiento ordinario 184/2015.
Doña Marta Álvarez Arce, Secretario/a Judicial del Juzgado de Primera Instancia e Instrucción número 4 de Siero, por
el presente,
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En el presente procedimiento ordinario seguido a instancia de Banco Bilbao Vizcaya Argentaria S.A. frente a Pedro
Conrado Fernández Navarro se ha dictado sentencia, cuyo tenor literal es el siguiente:
Sentencia 173/15.
En la ciudad de Pola de Siero, a veintiséis de noviembre de 2015.
Vistos por mí, Elisa Campo Méndez, Juez por sustitución del Juzgado de Primera Instancia e Instrucción número 4
de los de Siero y su Partido, los presentes autos de juicio ordinario número 184/15, sobre Reclamación de Cantidad,
seguidos en este Juzgado, a instancia del Procurador Sr. Sánchez Avello, actuando en nombre y representación de la entidad Banco Bilbao Vizcaya Argentaria, S.A. (BBVA, S.A.), bajo la dirección letrada del Sr. Fernández-Jardón Fernández,
contra D. Pedro Conrado Fernández Navarro, declarado en situación procesal de rebeldía en las presentes actuaciones,
en nombre de SM. EL REY, pronuncio la siguiente Sentencia.
Antecedentes de hecho
Primero.—Que en el Decanato de los Juzgados de esta Villa y con fecha quince de abril de 2015 se presentó escrito de
demanda formulado por el Procurador Sr. Sánchez Avello, en nombre y representación de la entidad “BBVA, SA”, en el
que, expuestos los hechos y fundamentos de derecho que estimó pertinentes, terminó suplicando al Juzgado se dictara
Sentencia conforme a lo recogido en el Suplico del mismo.
Segundo.—Que mediante Decreto de fecha dieciséis de abril de 2015 se admitió a trámite la demanda, acordándose
el traslado al demandado para contestación, lo que no hace, dictándose Diligencia de Ordenación de fecha veintiséis
de octubre de 2015 por la que se le declara en situación de rebeldía, señalando día y hora para la celebración de la
preceptiva Audiencia Previa, la que tuvo lugar con el resultado que, obrante en autos, se reserva quien resuelve para la
fundamentación jurídica de la presente, al quedar los autos vistos para Sentencia.
Tercero.—Hechos probados.
Que resulta acreditado en autos que demandante y demandado suscribieron contrato de préstamo de financiación de
bienes muebles por importe de 34.532,35 euros, a devolver en ciento veinte cuotas de 287,77 euros cada una.
Que desde el pasado mes de julio de 2014 el demandado ha dejado de abonar las cuotas correspondientes, arrojando
un saldo deudor, a fecha seis de marzo de 2015, de 12.801,89 euros, siéndole comunicado al demandado, a medio de
telegrama en marzo de 2015 en el domicilio señalado en el contrato, tanto el vencimiento del préstamo como el saldo
deudor.
Que reclama la actora el principal de 11.855,86 euros, más los intereses devengados, por importe de 647,74 euros,
con más el resto de intereses al nominal pactado, más las costas.
Cuarto.—Que en la tramitación del presente procedimiento se han observado todas las prescripciones legales.
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Fundamentos jurídicos
Primero.—Que como consecuencia del principio dispositivo que rige en la jurisdicción civil, los Tribunales civiles están
limitados por las aportaciones de hechos, pruebas y pretensiones de las partes, tal y como dispone el artículo 216 de
la Ley de Enjuiciamiento Civil, “excepto cuando la Ley disponga otra cosa en casos especiales”. Por consiguiente, este
principio de justicia rogada obliga a que las resoluciones de los Tribunales se ajusten a las peticiones de las partes derivadas de los hechos por las mismas expuestos. Así las cosas, las consecuencias perjudiciales de la falta de prueba han
de recaer en quien tenga la carga de la misma, y en este sentido, el artículo 217 de la Ley de Enjuiciamiento Civil (en
adelante, LEC), establece, en sus apartados segundo y tercero, que “Corresponde al actor y al demandado reconviniente
la carga de probar la certeza de los hechos de los que ordinariamente se desprenda, según las normas jurídicas a ellos
aplicables, el efecto jurídico correspondiente a las pretensiones de la demanda y de la reconvención.
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Incumbe al demandado y al actor reconvenido la carga de probar los hechos que, conforme a las normas que les sean
aplicables, impidan, extingan o enerven la eficacia jurídica de los hechos a que se refiere el apartado anterior”, todo ello
teniendo presente la disponibilidad y facilidad probatoria que corresponda a cada una de las partes en litigio, de conformidad con lo preceptuado en el apartado sexto del citado artículo 217.
En definitiva, que es el actor o perjudicado quien debe probar la obligación cuyo cumplimiento reclama, y el demandado la extinción de esa obligación por su no incumplimiento, lo que significa que el actor ha de acreditar no sólo la
existencia de la obligación, sino que el obligado no la ha cumplido por no actuar adecuadamente en la observancia de
su prestación. Y ello aún cuando la carga de la prueba tan sólo prevé en quién recaen las consecuencias de la ausencia
de justificación de los hechos base de las pretensiones alegadas, esto es, no ordena quién debe probar y qué debe probar, sino que la parte sufre las consecuencias de la falta de prueba de los hechos que constituyen el fundamento de su
pretensión.
Trasladado lo expuesto a la responsabilidad contractual que nos ocupa en el caso de autos, el acreedor o perjudicado
que acciona deberá acreditar tanto la obligación y características de la prestación como el no cumplimiento porque el
deudor no ha actuado bajo la observancia de los deberes de esa prestación, como le exige el artículo 1101 del Código
Civil, al no concurrir causa de exoneración del artículo 1105 del mismo texto legal. Por su parte, el deudor puede oponer,
previa prueba, el pago o cumplimiento.
Segundo.—Que el artículo 1089 del Código Civil establece que “Las obligaciones nacen de la ley, de los contratos
y cuasicontratos y de los actos y omisiones ilícitos o en que intervenga cualquier género de culpa o negligencia”, y el
1091 del mismo texto legal señala que “Las obligaciones que nacen de los contratos tienen fuerza de ley entre las partes contratantes y deben cumplirse al tenor de los mismos”, siendo así que el deudor debe cumplir su obligación, y si
la incumple incurre en responsabilidad contractual. Tal responsabilidad existe incluso si al actuar causa un daño ajeno
al estricto ámbito del contrato, supuesto en que este acto ilícito, que implica una infracción del principio alterum non
laedere, generará una nueva obligación, cual es la de reparar el daño causado. Y esto es así desde el momento en que
el mentado precepto contiene la norma sancionadora del principio de autonomía de la voluntad y respeto y obediencia
a los pactos, constituyendo la voluntad contractual la ley particular de los contratantes, bien entendido que nunca dicha
voluntad puede configurar un negocio jurídico al margen de la ley general.
Que, a mayor abundamiento, la parte demandada ni siquiera ha comparecido en autos, no obstante estar citada en
legal forma, para probar los hechos que podían haber impedido su obligación de abono de indemnización alguna, toda
vez que fue declarada en rebeldía. Si bien esta actitud no supone en modo alguno el allanamiento ni lleva consigo la
condena del rebelde, como tampoco implica el silencio del rebelde confesión de los hechos a que se refiera la demanda,
y ello por aplicación de lo dispuesto en el apartado segundo del artículo 496 de la Ley de Enjuiciamiento Civil, sí da a
entender una postura de no oposición a lo pretendido por la parte actora, lo que, unido a los datos obrantes en las actuaciones, motiva una resolución estimatoria de las pretensiones de dicha parte demandante.
Tercero.—Que la parte actora reclama el pago de los intereses moratorios, siendo procedente el artículo 1108 del Código Civil, a cuyo tenor, “Si la obligación consistiere en el pago de una cantidad de dinero, y el deudor incurriere en mora,
la indemnización de daños y perjuicios, no habiendo pacto en contrario, consistirá en el pago de los intereses convenidos
y, a falta de convenio, en el interés legal”. Al respecto, procede su imposición puesto tienen un carácter indemnizatorio
que tales intereses por incumplimiento contractual, y se han de imponer al deudor moroso precisamente por su conducta renuente al pago, que da lugar a la mora. Al acreedor a quien se debe una cantidad dineraria ha de concederse
una protección judicial completa de sus derechos, y no basta con entregarle aquello que, en su día, se le adeudaba, sino
también lo que en el momento en que se le entrega debe representar tal suma, y ello porque si las cosas, aún cuando
sean fungibles y dinerarias, como en el supuesto de autos, son susceptibles de producir frutos (en este caso, civiles o
intereses), no es justo que los produzcan a favor de quien debió entregarlas con anterioridad, en todo caso habiendo de
tenerse en cuenta que el tipo nominal pactado es del 7,70%.
Que, de conformidad con lo preceptuado en los dos primeros apartados del artículo 576 de la Ley de Enjuiciamiento
Civil, “Desde que fuere dictada en primera instancia, toda Sentencia o resolución que condene al pago de una cantidad
de dinero líquida determinará, a favor del acreedor, el devengo de un interés anual igual al del interés legal del dinero, incrementado en dos puntos o el que corresponda por pacto de las partes o por disposición especial de la ley. / En
los casos de revocación parcial, el Tribunal resolverá sobre los intereses de demora procesal conforme a su prudente
arbitrio”, por lo que, emitida la presente resolución con contenido indemnizatorio pecuniario perfectamente precisado,
nacen ope legis los intereses legales procesales, sin necesidad de petición e incluso de expresa condena, y ello porque
la finalidad de los intereses procesales no es otra que la de aminorar los efectos del retraso en el pago efectivo, sin que
quepa confundir tales intereses legales o procesales con los moratorios y contractuales.
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Cuarto.—Que en materia de costas procesales se estará a lo dispuesto en el apartado primero del artículo 394 de la
Ley de Enjuiciamiento Civil, procediendo la expresa imposición a parte demandada.
Vistos los preceptos legales citados, concordantes y demás de general y pertinente aplicación,
Fallo
Que estimando íntegramente la demanda interpuesta por el Procurador Sr. Sánchez Avello, en nombre y representación de la entidad BBVA, SA, contra D. Pedro Conrado Fernández Navarro, debo condenar y condeno al codemandado
a abonar a la demandante la cantidad de once mil ochocientos cincuenta y cinco euros con ochenta y seis céntimos
(11.855,86 euros) en concepto de principal, con otros seiscientos cuarenta y siete euros con setenta y cuatro céntimos
(647,74 euros) en concepto de intereses, con más los intereses que resulten procedentes desde la fecha de interposición
de la demanda al tipo nominal pactado del 7,70% y los resultantes de la aplicación del apartado primero del artículo 576
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de la Ley de Enjuiciamiento Civil, y todo ello con expresa condena en las costas del presente procedimiento a la referida
parte demandada.
Notifíquese la presente resolución a las partes en legal forma, haciéndoles saber que frente a la misma cabe interponer Recurso de Apelación, el que se preparará ante este mismo Juzgado, para ante la Ilma. Audiencia Provincial de Asturias, en el plazo de cinco días, a contar desde el siguiente al de su notificación, exigiéndose como requisito previo a la
interposición, de conformidad con lo preceptuado en la Disposición Adicional Decimoquinta de la Ley Orgánica del Poder
Judicial (reforma LO 1/09, de tres de noviembre) la consignación como depósito, en la Cuenta de Depósitos y Consignaciones de este Juzgado, de la cantidad de cincuenta euros (50 euros), sin lo que no será admitido a trámite el recurso.
Llévese el original de esta resolución al libro de Sentencias, dejando copia debidamente testimoniada en autos.
Así por esta mi Sentencia, juzgando en primera instancia, lo pronuncio, mando y firmo.
La Magistrada-Juez; La Secretaria Judicial.
Y encontrándose dicho demandado, Pedro Conrado Fernández Navarro, en paradero desconocido, se expide el presente a fin de que sirva de notificación en forma al mismo.
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Siero, a 26 de noviembre de 2015.—La Secretaria Judicial.—Cód. 2015-17746.
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