EN BUSCA DEL RUMOR DEL RIO ( LOS

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EN BUSCA DEL RUMOR DEL RIO ( LOS SECRETOS DE
MI MUNDO INTERIOR)
I. La mujer sobre la nube
Comenzó como tantas veces lo soñe, aquella llanura infinita tenia magia para
seducir. El lejano rumor de un rio que corre por un lecho meandroso, en el
confin de la vasta llanura, me llegaba en ráfagas de sonidos que rompian el
silencio de aquella inmensidad ocre. Su rumor era como el canto de mil sirenas,
su irresistible seducción me impulsaba a transitar ese camino en busca de las
respuestas, un viaje hacia lo profundo de mis sueños.
Fue recorriendo ese sendero de terrible antiguedad, que tuve la visión de la
mujer dormida sobre la nube. Esa mujer eras Tú, el ángel sobre la colina...
Te soñe dormida
sobre plataformas de cielo,
el tiempo arriba moria
mientras tu cuerpo sereno,
revelo su desnudez
despertando en mi el deseo.
Un zoológico irreal
de tu mente se escapó,
quimeras de lo terrenal
que en vigilia reprimió,
no puedo ver el final
de esa eterna procesión.
Mares de lo inconciente
me trajeron suave brisa,
vientos de lo secreto
tu suave piel acarician,
en la oscuridad del tormento
son tus ojos lo que brillan.
Estremeciendo el silencio
tus gemídos se escucharon,
en ese espacio sin tiempo
en mil ecos resonaron,
profanado tus secretos
tus palabras estallaron.
Mi espíritu te siguió
por senderos de locura,
y tu cuerpo penetró
fundiendo su esencia pura,
somos uno en tu interior
alumbrados por la luna.
Atrapado en tus fronteras
vaga mi alma sin rumbo,
en tus sueños voy llegando
a las puertas de tu mundo,
tu tiempo me esta dejando
la eternidad en un segundo.
Si me sueñas una vez
saldre un momento de tí,
y en las noches buscare
al Dios que te prometí,
tratare de comprender
lo que me quieres decir.
En el alba de tus dias
bajo un cielo carmesí,
tus ojos de fantasia
se abriran para vivir,
es un instante la vida
lo eterno mora sin fin,
no es solo un viaje de ida
se vuelve para seguir.
La quimérica procesión era el camino que debia tomar para llegar a los secretos
de mi mundo interior. Sus palabras sin sonidos mortales marcarían esa senda de
ensueño. El fuego sagrado estaria alli, crepitando sobre el altar que espera mi
ofrenda, ese Dios que prometí ofrecerte cuando te encontrara. Ahora es mas
dificil camimar, solo se puede ir hacia adelante. Mirando hacia atras, todas las
ilusiones se transforman en sal.
Continuo caminando...
II. La conciencia de lo eterno.
Las palabras brotaron del manantial de su conciencia y fueron los símbolos
mágicos que despertaron mi comprensión. Eternidad, aquella que nos conduce a
vivir la atemporalidad recurrente, el ciclo infinito de lo que no debe morir.
Mientras la luna aún sigue alli, nuestra esencia pasa mil veces, encuentra su
plenitud y se oscurece lentamente. Marchamos hacia adelante del camino que marca
nuestro destino mortal. La memoria nos ayuda a mantener viva las sensaciones de
lo que fue, el dolor del pasado, los sueños que no pudieron ser, ni seran...
Juraría que a esa luna
ya la he visto en otro tiempo,
sumida en un fondo oscuro
tapizada de silencio.
He visto morir las horas
en relojes de recuerdos,
sucederle a un día claro
una noche con misterio.
Mas todo habra de pasar
busca hombre tu secreto,
cabalgando por los siglos
sobre corceles de viento,
purificando tu alma
en el fuego que es eterno.
Todo vano y temporal
a veces creo que siento,
que me enterraron mas veces
que los años que ya tengo.
Mi alma ha vuelto a encarnar
un viejo cuerpo vencido,
el pecado es un viejo mal
que entristece mi camino,
el hombre redime al hombre
en nombre del ser ungido.
Mas halla del horizonte
el sol ha teñido el cielo,
mis ojos ven caer la tarde
de este día y ya son cientos,
los que pasan a formar
una história sin secretos.
Cuando no sienta la sangre
todo a mi lado habra muerto,
date prisa para amar
que se me termina el tiempo,
soñando me has de encontrar
con lo que me dió tu cuerpo.
Tu loco peregrinar
por caminos de lo incierto,
marco en tu sueño mortal
la fatiga de lo eterno,
te trajo hasta este lugar
y te mostro el Universo.
Ahora debes despertar
contemplar tu mundo nuevo,
mil años han de pasar
vive sin remordimiento,
tu estrella se ha de apagar
se encenderá en otro cielo
Podia comprender cual era nuestra eternidad. Una proyeccion de deseos tan
antiguos como la vida misma. Deseos que nos marcan caminos que debemos transitar
para procurarlos. Nunca nos abandonan y cuando nuestra carne se corrompe en el
polvo de los tiempos, ellos buscaran otra nave de vida que los haga realidad.
Debía buscarte mas que nunca, porque no me alcanzarian las infinitas vidas que
aún me quedan para darte lo que tu esencia reclama. Sigo sintiendo el rumor del
rio...
III.La Liberación necesaria.
Durante mucho tiempo camine bajo un sol agobiante que me quemaba sin
piedad. La llanura sin fin se extendía en un monótono continuo, ora verde, ora
ocre, siempre vacia. El camino se dibujaba bajo mis pies, pero tras de mi no
había huellas. El pasado y el presente eran uno y el objeto de mi búsqueda
esperaba por mi. Conocía su rumor, podia sentir su aire fresco. Lo imaginaba
profundo, de bordes sinuosos, de curso infinito. Mis ojos deseaban su imágen,
mis oídos su rumor. Mis pasos eran guiados por su hechizo irresistible.
Pronto una densa oscuridad invadió el lugar. La noche se abrio paso, sumergiendo
en silencio el rojo sol del horizonte. Una radiante y segadora luz hirió la
noche con un corte infinito. Aunque no tenia una forma definida, sus contornos
dibujaban espectrales figuras que se fusionaban y separaban alternativamente. La
luz se torno mas intensa y de ella broto una dulce y serena voz, en una sucesión
de sonidos melodiosos que hipnotizaron mis sentidos. Una sensación de parálisis
se apoderó de mi y aunque aquello no me
inspiraba temor alguno, una ligera angustia invadió mi cuerpo. Inconcientemente
me resiti a mirar la luz, pero ella penetró en mis ojos profanado mis secretos,
liberando mi inconciente, y poco a poco comenze a desnudar mi
interior....
Como poder ocultar,
lo que reflejan mis ojos;
falta brillo en su mirar
nunca hay vida en los despojos.
Me miras sin preguntar,
penetrando en mi interior;
lo que he querido callar
tu lo traes sin temor.
Eres fuerte de verdad,
me enseñas que con amor;
todo se puede olvidar
que no hay culpa sin perdón
Cuanto tienes de especial,
tanta magia me fascina;
eres tiempo sin final
fantasía de mi vida,
busqué tanto el manantial
y eras Tú quién lo tenía.
Ya no quiero escuchar,
esa triste melodía;
tal vez vuelva a ese lugar
donde mora la alegría,
donde existe la piedad
de tu dulce companía.
No te alejes si te vas
ya no cruces este día,
mi secreto llevaras
por el resto de tus días.
Sentí que debía dejar algo para seguir mi camino. La luz alivió mi carga,
quitó de mi interior el lastre inútil, liberando mi alma. Separó las
dualidades que me impiden alcanzar al Dios y al ángel. Te fusionas y te
separas . Siempre es igual la sensación. Es luz y oscuridad, vida y muerte,
placer y dolor. Voy en busca del misterio de los que caminan hacia el mismo
lugar sin conocerse, pero encontrandose siempre. Voy hacia el Dios y el
ángel...
IV. Un camino de nubes blancas
Los días se sucedieron como se suceden mis pensamientos. Remolinos de recuerdos
azotaron mi conciencia. El viento primigenio que yacía desde el comienzo de
todas las cosas, soplaba rozandome suavementeme, dejandome la sensación de
transitar un camino en el aire por una senda de nubes blancas. Hacia un cielo
que esta mas hallá de lo alcanzable, hacia la esencia de todo lo conocido. Dios
de luz, permiteme llegar a los confines de tu reino. Necesito llevar la ofrenda
a su altar y solo la conseguire de tí. En tu esencia vive el tesoro que busco.
El ángel espera por mí y solo abrira su mente si le ofrezco la virtud mayor.
Solo así me permitira penetrar sus sueños y llegar a su altar para tomar el
fuego sagrado. Espíritu que trasciendes lo infinito, disipa el miedo y dale vida
a la promesa...
Espíritu eterno
tus llagas no duelen,
pero lloran tus ojos
la sangre que beben,
los hombres que anhelan
la paz de los días,
en el reino del cielo
que esperan sus vidas.
Pastor de esas almas
que en su corazón llevan,
tu promesa bendita
de sufrir sus penas,
es la sangre que grita
que derrumba barreras,
en tu país de sueños
no existen fronteras.
Este tiempo se acaba
tiempo de soledad,
hombre no pidas nada
solo busca su paz,
Tú veras el camino
que te lleva a su reino,
y ese tonto destino
que gobierna tu miedo,
no podrá ya alejarte
de su luz y su credo.
Mundo de los sentidos
que no tiene secretos,
nadie escucha los gritos
del que sufre en silencio,
cuando miro tu cruz
para encontrar tu huella,
voy buscando tu luz
por senderos de estrella.
El espíritu me había dado las respuestas revelandome la promesa. Me sentía
protegído porque él estaba conmigo. En completo silencio me aleje de aquel lugar
donde se alzaba la cruz de mi destino. Aquella que me haría recordar por siempre
su promesa, la que buscaré siempre en todos los cielos de todas las vidas por
venir. Ahora debia buscar a la mujer del portal y confiarle el secreto de mi
Karma...
V. Los rostros del pasado.
Tras de mí la luna alumbraba la noche con una tenue luz de plata. Una débil
sombra se proyectaba hacia adelante, extendiendo mi cuerpo, que parecia
mezclarse con la densa oscuridad del lugar. Mi sombra era un espectro noctámbulo
que buscaba sumergirse en el silencio profundo de aquel solitário paraje. Me
sentía muy fatigado y mi cuerpo reclamaba un descanso. Estaba entregado a mis
pensamientos, cuando de repente todo a mi alrrededor cambió. Parecía como si mi
entorno inmediato hubiera sufrído una trasmutación espontánea. Ahora todo era de
un color rojo gastado, como el de las hojas en otoño. Un imperceptible temblor
del terreno me hizo sentir un ligero temor y antes de que pudiera comprender lo
que estaba pasando, me encontré ante un inmenso portal. Su antiguedad era
notoria y el tiempo había sido impiadoso con su estructura de ajada madera.
En su parte superior se podía leer con dificultad una inscripción en símbolos,
que parecían revelar algo de su oscuro origen. Quienes la contruyeron debían de
haber existido mucho antes de cualquier civilización conocida. Justo en el
centro del portal, en sobrerelieve destacaba una figura que me hizo estremecer
al sentir que ya la habia visto antes. Era una mujer sin rostro con sus brazos
extendidos. Cuando dirigí mis ojos a su rostro vacío, comenzaron a sucederse las
caras de todas aquellas mujeres que habia amado en el pasado. Cada una de ellas
me devolvió un recuerdo, un instante que había quedado retenido en mi
inconciente. Mi cuerpo comenzo a experimentar todo tipo de sensaciones, pero
eran como el agua salada, solo me producían mas sed. Sed de todo aquello que
necesitaba y solo lo podría encontar en esa mujer que aún no tenia rostro…
Amiga mía te cuento,
que no es porque estoy sediento
que tengo sed de verdad,
un río de soledad
fluyó su curso sin tiempo,
no es fatiga la que siento
solo es dolor nada mas.
Amiga mía no creas,
que mi andar hizo el camino
las huellas que deje atrás,
van detrás de mi destino
ellas tratan de alcanzar,
al eterno peregrino.
Amiga mía hay calles
que terminan en la razón,
late siempre el corazón
si hay sangre para impulsar,
tu río muere en el mar
y mi amor en tu pasión.
Amiga mía que ves
cuando no hay mas esperanza,
dualidad de la templanza
mundo frío y material,
sin tu vida espiritual
mi vida sola no alcanza.
Amiga mía en tu cielo
brilló mi estrella interior,
su brillo fue superiór
destello de vida nueva,
lo que mato la ilusión
tendrá su justa condena.
Amiga mía si lloro
por favor consuela mi alma,
el viento sopla con calma
sobre tu mundo mortal,
el secreto de mi Karma
es lo que debes guardar.
Aquel momento mágico desaparecio de súbito, volviendo la noche a ser la
soberana. Había confiado mi secreto a aquello que viene desde el principio de
los tiempos, sabiendo que lo guardaría por siempre. La mujer sin rostro era el
símbolo de lo que aún no llega, pero que esta aguardando alla adelante. En ella
sólo puedo ver las faces de mi pasado; ella solo puede devolver los instantes
que me pertenecieron tiempo atrás. Cuando llege al final de este camino podré
saber finalmente cual es el rostro del amor eterno ...
VI. El
prisma de la vida.
Allá donde la tierra besa el cielo, en el horizonte donde todo se mezcla. Donde
el rojo del ocaso debora el azul profundo de la vida, a ese lugar se dirigía mi
mirada. Lo veia tan lejano, tan distante, como si fuera imposible alcanzarlo
antes de que este tiempo se acabe . Sin embargo ese era mi destino final. Allí
el ángel estaría aguardando por mí para buscar en sus ojos las respuestas que
necesito. Para llenar el vacío de una vida de eterno peregrinar. El pasado era
un inmenso océano de aguas oscuras que mojaba las orillas de mi presente, que
trataba de ahogar las esperanzas del futuro. Y fue al llegar justo al punto
medio de mi travesía cuando lo ví. Enclavado en un promontorio debajo de la
contelacion de Alción, se hallaba el prisma de la vida. Me acerqué lentamente y
me detuve delante de él. En ese momento mi cuerpo irradió una luz de suprema
blancura, que atravesó el prisma refractandose en miles de pequeños rayos
menores, todos ellos de colores diferentes. Ahi estaban presentes todos los
matices de mi vida, la multiplicidad cromatica de mi esencia. Todo estaba alli,
unido y separado al mismo tiempo. Los rojos con su gama de tonalidades
representaban mis odios, mi dolor espiritual, mi intolerancia. Cuantas veces
negamos esas manifestaciones sin saber que viven dentro nuestro. Del azul al
verde las esperanzas, deseos e ilusiones se sucedían equilibrando la balanza de
mis pasiones. El prisma me revelaba que todo estaba allí dentro, que todo se
mezclaba, que todo irremediablemente se manifestaba. Entonces volví a pensar en
la mujer sin rostro y busque sus ojos mostrandole los colores de mi mundo
interior, para que con su poder infinito realzara los verdes, los azules, que
revitalizara la esperanza , para poder seguir adelante...
Vuelvo sobre tu tiempo,
miro sin preguntar;
las miradas en silencio
las respuestas que me das,
en tus ojos tus secretos
brillan con claridad.
Dame la vida que busco,
alcánzame con tu luz;
soñe con tus ojos negros
con un limpio cielo azul,
en ráfagas de silencio
me conto quién eras Tú.
Siento el roce de tus manos,
mis deseos te hacen real;
camino sin la conciencia
a lo profundo de un mar,
donde duerme la inocencia
de las horas que no estan.
Mujer de la eterna noche,
quédate un segundo mas;
me seduces con encanto
pero Tú siempre te vas,
me dejas mezclado en llanto,
un sabor a soledad.
Mi espíritu te reclama,
regálame tu piedad;
mi viaje por tu Universo
se llenó de eternidad,
navego con tu recuerdo
y no puedo recordar.
La calidez de tus labios,
tu luz en mi oscuridad;
sensación de sensaciones
quiero sentir de verdad,
despertastes mil pasiones
oasis en la inmensidad.
Los colores volvieron a mi interiror como un río que busca donde morir. Me
preguntaba cual de todos esos matices de vida se manifestaría cuando tenga al
ángel delante de mí. Sería suficiente todo lo que tengo para ofrecer?.
Un aire fresco y dulce envolvio la tarde. Pronto la bóveda del cielo perdería su
luz. Entonces buscaría la estrella que se encuentra en el cenít de la noche.
Ella me indicaría el lugar preciso de donde surge ese suave rumor…
VII. Un paraíso sin tiempo.
Un viento fresco acarició mi piel, haciendome sentir que el final de mi camino
estaba próximo. Podía percibir el dulce rumor que parecía provenir desde el
fondo del tiempo, alli donde mis sueños tienen final. El río surcaba en toda su
extensión aquel paraíso de ilusión, donde todo tiene la forma de los deseos mas
sublimes. Mi corazón latia agitado como apurando la vida, y sentía que el
espácio se desvanecía, que todo finalmente llegaba. Mis pensamientos se
escapaban a un universo distinto, donde yacen sensaciones desteñidas que
quedaron atrapadas en el pasado. Parecia como si todo me llegaba de un tiempo
lejano pero conocido. Me dirigía hacia lo que siempre estuvo dentro de mí.
Estaba viajando hacia atrás y hacia adentro, aunque todo era nuevo y deseable.
Entonces comprendí que estaba pasando el umbral de lo temporal y penetrando a
una dimension donde el tiempo no existe, donde no sentimos su paso. Donde todo
se mezcla , pasado, presente y futuro. En ese lugar el ángel es guardian supremo
y un arco iris de vivos colores marca el principio de su reino. Vienes desde el
confin del tiempo a darme lo que necesito...
Vienes de un tiempo lejano
paraíso para amar,
tibieza de sol temprano
tienes vida para dar,
en tus sueños te he besado
y he naufragado en tu mar.
Suave brisa del pasado
mundo eterno de piedad,
cada segundo que muero
por el amor que se va,
es un dolor que no quiero
en mi alma soportar.
Color de otoño gastado
deseos que se me van,
lo que parece olvidado
vuelve siempre a despertar,
tu corazón me ha escuchado
por favor déjalo amar.
Siento el sonido del viento
esta vacío este lugar,
soledad de sentimientos
no reflejan la verdad,
porque el amor no esta muerto
hay camino por andar.
Ángel blanco ven a mí
vamos juntos a volar,
al mundo que prometí
un sitio en algun lugar,
renacera el frenesí
y sabras lo que es amar.
Ahora solo falta que me sueñes para abrirme las puertas de tu mundo. Entrégate
al dulce sueño de la fantasía porque en tres pasos estaré contigo...
VIII. El tiempo de los sentidos.
Un nuevo amanecer devolvía la luz a la inconmesurable llanura. El cielo se abría
limpio marcando la suave curvatura de lo infiníto. Era un día como tantos otros,
pero había algo en el que le daba la especialidad de las cosas nuevas. Sentia
una extraña angustia dentro de mí. Buceaba en mis recuerdos y buscaba momentos
de felicidad plena, pero era difícil encontrarlos. Es como si aquello que creí
fue puro alguna vez, hoy tenia el sabor de lo efímero. Dónde estuvo el amor, si
es que alguna vez lo sentí. Me sentía espiritualmente cansado, como caminando en
un interminable espiral que me llevaba cada vez mas profundo en mis miedos y
desesperanzas. Ahora no podia precisar dónde me hallaba exactamente. Estaba
dentro o fuera de mí, vivía la fantasía de la realidad o una realidad de
fantasía. Me sentia muy vacio, como si nada tuviera sentido. Comprendí que
estaba terminando de aceptar que nunca habia conocido el amor, que nunca habia
amado, ni fui amado. Solo busque la virtud mayor pero sin conocer su esencia.
Camine en su dirección, sin saber dónde se encontraba.
La mujer dormida sobre la nube me había hablado en sueños, para que despertase a
la realidad. Entonces comenzé a caminar, pero esta vez por el camino correcto.
La luz me liberó de mi pesada carga de fracasos y decepciones, el espiritu me
dió fé y ahora solo faltaba ponerle un rostro al amor.
Pero era necesario aceptar mis carencias, solo así podría estar en presencia del
ángel para recibir lo que necesito.
El arco iris apareció majestuoso ante mis ojos. Cubría en un extenso
semicirculo un enorme paraje de suaves colinas verde esmeralda. Un río de un
azul intenso recorría los pequeños valles y desaparecía en un horizonte lejano,
rojo carmesí. El sonido de sus aguas me llegaba sereno, provocándome una
sensación de ensoñacion. Estaba contemplando el paraíso donde mora lo
intangible, donde los sueños nacen y se concretan en una realidad sin dolor.
Ahora podía entender que jamás había estado tan cerca de sus fronteras, que
tanta majestuosidad no puede olvidarse. Trasponiendo el semicírculo de vivos
colores me espera el mayor de los misterios.
Sol lejano no calientas
la sombra llego hasta mí,
en un sueño presentí
que la vida que se siente
no es la que da la simiente
ni es la que llego hasta mí.
El río de la existencia
tiene en su lecho mi alma,
vive su sueño de calma
sueña su sueño mejor,
lleva gotas de esperanza
hacia el mar de la ilusión.
Hacia un horizonte lejano
me llevo tu melodía,
sentí lo que no sentía
desee lo que no viví,
la mujer me ha develado
el secreto que hay en tí.
Ahora busco en tus colinas
en tus aguas de elixir,
el Nirvana de mi mente
lo sagrado que hay en tí,
quiero vivir tu presente
donde nada ha de morir.
Déjame aún mas alla
del final de lo perpetuo,
donde ya no hay soledad
donde moran los secretos,
de tu dulce realidad
de la mágia de tu tiempo.
Estaba preparado para cruzar el umbral de lo nuevo. Alcanzaría su inmensidad
para perderme en sus suaves colinas, cobijado por un cielo diáfano que cubre el
tiempo de los sentidos. Delicadas y pequeñas gotas comenzaron a caer sobre mi
cuerpo, refractando la luz en mil colores que daban vida a un arco iris
imponente. Ahora el sonido es mas claro, el rumor se escucha en todas partes...
IX. Los dos angeles
Provenía de todas partes, su sonido inundaba el lugar creando una atmosfera tan
singular como irreal. Un antiguo sendero conducía a lo mas alto de la mas alta
de las colinas. Sabía que debía transitarlo para poder contemplar ese río que me
llamaba con su dulce rumor . Comenzé a caminar los últimos pasos hacia mi
destino final. Fue cuando pude ver en lo mas alto de la colina dos ángeles. Su
visión era hipnotizante y magnética. Sus hermosas figuras de un blanco radiante
y puro, devolvían la luz con una intensidad mayor, casi segadora. Al acercarme
uno de los ángeles se elevó por encima de mí y ascendió al cielo, perdiendose en
ese azul límpido y desapereciendo para siempre. El otro ángel se dio vuelta, me
miró a los ojos y me tendió su mano. En ese momento sentí la sensación de ser
impulsado hacia adelante, sin que mis pies ejecutaran movimiento alguno. El aire
a mi alrrededor se enrrareció y pareció ser menos denso, mas puro. El ángel
comenzó a hablarme en una lengua extraña para mi, aunque podia entender su
mensaje. Una paz indescriptible invadió mi interior. Me sentia formando parte de
todo lo que me rodeaba, como si fuera una partícula mas de ese universo de
ensueño. Ya no me sentía como una entidad autónoma, separada de mi entorno. El
espacio a mi alrrededor parecía ser una proyección de mí. Comenzé a hablarle al
ángel con palabras que nacían de mi interior, como un manantial de deseos,
buscando abrirse paso en ese universo donde todo era posible. Le estaba hablando
al río, al ángel, a mi sueño de siempre...
Te busqué y sin querer
un día llegé a tus orillas,
contemplé sin comprender
la mas dulce maravilla,
esos ojos de mujer
cautivaron mis sentidos,
aceptando sin temor
ese extraño desafío.
Eran tus ojos mujer
el cantar de una sirena,
era tu cuerpo la sed
en un desierto de penas,
el oasis de tu piel
fue menos cruel que el destino,
fuistes luz de mi camino
que me guió donde tu esencia,
y divisé tu presencia
al final de una ilusión,
te soñe en mi corazón
de la mano de mi vida,
tal vez pierda la razón
tal vez sangre alguna herida,
mas no acabara la pasión
si te vas al final del día.
Fue asi que llege a lo mas alto de ese mundo de ilusión desde donde pude ver y
escuchar el río. Mis ojos recorrieron su cause, contemplando el eterno fluir de
sus aguas hacia el milenario mar de los deseos. Fije mis ojos en un punto
cualquiera, traduje mi mirada en un pensamiento y deje que sus aguas lo llevaran
lentamente hacia ese lugar donde todo se concreta, donde los deseos se hacen
realidad. Permanecí sentado mucho tiempo, mientras a mi alrrededor la noche
lleno de sombras el lugar. Pero muy arriba en el cielo las estrellas brillaban
mas que nunca...
X. La virtud mayor
No puedo precisar cuanto tiempo permanecí sentado contemplado el río, escuchando
su voz. La noche avanzó lentamente hacia la luz de un nuevo día, hacia el final
de mi camino. El río le habló a mi espíritu, revelado todo aquello que vive
dentro de mí. Que poco me conocía, cuanto andar impulsado por las pasiones. Me
hizo reflexionar sobre aquello que era el objeto de mi eterna búsqueda. Ahora
solo me resta esperar y cuando estemos juntos haremos de este lugar nuestro
santuario donde el fuego sagrado permanecerá encendido para siempre. No buscaré
fusionarme contigo, solo ser tu complemento. En tres pasos a partir del comienzo
de un nuevo ciclo en mi vida, nuestros caminos se uniran.
Que le ha pasado a las horas
que no siguieron pasando,
el tiempo quedo dormido
tal vez te ha estado esperando...
La Fé y la Esperanzas son dos grandes virtudes, pero el amor es superior...
....SIN EL NADA SOY.
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