10 €xpectativas EL NORTE DE CASTILLA DOMINGO 19 DE MAYO DE 2002 PROFESIONALES: ALBAÑILES Por Angel Blanco LA FORMACIÓN Un oficio cada vez más especializado La Fundación Laboral de la Construcción, integrada por la patronal y los sindicatos, es la encargada de formar a los trabajadores del sector ya que, en las últimos años, el oficio de albañil ha ido ramificándose en diferentes especialidades que requieren preparaciones específicas. El albañil que sabe hacer de todo ya prácticamente sólo sobrevive en el ámbito rural y ahora, al hablar de este oficio, hay que precisar y referirse a quienes se dedican a enfoscar, al caravista, a encofrar, etc. La Fundación Laboral de la Construcción nació en 1992 y se encarga de la formación de los alba- ñiles, bien impartiendo cursos del Inem o preparando a especialistas que respondan a las demandas de las empresas en cada momento. Sin embargo, el de albañil es uno de los trabajos que con más frecuencia se aprende, nunca mejor dicho, a pie de obra; comenzando por ser peón de limpieza, de ahí pasando a ayu- DIRECCIONES ÚTILES Fundación Laboral de la Construcción Parque Empresarial Monasterio de Prado, nave 19. 47195 Arroyo de la Encomienda, Valladolid. T 983 40737 dante y a oficial. Según explica Pilar Cordero, gerente de la Fundación, ésta no puede cubrir la elevada demanda de albañiles que existe y está condicionada por la falta de centros –en la comunidad hay uno en Valladolid y otro en Burgos– y también de ‘aspirantes’. La Fundación proporcionó formación en 2001 a un centenar de profesionales del sector mediante cur- sos de entre seiscientas y mil horas. Para Constantino Mostaza, coordinador regional de la Construcción de MCA-UGT, «el mayor problema se da a la hora de reciclarse, ya que el albañil no tiene facilidades para acceder a cursos de formación continua». El presidente de la Confederación Castellanoleonesa de la Construcción, Antonio Samaniego, señala que, actualmente, «las empresas no encuentran quince personas en paro que quieran hacer un curso de, por ejemplo, alicatador». «Cada vez hay menos españoles –manifiesta– dispuestos a entrar en un oficio que ‘engancha’ porque es apasionante, pero que es duro y sigue arrastrando el ‘estigma’ de ser el destino de los hijos rebeldes». ESPECIALIDADES F Operadores de grúa torre. Se encuentra entre los oficios más valorados y mejor pagados. F Alicatadores . Los especialistas en el acabado de la obra y en el azulejado también están entre los más demandados. F Encofradores y ferrallistas. Preparan los moldes donde va el hormigón que forma las vigas y colocan los esqueletos metálicos. F Pintores, yesistas, escayolistas. Se dedican al enfoscado (recubrimiento del ladrillo con cemento) y a otros acabados). F Más trabajos específicos. Otras especialidades son el caravista (trabajo en los ladrillos de la fachada), tabiquería, soldadura, etc. LA OFERTA CONDICIONES LABORALES El sector tiene pleno empleo y necesita inmigrantes Patronal y sindicatos coinciden en que las listas del Inem están vacías de albañiles y en que la necesidad de trabajadores continuará en un futuro inmediato. La escasez de españoles que quieran trabajar en la construcción ha hecho de ésta el sector que más mano de obra extranjera emplea. En Castilla y León hay unas 12.000 constructoras que emplean una media de cinco trabajadores. Las empresas de más de cincuenta empleados, según la patronal regional, no llegan a trescientas. El número de albañiles censados asciende a 60.000, de los que la cuarta parte están en Valladolid. «En torno al 90% de los profesionales del sector tienen contratos en precario y están expuestos a la situación del mercado –señala Constantino Mostaza–. La ley de la oferta y la demanda a la que estamos sujetos ha hecho del albañil una persona muy nómada; a lo largo de su vida laboral son Salarios Las tablas salariales vigentes en Valladolid oscilan entre los 6.068 euros anuales de un peón hasta los 10.870 euros del personal de mayor titulación. La elevada demanda actual puede elevar estos salarios entre el 30% y el 100%. Marco laboral Existe un convenio colectivo para el sector de carácter nacional y convenios provinciales que particularizan las condiciones. muchísimas las empresas para las que trabaja». «El sector de la construcción –explica Samaniego– trabaja con contratos ‘fijos de obra’, lo que significa que el albañil es fijo en una empresa mientras dura una obra. Las empresas no saben cuál va a ser su volumen de trabajo a tres meses vista, por lo que difícilmente van a poder soportar una determinada plantilla». Si en algo coinciden las partes es en que, en el momento actual, no es posible encontrar ni un solo albañil en paro y la situación no va a cambiar en el futuro inmediato. «En este momento –señala el representante de la patronal– hay una necesidad perentoria de algunos oficios. UGT ha elaborado un estudio sobre las necesidades de personal en la construcción. Tras realizar entrevistas a 500 empresas, el sindicato cifró en 11.000 el déficit de albañiles existente en Castilla y León. «Es posible –puntualiza Samaniego–, aunque me parece excesivo. En cualquier caso, la Administración nos ha pasado a los empresarios la ‘patata caliente’ del problema de la inmigración con un sistema alucinante. Tenemos que aceptar a trabajadores que no conocemos e ir a formarlos a su país de origen. Una especie de ‘cita a ciegas’ difícil de aceptar. Si tengo que ir a Polonia, ¿cómo sé que dentro de seis meses lo voy a seguir necesitando?». Samaniego admite que «es cierto que el futuro está orientado a una mayor participación de los inmigrantes. A qué plazo y en qué proporción y de qué países, eso no lo sabe nadie porque depende de muchos factores». LA DEMANDA POSIBILIDADES DE COLOCACIÓN Bien remunerados, pero muy accidentados Consecuencia directa de la demanda de profesionales es el reciente y significativo incremento experimentado por los salarios en casi todas las especialidades y categorías. La cruz del sector es, sin duda, la accidentalidad que arrastra y que hace del oficio de albañil uno de los más peligrosos. «A los albañiles no se va a buscarlos a las listas del Inem; estar apuntado allí no es buena señal», señala el representante de MCAUGT para explicar la situación laboral que viven los trabajadores de la construcción. El albañil es, además, un profesional bien remunerado. Mostaza señala que «la mayoría de trabajadores acude a este oficio buscando una ocupación que les permita ganar dine- ro durante un tiempo, mientras buscan otra cosa, pero acaban quedándose porque en la construcción, es cierto, se puede ganar mucho dinero». «Hay especialidades muy bien remuneradas –coincide Samaniego–. En verano, o al inicio de una obra, la demanda es importantísima y cuando una empresa necesita, por ejemplo, un gruista, está dispuesta a pagar lo que sea por él 7 La edificación residencial, pese a haber frenado su ritmo, mantiene una aceptable actividad; mientras, la obra pública está en lo que algunos llaman ‘década prodigiosa’. Ambos factores propician, previsiblemente, se mantenga un alto nivel de demanda. porque sin él, la obra no puede comenzar. Algunos oficios están hipervalorados económicamente». La ‘cruz’ del sector está en su accidentalidad. Con 3.919 accidentes registrados el año pasado en Castilla y León (el 52,88% del total de accidentes laborales) la construcción es el sector con mayor índice de siniestralidad. Para Mostaza, «los accidentes se producen, en unos casos, por falta de formación; en otros, por falta de información y, en la mayoría, por falta de medios. Incluso cuando se deben a la imprudencia o a la falta de atención del albañil, el origen está en la carencia de formación que el empresario le ha proporcionado». «Da igual que la imprudencia la cometa el albañil, el encargado o el empresario: cada uno tiene su parte de responsabilidad –opina Samaniego–. Sin embargo, yo creo que el problema de la siniestralidad no parte de la mala fe ni de las ganas de ahorrar un duro, sino de la desidia y la dejadez. En nuestra opinión, las soluciones pasan por la labor de la Inspección de Trabajo, que impone sanciones muy fuertes en algunos casos, y por el fomento de la formación, labor en la que estamos implicados patronal, sindicatos y Junta». Un salario con varias caras Los sueldos de estos trabajadores no responden a los acuerdos nacionales ni a los provinciales, sino que cada albañil acuerda su propio convenio económico con el empresario, según su categoría y especialidad. Las cantidades que se firman superan ampliamente las tablas: el salario mensual está, al menos, 240 euros por encima de las tablas salariales, mientras que determinar el máximo es tarea de adivinos, ya que nadie confiesa cuánto gana. Un buen oficial de primera puede sobrepasar los 1.500 euros al mes.