EL CORAZÓN INTRODUCCIÓN El término corazón tiene diferentes connotaciones. Puede referirse al órgano del cuerpo, pero también se refiere al fueron interno del ser humano, su propia persona (Deuteronomio 30:14). Como tal, es la fuente de todo lo que hace al hombre (Proverbios 4:4). Todos sus pensamientos, deseos, palabras y acciones fluyen desde lo más profundo de su ser. La Palabra de Dios nos enseña que ninguna persona logra entender ni conocer su propio corazón (Jeremías 17:9). DESARROLLO El corazón es nuestro verdadero “yo” y la fuente de todas nuestras acciones. En el corazón están realmente las verdaderas actitudes del hombre; las que, “por debajo de cuerda”, gobiernan su ser. Son las intenciones del corazón las que efectivamente motivan los actos, palabras y pensamientos del ser humano, antes aún los mismos razonamientos. Así cualquier fruto que vemos en una persona es producido por su corazón (Mateo 12:34-35). En este sentido, encontramos varias referencias en el Nuevo Testamento: - El asiento del dolor (Romanos 9:12) - El asiento del gozo( Juan 16:22) - El asiento de los deseos (Mateo 5:18) - El asiento de los afectos (Lucas 24:32) - El asiento de las percepciones (Efesios 4:18) - El asiento de los pensamientos y de las emociones (Hebreos 4:12) - El asiento del entendimiento (Mateo 13:15) - El asiento de la imaginación (Lucas 1:51) - El asiento de la conciencia (Hechos 2:37) - El asiento de los propósitos(Hechos 11:23) - El asiento de la voluntad (romanos 6:17) - El asiento de la fe (Marcos 11:23) El corazón y el encuentro con Jesucristo La Biblia que la depravación humana halla su asiento en el “corazón”, debido a que el pecado es un principio que halla si asiento en el centro de la vida interna del hombre, contaminando por ello todo el circulo de sus acciones (Mateo 15:19-20). El problema por el cual muchas personas no reciben a Cristo, y si argumentan en contra, no es que tengan una buena razón para no creer, sino porque no quieren creer (Juan 5:40). Es un asunto moral antes que intelectual (Salmo 14:1). El corazón es entonces el centro de la personalidad del hombre. Como cristianos somos salvos, pero ¿cómo sucedió esto= Cuando creímos en nuestro corazón (Romanos 10:9-10). ¿Cómo debemos servir a Dios? Con el corazón. ¿Qué es lo que mira Dios? El corazón del hombre. ¿A quién bendice Dios? A los rectos de corazón. En otras palabras, lo que nuestro corazón es, es lo que nosotros somos realmente. El corazón punto de enlace entre el espíritu y el alma Sabemos que el alma es el asiento de toda nuestra personalidad. ¿Cuál es entonces, el lugar del corazón en nuestra alma? ¿Qué tiene que ver el corazón con nuestra personalidad? ¿El corazón corresponde a lo que en el alma es la voluntad, y no al aspecto emocional, como generalmente se ha creído. Es aquí, donde nuestro corazón ocupa su función más importante: aceptar o rechazar lo que viene del espíritu (que viene de Dios). Cuando somos dirigidos por Dios. El corazón es el mayordomo de nuestro espíritu, pues aunque este siempre tiende a Dios, es el corazón el que nos permite o nos impide adorar, escuchar y obedecer a Dios. El punto de enlace entre el espíritu y el alma es el corazón. Para cualquier comunicación, el espíritu usa conciencia y el alma usa la mente; la conciencia es la encargada de transmitir órdenes de Dios en el momento e que deben ser obedecidas, acusar si se ha desobedecido, y dar testimonio si ya se obedecieron. La mente es la encargada de interpretar (traducir) razonar y hacer comprensible la voz de la conciencia para nuestro yo o el alma. Pero entre estas dos, está el corazón, que no solo es el nexo entre ellas, sino el filtro. Si el corazón es puro, pasará toda, tal como viene del espíritu al alma; si no lo es, resistirá, y entonces la mente comenzará a producir argumentos para tratar de convencer al yo de que sus órdenes dadas son justas y mejores que las que vienen del espíritu (esto sucede en un instante) . Por lo tanto el corazón prejuiciado corrompe la mente. Como vemos la conciencia, mente y corazón trabajan juntos. El corazón y la teoterapia total Tener un nuevo corazón- No una nueva capacidad de decidir (voluntad), sino una nueva oportunidad de elegir: entre la carne (nosotros mismos) y el Espíritu (Dios). Entendiendo que el corazón es el centro del ser, cuando la Biblia usa los términos de “nuevo nacimiento” y “viejo hombre”, se refiere al nuevo corazón (en Dios) y al viejo corazón (en sí mismo, alma). La cuestión es que en un nuevo ejercicio de la voluntad, nos despojemos del viejo “yo” y nos vistamos del “nuevo” (efesios 4:22.24). Es también un nuevo deseo (Filipenses 2:13), pues hay un mayor deseo por obedecer . La Biblia dice que este nuevo hombre fue creado en la justicia y la santidad de la verdad (Efecsios 4:24) Justicia ees el camino que Dios aprueba. Santidad, es nuestra actitud hacia el pecado. Un corazón nuevo no es algo ya completamente hecho, o que es hecho nuevo una sola vez y luego se envejece, sino que cada día debemos renovarlo, y este será nuevo vez tras vez. APLICACIÓN El Espíritu Santo quiere darnos un corazón nuevo. Por tal motivo es necesario hacer correctivos en nuestra vida par poder experimentar la libertad a la que Dios nos ha llamado. Para esto necesitamos extender la exhortación que el Señor nos hace en su Palabra “antes exhortaos los unos a los otros cada día, entre tanto que se dice: Hoy para que ninguno de vosotros se endurezca por el engaño del pecado. Porque somos participantes de Cristo, con tal que retengamos firme hasta el fin de nuestra confianza del principio, entre tanto que se dice: si oyereis su voz, no endurezcáis vuestros corazones, como en la provocación” (Hebreos 3:13-15).