Lo que debmos de tener claro es que estos conceptos que en este capítulo hemos intentado descifrar: Muerte, vida eterna. En otras religiones “El más allá”, cielo, Purgatorio, siempre han interesado a los hombres de cualquier religión. Trabajamos a partir de la Historia y de la Historia de las Religiones. Podríamos invitar a nuestros alumnos de ESO y Bachillerato a recordar, acercándose a las fuentes bibliográficas, cómo han tratado este tema de la muerte en civilizaciones como la griega, Egipcia, la mesopotámica, los etruscos, los judíos y los cristianos. Por ejemplo, en la mitología griega, el Sueño, hipnos, y La Muerte, Thanatos, eran hermanos gemelos de la familia de la noche. El sueño y La Muerte habitaban en las costas del mar occidental, en la oscuridad subterránea, juntamente con sus otros hermanos, los Ensueños. Se creía que, pasada la vida, la muerte separaba el alma del cuerpo con su guadaña y la acompañaba hasta la Laguna Estígia donde Caronte transportaba todas las almas hacia el inframundo de Hades. La muerte en la Literatura Son muchos los autores que convierten a la muerte en protagonista de sus obras, aquí podemos exponer algunos ejemplos, a partir de los cuales, los alumnos podrían profundizar en la contextualización de dichas obras, vinculándolas al contexto social, autobiográfico,… de los autores. Incluso se puede incitar a los alumnos para que busquen por ellos mismos otros ejemplos. Por ejemplo, podemos proponer a nuestros alumnos la lectura comentario del poema de Francisco de Quevedo: "Amor constante más allá de la muerte" Cerrar podrá mis ojos la postrera sombra que me llevare el blanco día, y podrá desatar esta alma mía hora a su afán ansiosa y lisonjera mas no, de esotra parte, en la ribera, dejará la memoria, en donde ardía: nadar sabe mi alma el agua fría y perder el respeto a ley severa. Alma a quien todo un dios prisión ha sido, venas que humor a tanto fuego han dado, médulas que han gloriosamente ardido, su cuerpo dejará, no su cuidado; serán ceniza, mas tendrá sentido, polvo serán, mas polvo enamorado. En él observaremos que, desde el punto de vista de los recursos literarios, podemos decir que encontramos metaforas en el primer verso y en el segundo en los cuales se dirije a la muerte como “la postrera sombra” y a la eternidad como “ el blanco día”, también existen personificaciones como la del “... nadar sabe mi alma el agua fría...” ya que al alma se le atribuye la acción de nadar, y en el último verso “... mas polvo enamorado.” el polvo no se enamora. Como podemos apreciar, este autor es del siglo XVII con lo cual tiene una forma de ver la vida propias de su época, el Barroco, en la que el cuerpo se consideraba una cárcel para el alma. Otro poema interesante y que merece la pena conocer puede ser este siguiente que recogemos aquí ¿POR QUÉ TE ACERCAS? ¿Cómo es posible que me beses sin labios? ¿Como te atreves a mirarme sin ojos? ¿Como se te ocurre acariciarme sin piel? ¿Por qué te acercas a mí si no tienes corazón? ¿Por qué pretendes abrazarme si eres fría? ¿ Por que me pides mi vida si tu no tienes vida? Y entonces , me contestó : -Porque yo soy la muerte. Oscar Basurto Carbonell La barca sin pescador, Nueva York, Oxford UniversityPress, 1962, págs. XXXIIXXXIII de la introducción: ¡La Muerte! Yo la he visto. No es demacrada y mustia ni ase corva guadaña, ni tiene faz de angustia. Es semejante a Diana, casta y virgen como ella; en su rostro hay la gracia de la núbil doncella y lleva una guirnalda de rosas siderales, y en su diestra copa con agua del olvido. A sus pies, como un perro, yace un amor dormido. CANTO A LA MUERTE de Carlos Edmundo de Ory Con tu callada luz con tu alta rama con tus uvas oscuras vienes vienes pisando las cerezas de la sangre Vienes vienes huyendo como androide de una alcoba de besos de betún ¡Oh Muerte manilarga maternal! Bebe coñac conmigo y emborráchame cuando el silencio tiene sed de leche y apoya su cabeza en las estrellas ¡Sí yo seré un payaso de ceniza! Muerde los peces de mis pies y manos Muerte olfatea mi ser de regaliz Ven tú con tu pupila personal de nómada nonato en movimiento Estás en el aquí nunca te alejas ¡tienes perros amigos y violines! ¡mendigos que te adoran como monjes! ¡mariposas azules! ¡mariposas azules! Dios se ríe se ríe con tus cuencas Carlos Edmundo de Ory (Cádiz, 1923) De Los poemas de 1944 (Joaquín Giménez Arnau, Madrid, 1973) En Música de lobo (Galaxia Gutemberg/Círculo de Lectores, Barcelona, 2003) Manifestaciones del folklore con los personajes clave del cielo y del infierno – Podemos incitar a los alumnos a la investigación sobre La Contradanza de Cetina. Uno de los más interesantes ejemplos de las manifestaciones folklóricas de Aragón es la Contradanza de Cetina, con nombre que no le conviene ni por su sentido original de «country dance» o baile campestre ni como baile de salón con pasos y figuras dirigidas por un «bastonero» que dominó los entretenimientos de la aristocracia y la burguesía en el siglo XIX, y que fue imitado por el pueblo componiendo un delicioso híbrido con la conocida conducta de acomodar por imitación modos señoriales a través de un proceso de simplificación que comportan la intemporalidad y el anonimato; en este caso a las prácticas de los siglos XVII y XVIII el pueblo añadió otras seguramente muy antiguas aunque las supuestas vinculaciones con bailes celtibéricos o semejantes estén fuera de lugar. En la danza de Cetina hay una serie de elementos característicos muy bien definidos esencialmente el ser fiesta ritual de plenilunio, con iluminación de teas, intervención de un «diablo» (seguramente el nombre e idea tomada del «dance» ) y la base de la representación ocupada por «cuadros plásticos» que sólo remotamente pueden ponerse en relación con los «castillos» del dance, unos conservados como los de Tauste y presentes otros en las letras como el de Sariñena. «Torres» y «cuadros» componen la esencia de este baile que no tiene paralelo en Aragón ni fuera de aquí. El «diablo» va vestido de rojo, con adornos blancos y es el único que no cubre su cara con una careta. Las treinta mudanzas o cuadros plásticos terminan con una extraña pantomima que comporta el sacrificio del «diablo» quien moría entre gritos siendo después su cuerpo paseado por el pueblo. Sin que pueda relacionarse este apéndice con ninguna otra forma de bailes de salón. Los cuadros formados con los cuerpos humanos de los ocho ejecutantes, imitando a San Miguel venciendo al demonio, el Dios de las Aguas, es decir la fuente de Neptuno hoy en el Parque de Zaragoza, bandeo de las campanas, Virgen de Atocha, peana de San Juan Lorenzo, etc. Se ejecuta el baile a compás de una música monótona obsesivamente repetida de la que Ángel Mingote escribió «La música con que actualmente se danza en Cetina es de poco o ningún interés y de fijo han debido desaparecer aires del «dance» antiquísimos y de interés». Desde luego ninguna música del dance aragonés es antiquísima y por descontado tampoco la de la Contradanza y cualquier vinculación con melodías celtibéricas o de la Edad Antigua es imposible con lo que sabemos y no puede ser llevada a antes del siglo XVIII. Hay muchas relaciones con el dance de San Juan Lorenzo, se trata de un baile celebrado en honor del santo, aunque procede de imitación de cuadros plásticos de salón. Del conjunto sobresalen elementos muy viejos como el de la danza de plenilunio y el sacrificio del jefe que podría relacionarse con el indoeuropeo «señor de los granos» y la redención y sin otro vínculo que el aspecto de los trajes con las danzas macabras secuela de las danzas de la muerte de toda Europa. Por otra parte al realizarse el baile sin otra luz que la de las teas que antes fabricaban los propios danzantes con papel de estraza encerado, la combinación de blanco y negro de las vestiduras era imprescindible para alcanzar suficiente visibilidad. Quedan las caretas que en las danzas de la muerte disfrazan a los vivos de calaveras y que en Cetina no tienen fácil explicación como tampoco que el «diablo» a actúe a cara desnuda, aunque se adorne con fingidos bigote, barba y patillas. En conjunto nos hallamos ante una formidable creación popular con elementos dispersos de distinta procedencia y antigüedad que el pueblo ha conservado como un rito aunque haya perdido su significación primitiva y sea difícil delimitar cual fue en cada momento ni en virtud de que fuerza se conglomeró hasta llegar a su estado presente. La participación de la contradanza de Cetina en las fiestas de los carnavales de Venecia ha hecho que se suscite la curiosidad hacia esta interesantísima manifestación de nuestra vida popular y son muchos los lectores de estos artículos que nos han pedido que expongamos nuestra opinión sobre la danza y cada una de sus partes. Les he remitido a mi publicación El dance aragonés (Zaragoza, 1982, pp. 76-81) y es muy poco lo que puedo añadir a lo que entonces escribí Desde luego hemos de felicitarnos por el interés que por las muestras de nuestra vida popular consideradas como señas de identidad se despierta desde hace poco lo que sin duda conducirá a la conservación de muchas que estaban en trance de perderse y quizá a la recuperación de otras ya desaparecidas. Y un poco de amargura todo hay que decirlo, provoca el que sea necesario que cualquiera de las cosas nuestras estimables salga de nuestras fronteras para que se les reconozcan los méritos que indudablemente tienen. ¿Son muchos los que aun haciendo largos viajes por el mundo para ver y aprender se han tomado la molestia de acudir a Cetina para admirar la contradanza en su propio ambiente?. Quizá valga la pena advertir que en este tipo de manifestaciones es importante respetar íntegramente lo que ha llegado a nosotros sin corregirlo ni «normalizarlo» y sin que empeños eruditos velen la ingenuidad y la autenticidad de lo popular; y aun más, que bastantes manifestaciones rituales cobran su verdadero sentido en el lugar que fueron concebidas. En la danza de Cetina hay una serie de elementos característicos muy bien definidos: esencialmente el ser fiesta ritual de plenilunio, con iluminación mediante teas. Existen muy pocos puntos de contacto de tal Contradanza con el dance de San Juan Lorenzo, aunque se celebre en honor al santo a través de cuadros plásticos de salón. Del conjunto sobresalen elementos muy viejos como el de la danza de plenilunio y el sacrificio del jefe que podría relacionarse con el mito indoeuropeo del «señor de los granos» y la redención, la semilla que ha de ser sacrificada y destruirse para que pueda germinar y salvar; y sin otro vínculo que el aspecto de los trajes con las danzas macabras secuela de las danzas-medievales de la muerte de toda Europa. Por otra parte al realizarse el baile sin otra luz que la de la de las teas que antes fabricaban los propios danzantes con papel de estraza encerado, la combinación de blanco y negro de las vestiduras era imprescindible para alcanzar suficiente visibilidad. Otras tradiciones y creencias populares La Santa Compaña: Investigar y observar que manifestaciones artísticas podemos encontrar vinculadas con ella. EL Purgatorio: Hay infinidad de representaciones artísticas y además hay que destacar la obra de Dante; La Divina comedia y el Purgatorio de Dante: Se les podría pedir investigar sobre ella, o profundizar en ella y darla a conocer a los chavales.