9 PERSPECTIVA Medios y política La propuesta de ley busca eliminar la discrecionalidad a la que durante más de 40 años han estado sometidos los permisos y concesiones para operar un medio de comunicación, afirma el investigador Pablo Arredondo. Mariana González marianaglez66@hotmail.com L a nueva Ley de radio y televisión, presentada los primeros días de enero al Senado de la república, no atenta contra la libertad de expresión ni contra la seguridad jurídica de las empresas ADRIANA GONZÁLEZ Nueva Ley de radio y TV busca evitar favoritismos según como estés ‘parado’ con los poderes es como te irá”. Aunque así pinte el panorama en México, en un país democrático “por más incómodo que resulte un medio para el poder, se encuentra amparado con leyes que lo protegen contra cualquier imposición”. El también director de la División de Estudios de la Cultura, del Centro Universitario de Ciencias Sociales y Humanidades (CUCSH), subrayó que hasta ahora no existe un ordenamiento legal para evaluar el desempeño social de los medios. La propuesta de ley plantea la necesidad de un Consejo nacional de radio y televisión de carácter autónomo e integrado por ciudadanos, el cual determinaría quién tiene derecho a una concesión. Arredondo coincidió con el especialista en comunicación, Francisco Aceves González, en que algunas disposiciones podrían causar molestia a las grandes corporaciones. Por ejemplo, la propuesta de ley prevé que ninguna empresa debe disponer de más del 35 por ciento de las concesiones radiofónicas y televisivas, lo que afectaría a quienes controlan el 80 por ciento de la oferta en medios. No existe un ordenamiento legal para evaluar el desempeño social de los medios de radio y televisión en México. Por el contrario, dicha legislación ofrece ventajas a los concesionarios, afirmó el investigador del Departamento de Estudios en Comunicación Social, de la UdeG, Pablo Arredondo. La propuesta de ley busca eliminar la discrecionalidad a la que durante más de 40 años han estado sometidos los permisos y concesiones para operar un medio de comunicación. El gobierno federal, por medio de la Secretaría de Comunicaciones y Transportes, es el encargado de decidir quién puede operar una empresa de esta índole, “por lo que Dicha cifra, es superior a los monopolios que imperan en Estados Unidos y Canadá, países con democracias más avanzadas. “El rechazo a los intentos por reformar la legislación es porque de alguna manera son cuestionados los beneficios e intereses de las empresas que explotan los medios en la actualidad, pues existe una concentración marcada, sobre todo en el ámbito de la televisión”, comentó Aceves González. En opinión de Arredondo, no se trata de crear una tutela para los medios, sino de “garantizar el principio de libertad de expresión, mediante un efectivo derecho de réplica, con la apertura de los medios a otros segmentos de la población”. En este sentido, sería positivo darle voz a quienes difícilmente tienen acceso a los medios, otorgándoles permisos para operar radiodifusoras o televisoras comunitarias, por ejemplo. “Se trata de volver más plural el espectro y brindar puntos de vista distintos al oficial. Los proyectos comunitarios no podrían competir con las grandes empresas, pero sí dotar de una mayor diversidad a la radio y la televisión, pues finalmente la democracia está vinculada con la pluralidad”. Incierto panorama para migrantes Los casi cinco millones de migrantes que hay en Estados Unidos, “tienen pocas esperanzas de resolver su situación legal en el mandato de George W. Bush”, señala el maestro Enrique Martínez Curiel, académico del Centro Universitario de los Valles (CUValles). Agrega que lograr una amnistía para solucionar su situación como ilegales, como ocurrió en 1986 con la ley Simpson-Rodino (Ley IRCA, por sus siglas en inglés) y que favoreció a cerca de dos millones de indocumentados mexicanos, resulta una cuestión “incierta”. TRABAJADORES HUÉSPEDES El presidente Bush dejó claro que solucionar el problema de los trabajadores migratorios depende del Congreso de Estados Unidos, por lo que el gobierno de México no tiene participación formal en el asunto. Una solución al flujo migratorio estaría restringida a un programa de trabajadores temporales o “huéspedes”. “Este programa consiste en que trabajadores son contratados por algún periodo de tiempo en ciertas empresas norteamericanas. Hay una red que ‘engancha’ a personas en edad productiva en Guanajuato, San Luis Potosí, Hidalgo, Veracruz, Tlaxcala, y otros estados. “El problema es que, al asumir Estados Unidos una postura unilateral con respecto a México, las autoridades mexicanas han dejado el asunto en manos del gobierno y empresarios de aquel país, por lo que en muchas ocasiones no les cumplen lo firmado en los contratos originales y las múltiples promesas que les hacen para llevárselos”. DESPROTEGIDOS Martínez Curiel comenta que “si el gobierno de México estuviera al tanto de este asunto e involucrado en defender al trabajador con relación a su contrato laboral, traslado, abusos, vigilancia a sus derechos humanos, esto les favorecería, ya que ahora los trabajadores mexicanos están desprotegidos por completo”. Indica que a los “trabajadores huéspedes” mexicanos las empresas les cobran “un buen dinero” por engancharlos, les “dan” para sus traslados, pero con la misma ganancia de lo que han trabajado y, si hay problemas en las cosechas por mal tiempo, “no les dan ni para comer”. Asegura que este programa incluye no solo a trabajadores para el campo, sino para la industria de la construcción y servicios. “De Ameca se llevaron a cerca de 30 personas para que trabajaran REUTERS Juan Carrillo Armenta juafracarrillo@hotmail.com Bush dejó claro que la solución depende del Congreso de Estados Unidos en algunos casinos norteamericanos como recamareros, lavadores de platos, ayudantes de cocina, etcétera, pero ya no han regresado, porque parece que contrataron trabajadores de Europa, en especial portugueses. “En necesario que el gobierno mexicano intervenga para protegerlos. Si hubiera un acuerdo, sería bueno que ambas instancias estuvieran involucradas. A Bush lo que le interesa es su programa de seguridad al interior de Estados Unidos y resguardar más sus fronteras, sobre todo la sur”. A pesar de lo anterior, “el futuro de los migrantes es incierto, pero creo que menos de quedarse a trabajar en México, porque la economía en nuestro país cada vez está más complicada y en especial lo será en 2005, cuando los partidos designen a sus candidatos rumbo a la presidencia y habrá mucho forcejeo”.