Sermones y Artículos Sobre Jesús de Nazaret -- 2 ¿Qué, pues haré de Jesús, llamado el Cristo? Esta es una pregunta para todas las épocas (Mat. 27:22). Trátela como pueda, es una pregunta ineludible. Si expresa la pregunta verbalmente o no, todo hombre tiene que hacer una decisión con respecto a qué hará con Jesús. Todos somos confrontados con ella. Nos es dicho que Moisés tomó una decisión con respecto a Cristo (Heb. 11:24-26). Como aparece en el título de este artículo, la pregunta fue expresada primero por Poncio Pilato cuando enfrentó a la turba sedienta de sangre que demandaba la crucifixión de Jesús. Aunque pensaba que había eludido la pregunta, no lo había hecho. Y pensó que estaba tratando con un problema temporal, de momento, tuvo consecuencias eternas. Y así es con todos nosotros. Quizás ha escuchado sermones sobre este tema que muestran cómo alguien en la Biblia contestó la pregunta. La respuesta de Judas fue venderlo (Mat. 26:14-16). La respuesta de los judíos fue crucificarlo (Mat. 27:22-23). Pedro tuvo que ver con la pregunta por medio de negarlo (Mat. 26:69-75). Algunos de sus discípulos decidieron no seguir mas con él (Jn. 6:66). Felix pensó que podía posponer una decisión, ¡pero esa fue una decisión! (Hch. 24:25). Agripa casi fue persuadido pero demasiados cosas se pusieron en su camino (Hch. 26:28). Pilatos pensó que podía ser neutral, pero su acto estabilizador mostró de cuál lado estaba (Mat. 27:24-26). Eso equivalió a un rechazo de Jesús. “El que no es conmigo, contra mí es” (Mat. 12:30). Los 3000 que obedecieron en Pentecostés estarán eternamente en la presencia de Dios, si retienen su compromiso con Jesús. Uno mismo podría encontrarse representado por uno mas de estos, porque todos ellos cubren las razones básicas cuando los hombres rechazan al Cristo. No obstante, este artículo no es acerca de Moisés o Pilatos. Ni es acerca de Judás, Pedro, o los demás. Es acerca de usted. ¿Qué hará usted con Jesús? ¿Por qué debería usted tomar una decisión de completa aceptación? 1. Porque Jesús lo merece. En cualquier momento Jesús pudo haber llamado a hacer un alto al proceso que lo estaba castigando para llevarlo a la cruz. No tenía que convertirse en hombre. Lo hizo así para beneficiarnos, no a él. Su ministerio fue consumido en lucha con la oposición que no reconoció por lo que era y es. “... éste anduvo haciendo bienes ...” (Hch. 10:38). A las personas que mas trató de ayudar lo trataron horriblemente. No obstante, su amor por usted fue más fuerte que la oposición de todo el mundo y se labró un destino terrible. 2. A causa del valor de su alma. Aquí hay algo en lo que Jesús y Satanás concuerdan. Su alma es valiosa. Considere el precio que Jesús pago por ella. ¿Habría hecho tal cosa si no creyera en el valor de su alma? Fue “... rescatada ... no con cosas corruptibles ... sino con la sangre preciosa de Cristo ...” (1 Ped. 1:18-19). Si usted pierde su alma, la gracia de Dios habrá sido en vano. El enseñó que es de mas valor que todo el mundo (Mat. 16:26). Los hombres manejan su dinero y otros valores con cautela y cuidado, pero parecen no dar ningún pensamiento al alma. El dijo, “Y no temáis a los que matan el cuerpo, mas el alma no pueden matar; temed más bien a aquel que puede destruir el alma y el cuerpo en el infierno” (Mat. 10:28). Es mas valiosa que su cuerpo o alguno de sus miembros (Mat. 5:29-30). Los hombres a menudo gastan grandes sumas de dinero para asegura el cuerpo (2 Cor. 4:16; 5:1). El diablo también conoce el valor de su alma. Los poderes del infierno están trabajando constantemente por su ruina eterna (1 Ped. 5:8-9). Su alma está en peligro inminente de perderse. La perdida de su alma es una perdida total. Es una perdida irreparable. Es una perdida eterna. Usted tiene solamente un alma. Si la pierde, lo pierde todo. Es la mas grande de todas las tragedias posibles que le puede suceder a un ser humano. ¿Quién puede negar el valor de alma? 57 Anotaciones 58 Anotaciones Sermones y Artículos Sobre Jesús de Nazaret -- 2 3. A causa de la brevedad de la vida (Stg. 4:14). Usted vive en una situación de emergencia. Es urgente que se convierta en cristiano ahora. Con cada tictac del reloj y con cada latido de su corazón, el tiempo para obedecer el evangelio se está agotando. Ambas cosas eventualmente sucederán. El reloj dejará de hacer tictac. Su corazón dejará de latir. Cualquiera que ocurra primero, al otro no le importa (Heb. 9:27). Hay otros a quienes usted querrá ver ir al cielo. Usted solamente tiene esta oportunidad de enseñarles y ser una influencia para ellos. 4. A causa de la certeza del juicio. Cuando usted aparezca ante el juez del universo no será para un proceso judicial. Su proceso es ahora. El propósito del día del juicio es para dar la sentencia. Dios nos ha dicho todo lo que necesitamos saber acerca del cielo y el infierno. Nos ha dicho todo lo que necesitamos saber acerca de las consecuencias del pecado y las bendiciones para el justo. No nos ha reservado una sorpresa que nos saltará en el día del juicio. 5. Para que usted tenga esperanza y felicidad. ¿Cómo puede alguien ser genuinamente feliz sin esperanza? Jesús es el único que murió y resucitó, nunca volvió a morir de nuevo. De esta manera, es el único que puede darnos esperanza de hacer lo mismo. Nadie puede disfrutar de la genuina felicidad a menos que sea un cristiano. Jesús se ha ido a preparar un lugar para los justos (Jn. 14:1-3). En los días obscuros como también en los brillantes, en los días de ayuno como en todos los días de fiesta, en los lúgubres días de invierno también como en los días soleados de verano, usted puede tener esperanza. 6. Para que pueda evitar el tormento eterno. El infierno es descrito en la Biblia como un lugar de castigo, de tormento y sufrimiento. Todas estas tres palabras implicas conciencia. No hay una palabra en el lenguaje humano que exprese la duración sin fin que no sea aplicada al castigo futuro del impío. Usted puede restar fuerza a la palabra infierno al nivel mas bajo posible y aún permanece una cosa terrible que es la de caer en manos del Dios vivo. Si Usted Niega a Jesús Estará negando la prueba infalible de quién es el (Hch. 1:3). Debe explicar lo que él hizo (Jn. 21:25). Debe explicar la tumba vacía, lo cual los enemigos no pudieron explicar. Debe ponerse en fila con los escribas y fariseos que dijeron que Jesús estaba poseído por Belcebú, el príncipe de los demonios (Mat. 12:24). Debe juntarse con los gobernadores cobardes (Jn. 12:42). Jesús estará avergonzado de usted (Mr. 8:38). Usted morirá en sus pecados (Jn. 8:24). ¿Cuál es Su Excusa? A menudo podemos “justificarnos“ delante de nuestro jefe, nuestros amigos y nuestros jueces en las cortes de hoy día. ¿Pero es su excusa de no convertirse en cristiano una que pueda soportar el ojo de Dios que todo lo ve? Dios no es un hombre que pueda ser engañado. Si pudiéramos llamar a todos los hombres mas inteligentes que han vivido — los salomones, los einsteins, los Werner Von Brauns — y todos ellos pasaran un año juntos ideando la mejor de las excusas para no convertirse en cristiano, imagínese lo que le sucederá a esa excusa en el día del juicio. ¡Caerá tan plana como el que la está usando! No hay excusa (Rom. 1:20). Conclusión Acostumbraba decir, “deseo poseer las palabras adecuadas que hagan que una persona obedezca al evangelio”. He dejado de decir eso. Si he predicado el evangelio puro, entonces he dicho las palabras adecuadas. No depende de mi inteligencia o habilidad. Depende de su corazón. Si las palabras de Cristo y los apóstoles, no son suficientes, entonces hay muy poco que un hijo del polvo débil y frágil, tal como yo, Sermones y Artículos Sobre Jesús de Nazaret -- 2 pueda hacer para persuadirlo. 59 Anotaciones Si usted tiene alguna intención de obedecer al evangelio, ¡hágalo ahora! No tiene la garantía de que esta oferta será extendida después de que usted coloque su cabeza en la almohada esta noche. ¿Qué hará usted con Jesús quien es llamado el Cristo? ¿Cuál será su respuesta? [Guardian of Truth XL: 1 p. 22-22, Dick Blackford].