INTEGRACIÓN ECONÓMICA, CRECIMIENTO Y POBREZA Xavier Sala-i-Martin Banco Interamericano de Desarrollo Sector Integración y Comercio Documento de Temas de Políticas de Comercio e Integración 1 2 Banco Interamericano de Desarrollo Sector Integración y Comercio INTEGRACIÓN ECONÓMICA, CRECIMIENTO Y POBREZA Xavier Sala-i-Martin Este trabajo sobre políticas de comercio fue elaborado por el profesor Sala-iMartin de la Universidad de Columbia. Las opiniones aquí expresadas corresponden al autor y no necesariamente reflejan la posición oficial del BID ni de sus países miembros. 3 4 1. INTRODUCCIÓN: En las últimas tres décadas, el mundo ha sido testigo, quizás por primera vez en la historia, de una caída de alrededor de dos tercios en los índices de pobreza, de un aumento del crecimiento y de una disminución de la desigualdad individual a nivel mundial (Sala-i-Martin [2006]). Al mismo tiempo, se ha registrado un incremento de más del 60% en el comercio internacional. Los acuerdos comerciales regionales (ACR) han desempeñado un papel protagónico en este escenario: actualmente el 40% del comercio se produce en el marco de los ACR. A principios de la década de 1980 se habían notificado ante la OMC solamente cinco acuerdos regionales. Hoy existen más de 200 acuerdos regionales en vigencia, que se suman a otros 60 acuerdos que se encuentran en proceso de negociación. En este trabajo se plantea que la reducción de la pobreza, el crecimiento económico y la integración económica son, de hecho, fenómenos relacionados. Se analizan los mecanismos teóricos a través de los cuales el comercio estimula el crecimiento, reduce la pobreza y aumenta los ingresos de los más desfavorecidos y se presenta evidencia empírica que sustenta tal afirmación. En la sección final se esbozan algunas reflexiones sobre Colombia. 2. APERTURA, CRECIMIENTO, DESIGUALDAD Y POBREZA: TEORÍA Y EVIDENCIA EMPÍRICA 2.1 Crecimiento y pobreza Existe amplio consenso respecto de que la mejor manera de reducir los índices de pobreza de un país es a través del crecimiento. El crecimiento del PIB per cápita permite desplazar la media de la distribución del ingreso hacia la derecha (como se observa en la Figura 1a). 1 Figura 1a: A más crecimiento, menos pobreza Línea de pobreza (US$1/día) (1) Crecimiento del PIB (2) Reducción de la pobreza Ingresos Si no se modifica la dispersión (o desigualdad) en la distribución de los ingresos, el área que está por debajo de la distribución y a la izquierda de una determinada línea de pobreza (por ejemplo, la línea de un dólar por día), que corresponde al índice de pobreza, se reduce automáticamente. La pobreza también puede disminuir si, para un ingreso medio dado, decrece la dispersión de la distribución (desigualdad), tal como se observa en la Figura 1b. Inversamente, para un ingreso promedio dado, la pobreza aumenta cuando aumenta la desigualdad. La única manera de que un país con crecimiento experimente un aumento de su pobreza es que aumente la desigualdad. En otras palabras, si los índices de crecimiento positivo no lograron aumentar sistemáticamente los ingresos de la población pobre, entonces estaríamos ante una relaciónsistemática entre crecimiento positivo y mayor desigualdad de ingresos. 2 Fig 1b: A menor desigualdad, menor pobreza Línea de pobreza (US$1/día) Igual promedio (igual PIB per cápita) (2) Reducción de la pobreza (1) Reducción de la desigualdad (1) Reducción de la desigualdad Ingresos La literatura empírica no ha comprobado tal asociación (véase Barro [2000].) Cabe concluir, pues, que el crecimiento es, en líneas generales, positivo para los sectores pobres. Deininger y Squire [1996] demuestran que en el 88% de los casos de crecimiento registrados en todo el mundo, el ingreso de los pobres aumentó. Sobre la base de datos de hogares extraídos de sondeos realizados en 42 países, Ravallion y Chen [1997] hallaron que el crecimiento agregado de los ingresos reducía la pobreza. Dollar y Kraay [2001a] utilizan una muestra amplia de 137 países en desarrollo para demostrar que el ingreso del quintil más pobre tiende a crecer uno por uno con el aumento de la renta o ingreso per cápita. 1 El caso de China se ha constituido en un ejemplo de crecimiento asociado a un aumento sustancial de la desigualdad. El coeficiente Gini en China aumentó de 0,32 a 0,38 entre 1980 y 2000. Sin embargo, esta alza no ha sido suficiente para invalidar los efectos beneficiosos del crecimiento agregado (Quah [2002]). De hecho, hoy día la pobreza en China ha caído del 27% en 1980 al 3%. Gracias a una tasa de crecimiento del 10% anual, más de 250 millones de personas en China han logrado salir de la pobreza (Sala-i-Martin [2006]). Por ende, si bien China es un ejemplo de crecimiento asociado a la desigualdad, aun así no es un ejemplo de crecimiento que no reduce la pobreza. 1 3 Para documentar la correlación empírica entre crecimiento y erradicación de pobreza, la Figura 2 ilustra el cambio registrado a lo largo de una década en el índice de pobreza de US$1/día, medido según Sala-i-Martin [2006], y el correspondiente índice de crecimiento anual durante la misma década. En otras palabras, para cada país se calculó el cambio en el índice de pobreza de un dólar por día entre 1970 y 1980, entre 1980 y 1990 y entre 1990 y 2000, y se computó la tasa de crecimiento anual durante la misma década. La Figura 1 presenta el gráfico de dispersión de estas dos variables. Se observa que los países que más rápidamente lograron reducir su pobreza son aquellos que más habían crecido. De hecho, de acuerdo con los datos utilizados para elaborar este gráfico, un aumento del crecimiento de 1 punto porcentual trae como consecuencia una caída en los índices de pobreza de alrededor de 3 puntos porcentuales. En líneas generales, el crecimiento agregado da cuenta de hasta el 63% de la variabilidad en los índices de pobreza. Figure 2: Growth and Poverty Eradication Change in 1$/day Poverty Rate 0.4 0.2 0 -0.2 -0.4 -0.6 -10.0% -6.0% -2.0% 2.0% 6.0% 10.0% Growth Rate World Average Latin America Linear (World) América Latina no escapa a la regla que afirma que cuanto más alta es la tasa de crecimiento más rápida es la caída del índice de pobreza. En los cuadrados resaltados (en color verde) se graficaron las tres observaciones correspondientes al crecimiento promedio y a la reducción promedio de la 4 pobreza en América Latina en la misma década. Allí se observa claramente cómo estos puntos están casi perfectamente alineados sobre la línea de regresión. La conclusión de que el crecimiento tiende a reducir la pobreza se aplica cuando el crecimiento es una respuesta al comercio y a la integración económica así como a cualquier otro factor. Tal como lo expresan Berg y Krueger [2003], “el crecimiento asociado a la apertura comercial es tan favorable para los pobres como el crecimiento en general”. Asimismo, Berg y Krueger agregan que “dado que la desigualdad dentro de un país no aumenta en forma sistemática con el comercio, puede afirmarse que la apertura también reduce la pobreza”. 2.2 Apertura y desigualdad Las Figuras 1a y 1b sugieren que, para calcular los efectos de la apertura comercial sobre la pobreza, es necesario estudiar los efectos que la apertura produce sobre la desigualdad y sobre el crecimiento. Evidencias empíricas recientes (Sala-i-Martin [2006]) indican que la desigualdad dentro de los países ha aumentado en los últimos 30 años. 2, la liberalización comercial se produjo de un modo más o menos generalizado en todo el mundo. Por consiguiente, algunos analistas arriban a la conclusión de que la apertura y la globalización han profundizado la desigualdad en los ingresos. Si bien puede admitirse cierta verdad en este razonamiento, no debemos olvidar que la globalización comercial no fue el único fenómeno que tuvo lugar en el mundo en los últimos 30 años. Por ejemplo, la revolución de la computación y de las tecnologías de la información presenta un sesgo en favor de trabajadores calificados. Esto significa que el progreso tecnológico genera una mayor demanda de trabajadores más calificados, lo que a su vez aumenta la brecha salarial. ¿Cuál ha sido el impacto del comercio sobre los niveles generales de desigualdad? La teoría tradicional del comercio (Hecksher-Ohlin y StolperLa desigualdad entre los individuos a nivel mundial, por otra parte, es menor por cuanto los ingresos de la amplia mayoría de los pobres del mundo (es decir, los habitantes de Asia) han aumentado más rápidamente que los ingresos de los ricos. Este proceso de convergencia de los ingresos de los individuos entre los distintos países ha compensado en gran medida el aumento de la desigualdad en el interior de cada país, de modo tal que la dispersión general ha registrado una caída desde la década de 1970. 2 5 Samuelson) sugiere que en las economías menos desarrolladas (caracterizadas generalmente por una mano de obra relativamente más abundante), el comercio con países desarrollados producirá un alza en el precio de los bienes que se producen con un uso intensivo de mano de obra y permitirá la especializaciónde los trabajadores en los sectores intensivos en trabajo , lo que a su vez elevará remuneración. 3 En otras palabras, la teoría tradicional del comercio sugiere que la liberalización del comercio conduce amenores niveles desigualdad De ingresos y salarios. Goldberg y Pavcnik [2004, 2007] argumentan que “este aumento en la remuneración de los trabajadores calificados de muchos países en desarrollo (en particular, en América Latina) es compatible con el teorema de StolperSamuelson porque los sectores con uso intensivo de mano de obra no calificada eran, antes de las reformas comerciales, protegidos con los aranceles más altos y los que experimentaron las reducciones arancelarias más importantes con posterioridad a las reformas. Estos patrones de protección han sido observados en los casos de Colombia (Attanasio, Goldberg, Pavcnik [2004]), México (Hanson y Harrison [1999], Robertson [2000, 2004 durante el período anterior al TLCAN]), Marruecos (Currie y Harrison [1997]) y Brasil (Pavcnik, Blom, Goldberg y Schady [2004])”. Otra posibilidad es que la rigidez del mercado laboral no permite la reasignación intersectorial de la mano de obra, que es necesaria para que la teoría se verifique en la realidad. Un hallazgo común en estudios sobre la liberalización del comercio en los países en desarrollo es la falta de tal reasignación. Por ejemplo, Attanasio, Goldberg y Pavcnik [2004] han comprobado que, en el caso de Colombia, una regresión de la participación de las industrias en el empleo total sobre los aranceles (manteniendo constantes otros factores importantes) arroja un coeficiente arancelario de pequeña magnitud y estadísticamente no significativo. El mismo fenómeno se observó en otros países en desarrollo: Revenga [1997], Hanson y Harrison [1999], y Feliciano [2001] en el caso de México; Currie y Harrison [1997], en el caso de Marruecos; Wacziarg y Seddon [2004] en un estudio sobre liberalización del Si la oferta laboral es horizontal (lo que seguramente sucede si hay una gran masa de trabajadores rurales que migran y se emplean en las industrias recién creadas), el comercio permitirá generar más empleo en el sector que haga un uso intensivo de la mano de obra. El comercio tenderá a reducir la pobreza en los modelos tradicionales, ya sea por vía de un aumento de los salarios o bien por vía de una expansión de las oportunidades de trabajo. 3 6 comercio realizado en varios países. Todos estos estudios atribuyen la falta de reasignación de la mano de obra a “la rigidez de los mercados laborales (de modo que la adaptación a la liberalización comercial se produce a través de un ajuste del salario relativo, como Colombia y México) o bien a la existencia de mercados de productos imperfectos (de modo que las empresas responden reduciendo los márgenes de ganancias, como México y Marruecos, y no mediante la reasignación del trabajo entre sectores” (Goldberg y Pavcnik [2004, 2007]). Una tercera posibilidad es que los modelos tradicionales son incompletos. Por ejemplo, Acemoglu [2003] sostiene que la liberalización del comercio puede llevar a incrementar el comercio de maquinarias y bienes tecnológicamente avanzados que son complementarios del trabajo calificado, lo que a su vez genera una mayor demanda relativa de trabajadores con calificaciones. En ese caso, el comercio generaría una mayor dispersión salarial. Existen algunos casos que confirman esta visión: Attanasio, Goldberg y Pavcnik [2004] realizaron una regresión del cambio en la participación de los trabajadores calificados en cada sector sobre el cambio en la protección arancelaria durante el período 19841998. La conclusión fue que el aumento en la demanda de trabajadores calificados fue mayor en los sectores que experimentaron las mayores reducciones arancelarias (por ejemplo, textiles y confecciones). Una cuarta posibilidad es que la liberalización comercial puede presentarse acompañada de una liberalización de la cuenta de capital, situación que genera gran incertidumbre cambiaria. Para protegerse de esta incertidumbre, las empresas pueden tener incentivos para mejorar el mix de productos y aumentar la calidad de sus plantas locales, lo que a su vez contribuye a ampliar la brecha salarial (Goldberg y Pavcnik [2007]). De igual modo, Aghion, Burgess, Redding y Zilibotti [2003] construyen un modelo en el que distintas compañías se encuentran a diferente distancia de la “frontera tecnológica”. En respuesta a la liberalización comercial, las empresas que están más cerca de la frontera tecnológica sobreviven, mientras que aquellas que están más rezagadas desde el punto de vista tecnológico tienden a desaparecer en razón de la mayor competencia. El efecto promedio de la liberalización comercial, pues, depende de la cantidad de firmas que estén próximas a esta frontera tecnológica. Estos autores estudiaron la experiencia de la India en la etapa posterior a la apertura producida en 1991 y concluyeron que 7 la mejora experimentada en la productividad y en las ganancias tuvo lugar en aquellos sectores más próximos a la frontera tecnológica. El impacto general de la apertura comercial es muy difícil de aislar a nivel de la economía, la industria y la empresa. Goldberg y Pavcnik [2007] revisaron la literatura empírica y hallaron escasa evidencia del impacto del comercio sobre la desigualdad . Verificaron cierto impacto del comercio sobre la desigualdad salarial a nivel industrial, pero estos efectos tienden a ser pequeños en relación con los movimientos observados: comerciales , los efectos “Dada la magnitud de las reformas hallados por los estudios empíricos son pequeños y sólo pueden explicar una frscción reducida del aumento de la desigualdad salarial”. 2.3 Apertura y crecimiento Si el comercio no produce más desigualdad, entonces su impacto (positivo o negativo) sobre la pobreza debe ser producto de sus efectos sobre el crecimiento. Una vez más, los modelos tradicionales del comercio (del tipo de Hecksher-Ohlin) resultan incompletos en el sentido de que no intentan describir verdaderamente los efectos del comercio sobre el crecimiento. Entre otros factores, no dan cuenta de las economías de escala, las diferencias tecnológicas y la movilidad del capital, sino que parten de la premisa de que las instituciones y las políticas permanecen constantes mientras las economías avanzan en su proceso de integración. Los análisis económicos modernos, en cambio, incluyen estos factores dinámicos y concluyen que la integración económica incide en la tasa de crecimiento de la economía. Los economistas sostienen que la razón principal por la cual la apertura comercial tiene consecuencias positivas para la economía tiene poca relación con las ganancias estáticas tradicionales del comercio. El principal mecanismo a través del cual la apertura comercial promueve el bienestar es el aumento de la tasa de crecimiento general. Lawrence Summers [1991] lo expresa con claramente: “para desilusión de los economistas, los verdaderos beneficios de las políticas comerciales de cualquier tipo no pueden provenir —excepto quizás del caso de la agricultura— de los triángulos y medidas de bienestar que tanto calculamos. En cambio, tales beneficios provienen de los saludables efectos que la competencia y la apertura comercial producen sobre las políticas nacionales en general,… incluidos los beneficios políticos y simbólicos que pueden conllevar en términos de promover 8 reformas internas, consolidar los vínculos entre países vecinos y armonizar más plenamente otros aspectos de las políticas nacionales”. Son numerosas las vías a través de las cuales la integración puede afectar el índice de crecimiento general de la economía, a saber: (1) Mayor especialización de acuerdo con la ventaja comparativa. Ésta es la vía que Adam Smith y los clásicos de los siglos XVIII y XIX pusieron de relieve. (2) Mayor explotación de los rendimientos crecientes. Las empresas pueden aumentar su productividad cuando los mercados son más grandes, ya que pueden explotar mejor las economías de escala. En relación con esto cabe mencionar la existencia de efectos de aglomeración en la elección de la localización de las empresas. Krugman y Venables [1990] estudian los efectos de la integración sobre la localización de las empresas y analizan cómo la integración genera para las empresas un fuerte incentivo a trasladarse hacia las regiones centrales (Krugman [1991], Venables [1996], Fujita, Krugman y Venables [1999], Baldwin, Martin, Ottaviano, Robert-Nicaud [2003]). Los acuerdos regionales de comercio pueden alentar a que la industria opte por instalarse en los países miembros en lugar de radicarse en los países que no son signatarios del acuerdo. Esto también tiende a ejercer efectos benéficos sobre las industrias relacionadas a través de eslabonamientos productivos (Schiff y Winters, [2003]). Según los cálculos de Venables y Winters [2004], la integración europea que tuvo lugar en 1992 llevó a una gran reorganización intraindustrial, lo que favoreció el surgimiento de empresas más grandes. Este aumento en el tamaño de las empresas trajo aparejado una mayor eficiencia en la producción. Venables y Winters sostienen que podrían darse ganancias similares en América Latina si la región adopta finalmente la decisión de integrarse, aunque tales ganancias sólo se harán realidad si se eliminan las diferencias regulatorias, tal como se hizo en Europa. De lo contrario, los mercados continuarán fragmentados y la región no logrará materializar los beneficios de un mejor rendimiento o retorno. (3) Importación de ideas, conocimiento y capacidades tecnológicas, incluidos los beneficios de una aceleración del aprendizaje y de una más amplia variedad de insumos tecnológicos. Todo esto tiende a aumentar la productividad de los factores y, por consiguiente, el crecimiento económico. Utilizando datos 9 comparativos de 93 países, Edwards [1998] demuestra que la apertura produce un crecimiento más acelerado de la productividad. Este resultado es robusto a cambios en los indicadores de apertura, las técnicas de estimación, los períodos temporales y las formas funcionales. Coe, Helpman y Hoffmaister [1997] hallaron que “la productividad total de un panel de 71 países en desarrollo guarda una estrecha relación con el stock de investigación y desarrollo de sus socios comerciales”. Véase además Coe y Helpman [1995]y Keller [2002]. Romalis [2007] presenta nueva evidencia basada en técnicas de variables instrumentales. (4) Efectos positivos del aumento de la competencia sobre la productividad. Esto es lo que Harvey Leibenstein [1966] denominó “eficiencia X”: la mayor eficiencia que se produce cuando las empresas deben enfrentar competencia. En otras palabras, el aumento de la competencia de las empresas extranjeras ejerce presión sobre los productores locales que se ven forzados a aumentar su eficiencia y mejorar la productividad de la utilización de sus recursos en lugar de dejarse llevar por la “inercia”. Existe una amplia literatura que se ocupa de destacar el efecto positivo que la apertura comercial tiene sobre la productividad a través de reasignaciones entre empresas pertenecientes a la misma industria (véase, por ejemplo, Pavcnik [2001].) (5) Mayor disponibilidad de capital a través de la inversión extranjera directa. Se cree que los socios comerciales tienden a afectar el volumen de inversión extranjera directa, pero desde el punto de vista teórico, no está claro en qué dirección. La IED horizontal (instalar una planta idéntica en un país extranjero) puede reducir el comercio porque el intercambio comercial es un sustituto eficaz de la producción local en el país extranjero. Por otra parte, la IED vertical (radicar parte de la compañía con el objeto de producir componentes que luego son enviados nuevamente a la casa matriz) puede aumentar cuando las compañías intentan producir componentes en el país en el quelos costos son menores y entonces aprovechan los menores costos de comercio en el marco del TLC para enviar y reenviar los diversos insumos . ¿Cuál de estos dos efectos predomina en la práctica? Yeyati, Stein y Daude [2004] intentaron desentrañar estos dos efectos en forma empírica. Estos autores hallaron que cuando los países firman un TLC la IED horizontal sufre una caída mientras que la IED vertical aumenta. El aumento de la IED vertical suele compensar ampliamente la caída de la IED horizontal, de modo que el 10 efecto general de un acuerdo comercial regional sobre la IED es positivo y grande. Ser signatario de un acuerdo regional promueve el incremento de la IED en 27%, aproximadamente. Véase además Blomstrom y Kokko [1997]. (6) Progreso tecnológico. Por cierto, uno de los beneficios del aumento de IED es la mayor disponibilidad de capital. Otro beneficio, tal vez más importante, es la mayor disponibilidad de tecnología, puesto que las firmas que cruzan las fronteras transfieren su tecnología al país receptor. En particular, una tecnología importante para el comercio es la tecnología de transición. Los teóricos suelen no tener en cuenta los costos de transacción pero éstos suelen ser muy altos en la práctica: los costos de embarque, las tecnologías de refrigeración y la gestión de inventario son sólo algunos ejemplos. Este tipo de progreso tecnológico en el comercio puede dar lugar a un “círculo virtuoso” por el cual la apertura comercial mejora la eficiencia del comercio, lo que a su vez conduce a un mayor intercambio comercial. Para un desarrollo más detallado de esta argumentación, véase Hummels y Skiba [2004]. (7) El elemento menos considerado por los economistas pero que es tal vez el que provoca mayor impacto económico es el efecto positivo que la apertura comercial produce sobre las instituciones, las políticas y el proceso político mismo. Por ejemplo, la integración económica promueve la coordinaciónde las disposiciones bancarias y las redes de transporte y de energía. Al ver cómo operan sus vecinos, los residentes locales tienden a mejorar sus actitudes sociales hacia la economía y el trabajo de modo tal de maximizar su desempeño económico. La integración también permite consolidar las reformas nacionales. Otras ventajas se relacionan con aspectos tales como la factibilidad y la reciprocidad. Venables y Winters [2004] sostienen que los beneficios directos que los miembros de la Unión Europea obtuvieron del aumento del comercio palidecen cuando se comparan con los beneficios políticos e institucionales derivados de la UE., Llegan incluso a afirmar que la UE fue creada no tanto razones relacionadas con el cálculo de costos y los beneficios derivados de un mayor libre comercio, una mayor flexibilidad del capital y un aumento de la movilidad laboral sino por las ventajas políticas e institucionales que habrían de obtenerse en un continente devastado por la guerra. El entorno institucional que es más apropiado para cada país difiere de un país a otro. A lo largo de la historia hemos sido testigos de un fracaso tras 11 otro cuando fuerzas extranjeras (desde autoridades coloniales a instituciones financieras internacionales o superpotencias) han intentado “imponer” las instituciones “correctas” en países menos desarrollados. Los países necesitan encontrar su propio marco institucional correcto en el contexto de su propia historia y cultura a través de un proceso de prueba y error. Sin embargo, la parte de la “prueba” en esta ecuación puede mejorarse cuando los países se abren a las ideas experimentadas por sus vecinos, cuya naturaleza es similar. Adaptando aquello que ha resultado exitoso en otro lugar (sobre todo si ese lugar es una región con un contexto histórico y cultural similar) a su propia realidad, los países pueden encontrar modos interesantes de mejorar su propio marco institucional y, como resultado, encontrar su camino hacia un crecimiento y del desarrollo más rápido. Los países del sur de Europa que se incorporaron a la UE más tarde experimentaron una notable transformación institucional como consecuencia de haber adaptado de manera inteligente aquello que resultó eficaz en los países más avanzados de la UE. Esto permitió que los países recién incorporados pudiesen converger más rápidamente en la unión de lo que habría sido posible de otro modo. Por último, si los países ricos y centrales no se abren a los países menos desarrollados, existe el riesgo de que los habitantes de las economías más pobres se sientan “marginados” del proceso de globalización. Cuando esto sucede, se acrecientan las posibilidades de que con su voto elijan líderes políticos nacionalistas, de mirada estrecha, populistas y proteccionistas que terminan implementando políticas que socavan el potencial de crecimiento del país. En suma, muchos argumentos teóricos sugieren que la apertura comercial tiende a generar crecimiento económico. Por supuesto, las teorías no afirman que la relación entre la exposición al comercio y el crecimiento económico es sencilla, pero existe una fuerte presunciónen favor de la preposición de que el comercio internacional y las políticas de libre comercio son importantes factores contribuyentes al crecimiento. Esta presunción en parte surge de la teoría, pero resulta mucho más concluyente cuando evaluamos la evidencia empírica. 12 Pero antes de analizar la evidencia empírica, correspondería hacer una breve referencia a las distintas maneras de llevar a cabo la apertura económica: unilateralismo, multilateralismo y los acuerdos comerciales regionales (ACR). 2.4 Un comentario sobre el unilateralismo, la nación más favorecida y los acuerdos comerciales regionales Jagdish Bhagwati, el más importante teórico del libre comercio en los tiempos modernos, sostiene que la mejor manera de liberalizar la economía es a través de una apertura comercial mulilateral no discriminatoria, bajo la cláusula de nación más favorecida. En ausencia de acuerdos multilaterales, las políticas unilaterales son la segunda opción más deseable. Tal como lo expresó Joan Robinson, “si tu vecino desea arrojar piedras en su propio puerto, no parece ser buena idea que tú hagas lo mismo”. En otras palabras, tu país se ve favorecido con aranceles más bajos (porque permiten que los ciudadanos puedan adquirir bienes a menor precio) aun cuando tus vecinos ya los hayan impuesto. Esto es especialmente cierto para los países en desarrollo, puesto que tienden a adquirir bienes de capital en el exterior. Por consiguiente, los aranceles tienden a encarecer las inversiones y, como resultado, a reducir la tasa de crecimiento agregado de la economía. Mientras que los acuerdos comerciales multilaterales y unilaterales son ampliamente considerados como buenos (positivos), el consenso es menor cuando se trata de los acuerdos comerciales regionales. De hecho, los partidarios del libre comercio, como Jagdish Bhagwati, afirman no sólo que estos acuerdos pueden no resultar beneficiosos sino que incluso pueden resultar perjudiciales. 4 Ello obedece primordialmente a lo que Jacob Viner [1950] denominó “el desvío de comercio”: 5 cuando un país aplica el mismo arancel a 4 El Banco Mundial [2005] estima que una reforma comercial mundial con la que se eliminasen todas las distorsiones (incluida una completa liberalización de los productos agropecuarios) podría incrementar el ingreso mundial en US$263 mil millones en el año 2015 (de los cuales US$109 mil millones llegarían a los países pobres). En cambio, si los países en desarrollo firmaran acuerdos bilaterales con la Unión Europea, Estados Unidos, Canadá y Japón, el ingreso global se elevaría sólo US$112 mil millones, y los países ricos obtendrían tanto como US$133 mil millones. 5 Bhagwati, además de comerciales desvío de comercio, presenta otros argumentos en contra de los ACR, que se relacionan más con la economía 13 todas las naciones, siempre decidirá importar del productor más eficiente que ofrece los bienes al menor precio. Cuando se firma un acuerdo de libre comercio con un país que no es el productor más eficiente, se puede terminar comprando los productos elaborados por este nuevo socio a expensas del productor de menor costo que no goza del beneficio de un arancel reducido. Este “desvío de comercio” resultaría perjudicial para la economía. Si bien ésta es una posibilidad teórica, la cuestión es si tal desvío de comercio se produce o no en la práctica y, si así fuese, si ésta logra contrarrestar o anular las consecuencias de la integración benéficas descriptas en la sección anterior. El análisis empírico realizado por el Banco Mundial [2005] indica que los TLC han desviado comercio pero parecen haber generado más comercio del que han desviado. El argumento del importante en concluyente en el caso de un ACR entre países ricos (como la Unión Europea) o entre países pobres (el Mercosur). Los ACR entre países ricos y pobres (o entre el norte y el sur) tienden a ser creadores de comercio (véase Venables 2001). El ex Secretario del Tesoro de Estados Unidos, Lawrence Summers [2001], se ha mostrado convencido de quecomerciales desvío de comercio, aunque posible desde el punto de vista teórico, no es un asunto significativo en la práctica: “los economistas deberían mantener una postura firme, aunque abierta al debate, en favor de todas las formas de reducción de los obstáculos al comercio, sean multi, uni, bi, tri o plurilaterales. La liberalización global quizás sea la mejor opción, pero la apertura regional es muy positiva”. En vista de la estructura actual del comercio, Summers agrega: “lo más probable es que los acuerdos regionales plausiblestengan efectos de creación de comercio que excedan sus efectos de desvío de comercio; más aún, existen altas probabilidades de que incluso los acuerdos regionales que generan desviaciones aumenten el bienestar”. Venables [2003] coincide con esta posición al afirmar que, aunque existen pocas pruebas de que los ACR entre dos países desarrollados fomentan el crecimiento, existe amplia evidencia de que un ACR entre un país política de los acuerdos multilaterales: el argumento de los “bloques entorpecedores” (stumbling blocks) sugiere que los países que ya pertenecen a un ACR tienen menos incentivos para avanzar en pos de un acuerdo multilateral. También afirma que una amplia proliferación de ACR se asemeja a un “spaghetti bowl” de reglas y reglamentaciones que complican innecesariamente el comercio y las relaciones internacionales. 14 desarrollado y otro en desarrollo es muy favorable para el segundo, sobre todo porque el acuerdo comercial estimula el crecimiento. El socio más pobre tiende a beneficiarse de los derrames de conocimiento y de la credibilidad política del país rico. El aumento del comercio interregional mejora el acceso a la tecnología, y los ACR suelen inducir reformas institucionales (políticas macroeconómicas sanas, derechos de propiedad bien definidos, sector bancario eficiente, etc.), por lo que el país pobre se torna más creíble a los ojos del inversor. Un canal adicional es que los socios más pobres se benefician al atraer nuevas industrias, puesto que las empresas de países miembros y no miembros preferirían radicarse en un país pobre y vender en el mercado del norte. Venables concluye que “si bien las conclusiones, como regla general, dependen de quiénes son los socios y de la profundidad de la integración, el regionalismo puede ser un componente valioso de una estrategia de desarrollo, puesto que los acuerdos eliminan no sólo aranceles sino también otras barreras a la interacción económica”. Estevadeordal y Robertson [2004] dan un paso más y cuestionan si en un mundo con una gran proliferación de acuerdos comerciales bilaterales, los nuevos acuerdos de libre comercio logran aumentar realmente el comercio (desvío de comercio o de otra manera ). Según estos autores, una reducción arancelaria entre potenciales sustancialmente el comercio. miembros de un ALCA incrementaría También afirman que “el efecto de la reducción arancelaria es mayor en las Américas que en nuestra muestra general”. 2.5 Evidencia empírica (1): Regresiones de crecimiento multipaís Los economistas han recurrido a dos metodologías para poner a prueba la hipótesis de que la apertura comercial produce un impacto positivo sobre el crecimiento económico: las regresiones multipaís y los estudios de casos. La metodología de la regresión multipaís sigue los lineamientos del trabajo de Barro [1991], que consiste básicamente en estima la correlación parcial entre la apertura de una economía y su tasa de crecimiento agregado a lo largo de un período. 6 6 Las variables que necesitan agregase a cada regresión están sujetas a controversia. La mayoría de los investigadores siguen las especificaciones de 15 Una cuestión fundamental es cómo medir la apertura. Una de las líneas de investigación la mide utilizando el volumen real (por lo general, la suma de las importaciones y las exportaciones como un porcentaje del PIB). Levine y Renelt [1992] consideraron que la apertura es uno de los determinantes más robustos del crecimiento económico. Este trabajo empírico fue objeto de crítica por no haber dado cuenta de la endogeneidad de los flujos comerciales y por el hecho de que las exportaciones son parte del producto interno bruto. La endogeneidad del comercio produce un sesgo de simultaneidad en el impacto estimado, mientras que las exportaciones, al ser parte del PIB, producen una correlación inherentemente positiva entre ambos. Frankel y Romer [1999] propusieron otra metodología con el objeto de superar estas dificultades. Ellos estimaron una ecuación de gravedad de flujos de comercio bilateral, en la que el comercio se ve afectado por diversas características geográficas y distancias bilaterales. Luego, utilizaron el flujo comercial predicho a partir de las características geográficas y distancias entre países como instrumentales para el comercio con el propósito de estimar el efecto de las importaciones y las exportaciones como porcentaje del PIB sobre el ingreso per cápita. Frankel y Romer hallaron un fuerte impacto dela apertura sobre el ingreso per cápita: un 1% de aumento en la participación del comercio incrementa en el ingreso per cápita en 2%. Utilizando la metodología de las variables instrumentales de Frankel y Romer, Alesina, Spolaore y Wacziarg [2005] también encontraron un efecto positivo de la apertura sobre el crecimiento. Además, hallaron que el mismo grado de apertura tiene un efecto más importante sobre las economías más pequeñas. En otras palabras, la apertura comercial es menos significativa cuando el mercado interno ya es grande. Irwin y Treviö [2000] y Rodrik [2000] refutan la solidez de todos estos estudios: afirman que cuando se incluyen más variables, los efectos de la apertura sobre el ingreso se vuelven insignificantes en algunas muestras. El principal problema con esta línea de investigación es que resulta difícil separar los efectos de las instituciones de la apertura. Dollar y Kraay [2001b] logran superar estos problemas de medición prestando atención a la manera en Barro y Sala-i-Martin [1992] y Mankiw, Romer y Weil [1992]. Recientes investigaciones sobre la solidez de las estimaciones siguen a Sala-i-Martin [1997] y a Sala-i-Martin, Doppelhofer y Miller [2004] y verifican la robustez de adicionales regresores utilizando los métodos Bayesianos. 16 que las diferencias en la apertura a lo largo del tiempo determinan los cambios en las tasas de crecimiento, con lo que eliminan los efectos institucionales y geográficos sobre el crecimiento (que se suponen son más o menos constantes en el tiempo). Los resultados sugieren que un aumento del 20% en la participación del comercio incrementa el crecimiento entre 0,5 y 1 punto porcentual por año. Dollar y Kraay [2001a, 2004] dividen al mundo en tres categorías: los países en donde el comercio como porcentaje del PIB aumentó en mayor medida (denominados los “países globalizadores”), aquellos cuya participación del comercio aumentó en menor medida (los “países no globalizadores”) y los países que se ubican entre una y otra categoría. Descartaron los países ubicados en el medio y compararon los desempeños promedio de los otros dos grupos en la década de 1990 y en la década de 1980: la tasa de crecimiento de los países globalizadores fue de5,3%, mientras que la tasa de crecimiento de los no globalizadores fue de apenas el 0,8%. El volumen del comercio depende de las tecnologías, las dotaciónes de recursos, las preferencias y de un conjunto de otros factores. Por ello, algunos países tendrán un escaso volumen de comercio aun cuando sus gobiernos permitan el libre comercio. Por consiguiente, los estudios que miden la apertura con el volumen de comercio no proporcionan evidencia satisfactorias de los efectos que la políticas comerciales tienen sobre el crecimiento. Así, una segunda línea de investigación prefiere analizar la relación entre crecimiento y políticas de apertura y no los resultados de la apertura. Sachs y Warner [1995] construyeron un índice binario que asigna el valor 1 a una economía cuando ésta es considerada abierta y 0 cuando se la considera cerrada. Las economías fueron catalogadas como cerradas cuando (a) los aranceles estaban fijados por encima del 40%, (b) las barreras no arancelarias abarcaban más del 40% de las importaciones, (c) tenían un sistema económico socialista, (d) sus exportaciones estaban controladas por un monopolio estatal o (e) las primas del mercado negro superaban el 20%. Estos autoresmostraron que esta medida cualitativa de política abierta se correlacionaba positivamente con el crecimiento. Sala-i-Martin [1997] y Sala-iMartin, Doppelhofer y Miller [2004] muestran que el índice Sachs-Warner es una 17 de las variables utilizadas en la literatura que se correlaciona más robustamente con el crecimiento. 7 Estos hallazgos han sido objeto de críticas, sobre todo por parte de Rodríguez y Rodrik [1999], quienes muestran que el índice Sachs-Warner está dominado por los criterios aplicados a la economía estatal: el régimen socialista y las primas del mercado negro (c y e). Por esta razón, este índice no logra aislar adecuadamente los efectos de la apertura sobre el crecimiento. Wacziarg [2001] confirma esta hipótesis y estudia los efectos de los diversos componentes del índice Sachs-Warner. Este autor, encuentra que el desvío estándar en la restrictividad de las políticas comerciales reduce la tasa de crecimiento en 0,26% por año, lo cual es un impacto muy importante y significativo. Por último, algunos estudios analizan el efecto de la apertura no sólo sobre la tasa de crecimiento per cápita de la economía sino sobre el empleo o el salario de los sectores pobres. En esta línea de trabajo, Krueger [1981] mostró que “el empleo tiende a crecer más rápidamente en las economías orientadas al mercado externo” y que “la eliminación de las distorsiones del mercado de factores y de las distorsiones de comercio favorece en el largo plazo el proceso de creación de empleo en la mayoría de los países en desarrollo”. Krueger [1983], halló que el comercio tiene efectos positivos sobre los salarios y el empleo en los países en desarrollo. La presunción natural de esta línea de trabajo es que las políticas de apertura ayudan a reducir la pobreza en los países pobres con ventajas comparativas para producir bienes con un uso intensivo de mano de obra. Esto se debe a que los pobres son trabajadores no calificados y los países pobres cuentan con mano de obra pero no con capital. Usando la muestra de países de Dollar y Kraay [2001b], Sala-i-Martin [2002] muestra que el índice de pobreza de US$1/día correspondiente al grupo de los globalizadores 8 cayó de 19,3% en 1980 a 3,6% en 1999 mientras que el 7 Hall y Jones [1999] muestran que el índice Sachs-Warner se correlaciona con el nivel de productividad de las naciones (y no con la tasa de crecimiento). Sin embargo, también muestran que las instituciones están muy correlacionadas con la apertura comercial, por lo que no es fácil discernir claramente cuál de las dos afecta en mayor medida el producto por trabajador. 8 Cabe recordar que los “globalizadores” son el tercio de los países que más abrieron sus economías en las últimas dos décadas, de acuerdo con Dollar y Kraay [2001b]. 18 índice de pobreza de los no globalizadores 9 subió del 10% al 17,8%. En cuanto a la cantidad de pobres, cabe señalar que el número total de pobres se redujo en 500 millones en los países que se globalizaron, mientras que el número total de ciudadanos pobres aumentó en 80 millones en los países que permanecieron cerrados. En suma, la mayor de la evidencia sobre la relación entre apertura y crecimiento apunta en la dirección de que las economías más abiertas tienden a disfrutar tasas más elevadas de erradicación de la pobreza. Una lectura no sesgada de la evidencia recogida indica que, pese al cuestionamiento que se ha hecho a parte de estas evidencias, el balance general es que la apertura comercial conduce al crecimiento. Más importante aún, nadie ha presentado evidencias de que el proteccionismo favorece el crecimiento. Tal como lo afirma Helpman [2004], “mi opinión es que a pesar de las numerosas dificultades que existen en la literatura, es justo concluir que la evidencia favorece un efecto negativo de la protección sobre las tasas de crecimiento en el período posterior a la segunda guerra mundial. Más importante aún, no hay evidencia concretas de un vínculo positivo en esta era”. 2.6 Evidencia empírica (2): Estudios de caso La segunda metodología empírica utilizada por los economistas para identificar los efectos de la apertura sobre el bienestar es el estudio de casos. Esta metodología permite a los investigadores identificar reformas institucionales y políticas más específicas de cada país, pero tiene la desventaja de que no puede controlar por los factores que son comunes a los distintos países. Analizaremos ahora algunos estudios de casos que respaldan la posición de que la apertura tiende a favorecer mejores resultados económicos. 2.6.1 Asia China es, tal vez, el mejor ejemplo de la relación positiva entre apertura y crecimiento económico. Este liberalización comercial país asiático emprendió un proceso de unilateral, con anterioridad a su adhesión a la Organización Mundial del Comercio en diciembre de 2001. Durante ese período, el arancel legal promedio, que se ubicaba en un nivel relativamente alto (56%) en 1982, se redujo al 15% en 2001. La participación de China en el comercio 9 Es decir, los países que menos abrieron sus economías desde 1980. 19 mundial se ubica hoy en un 4,3%, lo que equivale a más del triple de su participación en 1982. Las exportaciones que más rápidamente han crecido en China han sido las manufacturas con un uso intensivo de mano de obra: textiles, congecciones, calzado y juguetes (Lardy [2003]). Este notable aumento en su grado de apertura introdujo más competencia en el mercado local y permitió que las empresas chinas mejoraran su eficiencia y competitividad. La tasa de crecimiento promedio durante el período posterior a la reforma (19782005) se ha ubicado en un porcentaje cercano al 10%, a comparación del 3% del período 1950-1977. Las reformas han traído beneficios a todas las provincias de China. Sin embargo, las provincias costeras experimentaron un mayor crecimiento económico que las regiones del interior. Esto se debe a que las provincias del interior se han abierto mucho menos al comercio (Chen y Feng [2000]). Este desempeño poco uniforme ha dado lugar a un aumento bien documentado de las desigualdades en los salarios de los ciudadanos chinos (Dollar y Kraay [2001b]). Sin embargo, esto no ha impedido que se registrara una fuerte caída en los niveles de pobreza: Sala-i-Martin [2006] calculó que el índice de pobreza de US$1/día en China se ubicaba en el 31% en 1975 y hoy día se ubica por debajo del 3% (¡disminuyó en un factor de 10!). El número total de pobres se ha reducido en más de 250 millones, una reducción sin parangón en la historia de la humanidad. El éxito de China para erradicar la pobreza a través del crecimiento y el comercio es el más espectacular en el mundo entero pero no es, bajo ningún concepto, una excepción. Otras economías asiáticas han compartido este éxito económico: desde los primeros dragones asiáticos (Taiwán, Singapur, Hong Kong y Corea del Sur) a los tigres del este asiático (Malasia, Tailandia e India) hasta la más reciente historia de éxito de Vietnam, las economías asiáticas han experimentado notables alzas en sus tasas de crecimiento promedio y reducciones sustanciales ensus tasas de pobreza y mínimo absoluto de personas pobres. De acuerdo con cálculos elaborados por Sala-i-Martin [2006]estima que los índices de pobreza en el este asiático bajaron del 32,7% en 1970 al 2,4% en el año 2000 (lo que equivale a 300 millones menos de pobres), mientras que las tasas de pobreza del sur de Asia cayeron del 30,3% en 1970 a 2,5% en el año 2000 (otras 200 millones de personas abandonaron el estado de pobreza). 20 En la mayoría de estos países, la industrialización orientada al mercado externo fue la política central (si bien no fue la única, ya que fue acompañada de importantes inversiones en educación y reformas institucionales, lo que explica el éxito de Asia). 2.6.2 México Un ejemplo de integración económica más cercano a Colombia lo constituye el caso de México. Este país atravesó un proceso de liberalización durante la década de 1980 que culminó con la firma del Acuerdo de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN) con los Estados Unidos y Canadá en agosto de 1992. El TLCAN entró en vigor en 1994, coincidiendo desafortunadamente con la devaluación del peso y la subsiguiente crisis financiera de 1994 que llevó a una caída del PIB mexicano del orden del 6% en 1995. Tras este desafortunado comienzo, la situación comenzó a mejorar sustancialmente: en el período comprendido entre 1995 y 2000, la tasa anual de crecimiento de la economía mexicana promedió el 5,4%. La tasa de crecimiento se desaceleró al 0,6% entre 2001 y 2003, pero volvió a subir al 3,9% entre 2004 y 2006. Las exportaciones como porcentaje del PIB crecieron del 19% durante el período anterior al TLCAN al 30,4% hoy. La inversión promedió el 18,3% del PIB entre 1989 y 1994 y creció al 20,1% en la era postTLCAN. Nicita (2004) estima que el TLCAN permitió sacar de la pobreza a tres millones de mexicanos. El principal impacto del TLCAN sobre la economía de México se ha dado probablemente en el empleo: entre 1994 y 2005 se crearon en México más de 6 millones de puestos de trabajo. La tasa de desempleo permanece muy baja, cercana al 3%, lo que significa que México ha podido absorber un aumento importante de la oferta laboral durante la época post-TLCAN. Más importante aún, la importancia relativa de la agricultura ha bajado, mientras que el peso de la industria y los servicios experimentó un aumento sustancial. Es interesante advertir que el proceso de liberalización comercial no trajo consigo una especialización en productos intensivos en mano de obra (como lo predeciría la teoría tradicional del comercio). En cambio, el reajuste de la estructura de producción aumentó la demanda de mano de obra calificada. La explicación se halla en el papel desempeñado por la IED, que trajo consigo capital así como mejores tecnologías que son complementarias de la mano de 21 obra calificada. Venables (2001) demuestra que “los flujos de IED hacia México se duplicaron luego del lanzamiento del NAFTA”. Este incremento se explica por la inversión realizada por firmas de países no miembros del TLCAN que aprovecharon el acceso preferencial al mercado más grande de EUA. Por ejemplo, Japón reorientó parte de su IED de los Estados Unidos y Canadá y la destinó a México, y muchos proyectos (como el de la industria automotriz) están dirigidos al mercado continental del TLCAN. Si bien este incremento de la IED a México no pareció provocar derrames en la productividad del sector de bienes nacionales no transables, no hay dudas de que generó muchos beneficios en términos de productividad en aquellos sectores que más se habían abierto (López-Cordova y Moreira [2004]). La desaceleración de los primeros tres años del nuevo milenio puede reflejar la pérdida de competitividad producto del incremento de los salarios: dado que la tasa de desempleo en México es tan baja, un aumento en la demanda produce subas salariales y de costos. 10 En este sentido, la competencia de China y de otras economías asiáticas caracterizadas por sus salarios bajos ha tenido una incidencia importante en todo el mundo, incluido México (véase Feenstra y Kee [2007]). Por cierto, el desaceleramiento que se produjo en el período 2000-2002 quizás refleje también una fase temporaria de contracción. El aumento en las tasas de crecimiento de México durante el período 2003-2006 respalda esta visión más optimista. El impacto regional del TLCAN ha sido desigual. La mayoría de las ganancias en términos de empleo e ingreso correspondió a las regiones del norte, cercanas a la frontera con Estados Unidos (véase Esquivel et al. [2002]). Las regiones más pobres del sur no necesariamente han sacado algún provecho. Sin embargo, esta disparidad obedece a que estas regiones no están económicamente integradas como para sacar plena ventaja de las oportunidades que ofrece el TLCAN: la infraestructura y las comunicaciones son deficientes, los niveles de educación y calificación son bajos y abundan los problemas institucionales y del sector 10 público. Para beneficiarse de la Es importante recordar este punto cuando uno piensa en el probable impacto de un ACR sobre Colombia, puesto que la tasa de desempleo de Colombia es sustancialmente más elevada. Por ende, un acuerdo comercial puede tener efectos sustancialmente mayores sobre el empleo en el caso de Colombia que en el caso de México. 22 integración económica con los Estados Unidos, estas regiones deberían abrirse al resto de México. López-Cordova y Moreira [2004] evalúan los efectos generales del TLCAN sobre la productividad y el crecimiento en forma positiva: “Sobre la estrategia de integración regional, la actitud más agresiva de México en relación con el TLCAN parece haber dado sus frutos, al menos en lo que atañe a la productividad. Las reducciones arancelarias encaradas durante la negociación del acuerdo parecen haber ejercido una considerable influencia positiva sobre el alza de la productividad, lo que se sumó a los beneficios por cierto sustanciales cosechados durante el período de liberalización no preferencial”. 2.7. Resumen de la evidencia empírica El mejor y más conciso resumen de la vasta literatura empírica que existe sobre la relación entre apertura, crecimiento y pobreza es el elaborado por Berg y Krueger [2003]: “Cuando agregamos los análisis de corte transversal a la cantidad sustancial de estudios de casos y documentación de investigaciones a nivel de industrias y empresas, la evidencia es convincente: la apertura favorece el aumento de la productividad y, en última instancia, del ingreso”. 3. COLOMBIA Y EL ACUERDO DE LIBRE COMERCIO CON ESTADOS UNIDOS 3.1 Probables efectos Colombia y Estados Unidos están actualmente considerando la posibilidad de firmar un tratado de libre comercio (TLC). Se han llevado a cabo numerosos estudios con el fin de estimar los probables efectos de este TLC sobre los niveles de ingreso, empleo, salario y pobreza en Colombia. Estas estimaciones son obtenidas mediante simulaciones computacionales de modelos de equilibrio general. Por cierto, el impacto de la integración económica depende de una amplia variedad de elementos, incluidos el grado de reducción de las barreras no arancelarias en Estados Unidos, sobre todo en el sector agropecuario (véase Martín y Ramírez [2004]). Esta sección reseña algunos de los resultados de estas investigaciones. El principal resumen es que el efecto probable de un TLC será un impacto positivo importante sobre la economía colombiana. 23 Giordano et al. [2007] ha desarrollado y calibrado un modelo de equilibrio general computable (CGE, según su sigla en inglés) para examinar los efectos sectoriales, regionales y distribucionales del acuerdo (microsimulaciones basadas en los datos de encuestas de hogares). Los autores concluyen que el TLC produciría una caída moderada de la pobreza y de la pobreza extrema. Volpe Martincus y Gómez [2007] muestran que la reducción de los aranceles, conforme a la Ley de Promoción Comercial y de Erradicación de Narcóticos (ATPDEA, según su sigla en inglés), ha favorecido las exportaciones de nuevos productos de Colombia a Estados Unidos. Más aún, sobre la base de la evidencia de México y Chile y de simulaciones en base a las estimaciones correspondientes a Colombia, llegan a la conclusión de que un TLC con Estados Unidos traería consigo una mayor diversificación de las exportaciones de Colombia. Sin embargo, para maximizar las ventajas de un mejor acceso al mercado e incluso para que dicho efecto sea sustentable en el tiempo, es preciso encarar reformas en áreas clave como infraestructura, educación e instituciones. Fedesarrollo [2004] estima que un TLC incrementaría el comercio bilateral en 40,5%. Usando los cálculos de Frankel y Romer [1999] y de Dollar y Kraay [2001] presentados en la sección 2, un aumento de esta magnitud en el comercio estaría asociado a un aumento en el ingreso per cápita de entre 8% y 33%. Fedesarrollo también estima que si no se firman acuerdos bilaterales cuando la ATPDEA venza en el año 2007, el comercio general entre Colombia y Estados Unidos caería 56,6%. Esto implicaría una caída en el ingreso per cápita de Colombia de ¡12% a 47%! No firmar un TLC para el momento en que venza la ATPDEA podría potencialmente tener efectos devastadores para los ingresos de los ciudadanos colombianos. Es muy difícil saber si el aumento en el comercio habrá de provenir del desvío de la creación de comercio. Sin embargo, como Estados Unidos es el principal socio comercial de Colombia y es una economía rica y eficiente, es muy probable que el acuerdo comercial entre Colombia y Estados Unidos no sólo no desvíe comercio sino que “corrija” parte del desvío provocado por anteriores acuerdos regionales entre socios del sur (por ejemplo, la Comunidad Andina, el Acuerdo G3 con México y el acuerdo bilateral con Chile). El TLC con Estados Unidos incidiría no sólo en el comercio sino también en el mercado laboral de Colombia. Botero [2004] estima que se crearían 24 270.000 puestos de trabajo, que la demanda de mano de obra calificada aumentaría 1,4% y que la demanda de mano de obra no calificada crecería 5,5%. El salario de los trabajadores calificados aumentaría 4,5% mientras que el efecto sobre el salario de los trabajadores no calificados se ubicaría entre cero y 1,58%, según el estudio que se tenga en cuenta. La razón por la cual los salarios de los trabajadores no calificados experimentarían un cambio tan pequeño es que la tasa de desempleo es alta. Por ende, el aumento de la demanda de mano de obra no calificada sería atendida por vía de la creación de puestos de trabajo y no por vía de un aumento salarial de los trabajadores. 11 Como los pobres tienden a ser desempleados en Colombia, la sola creación de puestos de trabajo tendrá un impacto muy significativo en términos de la reducción de la pobreza. Esta conclusión es consistente con los hallazgos de Bussolo y Lay [2003], que combinaron un modelo CGE macroeconómico con un modelo microeconómico de distribución del ingreso para estudiar el rol de la apertura comercial sobre la pobreza en Colombia. Esta combinación de datos micro y macroeconómicos les permite identificar los efectos de las políticas macroeconómicas sobre la distribución del ingreso y los movimientos de ingreso y salida de la pobreza de una variedad de grupos de zonas urbanas y rurales. El estudio muestra que la reducción arancelaria experimentada por Colombia a principios de la década de 1990 indujo una reducción sustancial de los índices de pobreza. Se ha proyectado que el PIB agregado aumentará en más del 5%. Además, es muy probable que se registre crecimiento en los sectores industrial (con un crecimiento proyectado del 6,8%) y de servicios (5,3%). Se prevé que tanto las importaciones como las exportaciones aumentarán alrededor de un 10% y más importante aún, se espera que las inversiones aumenten más del 30%. Hemos argumentado en repetidas oportunidades a lo largo de este ensayo que es muy probable que los principales beneficios de la apertura comercial sean dinámicos. Esto significa que pueden provenir tanto de la transmisión de conocimiento debido a los flujos de capital transnacional como por el mejoramiento del entorno institucional. Estos elementos tan importantes 11 Esto es diferente de lo que ocurrió en México como resultado del TLCAN debido a que las tasas de desempleo en México eran sustancialmente más bajas. 25 no son considerados en los modelos computacionales utilizados para calcular el impacto probable sobre la economía colombiana. Lawrence Summers cree que el canal institucional será tal el canal más importante a través del cual la apertura comercial afecta el bienestar de los ciudadanos. Esto es válido en general, pero resulta especialmente cierto para Colombia. Tal como lo expresó el embajador estadounidense en Colombia en un discurso (Portman [2006]): “Un acuerdo con Colombia será útil para combatir el narcotráfico, construir instituciones democráticas y promover el desarrollo económico. Además de eliminar aranceles, Colombia levantará las barreras al comercio en el sector de los servicios, proporcionará un marco jurídico predecible y seguro para los inversores estadounidenses operando en Colombia, atenderá al cumplimiento efectivo de las leyes laborales y ambientales, protegerá la propiedad intelectual y ofrecerá un sistema eficaz para resolver controversias”. 3.2. Comentarios adicionales y advertencias Quisiéramos terminar este informe con cuatro advertencias en materia de políticas. En primer lugar, si bien la integración económica traerá consigo mayor bienestar para el ciudadano medio, no favorecerá a todos los colombianos por igual. Ésta, por supuesto, cierto para virtualmente TODAS las decisiones políticas, reformas institucionales tecnológicas: todo cambio siempre tiene o incluso innovaciones ganadores y perdedores. Luego de cada modificación habrá ciudadanos, compañías, sectores o regiones que se verán perjudicados. Dicho esto, cabe señalar que ésta es una razón inadecuada para no emprender tales reformas, para detener el proceso de apertura progresiva o para impedir el avance tecnológico. Después de todo, las ganancias de los ganadores serán siempre más grandes que las pérdidas de los perdedores y, en última instancia, todos acabarán beneficiándose en el largo plazo. Las autoridades siempre deben tener esto en cuenta e impulsar la creación de redes de contención para proteger a aquellos que se verán perjudicados por los cambios. Las redes de contención deberán diseñarse de manera inteligente de manera de ayudar a que los perdedores puedan adaptarse al nuevo contexto sin crear con ello una subclase de personas que vivan permanentemente de la asistencia pública. Sin embargo, las políticas de asistencia y contención deberán centrarse en proteger a los individuos y no en resguardar sus puestos de trabajo. Es decir, las políticas de contención deberán ayudar a que los 26 trabajadores que probablemente pierdan su empleo a reentrenarse y encontrar otras oportunidades laborales. En ese sentido, gran parte de la literatura sostiene que la inversión en educación (a diferencia de otras políticas públicas) constituye el arma más eficaz. En segundo lugar, una parte importante de los beneficios resultantes de una mayor integración con Estados Unidos (sobre todo para los ciudadanos pobres de Colombia) provendrá de la inversión extranjera. Las autoridades colombianas deberían prepararse para recibir y cuidar la inversión extranjera y para reformar sus instituciones para beneficio de sus propios ciudadanos. En tercer lugar, la mayor integración económica será más abarcadora desde un punto de vista regional si se integran todas las regiones de Colombia entre sí. El caso de México muestra que las regiones que permanecen aisladas no recogen los beneficios de la apertura. En este sentido, se deben hacer esfuerzos para mantener todas las regiones conectadas y preparadas para competir. El crecimiento más lento de las regiones del interior de China es otro ejemplo de las desigualdades regionales que se crean cuando las regiones no se encuentran conectadas apropiadamente con el resto del mundo. El gobierno de China está intentando ahora conectar las regiones del interior físicamente (infraestructura, suministro de agua, electricidad, transporte aéreo, líneas ferroviarias y rutas), en términos de las comunicaciones (Internet, telefonía y acceso a banda ancha) y demás componentes que son los fundamentos para un crecimiento económico sólido. Los gobiernos no deberían caer en la tentación de introducir programas de asistencia social de gran escala en estas regiones más pobres. Este enfoque puede resultar riesgoso, ya que podría aumentar el incentivo de los ciudadanos pobres de otras partes del país para migrar a dichas regiones, lo que convertiría a las regiones más desfavorecidas en grandes bolsones de pobreza. Una mejor alternativa es hacer todo el esfuerzo posible por integrar las regiones más pobres y aisladas del país al resto de la economía de manera tal que sus ciudadanos puedan cosechar de los beneficios de la integración internacional de Colombia. Esto nos conduce al último punto: la apertura y la integración económica con los países que son líderes económicos, tecnológicos y financieros son un importante determinante de las perspectivas del futuro económico de Colombia y América Latina. Pero la apertura no es una varita mágica que habrá de resolver todos los problemas de la economía. La competitividad general de 27 Colombia depende de una constelación de otros factores. Sala-i-Martin y Artadi [2004] diseñaron un índice para el Foro Económico Mundial que mide los determinantes clave de la competitividad de las naciones. Para captar la complejidad del proceso de desarrollo económico, el índice se basa en 12 pilares. Esto significa que los países necesitan trabajar en cada uno de estos aspectos si desean sacar el máximo provecho de las mejores condiciones de acceso a los mercados que se obtienen de las negociaciones y experimentar un crecimiento equilibrado y sostenido. Estos pilares son: (1) El entorno institucional: protección de los derechos de propiedad, reducción de la burocracia excesiva, la corrupción, la deshonestidad pública y la falta de transparencia, mejoramiento de la confiabilidad y la dependencia del sector judicial y de las autoridades de aplicación respecto del poder político. (2) Infraestructura física: ferrocarriles, puertos, aeropuertos, rutas, telefonía, electricidad y acceso a las nuevas tecnologías. (3) Estabilidad macroeconómica: los países con déficit públicos, excesivos índices de inflación o tipos de cambio inestables no pueden ser competitivos. (4) Seguridad: un país que no pueda garantizar la seguridad de los gerentes, administradores, empleados o incluso clientes en razón de conflictos militares, actos de terrorismo, crimen organizado o secuestros de naturaleza política o económica no puede ser competitivo. (5) Capital humano: la educación en todos los niveles (desde escuelas primarias eficientes a universidades productivas) es importante. La salud es otro determinante clave de la productividad de la fuerza laboral. (6) Eficiencia del sector de bienes: la competencia es la mayor fuente de competitividad y, por ende, el gobierno debe protegerla y enfrentar a los monopolios. El gobierno debe evitar participar en el juego con empresas públicas siempre que ello sea posible. Debe actuar como árbitro del juego y no como jugador protagónico. (7) Eficiencia del mercado laboral: las ineficiencias del mercado laboral tienden a generar desempleo. Las ineficiencias pueden adoptar muchas formas. Algunas son de índole jurídica; otras, mentales. Es preciso alentar a los ciudadanos a desplazarse a distintas regiones, sectores, empresas y empleos. La movilidad es necesaria en un mundo que cambia constantemente. Los 28 salarios deben reflejar el mérito y no los vínculos políticos o familiares. Los gobiernos también deberían promover el uso eficiente del talento femenino: un país que desperdicia la mitad de dicho talento no puede ser competitivo. (8) Eficiencia financiera: el sector financiero debería asegurar que los recursos financieros se destinen a los usos más productivos. Para garantizar que los emprendedores audaces obtengan los recursos financieros necesarios, deberá alentarse a las compañías de capital de riesgo. (9) Rapidez en la adopción de nuevas tecnologías: un país competitivo debe acceder a la tecnología de punta. Esto no significa que debe inventar dicha tecnología, sino que debe estar dispuesto a instrumentarla de inmediato, tan pronto como sea inventada en otro lugar. (10) Apertura: tal como se presentó en este trabajo, las economías abiertas tienden a ser más competitivas que las cerradas. (11) Sofisticación en los negocios: en su proceso de desarrollo, los países deben alentar la producción de bienes con alto valor agregado. Deberían promover la creación de clusters que garanticen un acceso fácil a los insumos y productos complementarios y que alienten las conexiones entre productores. Un buen modelo a seguir y del que se puede aprender es el País Vasco en España. (12) Innovación: la etapa final en el largo proceso de crecimiento económico es la innovación. Cuando no se puede competir produciendo bienes más económicos que otros o diferentes de los manufacturados por otros, es preciso hacer cosas nuevas y diferentes. En otras palabras, es preciso innovar. Si bien la innovación es crucial para los países ricos y desarrollados, es también muy importante en todos los niveles de desarrollo. La innovación puede y debe tener lugar en el sector agropecuario, textil, de procesamiento de alimentos, la industria liviana, la industria pesada, los servicios, el sector financiero y otros. Las ideas pueden inventarse en cualquier sitio pero, más importante es que las ideas pueden implementarse en cualquier sitio. El gobierno debería crear un ambiente que facilite a los ciudadanos privados implementar sus ideas, cualquiera sea el sector en el que trabajen. Sala-i-Martin y Artadi [2004] señalan que los diferentes pilares tienen diferentes grados de importancia según los diferentes niveles de desarrollo económico, pero todos son importantes para todos los países. 29 Sala-i-Martin y Blanque [2007] utilizan las Encuestas de Opinión Ejecutivas del Foro Económico Mundial para estimar el nivel de competitividad en 125 países. Como estas encuestas fueron completadas por empresarios, los resultados pueden interpretarse como la forma en que la comunidad empresarial ve las perspectivas económicas de las economías en la que opera. Por supuesto, la comunidad empresaria no es la única opinión que importa, pero si tuviéramos que elegir una comunidad cuya postura importase por encima de las demás sería precisamente la de los empresarios. Después de todo, son los empresarios los que tomarán decisiones de inversión, empleo, producción y localización de empresas en el futuro cercano. Los resultados para América Latina no son muy alentadores. La Figura 3a muestra la posición de los distintos países de América Latina sobre los cuales se dispone de información. También presentamos datos sobre otra economía con fines comparativos: España. El país de la región mejor posicionado es Chile, que ocupa el puesto 27, un peldaño por debajo de España. México y Panamá se ubican en los puestos 50, mientras que Argentina, Brasil, Colombia y El Salvador se posicionan en los 60. Figure 3a: WEF Global Competitiveness Rankings 120 111 97 100 106 95 93 90 88 World Rank 83 80 75 69 66 65 60 61 74 58 53 LATAM = 75.8 73 57 40 28 27 20 Sp ai n Ar ge nt in a Bo liv ia Br az il Ch Co ile lo Do m C bi m a in o st ica a Ri n c Re a pu b E c lic El ua d Sa or lv a G ua dor te m a G la uy Ho ana nd ur a M s ex ic Ni ca o ra g Pa ua na P a ma ra gu ay Pe Ur ru u Ve gua ne y zu el a 0 Si promediamos los datos de América Latina correspondientes a cada uno de los pilares, observamos que la región no tiene un buen desempeño en 30 relación con ninguno de ellos (Figura 3b). La mejor posición promedio la alcanza en salud y educación básica (posición promedio: 59,7) mientras que la peor la obtiene en entorno institucional (87,7) e innovación (84,26). Figure 3b: Average Rank for Latin America in 9 Categories 100 90 87.68 77.53 World Rank 80 73.47 70.74 70 84.26 80.26 77.26 71.32 59.74 60 50 40 30 20 10 In no va t io n 9 ac ro ec on an om d Pr y im 5 ar Hi y gh Ed er uc Ed at io uc n at io n an d Tr ai ni 6 ng M ar ke tE 7 ffi Te cie ch nc no y lo gi ca lR 8 ea Bu di ne sin ss es s So ph ist ica t io n M 4 He al th 3 2 1 In fr a st ru In st itu tio ns ct ur e 0 La Figura 3c ilustra el desempeño de cada país en relación con el entorno institucional. Fig 3c: Institutional Quality 140 120 112 118 115 110 102 96 93 91 LATAM = 87.68 81 80 69 68 55 60 61 65 42 40 39 25 20 31 Sp ai n 0 Ar ge nt in a Bo liv ia Br az il Ch Co ile lo Do m C m o s bia in t ica a R n i Re ca pu b E c lic u El a d Sa or l G vad ua o te r m al G a uy Ho ana nd ur a M s ex ic Ni ca o ra g Pa ua na P a ma ra gu ay Pe Ur ru u Ve gua ne y zu el a World Rank 100 125 122 116 Cuando se trata de instituciones, los países con mejor desempeño son Chile (25º) y Uruguay (42º). Por último, la Figura 3d muestra los 31 elementos de la competitividad (según la opinión sobre Colombia expresada por los empresarios). Estos elementos están clasificados en forma ascendente (de menor a mayor). Colombia exhibe un desempeño relativamente bueno en capital humano básico. A mucha distancia, se desempeña bien en los rubros confianza en el sector financiero, estabilidad macroeconómica e impedimentos jurídicos a la IED. Figure 3d: Elements of Competitiveness for Colombia 8 7 6 5 4 3 2 resultar beneficiosas para la región, los países de América Latina aún tienen mucho por hacer en otras dimensiones. 32 Basic HK En suma, si bien la liberalización comercial y la integración pueden Financial MKT Trust Macro Stability Legal Impediments to FDI Female Participation Corporate Honesty Corp. Accountability Networks and Supporting Industries Domestic Competition Labor MKT Flexibility Sohpistication of OPerations Foreign MKT Quality Corp Social Responsability and Charity Quality of Education Financial MKT Efficiency Corp Transparency Qualty of Demand Adv. HK Quantity Corruption Foreign Competition Gov. Inefficiency Railroad, Port, Electricity Property Rights General Infrastructures Tech Readiness Meritocracy Adv HK On Job Training Public Distortion in Goods Security Innovation 1 4. CONCLUSIONES: Este trabajo resume las argumentaciones teóricas así como las evidencias empíricas sobre la relación que existe entre la apertura, la pobreza y el desarrollo económico. Cuando se reúne la evidencia empírica entre países y los estudios de casos, la evidencia es concluyente en cuanto a que la integración económica mejora los niveles de vida, aumenta el crecimiento económico y contribuye a la disminución de la pobreza. Esto es verdad en general y también en el caso particular de los acuerdos comerciales regionales. Los principales canales a través de los cuales la apertura comercial muy probablemente logre reducir la pobreza son dinámicos y no son tomados en cuenta por la teoría tradicional del comercio. Entre estos factores dinámicos, tal vez el más importante es la transmisión y coordinación de políticas e instituciones que llevan a una mayor eficiencia económica, una mayor productividad y a tasas de crecimiento más elevadas. Estos factores pueden ser importantes en el caso de Colombia, si finalmente se ratifica el TLC. Si bien el TLC tendrá un efecto claramente positivo para Colombia, el gobierno colombiano debería asegurar que se adopten otras políticas complementarias con el fin de garantizar que los potenciales perdedores cuenten con una red de contención, que las regiones aisladas de Colombia puedan estar mejor conectadas (de modo que puedan también recoger los frutos de esta mayor integración) y que se introduzcan progresivamente otros factores que contribuyen a promover competitividad. 33 el crecimiento económico y la Referencias: Aghion, P., R. Burgess, S. Redding y F. Zilibotti (2005), “Entry Liberalization and Inequality in Industrial Performance,” Journal of European Economic Association 3, 291-302. Alesina, Alberto, Enrico Spolaore y Romain Wacziarg (2005), “Trade, Growth and the Size of Countries”, en Philippe Aghion and Steven Durlauf (eds.) 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